Hoy he dormido en el sofa de Ignacio. Esta cortesia la achaco a que estoy nervioso antes del viaje y porque, quizas, Ignacio tiene compañia esta noche.
He dormido poco, pero he dormido. Son las cinco de la mañana y nos acabamos de despertar apenas intuyendo el dia tan largo que nos espera.
Tras un trayecto de 20 minutos el taxi nos metemos en el Heathrow Express, el cual nos deja en el Aeropuerto, donde facturamos en Jet Airways nada mas llegar. Como despedida de Londres, ya en zona internacional, nos tomamos un desayuno ingles, pero con una novedad: por primera vez vamos a acompañar la primera comida del dia con una amiga que nos va perseguir por lo menos los proximos seis meses, la pastilla contra la malaria.
Nuestro vuelo del Jet Airways 9W0119 sale a la 10.00 de la mañana con media hora de retraso. El avion esta de maravilla, confortable a tope y que hace que el vuelo pase como si nada. Soy capaz de dormir cuatro horas, tiempo que Ignacio aprovecha para hacer amistad con las azafatas y los auxiliaries de vuelo. Al no tener reservado hotel para la primera noche, el azafato nos aconseja que vayamos a cualquier hotel cerca del aeropuerto domestico.
La comida del avion esta muy bien y nos da una pequeña idea de los sabores que vamos a degustar las proximas semanas. Como Murgh Ka Mokul (pollo especiado con yogurt, almendras y chiles), Mango Phirnee (Macedonia con mango), Cordero Shikapuri con Pudina Murgh Malai Tikka y Mango Kulfi (helado de mango).
Aterrizamos a las 23.00, hora local (3h ½ mas que en Madrid, 4h ½ mas que en Londres) por lo que la total duracion del viaje ha sido de ocho horas y media.
Cambio 400 dolares el cambio de 41.95 rupias por dolas (16,780 rupias).
Otros cambios ese dia son 1GBP = 82.40 rup / 1 EUR = 65.05 rup
Cogemos un taxi que nos lleva al Aeropuerto domestico Santa Cruz. Es un taxi que se paga en una garita antes de entrar. Aparentemente es para que los taxistas no nos engañen, pero 15 minutos de trayecto nos cuesta la nada despreciable cantidad de 450 rupias.
Despues de ir a la recepcion de un par de hoteles cuyos precios eran prohibitivos, por fin encontramos sitio para esta noche. Nos va a costar 3,240 rupias por noche y es el Hotel Jayshree: 197 Dayaldas Road / Vile Parle (east) / Mumbai 400057 / Tel 6789 400 / datwani.hotels@mtnl.net.in
La habitacion no es la major del mundo, pero algo nos dice que nos vamos a encontar con sitios mucho peores en los meses venideros. Tenemos aire acondicionado y water, que no es poco.
Hemos tenido que descansar despues de un dia tan largo y nos levantamos a las 13.00. Despues de haber disfrutado toda la noche del aire acondicionado no sospechamos del calor y de la humedad que hacen fuera.
Un recibimiento tan agreste no hace mas que darle sentido a que nos cojamos un chofer para todo el dia, con aire acondicionado en el coche, por supuesto. El servicio dura ocho horas y nos cuesta 1,200 rupias.
Laxman es un indio de 24 años que nos lleva al centro. Nuestro hotel esta muy lejos y tardamos dos horas en llegar al Marine Drive, el paseo maritimo de la ciudad con una inmensa playa a orillas del Mar Arabigo.
Despues de una incesante busqueda, coneguimos llegar a la oficina de turismo en la que nos dan un listado de hotels en el centro e informacion de como llegar a Goa. El servicio de esta oficina es pobre y no nos da demasiada informacion.
Algo que nos extraña mucho es la carencia total de turistas que no sabemos muy bien a que achacar. Somos conscientes de que estamos en epoca de monzon, pero nos cuesta creer que no hayan mas incautos como nosotros en esta ciudad tan inmensa.
Mumbai es una ciudad desconcertante. Por un lado tiene dieciseis millones y medio de habitantes, cuna de Bollywood, capital financiera y ciudad mas importante del pais, lo que en un principio haria pensar en que aqui no falta de nada. Pues no! Da la sensacion de que es carente a tope en el tema de infraesctructuras, con un polucion inaguantable y con falta de restaurantes y sitios donde se pueda estar tranquilamente.
La atraccion principal es la Gate of India, "Puerta de India", construida en 1911 para recibir la llegada de los Reyes de Inglaterra. Ironicamente fue tambien el lugar por donde salieron las tropas britanicas en 1947, fecha de la independencia de India. En esta puerta, como en el resto de la cuidad, no vemos a turistas occidentales, pero si se ven a parejas de recien casados indios que pasan por aqui su luna de miel. Lo que es gracioso es que la gente nos mira mas a nosotros que al propio monumento. Justo al lado se encuentra el Hotal Taj Mahal, uno de los mas grandes y lujosos de todo el pais.
Un edificio impresionante es la antigua estacion de ferrocarriles Victoria Station, ahora llamada "Chhatrapati Shivaji Terminus", de estilo gotico visctoriano indio, declarada Patrimonio de la Humanidad y que recuerda mucho a la estacion de King`s Cross de Lndres.
De lejos vemos la Mezquita Haji Ali, comunicada con tierra firme a traves de un paso elevado.
Tambien vemos de lejos el impresionante Puente de Aribensi, cuya construccion se completara dentro de tres años. Tiene un estilo que recuerda al Golden Gate de San Francisco.
Hoy, sin complejos, hemos comido en el McDonald`s, cuyo menu cuesta 117 rupias. Sin mucho exito hemos buscado hotel por la zona de la Gate of India, que se llama Colaba. Es el centro de la ciudad, donde aparentemente estan los turistas. Desde este diario reto a quien haya visto alguno.
A las 18.30 Laxman nos conduce de vuelta al hotel. El viaje, con atasco incluido, dura cuatro horas, las cuales nos dan la oportunidad de ver cosas unicas.
Algo que sorprende es la cantidad de suciedad y basura que hay por las calles, pero que no sirven para que la gente se calce o tome una minima precaucion de higiene. Por otro lado sorprende mucho como la gente en una pobreza casi total, durmiendo en la calle, cocinando en el suelo, comparte acera con estudiantes universitarios y hombres de negocios.
Estamos siendo muy cautos con la higiene. Solo tomaamos agua embotellada, nada de hielos, pastilla de malaria cada mañana, nos lavamos las manos con desinfectante antes de comer y solo comemos indio una vez al dia hasta que nuestros estomagos se acostumbren. De momento nos encontramos de maravilla. De hecho todo lo que hemos comido hasta ahora ha estado muy bueno, sin duda destacando el arraz Pulau con verdura de la cena de hoy en el restaurante del hotel.
Sin duda lo que mas nos choca es el trafico, que es una verdadera locura. La gente cruza por donde le da la gana, los coches van en sentidos opuestos por el mismo carril, hay arboles en medio de la carretera (acojonante), con perros cruzando la calle a sus anchas. Sorprendentemente solo vemos un pequeño accidente, lo que nos hace pensar que todo caos arberga un orden oculto. El trafico es intenso hasta altas horas de la madrugada y las bocinas de los coches suenan incesantemente por todos los lados.
Por otro lado esta el tiempo. Acaba de empezar la estacion monzonica y la humedad es enorme. Un par de veces al dia jarrea increiblemente para luego parar repentinamente.
En unos dias tenemos intencion de ir a Goa a pesar de que no sea la mejor epoca del año. Nos apetece estar en un sitio un poco mas tranquilo y donde podamos ver el mar.
Mumbai tiene mucho que ver y, sin duda, donde hemos aprendido mas es estando dentro del coche, observando a sus peatones, comerciantes, transeuntes y conductores, hablando con Laxman. Nunca habia estado en una ciudad tan caotica como esta y he aprendido a apreciar lo que tengo en casa, lo cual constituye una excelente leccion para los dos primeros dias de viaje.
Hoy hemos cenado por 1,200 rupias:
-Mutton (cordero) Seekh Kabab: parecido a un pincho moruno con una ensalada con apio y perejil.
-Chiken Tikka Masala: igual que el tikka masala que he tomado tantas veces en Londres.
-Veg Pulau: arroz Pulau, alargado, con verdura, spectacular.
-Naan Garlic: pan con ajo, el major que he tomado en mucho tiempo.
Ayer nos acostamos tarde ya que nos quedamos en el bar del hotel viendo el partido de España contra Grecia en la Eurocopa. Con la diferencia horaria, no nos damos cuenta de que es tan tarde aqui en la India.
Hoy nos hemos levantado a las 13.30 y ha sido dia de descanso. La verdad es que todavia las vacunas, las pastillas de la malaria, la humedad y el calor hacen que no estemos mas activos.
Hemos salido en busca de un ciber café y despues de una hora y media lo hemos encontrado. La calle donde esta el ciber esta cerca de nuestro hotel. Es muy commercial y tiene mierda como para parar un tren. Despues de casi tres horas en Internet, nos vamos a un Domino`s Pizza para consumir nuestra cuota diaria de comida reconocible (dos pizzas por 730 rupias).
Los botones del hotel estan en todo, incluso nos ofrecen prostitutas. Amablemente denegamos la oferta.
Son las ocho de la mañana y estamos decididos a dejar esta ciudad. Despues de hacer algo de ejercicio y ducharnos, nos preparamos, recogemos nuestras cosas y decimos adios al Hotel Jayshree.
Por 400 rupias (300 de servicio mas 100 de propina) un taxi nos deja en la estacion de Victoria. La travesia hasta la estacion es de casi dos horas, y nos da la oportunidad de grabar y tomar fotografias del singular trafico y vida de la ciudad.
Comprar un billete de tren no parece ser tan facil como pensabamos. Se nos acercan un par de estafadores que nos dicen que ya no quedan billetes a Goa y que lo mejor que podemos hacer es ir en bus cama pagando una considerable prima (2000 rupias por persona). Sin embargo conseguimos sortearles y finalmente compramos dos billetes en primera clase para el coche cama de las 23.00 que nos cuesta 1089 rupias por persona.
Tenemos once horas por delante en esta ciudad tan hostil y nos morimos de hambre.
Cogemos un taxi que nos lleva al banco HSBC para hacer unpar de gestions. Vamos andando en direccion a la Gate of India y en el paseo Ignacio sufre un mareo probablemente debido al numero de vacunas que se ha tenido que tomar en la ultima semana.
Encontramos el McDonald`s del primer dia, estando hambrientos y con necesidad de aire acondicionado. Esta multinacional americana es digna de las criticas mas duras, pero sin duda se va a convertir en nuestro aliado mas fiel para este dia. Y es que pasamos ocho horas sentados en la misma mesa, charlando, riendo, leyendo, jugando a las cartas, hablando de temas tan interesantes como los pelos enquistados en los codos, charlando con los empleados, haciendonos fotos con ellos y grabando en video a Pepe Gotera y Otilio de la India desguazando un andamio a martillazos a 30 metros de altura, con accidente casi mortal incluido.
Nunca habiamos estado tiempo en un McDonald`s y obviamente nos invade un sentimiento de verguenza, pero creedme si os digo que con dos macutos de 30 kilos y en una ciudad tan agreste como Mumbai, el quedarse qui tanto tiempo es una decision acertada.
Sin duda, tras tres dias de trafico y espera, la gran leccion que aprendemos es que a paciencia es la madre de la ciencia. La gente no se muestra estresada para nada y eso en envidiable.
Son las 23.00 y por fin sale nuestro tren en direccion a Margao, la segunda ciudad del estado de Goa. Otra cosa que aprendemos es que un billete de primera en la India no se parece, para nada, a un billete de primera en ningun pais en el que haya estado anteriormente. Dos pensamientos nos preocupan, por un lado trece horas de tren para recorrer apenas 580 km y por otro lado la pena que sentimos por las almas candidas que viajan en Segunda A, Segunda B o en Tercera.
El ambiente del tren es de los mas entretenido, la gente no para de ir de un estremo del tren a otro sin razon aparente, y los camareros aperecen cada 30 segundos para vender te, café, sopa, sandwiches, samosas y "piruletas de pollo", por separado (porque solo tener un camarero para todo, cuando se pueden tener veinte, verdad?)
He conseguido dormir 10 horas seguidas en mi litera de arriba, para la envidia y aburrimiento de Ignacio. Unos viajeros nos recomiendan que nos bajemos en Thivim, que esta mas cerca de las playas del norte de Goa. Eso hacemos y cogemos un taxi por 500 rupias que nos lleva a la playa de Arambol.
Goa es un diminuto Estado de la costa oeste al sur de Mumbai, con un pasado colonial de 400 años cuya dominacion portuguesa se nota todavia. En 1961 paso a formar parte de la Union India. Es destino de turismo desde hace muchos años y es conocido mundialmente por sus playas y ambiente relajado.
Nos llevamos una decepcion con Arambol ya que las infraestructuras estan fatal, no hay casi nadie en el pueblo y las instalaciones estan en muy mal estado. A pesar de que nos piden solo 150 rupias por una habitacion al lado de la playa, decidimos irons de aqui y encontrar un sitio un poco mejor. Al fin y al cabo solo son las 12.00 y queda todo el dia por delante.
Un taxi que nos cuesta 600 rupias nos deja en la playa de Baga, que esta mucho major que la anterior. En el trayecto en taxi podemos apreciar que aqui la influencia cristiana y portuguesa es mucho mayor. Nuestro taxista es cristiano y se llama Claudio, su hermano se llama Pedro y le encanta el futbol.
Claudio nos deja en el Sea View Cottages, un hotel bastante decente para lo que hemos visto, con piscina, y que nos va a costar 1200 rupias por noche. Nos instalamos , hecemos la compra y nos damos nuestro primer paseo en una playa del Mar Arabigo. La temperatura invita al baño pero el mar esta demasiado revuelto.
Comemos en el Tito`s bar por 1,200 rupias. La comida es bastante Buena (comemos Kabab, Tandoori Chicken, Veg Pulau y postre). Para bajar la comida, damos un paseo por la playa, en el cual vemos vacas tranquilamente en la orilla . La mayoria de los visitantes son indios que aprovechan la bajada de precios de la temporada de monzon.
Despues del paseo, mientras Ignacio se echa un siesta, yo me doy un chapuzon en la piscina.
Nos vamos al Titoo`s a cenar y a la espera de la mesa conocemos a Jasleen, una chica India de 23 años que ha dicho en el trabajo que esta enferma y se ha ido sola a Goa de vacaciones. Es del norte de la India, de Punjab, con muy buena educacion y sentido del humor, que no bebe alcohol, pero que se emborrachha con la cafeina. Se sienta con nosotros a cenar. Cenamos un plato con pescado, calamares, gambas y langostinos. Luego nos metemos en la discoteca Tito`s (650 rupias por persona, ellas entran gratis). A pesar del precio de la entrada, las bebidas estan muy baratas (70 rupias por cerveza) pero el ambiente no es muy alla. A pesar de ello nos quedamos un buen rato para luego conocer a Carlijne Sweenen, una agente inmobiliario de Holanda y Max Legros, un militar de EE.UU que vive en la base de Dubai. Nos quedamos charlando con ellos hasta que cierran el bar y para ir luego todos juntos al Mambo bar, un chiringuito de playa bien montado y lleno de gente. Despues de que cerraran el Mambo bar nos vamos a la playa a tomar un par de cervezas que teniamos en la habitacion. Acabamos comiendo desayuno ingles bastante malo con unas minisalchichas muy graciosas. Son las nueve de la mañana ya es hora de irse a la cama.
Nos hemos levantado a las 16.00 con un poco de culpa. Yo estoy deshidratado y vomito el desayuno. No me encuentro muy bien, pero enseguida me recupero. Nos damos una vuelta y nos vamos a cenar al Tito`s. Son las 20.00 y nos tomamos, para variar, un Pulau con verduras con pollo Tandoori.
Estamos haciendo tiempo hasta las 00.30, que es cuando empieza el partido de España contra Italia. Ya empezado el partido se nos unen Max y Carlijne. Ignacio se ha traido una bandera de España para dar ambiente al bar durante el partido. Los indios van con España tambien.
España gana a Italia en los penalties, cosa totalmente incredible. Ignacio, envuelto en su bandera, es un hombre feliz. Despues del partido nos quedamos un rato de charleta yendonos a la cama a las 04.30.
Me levanto a las 12.00 y me voy a dar un paseo por la playa en el cual me encuentro con los americanos que conocimos en el tren. Uno de ellos es agente de viajes y me da su numero para que le llamemos por si necesitamos cualquier cosa.
Ignacio no se encuentra muy bien, la pastilla de la malaria no le ha sentado bien. Bajamos a desayunar tomando otra vez el English Breakfast con un zumo de sandia.
Cambio 300 dolares por 41 rupias por dolar.
Quedamos a las 16.00 con Max y Carlijne y vamos a Calangute, centro del movimiento hippie en los años 60 y 70, en scooter. En Calangute alquilamos una moto mas grande, con marchas, de marca India "Pulsar", que nos cuesta 300 rupias por el dia entero. Ignacio conduce los casi 30 km hasta Panaji, la capital del Estado de Goa y que recuerda a una ciudad mediterranea de provincias.
Visitamos la Iglesia de la Inmaculada Concepcion, que es el edificio mas emblematico de la ciudad. Preside la plaza Largo de Igrega, que la plaza principal de la ciudad.
En el paseo vemos que la influencia portuguesa es mucho mayor que en cualquier otro lugar. Nos topamos con un `Bar Mariano". Comemos una seleccion de platos de Punjab en el restaurante "Sher-e-Punjab". La comida de Punjab (Norte de la India) parece un poco mas picante que la que hemos tomado hasta ahora.
Al hacerse de noche decidimos volver a Calangute, sacar dinero y devolver la moto. De ahi nos vams a Baga, aprovechamos una horita y media en Internet y a las 23.00 volvemos a quedar con Max y Carlijne. Nos tomamos, como despedida, una botella de tinto los cuatro en nuestra habitacion, charlando y riendo mucho. Luego, para acabar la noche nos vamos al Mambo a tomarnos un par de copas. El bar cierra a las 03.00.
Hoy nos despedimos de nuestro amigos y de Goa. Quedamos todos a desayunar a las 10.30. Desayuno ingles y zumo de sandia para variar.
Ignacio prueba a tomarse la pastilla de la malaria despues de desayunar y parece que por fin no le sienta mal. Ya ha encontralo la formula.
Un taxi nos recoge a las 11.30 y por 900 rupias deja a Max y Carlijne en el aeropuerto de Goa y despues a nosotros en la estacion de tren de Vasco de Gama, de donde salen los trenes a Bangalore, nuestro proximo destino.
El tren "Goa Express" sale a las 15.10 en direccion a Bangalore. Al comprar los billetes en el mismo dia no nos venden billetes de primera, solo de segunda sin aire acondicionado, pero nos dicen que ya dentro del tres hablemos con el revisor para que nos venda dos billetes de primera en el coche cama si quedan plazas. Esperamos en el anden un par de horas, con bastante incertidumbre sobre donde nos vamos a sentar.
Cinco minutos antes de que el tren se ponga en marcha, el revisor nos confirma que no quedan sitios de primera, que nos tenemos que ir al vagon de segunda y que nos sentemos donde podamos. Hay mucha gente, hace mucho calor y todo es muy confuso. Nos metemos corriendo en el vagon de segunda. Pero esta repleto y no vemos posibilidad de sentarnos!!
La vision de dieciseis horas y media, de pie, sin aire acondicionado hace que saltemos del tren cuando, ya se habia puesto en marcha!
Cogemos un taxi que nos deja en la estacion de autobuses de Panaji, donde compramos dos billetes de autobus nocturno Volvo con aire acondicionado por 800 rupias cada uno. Salimos a las 18.00 de la tarde y llegaremos a Bangalore a la misma hora que lo va a hacer el tren (07.30).
Mientras esperamos al autobus por fin nos compramos una tarjeta para movil (nuestro numero desde España es el 00919975939007, para quien quiera decirnos hola). La tarjeta nos cuesta 250 rupias y ponemos 265 de credito.
Nos vemos con mas confianza con la comida India y por fin nos animamos a comprar comida de la calle (samosas y unas bolas de patata rebozadas).
Salimos con puntualidad a las 18.00 y al poco de arrancar nos ponen una pelicula de Bollywood. A pesar de no entender lo que dicen los personajes, la trama se intuye a la perfeccion. Gracias a dios no cantan mucho. Este film nos entretendra nada menos que tres horas (es una peli de Bollywood esencialmente corta).
En una de las paradas aprovechamos para comer en el restaurante de una estacion de servicio. Solo sirven comida vegetariana del norte de la India. Probamos el Paneer Burgu, que son trozos de colifror rebozados con una salsa picante. Estan buenisimas y ademas aprendemos una cosa nueva, y es que todo lo picante se puede suavizar echandole vinagre!
A falta de mas entretenimiento nos vemos Spiderman3 que tengo en el movil.
La noche ha sido verdaderamente horrible. Trece horas en un autobus es un infierno. Las carreteras son muy malas, con unos conductores temerarios e irresponsables. Se hace imposible dormir con tanto volantazo, frenazo y bocinazo.
A las seis en punto el conductor pone musica India a todo meter para que nos vayamos despertando. La situacion es comica, todo el mundo medio dormido, con la musica a todo trapo, por la afueras de Bangalore. Ignacio inmortaliza la escena en video.
A las 06.45 llegamos al Centro de Bangalore, capital del estado de Karnataka. Desde la estacion nos gastamos 200 rupias en un rickshaw que nos deja en Cubbon Park, cerca de donde esta la oficina de turismo. En el Parque descansamos un rato, nos tomamos nuestra primera fruta comprada en la calle (1 platano, 2 rupias; un mango, 15 rupias) y aprovecho para actualizar este querido diario.
La primera impresion que nos da Bangalore es muy positiva. Se ve que es un ciudad mas desarrollada, con mejores infraestructuras y un poco mas occidentalizada. La llaman el Silicon Valley de Asia, donde estan instaladas todas las empresas de tecnologia y aeronautica del pais. Hay mucha mas gente joven y la poblacion es mucho mas liberal. Ser un turista no llama la atencion ya que aqui hay muchos occidentals trabajando. La gente es sin duda mas amable y menos interesada.
Una cosa muy agradable es la temperatura. Aqui, en el centro sur del pais, no hay humedad y el monzon no se nota. Ademas, se situa a mil metros de altitud, lo que suaviza la temperatura.
Como en Mumbai, aqui las calles no estan señalizadas ni los portales numerados.
A las diez de la mañana y no sin esfuerzo llegamos a la oficina de tursmo de Karnataka, que esta en Church Street. Nos hacemos con un par de mapas y el agente nos confirma que 15 rupias por un mango es un precio justo (estabamos un poco preocupados). Church Street es una calle con mucho bar, que es paralela a Mahatma Gandhi Road ("MG Road"). Subimos Church St y en el cruce con St Mark`s Road nos metemos en Koshy`s Restaurant and Parade Café, un café antiguo con muchisimo encanto, lleno de gente del lugar, en su mayoria ancianos que se reunen a hablar y pasar el dia. Nos tomamos sendos cafes y unos zumos buenisimos de mango y de jengibre.
Mientras descansamos en Koshy`s, llamamos a Sweetie Kariappa, nuestro contacto en Bangalore. El numero de Sweetie nos lo ha dado Swetha, una chica de Goldman con la que solia hablar cuando yo trabajaba alli. Sweeitie nos dice que nos podemos quedar en su casa, asi que acabamos nuestras bebidas y cogemos un autorickshaw que nos deja en el "Castillo de Karthikeya", residencia privada de ella, pero que varias habitaciones las alquila en regimen de Homestay ( www.karthikeyahomestay.com ). Sweetie es de familia noble India, de la casta de los Coorg, una elite de la region, que se dedica principalmente al cultivo del café y al ecoturismo.
La residencia nos encanta, es de muy Buena categoria, con sirvientes, jardines colgantes y con una comida estupenda. Estamos un poco reacios a creernos que es verdad hasta que nos confirmen el coste, pero a los dos se nos levanta la ceja cuando nos enteramos que nos va a costar la habitacion dos mil rupias por noche, con desayuno, comida, cena incluidos.
Comemos un curry de pollo espectacular, con pan chapatti y café de la plantacion familiar (exportan a todo el mundo y cuentan con Nestle como uno de sus prinipales clientes).
La gente de Karnataka en general y los Coorg en particulas son gente muy hospitalaria, con un gran orgullo por su comunidad y su tierra y de profundos valores eticos. Constituyen la elite del sur de la India y muy probablemente de todo el pais.
A las 17.00, despues de haber comido, cogemos un tuctuc (otro nombre para el autorickshaw) que nos deja en el centro por 70 rupias. Subimos MG road y nos metemos en Cubbon Park, el parque principal de la ciudad. En el se encuentra el parque de atracciones, la corte de justicia de Karnataka y una biblioteca publica. Aqui se ven bambus enormes.
Salimos del parque y nos encontramos frente al majestuoso Vidhana Soudha, que alberga el gobierno y la Asamblea Estatal de Karanataka. De ahi dirigimos nuestros pasos hacia el sur. Nos metemos en Church Street, donde nos tomamos unas cervezas en diversos bares.
La primea cae el el "The New Night Watchman", un bar de ambiente oscuro, condecoracion Art Deco.
La segunda nos la tomamos en un bar disco que se llama "NASA", decorado como si huera una nave especial, con decoracion galactica y con camareros vestidos de pilotos de aeronave. Este sitio esta muy bien, con muy buena musica pero esta vacio. De ahi nos dirigimos al Hard Rock Café, justo al lado de Koshy`s, con mas gente y con mas turistas tambien.
Aqui conocemos a Fabien y a Coralie, una pareja de Morpellier, que salio de su ciudad hace ocho meses en un citroen dos caballos, cruzando Europa, Turquia, Iran, Pakistan y la India. Este viaje forma parte de un proyecto-estudio sobre la relacion entre el Hombre y el agua ( www.noriaproject.com ) Su destino final es Laos, pero mañana se iran a Pondicherry, donde pasaran las proximas tres semanas. Nos recomiendan este sitio con tanta energia que Ignacio y yo decidimos que este sera nuestro destino despues de Bangalore. Esta pareja es encantadora, acabamos cenando con ellos.
Al acabar la cena nos enteramos de que aqui los bares, clubs y discotecas cierran todos los dias, sin excepcion, a las 23.30. No nos lo podemos creer en un principio, pero os aseguro que nos echaron del Hard Rock Café a las 23.29!
Cogemos un taxi que nos deja en casa despues de 30 minutos y 250 rupias (se cobra doble por la noche). Hoy nos hemos dado cuenta que hemos madurado como negociantes, que ya no somos tan pardillos cogiendo taxis y nos acordamos, con verguenza, de lo mucho que hemos llegado a pagar antes por un taxi.
Hoy ha sido un dia de pereza, hemos dormido hasta tarde y pensamos descansar todavia mas. La noche del autobus nocturno todavia la sentimos en nuestras espaldas.
Dedico casi todo el dia a leer, comer, hablar con Madame Sweeite. Necestitabamos un dia asi, sobre todo estando en una residencia tan Buena y donde nos tartan tan bien.
Ignacio aprovecha par air al Gimnasio local.
Esta noche España juega la semifinal contra Rusia y lo vemos en nuestra habitacion. Ganamos 3-0 y ya estamos en la final del domingo contra Alemania.
Hoy nos hemos levantado a las 12.00 y hemos desayunado cous-cous, ligerito.Partimos hacia el centro a comprar los billetes para la excursion que pensamos hacer a Mysore este domingo. Los billetes nos cuestas 675 rupias por persona, incluyendo al guia. La KSTDC (The Karnataka State Tourism Development Corporation), que es estatal, ofrece precios muy buenos y es utilizada por indios tambien (de hecho no vemos a turistas occidentales).Desde la oficina de turismo cogemos un tuktuk para dirigirnos a Emabassy Links, un parque empresarial al lado del campo de golf de la ciudad, donde se encuentra la oficina de Goldman Sachs, mi empresa hasta hace dos meses. Despues de casi una hora perdidos, el autorickshaw nos deja en el edificio Crystal Downs y alli nos reciben de maravilla. Es bonito encontrarse con gente con la que he hablado tantas veces por telefono y que en tantas ocasiones me ha ayudado y poderles ver finalmente y estrecharles la mano. Mi antiguo jefe cuando empece Goldman, que ahora es uno de los jefes esta oficina, de quien esperaba quizas un recibimiento mas calido, nos despacho solo en dos minutos. Me congratula que nosotros por lo menos hemos quedado estupendamente. Todo el mundo esta muy agradecido por que le hayamos hecho una visita en nuestro tiempo de vacaciones. La oficina de aqui tiene un mobiliario muy parecido al de Londres o Tokyo. Pero la comida de la cantina tiene samosas en vez de muffins.Mi contacto en Goldman, Swetha, quien nos ha conseguido la casa y se ha procupado mas con nosotros, no puede estar con nosotros mucho tiempo, pero nos dice que nos vera mañana.Son casi las siete de la tarde y nos despedimos de todo el mundo, y nos dirigimos a MG road. Esta calle esta llena de comercios y es la arteria principalde la ciudad. Nos tomamos un par de cervezas en el The New Nitght Watchman y luegro otra en el Nasa, pero se nos hace tarde, son las 22.30 y lo unico que encontramos abierto es un pub muy chulo que se llama “The Pub World”, el cual esta a punto de cerrar. Aqui nos tomamos una cerveza Kingfisher con una seleccion de pollo de diferentes estilos.A las 23.30 cogemos un taxi a casa, charlamos un rato con Madame Sweetie y nos vamos a la cama.Notas del dia:
Despues de comprar los billetes esta mañana, se nos acerca un grupo de estudiantes con sus profesores y todos nos quieres saludar, darnos la mano y saber de donde somos y lo que hacemos en India. Lo que en principio parece una especie de broma, resulta ser un genuino acercamiento desinteresado. Son de Amristar, de la region de Punjab (norte de la India). Son del grupo Singh, que se distinguen fisiamente por sus turbantes y barbas. Son de una escuela que ha ido a visitar Bangalore y nuestra presencia les llama mucho la atencion. Nos dan sus datos para que, si pasamos por Punjab, vayamos a visitar el colegio. No es la primera vez que comprobamos lo amable y cercana es la gente de Punjab. Son gente alegre, abierta, con ganas de saber y orgullosa de su tierra y de su gente. Este acercamiento nos ha encantado y, por supuesto, pensamos ir a verles a Amristar.
En la India, casi todos los taxis, tuktuk’s y autobuses parecen tener nombre propio que se pone en los laterales o en la parte trasera del vehiculo.Hemos vistoautobuses con nombre como “Spiderman”, “Commander” o “Tiger”. Pero sin duda, tanto por su originalidad como por lo contradictorio, el premio se lo lleva la ambulancia “matador”.
Hoy he aprovechado las primeras horas del dia para continuar con mi lectura de La vuelta al mundo en 80 dias.Ignacio se ha ido con Sweetie a un templo dedicado a Shiva no muy lejos de casa.Despues de haber comido, nuestra amiga Swetha, aparece en casa con su compañera de piso y tambien compañera de Goldman, Michelle.Sweetie les da algo de almorzar mientras Ignacio y yo nos arreglamos.A las 18.00 salimos en direccion hacia el centro. Los cuatro conseguimos meternos en un solo tuk tuk (cosa digna de contorsionistas) y llegamos a una calle con muchas agencias de viajes a las que suelen acudir los propios indios. Alli reservamos nuestra primera noche de hotel en Pondicherry para el martes (800 rupias por la habitacion doble) y los billetes del bus cama (500 rupias por persona, en una cosa parecida a un ataud dentro de un autobus).De ahi nos vamos a Commercial street, una calle de tiendas, abarrotada de comercios y de gente. Alli cenamos en un Kentucky Fried Chicken (estamos un poco saturados de comida India y queremos echarnos a la boca algo con sabor mas reconocible). Para nuestro agrado, comprobamos que el pollo esta mas bueno aqui que en Londres.Tras haber cenado y pasado por la casa de las chicas para que se cambien, nos metemos en la discuteca “FUGA”, que esta en la zona de los bares de copas (Church Street). Aqui es donde va la gente guay de Bangalore. La entrada cuesta mil rupias por persona y las copas son bastante caras para estar en la India (4 cervezas, 1,300 rupias). A pesar de lo caro, el ambiente es bueno, hay mas occidentales, con buena musica y con gente muy entregada en la pista de baile. Pero, como ya hemos comentado, los sitios de copas cierran, sin excepcion, a las 23.30. Las cuatro copas que nos tomamos aqui dan pie a seguir la fiesta en casa de las chicas.No me voy a detener aqui por decoro, pero solo dire que a las tres y media llegamos a nuestra casa, con uno de los dos con la sonrisa en la cara pero el otro con menos sonrojo. Aplicamos la maxima de que “lo que pasa en Bangalore, se queda en Bangalore”.
Son las seis de la mañana y solo hemos dormido dos horas. A las 7.30 sale el autobus de la excursion a Mysore. Durante el viaje aprovechamos para dormir un par de horas.Llegamos a la zona de Srirangapatna, que es una isla fortaleza donde se disputaron las batallas entre los britanicos y el sultan Tipu, gobernante de Myore, a finales del siglo XVIII.Lo primero que visitamos es el Daria Davlath Bagh (“la riqueza del mar”), palacio de verano del sultan Tipui construido en 1784.Dentro de la fortaleza vemos el templo Sri Ranganatha, que alberga una enorme escultura del dios Visnu tumbado. Es un templo muy importante y, al ser domingo, se llena de creyentes y de visitantes. Hay muchos mendigos en las puertas y los comerciantes literalmente se te echan encima.De ahi vamos a la ciudad de Mysore, donde vemos primero la Catedral cristiana de Santa Philomena, muy reciente, construida en 1959.Despues de disfrutar de 40 minutos para comer (un curry de pollo y un arroz con vegetales muy normalitos) nos llevan a la atraccion principal de Mysore y uno de los sitios mas visitados del estado y del pais. El Amba Vilas Palace, de finales del siglo XIX, es un palacio decorado majestuosamente con obras de arte procedentes de todo el mundo.En la excursion hemos hecho bastante amistad con un grupo de indios del autobus. Son jovenes de 22 a 24 años que, como mucha otra gente en Bangalore, trabajan en IT. Se muestran muy interesados en nosotros, lo que nos alegra mucho. Esto ya lo hemos notado mas veces: la gente joven se nos acerca con un genuino interes por saber de donde somos y que nos parece la India y su gente.Despues del asombroso palacio, subimos la colina Chamundi Hills, cuya cima alberga el templo Chamundeshvari , donde vemos los primeros monos del viaje, una vaca me da un coletazo en la cara, y donde Ignacio aprovecha para grabar un poco con su camara. Desde la cima las vistas son muy chulas pero no entramos en el templo porque hay demasiada cola.Aqui compramos una palomitas con curry para tomarnoslas viendo la final España Alemania que es esta noche.Bajando la colina, sin bajarnos del autobus, vemos una estatua enorme de Nandi, el toro divino que pertenece a Shiva.A las 18.00 llegamos a Brindavan Gardens, destino muy popular, que se situa a los pies de la presa Krishnarajasagar. Se divide en la parte Sur y Norte, que estar separados por un lago. Es un parque muy bonito, con espectaculares juegos de luces en el agua. De todas maneras lo que nunca olvidare de este parque es uno de los guardas, que media no menos de 2,40 metros y que era la atraccion principal para muchos vivitantes. Por pudor y verguenza ajena no le hice una foto, cosa de la que ahora me arrepiento ya que jamas habia visto a nadie tan enorme en mi vida.El parque ha sido nuestro ultimo destino del dia, con lo que compramos una cocacolas para acompañar a las palomitas y preparamos nuestra mente para el partido.A las 22.30 llegamos a Bangalore, habiendo dormido dos horitas mas en la travesia. A las 23.15 llegamos a casa, cenamos copoisamente como siempre y nos vamos a la habitacion a ver la final de la Eurocopa.Se hace un poco raro ver un partido tan importante desde tan lejos y en una habitacion pero lo disfrutamos a tope, con gritos, abrazos, palomitas y mensajes de movil a España.HEMOS GANADO LA EUROCOPA! Nos encantaria estar en España en estos momentos.
Hoy es nuestro ultimo dia en Bangalore. Esta noche cogeremos el autobus en direccion a Pondicherry. Nos levantamos a las 11.00, pero como es norma en esta casa, no conseguimos salir sin haber antes desayunado casi hasta reventar.
Cogemos un tuktuk que nos lleva al centro. Sacamos dinero en el HSBC, cambio dinero en Thomas Cook (500 dolares) y recargamos la tarjeta telefonica inglesa.
Hoy por fin he visto a un Hijra por la calle. Mi padre me habia hablado de ellos y me moria de ganas por ver a uno. Son travestis autocastrados que suelen vivir juntos y que son considerados como cuasidivinos para mucha gente de aqui. Muchos de ellos se dedican a la mendicidad y son muy temidos. Si les ofendes o no les das dinero te puedes echar mal de ojo. Se les respeta mas por miedo que por veneracion. El Hijra que he visto hoy se nos ha acercado, nos ha pedido dinero y nosotros nos hemos negado. Pero no nos dice nada. Esperamos que a partir de ahora nos funcione internet y que la comida no este demasiado picante!
Hemos comprado un buen centro de flores a Sweetie como detalle de despedida (300 rupias). Tambien nos hacemos con unas rosas para las tres co-huespedes de Angola que viven en nuetra casa. Son una madre con tres de sus hijos (dos chicas, Irina y Aimee y un chico, Paulo) que estan aqui para para descansar, relajarse y ver al medico. Son gente encantadora con la que sin duda mantendremos el contacto.
A las 17.30 llegamos a casa para aprovechar las ultimas horas con Sweetie. Le hace mucha ilusion lo de las flores y esta muy triste porque nos vamos.
Hemos oido que ayer hubo un terremoto en las Islas Andaman, nuestro proximo destino. Es uno de los sitios del mundo con mas boidiversidad submarina del mundo y en el cual pensamos hacer submarinismo los proximos dias. Fue un punto muy afectado por el gran Tsunami de diciembre de 2005 (murieron en estar islas once mil personas) y se teme otro Tsunami mas local.
No vemos muchas noticias en Internet pero parece que el terremoto no ha sido tan fuerte como pensabamos. Aun asi leemos que ahora es la peor epoca del año para ir a Andaman ya que estamos pleno monzon y no es nada recomendable hacer submarinismo en sus aguas. Decidimos, pues, cambiar de ruta, dejar Andaman para mas adelante y dirigir nuestros pasos hacia Pondicherry (costa Este) para luego volar a Delhi y viajar por el noroeste de la India.
En casa nos hacemos fotos de despedida, intercambiamos numeros e emails y por fin conseguimos la primera traduccion de "Molamos que no veas" del viaje. En portugues se dice "nos somos fixes". Muchas gracias a Irina, Paulo y Aimee!** Tambien nos despedimos con besos y abrazos de Sweetie, quien tan maravillosamente nos ha acogido las cinco ultimas noches. Sweetie acostumbra a hablar mucho, pero ahora esta callada y con ojos llorosos. Nos enorgullece saber que aqui siempre seremos bienvenidos y que nuestras amistad con ella nunca desaparecera.
A las 20.30 nos recoge un taxi que nos lleva a la estacion de autobuses. Aqui un joven indio nos dice como se dice Molamos que no veas en Hindi: "Hamara Achha" "Hamara Aathmi Hin". Cojonudo!
A las 23.30 sale nuestro "sleeper bus" hacia Pondicherry.
** En este viaje tenemos dos pequeños proyectos relacionados con "Molamos que no veas". Es una frase muy divertda y simpatica, que nos encanta, y queremos saber como se dice en cada idioma de la gente con la que nos vayamos topando. Igualmente, grabaremos en video a ciudadans de otro paises diciendo la frase en castellano.
El autobus llega puntualmente a las 06.00 de la mañana. Hemos pasado casi siete horas en un conpartimento para dos personas, como una cama doble dentro del bus, con bastante espacio, la verdad. No es, para nada, el ataud-jaula que nos esperabamos. Las curvas, los frenazos y los baches se notan mucho, pero no se esta nada mal. Ignacio, sin embargo, no ha podido pegar ojo.
Un taxi, nos deja en el hotel Executive Inn (http://www.nivalink.com/executiveinn/index.html) a solo dos manzanas del paseo maritimo. Nos instalamos en la habitacion y descansamos hasta las 11.00 de la mañana.
Pondicherry, la capital de los antiguos territorios franceses en la India, esta en el Estado de Tamil Nadu y fue fundada en 1674. Aqui las calles son cuadriculares, por lo que es muy facil orientarse. Todas las calles tienen placas con sus nombres y las casas estan numeradas, cosa no muy comun en India. Conserva un ambiente muy frances, tranquilo, relajado y con casas elegantes de tipo colonial. No hay casi trafico. Muchos de sus ciudadanos todavia hablan frances.
Esta ciudad es la cuna del Yoga para muchos. Su creador, el fisolofo y escritor Sri Aurobindo Ghose, se refugio en esta ciudad huyendo de los ingleses escribiendo sus principios hace poco menos de cien años.
A las 12.00 salimos del hotel a dar una vuelta. La ciudad esta dividida en la parte francesa, mas cercana a la costa y la india o Tamil, mas en el interior. Andamos por el paseo maritimo, nos hacemos con mapas de la ciudad e informacion util en la oficina de turismo y de ahi nos vamos un rato a internet. Hace un dia esplendido, estamos a 36 grados.
Comemos en Madame Shanthe`s, donde nos damos un homenaje con sendos filetes de ternera con patatas, ensaladilla rusa ("russian salad", muy bueno) y un par de helados. Para beber un par de sodas con lima y zumos de mango (1000 rupias).
A las 19.00 nos vamos al hotel a descansar. Mientras Ignacio duerme yo aprovecho para acabar La vuelta al mundo en 80 dias, que en las ultimaas dos semanas me ha hecho volver a sertir como un niño. No podia haber elegido un mejor libro para iniciar este viaje!
A las 22.00 salimos a cenar. En el restaurante del hotel, por 400 rupias, comemos pollo tandoori, arroz pulau con verdura y un par de zumos.
Seguimos cansados del viaje de ayer, asi que nos dormimos a medianoche.
Hoy nos hemos levantado a las 10.00 y vamos a pasar el dia por separado.Ignacio se ha alquilado una moto y se ha ido a explorar las playas que hay entre Pondicherry y Chennai. Yo me he quedado en la ciudad, a pasear, a descansar y a conocerla un poco mejor.
Me he dado una buena sesion de internet. Dos horas actualizando diario y blog. Quizas escribo demasiado y a la gente le aburro. Pero bueno, este blog servira para recordar mucho de lo que esta siendo este viaje. Quiero tener un recuerdo documentado de estos meses y prefiero que sea extenso antes de olvidarme de las cosas.
Como en Le Cafe, el unico sito para tomar algo en el paseo maritimo. Tiene una terraza con cesped y esta dentro de la playa. Se esta de maravilla y aprovecho para leer mis guias de la India y preparando el viaje a Delhi, nuestro proximo destino. Como aqui por 250 rupias (plato de pollo a la placha con patatas y verdoras con una soda con lima).
En la oficina de turismo me entero de los horarios de los autobuses a Chennai y me sugieren un tour de un dia por la ciudad, en el que me enseñaran todo lo relevante y esencial de Pondicherry, con comida y paseo en barco incluido (baratisimo, 200 rupias). Me apunto para mañana.
A las 18.00 hemos quedado con nuestros amigos franceses que conocimos en Bangalore. Juntos nos vamos a un bar muy chulo, Le Space, frecuentado por jovenes franceses y que Fabien y Coralie conocen muy bien ya que pasaron en esta ciudad cinco meses hace dos años. Nos tomamos una cerveza solamente, pero quedamos en que nos veremos mañana en L’Alliance Francaise, donde van a dar una conferencia sobre su proyecto Noria (http://www.noriaproject.com).
Llegamos al hotel a las 20.00, nos duchamos y volvemos a salir a la calle. Dando un paseo por la playa, llegamos a Madame Shanthe’s donde cenamos sopa de marisco y pescadito con postre por 800 rupias
A las 23.00 estamos en el hotel, bastante cansados. No tardamos en dormirnos.
Hoy me he levantado prontito para ir a la excursion por la ciudad, pero al llegar al punto de encuentro me confirman que tendra que ser mañana porque hoy hay huelga de transportistas. No solo conducen criminalmente y como les da la gana, sino que tambien reinvidican derechos! Para matarles.
Hace un calor mortal y casi no se puede estar por la calle. Aqui anochece pronto pero la mañana llega con todas sus consecuencias. Son las 9.30 y estamos a mas de 33 grados.
Me vuelvo a encontrar con Ignacio, desayunamos y nos vamos a ciber. Decidimos que finalmente iremos a Delhi el sabado y compramos los billetes por internet (www.goindigo.com) costando 11.348 rupias por dos billetes de ida.
Como bastante tarde en el mismo sitio que ayer, que me encanta. Se esta estupendamente, con los pies en el cesped, a la sombra, con un poco de brisa y oyendo el mar del Golfo de Bengala.
A las 18.30 estyoy en L`Alliance Francaise donde veo a nuestros amigos Fabien y Coralie. La conferencia es en el auditorio del lugar y sentados no hay mas de 50 personas. Les ayudo a pasar las diapositivas ya que les ha fallado alguien. Hacen la presentacion sobre su proyecto Noria y su viaje. Es increible lo mucho que han trabajado en ello. Hace ocho meses salieron de Francia con destino a Laos, cruzando Europa del Este, Turquia, Iran y ahora India para hacer un estudio de la relacion entre el Hombre y el agua. Han estado preparando este viaje desde hace casi dos años ya que cuentan con financiacion y ayudas externas. Van a tener que presentar los resultados a los medios de comunicacion franceses cuando vuelvan del viaje.
La presentacion ha sido magnifica y acaba a las 20.30. Nos despedimos de nuestros amigos y quedamos en vernos mañana para despedirnos.
Cenamos en un restaurante del boulevard del sur Subbatya Salai. Quizas haya sido la cena mas barata que hemos tenido hasta ahora: dos sopas de pollo, dos filetes de ternera a la pimienta con patatas y ensalada, dos zumos y dos cocacolas por solo 450 rupias! (6 Euros).
Antes de ir al hotel pasamos por Madamme Shanthes y nos compramos un par de cerves Kingfisher para despedir el dia.
El desayuno ha sido tempranero y pesado. En el hotel tienen comida occidental, pero el camarero insiste en que tengo que tomar desayuno Indio, lo cual me parece justo. Para mi gusto son sabores demasiado picantes para recibir el nuevo dia y, costandome un poco de esfuesfo, logro no ofender al camarero y me acabo todo.
Con aun sensacion de pesadez a las 9.00 estoy en la oficina de turismo y, tras media hora de espera, me confirman que lamentablemente la excursion de hoy se cancela por falta de gente (solo nos hemos apuntado 4 para un autobus de 50). No somos nadie.
Decido que de hoy no pasa, que vere todos los sitios relevantes de Pondicherry por mi cuenta y que a los transportistas y a los agentes de turismo del den por culo. De la misma me voy a la iglesia Our Lady of Angels, conocida por su relacion con la Masoneria, que fue regalada por Napoleon III a la ciudad. Intento buscar signos y señales que me confirmen el caracter masonico, pero solo veo a un perro dormido en uno de los bancos del interior, al lado de un feligres, aguantando el calor como todos.
De ahi me meto en el parque central de la parte francesa (Bharati Park), al lado del palacio del gobernador. En su interior alberga un panteon (Aayi Mandapam) y ,sobre todo, mucha gente huyendo del Sol.
Despues de pasar un par de horas en Internet (chicos y chicas: escribir y bajar fotos lleva su tiempo! ) me voy a comer a Le Cafe como de costumbre. Hoy tengo hambre y por 350 rupias me tomo un plato de pollo a la plancha con verdura y patatas, una soda con limon, un chocolate caliente y un brownie de postre. Este sitio se ha convertido en uno de mis lugares favoritos en la ciudad. Se esta de maravilla en el cesped, leyendo un buen libro, preparando el viaje a Delhi y escribiendo con el inmenso Oceano Indico delante a 30 grados. Asi soy feliz.
De ahi me voy al Templo Manakula Vinayagar, dedicado a Ganesha, el dios mas popular de la india, hijo de Siva, con cabeza de elefante y barriga de cervecero. Recuerda a Jesucristo (no por la barriga) porque su imagen esta presente en las puertas de las casas, en los coches, invitaciones de boda, etc. Es el dios de los nuevos comienzos y antes de iniciar cualquier proyecto o empresa se le suele invocar. A la entrada del templo hay un elefante a quien le das limosna directamente a su trompa.
De ahi, antes de que cierren, me voy al Museo de Pondicherry (2 rupias), que tambien es encuentra al lado del parque y de la casa del gobernador. No es muy interesante ya que sin sentido o armonia mezclan objetos y muebles coloniales, con una coleccion de monedas del mundo, restos de excavaciones y esculturas de diferentes dioses. Totalmente prescindible.
Luego acabo en el Sri Aurobindo Ashram, que es la principal atraccion de la ciudad. Es frecuentado por discipulos y seguidores de Aurobindo y su esposa (La Madre).
Aurobindo fue in indio con mucha preparacion e idiomas que fue perseguido por los ingleses por sus ideas revolucionarias y que tuvo que refugiarse aqui al socaire de la proteccion francesa. Ella, una francesa que lo dejo todo por seguirle tras quedar fascinada por la filosofia del indio (y supongo que alguna otra cosa mas) y que, con el, colaboro en el establecimiento de este Ashram. Tambien ayudo en la concepcion de la ciudad ideal que luego en 1968 se creo a 8 km de aqui (Auroville), que se creo con la idea de que aqui vivieran gentes de todo el mundo en armonia, paz y de buena fe. Los dos fueron los creadores del Yoga moderno y hasta aqui se desplazar anualmente miles de aficionados a la meditacion.
Al Ashram me ha gustado mucho , es un lugar muy tranquilo en el que, que a pesar de los multiples visitantes, se esta en total armonia y tranquilidad (todo el mundo aqui esta meditando). En su patio se encuentra el Samadhi donde yacen los cuerpos de Aurobindo y La Madre en dos camaras enterradas superpuestas.
Me ha relajado mucho estar en el Ashram y tranquilamente me voy al hotel a descansar. Al llegar a recepcion me dan una nota de Coralie y Fabien: a las 18.30 pasaran a buscarme para que nos tomemos algo juntos.
Recogemos a Ignacio, que estaba en el Ciber, y nos tomamos unas cerves en un bar de la plaza, donde aprendemos que la mejor manera de decir "Molamos que no veas" en frances es "Plus cool que nous tu mors" (mas guay que nosotros y te mueres). Tambien grabamos a nuestros amigos diciendo la frase en castellano.
Tras devolver la moto que Ignacio ha estado utilizando los trees ultimos dias, nos vamos al hotel, donde cenamos y bebemos el mejor batido de fresas de nuestras vidas.
En este hotel Executive Inn hemos estado de maravilla, con un personal majisimo, donde se come bien y barato. Pondicherry es una ciudad muy recomedable y si os pasais por aqui, instalaros en este hotel. Ademas de ser barato, las habitaciones son muy limpias y amplias y a un precio muy bueno (850 rupias las habitaciones baratas y 1,500 las caras).
Hoy nos hemos levantado a las 05.30 y va a ser un dia muy largo. No nos hemos dejado mucho por ver en Pondicherry pero nos da pena no haber visitado la lonja de pescado que al parecer es estupenda.
Desde el taxi que nos lleva a la estacion de autobuses podemos apreciar como se despierta la cuidad y por fin vemos como la gente dibuja cuidadosamente en la calle delante de cada hogar dibujos con polvo de tiza. Esta es una tradicion del sur de la india y se puede ver delante de cada puerta. Cada dia y en cada puerta, los dibijos son diferentes.
A las 6.20 sale el autobus hacia Chennai (Madras), cuarta ciudad del pais y de donde sale nuestro avion a Delhi. El viaje en bus es de tres horas y cuesta 50 rupias por persona. No tiene aire acondicionado y, para entretener al pasajero, se proyecta a todo volumen una pelicula de Bollywood. Este bus nos deja en el mismo aeropuerto de Chennai.
A las 14.20 aterrizamos en el aeropuerto Indira Ghandi de Delhi. El vuelo ha sido de dos horas y ha estado muy bien. Indigo es muy pareceda a Easyjet pero quizas un poco menos cutre y con un servicio mas dedicado y cuidadoso..
En el mismo aeropuerto nos vamos a un estan de la Oficina de Turismo de la India, donde nos proveemos de sendos mapas de la ciudad y donde nos consiguen un hotel en el centro para esta noche.
Un taxi nos deja en el Janpath Guest House un pequeño hotelillo en la calle Janpath a solo dos minutos de Connaught Place, la plaza principal de la ciudad. Es un hotel malo y carisimo para lo que es (2,800 rupias por la habitacion por noche) y decidimos que esta tarde buscaremos otro sito para dormir a partir de mañana.
Connaught Place constituye el corazon de la ciudad y esta lleno de gente. Es una plaza enorme de donde salen las principales calles de la ciudad. En esta zona hay mucha gente que te acosa para ofrecerte hotel, restaurantes o simplemente para indicarte donde se encuentra la Oficiana de turismo "oficial" (que casualmente esta regentada por su primo). Se te acercan a ti amablemente preguntandote por tu nombre, de donde eres, a donde vas, etc, pero lo mejor que puedes hacer es ignorarles.
A diez minutos de la plaza se encuentra la Main Bazzar road, donde se suelen hospedar la mayoria de los mochileros como nosotros. Esta lleno de pequeños hoteles muy baratos, algunos de ellos no demasiado cutres. Entramos en media docena de ellos y nos decidimos por el Cottage Ganga Inn, que parece estar muy bien y que solo nos costara 500 rupias por noche (casi seis veces menos que lo que pagamos ahora). este precio nos lo ha conseguido Ishak, un agente de turismo, con la intencion de vendernos un tour por Rajasthan.
Por la noche salidos de copas por Delhi. Encontramos al lado de Connaught Place The Blues Bar que abre hasta la una de la madrugada. Despues nos vamos a la discoteca del Hotel Grand Palace, que parece ser uno de los sitos mas frecuentados por la gente chupiguay de la ciudad. En la entrada conocemos a un grupo de francesas con las que intentamos entrar, pero a nosotros dos nos deniegan la entrada porque llevamos chanclas (sin calcetines blancos, que todo hay que decirlo). Como hace mucho que no salimos hasta tarde cogemos un taxi que literalmente vuela a nuestro hotel para que nos cambiemos de calzado (las botas de montaña es lo mas elegante que tenemos). En 10 minutos estamos de vuelta en la cola y quizas por pena o risa nos dejan entrar. Solo hubo tiempo para tomar un par de cervezas con nuestras nuevas amigas, pero por fin conseguimos vover al hotel a una hora razonable (las 05.00).
Hoy nos hemos mudado al Hotel Cottage Ganga Inn, que como su propio nombre indica, cuesta casi seis veces menos que la mierda de habitacion donde hemos dormido esta noche.
Los agentes que ayer nos consiguieron al hotel estan deseosos por vernos y nos invitan a su oficina ofreciendonos un tour por Rajasthan por 22.000 rupias por persona. La verdad es que no nos han dado muy buena espina, es especial el hermano mayor, quien parece ser el jefe. Y es que para verder lo mejor que puede hacer uno es dejarse la arrogancia y la torpeza en casa.
Para poner nuestras ideas en orden nos desayunamos unos huevos fritos con patatas antes de irnos a hacer un poco de turismo.
Es sur de Connaught Place esta ocupado por la Nueva Delhi, construida por los ingleses en los años 30. Aqui las avenidas son anchas con muchas mansiones coloniales, con un estilo demasiado imperialista. Damos un paseo por Rajpath, un enorme boulevard que una la Puerta de India con el Palacio Presidencial (Rashtrapati Bhavam). Cerca esta el edificio del Parlamento y los dos bloques del Secretariat (que albergan varios ministerios).
New Delhi nos ha gustado por lo limpio y diferente que es en comparacion con lo que hemos visto en India hasta ahora, pero las avenidas son demasiado anchas y no hay comercios o sitios para tomarte un misero cafe. De todas formas nos encanta haber visto una India diferente.
Desde la Gate of India cogemos un taxi que nos deja al noreste de la ciudad, al comienzo de la Vieja Delhi, donde se encuentra el gran Fuerte Rojo (no entramos). El Fuerte se encuentra en Chandri Chowk ("Plaza Plateada iluminada por la luna"), que es la calle mas comercial de la Vieja Delhi y de donde parten los principales mercados callejeros. Cruzamos los bazares hasta llegar a la mezquita Jani Masjid, que es la mas grande de todo el pais. No entramos por principio: nos quieren cobrar 500 rupias por meter las camaras.
Hoy nos apetece comida occidental y facil, por lo que nos compramos un KFC que nos comemos en la habitacion del hotel viendo a Nadal ganar Wimbledon. Menudo infierno de partido.
Ayer el partido nos tuvo despiertos hasta muy tarde. Hoy nos hemos levantado a las 11.00 y estamos decididos a encontrar un tour por Rajasthan y Punjab que nos convezca mas que el de los sinverguenzas de ayer.
Justo al lado de Connaught Place encontramos una agencia con apariencia muy decente que nos ofrece conductor y hoteles para el tour que deseamos, mucho mas completo que el de ayer, por solo 20,000 rupias por persona.
Nos vamos al Friday`s a decidir que hacemos. Con el estomago lleno es como se tienen que tomar las grandes decisiones.
Por fin volvemos a la agencia y pagamos. Hemos tomado la decision acertada y mañana partimos para Punjab. Sabemos que no les va a gustar a nuestros otros amigos, ya que nos han conseguido el hotel con un buen descuento. En efecto, como era de esperar, no solo no se lo toman a bien, sino que nos dicen que ha habido una confusion y que el hotel realmente cuesta 750 rupias y no 500. Algo asi nos lo esperabamos y pagamos. Pero por lo menos nos quitamos a estos indeseables de encima.
El resto de la tarde la pasamos de paseo por el Main Bazar, mandande emails, llamando a España...
Delhi nos ha gustado, se ve mas desarrollano y limpio que Mumbai. Connaught Place es espectacular y no es dificil orientarse. La zona de Chandi Chowk es muy interesante para pasear y tiene mucho encanto. Ademas el trafico no es tan malo como nos habia advertido la gente. Otra cosa buena que tiene Delhi es el metro, el cual solo tiene dos años de antiguedad y cuyo billete sencillo solamente cuesta 6 rupias.
En el lado negativo, Delhi es una ciudad un poco sosa si se sale de Connought Place y, al ser el primer destino de michos turistas, se nota demasiado la presion vendedora de hoteles y agencias de viajes por la calle, la cual, sinceramente, te puede amargar un buen paseo.
Nuestro conductor para los proximos dias se llama Sonu, quien se presenta en el hotel puntualmente a las 05.30 de la mañana. Nos confirma que hoy iremos a Amritsar (estado de Pnjab), donde pasaremos las dos proximas noches. Sonu dice que prefiere pasar por Chandigarh a la vuelta, idea a la que no ponemos objecion.
Parte del tramo de la carretera que va hacia Amritsar desde Delhi pasa por la Grand Trunk Road, que antaño unia Calcuta con Kabul , que se construyo hace 500 años y que sigue siendo una de las vias mas importantes de Asia. Esto parece que le da glamour al viaje, pero no por ello dejamos de ver a gente cagando en la carretera, adelantamientos infernales, vacas paseando por la autopista o camiones yendo a toda velocidad en direccion contraria. Cualquiera de estas cosas hubiera dado mas que hablar en la prensa si pasa en Europa pero chicos, esto es India y todo vale.
A las 16.00 llegamos a Amritsar y nos instalamos en el hotel, que es bastante mejor de lo visto hasta ahora y donde comemos.
La tarde la dedicamos a pasear por el centro de la ciudad. Entramos en el santuario dedicado al guru Hargobing Singh con su torre Baba Atal. Esta justo al lado del Golden Telple, al cual entramos para verlo de noche.
La verdad es que es muy dificil describir las sensaciones que despierta el Golden Temple. Este sitio es unico y de verdad que a uno le hace sentirse en una armonia inusual. En diarios anteriores ya os comente lo amable que era la coimundad Sigh, pues bueno, estando ahora en su santuario mas sagrado, no puedo mas que reiterarme en que esta gente es verdaderamente especial. El sitio de por si es maraviolloso, con su Amrit Sarovar ("estanque de nectar") y en cuyo centro se encuentra el Hari Mandir ("Templo de Dios", cuya cupula esta revestida con mas de cien kilos de oro). Sin embargo, lo que hace especial a este sitio es la gente y la armonia que transmite.
El Sijismo cree en un dios sin formas, es contraria a la adoracion de imagenes, a los rituales y a los sistemas de castas. Esto hace del Sijismo una religion muy abierta a todo el mundo. En el Templo de Oro toda la gente es bienvenida y de ello estan muy orgullosos los Sigh. El recinto tiene cuatro paredes precisamente para dar la bienvenida a todas las demas religiones (Cristianismo, Islam, Hinduismo y Budismo) ya que lo importante para ellos es que quien visite su templo sienta algo especial por lo espiritual.
Aqui todo el mundo es bienvenido y, para que asi sea, la comunidad Sigh ofrece edificios para que cualquiera pueda hospedarse gratuitamente. Ademas tambien cuenta con un comedor gratuido (Guruka Langar) que sirve un plato de curry de lentejas y arroz con leche y pan a todo el mundo que entre. Esta gestionado por voluntarios y es simbolo de la sociedad igualitaria sin castas (esta filiosofia se llama Kar-seva o trabajo voluntario por una buena causa).
Cualquier persona se puede dirigir a ti para hablar, para aprender de ti, de tus costumbres, de tu cultura, de lo que piensas de ellos. Igualmente te pueden venir a contar historias sobre este lugar, sobre su comunidad y sobre sus valores. Desde un punto de vista occidental nadie nunca te viene por la calle sin querer nada de ti y es comprensible. Pero, por favor, si teneis la oportunidad de ir a este sitio tan fantastico abrid vuestra mente y conversad con esta gente. Nunca lo olvidareis.
Estando en el Temploo se nos acerca un anciano y nos pregunta de donde somos y que hacemos en Amritsar. Cariñosamente nos habla del templo y de su arbol sagrado y acabamos cenando con el y con su familia en el comedor gratuito. Se ve que esta persona ostenta cierta autoridad en la comunidad ya que segun va pasando el tiempo se nos una mas y mas gente interesada por lo que se esta contando. Acabamos la visita al Golden Temple despidiendonos de una veintena de personas!
A la salida del templo esta el mundo real, donde un policia le puede dar un golpe con una porra de madera a un taxista simplemente porque esta mal estacionado. Cogemos un taxi y volvemos al hotel. El Templo de Oro nos ha encantado y mañana volveremos para verlo de dia.
Hemos dormido bien nos levantamos a las 10.00.
El Templo Dorado es igual de impresionante de dia. El contraste del oro con el blanco del marmol te hace sentir en un sitio completamente diferente. Es epoca de vacaciones escolares y charlamos con muchos chavales universitarios a quienes les encanta ver a occidentales en su ciudad. Muchos quieres ir a estudiar o a trabajar en EE.UU, Canada, Inglaterra o Nueva Zelanda. Nuestro simpaticos nuevos amigos nos dan la traduccion al Punjabi (idioma oficial de este estado) de "Molamos que no veas".
El 2% de la poblacion de la India y vive principalmente en Punjab y en Delhi. Sorprendentemente tambien representa el 2% de la poblacion en Canada, cosa que les enorgullece mucho.
Por la tarde cogemos el coche y nos vamos a la frontera con Pakistan que esta a 35Km de Amritsar. Aqui vamos a presenciar algo unico en todo el mundo. En este paso fronterizo (Wagha Border) las guardias de Pakistan y de la India arrian sus banderas y hacen cambio de guardia. Este espectaculo es diario y lo presencia cada vez varios miles de personas. Es una exaltacion del nacionalismo muy divertivo y se considera mas como un espectaculo.
Tanto las tropas de de la India como de Pakistan se esfuerzan por hacer un paso mas intimidatorio que el contrario a su vez acompañado por el son de las trompetas y los gritos y canticos del publico, igual que en el futbol (uno de los gritos que las se oyen es el de "Hindustan, yindar bar" que quiere decir "India ganadora"). El espectaculo acaba cuando se arrian las dos banderas, las dos tropas se dan de la mano y cierran sus respectivas puertas.
Por la noche volvemos al hotel, donde cenamos orgullosos por haber presenciado el cambio de guardia y por haber estado en esta ciudad tan fantastica.
Hoy va a ser un dia larguisimo, lleno de kilometros.
La primera visita la hacemos a Chandigarth, capital de Punjab. Esta ciudad en Europa seria espantosa, pero aqui en la India, por su historia, estilo arquitectonico, limpieza y distribucion hace que una visita de un par de horas merezca la pena.
La cuidad fue creada por encargo del presidente Nehru al arquitecto Le Corbusier en 1950 y se creo para ser la nueva capital de Punjab ya que la antigua capital, Lahore, paso a pertenecer a Pakistan tras la independencia de la India en 1947. Fiel al estilo de Le Corbusier, casi todos los edificios son sosos y de hormigon persigueindo mas la eficiencia y funcionalidad que la belleza. Es estilo es muy tosco paro en la India se hace muy raro y quizas esto lo haga especial aqui.
La ciudad es muy limpia y el Sector 17 es lo unico que merece la pena visitar. A mi me recuerda a Un mundo feliz o a 1984, con altavoces por la calle informando sobre el trafico, con edificios enormes donde a uno no le extrañaria que le estuvieran espiando desde miles de camaras de seguridad.
Pero bueno, lo dicho, digno para dar un breve paseo y tomarse un cafe, que es precisamente lo que hicimos.
Tras coger nuevamente el coche, el chofer Sonu se mete en el centro de Delhi, cosa muy indeseable por el trafico pero necesaria porque hace unos dias nos dejamos unas cosas en la habitacion del hotel de Delhi.
Una vez cogidas las cosas y habiendo hecho pis en el urinario posiblemente mas sucio del planeta, dirigimos nuestros pasos a Jaipur, capital del estado de Rajasthan, donde llegamos a las 22.00 tras casi 17 horas en el coche y habiendo escuchado 30 veces las unicas 2 canciones que Sonu tiene en su unica cinta de musica.
Estamos muertos asi que cenamos en el hotel un curry y a la cama.
A las 09.30 nos recoge un guia que habla español. Estamos encantados ya que nuestro chofer no habla nada de ingles y muchas veces perdemos la oportunidad de aprender mas sobre lo que vamos viendo. De todas maneras hemos sido muy cautos y hemos apuntado todas las preguntas pendientes y se las hemos disparado al amable guia. Perdodad que lo meta aqui, pero creo que es interesante:
-Nos confirma que efectivamente "Sri" en hindu quiere decir sagrado y las palabras que acabar por "sthan" mencionan estados y por "pur", ciudades.
-Nos reconfirma que no solo las vacas son sagradas sino tambien todo animal que no se coma. La vaca es especial por la leche y porque es el simbolo de la madre, pero los perros, los cerdos, los camellos o los elefeantes tambien son sagrados y no se les toca por ello. Los animales muertos se entierran, cosa que ya nos habian dicho pero que nos costaba creer. El elefante es sagrado porque simboliza al dios Ganesh.
-Nos cuenta que la sociedad esta dividida en 4 grandes castas: Primero estan los Brahmi, la casta religiosa. Luego la Vesher que se compone de comerciantes y de profesionales liberales. Luego viene la Rasputi, que es la de los militares. Por ultimo esta la de los "intocables" de la cual forman parte las personas que hacen trabajos manuales no cualificados.
Las castas, sin embargo, nos estan reconocidas por la Ley, la cual garantiza igualdad de oportunidades para todos sus ciudadanos. De hecho el actual presidente del pais, proviene de la casta de los intocables.
-Las esvasticas tan frecuentes en el norte de la India son simbolo de la buena fortuna al igual que el simbolo del OM (parecido a una omega). Hitler robo la esvastica para simbolizar al nazismo, pero es un simbolo que tiene miles de años.
-Nos enteramos que una vaca vale unos cuatro mil rupias (unos 100 euros)
El centro de Jaipur esta rodeado por una muralla de siete puertas y se llama La Ciudad Rosa por el color de sus edificios mas importantes y emblematicos.
Pasamos por delante de la Tripolia Gate, que solo la puede cruzar la familia del Marajaja y la Torre de Vientos o de la victoria, simbolo de la ciudad.
Salimos de Japur para ir a Amber, que esta a muy pocos kilometros donde destaca el Fuerte Amber, que es el palacio fortificado del Mararaja de Jaipur.
Hoy nos hemos levantado a las seis y hemos cruzado parte de Rajanthan para ir a la ciudad sagrada de Pushkar. El paisaje es montañoso y llueve muchisimo.A las 9.30 llegamos a Pushkar y nos refugiamos de la lluvia en el hotel hasta las dos de la tarde.Pushkar es un tranquilo lugar de peregrinacion, considerado ciudad santa en el hinduismo. En esta ciudad que solo tiene quince mil habitantes hay nada menos que 400 templos. Aqui todo esta cerca y el paisaje que rodea la ciudad es espectacular.La ciudad esta inundada por la lluvia de esta mañana, por lo que para evitar mojarnos pilamos un carromato que nos cruza un gran charco por 15 rupias. Lo que no sabemos es que toda la ciudad esta asi y que mas tarde o mas temprano nos vamos a tener que descalzar y remangar los pantalones como todo el mundo.Durante el paseo por el centro conocemos a Nina y a Caroline, dos mochileras austriacas muy majas que tambien tienen intencion de ir a Nepal.Los cuatro decidimos dar un paseo y ver el lago Pushkar con sus ghats. En uno de los ghats hacemos una ofrenda floral al lago para que nos ayude en el futuro. Mas tarde visitamos el Templo de Bramah, uno de los pocos templos de la India dedicado a Bramah, el sumo creador.Acabamos la tarde tomandonos algo de picar en el Sunset Cafe, un cafe pensado para mochileros con buen ambiente y barato. Antes de despedirnos conseguimos que nos traduzcan ‘Molamos que no veas’ en Aleman (Ich bin zu cool fur diese welt, algo asi como ‘somos demasiado guays para este mundo’).A las 19.30 llegamos al hotel despues de un buen masaje de cabeza en una peluqueria por 50 rupias los dos.Nada mas llegar al hotel conocemos a otras dos huespedes, Freija y Merel de Belgica. Tambien son majisimas y nos tomamos con ellas unas cervezas.Acabamos el dia a altas horas de la madrugada despues de habernos dado un chapuzon en la piscina y habiendo enseñado a nadar a un empleado del hotel.
Hoy es el cumple de Ignacio y ha empezado bien. Estamos contentos por haber conocido a gente ayer y los 300 km que nos separan de Udaipur pasan volando. En el trayecto pinchamos una rueda, vemos como el coche de delante atropella a un perro, vemos una moto transportando patatas (ver foto) y tambien una bicicleta cargada con cuatro bombonas de gas. Pero todo esto es normal aqui.A las 16.00 llegamos a Udaipur, conocida por ser la Cuidad de los Lagos.Es una ciudad muy bonita rodeada por tres lagos, con muchas cuestas y tambien, como no, muchos templos. La pena es que tambien tiene mucho trafico y se hace muy incomodo pasear tranquilamente. La temperatura es magnifica y sin humedad. Algo genial es que esta hay muchos hoteles con restaurants en sus azoteas, por lo que uno se puede ir de cervezas de una terraza a otra a pasar el dia o la tarde viendo el lago Pichola (ahora seco) en cuyo interior alberga el Jag Niwas (“Palacio sobre el agua”), famoso por ser donde se filmo Octopussy de James Bond.Cenamos en la azotea de un restaurante justo en frente del templo mas importante de la ciudad, el Jagdish Mandir dedicado al Dios Visnu.Despues de cenar vamos a nuestro Hotel (Kalika Palace) y nos acostamos pronto.
Hemos dormido bien. El hotel esta estupendo.
Nos levantamos a las 9.30 y nos vamos al centro donde visitamos el City Palace, palacio del Maharaja de Udiapur, que esta muy bien, con muy buenas vistas al lago Pichola.
Despues de darnos un buen paseo por la ciudad nos perdemos por los mercados locales en los cuales es muy dificil ver a un ningun turista. Hay multitud de comercios y se hace agradable el paseo, pero hay demasiadas motos que molestan. Sin duda esto es lo peor de la ciudad.Descubrimos una terraza del Tiger Hotel and Restaurant. El dueño parece aleman y ha diseñado el edificio para agradar el gusto del turista con mas dinero. Es muy limpio, tiene spa y cuenta con una enorme terraza con unas vistas privilegiadas al lago.
Compramos un par de pantalones (por 200 rupias te hacen un en una hora) y en la espera a que nos lo acaben de hacer nos tomamos un par de cervecitas en la misma terraza de ayer.
Es curioso aqui cuando uno bebe alcohol. Los camareros esconden las botellas debajo de las mesas para que nadie note de lejos que se esta bebiendo nada prohibido (aqui, como en muchas partes de Rajasthan, el consumo de alcohol no esta permitido).
Despues de recoger los pantalones y de darnos otro paseo volvemos al hotel para acostarnos a las 23.00 (mañana parece que va a ser un dia muy largo).
A las 06.30 salimos en direccion a Agra, estado de Uttar Pradesh. Son 700 km de carretras indias que tardamos en recorrer 13 horas!
Empezamos a dudar de que nuestro conductor no solo no sepa ingles, sino que tampoco sabe conducir: pinchamos dos ruedas en 3 horas. Ademas las 13 horas las pasamos escuchando las mismas dos canciones.
Nada que destacar en el viaje salvo, quizas, que casi perdemos la vida en un accidente. Por no atropellar a un señor que llevaba una carreta casi nos chocamos de frente con un autobus. No os podeis imaginar las ganas que tenemos de acabar con el coche en la India.
A las 21.00 llegamos a Agra, celebre por su Taj Mahal, el cual visitaremos mañana.
Estamos rendidos, asi que cenamos en el hotel. Delux Plaza se llama. Una verdadera mierda de hotel. Deberia de haber una norma que regulara el nombre de los hoteles. Nos vamos prontito a la cama.
Hoy cumplimos un mes de viaje y no podriamos haber hecho algo mejor para celebrarlo: visitar el majestuoso Taj Mahal.
Nos levantamos a las 05.30 para poder estar alli a las seis cuando abra y verlo con el amanecer y sin gente. Pero aqui amanece a las cinco asi que no ha podido ser! De todas maneras las 6.00 es la mejor hora ya que antes no abre y se llena de turistas segun va avanzando el dia. La visita al Taj Mahal cuesta 750 rupias (solo 20 rupias para los indios).
Es un edificio majestuoso declarado Patrimonio de la Humanidad cuya construccion tardo doce años en completarse y en la que trabajaron masde veinte mil obreros. Lo encargo y financio el emperador mongol Shah Jahal en memoria de su esposa predilecta en 1631. Se utilizaron quinientos kilos de oro para su construccion.
El estar aqui es impresionante, se respira tranquilidad y sosiego. Todo el mundo conoce el Taj Mahal y estoy muy de acuerdo con toda la gente que ha estado aqui: no importa lo conocido que sea el edificio ni las expectativas que se puedan crear antes de verlo, el Taj Mahal es mejor en directo de lo que uno se imagina. Si vais a la India no os lo podeis perder.
Justo antes de salir del palacio nos encontramos con Carolina, una de nuestras amigas austriacas que conocimos en Pushkar. Ellas esta misma noche se van a Benares, asi que quedamos en vernos alli cuando nosotros lleguemos. Ellas tienen una ruta muy parecida a la nuestra ya que despues de Benares iran a Nepal.
Despues del Taj Mahal, pasamos por el Fuerte Rojo, la otra gran atraccion de Agra, pero no entramos. De la misma nos vamos a la delegacion de la agencia que nos ha organizado el viaje la ultima semana y nos despedimos de nuestro querido conductor Sonu.
El resto del dia lo invertimos en ir al gimnasio (Ignacio) y en escribir este querido diario a cual tenia abandonado desde hace diez dias.
Hoy es dia de tranquilidad y de transicion. Esta noche iremos a Benares asi que hoy lo dedicamos a descansar, llamar a casa, a estar en Internet y hacer alguna que otra compra (compro una memoria para mi camara de fotos de 4 GB por dos mil rupias).
Hoy conozco a cuatro viajeros españoles en el internet cafe. Un abrazo muy fuerte desde aqui a Pilar (Madrid), a Belinda (Madrid) y al encantador matrimonio de Toledo (Agustin y su mujer). Me encanta encontrarme con españoles tan lejos de casa, sobre todo si son tan majos y sanotes. El encuentro es breve pero quedamos en quedar en Benares.
Nos despedimos de nuestro agente de Agra, Babloo, un chaval de 21 años cuya eficacia y saberhacer nos sorprende para el nivel visto en la India. Nos acompaña a la estacion de tren de Agra Fort.
El tren se retrasa una hora por lo que a las 22.00 partimos hacia Benares. Antes nos hemos comprado una botellita de vodka para amenizar el viaje. Es cierto que en este tren hay muchos mas turistas que en otros trenes debido a que Benares y Agra son quizas las principales atracciones de India. De todas maneras, a pesar de estar lleno de gente joven, a las 23.00 todo el mundo esta acostado en su litera. Asi que, chafados por no compartir un trago con nadie mas, nos vemos obligados a hacer el botellon entre vagon y vagon solos.
A las 23.30 nos volvemos a nuestra litera.
A las 14.30, despues de casi 17 horas en tren, llegamos a la estacon de tren de Benares (tambien en el estado de Uttar Pradesh). Ya teniamos reservado el hotel (M.M. Continental) y el taxi nos deja alli por 40 rupias.
Nos instalamos, comemos en el mismo hotel y de la misma nos vamos al centro a descubrir la ciudad mas santa del Hindismo.
Benares es la ciudad del Dios Siva, la ciudad del sagrado Ganges, con una historia de mas de tres mil años (una de las ciudades mas antiguas del mundo). Aqui viene la gente a morir ya que quien es incinerado en el Ganges se libera del ciclo de reencanaciones y entre en el Nirvana. Todo aqui es mas extremo, la religion, el incienso, la pobreza; y es un sitio que nadie que pase por India se puede perder.
A las 18.30 habiamos quedado con nuestros amigos españoles con los que coincidimos ayer para ver la oracion Aarti en el ghat Dasashvamedha. Pero nos tenemos suerte y, a pesar de estar alli, no les vemos.
El Aarti es una oracion vespertina y constituye un saludo al rio Ganges. En el se entonan mantras y se ofrendan lamparas de aceite y rosas mientras la gente se baña en las aguas del rio. El espectaculo es muy entretenido y lo dejamos despues de una hora y media.
A las 20.30 vamos al hotel donde se hospedan nuestras amigas austriacas Caroline y Nina, que se llama Shanti Guest House, en la Vieja Ciudad. Es un hotel de mochileros con habitaciones de 150 rupias por noche. En lo que llevamos de viaje todavia no hemos dormido en ningun hotel de este tipo, pero es una posibilidad que no descartamos ya que supondria un considerable ahorro de dinero. Pero bueno, todavia creo que no estamos preparados, preferimos pagar un poco mas por un hotel que sea un poco mejor y cuyo restaurante no tarde casi dos horas en darte el plato que has pedido (eso si, un arroz cojonudo, que todo hay que decirlo).
A las 02.30 volvemos a nuestro hotel en un paseo en rickshaw que nunca olvidaremos. Durante el trayecto vemos procesiones funerarias, grupos de peregrinos llegando de todos los puntos del pais en honor a Siva y manadas de perros persiguiendonos. Todo esto alumbrando nuestras linternas porque la luz de la ciudad se habia apagado.
Benares es una ciudad bastante sucia y con mucho trafico, pero huele sorprendentemente bien. Al ser una ciudad eminentemente religiosa, el olor a rosas y a incienso invade las calles y neutraliza cualquier posible mal olor. Nunca he estado en una ciudad que oliera tan bien, sobre todo teniendo en cuenta la suciedad y porqueria que se amontonan por las esquinas.
Hoy es un dia de relajacion y de descanso y decidimos no hacer gran cosa.
La mañana la dedicamos a leer y a estar en internet y la tarde la invertimos en ir al gimnasio del hotel Radisson (560 rupias por sesion) para luego hacernos un masaje con aceites en el hotel Surya por 600 rupias cada uno.
Despues del masaje nos quedamos como nuevos y acabamos cenando en el mismo hotel Surya para irnos a nuestro hotel a eso de las 23.00.
Hoy no hemos hecho mucho, pero ha venido de fabula el relajarse un dia, el hacer un poco deejercicio y olvidarse de visitas y turismo.
Hoy nos hemos levantado a las 5.15 de la mañana para dar una travesia en barca por el Ganges al amanecer. Parece una historia romantica, pero al amanecer es cuando mas impresiona ver el rio y sus ritos.
La barca nos cuesta 250 rupias por persona por una hora. Es paseo es impresionante:
Nada mas partir nos encontramos con uno de los dos ghats de cremacion de la ciudad. La ceremonia de cremacion es unica y pone los pelos de punta. Durante ella se coloca el cuerpo del muerto sobre una escructura de 360 kilos de madera y se le prende fuego. La familia previamente se ha afeitado la cabeza y durante los proximos diez dias no pasara por el trabajo o por el templo. El muerto que se quema en el Ganges se libera del ciclo de las reencanaciones y entra en el Nirvana. El Ganges es considerado como un dios viviente y morir alli supone la liberacion. Por ello mucha gente viene aqui a morir.
Hay cinco tipos de cuerpos que no se incineran. Simplemente se hunden en el rio:
1. Niños menores de doce años.
2. Los Shadu (hombres santos)
3. Las mujeres embarazadas.
4. Los leprosos (porque el humo de la cremacion contagiaria a mas gente)
5. La gente muerta por mordedura de cobra (la cobra es considerada como un dios)
El quemar un cuerpo en la madera cuesta unas dos mis rupias y muchas familias no se lo pueden permitir. Las personas pobres acuden entonces a crematorios electricos que solo cuestan quinientas.
Despues pasamos por delante del Karnataka Ghat, que esta lleno de peregrinos del sur que van al festival de Siva del lunes. La gente toma su primer baño antes de ir al templo.
Luego pasamos por delante del Ghat de los Jainistas (secta que respeta absolutamente todo forma de vida) y por delante del Ghat del antiguo palacio del Majaraha de Benares.
La travesia ha durado una hora y a las 7.30 nos vamos al hotel Surya a tomarnos el desayuno para luego ir a nuestro hotel a descansar y a preparar los macutos para nuestro proximo viaje.
A las 13.30 nos recoge el taxi que nos deja en el aeropuerto por 200 rupias. Ayer nos compramos dos billetes de avion a Delhi para luego ir a Manali, en el estado de Himachal Pradesh en los Himalayas indios.
Volamos con Spice Jet (8500 rupias los dos billetes de ida) a las 16.15 pero el avion se retrasa un par de horas. Spicejet, al iguel que Air Indigo, es una compañia india de bajo coste, pero con un servicio tambien mejor que el que ofrece Easyjet.
A las 19.00 aterrizamos en Delhi y nos recoge un conductor que nos lleva a la agencia que ya conocemos. A las 21.00 parte nuestro coche en direccion a Manali (7000 rupias que nos cuesta el coche). Nuestro conductor se llama Ravi y conducira 575km esta noche.
La noche en el coche ha sido horrible. El conductor ha decidido ir por carretera chunga para ahorrarse el peaje por lo que hemos pasado una noche de mierda con los baches.
Al amanecer nuestro malestar enseguida se nos pasa con el maravilloso paisaje del Valle de Kullu, uno de los sitos mas impresionantes en los que he estado. Cruzar el Kully Valley es unico y nos deja con la boca abierta. Esta constituido por multitud de puertos de montaña a dos mil metros de altitud, repretos de cedros del Himalaya que me recuerdan a esos paisajes de foto de Canada.
A las 7 de la mañana desayunamos un te verde en un mirador mientras nuestro conductor Ravi dedica su oracion de la mañana a Hanuman, el dios mono.
Segun vamos avanzando a traves del valle se empiezan a ver a gentes con rasgos diferentes. Los rasgos son mas tibetanos, muy distintos a los del sur de la India. Tambien se ve a mucha mas gente con barba que no sea Sigh.
Segun vamos avanzando el paisaje se vuelve todavia mas espectacular, con pendientes y acantilados de vertigo. Aprovechamos para hacer muchas fotos, pero ninguna camara puede realmente reflejar con plenitud lo que ve el ojo humano (o por lo menos la Canon que compre hace cinco años). Solo os puedo dedir que a este valle tambien lo llaman el Valle de los Dioses.
A lo lejos se siguen viendo montañas llenas de manzanos y de cedros.
En la travesia llegando a Manali nos empezamos a dar cuenta que desde hace ya un buen rato nos viene acompañando un olor algo familiar pero que no alcanzamos a reconocer lo que es. El olor se va haciendo mas y y mas intenso hasta que de repente nos damos cuenta de que el olor proviene del cañamo que hay a ambos lados de la carretera. Chicos, estabamos rodeados por miles y miles de plantas de marihuana!!!! Ya se que es muy dificil de creer, pero creedme que aqui crece la marihuana como una mala hierba y ya esta. Jamas nos habiamos imaginado que un lugar asi existiera. La marihuana esta disponible para que todo aquel que quiera la coja y Haga con ella el uso que considere pertinente.
Es de risa, un sitio asi en Europa seria inconcebible. Aqui el consumo esta prohibido por lo que a los indios les impresiona menos que a nosotros. El consumo de marihuana esta permitido solamente en ciertos ritos religiosos y solo lo pueden consumir los shadus (hombres santos). Con razon se instalo una gran comunidad hippie al descubrir estas montañas hace 40 años.
En fin, cruzando inmensos campos de marihuana llegamos a Manali a las 13.30 y nos instalamos en el hotel Chandermukhi por 825 rupias la noche (hab. doble). Nuestra habitacion tiene unas vistas maravillosas que dan al rio Beas, el cual que cruza el Valle de Kullu.
Manali se encuentra en el estado de Himachal Pradesh ("Morada de la Nieve") y es una de las mas importantes estaciones de montaña del pais, de donde parten muchas expediciones de trekking y de montañismo. Es una ciudad muy tranquila a pesar de ser bastante turistica. Aqui no te persiguen los vendedores por lo que los paseos son agradables. Por otro lado, al estar a tanta altitud, el clima es mas fresco.
Aqui hay mucha comunidad tibetana y nepali, las cuales estan vinculadas mayoritariamente a la industria del trekking.
Despues de comer en el hotel nos lanzamos a descubrir la ciudad y al poco tiempo nos encontramos con nuestras amigas Freija y Merel, aquellas chicas belgas que conocimos en nuestro hotel de Pushkar. Nos comentan que mañana se iran de trekking tres dias por Kullu Valley. Nosotros teniamos pensado hacer algo asi, asi que decidimos apuntarnos con ellas pagando 6000 rupias por persona.
Mañana nos iremos de trekking por los Himalayas! Nos tomamos unas cervezas en el Johnson`s bar para celebrarlo y a las 00.00 estamos en la cama preparados para los proximos tres dias de senderismo.
A las 9.00 nos recoge el minubus que nos llevara a la base de la expedicion.
En total somos 9 personas: nosotros dos, las dos belgas, un guia (Amar), un cocinero (Mohan) y tres porteadores de Nepal.
Tras casi una hora subiendo el puerto de montaña llegamos al origen de nuestro paseo. Antes nos hemos subido al techo del minibus para asi disfrutar del ascenso mas intensamente.
Se hace muy dificil describir el paisaje, pero todo lo que pueda decir es poco. La zona de Kullu Valley ocupa 80km de verdes campos de manzanos, cedros, plantas demarihuana y flores de todos los colores. Al guia le gusta decir que aqui las flores las ha puesto Dios y no el Hombre.
El ascenso dura unas cuatro horas mas o menos asi que a eso de las 15.00 instalamos las tiendas de campaña en un pequeño valle rodeado de montañas.
Despues de comer y jugar un rato a las cartas, nuestro guia nos da una vuelta por el valle, donde andamos por uno de los multiples glaciares que hay y donde conocemos a una familia de pastores. Todos los miembros de la familia tienen rasgos tibetanos y son de una amabilidad y hospitalidad dificilmente concebible en el mundo occidental. A pesar de lo poco que tienen (solo tienen 5 vacas y un perro pastor) ayudan y acogen a todo el que pase por delante de su tienda. Nos invitan a pasar a su tienda. Una vez dentro, gracias a la traduccion de nuestro guia (hablan en lengua Kulbi), podemos conversar con la familia. Primero nos invitan a un te, el cual tomamos con Tchampa (una especie de harina dulce muy tipica del Tibet) para luego tomarnos un vaso de Lassi (bebida a base de yogurt proveniente de su propio ganado). Es maravilloso como una gente tan humilde no deja de sonreir. El dinero y lo material pasan a un lugar secundario y la aventura de conocer a alguien nuevo o de ayudar es lo verdaderamente importante. La maxima de que "no es mas rico quien mas tiene sino quien menos necesita" se aplica en este lugar. De verdad que me encantaria ver eso en Londres o en Madrid.
Al volver del paseo (19.30) cenamos y a eso de las 23.00 nos vamos a nuestras tiendas a dormir. La noche que hace es espectacular; cuando clarea el cielo se llena de estrellas y se intuyen los perfiles de las montañas que nos rodean,
El sitio en el que estamos es maravilloso, estamos a mas de 3.300 metros de altitud pero me ampieza a dar mal de altura.
Hoy me encuentro mal, desde ayer me duele la cabeza y no he podido pegar ojo. Soy el unico a quien le ha dado mal de altura. Para recuperarme tengo que beber mucha agua, tomarme un brebaje que me han preparado a base de unas raices y subir a partir de ahora muy despacio.
Segun va avanzando la marcha de hay me voy recuperando. He decidido ir despacito para aclimatare mejor a la altura y me esta yendo bien.
A eso de las 15.00 llegamos al punto mas alto de nuestra expedicion (ver foto con bandera roja). Estamos a 4040 metros de altitud y ya me encuentro perfectamente. Al poco tiempo llegamos al Lago Brigu, un lago que se encuentra a cuatro mil metros de altitud y que es considerado como sagrado por hinduistas y budistas. De el se dice que si arrojas algo en su interior los pajaros por la noche lo recogeran y lo pondran en la orilla. Beber el agua de este lago aparentemente es purificadora, si que como no voy a beber un poquito?
En un principio ibamos a acampar al lado del lago, pero la altitud y las nubes lo hacen desaconsejable. Tras cruzar varias montañas y disfrutando de un paisaje espectacular llegamos a una zona mas de bosque. Aqui parece a veces que estamos en los alpes o en Canada con altos cedros por todos los lados. Llegamos a un sitio al lado de una cueva, pero el terreno es irregular y seria muy incomo dormir en la tienda.
Y aqui viene un detalle genial: un poco improvisadamente uno de los porteadores dice que conoce otra cueva mas grande en la cual cabriamos todos. Decidimos por consenso lanzarnos a la aventura de buscar la cueva escondida a pesar de que empieza a atardecer. La sensacion de estar perdidos y de aventura compenso el cansancio, la frustracion y la impaciencia.
A las 19.00, cuando la gente ya empezaba a quejarse, encontramos la cueva escondida. Teniamos picos de 5.000 metros en frente. La vista es unica y se hace mas espectacular segun va anocheciendo. Las siluetas de las montañas de 5000 metros que tenemos en frente empiezan a oscurecer y las figuras de los cedros que tenemos a 30 metros se dibujan entre las estrellas. Viendo todo este espectaculo me acuerdo mucho de mi gente, en especial de mi familia. Me encantaria que estuvieran aqui conmigo al lado de la hoguera divisando algo tan unico como esto.
Nunca olvidare esta noche, estando tan lejos de casa, en los Himalayas, durmiendo improvisadamente en una cueva, rodeado de una naturaleza maravillosa y acompañado de una gente fantastica.
Nos levantamos a las 9.30 y hemos dormido de maravilla en la cueva.
A las 12.30, después de haber desayunado como toros, salimos en dirección a Manali. Ayer fue un día muy largo de trekking y hoy solo nos separan cuatro horas de sendero hacia abajo de nuestro destino. Bajar es más monótono que subir. Uno tiene que estar pendiente de lo que pisa todo el rato y las rodillas y tobillos se resienten más.
Según bajamos, observando los puertos de montaña que nos rodea, parece que estamos en Suiza. Atravesamos campos con plantas de más de dos metros de altura.
A las 14.00 llegamos a la aldea de Vashist a tres kilómetros de Manali. La excursión ha sido fantástica, hemos tenido la oportunidad de conocer un lugar tan fabuloso como el Kullu Valley, hacer ejercicio y adaptarnos a la altura, lo cual viene fenomenal para cuando estemos en Nepal. La gente ha sido genial, con un cocinero y unos porteadores excepcionales.
Quiero mencionar especialmente a estas cuatro personas. En todo momento mantuvieron el buen humor y la profesionalidad. Uno de los porteadores, de apenas 19 años, era el maestro de la orientación, liderando al grupo a pesar de llevar más de veinte kilos sujetos a la frente. Después esta el porteador que mas peso llevaba (mas de treinta kilos) teniendo solo veinte años. Luego esta Dennis, con su sonrisa constante y totalmente polivalente, capaz de cocinar, de liderar al grupo y de llevar peso. Finalmente esta Mohan, el cocinero, con un gran sentido del humor y con una capacidad de sacrificio y de ayuda que nunca olvidaremos. Estamos muy agradecidos a esta gente por hacernos vivir esta gran aventura, no solo de naturaleza sino también humana.
Por curiosidad me he enterado de lo que cobran. Un porteador cobra 200 rupias por dia mientras que un cocinero cobra 400. Quien más cobra es el guía. Así las cosas, quien empieza como porteador aspira a convertirse en cocinero para luego ser guía.
La tarde la dedicamos a descansar, ducharnos y cambiarnos para la cena de las 20.00 (invitaremos a los cinco de soporte a cenar donde quieran). Cenamos acompañados de cerveza, pollo tandoori, pollo en salsa de mantequilla, nans y chapatis. Nos despedimos de nuestros amigos con abrazos.
Para despedir el día nos tomamos la ultima cerveza en el Johnson’s y volvemos al hotel a las tres de la mañana.Nos levantamos a las 9.30, desayunamos en el hotel Show View (normalito, 120 rupias por persona).
Ignacio alquila una moto para todo el día.
A las 14.00 quedamos con nuestras amigas belgas que dejaran Manali a las 17.00 en dirección a Delhi.Nos tomamos unas coca colas y les acompañamos a la estación de autobús, lugar donde vemos el mágico bus “Raja-Kaka Express", normalito, pero con un nombre realmente cojonudo que nunca olvidare.
El resto del día lo pasamos dando una vuelta, cenando y paseando.
Hoy queremos descansar y tenemos la intención de hacer bien poco.
A las nueve de la mañana nos despierta el guía de la expedición ofreciéndonos un viaje a Leh pasando por Spiti por diez mil rupias por cabeza. Dedicamos la mañana a pensar sobre la oferta. La verdad es que teníamos planeado ir Leh pero lo de Spiti nos pilla un poco por sorpresa. No lo teníamos previsto, pero una cosa genial de tener un año por delante es que se puede improvisar y añadir destinos nuevos al viaje.
Salimos a las 11.00 del hotel y nos tomamos un muy decente desayuno en el hotel Piccadilly por 140 rupias por persona.
Después vamos a la Post Office porque queremos enviar un paquete con cosas que necesitamos a Madrid. La experiencia del Post Office no tiene desperdicio…Primero, para empaquetar aquello que queremos enviar, tenemos que ir a un sastre para que nos envuelva las cosas en una tela. Segundo, tenemos que esperar a que la persona que se encarga de los paquetes vuelva de comer. Y tercero, ha habido un corte de electricidad y por lo tanto los ordenadores no funcionan. Ignacio acaba comprando un litro de gasolina para alimentar el generador. Totalmente increíble, invertimos casi dos horas en mandar el dichoso paquete. Es verdad que viajando un año se dispone de tiempo para estos retrasos, pero esto precisamente es como para perder la paciencia. Estamos aprendiendo mucho en este viaje, principalmente paciencia. Sin ella un mes en la India seria el paso previo a la tumba.
A las 15.00 me voy al Johnson’s a escribir este querido diario el cual tenia abandonado desde mas de una semana. A las 18.00 se presenta Ignacio con el guía Amar y acordamos nuestro próximo viaje: por 6,500 rupias por persona saldremos mañana en dirección a Leh parando dos noches en Spiti, una a medio camino de Leh y otra en el propio Leh utilizando a Amar como guía. Como ya tenemos plan para los próximos días nos tomamos una cervezas en el Johnson’s para celebrarlo. A las dos y media de la mañana estamos de vuelta en nuestro hotel.
Son las once de la mañana y el guía no da señales de vida.
Esperando aprovechamos para desayunar. Poco después conseguimos contactar con el guía, pero nos dice que el coche no esta preparado que tendremos que salir con un día de retraso. Esto nos hace replantearnos si de verdad queremos ir a Ladakh o no. Por un lado Spiti y Ladakh parecen sitios idóneos para conocer más a fondo la cultura tibetana. Además el estar a mucha altitud, nos prepararía para el trekking que hagamos en Nepal. Pero por otro lado el viaje supondría al menos seis días de nuestro tiempo, de los cuales inevitablemente no dispondremos para otros sitios que queramos ver cuando este más avanzado el viaje. La verdad es que hoy cumplimos seis semanas de viaje y las hemos pasado íntegramente en la India y, aunque sea un país enorme con muchas cosas que ver, tenemos ganas de cambiar de país y pasar pagina.
Así que decidimos no hacer el viaje planeado e irnos directamente a Nepal. Nos enteramos que solo hay autobuses directos de Manali a Nepal en invierno y tendremos que hacer varios cambios en varias ciudades para poder cambiar de país.
Por 400 rupias nos compramos un billete que nos dejara en Dehrandum (a 289Km de la frontera oeste de Nepal) y que sale hoy a las 18.30.
Puntualmente partimos hacia Dehrandum en uno de los viaje en autobús mas horrorosos que recuerdo. El calor, la cantidad de gente, los baches, frenazos, dos pinchazos y la corta duración del trayecto (apenas 18 horas!) nos deja medio muertos.Yo en España jamás hubiera cogido un autobús que tardare tanto a ningún sitio pero aquí es lo que hay, así que aguantarse toca.A las 12.00 llegamos a Dehrandum y el autobús que nos dejara en Tanakpur (frontera con Nepal) sale a las 15.00.
Como disponemos de tres horas y ya me empiezan a pesar los libros que llevo en el macuto, aprovecho para enviar a Madrid seis libros. Dicen que enviar paquetes por barco es muy fiable, así que espero que el mes que tardara en llegar el paquete, efectivamente llegue a mi casa.
Mandar paquetes en la India no es cosa fácil. Todo es muy confuso en las oficinas de correos y, además, un sastre te tiene que empaquetar con una tela aquello que quieres enviar. Así que, chicos, si decidís mandar un paquete desde la India armaros de paciencia, de tiempo (2 horas) y de buen humor. Lo bueno es que tres kilos y medio de paquete me cuestan solo 109 rupias (menos de dos euros). Además me alegra saber que saldre en la tele local ya que me han entrevistado sobre el servicio de las post office en India (ver video).
Con un pequeño retraso, el bus hacia Tanakpur sale a las 15.30. Este bus también es horroroso pero solo cuesta 227 rupias por persona.
Este autobús tardara trece horas en recorrer 280 Km. El trayecto es como para olvidarlo. Solo puedo destacar que pasamos por la ciudad sagrada de Hardwar, que hoy mismo es centro de peregrinación por la celebraciones en honor a Siva. El ambiente es muy animado con todos los peregrinos que llegan de diversos sitios del país. Además por fin veo el primer grupo de Jainistas, que se distinguen por un velo que les tapa la cara para que no se traguen accidentalmente un mosquito y asi incumplan su promesa de no hacer daño o matar a ningún ser vivo.
A las 04.30 el bus nos deja en Tanakpur, pueblo que solo esta a 8Km del paso fronterizo de Bambasa.
Por 150 rupias por persona un rickshaw a caballo nos deja en zona nepalí. Tras pasar el control fronterizo cogemos otro rickshaw (esta vez nepalí) que nos deja en Mahendranagar. Antes de llegar el pueblo el rickshaw pincha una rueda (llevamos ocho pinchazos en lo que llevamos de viaje).
Desde Mahendranagar salen tres autobuses diarios hacia Kathmandu y compramos los billetes para las 14.00. Las casi siete horas de espera las invertimos en dormir un poco, conocer el pueblo y a su gente.
Desde el primer momento en el que se esta en Nepal se nota un cambio increíble. La gente es muy simpática y siempre parece estar de buen humor. El ambiente es relajado, pero no por ello se dejan de hacer las cosas.
Este paso fronterizo lo cruzan muy pocos turistas porque no lo recomiendan las guías turísticas. Es en esta zona del país donde ha habido muchos atentados por parte de las guerrillas maoístas contra las infraestructuras (principalmente puentes) y, si bien el turista no es objetivo para la guerrilla, no es raro que a uno le pidan un impuesto revolucionario para poder llegar a la capital.
Pues eso, como por aquí no pasan turistas, los locales se muestras especialmente entusiasmados con nuestro paso por aquí. Todo el mundo quiere hablar con nosotros y nos sentimos muy bien atendidos y bienvenidos. Aquí nadie te para por la calle para venderte nada como en la India. Uno puede pasear libremente y con lo único con lo que se encuentra es con la amable sonrisa de la gente.
A las 14.00 sale nuestro bus, el cual se llama “Tiger King” y nos dejara en Kathmandu mañana por la mañana (tarda 20 horas y cuesta 1,100 rupias nepalíes por persona). El cambio de rupia india a rupia nepalí es de 1.60, valiendo una rupia nepalí un céntimo de Euro.
El paisaje es espectacular, todo es verde, con mucha cabaña, pero en vez de estar todo destartalado como en la India, aquí todo guarda más armonía (además de estar todo más limpio).
A las 17.20 se pone a llover torrencialmente. Llueve tanto que un tramo de la carretera literalmente se deshace, dejando una zanja de tres metros de ancho por uno y medio de alto. Un contratiempo así siempre es molesto, pero me encanto ver como absolutamente todo el mundo colaboro en tapar la zanja con piedras. En apenas una hora pudimos tapar el agujero y así hacer que los autobuses pudieran pasar. El hecho de que Ignacio y yo, los únicos turistas, nos dejáramos la piel en poner piedras, hizo que los nepalíes nos agradecieran de todo corazón nuestra colaboración.
Podríamos haber no tenido el problema de la zanja, pero no hubiéramos vivido una experiencia tan maravillosa de ayudar a improvisar la construcción de un puente para así ayudar a miles de viajeros.
Hoy mismo a las 22.00 ha habido un atropello que ha matado a dos niños y al padre de uno de ellos. Lo malo es que el coche ha sido de la policía y además se ha dado a la fuga. Como consecuencia de esto, las familias y vecinos de los pueblos de las victimas han cortado la carretera (que es la principal y casi la única del país). Ha habido disparos por parte de la policía y parece que estaremos así un par de horas por lo menos.Pero lo que en principio parecen ser dos horas, resulta ser más largo…
La carretera sigue cerrada debido al conflicto y, al ser la via principal del pais, no nos queda otra alternativa que esperar. A 50km estan habiendo enfretamientos graves entre la policia y manifestantes por lo que no nos podemos mover de la gasolinera donde estamos.
La espera me sirve para conocer a mas nepalies, entre ellos a Joshi y a su mujer, quienes me invitan a comer el plato nacional de aqui, el Dall Bhat (arroz con lentejas). Mientras comemos me ensañan un poco de su idioma y consigo el equivalente a "molamos que no veas" en nepali ("Hami Dharat Ramro Manchhe Haun!!").
El resto de la tarde la pasamos parados y lo frustrante es que nadie parece quejarse. Al admirar la paciencia de esta gente me comentan que sea por una razon o por otra , esta carretera se cierra por lo menos dos o tres veces al mes. Como es la unica carretera que comunica la capital con el oeste, no hay mejor manera de presionar al gobierno que cortarla cada vez que pasa algo.
El estar qui parado es muy interesante ya que debido a la peligrosidad de esta via aqui no se ven extranjeros (las guias no recomiendan viajar por esta carretera). La gente relaciona a Nepal con los Himalayas, el Everest y los Annapurnas y nadie parece ver como es el Nepal rural y precario, donde las infraestructuras se boicotean constantemente. Debido a este constante bloqueo por parte de los diferentes grupos de presion, la gente no puede ir a sus trabajos, ir a ver a su familia o simplemente enviar documentacion a tiempo para una beca universitaria en el extranjero (como es el caso de Joshi). El verdadero Nepal, el que le pone casi a la cola de los paises mas pobres de Asia y del mundo no lo ve todo el mundo que pasa por aqui.
Al no haber extranjeros la gente se muestra muy interesada en lo que pensamos de todo esto. Varias veces me graban con los mobiles para que conste lo que piensa un viajero de fuera sobre esta situacion tan lamentable. Es un privilegio estar con esta gente a pesar del paron. Esta interrupcion me esta sirviendo para tener un contacto mas directo e intimo con una gente tan especial y a la vez me permite conocer el verdadero Nepal.
Bien pasada la tarde nos dicen que las diversas partes del conflicto (entre ellas se encuentra una pequeña delegacion de la Naciones Unidas) van a llegar a un acuerdo parcial y que a las 21.00 se volvera a abrir la carretera durante una hora. A las 21.15 sale nuestro autobus (con las cortinas corridas para que los piqutes no nos tiren piedras) pero a los pocos kilometros nos volvemos a parar. Parece que no hemos pasado y que volveremos a dormir en el autobus.
Esta noche la hemos vuelto a pasar parados. Solo hemos avanzado 20KM y llevamos tres dias sin ducharnos durmiendo malamente en el asiento del autobus. El Tiger King, nuestro autobus ya empieza a oler.
Por cien rupias cada uno conseguimos ducharnos en un hotel y os puedo decir que por muy mala que fuera la ducha, no pude salir mas contento.
Hay rumores de que la solucion al conflicto llegara en breve, pero la gente esta empezando a perder la paciencia y muchos han decidido recorrer los 12km de carretera cortada a pie.
Nos enteramos de que ha habido un muerto en los disturbuis entre los piquetes y los viajeros que no pueden llegar a sus destinos. Nosotros mismos vemos como un piquete armado con palos intenta asaltar un autobus que se disponia a arrancar.
Son las cuatro de la tarde y estamos cansados de la carretera, pero en la espera tenemos la oportunidad de tomarnos un platito a modo de tapa con carne de bufalo. Mientras nos comemos este sabroso aperitivo llegamos a la conclusion de que tenemos que dejar el Tiger King y seguir a pie si queremos llegar a Kathmandu en un plazo corto de tiempo.
Por 400 rupias contratamos a un chico y a su bicicleta para poder llevar los macutos durante el tiempo que tardemos en recorrer el tramo cortado. Con unos cuantos amigos nepalies que he hemos conocido en el Tiger King cruzamos la zona de conflicto. En la travesia vemos coches quemados y destrozados por pedradas. A pesar de que nos cruzamos con varios piquetes no tenemos ningun problema.
A las 16.30, tras casi tres horas de paseo llegamos al otro lado de la carretera. Cogemos una furgoneta que por 400 rupias por persona recorrera los casi 300KM que nos separan de Kathmandu. Como aqui todo se aprovecha hasta el maximo, la furgoneta no puede estar mas llena: vamos 23 personas dentro!
Por fin, a las 3.30, llega nuestro minibus a Kathmandu, pero nos deja muy lejos del centro.
Por lo visto la tarifa de los taxis se duplica por la noche, asi que a pesar de haber llegado a Kathmandu, de los veintitantos que estamos en el minibus nadie se mueve. Todo el mundo se queda haciendo tiempo hasta las 5.00, que es cuando empieza a haber trasporte publico.
Ya pasadas las cinco y mientras negociamos precio con un taxista vemos al Tiger King! Es increible. Dejamos este autobus ayer pensando que no llegaria nunca a Kathmandu y aqui estamos otra vez con el! Los que se quedaron nos comentan que a las seis horas de despedirnos de ellos, los piquetes abrieron la carretera. Nos podiamos haber ahorrado al porteador y el minibus pero en aquel momento no parecia que la situacion fuera a mejorar. Lo bueno es que nos volvemos a meter en el Tiger King, que nos deja en el centro de Kathmandu.
Por 200 rupias un taxi nos deja en el Hotel Blue Horizons en el barrrio de Thamel. La habitacion doble nos cuesta 800 rupias por noche, pero a este precio hay que sumarle un 23% mas en concepto de impuestos y de servicio. La habitacion no tiene aire acondicionado y tampoco les quedan ventiladores. Cojonudo.
Como las ultimas cinco noches las hemos pasado en autobuses durmiendo bien poco, nos vamos a la cama directamente.
Nos despertamos a las 14.00 y bajamos a comer al restaurante del hotel. Alli conocemos a Antonio, de Murcia, quien llego aqui ayer con sus amigos Jorge, Isaac, Alejandro y Guillermo despues de pasar casi dos semanas en India.
Tras charlar un rato largo con Antonio me voy a dar una vuelta y acabo en el Roadhouse Cafe donde, acompañado de una cerveza Everest, me pongo a escribir este querido diario.
Ya en el hotel acabo conociendo a resto de "los cinco de Murcia". Son gente de p madre, majisimos y con los que nos compenetramos genialmente. Isaac, Alejandro, Guillermo y yo nos vamos a tomar unas cervezas el Maya Bar para luego acabar en el Reggea Bar.
A las seis de la mañana llego al hotel.
Me levanto a las dos de la tarde y con un poco de resaca. Ignacio se ha alquilado una moto con Guillermo, Antonio, Alejandro e Isaac.
En el restaurante del Hotel me encuentro con Jorge y comemos juntos. Tras un par de horas de charla me doy a dar una velta por Kathmandu y acabo en el Bakery Cafe, donde descanso poco mas de dos horas. A la vuelta me encuentro con Ignacio y con los murcianos. Hoy es el cumpleaños de Alejandro (20 añazos) y hacemos un botellon para celebrarlo.
Salimos del hotel a eso de las 23.00 y un taxi nos deja en Funky Buddha, que por lo visto es el club mas puntero y de moda de la ciudad. Como vulgarmente se dice, no era mas que una plantacion de nabos, por lo que a los dos minutos nos vamos al Reggea Bar, el mismo garito de ayer. El Reggea Bar esta muy bien, hay musica en directo, el ambiente es bueno y la gente va de muy buen rollo. En el bar conocemos a Steve, un australiano muy majete y colgado que viaja por el mundo con su ordenador portatil ofreciendose a poner musica en todos los bares en los que se mete a cambio de un poco de dinero.
Despues de unas cuantas cervezas acabamos en el hotel a las seis de la mañana.
Hoy tambien va a ser un dia muy tranquilo y me levanto tarde. Hago el vago con Ignacio hasta las 16.00.
Despues de llamar a Madrid y de estar en Internet un rato nos vamos al Everest Steak House para darnos un buen homenaje de carne. Aqui los solomillos son estupendos, lo cual se agradece mucho despues de tantas semans fuera de casa. Cada plato sale por unas 500 rupias, pero merece la pena a pesar de ser un poco mas caro que la media. Por cierto, no hagais ningun caso a la guia Lonely Planet que dice que aqui se sirve filete de Yak. Nosotros fuimos aqui precisamente con la ilusion de probar Yak pero no hay! Solo tienen ternera. Eso si, muy buena. La carne proviene de ganaderias musulmanas de Calcuta (India). Y es que no todo el mundo es hindu en India ni las vacas son sagradas en todas las religiones.
Al salir del restaurante nos encontramos con nuestros amigos de Murcia en el Maya bar. Han pagado al bar 500 rupias por poder utilizar su cocina. Han hecho la compra con el chef y piensan hacerse una paella murciana. Con dos cojones!
A pesar de haber cenado ya, Ignacio y yo nos unimos. La paella que ha preparado Antonio ha salido deliciosa y solo nos queda ir otra vez al Reggea Bar para acabar la jornada. Si algun dia viajais a Kathmandu no podeis dejar de ir a este sitio. Las bandas que tocan en directo son buenisimas y el ambiente esta fenomenal.
Para variar acabamos en el hotel a las seis de la mañana.
Hoy me levanto a las 11.00 y de la misma me voy a comer al Roadhouse Café. Este sitio de Thamel es estupendo y todos los platos son deliciosos. Es un poquito mas caro que la media pero merece la pena. Me tomo una ensalada cesar, unos macarrones al pesto, dos zumos de pomelo y postre por mil rupias.
De ahi dirijo mis pasos a Durbar Square, que es la plaza principal de la ciudad. Durbar quiere decir "palacio" en Nepali y es donde solian vivir y gobernar los reyes. Durbar Square de Kathmandu es un complejo de palacios y templos declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Cuesta entrar 200 rupias.
Nada mas entrar conozco a Ram, un guia nepali que se ofrece a enseñarme Durbar, lo cual acepto gustosamente.
Lo primero que me enseña es el Kumari Bahal (casa de la diosa viviente Kumari). Hay varias doisas vivientes en Nepal, pero la de Kathmandu es la principal y la que tiene mas fieles. La diosa Kumari es una niña y sera diosa durante un tiempo para luego pasar el testigo a otra niña que reuna las caracteristicas necesarias. Para ser diosa hay que pertenecer a la casta Newari y cumplir con 32 requisitos fisicos y ademas contar con la aprobacion de expertos y astrologos. Las candidatas son niñas de apenas cuatro años y, sin son preseleccionadas, tienen que pasar una prueba definitiva que les dara el estatus de “Diosa”. Tienen que permanecer toda la noche en un templo donde les intentaran asustar con gritos de demonios y de fantasmas para luego efectuar delante de ella el sacrificio de cientos de animales. La niña que aguante sin llorar sera declarada la nueva Kumari o diosa viviente. Este estatus le acompañara hasta que le venga la primera regla, momento en el cual volvera al estado mortal y de ciudadana normal.
Todas las niñas que han sido Kumari cobran una pension vitalicia de 250 dolares al mes que les ayudar a vivir y compensara, quizas, la falta de marido (se considera que casarse con una Kumari da muy mala suerte).
Si pasais por el Kumari Bahal a partir de la cuatro de la tarde tendreis la oportunidad de ver a Kumari en persona, quien sale a su balcon a peticion de la gente durante unos segundos. Cuando yo la vi, me parecio un poco arrogante y presumida, asi que no creo que me vaya a casar con ella tampoco. Intete cruzar la mirada con ella, pero no se digno a mirarme. He perdido la oprtunidad de estar cara a cara con una diosa de verdad, pero seguire intentandolo…
Todo este proceso de seleccion de Kumari es muy parecido al proceso a traves del cual se elige al Dalai Lama. Kumari es un ejemplo entre la fusion que existe entre el Hinduismo y el Budismo que muchos ven como religiones casi hermanas. Siddharta, el primer Buda, es considerado por ambas religiones como la novena reencarnacion del dios Visnu.
Nada mas salir del templo de Kumari tienes en frente el Hippie Temple, muy conocido en los años setenta y donde Jimmy Hendrix hizo un concierto para toda la plaza. Hoy en dia no se ven a guitarristas pero si a mucha gente joven que se pasa por sus escaleras para relacionarse y ligar un poco.
Despues pasamos por un templo dedicado al dios Siva. Hoy mismo es un dia en el cual se dedica especial devocion a este dios por lo que el Templo esta lleno de mujeres con atuendos de color rojo haciendo ofrendas al Dios para que les consiga marido y/o fertilidad.
La cola para entrar en el templo es bastante larga. El interior al berga un lingam (falo de Siva) el cual es adorado por las mujeres. El templo esta decorado por muchas escenas se sexo.
En muchos templos de Durbar se ven escenas muy explicitas de parejas copulando. El guia me dice que el Kamasutra (Kama= excitacion, Sutra= formula) fue introducido en el siglo quince por el Rey Pratapmalla y su intencion fue la de excitar a sus ciudadanos para que asi tuvieran mas hijos. A este rey de Kathmandu le preocupaba la escasez de gente en su reino y veia que solo teniendo mas niños podria sobrevivir a largo plazo a la competencia de los reinos cercanos como los de Patan y Bhaktapur.
Una cosa que llama la atencion de Durbar es la presencia de los famosos Gurkhas, el cuerpo militar de elite nepali tan reconocido mundialmente. Inglaterra intento invadir Nepal varias veces pero nunca pudieron con estos guerreros y sus cuchillos (Khukuris) los cuales utilizaban para degollar al invasor. De hecho un Gurkha no puede desenfundar en vano ya que el cuchillo necesita sangre (si desenvainan y no lo utilizan contra alguien, tienen que hacerse un corte en el dedo). Inglaterra con el tiempo empezo a tener lazos de amistad con Nepal y contrato a Gurkhas para su propio ejercito. Hoy en dia para ser un Gurkha se tiene que pasar un durisimo periodo de instruccion pero si se pasa la prueba su estatus como ciudadano subira. Un Gurkha contratado por el ejercito ingles cobra unas mil libras esterlinas (un nepali medio cobra 45 libras al mes solamente). Ademas, despues de cumplir con su responsabilidad, cobrara una pension y tendra derecho a adquirir la nacionalidad inglesa si lo desea. Otros ejercitos tambien cuentan con Gurkhas como los de India, Brunei o Singapur.
Durbar esta lleno de templos los cuales no puedo acordarme pero me he quedado con una informacion util para saber a quien esta dedicado cada templo: A todos los dioses les acompañan sus respectivos transportes, y estos transportes suelen estar delante de cada templo que veais.
Dios Brahma: su transporte es una flor de loto. Brahma es el dios de los cielos, no es terrenal, asi que no vereis muchos templos dedicados a Brahma. De hecho solo hay unos pocos en la India y ninguno en Nepa.
Dios Siva: su transporte es el Toro Nandi. He de decir que lo que es un toro a veces parece un cerdo o un oso.
Dis Visnu: Garuda, mitad agila, mitad Hombre, es su transporte.
Pravati: a la mujer de Siva le transporta siempre un leon.
Ganesh: el hijo de Siva y de Pravati, el dios elefante, utiliza un raton.
Por ultimo solo voy a destacar la figura de Kala Bhairab (Dios de la justicia) que hay en la Plaza. Este dios es una represantacion del Dios Siva enfadado y vereis que tiene seis brazos, un collar de craneos y cabezas cortadas en una de sus manos. Delante de esta figura se encuentra la comisaria de policia que por tradicion siempre ha estado cerca de donde se juzgaban a los criminales (tal y como lo hubiera hecho el mismisimo Kala Bhairab).
En fin, mucho he contado hoy y espero no haber sido demasiado pesado. Durbar Square no os lo podeis perder y os aconsejo que por 200 rupias os pilleis a un guia que os explicara la cosas de una manera mas interesante que simplemente leyendo una guia.
Son las 20.00 de la tarde y me despido de Ram, con quien quedare mañana para visitar Dakshinkali y Patan.
Me acuesto a las 23.00.
A las 8.30 me recoge Ram y nos damos un paseo hasta la estacion de autobuses. Cogemos un bus horrible que tarda mas de dos horas en dejarnos en Dakshinkali. El transporte estos dias en Nepal esta siendo muy delicado. India ha reducido la venta de combustible a Nepal y los precios han subido mucho. Nepal no tiene costa y la India le tiene literalmente cogido por los huevos. Asi las cosas, la frecuencia de transporte publico se ha reducido mucho y los pocos autobuses que hay van llenos de gente, parandose cada minuto para recoger a todavia mas! Ademas el trafico va muy lento ya que hay enormes colas de coches, motos y camiones esperando para repostar en las gasolineras.
El viaje es insufrible pero curioso. Esta lleno de vendedores de frutas que vuelven a sus pueblos despues de haber vendido su genero en Kathmandu.
A las 11.00 llegamos al templo de Dakshinkali, que esta estre dos colinas y en la confluencia de dos rios. Este templo esta dedicado a la diosa Kali, la consorte de Siva en su reencarnacion sangrienta. Todos los martes y sabados la gente viene aqui a sacrificar a sus animales en honor a Kali. Es muy curioso ver todo esto. En principio podria parecer una orgia de sangre gratuita pero la verdad es que es muy interesante. El templo esta rodeado de puestos de verduras y de picnic. Quien sacrifica a su animal normalmente se lo comera en el picnic de al ldado con su familia y amigos. Asi que ir al templo es como ir al carnicero o al matadero. Hoy es martes y por lo tanto uno de los dias donde se hacen sacrificios. Pero el sabado, al ser festivo, tiene mas afluencia de gente. Es un poco desagradable ver matar a un animal, asi que solo se lo recomiendo a quien tenga estomago para estas cosas. Para los defensores de aimales he de decir que el sacrificio no es gratiuto y que el cuerpo se aprovechara y comera en el mismo dia.
Despues de un paseo por los alrededores del templo y de tomarmos un dall bhat (plato nacional), nos cogemos un autobus que nos deja en Patan (al sur de Kathmandu).
Patan era otro de los reinos del Valle de Kathmandu, por lo que tambien tiene su propia Plaza Durbar. Esta plaza tambien es Patrimonio de la Humanidad y se parece mucho a la de Kathmandu. Tambien hay multitud de templos pero solo destacare el Templo Dorado (budista, tambien llamado Kwa Bahal) del siglo XII y cuyo monje principal es un niño de menos de doce años.
Despues de ver Durbar entro en una tienda de Thangkas (pinturas budistas tibetanas) y me compro cuatro a muy buen precio. Con los thangkas en la mano y tras haberme despedido de Ram, llego a Kathmandu.
De la misma mando los cuadros a España. Pesan casi dos kilos y me cuesta enviarlos por DHL 2.450 rupias (casi 25 Euros).
Hoy ha sido un dia muy largo y me voy a leer un rato a la cafeteria que esta al lado de mi hotel (The Bakery).
Alli conozco a Mayte y a Silvia, las dos de Madrid, que llegaron hace dos dias a Kathmandu y que estaran aqui hasta el dia 23. Desde el primer momento nos llevamos de maravilla y despues de charlar mas de una hora quedo con ellas mañana para una excursion por el Valle de Kathmandu. Les acompaña Dorje, un guia local que nos llevara mañana a la excursion.
Me ha encantado conocer a estas dos chicas y, contento, me voy al hotel a descansar.
A las 9.30 quedo con Dorje y a los pocos minutos nos reunimos con Mayte y con Silvia. Nos metemos en un taxi que tarda casi una hora en rocorrer los 32 KM que separan Nagarkot de Kathmandu. Las vistas desde el coche son espectaculares. Nagarkot nos recibe con menos temperatura y sin unas vistas demasiado buenas. Al ser epoca de monzon esta nublado y no podemos ver los Himalayas que en invierno se verian perfectamente.
Nagarkot como pueblo esta un poco destartalado, las casas se suceden a lo largo del camino hacia la montaña pero no da ninguna sensacion de estar en ningun pueblo. Creo que Nagarkot podria estar mucho mejor cuando acabe el monzon, pero c’est la vie! Despues de tomarnos unos zumos en el hotel del pueblo nos subimos de nuevo al coche y nos vamos a Bhaktapur.
Bhaktapur es la tercera ciudad mas grande del Valle despues de Kathmandu y Patan y tambien era un reino antiguamente. Como las otras dos, tambien tiene una Plaza Durbar cuyo acceso cuesta 750 rupias. A pesar de lo caro merece la pena entrar, el ambiente es mucho mas relajado ya que, a diferencia de las Durgar de Kath y Patan, la de Bhaktapur no tiene trafico.
Comemos en un restaurante a lado de la plaza y probamos "momos" vegetales, de pollo y de bufalo (este tercero es el que mas me ha gustado).
Despues de comer nos damos un paseo por el pueblo y su Durbar. Es un paseo muy agradable y sus casas antiguas me recuerdan un poco a tipico pueblo español.
A eso de las 16.00 nos metemos en el taxi y de la misma se pone a llover a saco. Despues de casi hora y media en el coche llegamos al hotel donde se hospedan las chicas y donde yo me instalare a partir de hoy.***
Despues de instalarme en el Hotel Ganesh Himal (pagare 674 rupias por noche) cenamos y cada uno a su habitacion a dormir.
El hotel en el que ehe estado hasta ahora (Blue Horizon) no esta mal. Se come muy bien y es silencioso. Pero por otro lado el personal puede llegar a ser demasiado informal y poco professional. (www.hotelbluehorizon.com )
***Como ya sabeis el viaje lo hemos iniciado Ignacio y yo juntos, pero desde hace unos dias nos hemos tomado un tiempo de descanso el uno del otro. La verdad es que dar la vuelta al mundo es una oportunidad quizas unica en la vida y los dos nos hemos dado cuenta de que tenemos prioridades e intereses distintos en este viaje.
Asi que apartir de ahora nuestros caminos se separan (temporalmente). MUCHA SUERTE EN TU AVENTURA BROTHER!!!!!
Hoy nos levantamos a las 9.00 y nos vamos a desayunar a la pasteleria Pumpernickel. Aqui todo esta muy bueno y la terraza es muy tranquila y acogedora.
Despues de desayunar me separo de las chicas. Hoy voy a invertir la mañana en internet, actualizar este blog y mandar emails…
A eso de las 17.00 vuelvo a quedar con Mayte y con Silvia, quienes han dedicado el dia a investigar sitios para hacer voluntariado.
Parte de mi estancia en Nepal la queria pasar haciendo voluntariado, de hecho estaba en conversaciones con Vicki Sherpa para colaborar en su asociacion Eduqual (www.eduqual.org). Como estoy abierto a cualquier proyecto y, porque estoy tan a gusto con unas chicas tan cojonudas y majas, me apunto con ellas a dos proyectos.
Mañana por la mañana visitaremos una residencia de ancianos que esta en los Cinco Templos (“Panch Deval”) en Pashupatinath. Esta gestionada por la Hermanas de la Caridad de Teresa de Calcuta.
Por la tarde iremos a ver un orfanato (Angel’s Heaven) que esta en Freak Street, al lado de Durbar Square.
Despues de pasar la tarde paseando, nos vamos los tres a cenar al Everest Steak House. Una vez en el hotel charlamos en la terraza, nos tomamos unas manzanillas y nos vamos a la cama.
Quedo con las chicas a las 6.45 y desayunamos en el hotel. A las 7.30 cogemos un taxi que nos deja en la Casa de la Hermanas de la Caridad de Teresa de Calcuta, la ONG que gestionala residencia de ancianos en la que trabajaremos los lunes, miercoles y viernes.
Una ninya de la asociacion nos lleva a la residencia que esta en los Cinco Templos (Panch Deval) en el complejo religioso de Pashupatinath. El sitio es espectacular y los ancianos no viven muy mal. En la residencia viven unos 250 ancianos pero nosotros ayudaremos solo en un edificio donde hay una treintena. Las Hermanas de la Caridad tienen una organizacion muy conocida y cuentan con una buena financiacion y bastantes voluntarios.
En la residencia conocemos a dos nepalies, Sudhamsu y Sushrut, y a un Japones, Taro. Parte de nuestra responsabilidad aqui sera limpiar camas y el suelo de las dos habitaciones (una para los hombres y otra para las mujeres), ayudar en el aseo de los ancianos, lavar ropa sucia y fregar los platos despues de la comida.
A pesar de no entender lo que muchos dicen (no solo por el idioma sino tambien porque algunos sufren de senilidad), su sonrisa y saludos carinyosos nos hacen sentir estupendamente.
A las 11.30 acabamos nuestra tarea con los viejecitos y cogemos un taxi que nos deja en Thamel. Comemos en el Roadhouse Cafe y quedamos con Dorje para que nos ayude esta tarde con la compra que vamos a hacer para el orfanato. Angel`s Heaven, el orfanato, ayer nos dio una lista con las cosas urgentes que necesitan y todo era comida! Eso os puede indicar hasta que punto esta asociacion necesita ayuda.
Con Dorje nos vamos al mercado local a hacer la compra. Es importante ir con alguien del lugar para hacer la compra porque los vendedores multiplican los precios cuando ven caras de occidentales. Puesto que la comida es para los ninyos y el dinero lo podemos integramente nosotros queremos maximizar el dinero que gastemos. Esto es lo que acabamos comprando:
90kg de arroz
30kg de patatas
10kg de cebollas
5kg de ajos
2kg de picante
15lt de aceite de soja
2kg de sal
10kg de lentejas
Detergente para lavar a mano
Lejia
Jabon y champu para los ninyos
El importe total que nos gastamos es de nueve mil rupias (90 euros solamente!)
Durante la compra aprovecho y me compro 500 gramos de Shukuti, que es carne de ternera seca con sal y picante. Me recuerda un poco a la cecina o al beef jerky, pero sin estar tan bueno.
Toda la compra la tenemos que meter en dos rickshaws y de la misma nos vamos al orfanato.
Angel`s Heaven es un hogar para huerfanos constituido por Amrit Bikram Shahi (tambien conocido como `Angel`) en 1999. Angel se dedica a recoger ninyos huerfanos de padre y madre en zonas rurales remotas de Nepal y que se han encontrado en situaciones muy precarias. En la casa hay 21 ninyos actualmente y varios de ellos les encontraron cazando y comiendo monos en la jungla en taparrabos. La mas pequenya tiene 3 anyos y los mas mayores 10. Viven como si fueran una gran familia. Angel se dedica al trekking y todo lo que gana se lo gasta en la casa.
Las razones principales por las cuales estos ninyos se quedaron huerfanos son bien porque el padre (normalmente un porteador de trekking o montanismo) murio de alguna enfermedad y la madre repudio a los hijos o bien porque los padres fueron asesinados en la guerra civil entre tropas maoistas y gubernamentales.
Se puede ver por los rasgos de los ninyos que muchos provienen de zonas remotas. Sus rasgos son mas tibetanos. Muchos de ellos provienen de las castas Sherpa y Lama. Todos los ninyos son muy educados, responsables y van a la escuela. Tienen problemas de piel, picaduras y piojos pero no parecen tener nada mas grave.
Las condiciones de la casa son mejorables, sobre todo en cuestion de limpieza, asi que nada mas llegar a la casa con la comida y de conocer a todos los chavales nos podemos a ayudar con la colada la cual tenemos que interrumpir porque nos quedamos sin agua (eso les asa casi todos los dias para que os hagais una idea).
A las 20.30 nos despedimos de los ninyos. Nos han encantado verlos y sus nombres son Parmila, Nimesh, Shalina, Chayan, Imansing, Junifer, Raju, Deepak, Nischal, Tsering, Mingmar, Simon, Elina, Amrita, Puspa, Dolma, Sarita, Dawa, Yangyen, Victor y Nima.
A las 20.30 nos despedimos de los ninyos, cenamos en un restaurante cerca de la laza de Chetrapati, nos tomamos una manzanilla en el hotel y a la cama, que hoy ha sido un dia muy largo.
Me levanto a las 10.00 y desayuno con las chicas. Estoy cansado y me quedo en el hotel descansando ya que la visita a los ancianos la haremos en dias alternos (sin contar fines de semana)
Quedo con las chicas a las 15.00 despues de haber comido y nos tomamos un cafe con bollo en el `Dolce` de Freak Street (no muy alla...)
A las 16.00 estamos en Angel`s Heaven y alli por fin conocemos a Angel, el fundador. Esta enormemente agradecido por nuestra ayuda y nos cuenta un poco sobre su organizacion y su trabajo. Angel se dedica al trekking como mucha gente de aqui y todos los ingresos de su trabajo los dedica a la casa. El vive con su mujer Ayusha, sus dos hijos y todos los huerfanos en una casa de tres plantas por la que paga un alquiler mensual de doce mil rupias (120 euros). Contituyo esta asociacion en 1999 y ha conseguido integrar a muchos ninyos desde entonces. En la casa vive Arun, un chico que lleva siete anyos con Angel que ya tiene casi 17 y que es como si fuera su propio hijo. La impresion que nos da Angel es magnifica. Angel es una persona de la que uno solo percibe bondad y buena fe.
Hoy vamos a banyar a los ninyos a una fuente publica. Ayer compramos jabon y champu pero nos damos cuenta de que solo tienen una toalla para todos! Organizando una fila india, Silvia, Mayte y yo nos llevamos a 19 ninyos a la fuente. Alli lavamos a todos los ninyos y enseguida la fuente se llena de curiosos. La verdad es que era un espectaculo ver banyar a 19 ninyos en publico y la gente bajaba a saludarnos y a darnos las gracias por ayudar a los huerfanos de su pais. Ayudar es gratificante de por si, pero sin duda recibir el agradecimiento de extranyos nos motiva todavia mas para seguir con nuestro trabajo.
Despues de mas de dos horas en la fuente volvemos y vemos un video presentacion de la organizacion que nos mantiene en la casa hasta las diez de la noche.
De la misma volvemos al hotel.
Hoy es domingo y no trabajamos con los ancianos. Nos levantamos a las 10.00 y desayunamos con mucha tranquilidad.
Nos damos una vuelta por Thamel, las chicas compran un par de regalos para Espanya. En una libreria compramos unas mascaras para los ninyos y yo consigo que me traduzcan `El Yak es el mejor amigo del Hombre` al nepali (`Yak manav ko milne saathi ho`, toma ya!).
Una vez en el orfanato dedicamos las dos primeras horas a limpiar bien los banyos de la casa. Luego pasamos el resto de la tarde con los ninyos jugando y haciendo que nos pinten dibujos.
De vuelta en el hotel cenamos alli mismo y descubro que tienen una sopa de cebolla magistral! Antes de acostarnos nos tomamos la manzanilla de rigor y charlamos un buen rato.
Nos levantamos a las 6.45, desayunamos en el hotel y nos vamos a ver a los ancianos.
A diferencia del trabajo que hacemos en Angel`s Heaven, nuestra ayuda en la residencia de las Hermanas de la Caridad es mas rutinario. Sin duda es igual de gratificante, pero con los ancianos sentimos que solo somos un eslabon mas en la cadena de trabajo. En el orfanato tenemos plena libertad para ayudar en lo que queramos y, puesto que somos los unicos voluntarios, el impacto de nuestro trabajo es mucho mas directo. Asi las cosas, dedicamos tres horas y media en la residencia donde hacemos practicamente lo mismo que el viernes pasado, es decir, lavar camas y ropas, fregar suelos y platos ademas de ayudar en el aseo de los mayores.
Una vez acabado el trabajo cogemos un taxi que nos deja en Thamel. Comemos en el Roadhouse Cafe y a eso de las 17.00 nos vamos a la casa de los ninyos.
Por la calle hemos conseguido gomas para las mascaras que compramos ayer y antes de llegar a la casa quedamos con Arun, el chaval de 16 anyos que tambien vive en la casa, para que nos ayude a comprar lo que viene en la segunda lista que nos han dado.
Nos damos cuenta de que lo que nos piden no es tan esencial como en la primera lista y nos mostramos cautos no comprando mucho. Compramos productos de limpieza para la casa y una toalla y un cepillo de dientes para cada ninyo (125 rupias por toalla), pero preferimos esperarnos a manana para hacer la compra con nuestro guia Dorje, que es mas neutral y que puede dar una opinion de mas peso sobre lo que verdaderamente es esencial en una casa.
Una vez en el orfanato ponemos las gomas a las mascaras e improvisamos una pequenya fiesta con los chavales. Nos lo asamos como enanos con ellos y asi pasamos el resto de la tarde, la cual acabamos cenando el plato nacional (Dall Bhat) con todos.
Nos levantamos a las 10.00, desayunamos y quedamos con Dorje en la cafeteria Pumpernickel.
La manana la dedicamos a ver tiendas y a comprar un par de chorradas. Me hago con un pendrive de 8GB por 2,600 rupias (26 Euros). Nos tomamos una cerveza en el Pub Maya y luego comemos con Dorje en el Roadhouse Cafe.
Antes de pasar por Angel`s Heaven nos vamos al mercado local para comprar cosas de la segunda lista que nos dieron ayer. Dorje confirma que ciertas cosas listadas no son tan urgentes o prioritarias asi que hacemos una lista alternativa. Compramos escobas, cepillos, mas lejia, cubos para la basura y barrenyos para el agua. Tambien compramos tres prendas interiores para cada ninyo.
Como gran parte de la tarde la hemos pasado comprando coas para los ninos, solo estamos con ellos poco mas de dos de horas en el orfanato, donde Mayte da un buen corte de pelo a cinco ninyos y los demas nos dedicamos a jugar con ellos.
Despues de esto nada mas que destacar. Cena en el hotel (sopa de cebolla, por supuesto) manzanilla y a la cama.
Hoy solo estamos dos: Mayte y yo (Silvia se ha ido a ver el Everest en avioneta). Nos levantamos a las 6.45, desayunamos en hotel y a las 8.00 estamos en la residencia con los ancianos donde hacemos el mismo trabajo de siempre.
Saliendo de la residencia pasamos al complejo de Pashupatinath, que es el templo hindu mas importante de la ciudad y que esta dedicado a Pashupati, Dios de las bestias, que es una forma benevola que adopta el Dios Siva. En el templo solo pueden entrar hinduistas. El complejo esta a orillas del rio Bagmati, que es afluente del Ganges y que tambien es considerado sagrado. En la orilla se encuentran varios ghats de cremacion (Arya Ghats) donde se ven ven piras con cuerpos ardiendo. Las cremaciones aqui son mas intimas que en Benares (India) y el ambiente es mucho mejor. El Bagmati, al ser un rio con mucho menos caudal que el Ganges, hace que las orillas no se separen mucho, por lo que presenciar la cremacion desde la orilla de enfrente no molesta tanto como en Benares. Cuando estuve en Benares, desde nuestra barca, me daba la sensacion de que podiamos molestar a las familias de los difuntos.
Lo unico un poco desconcertante en Pashupatinath son ciertos shadus (hombres sagrados) que hay. A algunos de ellos no se les ve rezando ni meditando, solo ofreciendose como modelos para las fotos que vienen a hacer los turistas a cambio de unas rupias (ver foto hecha por Silvia hace unos dias). Siento decir que esto no me ha agradado tanto y que esa manera de venderse choca de frente con esa espiritualidad que se presume de un `Hombre Santo`. No soy religioso, pero si lo fuera, me ofenderia ver eso en mi templo. Pero bueno, tambien hay shadus verdaderos, de los cuales algunos han hecho promesas como la de estar 40 anyos de pie. El que hay en Pashupatinath lleva seis anos sin sentarse o tumbarse (animo chico que solo de quedan 34 anyos!)
La verdad es que a pesar de estar lloviendo aqui se esta de maravilla. Mayte y yo nos quedamos un buen rato aqui y acabamos comiendo en una tipica casa de comidas nepali donde nos tomamos un par de samosas vegetales con sendas cocacolas.
A las 13.30 pasamos por el hotel donde quedamos con Silvia. Comemos en el Roadhouse Cafe (para variar) y Dorje nos presenta al Doctor Saroj Kandel, un recien licenciado de 24 anyos que va a ir a ver a los ninyos. Desde que llegamos al orfanato casi todos los ninyos parecen tener problemas de piel y pensamos que un chequeo seria una buena ayuda.
El doctor es muy amable y vocacional. Nos ofrece hacer un chequeo medico a cada uno de los ninyos y a recetar todo medicamento que sea necesario. Nos comenta que los ninyos necesitarian la vacuna de la Hepatitis B y del Tetanos y que las conseguiria y administraria a cada ninyo la primera vez y en los sucesivos recordatorios. Tambien nos comenta la importancia de la prevencion y se ofrece a dar una charla a los ninyos sobre habitos de higiene personal para que no contraigan enfermedades que con un minimo cuidado son evitables. Nos dice que absolutamente todo (chequeo, charla, vacunas, medicamentos para los 21 ninyos) no deberia costar mas de diez mil rupias (100 euros!).
Este chico nos ha gustado mucho y quedamos en que manana vendra con nosotros al orfanato y hara un chequeo a todos los chavales.
Al haber estado hablando con el doctor hasta tarde, solo tenemos tiempo de llevar a los ninyos a la fuente publica para banyarles. Todos van con su toallita nueva de colores, en fila india y la gente mira con mucho interesy asombro!!
Una vez en el banyo nos pasa algo desagradable. Un adulto se nos acerca y hace un par de fotos a los ninyos desnudos. Consigo echarle pero como va acompanyado de otros cuatro y no puedo hacer mucho mas. Me hubiera encantado tirarle la camara al suelo o darle un punyetazo en la cara, pero estando los tres solos, sin hablar el idioma local y con 19 ninyos a nuestro cargo no podiamos hacer otra cosa que banyar a los ninyos con discrecion y tratar de que no se acercara esa persona ni nadie de su grupo.
La verdad es que es una gran responsabilidad ir con tantos ninyos a un sitio publico y banyarles y lo de hoy ha sido un buen ejemplo de los riesgos a los que se exponer un ninyo. Pero bueno, no paso nada mas y todos los ninyos volvieron a casa limpios.
Despues de despedirnos de los ninyos hacemos lo de siempre, sopita de cebola, manzanilla, charleta y a la cama.
Hoy me levanto a las 8.00 y me dedico a leer en la cama hasta las 10.00, hora a la que quedo con las chicas para desayunar.
A las 12.00 quedamos con Dorje y acordamos el viaje que queremos hacer al Parque Nacional de Chitwan a Pokhara. En su agencia (Trail Finder, www.trekkingtrails.com) nos dan precio para el viaje. Por 98 dolares nos ofrecen cuatro noches (dos en Chitwan y dos en Pokhara) con actividades en el Parque Nacional y transporte incluidos. Mayte y yo pagamos 30 dolares mas por poder recorrer parte de la ruta de Kathmandu a Chitwan haciendo rafting por el rio.
Comemos en el Roadhouse Cafe y a las 16.30 quedamos con el doctor para que efectue los chequeos a los chavales.
Nos alegra saber que ninguno de los ninyos esta grave aunque casi todos menos dos tienen algun problema de piel o infeccion. Al estar todos juntos y dormir en las mismas camas todos los chavales tienen los mismos problemas de piel (algunos hongos, parasitos y picaduras de insectos). Algunos sufren algo de malnutricion lo que causa que las infecciones de piel en vez de estar focalizadas en alguna parte del cuerpo las tengan por todo el cuerpo.
De todas maneras el medico no cree que sea necesaria la visita de un dermatologo ya que lo que ha visto hoy en muy comun en Kathmandu. El doctor tambien nos comenta que ninguno tiene problemas emocionales o psicologicos y destaca lo felices y alegres que parecen todos.
Acordamos con el que las vacunas las dara el miercoles que viene cuando hayamos vuelto de nuestro viaje de fin de semana y le damos un adelento de tres mil rupias para que compre algunos medicamentos y vacunas necesarias.
A las 20.30 ya estamos en el hotel. Nada mas que destacar amigos!
Hoy nos hemos levantado a las 5.45. Despues de haber desayunado, un empleado de la agencia nos lleva al punto de partida. Salimos a las 7.00 y en el autobus mas de la mitad de la gente es espanyola! Como se nota que estamos en Agosto!
El trayecto por el valle de Kathmandu es una verdadera pasada. Paralelo a la carretera fluye el rio Prithvi y las vistas son increibles. Despues de casi dos horas de trayecto el autobus nos deja en el punto de partida del rafting. Justo alli conocemos a Manuel, Pedro y Santi con quienes iremos en la balsa.
Despues de ponernos el casco y el chaleco salvavidas y tras habernos explicado lo basico del rafting nos echamos al agua. Era la primera vez que hacia rafting y no sabia muy bien que esperar. He de decir que no me arrepiento para nada y que de hecho me ha encantado la experiencia. No solo por las momentaneas descargas de adrenalina sino tambien por el contacto tan directo con la naturaleza. En la barca me lo pase como un enano con unas vistas tan increibles por el valle de Kathmandu, rodeado de montanyas verdes de las que colgaban unas nubes como de pelicula.
La bajada en rafting ha durado solo dos horas ya que ha llovido y el rio va mas rapido de lo normal. Nada mas acabar, comemos tipo buffet en una tienda de campanya servido por los organizadores del rafting y, tras una espera de casi dos horas, cogemos el unico medio de transporte disponible para ir a Chitwan, un camion de mercancias vacio! Tiene gracia que pagues por adelantado un autobus clase turista y te den esto, pero esto es Nepal y aqui no se queja nadie.
Tras un movido trayecto en camion a las 17.15 llegamos a Chitwan donde un guia nos deja en nuestro hotel, Hotel Park Side, que esta en el pueblo de Sauraha al lado del Parque. El hotel es estupendo y el servicio muy amable.
A las 19.00 nos dan de cenar estupendamente y a las 21.00 estamos en la cama.
Hoy nos hemos levantado a las 6.00 y a las 7.00 cogemos un coche que nos deja en la puerta del Parque Nacional de Chitwan.
Este parque fue creado en 1973 en una zona donde tradicionalmente las familias nobles solian cazar. La UNESCO lo declaro Patrimonio de la Humanidad en 1984, En este parque las principales atracciones son el Rinoceronte de un cuerno, el Elefante Asiatico y el Tigre de Bengala.
Nada mas entrar en el Parque nos dirigimos al embarcadero que hay a orillas del rio Rapti (afluente del Ganges) para hacer una excursion en canoa de una hora. En la canoa se esta de maravilla, solo se escucha a los pajaros y la tranquilidad y las vistas a primera hora de la manana son fantasticas. En la barca podemos ver cocodrilos, ciervos, pavos reales y martines pescadores.
Despues de una hora desembarcamos para dar un paseo por la jungla de dos horas en el que vemos mas ciervos, vacas, arboles de todo tipo y mimosas (una planta acojonante que si la tocas se cierra y no vueve a abrirse hasta despues de diez minutos. Aqui la llaman la planta `namaste` porque el cierre de las minusculas hojas recuerda al arqueado de brazos y manos del saludo nepali). Tambien vemos un enorme nido de termitas, pero a parte de eso nada mas. No tuvimos la mala suerte de encontrarnos de frente con un tigre tal y como ha pasado alguna vez en el pasado. De hecho ahora es muy mala epoca para ver a un tigre ya que un animal de por si dificil de ver se hace mas inaccesible con un cesped tan alto.
Despues del paseo nos llevan a la escuela de elefantes donde les educan desde que nacen. El Elefante Asiatico es el segundo animal de tierra mas grande que hay despues del Elefante Africano. Son unos bichos de cinco toneladas y los cachorros y bebes elefante con una pasada. Pasan la noche en esta escuela pero les sueltan ocho horas al dia para que esten en su habitat el maximo tiempo posible. Los paquidermos de este parque fueron donados por la familia real nepali y cada uno tiene el nombre de un miembro de la familia real. Desde hace unos meses Nepal es una republica maoista asi que sera interesante saber si los nombres los cambian a Mao, Lenin o Stalin.
De la misma nos llevan a orillas del rio a presencia el banyo diario de elefantes. Aprovechamos y nos banyamos con ellos. Es increible poder estar en contacto con seres tan enorme y desde luego recomiendo que os animeis a banyaros con ellos.
Durante el banyo conocemos a Saioa y a Koldo, una pareja de Guipuzcoa. Dando un paseo con ellos llegamos a nuestro hotel donde comemos.
A las 15.30, despues de un par de horas de descanso y de siesta nos recoge el coche para llevarnos al punto de partida de nuestra proxima actividad, un paseo en elefante por la jungla. El paseo en elefante es especial, en el te sientes parte de la naturaleza y puedes apreciar su diversidad sin molestar. En el paseo tenemos la oportunidad de ver al animal estrella del Parque, el Rinoceronte de un cuerno. Vemos a un grupo de ellos y tambien mas ciervos y pavos reales.
Acabo de decir que es paseo en elefante es especial, pero tanbien es bastante incomodo y despues de dos horas subidos os puedo decir que os moris por poner los pies en tierra firme.
A las 18.00 estamos de vuelta en el hotel, donde cenamos una hora mas tarde.
A las ocho nos llevan a ver algo que en principio parecia una turistada. Se trata de un espectaculo que ensenya la cultura local Tharu. Cuando entras en el Tharu Culture Program te da la sensacion de que vas a presenciar una funcion del colegio y he de decir que nada bueno esperaba de esta actividad. Pero, lejos de ser una paletada, el show fue estuendo y pudimos ver los bailes con palos que hacen los de las tribus Tharu, que son espectaculares. Desde luego que hay mucho estranjero y no te da la sensacion de que vaya a estar muy bien, pero de verdad, si aguantais los primaros diez minutos de bochorno e incertidumbre no os arrepentireis.
A las 21.30 estamos de vuelta en el hotel donde nos quedamos charlando hasta las 23.30, momento de irse a la cama.
Hoy cumplo dos meses de viaje. Por un lado pienso que he vivido muchas cosas pero por otro este anyo quiero ver mucho y siento que el tiempo pasa muy rapido.
A las 9.30 sale nuestro bus a Pokhara. El bus es bastante malo y el trayecto un poco incomodo. El viaje lo pasamos con Iraklis y Alexis, dos profesores de instituto griegos que conocimos ayer despues del paseo en elefante.
A las 15.30 llegamos a Pokhara y nos instalamos en el Nepal Guest House, un hotelillo con habitaciones que no estan mal pero muy mejorable. De la misma nos damos un paseo y acabamos en el Cafe Concerto donde invito a las chicas a la merienda para celebrar que cumplo un mes mas de viaje. Este cafe es estupendo y todo lo que sirven esta buenisimo. Ademas tienen conexion WiFi, asi que recomendado.
Pokhara no es una ciudad demasiado interesante. Se ve que sirve de campamento base para las excursiones a los Annapurnas y poco mas. Recuerda un poco a una ciudad de costa, con mucho restaurantito y tienda.
Pero aqui no hay mar, lo que hay es un enorme lago, el Phewa Tal. Con mucho, el lago es lo mas bonito de la ciudad. Esta rodeado por dos montes y las vistas hacia ellos son muy bonitas. Por 200 rupias nos pillamos una hora en barca, la cual dirigi magistralmente gracias a mi gran pericia como remero!
A las 19.00 nos damos un paseo por las tiendas y por fin consigo comprar una guia de Papua Nueva Guinea a la cual viajare en Navidades!
A las 20.30 cenamos en el Bar Maya que es de los mismo duenyos del Pub Maya de Kathmandu, pero montado mucho mejor.
Dando un paseo hacia el hotel acabamos el dia y, no mas tarde de las 23.00, estamos en la cama.
Para acabar un dia tan especial como hoy, en el que cumplo dos meses de viaje tan maravilloso, la cucaracha voladora mas grande del planeta me hace una visita a la habitacion. Al ver su tamanyo no sabia si hablarle de usted, ofrecerle algo de beber, jugar con ella o pedirle trabajo. Una visita tan especial desde luego que le honra a uno pero la sensacion de asco y picor me durara por lo menos un par de noches (supongo que a noche por kilo de cucaracha).
Esta noche he dormido fatal por la inesperada visita a mi habitacion pero a las 8.00 estoy mas que despejado y con ganas de salir a la calle.
Quedo con las chicas a las 8.15 y nos vamos a desayunar al Cafe Concerto. Alli nos encontramos con Koldo y Saioa, nuestros amigos de Guipuzcoa. Juntos damos un paseo y pillamos una barca para todo el dia por 500 rupias (5 euros).
Cruzamos el lago y atracamos la barca para subir a la Worl Peace Pagoda. Es un poco mas de una hora de subida, pero las vistas son muy buenas y la pagoda es muy chula. Fue construida por monjes budistas para promover la paz mundial.
Arriba nos tomamos unas merecidas cocacolas cerca de la pagoda. Una vez abajo decidimos buscar una cascada escondida que nos habian recomendado hace un par de dias y donde aparentemente uno se puede banyar. No tardamos mucho en encontrarla y la verdad es que banyarse alli fue una experiencia inolvidable. Por un lado estabamos cansados del ascenso y descenso del monte, hacia calor y un chapuzon era mas que bienvenido. Por otro lado la sensacion de estar en un sito escondido hizo del banyo una experiencdia todavia mas agradable.
Despues de pasar casi una hora en la cascada cogemos la barca y remamos de vuelta al embarcadero principal. La manana nos ha abierto el apetito y nos vamos los cinco a tomarnos unos buenos filetes con ensaladilla rusa al Ghurka Restaurant.
Por cierto, nuestro amigos vascos me regalan el equivalente a `molamos que no veas` en euskera (`Kristonak Gaituk` algo asi como `somos la ostia`). Muchas gracias chicos!!
Despues de la comida nos vamos al Cafe Concerto un ratito a bajar la comida.
Pokhara no ofrece muchas posibilidades de ocio facil asi que decidimos darnos unos masajes ayuvedicos por 800 rupias por persona en el Patanjali Lifestyle Clinic.
A las 22.00 nos despedimos de Saioa y Koldo y, antes de irnos al hotel, nos tomamos unos zumos en una terraza.
Por cierto en Pokhara todo esta cerrado a partir de las 23.00 de la noche!
A las 7.30 sale nuestro bus hacia Kathmandu. Hemos pillado el bus `de lujo` que incluye la comida. El viaje es bastante conyazo y no sabemos que hacer para entretenernos. Acabamos jugando al Scatergoris, juego en el que probablemente yo sea el peor jugador del mundo.
Kathmandu nos recibio con un enorme atasco debido a las colas de coches en las gasolineras. Despues de 45 minutos parados decidimos seguir a pie, lo cual hacemos durante 30 minutos antes de encontrar un taxi que nos deja en el Hotel Ganesh Himal a las 15.30.
Hoy comemos tarde en el Roadhouse Cafe y a las 18.00 quedamos con Dorje para darnos una vuelta por Thamel.
A las 21.30 cenamos la tradicional sopa de cebolla, seguida de la tradicional manzanilla antes de acostarnos.
Hoy estoy un poco cansado y decido no ir a la residencia de ancianos. A pesar de ello me levanto a las 7.45 y dedico la manana a estar tranquilo, leer y escribir un poco. A las 11.30 quedo con las chicas y con Dorje en el Pumpernickel.
Despues de desayunar me voy con Dorje a comprarme un macuto nuevo. El tema del macuto no seria importante si me hubiera comprado algo normal. Pero es que me he comprado el padre de los macutos. Ha sido un flechazo, un amor a primera vista contra es que no he podido hacer nada. Despues de doce anyos me despido de Telmus, el cual regalo a Silvia, y doy la bienvenida a Maryline!
Como quiero ir a Bhutan dentro de unos dias, decido la manana a estudiar ofertas y precios con varias agencias y al final me decido por la agencia de Dorje.
Viajar a Bhuatn sale muy caro pero es una de mis preferencias en esta vuelta al mundo asi que por nueve dias en el Reino del Dragon pagare 2,300 dolares. Volare a Paro el 28 de Agosto y volvere el 5 de septiembre.
Igualmente decido no hacer la excursion al campamento base del Everest. Es verdad que ir a la montanya mas alta y conocida del mundo es algo que me apetecia mucho. Sin duda tiene que ser una experiencia inolvidable por el reto fisico y por el paisaje, pero la excursion dura quince dias, los cuales, sinceramente, prefiero invertir en conocer sitios nuevos. Asi que anyado Mexico como un nuevo destino antes de viajar a los EE.UU.
A las 16.30 vamos a la casa de los ninyos, que hoy les toca vacuna de la Hepatitis B. Los ninyos estan al principio un poco raros. Al no haber estado los ultimos 5 dias, creian que nos habiamos marchado. El doctor tarda en vacunar a los chavales un par de horas y nos informa de los medicamentos que ya ha comprado. Nos despedimos del doctor pagandole tres mil rupias mas para proximos gastos.
A las 21.00 cenamos en el hotel con Koldo y Saioa y hacemos unas fotos de p madre en la terraza (ver adjuntas).
Nos quedamos de charla hasta poco mas de medianoche.
Hoy me he levantado a las 6.15 y dedico las primeras tres horas del dia a leer en la cama.
A las 11.00 desayunamos con Dorje y nuestro amigos griegos Iraklis y Alexis en Pumpernickel. Los dos estan muy interesados en ver el orfanado asi que quedamos en vernos a las 15.30 en Durbar Square para que nos acompanyen.
Es resto de la manana la dedicamos a compras de las chicas. Es increible la cantidad de cosas que Silvia esta comprado. Desde luego merece un reconocimiento por parte de la asocioacion de vendedores de Thamel y sin duda que le viene de maravilla el macuto que le he regalado.
Despues de comer nos vamos a Durbar Square a recoger a los griegos. De la misma nos pasamos por el orfanato y a las 17.30 aparece el doctor para vacunar del tetanos a los chavales. La visita del medico dura casi tres horas ya que los ninyos tambien reciben una charla sobre habitos de higiene.
Nos despedimos finalmente del Doctor Saroj Kandel, que se ha portado fantasticamente y quien se ha comprometido a volver a ver a los chavales para los recordatorios de las vacunas y para otro chequeo dentro de seis meses. Le pagamos tres mil rupias por el coste de las futuras vacunas.
Como los griegos no conocen el Roadhouse Cafe y a nosotros nos encanta decidimos cenar alli. Despues de la cena nos damos un paseo al hotel y nos despedimos de Iraklis y Alexis hasta manana.
Hoy nos levantamos a las 6.45 para hacer nuestra ultima visita a la residencia de ancianos de Pashupatinath. La despedida es emotiva y nos hacemos fotos con todos. Es increible estar con personas mayores y ayudarles ha sido muy bonito y gratificante. Guardo un recuerdo precioso de mis dias en Pashupatinath.
Invitamos al aperitivo a nuestro colaboradores nepalies en Pumpernickel. A eso de las 12.00 nos depedimos de ellos y nos vamos con Dorje a hacer las ultimas compras del viaje de Silvia y Mayte.
Mientras las chicas se van de compras yo aprovecho a ver precios para ir a Japon, mi proximo destino despues de Bhutan. Quedo con las chicas a comer y Silvia me regala una guia de Japon la cual me servira muchisimo el mes que viene.
A las 18.00 quedamos en Durbar Square con Iraklis y Alexis y nos vamos todos al orfanato. Pasamos la tarde con los ninyos y los griegos les regalan un parchis y un ajedrez y dedican la tarde a ensenyarles a jugar. Nosotros pasamos el tiempo con las ninyas quienes dedican la tarde a dibujar. Es increible como, a pesar de cortarse la luz, la rutina no se interrumpe y que unas pocas velas sirvan para seguir jugando y dibujando.
A las 20.30 nos despedimos de los ninyos, nos damos un paseo hasta el norte de Thamel y cenamos unas pizzas en el Fire and Ice. Luego nos vamos a Reggea Bar donde me encuentro con Ignacio!!! No nos veiamos desde hace dos semanas y ha sido cojonudo ponernos al dia. Me despido de las chicas y de los grigos y me quedo con Ignacio tomando unas cervezas hasta las tres de la madrugada.
Hoy es un dia triste. Mayte y Silvia se vuelven a Espana esta tarde. A pesar de habernos conocido hace solo 20 dias, todo lo que hemos vivido juntos nos ha unido mucho.
Estos ultimos dias con ellas he podido aprender mucho de ellas y me lo he pasado genial. Las echare mucho de menos pero se que la amistad que nos une durara siempre. Chicas a ver si me haceis una visita a Fiji o Hawai!!!!!
Me levanto a las 7.30 y quedo a desayunar con ellas a las 10.00 y Dorje nos recoge despues. Hoy es sabado y no hay muchos rickshaws por lo que decidimos que yo hare la compra de despedida del orfanato manana. Asi las cosas, las chicas aprovechan para hacer las compras de ultima hora (aun mas!), comemos por ultima vez juntos en el Roadhouse Cafe y vamos al orfanato para que Mayte y Silvia se despidan de los ninyos.
La despedida es muy emotiva. Les regalan collares de flores, platanos y caramelos y para despedirse cantan las mismas canciones que hemos oido tantas veces por ultima vez. Ellas estan especialmente tristes por dejar a estos ninyos tan maravillosos.
Despues de la depedida nos vamos al hotel dando nuestro ultimo paseo hacia Chetrapati y nos tomamos un cafe. El personal del hotel hace un pequenyo obsequio a las dos, se despiden de Dorje y nos vamos los tres al aeropuerto.
A las 19.30 me despido finalmente de mis queridas amigas. Como decia antes, las voy a echar muchisimo de menos y ellas seguiran mi viaje a traves de este blog. Adios guapas!
Este blog lo esta viendo mas gente de la que pensaba y sirve de canal para mencionar proyectos interesantes y bonitos de otra gente. Por eso quisiera hacer una mencion especial a la protectora de animales El Hogar de Luci (www.elhogardeluci.org) de la que Mayte es cofundadora. Mayte y sus colaboradoras dedican todo su tiempo libre y esfuerzo a proteger a animales que encuentran en situacion de desamparo y peligro. Les rescatan de sitios horribles, les cuidan y les dan en adopcion a gente que ama a los animales. A traves de su pagina web podeis enteraros de muchas cosas relacionadas con el cuidado de animales, campanyas de sensibilizacion, modos de ayuda... Por favor echad un vistazo a www.elhogardeluci.org y pasadselo a vuestros contactos. Una iniciativa tan encomiable y bonita necesita del apoyo de todos nosotros.
Hoy me he levantado a las 10.00 y he recuperado el suenyo perdido las tres noches anteriores.
Dedico la manana a confirmar mi vuelo a Osaka (volare via China por 722 dolares) y a dar una vuelta por los alrededores del antigio Palacio Real. Me meto en el Garden of Dreams (160 rupias) que es un jardin estupendo que sirve de oasis para escapar del ruido de Thamel. Como en el Roadhouse Cafe solo por primera vez y la sensacion no me gusta. Echo de menos a mis amigas.
A las 15.30 quedo con Dorje y con su hermano para hacer la compra para los ninyos y me encuentro con Ignacio, quien esta organizando un trekking y ascenso al Island Peak al lado del Everest. Quedamos para luego y de la misma me voy al mercado a comprar la comida.
Disponemos de diez mil rupias. Con ese dinero compro:
90kg de arroz
30kg de patatas
10kg de cebollas
10kg de ajos
3kg de picante
15litros de de aceite de soja
3kg de sal
10kg de lentejas
5 botes de champu Johnson`s
Una pequenya colonia de regalo para Dorje por su ayuda
Volvemos a llenar dos rickshaw y en veinte minutos estamos en el orfanato. Paso un rato con los ninyos y a las 20.00 quedo con Ignacio en el Pub Maya. De la misma nos vamos a cenar al Third Eye Restaurant doinde nos tomamos dos tournedos con cerveza Everest. Luego nos vamos al Reggea Bar y acabamos de charla hasta las 5 de la manana, hora a la que me vuelvo a mi hotel.
Hoy me levanto a las 10.00 y me dedico a descansar y a leer. Como unos espaguetis en el hotel y me echo una buena siesta.
Quedo on Dorje a las 17.00 y nos tomamos un te helado en el Pumpernickel. De la misma nos damos un paseo hasta el orfanato. Hoy soy yo quien se despide y, al igual que con Silvia y Mayte, me regalan dibujos, collares de flores, caramelos y acabamos bailando todos juntos.
Espero volver a ver a estos chicos tan fantasticos y deseo que la vida les de las oportunidades que se merecen para que asi puedan desarollarse plenamente como seres humanos y que puedan conseguir todo aquello que se propongan.
Una asociacion tan maravillosa como Angel`s Heaven no cuenta con la publicidad necesaria. Si fuera mas conocida contaria con mucha mas ayuda de fuera. A esa conclusion llegamos las chicas y yo y, con la ayuda de nuestros amigos griegos Iraklis y Alexis, queremos crear una pagina web para la asociacion. Manana mismo tengo cita con Angel, el fundador, para obtener su autorizacion y cierta documentacion necesaria.
Desde luego sabreis mas de esta asociacion en el futuro a traves de este blog!
Hoy me he levantado a las 7.00 y tengo cosas que hacer.
Dedico cinco largas horas a escribir en este diario, el cual tenia un poco abandonado.
Luego me doy un paseo hasta la agencia que me vende el bilete a Japon y alli me dicen que la compania aerea me deniega el billete porque el Departamento de Inmigracion de Japon exige una prueba de que saldre del pais. Y como es billete era solo de ida... Esto no lo habia previsto pero supongo que forma parte del encanto de viajar.
Asi las cosas, como cuento con visado indio que todavia me vale casi cuatro meses mas, volare a Delhi el 6 de sptiembre, estare alli tres dias que aprovechare para comprar un billete de JR Pass (que es como el InterRail europeo y que solo se puede comprar fuera de Japon y que en Nepal no se vende) y a preparar el viaje. El 9 volare a Osaka y volvere a Delhi el 11 de Octubre. Como pasare un mes en Japon, en ese tiempo aprovechare y volare a Hong Kong y Macau unos dias. El 11 de octubre, ya en Delhi, ya vere lo que hago! El billete me cosatara 1,140 USD y lo pagare manana.
Despues de pasar por la agencia me voy a ver a Angel y hablar sobre la pagina web de la asociacion, pero no esta en su oficina ya que se ha ido al hospital con su hijo. Quedamos en hablar manana.
El resto del dia lo paso en el hotel, copiando discos del restaurante del hotel porque mi MP3 ha muerto. No se la razon, pero no me mola nada estar viajando solo y sin musica! Asi que he metido unos cuantos discos del hotel en mi movil para slir del paso.
Ceno con Javi, Vanessa y Andy, tres madrilenos que llevan en Nepal unas semanas y que tambien se hospedan en el hotel. Son majisimos y despues de la cena me ensenyan a jugar al tute y, como todo buen principiante, gano! Javi es cantante de un grupo de musica que se llama Senorita Pendelton. Echad un vistazo a su pagina! www.myspace.com/srtapendelton
A las 00.00 estoy en la camita.
Hoy me he levantado a las 8.00 y dedico cuatro buenas horas a acabar de actualizar mi diario. A las 13.30 salgo del hotel y me paso por una peluqueria a cortarme el pelo. Por 100 rupias (un euro) te cortan el pelo y te hacen masaje en la cabeza!
A las 14.00 estoy en la oficina de Angel y me dice que uno de sus hijos, Simon, que solo tiene diez meses, tiene un problema en el brazo y que le van a tener que operar hoy mismo de urgencia. En la reunion expongo las razones de porque deberiamos hacer una pagina web del orfanato y, agradecido, me da el visto bueno. De su ordenador saco documentacion necesaria para poder dar a conocer la asociacion y pasarsela a Alexis e Iraklis para que hagan a pagina web.
A las 15.30 me paso por la agencia de viajes para pagar el billete de avion. Por un problema con visa no puedo pagar hoy (y manana me voy a Bhutan!) pero me dejan pagar el dia 5 cuando vuelva de mi viaje.
Parte de la tarde la paso en un ciber y aprovecho para llamar a Madrid. A las 18.15 me paso por Trail Finder, me dan mi pasaporte y los billetes de avion y documentacion necesaria para el viaje a Bhutan. Manana me recogera un guia y me dejara en el aeropuerto.
De la misma me voy al hotel, pero antes compro una guia de Hong Kong y Macau por 1,400 rupias. Es resto de la tarde la paso en el ordenador del hotel, pasando a este blog parte de mi diario. Chicos, espero que aprecies el curro que estoy poniendo en este blog, asi que a mandar el link a vuestros contactos, eh??
Me voy a la cama a las 23.00 donde me pngo a leer un poco sobre Bhutan, mi proximo destino!
Hoy me voy a Bhutan y me muero de ganas. De todos los paises que voy a conocer en este viaje Bhutan es , con Papua Nueva Guinea, el que mas tengo ganas de ver.
Hoy me he levantado a las 7.30 y aprovecho la manana para ir al Templo Swayambhunath, tambien conocido como el `Monkey Temple`. Este templo esta en el Este de Kathmandu, coronando una colina. Desde el hotel es poco menos de una hora andando y a eso de las nueve dirijo mis pasos hacia alli.
Efectivamente, como su nombre indica, el Templo o al menos la cansina escalinata que sube hacia su Estupa, esta llena de monos. Estos animalillos no son tan simpaticos como los ponen en los dibujos animados; son bastante cabrones y su actitud es amenazadora. Segun subo veo como uno de esos monetes le pega un bocado en el brazo a un ninyo que le queria acariciar. Despues de ver esto decido no hacerme amigo de ningun mono a no ser que pueda sacar algo de el.
Bueno, a lo que iba, el Templo se ve desde todo Kathmandu. Su Estupa fue construida hace mas de mil quinientos anyos. Una Estupa es una construccion budista donde se guardan reliquias de gran valor para los creyentes. Asi que uno no puede entrar en la estupa; lo unico que se puede hacer es seguir a los feligreses dando vueltas a la misma en el sentido de la agujas del reloj. El Monkey Temple es centro de peregrinacion para mucha gente asi que el ambiente merece la pena. Ademas las vistas a la ciudad son espectaculares.
Evitando a los monos con las manos en los bolsillos y dando otro paseo vuelvo al hotel a preparar la maleta. A las 13.15 me recoge un conductor de la agencia y me deja en el aeropuerto. Antes de facturar tengo que pagar 1356 rupias por salir del pais. Me parece un verdadero robo habida cuenta de que regresare a Nepal dentro de nueve dias! Pero asi son las cosas y en un aeropuerto ponte a discutir con un oficial, que acabas en Guantanamo. Compro 50 dolares (3600 rupias) para cualquier eventualidad y facturo sin problemas.
La aerolinea Drukair es la compania nacional de Bhutan y tiene el monopolio de todos los vuelos del pais, el cual solo cuenta con un aeropuerto, el de Paro. La verdad es que dentro del avion uno ve que Drukair es una compania buena por muy pequenya que sea. Pero lo que de verdad impresiona son las vistas increibles desde la ventanilla. Volar desde Kathmandu a Paro tiene eso, que estas en medio de los Himalayas y que las cimas de varios `ocho mil` (entre ellos, por supuesto, el Everest) rompen el techo de nubes. Lamentablemente estamos en epoca de monzon por lo que no es posible ver el Everest entero. Ademas hoy es un dia muy nublado y lo que veo impresiona pero no tanto. Espero tener un poco mas de suerte a la vuelta. Fundamental: si pillais este vuelo pedid que os den ventanilla izquierda a la ida y ventanilla derecha a la vuelta!
El aeropuerto de Paro tiene fama de ser el mas peligroso del mundo. No porque haya habido ningun accidente en el pasado, sino porque para aterrizar requiere una pericia especial por parte del piloto. Paro se encuentra a 2300 metros de altitud y esta en un valle entre montanyas las cuales parecen rozar las alas del avion segun baja. El aterrizaje es de lo mas impresinante que he vivido en un avion. La nave se va inclinando de lado a lado esquivando los montes hasta que al final aterriza. Bhutan, para diferenciarse de Nepal, tiene una diferencia horaria de quince minutos.
Desde el mismo momento que pongo los pies en Bhutan noto un cambio total en el estilo de las casasy en el atuendo de las personas (todo el mundo lleva las ropas oficiales que son el Gho para el hombre y la Kira para las mujeres).
Al salir de la terminal me recibe Karma, el guia con quien voy a convivir los proximos nueve dias. Me recibe con un `Kuzuzambola` (el equivalente a `Hola` que viene a decir algo asi como `que tengas muy buena salud`) y me pone en el cuello una Kata, una especia de foulard de seda que se regala en los Himalayas como despedida o bienvenida. Desde el primer momento la impresion que me da Karma es muy buena. Parece un tio muy simpatico y con mucho sentido del humor. Ademas su ingles es muy bueno asi que seguro que me lo voy a pasar de p madre con el.
Tras diez minutos en coche llegamos al Hotel Jigmeling donde dormire las proximas tres noches. En el hotel tomamos un te de bienvenida y me entero de que soy el unico huesped. A pesar de ello el servicio es super atento. Me sorprende lo bien que habla ingles todo el mundo, pero es que aqui desde hace muchas decadas el ingles es obligatorio en todas las escuelas (50% de las materias se imparten en Ingles).
No solo la educacion es buena, sino que el sistema sanitario tambien, el cual es totalmente gratuito para Butaneses y extranjeros. El gobierno da subsidios al petroleo y aqui el litro de gasolina sale mas barato que en la India. Karma me dice que tembien los impuestos son muy bajos y claro, yo empiezo a enamorarme del pais.
Despues del te me doy una vuelta por Paro. Aqui los coches son buenos (generalmente monovolumenes japoneses), no hay suciedad en las calles y la gente no para de sonreirme.
A pesar de que su democracia no tiene mas de cinco meses se nota que esta gente es y ha sido muy feliz. En las primeras elecciones de su historia la gente tuvo la oportunidad de votar pero no porque lo pidieran, sino porque fue decision del monarca, hasta entonces absoluto, que quiso abrir al pais al exterio y democratizarlo. Asi las cosas Bhutan ahora es un Monarquia Parlamentaria y Constitucional, al igual que Espana.
Leyendo la Constitucion hay tres articulos que me llaman la atencion. Por un lado el monarca solo puede ser rey hasta los 65 anyos. Esto es lo que ha pasado este anyo; en Noviembre coronaran al quinto rey del periodo Siglo XX y XXI y que sera, con sus 26 anyos, el rey mas joven del mundo. Por otro lado la Constitucion obliga a que por lo menos el 60% del terreno sea bosque (ahora estan en el 70%). Y, por ultimo, la Constitucion menciona un indice para medir el bienestar del pais, el indice de la Felicidad Nacional Bruta (en vez de Producto Nacional Bruto). Podeis ver por estos articulos que en este pais las aspiraciones y las prioridades son distintas que en otros paises.
El partido que esta en el poder es el Druk Phuensum Tsukpa (Partido Unido de Bhutan) que ostenta 45 de los 47 asientos que tiene el Parlamento. Los otros dos escanos son del Partido Democratico del Pueblo.
Durante el paseo veo a grupos de gente jugando al Carom, que es como un billar en pequeno donde las bolas son fichas y donde en vez de taco se usan los dedos.
Despues del paseo me voy a cenar y tengo la oportunidad de probar todos estos platos:
Ema Dashi: chiles en salsa de queso. Es el plato nacional y pica mucho!
Arroz rojo butanes.
Pure de patata frito: cada vez mas popular aqui y que me recuerda a la croqueta.
Rui: pescado frito que proviene de la India.
Nosha Dashi: ternera en salsa de queso.
Despues de cenar me tomo un te de Darjeeking, India.
Durante la cena me ensenyan algunas palabras y expresiones en Dzongka, idioma oficial de aqui.
Amigo: Tosa/Charo
Gracias: Karinche
Muy bueno: Chime (comidas) o Legimdu (para todo)
Muy rico: Chin Tongo
Agua: Chu
Despues de cenar me voy con karma al Dragon Entertainment Bar, donde me tomo una cerveza `Druk 11000` por 100 NU (el Ngultrum es la divisa de aqui y que esta a la par con la Rupia India.
En el bar casi nadie bebe alcohol, pero lo que si se hace es salir al escenario a cantar canciones butanesas del momento.
A las 22.00 estoy en la cama, agotado despues de un dia con tantas emociones. Estoy esperando a manana para aprender todavia mucho mas!
Hoy me he levantado a las 08.00 y el desayuno ha sido bueno pero sin nada que detacar.
Lo primero que hacemos es recorrer en coche los catorce kilometros que nos separan de Drukgyel Dzon. Es un fuerte del siglo XVII que ahora esta en ruinas (se quemo en 1951). A pesar de no estar en pie merece mucho la pena ir y subir el monticulo donde se encuentra el fuerte (`Dzong` quiere decir fuerte en butanes) e imaginarse como debian de ser los asedios cuando Tibet intento invadir el pais. Este fuerte se construyo para defender la entrada noroeste del pais.
Despes vamos al Kyichu Lhakhang (`Lhakhang` es monasterio ) que data del siglo VII. Esta acompanyado por otro monasterio que tiene una estatua de Buda de la Compasion de once cabezas y mil brazos. Ambos monasterios dan a un patio que alberga un naranjo que da frutos todo el anyo. Esto sirve de prueba a quiener dicen que este lugar es sagrado.
Despues estamos de vuelta en Paro, donde tango la oportunidad de ver un torneo de tiro con arco (llamado `Datse`, el deporte nacional). En el juego hay dos equipos de arqueros uno frente a otro con una diana en cada lado (las dianas estan separadas por 140 metros). Los equipos se van turnando tirando a la diana del equipo contrario y cuando uno hace diana los miembros de su equipo realizan una danza de victoria (ver video). Bailes parecidos tambien se hacen para poner nervioso al contrincante. 140 metros son muchos metros y me parece increibe que la gente haga diana a esta distancia. Por cierto, Bhutan solo ha mandado a dos deportistas a los Juegos Olimpicos y, adivinad, para que deporte. Tiro con arco!
Mientras cruzamos Paro veo que no hay semaforos!! Karma me dice que no hay aqui ni en ningun sitio. Solo hay algunos guardias de guantes blancos, como los de antes, a los que llaman `semaforos humanos` y con eso se arreglan. Y os puedo decir que no hay caos en las calles.
Aprovecho y cambio 50 Dolares con los que a cambio me dan 2170 Ngultrums (cambio a 43.3 con el Dolar y a la par con la Rupia india).
Para comer nos vamos al hotel, donde descubro los siguientes platos:
-Nosha Pa: ternera con col.
-Shama Dashi: setas con salsa de queso. Este plato es de temporada y es ESPECTACULAR.
A las 14.00 hacemos una visita al Dumtse Lhakhang, del siglo XV. Es un monasterio que tiene tres plantas dedicadas al Infierno, a la Tierra y al Cielo. Aqui hay unos murales impresionantes con temas budistas, pero la pintura esta muy deteriorada por el humo de las velas que se utilizan aqui, por lo que ahora se esta a oscuras y solo se puede visitar con linterna.
Despues pasamos por el Museo Nacional de Paro, que se encuentra en la antigua torre de vigilancia del Dzong de Paro. El museo no es muy grande asi que no se hace pesado. Hay salas de Thangkas (pinturas de origen tibetano), sellos, estatuas budistas, fauna y flora butanesa y fotos del pais.
De ahi nos vamos al Dzong de Paro, usado varias veces para defender al pais de las invasiones por parte de Tibet.
Los Dzongs estan divididos en dos estancias: una parte administrativa donde trabajan funcionarios y a donde acude la gente a hacer papeleos y otra parte religiosa donde viven monjes. La parte administrativa suele albergar ayuntamientos, administraciones regionales, juzgados y ministerios. En el Dzong de Paro viven 200 monjes y en el se rodaron algunas tomas de la pelicula El Pequenyo Buda de Bertolucci.
Tenemos la oportunidad de ver una ceremonia a las puertas del Dzong en honor a la ciudad de Paro y sus habitantes. Se hace una vez al anyo asi que hemos tenido mucha suerte de coincidir. En la ceremonia un grupo de monjes tocan musica mientras el monje jefe bendice ofrendas hechas por la gente durante las ultimas semanas. Al final a todas las ofrendas, incluido el dinero, se le prende fuego. Pero el dinero no se acaba quemando ya que es costumbre que cada vez que se hace esto los ninyos y ninyas de la cuidad recojan los billetes para salvarlos de las llamas!
Despues me doy un paseo por los alrededores del Dzong. Una cosa a destacar comparando con Nepal y especialmente con al India es la falta total de mendigos y la ausencia de vendedores que te presionan y molestan para que les compres.
A las 17.00 nos tomamos un te en el hotel y la tarde la paso echando una siestecita y dandome un banyo. Es el primer banyo que me doy en casi tres meses!!
A las 20.00 tengo la cena en la cual puedo probar:
-Momos de ternera: los momos son de origen tibetano y son parecidos a tallarines grandes rellenos y que aqui se meten enteros en la boca. Esto tiene todo el sentido y es que asi absolutamente todo el jugo se te mete en la boca. Estan realmente deliciosos. A cada momo se le echa encima un poco de picante (una mezcla de chile, cebolla y tomate) que es como se suele tomar aqui.
-Fa Shapa: cerdo con espinacas.
-Gondo Maru: un caldo con huevo
-Kena Maru: un caldo de fideos de arroz con patata.
Despues de cenar nos vamos a la discoteca Destiny (entrada 100 NU). Gasto otros 100 NU en una cerveza y un zumo. La discoteca es muy normalita, pero dejemoslo en que la cultura butanesa no es muy dada a la marcha nocturna.
Me levanto a las 8.30, desayunamos y salimos para iniciar la excursion mas esperada de Bhutan.
Hoy vamos a hacer el ascenso al Taktshang Goemba, cambien conocido como el `Tiger Nest` (nido del tigre). Es una de las principales atracciones del pais por razones religiosas y por el espectacular sitio en el que se encuentra. El Tiger Nest es un complejo de monasterios a tres mil metros de altitud que se encuentra en un precipicio con una caida libre de 800 metros.
Es alcenso desde la carretera (a unos quince kilometros de Paro) dura unas tres horas y en el te sumerges en un bosque de rododendros y de robles. Hoy esta lloviendo y la sensacion es de pelicula de miedo ya que las ramas y hojas mojadas parecen estalactitas de una cueva.
El ascenso tiene una pausa casi obligada en una cafeteria que esta justo delante del precipicio del Tiger Nest. Desde aqui las vistas son maravillosas pero casi no podemos ver los monasterios por las nubes.
Continuamos el ascenso y llegamos a las puertas del complejo cruzando un puente con una cascada. Una vez aqui te encuentras en las piedras y cuevas donde el Guru Rinpoche llego en el siglo VII cabalgando sobre una tigresa voladora. La leyenda dice que estuvo meditando en una de sus cuevas durente tres meses hasta que pudo ahuyentar a los malos espiritus que aqui vivian, llevando asi el Budismo a Bhutan. Por todo esto Rinpoche tiene estatus de Dios y se le benera como casi como a Buda. Le ditinguireis en los templos porque aqui en Bhutan es el unico que lleva bigote. Huelga decir que por lo que paso aqui hace trece siglos este sitio es el mas sagrado del pais y lugar de peregrinacion para muchos budistas de aqui y de fuera.
Por todo esto no es de extranyar que, tras un incendio que hubo en 1998 y que casi acaba con todo el complejo, el pais hiciera una inversion millonaria de reconstruir sus tejados (obras que acabaron en 2005). El incendio acabo con muchos tejados y estructuras pero las pinturas se salvaron.
ara ver video de la cascada de Tiger nest: http://www.youtube.com/watch?v=tum79jhL_y8
El haber subido al Tiger Nest me ha encantado y ademas me ha dado una buena leccion. Segun ascendiamos yo, de vez en cuando, soltaba algun taco por la frustracion de tener un tiempo tan malo y una visibilidad tan limitada en una visita tan especial. Me fastidiaba que casi no se viera el Tiger Nest y con ello las fotos no saldrian bien. Karma, como buen budista, se extranyo mucho por mi actitud y me recordo que uno no puede hacer nada contra la naturaleza y que enfadarse por el mal tiempo es estupido e inutil. Me recordo una de las grandes verdades nobles o principios del Budismo que dice que es deseo de cambiar el estado o naturaleza de las cosas en las que no tenemos ningun poder solo crea sufrimiento y lo que hay que hacer es aceptar la vida y naturaleza tal y como son. Sus palabras me dieron tranquilidad y me di cuenta de la razon que tenia. Sea como sea, al poco tiempo de empezar el descenso el tiempo mejoro y pude hacer mejores fotos, pero la leccion de Karma no la olvidare nunca y la recordare siempre que me encuentre en situaciones adversas en mi vida.
A las 16.00 estamos de vuelta en el hotel y me doy cuenta de que aqui no solo no hay semaforos sino que la gente tampoco hace un uso indiscriminado del claxon tal y como pasa en India y en Nepal.
Aprovecho y compro los periodicos Bhutan Observer y Kuensek que son finitos pero que estan bastante bien.
En el hotel tomo `Doma` que he comprado antes en un quiosco. Doma es una nuez de areca manchada con polvo de lima y envuelta en una hoja de betel y se masca. Casi todo el mundo aqui masca Dolma e incluso tiene adiccion a ella. La verdad es que tiene un sabor amargo y la nuez esta muy dura asi que tardas tus buenos diez minutos en mascarla y tragarla. Yo lo veo como un sustitutivo del tabaco (aqui la venta de tabaco esta prohibida y su importacion para uso personal tiene un impuesto del 100%) y su sabor no me agrado demasiado. Ademas las consecuencias de la Dolma son negativas (puede crear diversos tipos de cancer) y desagradables (la gente suele escupir la dolma y las calles tienen muchas marquitas rojas). Vereis que mucha gente tiene la dentadura y las encias rojas, pues es por la maldita Dolma! Dolma es el nombre que se da en Bhutan, pero la nuez de areca se masca en muchos paises de Asia y de Oceania.
Antes de cenar pruebo algo que me apetecia mucho, el suja, que es un te local mezclado con sal y mantequilla. Esta exquisito y el sabor salado con el te es mucho de mejor de lo uno se puede esperar en un principio.
En la cena tomo mas platos tipicos pero nada nuevo que no haya probado en los ultimos tres dias. Algo que caracteriza las comidas y cenas butanesas es que estan compuestas por una decena (por lo menos) de platos, lo cual por un lado esta muy bien, pero por otro lado uno no para de comer y la sensacion de culpa y de derroche cuando dejas algo en el plato es inevitable.
Despues de la cena me voy a la habitacion, veo un rato la tele, leo y me duermo.
Despues de desayunar a eso de las 08.30 salimos del hotel en direccion a Thimpu, la capital del pais.
Antes de salir de Paro, pasamos por el mercado semanal de los domingos. Lo que veo es lo tipico de un mercado de calle, pero destacan la cantidades de setas que hay, el queso curado y seco que venden y las salchichas tibetanas, que llaman la atencion mas por la mala pinta que por otra cosa.
Saliendo de Paro el trafico esta parado; se va a efectuar uno de los dos aterrizajes diarios en el aeropuerto. Salgo del coche y grabo el aterrizaje que ocurre casi en plena ciudad y entre montanyas.
Ya fuera de Paro hacemos una parada de diez minutos en el Tamchhog Lhakhangm que esta precedido por un puente cuyo hierro tiene muchos siglos. Este sitio, hace mucho, era rico en minas de hierro y se pueden ver antiguas excavaciones. Al lado del puente hay varios `Chortens` que son pequenyas construcciones budistas que, al igual que las estupas, sirven para albergar tesoros y que se suelen levantar en sitios no propicios o que dan mala suerte, como cruces de caminos, orillas de los rios (como en este caso) y grandes alturas.
A las 11.00 llegamos a Thimpu, que esta a 51km de Paro. Thimpu es la capital del pais, pero no tiene mas de cien mil habitantes (Bhutan solo tiene 700.000 y es el pais con mas proporcion de poblacion rural del mundo).
Me instalo en el Hotel R Penjor, que esta en la calle mas comercial de la ciudad y que es bastante normalito. De la misma nos vamos Karma y yo a descubrir la ciudad.
Nada mas salir del hotel veo uno de los veinte `semaforos humanos` que hay en el pais. Me recuerdan a los guardias de las peliculas de Paco Martinez Soria o de Toni Leblanc, con sus pitos y sus guantitos blancos.
Lo primero que visitamos es el Dzong, que esta al lado del Parlamento y de la residencia privada del Rey. Dentro del Dzong se encuentra el monasterio donde antes se reunia la Asamblea Nacional y nonde se encuentra el Trono. Este monasterio es realmente espectacular y no hay ni un solo centimetro que no este pintado o decorado. Hay grandes esculturas de Buda, del Guru Rinpoche y de Zhabdrung Ngawang Namgyal, el fundador de Bhutan. El Dzong alberga varios ministerios importantes, como el de Economia y de Asuntos Exteriores.
Llama la atencion lo pequenya que es la residencia del Rey ya que aqui los monarcas son austeros (a diferencia de como eran en la vecina Nepal) y las residencias son solo para eso, para residir. Me hace mucha gracia y me encanta su falta de complejo y su sentido utilitarista. El Ministerio de Agricultura no es mas grande que un barracon y la residencia del Rey es mas pequenya que muchos chales espanyoles. Cuando comparo esta residencia con el Buckingham Palace me encanta que aqui los monarcas tengan sentido de la humildad y no derrochen el dinero de su pueblo con chorradas y gilipolleces, tal y como pasa en otras monarquias.
Saliendo del Dzong veo un grupo de jovenes jugango al `Kuru` (dardos). El juego es parecido al tiro con arco. La diferencia es que las dianas son mucho mas pequenyas y estan separadas por veinte metros. En cuanto a lo de los bailes y celebraciones es igual que en tiro con arco. Los jovenes suelen jugar al Kuru y cuando son mayores enpiezan con el arco.
De ahi nos vamos al Motithang Takin Reserve, que es una reserva que cuida y mentiene a varios animales, entre ellos el Takin, el animal nacional. Es increible el respeto que se le tiene a los aninmales en este pais. A los butaneses la idea de zoo les parece un maltrato a los animales y aqui no hay zoos. Las reservas valladas que hay (como esta) estan para cuidar a animales que no pueden valerse por si mismos (normalmente porque se han acostrumbrado al contacto con el Hombre, como es el caso de algunos osos). El caso del Takin es diferento, esta cabra-antilope que parece mitad vaca, mitad cabra, esta amenazado por la presencia del yak, quien necesita un habitat parecido y que le esta comiendo el terreno. El Takin parece un animal de chiste y la leyenda dice que el Monje Divine Madman (Divino Loco) en un ataque de locura le quito la cabeza a una cabra y se la puso a una vaca creando asi este peculiar animal.
Despues comemos en el Sangay`s Palace, con comida peor que la del hotel de Paro, pero bastante buena. Comiendo conozco a Manuela y a Christian, una pareja encantadora de Milan (hola chicos!).
Mientras comemos Karma me traduce al Dzongka varias frases esenciales:
-`MOLAMOS QUE NO VEAS`: Ngachay Jigda Yau (informal) / Ngachay Leychom Yau (formal) y equivale a `sonmos gente guay`.
-`El Yak es el mejor amigo del Hombre`: Yak Di Meegi Charo Een
-`Hablame pero no me toques`: Ngada Lhekha Choo Chaba Kheymi Dhaybeuda Chap Ma Kay
Despues de comer vamos al Pangri Zampa, un monasterio del siglo XVI que esta precedido por un enorme cipres que pasa por ser el arbol mas grande y mas antiguo de la ciudad. Su tamanyo es imresionante (ver foto). Este monasterio fue fundado por Zhabdrung Ngawang Namgyal (quien tambien fundo Bhutan) y en el que viven unos cuantos monjes y muchos perros.
Dentro del monasterio un monje me da tres dados para que los tire y pida un deseo. Saco ocho, que es el numero magico de este monasterio, asi que solo puedo esperar cosas buenas a partir de hoy!
De ahi nos vamos al National Memorial Chorten, que es una estupa que se construyo en 1974 en honor al tercer Rey y que fue ordenado construir por su propia madre. Al ser reciente no hay mucho que destacar como reliquia historica, pero es interesante ver como este sitio sirve de punto de reunion de muchos ancianos que pasan aqui todo el dia (unos charlando, otros meditando y otros, a modo de ejercicio, dando innumerables vueltas a la estupa).
Despues de un breve descanso en el hotel me voy al cine y veo una peli local que se llama `The Guide` (`El guia`). La entrada cuesta 100NU y la experiencia es muy simpatica. La calidad de la pelicula deja mucho que desear y su argumento es simplon y previsible. Es como una version pobre y cutre de una pelicula de Bollywood, pero lo interesante es que, como Bhutan es tan pequnyo, todo el mundo se conoce y la gente va al cine para ver a sus familiares, amigos o vecinos. De hecho, uno de los protagonistas es el hermano de Karma! Durante la peli hay bastante guasa y griterio y ademas los moviles no paran de sonar (pero todo esto forma parte del encanto).
A las 21.30 estoy de vuelta en el hotel, donde ceno y paso una noche de perros (y nunca mejor dicho). Una de las cosas peores de Bhutan es la cantidad de perros callejeros que tienen (todavia mas que en India o Nepal), lo cual es un peligro en la carretera y un verdadero incordio por la noche si estas en la capital. Karma ya me comento que el problema empieza a ser grave ya que el numero de perros va aumentando y, como aqui nadie quiere sacrificarlos, la unica medida es la esterilizacion, lo cual es dificil y costoso.
Me levanto a las 07.00 y nos espera un dia en la carretera hacia la region de Bumthang. A las 08.30 me recoge Karma. Esperandole en la calle me he dado cuenta de que Bhutan es un pais que madruga poco. Quizas sera por el calor, pero a las 08.30 se ve muy poca gente por la calle. Es muy diferente de la India, donde a las 06.00 parece que todo el mundo esta ya despierto y trabajando.
Saliendo de Thimpu pasamos por una zona que esta poblada por antigus refugiados tibetanos que llegaron aqui despues de la invasion china de los anyos cincuenta y a quienes el gobierno butanes les dio nacionalidad butanesa y tierra para que pudieran vivir y cultivar.
El trayecto de hoy es a traves de varias cordilleras y el primer paso de montanya que cruzamos es el Dochu La Pass, a 3,140 metros de altitud. Aqui hay un complejo de 108 Chortens (108 en la cultira budista es numero de buen augurio).
Bajando el paso veo que aqui, como en muchas tierras del los Himalayas, hay mucha planta de marihuana.
El segundo paso que cruzamos es Pele La Pass, a 3420 metros.
Comemos en una cafeteria de carretera (Chem Depji Cafeteria) donde pruebo Suja (te salado) por segunda vez y tomo Pasha Sicom Pa (tocino picante).
Tras comer pasamos por Yotong La Pass, a 3425 metros. Los pasos suelen estar llenos de banderas con peticiones y rezos de la gente. La razon es que la bandera, con su movimiento, impregna la tierra con el deseo del creyente. Asi que, cuanto mas alta este la bandera, mas tierra cubre el deseo.
A eso de las 17.00 llegamos a Bumthang, que no es una ciudad en si, sino un grupo de valles. Nos instalamos en el Mebham Guest House, que es un hotel que recuerda a un cottage suizo.
Debido a la altitud, aqui hace mas frio que en Thimpu, asi que el banyito que me doy antes de cenar lo agradezco mucho.
En la cena pruebo por fin la cerveza Red Panda, de aqui, que parece una mezcla entre sidra y cerveza y que no me parece especialmente rica. Tambien tomo solimillo muy frito en taquitos y Nat-Ke (helecho de la jungla, exquisito, parecedo a los esparragos trigueros).
A las 20.30 estoy en la cama.
Hoy desayunamos a las 9.00 y en la primera comida puedo tomar queso suizo hecho aqui en Bumthang. Aqui hay mucha influencia suiza, de hecho Suiza es uno de los paises que mas ayuda y colabora con Bhutan. Todo esto se debe a un ciudadano suizo que llego aqui hace mas de treinta anyos y que creo la cerveza Red Panda y construyo fabricas de queso y con ello creando riqueza y trabajo a la zona. Este suizo fue el primer europeo que adquirio la nacionalidad butanesa.
Salimos del hotel a las 10.00 y lo primero que visitamos es el Kurjey Lhakhang, que es un complejo de tres monasterios enormes del siglo XVII. Luego visitamos el templo Chamba Haga.
Una vez en el pueblo Chamkhar, comemos en el restaurante Blue Pine donde pruebo trucha empanada en harina de lenteja y Alu Dam (patatas con curry al estilo indio). Las comidas siempre las estoy acompanyando de agua mineral pero parece que hoy tenemos suerte! La marca del agua es `Druchu` que dice en la etiqueta curar enfermedades. La frase que viene en la equiqueta no tiene deperdicio: `Este agua tiene una importancia espiritual que no tienen las demas aguas minerales. Pedimos que todo aquel que consuma este agua lo haga con el respeto que se merece`. Genial, no?
A las 14.00 nos vamos al monasterio Tomshing, donde me pongo una manta de hierro de 25 kilos encima y doy con ella tres vueltas al monasterio. Dice la leyenda que haciendo esto uno limpia sus pecados. No se si se refiere a todos los pecados o solo a los culinarios porque desde luego con el ejercicio seguro que te liberas de algunos kilos de mas.
En el monasterio compro a un monje budista un Caterpillar Fungus que es el resultado de una relacion entre una oruga y un hongo parasito. El Caterpillar Fungus es muy valorado en medicina natural (un kilo puede llegar a venderse por mil dolares americanos) y muchos cientificos estan divisidos entre considerarlo un animal o una planta.
Despues visitamos el monasterio Kenchogsu, que alberga en su interior una campana que el gobierno de Tibet reclamo durante muchos anyos y que, tras la negativa de Bhutan, mando a su ejercito a destruirla. Lo que se ve es una campana a la que le faltan un par de trozos.
Despues paramos otro rato en el pueblo Chamkhar, donde me meto un rato en internet (muy caro, 64NU por quince minutos).
Karma me dice que aqui las montanyas altas son sagradas y que por ello esta prohibido escalarlas. Bhutan cuenta con muchoas picos de mas de siete mil metros y nunca nadie a subido a sus cimas.
A las 17.00 estamos de vuelta en el hotel donde paso la tarde descansando y leyendo.
Alas 23.30 estoy dormido.
Hoy el desayuno ha sido temprano y en el he podido tomar Bakwet, una tortita de pan tipica de la region de Bumthang.
A las 10.00 pasamos por Yotong La Pass. En la carretea veo que las mujeres trabajan tambien en las obras. Aqui no hay trabajos exclusivos de hombres o de mujeres; lo que cuenta es si uno puede trabajar en la obra o no.
Poco despues llegamos al Trongsa Dzong. El fuerte de Trongsa siempre ha sido muy importante para el pais. De hecho todos los reyes antes de serlo tienen que haber servido como gobernadores de Trongsa.
En varios templos he notado la presencia de bastante gallo y gallina pero especialmente en este Dzong. Karma me dice que estos animales los han comprado los monjes a gente sin muchos medios economicos para que no se vean obligados a venderlos o comerselos. Los monjes pagan un precio y se quedan con el animal, al cual alimentan y cuidan dentro del templo.
El Dzong de Trongsa es impresionante y todavia mas bonito quedara cuando se celebre la coronacion del nuevo rey el 6 de noviembre. Veo a varios monjes repintando la capilla principal como uno de los preparativos para el gran dia.
A las 13.30 comemos en un bar de carretera. Lo unico nuevo que pruebo es Ti Momo, que es un momo sin nada dentro, es decir, una gran bola de miga de pan cocida. Tambien tomom Nosha Maru, ternera seca con fideos de arroz.
Despues de comer pasamos por el Donte Goemba, el monasterio de un pueblo sin electricidad en Phobgikha Valley. Y es que este valle es lugar de migracion de la grulla de cuello negro proviniente de Tibet. Es una especie en vias de extincion y aqui se le tiene mucho respeto. De hecho, para no interrumpir su migracion anual, los pueblos de este valle no tienen electricidad. En el monasterio veo ensayos de bailes para la celebracion del 6 de noviembre.
Despues, en la carretera, tengo la oportunidad de, por fin, ver a un Yak de cerca! Todavia no es epoca de ver a Yaks porque son animales de frio y solo bajan a altitudes inferiores en invierno. Karma me dice que hemos tenido mucha suerte porque no se ven nunca Yaks en esta epoca del anyo! Salgo del coche para hacerle una foto de cerca, pero nada mas notar mi presencia se va alejando poco a poco. Este animal es desconfiado y puede llegar a ser peligroso. Es como un toro de pelo largo asi que opto por no molestarle mas y contentarme con las dos fotos que le hago.
A las 18.00 legamos a Wangdue, un pueblo que no esta muy lejos de Punakha. Nos instalamos en el Hotel Tashiling Lodge. La cena aqui es esplendida y las vistas desde mi habitacion son impresionantes. Despues de cenar (donde `solo` me dan siete platos para degustar) me voy a la habitacion a descansar y a preparar mi viaje a Japon.
Me acuesto a eso de las 00.00.
A las 08.30 vamos a ver el Ondi Fort Drom Dzong, que esta al lado del hotel.
A las 10.00 entramos en el Dzong de Punakha, que se encuentra en la union de dos rios, el Mo Chhu (rio `madre`) y Pho Chhu (rio `padre`). Este Dzong es el mas grande del pais y la verdad es que es impresionante. Las coronaciones de los reyes se hacen aqui, asi que muchos son los preparativos que se estan haciendo para el 6 de noviembre.
A las 11.30 llegamos al monasterio Chimi Lhakhang, tambien conocido como el Monasterio del Divine Madman (El Divino Loco). Este Divino Loco fue un monje que vivio en el siglo XV y que utilizo metidos muy poco ortodoxos para predicar el Budismo entre la gente. Sus locuras y sus maneras le acercaron mucho al pueblo y desde entonces es un personaje historico muy querido y a quien se le reza mucho. Cuando entras en el monasterio, si lo solicitas, puedes ser bendecido por tres falos de 20 centimetros (uno de marfil, otro de bambu y otro de piedra que representan el falo del propoio Divino Loco). Segun inclinas la cabeza, el monje te toca la cabeza con los tres falos a la vez. El viejo divino al parecer hizo mucho uso de su propio miembro para convencer a muchas incautas y por ello el falo es un simbolo que le representa a el y a la fertilidad. Por esta razon muchas parejas acuden a rezar a este monasterio para que la vida por fin les regale un hijo. En los pueblos aledanyos al monasterio muchas son las casas cuyas paredes estan pintadas con originales penes (ver fotos).
Hoy el monasterio esta lleno de personas mayores que estan efectuando el Nyenay, un retiro espiritual de dieciseis dias en los que no pueden hablar en los dias alternos para asi limpiar pecados. Todos los dias del Nyenay lo pasaran juntos viviendo, rezando, comiendo y durmiendo en el monasterio. La razon por la cual solo hay gente mayor es porque no muchos disponen de dieciseis dias para hacer un retiro de estos. Aunque se pueden hacer retiros parciales de 8, 10, 12 o 14 dias (pero, claro esta, limpiando menos pecados!).
Antes de ascender al monasterio cruzas campos de arrozales y el entrono es muy bonito. Esta zona esta llena de cultivos. Karma me comenta que todo ciudadano tiene derecho a pedir al Estado que se le de un terrero para que pueda cultivar. Y el terreno no es para nada pequenyo! A cada butanes le corresponden cinco acres (unos 20.000 metros cuadrados) de terreno. Este derecho esta como garantia para que todo ciudadano pueda cubrir sus necesidades basicas, no se muera de hambre y como un minimo para ayudar a que sea feliz e independiente.
A las 12.45 comemos en el Village Restaurant cerca de Chimi Lhakhang, donde lo unico nuevo que tomo es berenjena rebozada.
Despues de comer , a eso de las 15.15, llegamos a Thimpu. En las tres horas que estamos tengo la oportunidad de visitar tres sitios que me habia dejado de ver la vez anterior que estuve aqui. Primero vivito la Biblioteca Nacional, que no es muy grande pero que es muy interesante ver como mantiene y guarda los textos budistas. Como particularidad, esta biblioteca tiene el libro mas pesado del mundo segun World Guinness Records (60kilos de libro). Luego pasamos por la Swiss Bakery, una pasteleria donde nos tomamos un par de cafes con bollos. Por ultimo entramos en el Estadio Nacional, ahora de obras, que es donde se efectuaran la mayoria de las celebraciones del proximo 6 de noviembre. Es estadio no es cerrado y las gradas ocupan solo un lado del campo.
A las 18.00 llegamos a Paro y nos instalamos en el mismo hotel en el que estuvimos las tres primeras noches. En el Hotel Jimeling se come estupendamente y en la cena puedo probar por primera vez momos rellenos de queso.
A eso de las 23.00 estoy en la cama.
Hoy se me acabo el suenyo de Bhutan. Los nueve dias han salido caros pero no me arrepiento para nada. Ha sido, con diferencia, el sitio mas interesante de los que he visitado hasta ahora en este viaje. Muchas son las cosas que diferencian a este pais de otros, pero lo que mas me ha gustado es el tremendo respeto que se le tiene al Ser Humano, a los animales y donde en vez del materialismo y de la riqueza, se le da prioridad a otros aspectos de la vida. Su gente es verdaderamente maravillosa y espero volver aqui algun dia y quizas conocer el Este del pais, que es lo unico que no he conocido. Si vuelvo creo que lo hare en invierno donde el cielo esta despejado y se puede apreciar la verdadera magnitud de los Himalayas.
Me levanto a las 06.00 y a eso de las 09.00 despega el avion de Drukair en direccion a Kathmandu. En el vuelo tengo mas suerte que a la ida y el Everest se ve mucho mejor. Volando conozco a Ong, un empresario malayo que me ha recomendado sitios muy chulos de su pais, especialmente en la isla de Borneo.
A las 10.00 aterrizamos en Nepal y lo primero que tengo que hacer es pagar 25 Dolares por un nuevo visado.
Despues de dejar las cosas en el hotel, me voy a la agencia de viajes con la que reserve el vuelo a Japon y pago el billete (1.175 Dolares por el vuelo Kathmandu-Delhi-Osaka-Delhi con Air India).
Aprovecho y mando unas postales y consigo llamar a Madrid y a Londres por solo tres rupias por minuto. La tarde la aprovecho para ver un par de cosas que todavia no he visitado en Kathmandu.
Primero me meto en la Biblioteca Nacional, que es bien bonita, con unos balcones que dan al Garden of Dreams. Es un sitio perfecto para leer y relajarse un par de horas.
De ahi me voy andando a la estupa de Bouddhanath, cerca de Pashupatinath y del aeropuerto. Es una estupa enorme rodeada de edificios muy bonita y relajante. Ademas, puedes subir un par de pisos en la estupa, asi que eso hago y me quedo sentado en su suelo escribiendo un rato.
Dando otro largo paseo hacia el hotel acabo el dia a las 23.00, momento en el que me meto en la cama.
El hotel donde he estado todo este mes es el Hotel Ganesh Himal y lo recomiendo al 100%. Las habitaciones son buenas, el personal es encantador y la comida excelente. Ademas me he gastado menos de 700 rupias por noche, lo cual esta muy bien. Os paso su email por si un dia pasais por Kathmandu: htlganesh@wlink.com.np
Hoy me levanto a las 08.30 y desayuno tranquilo en el hotel.
A las 14.40 vuelo a Delhi y alli me quedare tres noches antes de volar a Japon. No me apetece mucho el plan de Delhi, pero es lo que hay. Pero bueno, como tengo un par de cosas que hacer y sitios que visitar el tiempo pasara volando.
Para salir de Nepal tengo que pagar 1,356 Rupias Nepalies. Vuelo con Jetlite, que esta muy bien.
A las 16.30 aterrizo en Delhi y por 450 rupias indias un taxi me deja en el centro. Voy a un cajero y saco 4000 rupias.
Me instalo en el Hotel R.S.Internacional, en plano Main Bazaar Road. Es un hotel bastante mejor que la media de esta calle y me cuesta, incluyendo impuestos y servicio, mil rupias por noche.
Despues de cenar en Connaught Place me voy a tomar una cerveza al Blues Bar y alli conozco a Jay y a Siddharth con los que me quedo charlando y riendo hasta las 02.00 de la manana. Por cierto, en el Blues Bar, que es un bar sin complejos, sirven whisky DYC!
Delhi no tiene mucha marcha nocturna y el ambiente de este bar es muy bueno y sano.
Me levanto a las 10.00 y me doy un buen paseo por la zona de Connaught Place.
Como en un McDonald`s y me vuelvo al hotel, que hace mucho calor y esta todo cerrado.
La tarde la paso leyenyo, durmiendo, sin hacer nada especialmente productivo. Manana tendre que hacer cosas, asi que hoy es un dia de tranquilidad sin hacer nada! Y, la verdad, viene muy bien.
Me levanto a las 08.00 y de la misma me voy a uno de los dos unicos sitios en Delhi donde puedo comprar el Japan Rail Pass de Japon. Este billete se parece mucho al InterRail europeo y es fundamental si viajais por Japon ya que alli los trenes son carisimos y con el JR Pass os podeis ahorrar mucho dinero. Los pases son de 7, 14 o 21 dias y no se pueden comprar en Japon, asi que tenedlo en cuenta! Los 21 dias de JR Pass me cuestan 57,700 yenes (370 Euros).
Despues me doy un buen paseo por Nueva Delhi y llego al Ghandhi Smriti, el memorial dedicado a Mahatma Gandhi, que es donde vivio sus ultimos dias y donde le asesino un radical hindu el 30 de enero de 1948. La verdad es que Nueva Delhi no tiene mucho que ver, asi que este sitio merece la pena. Aqui podeis ver los ultimos pasos que dio Gandhi desde su habitacion hasta que le asesinaron. La habitacion donde dormia te da una idea de la vida tan austera que vivia este personaje. Ademas el sitio tiene mucha informacion sobre su vida y sobre la Historia receinte de la India.
De ahi me cojo un taxi que me deja en el Lotus Temple, que es la casa espiritual de la religion Bahai, que enfatiza la union espiritual de toda la Humanidad. Hoy esta cerrado al publico pero es mi ultimo dia aqui y me conformo con ver el edificio por fuera. La verdad es que es muy impresionante ver este edificio tan original con la forma de una flor de loto. Esta un poco alejado del centro asi que aseguraros antes de ir de que no sea lunes porque, si no, os encontrareis con las puertas cerradas. Pero aunque solo sea por fuera, merece la pena verlo.
A las 17.30 me voy al cine, Grandes cosas me habian contado de la experiencia del cine en la India, donde la gente llora, rie, grita, se pelea, cocina y baila durante la pelicula. Iba con la intencion de ver todo esto y por eso elegi la pelicula del momento (Rock On!). Pues bueno yo creo que lo hice mal por dos razones. Por un lado era un cine demasiado fino de Connaught Place (PVR Rivoli) y la gente era mas pija de lo normal. Por otro lado la peli era buena, de calidad. Yo me esperaba una pastelada de Bollywood con el publico chillando y quizas haciendo barbacoa, pero fue como ir a ver una peli a la Filmoteca de Atocha! Asi que la experiencia del cine me salio rana. La proxima vez me cerciorare de que la peli es mala y hortera y la vere en el cine mas cutre de todos. Chicos, apuntad el dato por si os animais a ir al cine en India. Suerte!
A eso de las 22.00 estoy en la cama leyendo y no tardo mucho en dormirme.
Hoy me levanto a las 08.00 y dedico la manana a escribir y a leer. Luego me voy a comer a Connaught Place y pago 1110 rupias por mandar 3 kilos de libros a casa.
De ahi me voy a internet, que hacia mucho que no me metia y actualizo un poco mi querido blog.
A las 20.30 me recoge un taxi que me deja en el Aeropuerto Internacional Indira Gandhhi.
Hoy vuelo a Japon y esoy muy ilusionado. Ya estuve aqui hace cuatro anyos y conozco Tokio, Fuji y Kioto, asi que en este viaje le dare prioridad a otros sitios.
Nada mas facturar la mochila me dicen que el vuelo se retrasa cuatro horas y media. Durante la espera conozco a una pareja de Kioto que me indica como puedo hacer para subir a la cima del Monte Fuji, pero me lo desaconsejan porque es fuera de temporada y es peligroso. Yo creo que son demasiado cautos estos japoneses asi que apunto bien lo que tengo que hacer y no me quito la idea de la cabeza de subir a la cima de Japon.
Al final no salimos de Delhi hasta las 04.30 y encima tenemos que parar dos horas en Hong Kong, sin poder salir del avion, para recoger a mas pasajeros. Lo unico bueno de todo esto es el aterrizaje a Hong Kong, que es muy bonito. Pero bueno, no ire a Hong Kong hasta dentro de un mes, asi que ahora a concentrarse en el Pais del Sol Naciente!
Con el retraso del vuelo, la parada estrategica de Hong Kong y la diferencia horaria aterrizamos en el Aeropuerto Internacional de Kansai (KIX) a las 17.30! No tengo Yenes y no he reservado hotel en Osaka, pero empiezo a sentirme a gusto con la improvisacion. El Aeropuerto de Kansai es impresionante y es un buen reflejo de lo que son capaces de hacer los japoneses. Todo el aeropuerto esta construido en una isla artificial creada para tal efecto. KIX sirve de aeropuerto para toda la region de Kansai, que incluye ciudades como Osaka, Kioto y Kobe o Nara.
En inmigracion me inspeccionan todo mi equipaje durante mas de media hora. Me doy cuenta de que soy el unico pasajero con pinta de mochilero, pero que le vamos a hacer!
Algo maravilloso que tiene Japon son las oficinas de turismo. Hay una por lo menos en todas las estaciones de ferrocarril y en los centros de las ciudades. Ademas tienen mapas y mucha informacion sobre hoteles para todos los bolsillos y te suelen ayudar a hacer las reservas.
Saco 50.000 yenes (el Yen esta a la par con la antigua Peseta, asi que con un Euro te dan 166 yenes). Llamo a un Youth Hostel y reservo para esta noche y las proximas dos.
En el mismo aeropuerto valido el Japan Rail Pass que compre en India, asi que a partir de hoy en las proximas tres semana no pagare nada por los trenes que utilice de Japan Rail. Japan Rail es el equivalente a RENFE, pero que funciona mucho mejor. Tienen oficinas en todos los sitos imaginables, el personal es simpatico y eficiente y ademas cuentan con la mejor infraestructura de trenes del mundo.
El tren a Osaka es un espectaculo y me encanta ensenyarle el pase al revisor y no tener que pagar nada!
En Osaka me instalo en el Shin Osaka Youth Hostel que es bastante centrico, solo cuesta 3,300 yenes por noche, las vistas desde la habitacion (compartida) son impresionantes y el personal es amable (www.osaka-yha.com/shin-osaka). Lo unico malo es que a las 23.00 cierran las puertas y, o estas dentro, o duermes fuera. Ademas, de 10.00 a 14.00 no puedes estar en la habitacion. Estos dos detalles son un verdadero conyazo, asi que tenedlos en cuenta, pero por lo demas, el hostel es cojonudo.
Despues de instalarme me doy un banyo japones en el hotel (otra cosa buena de este hostel), me doy una vuelta y me voy a la cama prontito para aclimatarme a la diferencia horaria.
Me levanto a las 8.15 y a las 9.00 estoy fuera.
Me doy un buen paseo hasta la zona de Humeda para ver de cerca el edificio Humeda Sky Building. El edificio esta compuesto por dos torres de 173 metros que estan unidas arriba por un observatorio de 360 grados. Como las vistas desde arriba son mas impresionantes de noche decido volver luego. De todas maneras el complejo es muy interesante. En el sotano hay una replica de un pueblo de la era Showa lleno de restaurantes y de tiendas. Se llama Takimi-Koji Alley y merece la pena echarle un vistazo. En el edificio veo una exposicion de minuaturas realmente curiosa (www.sf-dig.co.jp) cuya entrada me cuesta 500 yenes.
Al salir del Humeda Sky Building me doy una vuelta por el barrio de Humeda, que esta lleno de tiendas y de restaurantes. Me meto en la HEP Five Ferris Wheel, una noria desde la cual las vistas del centro de Osaka son estupendas (500 yenes).
Humeda y la estacion de tren de Osaka estan en una zona que se llama Kita, que esta dedicada principalmente a los negocios. Asi que, aparte de alguna tienda y de varios edificios bonitos, no hay mucho mas que ver.
Sigo en direccion Sur hasta la zona de Nakano-shima que es una isla que esta entre los rios Dojimagawa y Tosaborigawa. En esta isla esta el edificio del Ayuntamiento, el cual esta rodeado por aspersores de agua que hacen mas agradable el paseo por las calidas calles de la ciudad.
Recorro la isla entera para luego entrar en la Osaka Securities Exchange, que es la Bolsa de Osaka. No tiene nada especial de interes para la mayoria de la gente, asi que no suele recibir visitas, por lo que si os pasais series bien recibidos. No tiene mucho que ver, la verdad. Desde los anyos ochenta la contratacion de valores es electronica, pero aun asi me ha gustado verla. Tengo como tradicion intentar ver la Bolsa la ciudades que visito. Para ver video: http://www.youtube.com/watch?v=Cg9zsvSFhgo
Despues me tomo un sandwich en una plaza al lado del Parque del Castillo de Osaka. Llevo toda la manana andando asi que, nada mas llegar al parque, me echo una siesta de una hora en un banco.
De ahi me voy al hostel donde me doy un banyo japones. Despues vuelvo al Humeda Sky Building a ver Osaka de noche. La entrada cuesta 700Y y las vistas son impresionantes. La subida tambien es espectacular. Primero coges un ascensor hasta la planta 35 y una vez alli subes por una escaleras mecanicas suspendidas entre las dos torres que te deja en la planta 39 de enfrente!
Para cenar me tomo un buen plato de sushi por 1.500Y en un restaurante al lado del hostel.
En el hostel estoy a las 21.00 y me quedo charlando con otros viajeros hasta las 01.00. Como ya he comentado ayer, lo malo de este hostel es que tiene toque de queda a las 23.00, lo que obliga a todos los viajeros hacer vida social en los espacios comunes. Asi que algo bueno tiene!
Me levanto a las 9.15 y me pongo a hablar con mi companyero de habitacion, un ingeniero aleman que lleva dos anyos dando la vuelta al mundo. Me empieza a hablar de Corea porque ha estado alli dos veces y hoy mismo se vuelve. Yo no tenia planeado visitar a Corea en mi viaje pero segun me iba hablando del pais se me iba levantando la ceja. Me despido de mi companyero y de la misma me voy a una libreria y me compro una guia de Corea. Le echo un vistazo y, haciendo uso de esa libertad de la que todo buen viajero deberia disponer, me voy derechito a la estacion de ferris y compro un billete de ida y vuelta a Busan (Sur de Corea). Es increible que solo pasaran un par de horas desde que hablara con el aleman hasta que tener el billete a Corea en las manos. Me encanta haber hecho esto, no se que tal sera Corea, pero alli viven 50 millones de Coreanos, asi que algo tendra que tener! El 1 de octubre lo descubrire. Lo bonito de viajar es no perder la curiosidad y la espontaneidad, asi que desde ahora anyado un pais mas en mi querido viaje.
El billete de ida y vuelta en ferri a Busan me cuesta 24.320Y (unos 150 Euros). El viaje en barco durara 18 horas, asi que espero que sea divertido! Estare en Corea del 1 al 8 de Octubre.
La zona portuaria de Osaka merece la pena comentarla. El puerto de Osaka es enorme y tiene una nueva zona de negocios alrededor de la Cosmo Tower. La zona me recuerda a los comienzos de Canary Wharf de Londres. Incluso tambien tiene un monorail que recuerda mucho al DLR de Londres.
De ahi me voy al Acuario, que pilla muy cerca y que merece la pena una visita (2000Y). Es el acuario mas grande del mundo y en el podeis ver, entre muchas otras especies, al tiburon ballena. La parte que mas me ha gustado es la dedicada a los animales abisales, que tienen unas formas que parecen sacadas de alguna peli. Lo unico malo de la visita es que hay demasiada gente.
Desde el Acuario decido ir andando al centro en uno de mis conocidos e interminables paseos. Durante la marcha veo la zona del puerto y el sur de Osaka y paso por debajo del nudo Tempozan, donde se cruzan no menos de 10 carriles de coches a diferentes niveles. Impresionante!
A las 18.15 estoy en el hostel y me doy mi banyo japones diario.
A las 19.00 me voy a cenar con Paula, a quien conoci ayer. Es una argenina de familia japonesa que, gracias a su procedencia nipona, esta disfrutando de una beca de estudios en Okinawa. Ahora esta viajando por Japon aprovechando las vacaciones en la Universidad.
Cenamos en un restaurante espanyol al lado de la estacion de Osaka. El sitio se llama `Luz` y es de broma. No solo es carisimo, sino que ademas se inventan los platos. Por ejemplo, los huevos con chorizo los hacen con salchichitas frankfurt y ademas, al loro, le ponen pepino. Con dos cojones.
Despues nos vamos al Bar Bee a tomar un par de copas, pero se nos hace tarde y no podemos volver al hostel, asi que pasamos la noche en la discoteca de moda de la ciudad, el Grand Cafe (2500Y por persona con una bebida). Para ser el sitio `guay` se Osaka, la verdad es que no vale casi nada. Solo ponen musica Hip Hop y R&B que, casualmente, son las musicas que menos me gustan. Lo unico bueno es que las bebidas estan a buen precio (500Y por una cerveza).
Nos quedamos en el Grand Cafe hasta que cierran y de la misma nos vamos al hostel el cual ya tiene las puertas abiertas.
Me levanto a las 10.00 y mi mision hoy es cambiarme de hotel. No me quedaba otra alternativa porque en el hostel no tenian cama para esta noche pero de todas maneras lo del toque de queda me toca un poco las pelotas. Ayer llame a un hotel capsula y reserve para hoy.
El Hotel Capsule Inn (cerca de la estacion de Osaka) es el primer hotel de este tipo que aparecio en el mundo y es toda una experiencia. Por 2600Y duermes en un nicho de 1X1X2 metros con T.V., radio y luz para leer. Y por 700Y mas puedes utilizar la sauna/onsen que tienen en el edificio y que realmente espectacular.
La aventura del hotel capsula es como para no perderselo. Solo es para hombres pero los hay tambien mixtos. La gente que suele ir son o hombres de negocios que estan solo una noche en la ciudad o gente que ha perdido el utimo tren y se tiene que quedar en el centro. La idea me parecia claustrofobica al principio, pero la verdad es que en el nicho no se esta nada mal. Pero si eres jugador de baloncesto o medianamente alto, busca otro sitio.
Una vez instalado como un plato delicioseo de sushi por solo 1000Y. Despues me doy un paseo por Humeda y por la estacion de Osaka.
Acabo el dia en la sauna del hotel, sin preocuparne por nada mas que irme de un jacuzzi a otro. Que vida mas perra!
Hoy me levanto a las 09.15. Saliendo del hotel veo colas de gente esperando a que abran los Pachinkos (salas de maquinas traperras). Entre los ludopatas ves a gente de todo tipo y condicion y la verdad es que da pena ver como pueden haber esas colas para entrar. Ademas las expresiones de la gente indican mucha impaciencia y ansiedad.
Me voy directamente a la estacion de Osaka y reservo billete de tren a Hiroshima para manana.
Despues me doy un paseo por el barrio de Kita, cruzo la isla de Nakanoshima, paso por el barrio del mismo nombre para llegar al elegante barrio de Minami. Sus calles tienen todas las tiendas de las grandes firmas y las aceras son anchas, por lo que es agradable pasear.
De ahi me voy a ver el Organic Building, que es un edificio con cientos de macetas enormes colgadas de sus muros. En el edificio no se puede entrar, pero merece la pena pasar y verlo por fuera.
Despues voy en direccion Sur unos minutos y acabo en el barrio de Amerika Mura, donde hay mucha tienda de ropa alternativa y, como no, mucho alternativo. Me receurda un poco a Chueca pero con menos coches y todavia mas tiendas. Amerika Mura tiene tambien mucho bar, restaurante y clubs, pero lo que llama la atencion es la cantidad de Love Hotels que tiene. Los Love Hotels son hoteles cuyas habitaciones alquilas por horas si has tenido suerte en la discoteca. La discrecion es maxima y no ves a ningun empleado. Se elije la habitacion presionando el boton de la habitacion cuya foto/precio mas te gusta. Todos tienen nombres sexys` y estan decorados casi como parques tematicos.
Al lado de Amerika Mura esta el puente de Ebisu Bashi, que cruza el canal Dotombori. Ebisu Bashi esta lleno de carteles, anuncios y paneles de publicidad. Parece que no hay ni un solo centimetro cuadrado que no haga un llamamiento a tu espiritu comprador. Los rios de gente son impresionantes pero he leido que cuando de verdad impresiona es de noche, asi que luego volvere.
Sigo en direccion Sur y cruzo el barrio tecnologico de Nipponbashi, que esta lleno de tiendas de ordenadores, DVD`s, videojuegos y fotografia. Al final llego a la Torre Tsutenkaku, que esta cerca de mi destino, el Spa World.
Spa World presume de ser el Spa mas grande del mundo. Bueno, no se si sera verdad, pero desde luego es enorme. Yo estuve tres horas y me quedaron dudas de si lo vi todo o no. Esta dividido en dos plantas enormes (una para hombres y otra para mujeres) que se alternan todos los meses porque, por lo visto, tienen cosas diferentes. La parte comun es la planta de arriba, que es una piscina cubierta enorme en forma de aro por la cual la gente da vueltas andando indefinidamente como verdaderos automatas! Me ha gustado el Spa World y ademas solo me ha costado 1000Y entrar. Lo malo es que hoy es domingo y habia demasiada gente. Lo bonito de ver es como la cultura de las aguas termales esta impregnada en la vida japonesa y como los chavalillos desde pequenyos ya acompanyan a sus padres y tios a este ritual tan sano.
Justo al lado del Spa esta el Festival Gate, que parece un parque de atracciones con una montanya rusa que pasa por dentro de un edificio. Hoy esta cerrado.
De ahi me voy al hotel donde me echo una siestecita en mi capsula.
Despues vuelvo a Ebisu Bashi para verlo de noche. La verdad es que es impresionante y la luz de sus neones recuerda mucho a Piccadilly Circus. Para ver video: http://www.youtube.com/watch?v=A8VTTIqY9IA
Despues entreo en un ciber cafe y la experiencia es totalmente diferente a la que he vivido hasta ahora en un ciber. El precio es caro, unos 400 yenes por hora pero abren las 24horas y estan montados a todo plan. Puedes elegir usar el ordenador en habitacion comunal o tener tu propio despacho. Las bebidas estan incluidas en el precio. Aqui pasa la noche mucha gente joven: unos leyendo mangas como locos, otros enganchados a videojuegos unidos a internet, otro como yo actualizando su blog. Incluso es una alternativa al hotel, puesto que tambien cuentan con salas de relajacion (y de rayos UVA). Lo dicho, es para verlo!
A las 00.00 estoy en mi capsula durmiendo.
Hoy me levanto a las 06.15 y cojo el tren Shinkansen a Hiroshima. Este tren es el famoso `tren bala` japones y la verdad es que es excelente: puntual, limpio, amplio y rapido. Ademas, esta incluido en el JR Pass! Tarda una hora y media en llegar a Hiroshima.
Quedo con Paula en la estacion y nos instalamos en el Ryokan Mikawa, que esta muy cerca de la estacion de tren. Aqui duermes en futon y la habitacion doble cuesta 6000Y.
De alli cogemos un tren de cercanias al puerto para luego coger un ferri a la Isla de Miyajima. Esta isla es muy pateable y bonita y, si pasais por HIroshima, no os la podeis perder.
La atraccion principal es el Santuario Itsukushima (segunda mitad del siglo VI, pero reconstruido en el siglo XII). A 200 metros, en el mar, esta la Gran Puerta (Torii), que es uno de los simbolos de Japon. Esta isla era considerada sagrada en el pasado y la gente comun no la podia pisar; de ahi que el Santuario tenga forma de embarcadero.
La isla esta llena de ciervos. Este animal tradicionalmente ha sido considerado como un mensajero de los dioses e, incluso ahora, goza de estatus de tesoro nacional.
De ahi nos vamos al templo Den-Daishoin, que esta rodeaso por todavias mas templos. Aqui los jardines son espectaculares y hay multitud de estatuas de pequenyos budas.
Despues comemos fideos con ostras. Hiroshima es conocida por sus ostras pero, la verdad, me quedo con las del Mercado de la Piedra de Vigo (Galicia Calidade!). Japon es un pais donde todo producto del mar es esquisito, pero en cuanto a las ostras creo que les ganamos!
Mas tarde hacemos una visita al Santuario Toyokuni, que fue construido en el siglo XVI para consolar las almas de los muertos en las guerras. Tiene una pagoda de cinco plantas y un salon (Senjokaku o `salon de los mil tatamis`) donde nos echamos una buena una siesta para bajar la comida.
En Tokoyuni conocemos a Pablo y a Carlos, dos hermanos de Vigo a quienes desde aqui mando un fuerte abrazo. Pablo, companyero, a ver si te animas y coincidimos en algun sitio exotico dentro de unos meses!
Despues volvemos a Hiroshima y nos instalamos en el Ryokan.
Por la noche nos damos un paseo por los alrededores del hotel en direccion hacia centro de la ciudad. Pero hoy es festivo y todo esta cerrado. Y que se festeja? Pues el dia del respeto a las personas mayores! Bonito, verdad?
Hasta manana.
Paula se ha ido pronto por la manana y yo me levanto a las 09.45. Desayuno tranquilito en la estacion de tren.
Hoy vamos a Fukuoka, nuestro primer destino de la isla Kyushu, al sur del pais. De Hiroshima me dejo todo el memorial de la bomba atomica, que vere cuando pase por aqui otra vez dentro de una semana.
A las 13.00 el Shinkansen llega a Fukuoka. Esta ciudad tambien tiene el nombre de Hakata. Fukuoka y Hakata eran ciudades distintas pero, a base de crecer, se acabaron uniendo. Ahora son la misma ciudad pero siguen utilizando los dos nombres (por ejemplo, la estacion de tren es de Hakata, pero el aeropuerto de Fukuoka).
A las14.00 quedo con Paula (ella ha ido en bus). Por lo que hemos leido, la ciudad no nos llama demasiado la atencion asi que nos vamos directamente a Nokonoshima, una pequenya isla en frente de Fukuoka de solo 10km de circunferencia y que es famosa por sus campos de flores. En esta epoca del anyo no se ve mucha flor, peso iremos a su playa y acamparemos alli (por fin estrenare mi tienda de campanya!). Para llegar pillamos un bus desde la estacion de tren de Hakata y en 40 minutos estamos en la terminal de ferris (bus 420Y). De ahi cogemos un barco que tarda diez minutos y que cuesta 220Y. La gente del camping nos recoge cuando llegamos al embarcadero.
El camping nos cuesta 1000Y por persona y esta en la misma playa. Montamos mi tienda de campanya, cuyo nombre es "minima" y que, segun sus especificaciones, es para dos personas. En fin, no sabemos si se refiere a dos gnomos, dos ninyos, dos veteranos de guerra sin piernas o dos anorexicas. Tampoco sabemos si tenemos que dormir encima de las mochilas o debajo. Pero bueno, me quejare a la tienda cuando vuelva a Madrid...
Nos damos un paseo por la playa y las vistas a la costa de la ciudad, con su Torre Fukuoka, son muy chulas. En la playa nos acompanya una veintena de adelolescentes japoneses. Segun Paula todos los japos que van a la playa hacen siempre lo mismo: llegan, se instalan en los bungalows, comen barbacoa y acaban el dia encendiendo fuegos articifiales. Y, en efecto, es lo que acaban haciendo.
A las 00.30, despues de cenar y de tomarnos una cervecita con pulpo seco para picar, nos metemos en la tienda (con mochilas fuera!).
Hoy empiezo mi cuerto mes de viaje. Todavia me custa asimilar lo mucho que he hecho y aprendido en este trimestre. Pues nada, solo me quedan 9 meses mas!
Nos levantamos a las 09.00. Esta lloviendo un poco y se respira una gran tranquilidad en la playa. No hay casi nadie y se esta estupendamente.
A eso de las 12.00 volvemos a Fukuoka. Paula se coge el bus a Nagasaki y yo cojo el tren. La linea Shinkansen acaba en Hakata, asi que esta vez tengo que coger un Kamoma, que para nada es tan rapido como el tren bala (tarda 1h 50m en llegar a Nagasaki), pero por dentro esta de lujo.
Quedo con Paula a las 15.30 y nos instalamos en el Hostel Akari. Es un buen hostel que cuesta 6000Y por habitacion doble y que es muy recomendable (Akari International Hostel akari@nagasaki-hostel.com). Ademas tiene internet gratuito que, para Japon, es bien raro.
Aprovechamos la tarde dando un paseo por el centro, viendo Chinatown, tomando unos Takoyakis (buenisimas bolas de pulpo) y cenando sushi con Susan, una gestora de carteras de la City que lleva 55 semanas de viaje. Es maravilloso como viajando se conoce a gente tan interesante y curiosa!
Despues, dando un paseo por la orilla del rio Nakashima-gawa, vemos los diez puentes de piedra del siglo XVII que lo cruzan. El mas famoso es el Megane Bashi, que tambien lo llaman el "puente gafas" por el reflejo que dan sus dos arcos en el agua. Si os digo la verdad, a mi me parecio un puente y punto.
Hoy nos levantamos a las 08.30 y cogemos un tranvia que nos deja en la "Zona de la Paz". El tranvia de Nagasaki es sencillo, manejable, con mucha frecuencia y barato (100Y por trayecto).
Como sabeis, aqui cayo la segunda bomba atomica arrojada sobre una poblacion el 9 de Agosto de 1945 matando a 75.000 personas en segundos (y miles de personas mas en los sucesivos meses y anyos). La zona donde callo la bomba esta llena de memoriales y recuerdos de este acontecimiento tan monstruoso. Alli vemos:
-Heiwa-Koen o "Peace Park": este parque esta lleno de esculturas donadas por diferentes paises en pro de la paz y la reconciliacion entre los paises y sus pueblos.
-Atomic Bomb Hypocenter: el sitio exacto donde callo la bomba y que donde ahora hay un monolito negro.
-Atomic Bomb Museum: Este museo ensenya todo lo relacionado con el final de la Segunda Guerra Mundial, el lanzamiento de la bomba "Fat man" y los intentos en la posguerra por un desarme nuclear entre los paises (y su fracaso). Esta muy bien como la exposicion no utiliza un victimismo facil. Y es que tambien explica como Japon comenzo a inicios de los anyos 40 una politica imperialista y hostil que contribuyo a un agravamiento de la Guerra. Ciertas partes del museo son muy emotivas y con imagenes bastante explicitas, pero pasar por aqui es una buena terapia y una experiencia enriquecedora.
-Memorial Hall para las vistimas de la bomba atomica, que tiene un disenyo circular muy bonito, y que esta justo al lado del museo.
-Urakami Cathedral: catedral carbonizada el dia de la bomba que se reconstruyo en los anyos 50. Como catedral no vale mucho, pero hace gracia ver una catedral catolica en Japon. Pero es precindible si vais con prisa.
Mas tarde volvemos al hostel a recoger nuestras mochilas y de la misma nos vamos a la estacion de autobuses. Paula se vuelve a Okinawa, pero quedaremos alli dentro de unas semanas (nos veremos en Oki, mi querida amiga!)
Yo me dirijo a la zona volcanica de Aso-san (zona central de Kyushu). Tras varios cambios de tren llego a las 19.00. Me instalo en el Aso Youth Hostel (a 15 minutos de la estacion de tren de Aso). El hostel no esta mal, cuesta 2500Y por noche y comparto dormitorio con un sueco y un americano.
Hoy ha empezado a llover fuerte y me dicen en el hostel que se acerca un huracan bastante grande y que llegara manana. Asi que lo mas probable es que me quede encerrado en el hostel todo el dia.
Me levanto pronto y a las 09.00 estoy fuera. Quiero aprovechar el dia lo maximo antes de que se fastidie.
Pero hace un dia maravilloso! Quien me comento ayer eso de que el huracan vendria hoy, un arquitecto (que no meterelogo) aleman, me dice que el huracan se ha ido directamente a Tokio. Asi que ha habido suerte y dispongo del dia entero para conocer Aso-san.
Aso-san es una gigantesca caldera volcanica de 128km de circunferencia, lo que le convierte en uno de los mayores crateres del mundo. Todavia esta activo (ultima erupcion en 1979) y, a pesar de todo, su interior alberga pueblos, carreteras y de todo. La zona peligrosa, no obstante, es la del crater Naka-Dake, a varios kilometros del hostel.
El interior de Aso-san lo rodea una linea de autobus circular, por lo que es muy facil moverse. Cojo el bus a Kusasenri (470Y) y en el trayecto veo el Volcan Komezuka, cubierto de cesped, que tiene una forma ovalada perfecta.
En Kusasenri me meto en el Aso Volcano Museum y me doy una vuelta por los dos lagos de Kusasenri, que se formaron encima de en un antiguo crater. El tiempo es esplendido y las vistas son geniales. Se ve de el humo que sale del crater Naka-Dake, que es a donde me voy dirigiendo desde los lagos.
A unos 200 metros de la cima del Naka-Dake el camino esta cerrado. Hoy el humo que sale del crater es demasiado toxico y no dejan subir a nadie. Una verdadera pena, pero que le vamos a hacer!
De ahi me doy una buena caminata de tres horas en direccion al hotel. En el camino no me cruzo absolutamente con nadie y la sensacion de tranquilidad y de libertad es increible. Me siento totelmente feliz de estar aqui, en un sitio tan especial rodeado de volvacos y me encantaria que mi gente estuviera aqui conmigo disfrutando de este momento.
Las tres horas de paseo han servido para que piense un poco sobre mi viaje y haga un pequenyo cambio: voy a retrasar mi salida de Japon unos quince dias para poder visitar Okinawa y Hong Kong. Lo malo es que el cambio de billete no lo puedo hacer por telefono y tendre que ir a Osaka a hacer la gestion.
La primera persona con la que me cruzo es Jeff, un americano amante del senderismo que tambien viaja por el mundo y mi compi de habitacion. Juntos caminamos otro par de horas hasta llegar al hostel.
Despues de comer algo, nos vamos al Onsen Yume-No-Yu, que es cojonudo y que solo cuesta 400Y. Chicos, no podeis estar en una caldera volcanica de Japon y no ir a un onsen (creo que aqui esta tipificado como delito).
Estamos de vuelta en el hostel a eso de las 20.00, cenamos algo y nos quedamos charlando y riendo hasta casi las dos de la manana con Lukasz, un disenador de moda polaco que es nuestro nuevo companyero de habitacion. Y, como no, consigo el equivalente a "molamos que no veas" en polaco ("Jestesmy Zajebisci" algo asi como "somos jodidamente guay").
Pues eso, Jestesmy Zajebisci y hasta manana!
Me levanto a las 08.30 y mi proximo destino es Beppu, "ciudad de los onsen (aguas termales)".
Llego a Beppu a las 11.30 y me instalo en el Hotel Annex Matsumi, justo al lado de la estacion de tren (3000Y).
Salgo del hotel y despues de casi dos horas de paseo por la costa llego al Beach Sand Bath, un onsen que da al mar. Por 1000Y te entierran en barro caliente durante quince minutos y luego puedes quedarte en las aguas termales el tiempo que quieras. Ya lo habia leido en algun lado y es verdad, aqui al aguas termales son mucho mas calientes de lo normal.
Despues dirijo mis pasos al barrio de Kannawa donde hay mas de una docena de Jigotus (parecidos a los onsen, pero que se parecen mas a parque tematicos). El barrio de Kannawa refleja mucho como es la ciudad de Beppu. A mi gusto no es una ciudad bonita y carece de interes. Ha sabido aprovechar el tema de las agus termales conviertiendose en una especie de circo hortera. El banyo de barro de la manana ha estado muy bien y ha sido una experiencia nueva, pero ningun otro onsen o jigoku me ha llamado la atencion lo suficiente como para entrar.
Asi las cosas, solo me queda hacer una cosa por la que Beppu es conocida y de la que tengo muchas ganas de hacer desde que aterrice en Japon. A las 20.00 tengo reservada una mesa en el restaurante Fugu Matsu. Me tomo un menu de degustacion de Fugu (Pez Globo) en el que pruebo:
-Kimoae: mezcla de piel, carne e higado de fugu con poco de limon. Absolutamente espectacular.
-Plato de sashimi: me gustan mas otros sashimis, pero el kimoae que le ponen a la salsa de soja hace que sepa de maravilla.
-Chili: que te vas haciendo tu mismo en el fuego de la mesa. Van echando verduras, campinyones y carne de fugu en una olla con agua, los dejas unos minutos en el agua y te los vas comiendo poco a poco mojandolo en salsa de soja con kimoae.
-Zousi: cuando ya ha pasado un rato y te has comido casi todos los vegetales, al agua que va quedando le echan huevo y arroz, para asi convertirlo todo en una sopa deliciosa.
La cena me ha encantado. Ha salido por 8090Y incluyendo una cerveza Asahi.
Antes de salir charlo unos minutos con el cocinero y me cuenta que para que el veneno del fugu no llegue a la mesa, hay que limpiarlo muy bien en agua. El Pez Globo es conocido porque todos los anyos se lleva la vida de alguna persona. Su veneno es muy letal y por eso comerlo puede ser peligroso si no se le quita el veneno. El cocinero me dice que las muertes suelen darse en aficionados a la pesca que atrapan algun fugu y que se lo comen su propia casa sin saber limpiarlo bien. Me compara a las muertes por comer setas envenenadas y me dice que, con un minimo de precaucion, no pasa nada por comer Fugu. Tambien me comente que eso de que algunos restaurantes dejan un poco de veneno a proposito para que a los clientes les afecte parcialmente su sistema nervioso pero sin matartes son historias.
La cena me ha gustado mucho. Yo no he sentido nada anormal (y tampoco deberia). El fugu me ha sabido exquisito (en especial el kimoae). Aunque, al precio que he pagado, creo que no lo volvere a comer en este viaje.
Al salir del restaurante me meto en el World Sports Bar Small Eye y, sin conocerme de nada, el camarero me invita a las dos cervezas que me tomo! El ambiente del bar es bueno y esta lleno de estudiantes de todo el mundo de la Asia Pacific University. Estan todos borrachos como perras.
En el bar me dan de picar pulpo crudo con salsa de wasabi (a modo de tapita, muy bueno).
A las 23.00 estoy en el hotel.
Me levanto a las 8.00 y a las 9.00 cojo un tren en direccion Usuki. A 5 km de esta pequenya ciudad se encuentra un impresionante complejo de estatuas de piedra de Buda de mas de mil anyos de antiguedad.
El sitio lo componen varias cuevas con estatutuas milenarias de Buda excarvadas en sus rocas, siendo la mas famosa la estatua Dainichi-Yama. Este sitio esta rodeado por un bosque de bamboo y esta considerado como Tesoro Nacional. Pasear por aqui es un delicia. Uno siente el poder spiritual del sitio y la leve lluvia que acompanya no hace mas que acentuar esa sensacion. Pero Usuki no tiene nada mas interesante aparte de esto, asi que luego me vuelvo a Beppu a recoger mi mochila y de la misma cojo un tren en direccion a Hiroshima.
En el trayecto dejo finalmente la isla de Kyushu, donde he pasado esta ultima semana, y entro en Honshu, la isla principal del pais.
Llego a Hiroshima a las 16.15 y me instalo en el mismo hotel de hace una semana (Ryokan Mikawa, que me cuesta 3500Y por noche).
Hoy estoy un poco cansado despues de los 5km de ida mas los 5km de vuelta desde Usiku hasta las estatuas, asi que la tarde la paso en el hotel leyendo y escribiendo.
Japon me esta encantando y de momento solo le saco tres “peros” al pais:
Me levanto a las 7.30 y me voy al complejo de la bomba atomica.
En Hiroshima callo la primera bomba atomica el 6 de agosto de 1945 matando a unas 150.000 personas el dia de la bomba y durante los cinco meses porteriores. El sitio es extremadamente emotivo, quizas mas que Nagasaki.
Lo primero que veo es el A-bomb Dome, un edificio cuya estructura aguanto la bomba y que todavia sigue levantada como testigo de lo que paso alli. Es resto de los monumentos y sitios de interes estan en el Peace Memorial Park:
Despues dirijo mis pasos hacia la estacion de tren paseando por la calle principal de la ciudad, Heiwa-Odori (boulevard de la paz).
A las 14.00 cojo el tren Shinkansen que me deja en Osaka a las 15.30. Me instalo en el mismo hotel capsula donde estuve anteriormente. Me cuesta 3300Y por noche, con un fantastico onsen/sauna incluido.
De la misma me voy a la agencia de Air India y retraso mi salida de Japon dos semanas. Tambien compro un billete de ida y vuelta a Hong Kong por 52.700Y.
De ahi me voy a una agencia de viajes (H.I.S.) y reservo un vuelo de ida a Hanoi (Vietnam) para el 26 de octubre, que me costara 61.720Y.
Saco 50,000 de un cajero. Por cierto, sacar dinero con una tarjeta de credito/debito extranjera es muy dificil. Y ademas aqui funcionan principalmente con efectivo. Los mejores sitios para sacar dinero son Citibank y los cajeros automaticos de las oficinas de correo (Japan Post, normalmete cerca de las estaciones de tren).
De ahi me doy un paseo hasta el hotel capsula en cuyo onsen paso dos horas. Acabo el dia en el ciber cafe y a las 01.30 estoy en la cama.
Me levanto a las 8.30 y de la misma me voy al Citibank a sacar otros 50.000Y. Hoy es festivo en el pais por ser el Equinocio de Otono. No hay muchas cosas abiertas, asi que paso el dia en el ciber, escribiendo en el blog, consiguiendo visado electronico para entrar en Camboya, preparando el viaje a Papua Nueva Guinea, reservando hotel en Hong Kong, contestando emails pendientes…(Que dura es la vida del viajero!)
Despues de unas cuantas horas delante del ordenador, paso en el onsen del hotel un par de horas y luego me voy a la cama.
Hoy cumplo cien dias de viaje!!! Y madre mia como pasa el tiempo!
Me levanto a las 9.00 y me voy a Air India a pagar el vuelo a Hong Kong y cancelo la vuelta a Nueva Delhi programada para el 26 de octubre. Tambien paso por la agencia H.I.S. y pago el billete a Vietnam.
Dando un paseo me voy al Castillo de Osaka (600Y). Es lo unico que me quedaba por ver en Osaka. Las vistas desde arriba son buenas y el parque que rodea el Castillo es muy chulo. En el interior del Castillo te cuentan la historia de las guerras feudales en Japon en general y en Osaka en particular. Es bastante aburrido asi que me salgo prontito.
Vuelvo a la zona del hotel y como un plato de sushi cojonudo por 1000Y. De todos los sushis que estoy probando en Japon me esta encantando el nigiri de pez limon.
Despues me voy al onsen, me echo una buena siesta y acabo el dia en el ciber.
Me levanto a las 06.30 y mi destino es el famoso Monte Fuji, el pico mas alto de Japon. Estamos fuera de temporada y ahora no es recomendable escalarlo. Pero me da igual porque lo pienso hacer.
Para llegar al Fuji el transporte es complicado. Primero cojo en Shinkansen que me deja en Mishima. Luego desde alli me meto en un autobus que me deja en Kawaguchi-ko (dos horas, 2.130Y). Desde Kawaguchi-ko cojo otro bus que me deja en la quinta estacion del Monte Fuji.
Ya en la quinta etacion empieza a hacer frio y el viento es muy fuerte, pero a partir de aqui el ascenso lo hare a pata.
Me instalo en el albergue Sato Goya que me cuesta 7000Y incluyendo dos comidas. Es un poco caro, pero se aprovechan de que es el unico albergue abierto por ser fuera de temporada.
Cuando es temporada buena (Julio y Agosto), el ascenso a la cima se suele hacer de noche para ver el Goraiko (amanecer) desde la cima. Como el tiempo es muy malo en esta epoca del anyo es probable que la visibilidad arriba sea nula, asi que decido no empezar por la noche y salir al amanecer. Ademas estoy solo y no tengo linterna, asi que no me queda otra!
Despues de cenar en el albergue me meto en la cama a las 21.00, que manana toca madrugon.
Me levanto a las 04.30 y a las 05.00, segun amanece, abandono el albergue. El amanecer es espectacular y a pesar del viento me puedo parar a contemplar las vistas y el impresionante Goraiko ("amanecer"). Desde aqui se ven los lagos que estan al norte de la Montanya.
Segun subo, las nubes se van haciendo mas espesas y me doy cuenta de que salir de noche solo para ver el amanecer desde la cima hubiera sido un error.
Es ascenso no es dificil, pero el viento y la lluvia son realmente jodidos. Me cruzo con un par de alemanes que han abandonado por el mal tiempo y que me invitan a que les acompanye hacia abajo, pero yo sigo adelante.
El viento cada vez es mas fuerte y hace que pierda es equilibrio un par de veces. Voy pasando por las sucesivas estaciones y, en efecto, todos los albergues estan cerrados.
Las nubes solo me permiten ver unos 20 o 30 metros lo que tengo delante. En la estacion 8.5 me encuentro con cuatro japoneses que tambien han abandonado, pero sigo adelante.
Los ultimos metros me cuestan muchisimo, estoy a punto de dejarlo tambien, pero me propongo no dejarlo hasta que llegue, cosa que hago a las 08.30. La cima te recibe con una puerta (Torii) de color rojo con un par de estatuas. Sigo andando diez minutos y la visibilidad es nula. Tengo miedo a perderme y decido volver y no estar mas tiempo en la cima (3776 metros de altitud).
El descenso es cansado para las rodillas y a las 11.00 llego al albergue totalmente exhausto y empapado.
Los folletos te dicen que para subir a la cima desde la estacion 5 son necesarias seis horas. No hagais caso a lo que dicen porque yo lo he hecho en tres horas y media a un ritmo normal.
Me enorgullece haber subido a la cima del mitico Monte Fuji pero creo que ha sido una temeridad subir solo y con tan mal tiempo. Pero bueno, no ha pasado nada y ya puedo decir que he estado en la cima de Japon. Eso si, desde la cima no pude ver absolutamente nada (las fotos lo atestiguan).
Despues de cambiarme en el albergue me encuantro con tres valencianos que estan de vacaciones en el pais. Cada vez hay vas espanoles por el mundo. Saludos chicos!
A las 12.30 cojo un bus que en cincuenta minutos me deja en Kawaguchi-ko (2000Y ida y vuelta que ya pague ayer). De ahi me cojo un tren a Otsuki (pago 1,1110 porque no esta operado por Japan Rail y no me vale el JR Pass). De Otsuki cojo otro tren (esta vez si de JR) que me deja en la estacion de Tokyo Shinjuku a las 16.00. Esta estacion es realmente gigantesca (3 millones de personas la utilizan a diario). Es una de las estaciones mas grandes del mundo y sus pasillos son interminables.
Me voy a la oficina de turismo que esta en el edificio del Ayuntamiento (Tokyo Metropolitan Government Office) y consigo hotel para las proximas cuatro noches. El servicio y atencion en esta oficina es excepcional y hay mapas y guias gratuitas en muchos idiomas, incluido el castellano.
Me instalo en el Shinjuku Town Hotel, que me cuesta 5900Y por noche, con desayuno incluido.
Estoy realmente cansado despues de un dia tan largo, pero antes de acostarme hago uso de mi jabon lagarto y hago una colda, que me hace mucha falta.
A las 22.00 estoy durmiendo como un ninyo.
Hace cuatro anyos estuve dos semanas en Japon y en aquellos dias pude visitar Tokio y Kioto. Por esta precisa razon no toco Kioto en este viaje, pero me veo en la necesidad de recomendarselo a quien no haya estado. Quien quiera ver jardines japoneses, templos y santuarios milenarios y a las famosas Geishas no se lo puede perder.
A Tokio vuelvo esta vez, porque me muero de ganas de pasear otra vez por sus calles y de ver el sumo (el torneo acaba manana). Tokio es una ciudad espectacular y aqui es imposible aburrirse. Dedicare estos dias a volver a los sitios que mas me gustaron la vez anterior, pero ante todo le doy prioridad al sumo.
Hoy me levanto a las 09.30. No he podido madrugar para ir al estadio de sumo, pero estaba agotado de ayer y todavia me queda un dia de campeonato (manana es la gran final).
Me como un desayuno japones en el hotel (arroz, pescado y sopa). Me doy una vuelta por el barrio de Shinjuku. Este barrio esta lleno de vida las 24 horas. De dia es centro de negocios y de noche esta lleno de clubs y de restaurantes que abren hasta tarde altas horas de la madrugada. Ademas aqui hay muchas tiendas de electronica donde se puede comprar a muy buenos precios. Y a eso precisamente voy, llevo unas semanas pensando en comprar una nueva camara de fotos y en la tienda Bic Camera me compro una camara mucho mejor de la que tenia por 31800Y.
Como es sabado, me voy a Harajuku, el barrio de gente joven que tiene un mercadillo muy famoso que esta lleno de gente extravagante y curiosa. Harajuku hay que verlo, esta lleno de tiendas de ropa y de chorradas y esta frecuentado por mucha gente joven que pasa por aqui para lucir el ultimo look que se le ha pasado por la cabeza. En ningun sitio del mundo he visto a gente vistiendo de forma tan extravagante y de verdad que merece la pena ir a verlo. Ademas tiene un par de tiendas de ropa de segunda mano muy buenas (en una de ellas me compro un pantalon y una camiseta tirados de precio). Ah, por cierto, en la calle principal venden una crepes rellenas que son espectaculares.
En el paseo descubro Design Feta, un pequenyo complejo de galerias de arte muy original. En el hay apartementos donde cada habitacion se dedica a una exposicion en concreto. Asi que puedes hacer pis rodeado de cuadros a la venta. Este sitio me ha encantado y a quien pase por Harajuku se lo recomiendo.
De ahi me voy a Shibuya a ver el "Hachiko Crossing", el famoso cruce de pasos de cebra. Si habeis visto la peli Lost In Translation, el personaje de Scarlett Johansson cruza este semaforo esquivando paraguas. La plaza tiene muchos pantallones de television anunciando a todo volumen con videoclips de musica amenizando al personal. Ver como las gentes se van fusionando cuando los semaforos se ponen en verde es espectacular y el mejor sitio para verlo es desde el Starbucks. Para ver video: http://www.youtube.com/watch?v=yPU2NBnL6To
De ahi me doy un paseo a Roppongi Hills, cruzando el cementerio de Aoyama. Roppongi Hills es un complejo de edificios, parques, bares, tiendas y museos realmente impresionante. Guardo un buen recuerdo de cuando estuve aqui hace cuatro anyos y, como la otra vez, no me defrauda. Dentro veo un concierto de musica africana (Africa Sonu). Roppongi es un buen sitio para ver la Tokyo Tower, que es una replica de la Torre Eiffel de Paris, que incluso mide nueve metros mas. Pero la verdad es que para nada tiene su encando. Parece construida solo para joder a los franceses, lo cual no es necesariamente una mala razon jeje.
Despues me doy un paseo y acabo en el elegante barrio de Ginza, donde se encuentran las tiendas de lujo y cuyas calles son peatonales los fines de semana. Ginza llama la atencion por lo colores de los paneles de publicidad y por sus tiendas decoradas a todo plan.
Cerca de Ginza esta el Tokyo International Forum, un edificio impresionante que se utiliza para eventos y convenciones y que recuerda a un enorme barco de cristal. Entrar es gratis y esta muy bien subir en ascensor hasta la ultima planta y bajar por las rampas colgantes.
Hoy ne he parado de andar y estoy agotado, asi que ceno algo y a las 22.00 estoy en la cama.
Me levanto a las 05.00 y a las 06.00 estoy en el Ryogoku Kokugikan haciendo cola para comprar una de las ultimas entradas de la final del torneo de sumo que se celebra hoy.
Todo esta vendido desde hace meses y solo quedan entradas en la ultima fila, cuya venta se reserva al mismo dia del evento. A las 08.00 abren las taquillas y tengo suerte. La entrada me cuesta solo 2.100Y.
A las 9.45 empiezan los combates. Primero empiezan los del rango Jonokuchi (el mas inferior) pasando luego al Makushita (junior). En este momento del dia el estadio esta casi vacio y practicamente los unicos que estamos somos los luchadores, una veitena de extranjeros y cinco entendidos del deporte.
Los combates de estos rangos inferiores duran hasta las 13.00 y se hace interminable. A las 13.45 empiezan los combates del rango Juryo (intermedio) precedido por una ceremonia que se llama Kesho-Mawashi. Los luchadores Juryo ya son considerados como profesionales. Ya hay mas gente viendo los combates, porque entre los Juryo se pueden ver a las futuras promesas.
A las 15.00 sale el presidente de la Asociacion de Sumo y presenta a los luchadores superiores (Makuuchi). Los combates de Makuuchi estan precedidos por otra ceremonia Kesho-Mawashi donde puedes ver a los luchadores con sus millonarios atuendos o faldones. Despues los grandes campeones (Yokozuna) realizan una ceremonia en el circulo invocando a los espiritus para asi preparar el ambiente para los combates finales.
Los combates Makuuchi empiezan a las 15.30 y duran hasta las 17.00. Entre los Makuuchi hay varios occidentales, siendo el mas famoso el bulgaro Kotooshu (el es un Ozuki, lo mas alto antes de Yokozuna). Los luchadores van maquillados y, como todos son gordos, puedes distinguir a los occidentales por el pelo de su pecho.
La gran final acaba a las 18.00, con mas ceremonias y entrega de premios, pero para entonces lo unico que estoy deseando es acabar de una vez. Casi nueve horas de sumo es mucho y creo que tengo sumo para las proximas diez vidas.
El espectaculo me ha gustado, el ambiente al final es buenisimo, especialmente cuando todo el estadio canta el himno nacional al unisino. Me ha sorprendido que no es una final al uso como en otros deportes. Aqui no hay cuartos, semifinal o final, sino que simplemente se celebran combates para dar puntos a los ganadores que se sumaran a los que ya llevan en la "liga". Su puntuacion al final de la liga sera determinante para que los luchadores suban o no de rango. De hecho, no se por que, pero hoy todos los premios se los dan al Yokozuna.
A las 18.30 estoy en Shinyuku y me subo al observatorio de la torre norte del Tokyo Metropolotan Government Office. Desde la planta 45 las vistas de Tokio de noche iluminado son inolvidables.
Luego subo al NS Building, un edificio de 30 plantas hueco por dentro y cuya planta 29 alberga un monton de restaurantes con vistas impresionantes.
Shinjuku es el hogar de muchos mendigos. Se calcula que hay unos treinta mil en toda la ciudad y en su mayoria son antiguos empleados de banca que perdieron su trabajo en la crisis de los anyos noventa y que o bien fueron repudiados por sus familia o porque, por verguenza, no quisieron volver. Es sorprendente verlos ya a pesar de vivir en la calle no abandonan sus habitos anteriores. Son increiblemente ordenados, limpios y pacificoa. No es para nada el perfil de alcoholico que hay en otros paises.
Acabo el dia paseando por Shinjuku y a las 22.30 estoy en la cama.
Hoy desayuno en el hotel a las 10.00 tras un frustrado intento de levantarme a las 04.00 para ir al mercado de Tsukiji, la lonja de pescado mas grande del mundo.
Ya estuve hace cuatro anyos pero me da mucha pena no haber vuelto. Chicos si pasais por Tokio no os podeis perder Tsukiji (merece la pena madrugar!). Despues de ver las subastas de atunes y los miles de puestos de pescado y marisco, lo que hay que hacer es ir a desayunar al sushi mas fresco del mundo en uno de los muchos restaurantitos que rodean el mercado.
Me voy a la Tokyo Stock Exchange, la Bolsa, que esta en el barrio financiero de Nihonbashi. Al salir me doy un paseo por NIhonbashi, Tokyo Station y Ginza.
Como en MOS Burger: una ensalada de pollo, una pequenya hamburguesa, una sopa y una cocacola por 1280Y. Si teneis ganas de comida rapida de calidad, id a este sitio porque esta de p madre (hay por todo el pais y la hamburguesa d pollo teriyaki es espectacular).
Hoy no ha parado de llover, asi que decido dar un breve paseo por Shinjjuku para luego meterme en el hotel a leer y a navegar por internet. Manana sera un dia largo, asi que me acuesto prontito.
Me levanto a las 06.15 y a las 07.30 sale mi tren Shinkansen en direccion a Osaka (casi tres horas de trayecto).
Como cerca de la estacion de Osaka y me cojo el metro para ir al puerto. A las 12.00 estoy en la terminal de ferris pero tengo que esperar hasta las 15.10 que es cuando sale mi ferri hacia Corea.
El trayecto en el ferri de Panstar dura 18 interminables horas. Es aburrido y un poco cutre, pero tiene un pequenyo onsen, lo cual es de agradecer.
En el ferri hay muchos japoneses que van a Corea a comprar comida y ropa. El won coreano esta muy barato y aprovechan para hacer compras de fin de semana (a pesar de tirarse 36 horas en barcos!). Mucho tendran que comprar para compensar las 18 horas de ida y las 18 horas de vuelta, pero alla ellos.
Esta lloviendo y no se puede estar en cubierta asi que paso la tarde leyendo.
Lo unico a destacar es que pasamos por debajo del Akashi Kaikyo Ohashi que, con sus casi 14km, es el puente mas largo del mundo.
A las 10.00 el ferri llega a Busan, Corea.
Lo primero que hago es cambiar 10.000Y por los que me dan 108.000 WON (Es decir, que por un Euro, te dan 1.800W). Ultimamente el WON se ha depreciado mucho, por lo que viajar por aqui me va a salir mas barato.
A las 11.00 me instalo en el Seoul Motel (25.000W por noche, es decir 14Euros). Este pequenyo hotel esta al lado del puerto internacional de ferris y las habitaciones son estupendas. Discrepo con la opinion de Lonely Planet y creo que es una opcion cojonuda y barata.Me ducho y salgo del hotel a las 12.00. Una vez en la calle, sin el peso de la mochila, puedo observar la ciudad y lo primero que siento es que es increiblemente cercana y reconocible. De hecho pasear por sus calles con sus pequenyos comercios familiares me recuerda a Madrid.Lo primero que hago es dirigir mis pasos hacia el Jagalti Fish Market, la lonja mas grande del pais. Esta precedida por un mercado que vende todo tipo de pescado seco. El pescado seco se consume mucho en Asia y equivale a las pipas, los kikos, los cacahuetes…
El edificio principal de la lonja esta lleno de puestos de pescado y marisco que hacen venta minorista y al por mayor. Fuera del mercado hay muchos puestos de comida. Me siento en uno de ellos y la senyora me dice que me va a preparar Um-Damg-O (anguila). Cerca de mi mesa hay una puquenya pecera de donde la senyora saca tres anguilas y las separa en un cubo. Una a una las detripa y descuartiza. Lo que yo no sabia es que todavia se mueven a pesar de haber sido cortadas en cachitos (de hecho todavia se retorcian mientras se cocinaban al fuego). Aqui en Corea se suele envolver la comida en la hoja de algun vegetal (normalmente hoja de sesamo o de lechuga) y se mete en la boca directamente. El plato esta rico, pero la cantidad de picante que lleva hace que la lengua se me duerma. La experiencia no ha estado mal, pero un poco menos picante hubiera sido perfecto. El plato, acompanyado por una cerveza coreana Hite me cuesta 10.000W (6 euros).
Despues me dirijo al Parque Youngdusan. En el paseo veo que aqui los jovenes coreanos visten de una manera mas conservadora que los japoneses. A diferencia de lo que puedes ver en Tokio o en Osaka aqui no se ven a las jovenes medio desnudas, lo cual, todo hay quedecirlo, no dice necesariamente algo bueno de Corea jeje
El parque Toungdusan es pequenito y esta situado en una colina a la que se sube por medio de escaleras mecanicas. La principal atraccion es la Torre de Busan. No es muy alta, 120 metros, pero si anyadimosla altura de la propia colina, subir a la torre da la oportunidad de ver muy bien la ciudad y de apreciar lo grande que es. Busan tiene casi cuatro millones de habitantes y cuenta con el quinto puerto de containers del mundo. Desde arriba, el tamanyo del puerto se aprecia perfectamente.Debajo de la torre hay mucha gente jugando a lo que llaman ‘ajedrez coreano’.De ahi me meto media hora en un ciber cafe para buscar algun restaurante que sirva Boshingtan (sopa de carne de perro) por la que Corea es tan conocida. He de decir que me resulto imposible encontrar ninguna direccion buscando en Google en ingles o en castellano. Me parecio muy raro y de hecho he llegado a pensar que puede haber algun boicot sobre la difusion de este tipo de informacion. La senyora del ciber, buscando con caracteres coreanos (‘Han-geul’), encontro solo un restaurante pero que esta muy en las afueras y es complicado llegar. Como voy a estar en Corea una semana, buscare en Seul que, siendo la capital, tendra mas restaurantes de este tipo.De la misma cojo el metro y me voy a la playa Gwanganli (billete sencillo 1.300W). La red de metro solo tiene tres lineas y las parades, ademas de tener nombre estan numeradas, lo que facilita mucho ubicarse. Los andenes estan ambientados con musica clasica.La playa Gwanganli tiene en frente el Gran Puente Gwangan, que corta la bahia Suyeong de Norte a Sur. A pesar de tener un puente tan anorme en frente, la playa esta estupenda. Me alucina ver que, a pesar de ser la playa de una ciudad de cuatro millones de personas, este tan limpia.Esta atardeciendo y poco a poco las casas y edificios que dan a la costa empiezan a iluminarse. Un poco mas al Norte se encuentra la playa Haeundae y, a pesar de ser ya de noche, decido ir a verla para apreciar bien como es Busan y como son sus distancias. El paseo dura mas de una hora y media. Paso por delante de los estudios de cine en cuyo salon de actos esta misma noche se celebrara la gala de inauguracion del festival anual, que se ha convertido en los ultimos anyos en el mas prestigioso de Asia. La playa de Haeundae esta llena de escenarios y de exposiciones montados para el certamen de cine, el ambiente es estupendo. Esta playa tambien es muy buena y el paseo de noche por la playa me abre el apetito.Al Este de la playa hay mucho restaurante de pescado y me meto en uno de ellos. Estoy muy hambriento y quiero tomar ‘Ureok’ (pescado crudo), el equivalente coreano al sashimi. Por 38000W me sirven:-Una bandeja de Ureok como para asustar al mas intrepido.-Sopa de arroz-Caldo de almejas (espectacular)-Tortas de cebolla con zanahoria-Sushi con arroz rojo-Vieiras a la plancha-Un plato de langostinos-Pulpo en salsa picante.-Algo que parece entranyas de pescado que no me entusiasma.Todo esto acompanyado con una ‘meakju’ (‘cerveza’ en coreano).Una cosa que noto es que aqui en Corea los palillos que te dan son de metal. La tradicion dice que el metal revela en su color si la comida ha sido envenenada.Por cierto, al igual que en Japon, aqui los semaforos tardan una eternidad en iluminar al hombrecillo verde.Esta a punto de comenzar la presentacion del PIFF (Pusan International Film Festival, Pusan es otra manera de llamar a Busan). El que parece ser el alcalde o organizador dentro de poco se pondra a hablar. Estoy agotado, mi coreano esta oxidado y el mitin parece no arrancar nunca, asi que decido volver al hotel.A las 23.00 estoy en la cama.
Me levanto a las 09.30 y me voy al norte de la cudad a ver el Templo de Beomosa.
Este templo es el mas visitado de la ciudad y esta compuesto por media docena de monasterios. Dentro me paro a hablar con un grupo de monjes porque me llama la atencion el color de sus ropas. Aqui el color de los atuendos los monjes budistas es el gris, a diferencia con el rojo o naranja de otros paises. A estos monjes les parece increible que venga desde tan lejos y les comento el viaje que llevo haciendo los ultimos tres meses y medio. Se muestran muy interesados por Bhutan que para ellos es un sitio que les encantaria visitar. Me tiro un cuarto de hora hablandoles de Bhutan. Junto con otros templos del pais, Beomosa tiene la opcion de ‘Templestay’ que da la posibilidad a devotos del budismo y a viajeros como yo el pasar un tiempo viviendo, comiendo, durmiendo y orando con los monjes. Me reservo mi noche de ‘Templestay’ para cuando este en Haeinsa, el templo mas importante del pais.
Para volver al centro cojo el metro y en el trayecto me fijo que los vagones estan llenos de gente mayor. Y es que Corea es un pais cuya poblacion esta envegeciendo muy rapidamente. La tasa de natalidad es de 1.17 ninios por mujer, superando a Japon y a Espana como la mas baja del mundo.Tambien veo que en los vagones hay bastante gente pidiendo e incluso tambien vendedores ambulantes vendiendo cuchillos y utensilios de cocina.
Me paro en la estacion de Oncheonjang que es donde esta Hurshimchung. Tengo ganas de ver como esta el tema de las aguas termales y los spa en Corea. Hurshimchung presume de ser el spa mas grande de Asia. Y aqui me entra una duda. Si el Spa World de Osaka es el Spa mas grande del mundo y Osaka esta en Asia, como Hurshimchung puede ser el mas grande de Asia? Por lo menos uno de los dos miente! Sea como sea este spa me ha gustado mucho. Me parece mas grande el de Osaka, pero el de aqui es mas variado y agradable. Me tiro casi cuatro horas dentro (incluyendo siestecita en uno de sus tatamis).
A las 19.30 vuelvo al hotel y paso la tarde leyendo, escribiendo y viendo un poco la tele. A las 02.00 me duermo.
Hoy mi destino es Haeinsa, el templo mas importante del pais.
Me levanto a las 10.00 y de la misma me voy a la estacion de autobuses y compro un billete a Daegu (dos horas, 8.400W). El autobus es un express cuyos asientos son enormes y pasas el trayecto casi tumbado. En el viaje puedo ver lo montanyoso que es Corea. No son alturas impresionantes, pero son constantes. Aqui son muy nacionalistas y de toda la vida se ha dicho que si la superficie del pais se planchara, ocuparia tanto como China.
Ayer en todos los canales de la tele sacaron las imagenes de una actriz que se habia muerto. Me quede con ganas de saber mas sobre la historia que parece que ha conmocionado el pais. Al llegar a Daegu compro un Korean Times (700W) y leo que la actriz se habia suicidado. Hasta aqui todo normal si no fuera porque es la cuarta actriz que se suicida en lo llevamos de anyo. Por lo visto la tasa de suicidio en Corea es la mas alta del mundo y esta practica se ha convertido en una verdadera epidemia y en un problema de salud publica. Por lo que veo los coreanos son una gente que desde pequenyos esta expuestos a mucha presion social y familiar para que tengan las mejores notas para ir a las mejores universidades. Como la mayoria son hijos unicos, sus problemas interos los exteriorizan poco. En cuanto a los famosos el exceso de presion por parte de los medios y de la opninion publica contribuye a que actores y artistas acaben con depresiones que muchas veces acaban en tragedia.
En Daegu me cojo el metro hasta la estacion Oeste de autobuses (Saebu,1.100W). Compro un billete de bus a Haeinsa por 4.200W. Comprar un billete o hacer un cola en Corea es toda una experiencia. Aqui nadie respeta la cola y si ya estas en la misma taquilla comprando un billete, todavia la gente te salta para comprar ellos. Aqui las relaciones de respeto y de jerarquia son muy importantes. Por razon de trabajo, edad o sexo cuando dos personas se conocen lo primero que hacen es determinar quien debe respeto a quien. En una cola todos somos desconocidos y las relaciones de jerarquia no estan nada claras por lo que no hay un respeto debido hacia el desconocido. Por eso vereis que la gente se cuela indiscriminadamente y absolutamente ningun coche o moto respeta los semaforos (cuidado al cruzar!).
En el autobus a Haeinsa conozco a Ha-Kum-Ho un granjero de 48 anyos. Durante la hora de trayecto tengo la oportunidad de conocer como es la vida rural gracias a lo que me dice este hombre. Su padre, que tambien era granjero, se dedicaba a la cria de perros. Me dice que el Boshingtan esta buenisimo y que deberia probarlo a pesar de que ya no sea tan popular como antes. Tambien me cuenta como la poblacion rural esta desapareciendo y se esta quedando sin mujeres. Aqui esta ocurriendo el mismo fenomeno que en Espana. Autobuses llenos de mujeres solteras provinientes de Vietnam y Filipinas llegan a los pueblos de Corea para que tanto ellas (con deseo de tener una vida mejor) como los campesinos coreanos (queriendo tener pareja y crear una familia) se acaben casando. El mismo Ha-Kum-Ho se caso hace ochos anyos con una vietnamita y tiene un hijo de siete.
Llego al templo de Haeinsa casi a las 17.00. No habia llamado para reservar noche en el Templo pero no me dan ningun problema y me acojen con mucho carinyo. Les pago 20.000W, dormire en uno de los monasterios y tendre derecho a tres comidas. Si lo deseo podre acompanyar a los monjes en sus rezos.
Haeinsa es el templo mas importante del pais, declarado Patrimonio de la Humanidad y que alberga la Tripitaka Koreana, un compendio de 81.000 escritos en tablas de madera que constituyen el canon de la religion budista en Corea.
La cena es a las 18.10 (vegetariana y muy picante) y media hora despues empieza el ultimo rezo del dia. Un monje principal realiza unos mantras y rezos en el monasterio principal durante una hora y media. Me siento detras con los otros diez huespedes del templo. Intento imitar todo lo que hacen pero me resulta muy dificil (solo se habla en Coreano). La cosa se pone todavia mas dificil cuando empiezan a hacer 108 arrodillamientos de arrepentimiento. Yo solo me arrodillo cuatro veces y no porque no me arrepienta de cosas en mi vida, pero porque las rodillas me estan matando! Poco despues de acabar ya estoy en el suelo de otro monasterio. Aqui voy a dormir hoy. A pesar de estar en el suelo, se esta calentito gracias a su sistema ‘ondul’ (calefeccion por debajo del suelo).
Me duermo a las 20.30 que manyana toca levantarse muy prontito.
A las 03.00 empieza a sonar el campanón de Haeinsa. Las campanadas se mezclan con el sueño que estaba teniendo y tardo mi tiempo en darme cuenta de que no es un sueño y que en efecto estoy en un templo en las montañas de Corea, que son las tres de la mañana y que me voy a ir a rezar con unos monjes budistas.
El rito que dura de 03.00 a 03.30 es espectacular. Mientras un monje percute la campana con un enorme trozo de madera, justo a su lado dos monjes se turnan golpeando un tambor enorme a un ritmo muy pegadizo. Sospecho que estos ritmos funcionan como los mantras y a base de repetición uno se pone en una mejor disposición a rezar.
A las 03.30 vamos a otro templo y comienza el rezo de la mañana. Aquí nos encontramos los diez huéspedes de ayer con una veintena de monjes.
Al poco empiezan los arrodillamientos y puedo decir que, si duele arrodillarse durante el día, duele muchísimo mas estando recién levantado. Creo que solo hago cinco arrodillamientos con toda mi buena fe y esfuerzo. La hora y media la paso arrodillado observando y tratando de meditar escuchando los mantras de los monjes.
Para alguien como yo, no siendo creyente, no estando muy metido en el Budismo, no hablando coreano y a quien le gusta dormir, la ceremonia matutina se me hizo un poquito larga. Pero bueno, ha sido muy interesante y relajante estar en un entorno tan bonito, espiritual y con gente tan devota y buena.
Al acabar la ceremonia me vuelvo al suelo donde he dormido y me vuelvo a echar un sueñecito hasta las 8.30 prescindiendo del desayuno de las 06.10.
De la misma salgo del templo desmidiéndome de los monjes y cojo el autobús de vuelta a Daegu. En Daegu me toca cruzar la ciudad en metro para ir a la estación Norte que es de donde salen los autobuses hacia Seúl, mi próximo destino.
Durante el trayecto veo mucha Iglesia. Me sorprende porque para ser un país asiático y predominantemente budista hay una comunidad cristiana enorme. Me ha llamado mucho la atención y buscando en Internet me entero que Corea cuendt con once millones de protestantes y cuatro millones de católicos, siendo el Cristianismo la segunda religión del país después del Budismo.
En Seúl me instalo en el Hotel Jongnowon, que esta en el centro en la zona de Anguk y que cuesta 28000 WON por noche (www.jongnowon.com).
De ahí me voy andando a la calle de Jongmo en busca de un cajero automático. Aquí en Corea es muy difícil sacar dinero ya que muy pocos bancos trabajan con tarjetas extranjeras. La mejor opción es sacar en Citibank y por un poco mas de comisión, si tenéis un apuro, la mayoría de las estaciones de metro cuentan con cajeros donde podréis utilizar vuestra tarjeta.
Por fin, con dinero en la mano y siendo sábado, me voy a dar una vuelta por el centro a tomarme unas cervecitas. Me meto en un bar y al poco conozco a Jin y a Hee, dos estudiantes de Derecho coreanos con quienes paso la noche en el bar hasta las tres de la mañana.
La vida nocturna en Seúl parece mas animadas que en Japón y los coreanos, con un par de cervezas encima son unos cachondos!
Hoy me levanto a las 12.00 y va a ser un día de paseo.
Yendo en dirección Oeste llego a la Plaza del Palacio Gwanghwamun y coincide que dentro de un rato va a haber un cambio de guardia. Los guardias están alineados en el patio frontal pero lo que llama la atención es que da la impresión de que en vez de llevar atuendos, llevan disfraces. De hecho me parece que incluso sus bigotes y barbas son falsos. Este detalle hace que decida seguir con mi paseo.
Andando en dirección Sur llego al Cheonggyecheon Stream, que es un canal que cruza de Este a Oeste el centro de la ciudad. Este canal por si mismo es precioso, pero además da la casualidad de que hoy se celebran multitud de actuaciones, exposiciones, conciertos y eventos porque se esta celebrando el Hi Seoul Festival. El ambiente es magnifico y nunca se me olvidara el paseo por aquí.
Después de pasear por el canal durante una hora y media continuo en dirección Sur para llegar a la Seoul Plaza que, como su nombre indica, es la plaza principal de la ciudad y donde se encuentra el Ayuntamiento. Siguiendo con mi suerte de hoy resulta que en la Plaza se esta celebrando el centenario de la fundación de la Salvation Army, una organización sin animo de lucro que lleva muchos años dedicando su esfuerzo y el de sus voluntarios a ayudar a los mas desprivilegiados. El ambiente es estupendo con gente de todas las edades bailando al son de canciones populares tocadas por una banda del ejército norteamericano.
Sin alejarme mucho paso por la estación de trenes y compro el billete a Busan para dentro de tres días por 47,900W.
De ahí sigo andando hasta el Nausan Park, un parque enorme que esta en una colina cerca de la estación de trenes. Nada mas entrar puedo apreciar que la gente aquí es muy sana. A pesar de ser ya de noche hay multitud de gente haciendo ejercicio, corriendo y andando. Los coreanos están muy concienciados con el tema de la salud y todo el mundo hace deporte y cuida su dieta. No es difícil entender porque Corea es uno de los países del mundo con más esperanza de vida.
En la cima de la colina se encuentra la N Seoul Tower. El paseo hasta la torre constituye un buen ejercicio y llegar hasta arriba tiene como premio unas vistas fantásticas de toda la ciudad. Subir a la torre cuesta 7000W y merece la pena. Las vistas son impresionantes y uno se desde arriba se da cuenta de lo gigantesca que es esta ciudad. Después de Tokio, Seúl es el área metropolitano más extenso de Asia. Justo debajo de la torre todos los días hay espectáculos de luces y el mástil de la torre lo iluminan de una manera diferente cada día.
Después bajo la colina hasta llegar a Myeongdong, una calle peatonal que quizás sea la más comercial de la ciudad. Las tiendas aquí cierran a las diez de la noche y están repletas de gente joven. Además hay muchos puestos de comida, destacando los que sirven pinchos de carne a la barbacoa.
De ahí voy en dirección Norte hacia la zona del hotel y a las 22.00 llego a mi habitación totalmente rendido.
Me ha encantado el paseo de hoy. Seúl es una ciudad que a pesar de ser gigantesca, su centro es muy pateable. Además, si andar no es lo tuyo, la red de metro es muy fácil de usar.
Me levanto a las 09.30 y lo primero que hago es llamar a la U.S.O. (United Service Organizations, que esta en una de las bases norteamericanas) para ver si tienen plazas libres para mañana en el tour diario que organizan por la Zona Desmilitarizada (“DMZ”) en la frontera entre las dos Coreas.
Para mi decepción me dicen que ni hoy ni mañana hay tour. Por lo visto la U.S.O. organiza el tour mas barato y mejor de los varios que se organizan por la DMZ, pero muy a mi pesar voy a tener que ir a la competencia (la cual por 130,000 me da plaza para mañana).
Llevo viajando casi cuatro meses y la mayoría del tiempo no se en que día de la semana estoy. Por mucho que para mi todos los días sean sábado la mayoría de las personas e instituciones tienen semanas de siete días diferentes y resulta que absolutamente todos los museos y templos de la ciudad cierran los lunes. Y hoy es lunes. Poco plan para hoy. Decido dar un paseo hasta Myeondong que, como es peatonal, es agradable.
Lo último que hice en Mayo al dejar Inglaterra fue correr un maratón y desde entonces no he hecho casi nada de ejercicio. Es verdad que la vida del viajero es más activa que la del oficinista, pero antes por lo menos iba al gimnasio. Las últimas semanas he tenido un poco de mono por volver a correr y hoy ya no me he podido aguantar. En una tienda de deportes me he comprado unas zapatillas y unos pantalones de correr y hoy mismo me lanzare a correr por las calles de Seúl.
Me cambio en el hotel y de la misma salgo en dirección al Parque de Namsan. Tenia tantas ganas de descargar adrenalina que las dos horas que paso corriendo se me pasan volando. El ejercicio de hoy me ha encantado y me ha motivado mucho. Decido que antes de que acabe este maravilloso viaje correre otro maratón en algun país lejano.
En Internet hago un poco de investigación y encuentro el maratón de la Playa de la Noventa Millas en la Isla Norte de Nueva Zelanda que se celebrara el 21 de Marzo.
Les mando un email a los organizadores a ver si quedan plaza.
A las 21.00 estoy en la camita durmiendo como un niño.
Hoy me levanto a las 07.30 y a las 08.00 me recoge un representante de la agencia para el tour de hoy.
A las 09.00 sale el autobús con unas 12 personas rumbo a la DMZ (“Zona desmilitarizada”) que está unos 50km al Norte de Seúl.
Después de poco menos de una hora llegamos y, tras una exhaustiva comprobación de nuestros pasaportes, por fin entramos en la DMZ.
Lo primero que vemos es el Campo Bonofas, que es el campamento donde viven la mayoría de los soldados aquí destinados (unos 600 soldados coreanos y unos cuantos norteamericanos y de las Naciones Unidas). Este campo esta a 4.5km de la frontera con Corea del Norte. El nombre del campamento “Bonifas” es el apellido de un militar norteamericano que murió por los disparos de Corea del Norte en uno de los varios enfrentamientos que han ocurrido aquí.
Toda la frontera tiene a cada lado una zona de 2km que se llama Joint Security Area. Este es un área de seguridad conjunta y se aplica a toda la frontera de Este a Oeste.
Una vez pasas los controles Alpha, Bravo y Charlie entras en Panmunjon, justo en la frontera con Corea del Norte. Este es el punto donde se llevan a cabo las negociaciones y las reuniones entre los dos países. Esta compuesto por varios barracones alineados cuya superficie esta entre los dos países. De hecho la mitad de cada barracon esta en Corea del Sur y la otra en Corea del Norte. Este es el punto más cercano a Corea del Norte en el que puedes estar. Cuando te metes en el barracon central puedes pasar a la parte Norte por lo que teóricamente has pasado la frontera. Antes de entrar te hacen firmar un documento en el que eximes de toda responsabilidad a los ejércitos norteamericano y surcoreano si algo te pasa debido a un ataque por parte de Corea del Norte.
Si os digo la verdad la excursión me ha parecido bastante decepcionante y no se la recomiendo a nadie. No se puede hacer casi ninguna foto, no se puede hablar y el ambiente es hostil. Además tanto los guías como los militares te tratan bastante mal (a los 12 que estábamos en la excursión nos trataron como si fuéramos piezas de ganado). No puedes dirigir la palabra a ningún militar ni a nadie porque se supone que aquí todo es alto secreto. Así que ni siquiera puedes hacer preguntas. Si lo llego a saber me hubiera quedado en Seúl pasando el día y gastando los 130,000W que me costo el tour en otra cosa.
Por la tarde la cosa mejora un poco, pero tampoco demasiado. Entramos en lo que llaman “el tercer túnel” que es un túnel excavado por Corea del Norte con la intención de llegar a Seúl e invadir el país. Esta a 73 metros bajo tierra y es bastante claustrofóbico. Dentro del túnel te puedes hacer una idea de cómo los soldados de Corea del Norte trabajaron a destajo hasta que les descubrieron en 1978. Pero no dejan hacer fotos.
Después del túnel vamos a un observatorio desde donde se puede ver toda la Zona Desmilitarizada pero, como es una zona reservada, tampoco se puede hacer ninguna foto.
Luego te llevan a Dorasan que es una estación de tren construida a todo plan para que en el caso de una paz o/y unificación entre las dos Coreas se puedan unir las dos capitales Seúl y Pyongyang. A verdad es que todo esto es surrealista. Se pasan todo el día diciendo lo malos y peligrosos que son los del Norte y por otro lado construyen esta estación millonaria en pro de la amistad y de la reconciliación.
Toda la experiencia de hoy me ha decepcionado porque sientes que te están vendiendo la moto. Al final no sacas nada en claro.
Por cierto, este tour no lo pueden hacer los coreanos, solo los extranjeros. Yo supongo que es para que ninguno salte la frontera hacia el otro lado, pero ni siquiera te lo explican. En fin, me lo pase mucho mejor viendo la bajada de bandera en la frontera entre India y Pakistán que aquí. Quizás lo único que merece la pena de este tour es que puedes comprar productos de Corea del Norte en el Pueblo de la Unificación (compro un par de botellas de cerveza).
A eso de las 18.00 ya estamos de vuelta en Seúl. Aprovecho para pasear un rato en dirección hacia el hotel. En el camino me tomo un te delicioso en Insadong Tea House (te de azufaifo con un dulce “han-kua”) por 6500W. Este sitio esta en la calle de tiendecitas de Insadong y merece la pena pasear por la calle y tomarte algo en este sitio tan acogedor. Tiene un ambiente tranquilo con techos bajos y una iluminación muy especial.
Durante el paseo me tomo dos pinchos de pollo a la barbacoa (1500W cada uno) absolutamente espectaculares. Seúl esta lleno de este tipo de puestos.
Una vez en el hotel conozco a Alex Piedra, un cantautor costarricense que lleva más de veinte años viajando por el mundo tocando música. Me ha encantado encontrarme con una persona tan especial y las horas que pasamos charlando juntos, hablando de la vida y tomando cerveza coreana han sido tremendamente enriquecedoras. Mañana me vuelvo a Busan y me da pena. Encontrarse con ciudadanos del mundo como Alex no ocurre todos los días. Nos despedimos con un abrazo y el me regala un disco suyo. Como el dice, que la música y el arte sirvan para el encuentro entre las personas! Un abrazo desde aquí, amigo mío.
Si queréis ver a Alex tocando en el metro de Seúl pinchad aquí: http://www.youtube.com/watch?v=LkQzB8xu5O4
Me levanto a las 08.00 y desayuno tranquilamente.
A las 09.40 sale el Korea Train Express (KTX) en dirección a Busan. El KTX es el orgullo nacional en lo que se refiere a trenes. Es un tren de alta velocidad que nos deja en Busan en menos de tres horas. Pero por comodidad y rapidez sigo prefiriendo el Shinkansen japonés.
Una vez en Busan me voy a la estación de ferris. En el momento de darme la tarjeta de embarque tengo que pagar 23,200W en concepto de tasas portuarias y combustible. Que contento se pone uno cuando le hacen esto saliendo del país, verdad?
El ferry es mejor que el de la ida. Estoy solo en un camarote para cuatro personas y además hace muy buen tiempo. Escribo en la cubierta un par de horas hasta que se pone a anochecer, momento que aprovecho para ir al onsen del barco.
En la sauna conozco a Akira, un marinero japonés jubilado que durante sus 40 años como marinero pudo visitar casi todos los países con costa del mundo. El comienzo de la Guerra de Vietnam le pillo en Hanoi y no pudo salir de Vietnam durante cuatro años. Es increíble la de historias que llevan algunos sobre sus espaldas. De hecho es lo que mas me esta gustando de este viaje, el conocer a gente tan diversa que ha vivido muchas cosas y de la que puedes aprender.
A las 21.15 el barco pasa por debajo del Kanmon Bridge, el puente que une las islas japonesas de Honshu y Kyushu.
A partir de aquí nada más que destacar, dedico la noche a escribir y a dormir.
Me ha encantado el viaje de una semana por Corea. Me he podido hacer una buena idea de cómo es el país y su gente y solo lamento no haber estado unos días mas y hacer algo de senderismo por el país.
Pero bueno siempre he pensado que es bueno dejarse cosas por ver para tener una buena excusa para volver.
El ferry llega a Osaka a las 10.00 y, tal y como me paso la primera ves al llegar a Japon, me hacen un control exhaustivo de la mochila.
Saco 50,000Y y me instalo en el Hotel Capsula de siempre (3,300Y por noche con spa/onsen incluido).
Como Osaka me lo conozco muy bien, me pongo las zapatillas de deporte y me voy al Osaka Castle Park a correr.
A la vuelta me doy un onsen de dos horas para luego regalarme un banquete de sushi digno de un rey.
La tarde la paso en el caber café hasta las 22.00.
A las 23.00 ya estoy en mi capsula durmiendo.
Hoy me levanto a las 04.00. Cojo un tren que me deja en el aeropuerto de Kansas (tengo que pagar 1160Y, primera vez que pago porque mi JR Pass ya no vale).
A las 08.00 sale mi avión en dirección a Okinawa. Siendo un vuelo domestico me sorprende lo enorme que es el avión y que ademas lleno). El avión aterriza a las 10.15 en el aeropuerto de Okinawa-ken, que es la isla principal del archipiélago de Okinawa y cuya capital es Naha.
Okinawa es un destino muy frecuentado por los japoneses ya que el clima es inmejorable y sus playas maravillosas. La vida aquí es mucho mas relajada que en el Japón de Tokio u Osaka. Por su situación estratégica fue campo de batalla en la Segunda Guerra Mundial. De hecho fue casi el único sitio que Japón quiso sacrificar para salvar al resto del país. Sin duda por estas razones aquí hay un sentimiento de que el país esta en deuda con Okinawa.
Este archipiélago a pesar de pertenecer a Japón, solo se anexionó al país a finales del siglo XIX. Siempre ha mantenido cierta independencia cultural y todavía mantiene una música, danza, literatura y gastronomía diferenciada. Además el dialecto local, el Okinaguchi, todavía se habla por su gente.
Después de la Segunda Guerra Mundial aquí quedo una gran presencia norteamericana por ser un punto estratégico en la Guerra de Vietnam y en la Guerra Fría. En la Isla de Okinawa todavía viven unos 25,000 militares yankees. Con los años cada vez hay mas critica local a la presencia norteamericana ya que el archipiélago, ocupando solo el 1% del terreno japonés, alberga el 75% de la presencia militar norteamericana.
Naha es la capital de Okinawa y es una ciudad de 300,000 habitantes. El monorraíl que cruza su centro y que la une con el aeropuerto es muy manejable y barato. Cojo el monorraíl que me deja en el centro por 210Y y me instalo en el Hotel Oranjour (www.hoteloranjour.com) que es estupendo (7500Y por una habitación doble con desayuno incluido).
Después de instalarme me lanzo a conocer la ciudad. Me doy un paseo por la costa y visito el Wakasa Park, la playa Naminue con su templo del mismo nombre. Durante el paseo cae un enorme chaparrón y me tengo que albergar en la entrada de un pequeño templo durante casi dos horas para resguardarme de la lluvia.
Al salir el sol me doy un paseo por Kokusai-dori, que es la calle principal de la ciudad. Esta calle esta llena de tiendas y de gente joven y las dos horas que paso de tienda en tienda se me pasan volando.
Luego me voy al hotel a echarme una siestecita y a eso de las 19.30 quedo con Paula.
Juntos nos vamos a cenar a un restaurante de cocina popular de Okinawa. Aquí el ingrediente principal es el cerdo. En esto se asemeja mas a los países del Sur del Pacifico que al propio Japón. Es curioso que a pesar de haber tanto cerdo en la dieta diaria del okinawanse, no se ven obesos por la cale. De hecho Okinawa es una de las regiones del mundo con más que supera los 100 años de edad.
Después de cenar nos damos un paseo por el puerto y a las 02.00 estamos de vuelta en el hotel.
Paula se ha tenido que ir pronto y yo me quedo durmiendo hasta alas 10.30. Llamo a mi hermanita que hoy cumple 27 añazos! Feliz cumple Pía!! Te echo de menos!
Me doy una vuelta por Kokusai-dori, mando postales, como y de postre me tomo una crepe rellena de fresas y plátano con chocolate espectacular (420Y). Si pasáis por Japón tenéis que probar estas crepes y el sitio mas indicado es en el mercado de Harajuku en Tokio.
A las 15.00 quedo con Paula en la estación de autobuses de Asahibashi. Cogemos un bus que en poco menos de dos horas nos deja en Onna. Nos instalamos en el hotel Koyo. Más que una habitación nos dan un apartamento duplex con vistas a la piscina por 9000Y por noche.
La tarde la pasamos en la piscina del hotel tomando unas cervecitas y cenando.
A las 01.00 ya estamos dormidos.
Nos levantamos a las 09.30 y cogemos un bus que nos deja en la playa de Maeda.
La playa es pequeña, su agua esta llena de coral y rocas y es poco profunda por lo mejor que puedes hacer es snorkeling (Maeda es famosa en todo Japón precisamente por esto). Y eso hacemos durante tres horas.
Después nos vamos a la playa de Malibu (cerca del Hotel Renaisence) y comemos en un chiringuito. Con las tripas llenas hacemos la digestión echándonos una siesta en la playa.
Mas tarde cogemos un bus de vuelta a Onna y cenamos en un restaurante cerca de nuestro hotel. Nos tomaos dos platos de soba (sopa de fideos gordos con cerdo) y una ensalada con sashimi por 2200Y.
Después nos vamos a la piscina del hotel donde nos tomamos un par de cervezas y charlamos hasta las 02.00
Nos levantamos a las 11.00, desayunamos y hacemos pereza en la piscina hasta la hora de comer. Al lado del hotel hay un pequeño restaurante (The Café) y allí comemos dos platos de soba y ensalada (1800Y los dos con bebida incluida) Comer en Japón es mucho mas barato de lo que mucha gente se cree y por 1000Y (6 Euros) uno puede comer fantásticamente.
Después de comer cogemos un bus que nos deja en Manza, una playa estupenda. Ahí nos quedamos hasta el atardecer y luego nos tomamos dos cervezas en el chiringuito Uchina (muy recomendado).
Después de un paseo volvemos a Onna y cenamos en el mismo sitio de ayer. Después, como todas las noches, charlamos en la piscina hasta las 02.00
Nos levantamos a las 10.00 y a eso de las 11.30 estamos en la playa de Manza, donde tomamos el sol hasta las 13.30, hora a la que me despido de mi querida amiga argentina.
Mi querida amiga amiga, disfruta al máximo tu vida de estudiante en Okinawa, sácale todo el jugo al tiempo que pases en Japón y se muy feliz. A lo mejor nos volvemos a ver dentro unos meses en Buenos Aires!
Después de despedirnos cojo un autobús a Naha (1200Y) y de ahí al aeropuerto en monorraíl (260Y). A las 17.00 sale mi vuelo a Osaka.
Me han encantado estos cuatro días en Okinawa porque he hecho precisamente lo que quería, que era descansar. Os parecerá una tontería, pero después de casi cuatro meses sin parar de viajar a uno le apetece no hacer absolutamente nada, simplemente estar en la playa sin pensar donde dormiré mañana.
En estos cuatro días he podido descansar y vuelvo a Osaka con muchas ganas de continuar con mi viaje. Es verdad que podría haber visitado mas cosas de “Oki” pero le he sacado todo el partido que quería.
Después de aterrizar en Kansai y de instalarme en el Hotel Capsula de siempre me voy al ciber cafe donde paso tres horas (940Y) antes de acostarme.
Me levanto a las 07.30 y me voy a correr al Parque del Castillo durante una hora y media.
Despues de correr me voy al onsen para luego irme a la estación de tren.
A las 12.00 llego a Nara, ciudad con mucho Patrimonio de la UNESCO y destino perfecto para una excursión de un día. Nara es, después de Kyoto, la ciudad donde más se saborea la cultura y vida tradicionales de Japón. La oficina de turismo de la estación de trenes es estupenda y el personal súper amable.
Todo lo interesante de la ciudad se puede visitar a pie, así que perfecto.
Lo primero que noto es que Nara esta lleno de ciervos. Hay más de 1200 ciervos pululando por las calles de esta ciudad. Aquí tradicionalmente se les ha considerado como mensajeros de los dioses y disfrutan del estatus de Tesoro Nacional.
Primero veo el Lago Sarasawa-ike, que esta lleno de tortugas. Después paso por las ruinas del Templo Kofukuji con su pagoda de cinco plantas.
Mas tarde paso por la oficina de turismo del centro donde tengo la oportunidad de sentarme en un simulador de terremotos para sentir en mis propias carnes como es un temblor de tierra. Esta oficina también tiene una muestra de sistemas antisísmicos para que no se caigan las casas o simplemente los ordenadores de las mesas.
De ahí me voy al lago Kagani-ike donde veo un espectáculo de Noh, una especie de teatro y danza tradicional de Japón. Hace un sol de justicia y hay que estar muy metido en el Noh para saber apreciarlo: casi me muero del aburrimiento y del calor.
De ahí me voy al Templo Todaji, que alberga el Daibitsu-den Hall, un templo budista que es la construcción de madera más grande del mundo (500Y). En su interior hay una estatua de Buda enorme de 16 metros construida en el siglo VIII (437 toneladas de bronce y 130 kilos de oro). La estatua es impresionante y merece la pena entrar a verla. En el templo hay una columna con un agujero en su base. La leyenda dice que quien sea capaz de pasar por el agujero alcanzara el Nirvana en su próxima muerte. En los dos minutos que me quedo mirando a la columna por lo menos 25 niños alcanzan el Nirvana.
De ahí me voy al jardín japonés Isui-en (650Y) que, sin duda, es lo que mas me ha gustado de la ciudad. Es increíble como los japoneses ciudan sus jardines y estar aquí es un autentico privilegio.
Después como por la calle, me doy mi último paseo por Nara y me cojo el tren de vuelta a Osaka, a donde llego a las 20.00.
Ceno y me voy al ciber una hora antes de acostarme en mi capsula.
Me levanto a las 08.00 y me voy a correr al Parque del Castillo para luego hago mi visita diaria al onsen del hotel.
A las 12.00 me meto en el ciber y paso allí todo el día.
Para comer me tomo un plato maravilloso de sushi (quizás sea lo único a destacar del día).
A las 22.30 estoy en la cama.
Me levanto a las 08.00 y, tras pasar por el onsen, me dirijo hacia Fukushima dando un paseo.
A las 10.30 he quedado con Sandra Canudas. En Mayo, cuando estaba preparando mi viaje, leí un articulo suyo sobre Papua Nueva Guinea. Me puse en contacto con ella porque necesitaba un contacto de confianza para el país. Sandra hace anyos dejo su trabajo de oficina para dar la vuelta al mundo y ahora se dedica a consejar y ayudar a preparar viajes similares a quien tenga como proyecto hacer algo asi. Por casualidades de la vida ella anda por Osaka, asi que por fin nos conoceremos en persona. Me ofreci a ensenarle Osaka y hoy es el unico dia en el que coincidimos puesto que manana me voy a Hong Kong.
Primero damos un paseo por el barrio de Kita, el barrio de Minami, los dos rios con su isla, America Mura y Ebisu Bashi (para detalles sobre todos estos sitios leed el diario del dia 14 de Septiembre).
Al llegar a Ebisu Bashi todavía es de dia. Este sitio es mejor verlo de noche, asi que pasearemos por la zona las proximas tres horas esperando a que anochezca.
En un puesto tomamos Tokoyaki que son unas bolas de pulpo muy ricas que se suelen vender por la calle.
Después de pasar por cientos de comercios de la zona de Ebisu nos metemos en un restaurante chino creyendo que era japones y nos tomamos un par de “ramen” (sopa de fideos chinos). Mi ramen viene con momos y cerdo y me cuesta 900Y.
Después de comer entramos en un salon recreativo de estos que solo puedes encontrar en Japon. A los ninos y adolescentes japoneses les encantan los videojuegos, pero las ninas y adolescentes japonesas pasan sus horas en los “Makie”. Los Makies son fotomatones pero no al uso. Son cabinas donde caben hasta cinco personas y donde te haces fotos de grupo. Después de dispararte uns cinco fotos pasas a un pequeño estudio de posproducción y editas las fotos antes de que se impriman. Aquí las japoneses utilizan todo su ingenio y creatividad para poner en las fotos todo tipo de colores, dibujitos, mensajes, cambiar el color del pelo, poner paisajes de fondo, escribir sobre la foto… Sandra ya ha estado en uno y yo me moria por probar una de estas maquinas, asi que invito a un par de aolescentes japonesas a que se hagan las fotos con nosotros a cambio de que ellas hagan la edicion posterior tal y como les de la gana. Todo el proceso cuesta solo 200Y y tarda según la creatividad que le quieras poner en la posproducción. Cuando acabas imprimen las fotos en pequenas pegatinas para que las pegues en tu movil.
Las fotos que me he hecho con las chicas son cojonudas pero lamentablemente no te dan ningun archivo electronico o CD asi que no las puedo poner aquí (simplemente se imprimen tal y como se hace en los fotomatones normales). En Japon hay toda una industria dedicada al “Makie” y entrar en uno sde estos salones recreativos es toda una experiencia.
Pasadas unas horas desde el momento en el que llegamos a Ebisu ya se ha hecho de noche. Estamos un rato viendo los impresionantres anuncios de neon del puente Ebisu Bashi y juntos volvemos a la estacion de Osaka, donde nos despedimos.
Me ha encantado conocer a Sandra en persona. No todos los dias se encuentra a gente con tanto espiritu emprendedor y vitalidad y le deseo todo lo mejor en sus futuros viajes y en su empresa. Si algun dia os planteais hacer un viaje exotico que se salga de lo habitual poneros en contacto con Sandra (www.consultoriaviajes.com) que os podra ayudar en posibles rutas. La empresa de Sandra ademas es pionera en viajes exoticos solo para mujeres.
Después me voy a cenar a un restaurante de sushi (para variar) y me tiro tres horas en Internet antes de acostarme.
Me levanto a las 09.00 y estoy emocionado por la semana que me espera. Siempre he querido ir a Hong Kong y por fin tengo la oportunidad.
Después de pasar por el onsen del hotel me cojo un tren en direccion al Aeropuerto Internacional de Kansai (2,320Y ida y vuelta). El vuelo operado por Air India sale a las 14.00 sin retraso y casi sin pasajeros. Aterrizamos a las 16.50.
Lo primero que hago es sacar 300 Hong Kong Dollar (un Euro equivale a 11 HKD).
Por 160 HKD me pillo un billete de tren de ida y vuelta a Kowloon, que es donde esta mi hotel.
El tren rezuma calidad y en el trayecto puedo ver la cantidad de edificios y de rascacielos que hay en Hong Kong. Es increíble ver tanto desarrollo inmobiliario. Da la sensación de que la gente vive en jaulas (jaulas todas iguales). Verlo es interesante, pero por nada del mundo viviria en uno de estos edificios.
En menos de 30 minutos estoy en la estacion de Kowloon. La estacion de Kowloon tiene tanto comercio y pasillos que es facilisimo perderse. De hecho por el centro comercial hay puestos de información con mapas para que te orientes. La impresión que me da es que aquí hay mucho dinero y que a la gente le gusta mucho gastar.
Después de caminar media hora llego a Cameron Road y me instalo en el Star Guest House (2,800HKD por siete noches). La habitación es un poco cutre y pequena pero esta limpio, es centrico (al lado de la estacion de metro de Tsim Sha Tsui) y el personal es muy amable.
Después de instalarme me voy al Tsim Sha Tsui East Promenade, que es un paseo desde donde las vistas a la isla de Hog Kong y sus rascacielos son unicas.
De hecho he llegado al East Promenade a la hora mas indicada, las 20.00, que es cuando comienza el espectáculo diario de la Sinfonia de la Estrellas. Lo que se ve aquí es espectacular. Una veintena de rascacielos empiezan a hacer juegos de luces durante media hora. La cantidad de combinaciones de colores y la originalidad de las formas que salen de estos juegos de luces es algo que no habia visto nunca. Para ver video: http://www.youtube.com/watch?v=LVQx6ALNKNo Desde luego Hong Kong no me podia haber recibido de una mejor manera y se me nota en la cara que estoy feliz. Varias veces en este viaje he tenido la misma sensación. Se me llenan los pulmones de aire y de emocion y solo desearia compartir un momento tan especial con la gente a la que quiero. Para ver video de gente bailando Rock & Roll en Tsim Sha Tsui East Promenade: http://www.youtube.com/watch?v=637ujwY8uZA
En Hong Kong lo que no falta son restaurantes. Los hay por todas partes y la variedad es increíble. Me meto en una pequena cantina china y me tomo un plato de arroz con pato delicioso (27 HKD).
Después de la cena me meto en un pub irlandes, P.J. Murphy’s, y me tomo unas cuantas cervezas. Hong Kong es un gran centro de negocios internacional y este bar refleja precisamente esto. Aquí puedes apreciar la cantidad de extranjeros que pasan por esta ciudad. Aquí la gente viene a estudiar, a buscar trabajo, a hacer negocios y simplemente a conocer la ciudad. Durante las cuatro horas que estoy en este pub tengo la oportunidad de conocer a gente de todas las nacionalidades pero recuerdo especialmente a un cocinero aleman que llevaba 10 annos viajando en un barco y que me estuvo contando sus aventuras por todo el mundo.
A las 03.00 vuelvo al hotel.
Me levanto a las 12.00 con un poco de resaca. Hoy me temo que va a ser un día de descanso y de adaptación a la ciudad.
Me bajo a comer y me tomo un plato de sopa de fideos con codillo por 23 HKD.
Después me pierdo un poco por la zona de Tsim Sha Tsui y me meto en el parque Signal Hill Garden a descansar (consigo echarme una siestecita de una hora). Estando en el parque conozco a Henry, Eric, John y Chimi, cuatro nigerianos que están dando un tour por Asia en viaje de negocios. Mientras me tomo con ellos una cerveza a la que me invitan, al sol, hablamos de nuestros respectivos viajes y aventuras por el mundo y la conexión es enorme. Es increíble como nos podemos parecer los seres humanos y nos acabamos despidiendo con abrazos deseándonos lo mejor como si nos conociéramos de toda la vida. Ya lo he mencionado algún día, pero quiero insistir en que es precisamente esto lo que mas me esta gustando de este viaje, el conocer a gente de tantos sitios tan diferentes, con tantas cosas por enseñarme, de la que tanto puedo aprender y con la que puedo compartir tanto. Es curioso como después de hablar un rato con alguien, un completo desconocido hace una hora, se puede convertir en un amigo para siempre. Cada vez estoy más seguro de que los extraños no son más que amigos que todavía no has conocido.
Después paso por el ciber una horita y compro algo de comida para llevar al hotel. Algo muy bueno que hay aquí son la ternera y el cerdo caramelizados que se venden en ciertas tiendas. Por 108KD me compro en Bee Cheng Hiang 400 gramos de varios tipos de cerdo que devoro en mi habitación.
A las 21.00 estoy en la cama y tardo poco en cerrar los ojos.
Hoy me levanto a las 08.00, desayuno y a las 09.00 estoy en el Puerto Internacional de Ferris.
Hoy voy a pasar el día en Macau, otra región de China que, al igual que Hong Kong, goza de un estatus especial.
La compañía New World First Ferry Services me vende un billete de ida y vuelta para el día por 308HKD.
Después de casi una hora de trayecto el ferry llega a Macau a las 10.30. La oficina de turismo del puerto es muy buena y allí me hago con un buen mapa de la ciudad. Pienso conquistar la ciudad con los pies, así que de la misma salgo del puerto en dirección al centro de la ciudad.
Macau es una antigua colonia portuguesa que todavía mantiene el encanto de una ciudad colonial. La primera impresión que me da la ciudad es muy grata. Hay cantidad de edificios coloniales y muchas reminiscencias a la vida portuguesa. Después de cuatro meses viajando parece que vuelvo a pasear por Europa y me encanta.
Lo primero que visito es Lou Lim Ioc, un jardín chino rodeado por casas coloniales. La mezcla entre lo chino y portugués se nota perfectamente en este pequeño parquecito. Aquí se ve a mucha gente mayor haciendo ejercicio y practicando música. Me ha encantado Lou Lim Ioc y, todavía con la sonrisa en la cara, me dirijo hacia las ruinas de la Iglesia de San Pablo.
De esta iglesia del siglo XVII solo queda en pie la fachada. El efecto es gracioso porque si estas en frente parece que esta el edificio entero. Aquí también se puede visitar la cripta.
Justo al lado de la Iglesia hay un monte coronado por un fuerte (Mont Fort) construido en el siglo XVII y desde donde hay unas vistas muy chulas de toda la ciudad. De todo lo que se ve destaca el mastodontico casino Grand Lisboa, una torre de 53 plantas con la forma de una flor de loto.
Desciendo el monte y continúo andando por la Rua de Sao Paolo, que está justo en frente de la Iglesia antes mencionada. Esta calle es muy comercial, peatonal y esta llena de gente. Aquí me encuentro con tres españoles que están rodando un capitulo de “Maños por el mundo” la Televisión de Aragón.
Continuando por la rua llego a la Plaza Largo do Senado que es donde esta el Leal Senado (“leal” porque se negó a reconocer los sesenta annnos de ocupación española durante el siglo XVI). Me meto en el Leal Senado, que tiene una biblioteca pequeña pero bien bonita.
Cerca esta el restaurante “Solmar” conocido por su plato “Galinha a Africana”, un pollo cocinado con una salsa de coco, ajo y pimiento. Este plato lo acompaño con una coca cola y me cuesta 144 patacas. La Pataca (MOP) esta casi a la par con el HKD.
Después de haber comido en un restaurante que bien podía haber estado en Lisboa y después de ver como tanta gente habla portugués me quedo con a sensación que pasar por Macau ha merecido la pena. Mas que nada por ver el contraste tan grande con Hong Kong y Asia.
Después paso por la Catedral de Macau, la cual es totalmente prescindible.
Subo por la Avenida de Praia Grande para ver una pequeña pagoda que se utiliza como sala de lectura (“Chinese reading room”), pero esta cerrada.
Hasta aquí lo que he visto es el Macau portugués con un sabor colonial muy interesante. Macau fue portugués durante 450 años y todavía se sigue notando un estilo de vida mediterráneo.
En 1999 paso a manos chinas (un año después de que Inglaterra devolviera Hong Kong) y desde entonces goza del estatus de S.A.R. (Special Administrative Region) que le da cierta autonomía con respecto al gobierno central chino (Hong Kong también es una S.A.R.).
Desde 2001 ha habido un enorme boom en la economía, población y turismo de Macau. Esto se debe a que Macau es el único sitio en China donde el Juego es legal. En Asia en general y en China en particular gusta mucho jugar así que Macau no ha hecho más que crecer desde la legalización. En los últimos años se ha llenado de casinos, tantos que, en 2007, ya superó a Las Vegas en el negocio del Juego. A pesar de ello los dueños y accionistas de los casinos de Macau siguen siendo los mismos que los de las Vegas, quienes han sabido ver en Macau la gallina de los huevos de oro.
Macau tiene censados a medio millón de personas pero recibe cada año 21 millones de visitas (42 veces mas!). Es como si Madrid recibiera 210 millones de visitas al año.
Todo este boom no esta exento de ciertos costes sociales. Por un lado los residentes piensan que antes se vivía mejor (el trabajo creado por el Juego se lo lleva el inmigrante sin papeles de Filipinas, Vietnam o Nepal). Además como toda la economía de esta S.A.R. se ha enfocado en el Juego empieza a haber falta de mano de obra cualificada para otras industrias importantes. También con el auge del Juego se han dado casos muy sonados de corrupción que antes no se daban. Además la ludopatía empieza a ser considerada en China como un problema de salud publica y los dos últimos años se ha intentado restringir el acceso a Macau por parte del resto de los chinos. Pero bueno, poco se hace por cambiar cuando el juego representa el 70% de la recaudación impositiva de Macau.
Así las cosas, visto el Macau colonial, ahora me meto a ver el Macau de la exageración, del dinero, del juego y de las construcciones imposibles.
Primero me meto en el Casino Grand Lisboa que, como he escrito antes, es un rascacielos de 53 plantas de color dorado con la forma de una flor de loto. Es tan monstruoso, hortera y rompe tanto con la armonía arquitectónica de la ciudad, que acaba siendo hasta interesante. Por dentro las salas de juego son gigantescas y en ella miles y miles de chinos pasan los días enteros. Aprovecho la oportunidad para ver si la fortuna conspira a mi favor, pero solo consigo perder 20 Euros en la ruleta. En fin, había que probar fortuna en Macau, no?
Cerca esta el Emperor Palace Casino que es tan hortera que en su hall hay lingotes de oro macizo incrustados en el suelo. Aunque solo sea para ver esta muestra de estupidez, tenéis que pasar a ver este Hall. El casino por dentro no es tan impresionante.
Después sigo andando y llego a los pies de la Torre Macau. Cuando estoy llegando veo a un tío tirándose desde arriba. Al verlo me entra el cosquilleo y es que desde lo alto de esta torre uno puede realizar el salto de “puenting” más alto del mundo (233 metros de caída libre). El salto esta gestionado por una empresa neozelandesa, la cual te da la opción, si quieres, de escalar 100 metros por la antena de la torre!
Nada mas subir me entero de los precios y me parece carísimo (1400 MOP por el salto). Decido dejar el salto para otra ocasión pero ahora la verdad es que me arrepiento. De todas maneras a 233 metros se ve muy bien la ciudad y la parte del suelo de metacrilato transparente que hace que parezca que andas suspendido en el aire ya es bastante emocionante. Subir la torre merece la pena aunque no hagas el salto (85MOP).
Empiezo a ir mal de tiempo y me pillo un taxi que por 40 MOP me deja en el Venetian Macau, el casino más grande del mundo.
Hay que ver este casino para creérselo. Es una replica de Venecia con canales, puentes, góndolas y gondoleros que cantan. Si en la Venecia real te pierdes por sus calles, en la Venecia de Macau también. Incluso cuenta con un lago enorme representando el mar y un campanile igual de alto que el campanile de San Marcos. Para ver video: http://www.youtube.com/watch?v=rm51Pna_iEQ
Todo esto es un despropósito y una horterada pero, como pasa con el Grand Lisboa, no puedes ir a Macau y no echarle un vistazo.
Cuando salgo del Venetian esta anocheciendo y cruzo la isla de Taipa en dirección al centro de Macau. El puente Macau-Taipa es tan largo que tardo treinta minutos en cruzarlo a paso ligero. Cuando cruzas en dirección Norte tienes al Grand Lisboa en frente que, al ser de noche, se ilumina de muchos colores.
Una vez cruzado el puente me voy al puerto a coger el ferry de vuelta a Hong Kong que sale a las 21.00.
La visita a Macau me ha encantado porque es una ciudad muy especial. Aquí conviven dos tipos de vida y dos maneras diferentes de contar el Tiempo: la manera china y la portuguesa.
Si pasáis por Hong Kong no os podéis perder una visita a Macau. Os merecerá mucho la pena y a lo mejor hasta tenéis suerte y volvéis con algo de dinerito.
A las 22.00 llega el ferry a Hong Kong. Por cierto, si pilláis este trayecto de vuelta, intentad coger los sitios de la derecha para que así podáis disfrutar del impresionante skyline nocturno de Hong Kong.
Cerca del hotel ceno una sopa de fideos con pato y un te por 41HKD.
A las 23.00 estoy en el hotel totalmente rendido. Antes de dormir recibo un mensaje de un colaborador con la traducción de “Molamos que no veas” al mongol (“Bit Nar Sirlig Goi”) y filipino (“Kami Ay Astig”). Ambas frases equivalen a “nosotros somos los mas guays”.
Hoy es un día de transición y me levanto a las 10.00. Me quedo leyendo en la cama hasta las 12.00.
Me doy una vuelta por Tsim Sha Tsui, Kowloon Park, East Promenade y un par de galerías de tiendas.
Hong Kong me esta gustando mucho pero veo ciertas cosas que no me convencen tanto. Por un lado hay demasiada gente y por otro parece impregnado por un espíritu consumista exagerado y por una devoción ridícula por las grandes marcas.
A las 16.00 como una sopa de fideos con carrillera de cerdo por 23HKD (con te incluido) que son, hasta ahora, los mejores que he tomado.
El resto de la tarde la paso escribiendo, leyendo y viendo la tele en mi habitación.
Hoy me levanto a las 08.00 y a las 09.00 cojo el Star Ferry (2.2 HKD) que me deja en Hong Kong Central, en la Isla de Hong Kong. Esta Isla es donde se encuentra el distrito financiero y donde vive la gente “bien”.
Lo primero que visito es la Bolsa de Hong Kong. La Hong Kong Stock Exchange se encuentra en la Exchange Square y tiene una sala de exposiciones que puedes visitar por 10 Honkies (manera amable de llamar al HKD). Hoy sale una compañía a Bolsa y hay mucho ambiente y periodistas. La exposición es muy interesante y te cuenta la historia económica y financiera de la ciudad, la evolución de sus mercados y además puedes ver el antiguo parquet de contratación o “trading floor”.
Después me meto en la torre más alta de Hong Kong, la Two Internacional Financial Centre, que tiene 88 plantas. Su arquitecto es el argentino Cesar Pelli, quien también diseñó el Cannary Wharf de Londres y las Torres Petronas de Kuala Lumpur. En su planta 55 se encuentra la sede del Banco Central de Hong Kong (Hong Kong Monetary Authority) que también tiene una sala de exposiciones (gratuita) sobre el sistema bancario y la evolución del dinero. La exposición es prescindible pero lo que de verdad merece la pena es mirar por sus ventanales y ver las impresionantes vistas de la cuidad y de su distrito financiero con sus rascacielos.
Salgo y me doy un paseo por Hollywood Street y el mercado de Graham Street. Estas calles están bastante empinadas y estando cuesta abajo las vistas de los mercadillos y puestos de comida son muy chulas. También paso por delante de Duddell Street que tiene unos centenarias lámparas de gas que aun funcionan.
De ahí subo por la colina hasta llegar al Hong Kong Zoological and Botanical Gardens. Este parque es gratuito y constituye un verdadero oasis entre tanto ajetreo y rascacielos. La parte del zoo es pequena y esta dedicada a primates, entre los cuales puedes ver al orangután. La parte dedicada a las plantas es un poco más grande.
De ahí me voy andando a la Statue Square, que viene a ser el centro del distrito financiero. Justo al lado esta el Hotel Mandarin Oriental (votado sistemáticamente todos los años como el “mejor hotel del Mundo”) donde entro a echar un vistazo y una meada.
Desde ahí estas al lado del rascacielos Jardine House que aquí lo llaman “el edificio de los mil agujeros del culo” por la multitud de ventanas "ojo de buey" que tiene.
Luego paso por el City Hall, que es un centro cultural que me recuerda un poco al Barbican Centre de Londres. En el City Hall veo una exposición de pinturas sobre Hong Kong y China muy interesante.
Justo al lado del City Hall esta el Hong Kong Planning and Infrastructure Exhibition Gallery, que es un pequeño museo/galeria que te enseña cuales son los próximos proyectos de obra, infraestructura y desarrollo urbanístico en los próximos años. Tienen un simulador por donde navegas por el Hong Kong de dentro de veinte años. Esta exposición es prescindible pero te da una idea de cómo a los de Hong Kong poco les importan los edificios antiguos y emblemáticos si interfieren con los intereses económicos. Da la sensación de que aquí no queda ninguna edificación que tenga más de treinta años. Esto da mucha pena ya que, a pesar de todo el pasado colonial que tiene, Hong Kong se convertirá en una ciudad vacía de cultura y de pasado.
Luego me meto en el la sede el Hong Kong and Shangai Banking Corporation (ahora HSBC) cuyo edificio se construyó en 1985 bajo el diseño de Norman Foster. En su día fue el edificio con la edificación mas cara del mundo (mil millones de USD). Toda el edificio esta diseñado para maximizar el uso de la luz natural y la verdad es que es muy diferente y moderno.
Después paso por delante de la antigua sede del Bank Of China, que se ha quedado pequeña comparando con los enormes edificios que la rodean.
Luego entro en la Torre Cheung Kong, que tiene un parque precioso con el mismo nombre. Justo al lado esta la Court of Final Appeal y la Saint John’s Cathedral. Al entrar en la Catedral son las 14.00 y coincido con un concierto de órgano que se celebra dentro. Sentado en uno de los bancos me quedo escuchando el concierto hasta las 15.30 (aunque he de decir que en esos noventa minutos me eche alguna cabecita que otra).
Luego paso por la nueva sede del Bank Of China, que es realmente impresionante. Este edificio es uno de los más emblemáticos de la ciudad y su construcción se completo en 1990. Tiene 70 plantas y su construcción no estuvo exenta de polémica. En China se suelen respetar los principios de Feng Sui cada vez que se construye algo. Estar normas basadas en cálculos numéricos y astrológicos dictan la orientación y el diseño que debe tener un edificio. Las formas del New Bank Of China son puntiagudas y se consideraron como una ofensa o ataque a los edificios colindantes ya que los ángulos no pueden apuntar a los edificios vecinos. Parte del edificio se tuvo que rediseñar para tener contento a todo el mundo y de ahí proviene la forma final de este edificio tan curioso. Toda la planta baja es una sucursal del banco y la verdad es que es una preciosidad por fuera y por dentro.
Por ultimo me doy un paseo por la parte central del distrito financiero y entro en un par de sus galerías de tiendas (el aire acondicionado de estos sitios se agradece en un sitio tan caluroso y húmedo como Hong Kong).
A las 20.30 ceno en el mismo sitio de ayer y me tomo los mismos fideos con carrillera de cerdo.
A las 00.00 estoy dormido en mi cama.
Hoy me levanto a las 08.00 y lo primero que hago es irme a correr por el Tsim Sha Tsui East Promenade hasta las 10.00.
Después en uno de esos ataques ahorrativos que me dan como consecuencia del gasto de este viaje, hago una colada a mano con mi jabón Lagarto. La verdad es que haciendo la colada tu mismo, la ropa no queda ni la mitad de bien y además tampoco te ahorras un dineral, pero constituye una buen momento para pensar y para descargar adrenalina!
Luego paso por el Post Office y mando un paquete de cuatro kilos a España por 162 Honkies (ira en barco y tardara dos meses). Que alegraria deshacerse de libros acumulados en la mochila!
Luego me cojo el Star Ferry y me voy a Hong Kong Central. Ahí me meto en el Pacific Coffee Company y paso una horita escribiendo con un batido de chocolate (29 Honkies).
A las 15.00 he quedado con una chica de Recursos Humanos de mi antiguo trabajo. Ahora no estoy buscando trabajo en absoluto pero estoy abierto a explorar nuevas opciones y seria estupido por mi parte dar la vuelta al mundo, pasar por tantas ciudades interesantes y no entrevistarme con gente para ver como esta el mercado laboral. La reunión trascurre en la planta 59 de la Torre Cheung Kong y las vistas son para quitar el hipo. Estoy una hora hablando, soco interesantes conclusiones y dedico un par de horas a pasear por Hong Kong Central.
Luego vuelo a Kowloon y acabo la tarde escribiendo tranquilo en una cafetería.
Estoy en el hotel a las 22.00, me veo una peli en la tele y me duermo a las 00.00.
Me levanto a las 08.00 y, tal como hice ayer, me voy a correr un poco por el East Promenade hasta las 10.00.
A las 11.0 estoy en la estación de ferris de Hong Kong Central y me voy andando hacia la zona de The Almiralty. Aquí esta el Hong Kong Park, que es realmente bonito y bastante grande. La tranquilidad de los parques de Hong Kong choca con el bullicio de las calles y de los rascacielos. Hong Kong Park tiene un aviario enorme en el que puedes ver bastantes especies exóticas de aves si es lo que te gusta. De todas maneras aunque no te interese, estar dentro de esta enorme jaula es muy sugerente.
Sigo andando en dirección Norte y paso por delante de un rascacielos dorado que es sede del Far East Financial Centre.
De ahí sigo andando en dirección a Wan Chai. El paseo hasta llegar es horroroso. Andando por aquí te das cuenta que esta ciudad no esta hecha para los peatones (mucho paso elevado y túneles) y la cantidad de tráfico hace que andar por aquí sea horrible.
La zona de Wan Chai esta mucho mejor. Aquí hay mucha vida. Los restaurantes y los bares se suceden uno detrás de otro y la vida de la calle es muy atractiva.
Paso por el edificio enorme del Central Plaza. Estando por aquí me ha entrado un poco de bajón. En cierta manera Hong Kong me esta decepcionando. Siento que aquí de lo que se trata es de gastar, gastar y gastar. Noto una falta de ambiente cultural, de museo bueno, de festival callejero, de vida a parte del trabajo!
De todas maneras decido darle otra oportunidad a la ciudad y me cojo el metro que me deja en la estación de Sheung Wan (en el Oeste de la isla de Hong Kong, 5 HKD).
Nada más salir del metro lo que veo es bien diferente. Esta zona esta llena de mercados y de vida callejera. Me meto en todos los mercados posibles de Sutherland Street. Veo mercados de pescado seco, de hierbas, de plantas medicinales, de ginsen, de setas enormes y aquí voy a descubrir una cosa que me va a alegrar es resto del día. Al principio no estoy seguro, pero según me voy acercando mis sospechas dejan de serlo y paso a estar seguro de lo que están cortando delante de mis ojos es JAMON SERRANO! No es importado de España ni el sucedáneo cutre que hacen en Italia, es Jamón serrano curado en China! Los chinos también tienen este tipo de jamón pero no acostumbran a comerlo crudo y lo que hacen es utilizarlo para hacer guisos. Pero el caso es que es jamón serrano! En seguida mi imaginación me regala la idea de un bocata de jamón con una cerveza. La próxima hora la dedico a hacer realidad este sueño. En uno de los puestos compro 200 gramos en lonchitas por 31 Honkies. La vendedora se asombra al ver mi cara de satisfacción según corta este preciado manjar. De ahí me voy a una panadería francesa y me compro una barra de pan recién hecho. Paso por el 7 Eleven y tienen cerveza San Miguel! Es verdad que esta cerveza es filipina y no española, pero ya seria la polla que tuvieran “Estrella de Galicia” o litronas de “Mahou”. Os parecerá una gilipollez, pero el bocadillo que me comí en el Hollywood Road Park me hizo volver a España y lo disfrute como si estuviera saboreando el mejor de los manjares. Ya han pasado unos meses desde que deje mi tierra y es la primera vez que tomo algo tan reconocible. Es verdad que este jamón en España hubiera sido el peor del mercado. Es verdad que no me estaba tomando un Jabugo cinco “J”, pero supe apreciar este jamón como el regalo que mi cuerpo necesitaba. Es increíble como una cosa tan normal en España como es tomarse un bocata de jamón con una cerveza, sacado de contexto y trasladado a un parque de Hong Kong se puede convertir en toda una experiencia de disfrute y de sensaciones!
Después del bocata me paso por el mercado de comida fresca de Queen’s Road West. Todo muy normalito con la excepción de la tienda donde se vende, limpia y descuartiza el anfibio por excelencia, la rana. Las ranas se comen en muchos sitios pero choca verlas vivas y ver como el carnicero hace su trabajo.
Después me vuelvo a meter en Hollywood Road y me dirijo en dirección Este. Esta calle esta llena de anticuarios y le da un aire muy “Chinatown”.
Después me meto en el templo chino de Man Mo que esta dedicado a dos dioses, uno civil y otro militar.
Continúo mi paseo por los barrios de Lan Kwai Fong y Soho y me tomo un chocolate caliente en el Pacific Coffee Company.
De ahí cruzo el distrito financiero para coger en “Tram” o funicular que sube a la colina de Hong Kong. La cima de este monte, “The Peak” es quizás la atracción mas visitada de Hong Kong y con razón. El Tram cuesta 48 Honkies y la cola es impresionante. Después de 30 minutos de espera consigo meterme en uno de los tram y ascender a la cima. Desde la cima las vistas son únicas. Estar por encima de los rascacielos y verlos iluminados nunca se me olvidara. Merece la pena cuando estéis abajo comprar el billete que te da acceso a la torre/observatorio porque desde ahí las vistas son las mejores.
A las 21.00 he quedado con Juan, un operador del BBVA que lleva viviendo aquí un año. Me ha encantado charlar y tomarme una cerveza con el. Juan me dice lo que sospechaba, que Hong Kong es una ciudad para trabajar y que culturalmente esta vacía. Se agradece hablar con un tio tan mao y me da pena irme manana y no quedar con el otro dia. Desde aquí te mando un abrazo, Juan!
A las 23.30 estoy de vuelta en mi hotel, donde no tardo mucho en dormirme.
Hoy se me acabo el viaje de Hong Kong y tengo que continuar con mi viaje. Hong Kong y Macau me han gustado mucho y ha merecido la pena la visita. China es el presente y el futuro y haber estado aquí me da una buena idea de cómo es la China moderna. En el futuro haré un viaje en condiciones por todo el país, pero esta semana ha servido como un buen aperitivo.
Me levanto a las 05.15 y me cojo un taxi a la estación de tren de Kowloon (28 Honkies). De ahí me cojo el tren al aeropuerto que ya había pagado a la ida.
En el tren conozco a Noemí, Bea, Milena y Sandra, cuatro españolas que están viviendo en Japón un año y que han estado una semana en Hong Kong de vacaciones. La casualidad hace que también cojamos el mismo vuelo.
Nada mas llegar al aeropuerto nos confirman que hay un retraso de dos horas. Este tiempo lo paso charlando con el empleado filipino que me ha facturado la maleta. El tío es súper simpático y me confirma que la traducción que tengo de “Molamos que no veas” al filipino (“Kami Ay Astig”) recoge la idea que yo quería! Me habla de cómo es la vida en Hong Kong para un Filipino. Esta gente esta acostumbrada a viajar muy lejos de su tierra para encontrar oportunidades de trabajo. A pesar de ello me dice lo mucho que echa de menos su casa y su familia. Al tío le ha encantado la idea de “Molamos que no veas” y me presenta a sus compañeros de trabajo chinos para que me den una traducción al cantones, la cual es “Oh Tim Ho Dim” (algo así como “somos los mejores”). Al final me acabo despidiendo con abrazos de los empleados de facturación de Air India. Tiene gracia como el inconveniente de un retraso de dos horas se puede convertir en una oportunidad de conocer a gente! Lo dicho, los extraños no son mas que amigos que todavía no has conocido.
A las 14.30 (hora local) aterriza nuestro avión. Me quedo hablando con las chicas españolas media hora y me pillo el tren a Osaka.
Estas chicas trabajan como bailarinas en el Shima Spain Mura (www.spainmura.net) un parque temático español en medio del País del Sol Naciente. Mucha suerte y disfrutad a tope de vuestros últimos meses en Japón, chicas!
Nada mas llegar a la estación de Osaka me instalo en mi hotel favorito, el Capsule Osaka Inn, para variar. No me cojo la opción del Onsen porque voy pillado de pasta y no quiero sacar yenes un día antes de irme a Vietnam. Ceno y me meto en el ciber tres horitas.
Estoy en el hotel a las 23.30 pero antes de dormirme consigo la traducción de “Molamos que no veas” al japonés (“Watashi Tachi Inhiban Iketeru”), algo así como “somos los mas guays”. Muchas gracias Paula!
Me levanto a las 07.00 y a las 07.50 sale el autobús desde la estación de Osaka en dirección a Nagoya (tres horas, 2900Y).
En Nagoya no tengo tiempo de hacer turismo y lo único que puedo hacer es ir a ver el impresionante “Spider Building”. Y os preguntareis, "que cojones hace este en Nagoya?" Pues yo me pregunto lo mismo. La verdad es que el billete a Vietnam salía mucho mas barato si volaba desde Nagoya y hacia escala en Seúl (Corea).
Me pillo el tren a Central Japan International Airport (850Y) y me siento al lado de Ayumi, una enfermera japonesa enamorada de España y cuyo hobby (la cesteria) lo quiere convertir en una profesión. La hora de trayecto con Ayumi resulta ser muy interesante. Ayumi es una de esas japonesas que veis con cámara por el museo del Prado, es decir, una japonesa que viaja. No os creáis que los japoneses viajan tanto como os pensais. Pensad que con 120 millones y que se parecen mucho. Lo mismo los miles de japoneses que veis en España son la misma persona que se mueve muy rápido.
Después de escribir la frase de antes y de perder varios millones de neuronas con ello, continúo. En el aeropuerto me hago con moneda vietnamita, el Dong. En Euro equivale a 20.000 Dong y un Dólar a 16.000 Dong.
El vuelo de Korean Air con dirección a Seúl sale a las 15.30 y llega a las 17.30. El aeropuerto de Seúl es de esos que te hace acordarte de las madres de todos los empleados de Barajas y de Aldeasa. Es un aeropuerto en condiciones, con ordenadores portátiles disponibles para todo el mundo con Internet gratis, con tiendas y restaurantes de todo tipo (donde no te atracan por tomarte un sándwich y una coca cola). Por difícil que pueda parecer, la experiencia “aeropuerto” en Seúl se convierte en algo grato y ameno. De hecho llego a la puerta de embarque de mi vuelo el último.
A las 19.30 sale el vuelo en dirección a Hanoi, la capital de Vietnam. Aterrizamos a las 22.30 (hora local).
He pasado los últimos meses en países donde el servicio y las infraestructuras funcionan. Además en Bhutan, Japón o Corea es difícil que te engañen, te tomen el pelo o te roben. Por eso siento algo de inquietud por mi llegada a Vietnam. Temo volver al Asia de la chapucería, de la improvisación y del de “maricon el último”, pero por otro lado tengo ganas de aventura y de adentrarme en lo desconocido.
Un empleado del hotel me recoge en el aeropuerto (taxi 17 USD) y en una hora ya estoy instalado en mi habitación del Hotel Luang Hiep (20 USD la noche, una habitación estupenda).
Poco tardo en dormirme. Mañana empezare mi aventura por las calles de Hanoi!
Me levanto a las 08.00 y desayuno en el hotel. El precio por noche incluye en desayuno, así que algo menos por lo que me tengo que preocupar.
Mi hotel esta situado en el Old Quarter (“Barrio Viejo”) y me doy una vuelta por el barrio. Las calles son estrechas con mucha vida callejera, pero mucho mas limpio de lo que me esperaba. De hecho es mucho mas limpio que India o Nepal. Este barrio es muy manejable y cerca de todo.
Lo primero que hago es ir al cajero de Citibank y sacar 5 millones de Dong (250 Euros). El cajero esta justo al lado de la oficina de turismo, donde me hago con un mapa de la ciudad.
Justo en frente de la oficina esta el Lago Hoan Kiem, el cual alberga el templo de Ngoc Son. Estando en el templo me encuentro con un grupo de 60 cantabros que están haciendo un viaje por Vietnam! Charlo un rato con ellos y sigo con mi paseo rodeando el lago.
De ahí me voy a la Catedral de St Joseph, que hoy esta cerrada. Justo delante de la plaza compro el libro “The Girl in The Picture” que cuenta la vida de la niña desnuda y herida que huye de las bombas americanas y cuya foto dio la vuelta al mundo. Me sale bien de precio 60.000 Dong (3 Euros) pero al abrir el libro me doy cuenta de que lo de dentro son fotocopias!! Por lo visto Vietnam es el país de las copias. Tres Euros por unas fotocopias es muy caro así que a partir de ahora regateare a la baja si veo algún otro libro que me interese. Las calles están llenas de vendedores ambulantes de libros. Todos tienen exactamente los mismos libros pero presumen de que te pueden conseguir lo que quieras. A diferencia con la India, decirles “no me interesa” una sola vez sirve para que te dejen en paz.
Otra cosa que llama mucho la atención es la cantidad de motos que hay por la calle. Es un país pobre donde tener coche es inalcanzable. Absolutamente nadie respeta las señales de tráfico y cruzar la calle puede ser toda una aventura. A mi me ha dado buen resultado el cruzar lenta pero firmemente, con la mano en alto como para que paren. Algo cojonudo es que, aunque nadie respete ni una sola señal o semáforo, todos los motoristas llevan casco. Algo es algo.
Luego me voy en dirección Oeste y me meto en el inmenso Templo de la Literatura (“Van Mieu”) cuya entrada me cuesta 5000 dong (0.25 Euros). Este templo es del siglo XI y me ha encantado. Es la primera Universidad que hubo en el país y te puedes imaginar perfectamente la vida de los estudiantes y de los monjes que vivían dentro. Aquí se enseñaban, entre muchas otras cosas, los principios del Confucianismo.
De ahí me voy en dirección Norte hacia el complejo del Mausoleo de Ho Chi Minh. El cuerpo del líder comunista que logro ganar la guerra a los americanos esta aquí. Pero he llegado en un mal día por varias razones: es lunes y los lunes cierra. Por otro lado hoy hay visita de Estado del Presidente de Brasil y lo cierran. Además, por lo visto, el cuerpo embalsamado de Ho Chi Minh esta en Rusia en un proceso de restauración. En fin, no podía haber pasado por aqui en un día menos indicado! Pero bueno, andar por los alrededores del Mausoleo te da una idea de cómo es la zona.
La plaza que esta delante del Mausoleo es uno de estoy espacios abiertos enormes que tanto gusta en países comunistas. Me recuerda a un poco a la Plaza de la Revolución de La Habana.
Yendo en dirección norte me meto por una zona militar que recuerda un poco a la parte colonial de Nueva Delhi. En esta zona hay muchos militares, todos muy jóvenes, sonrientes y que saludan cuando pasas. Me alegra ver que todavía mantiene algo de estilo colonial francés, que se aprecia en muchos edificios de la zona (Vietnam fue francesa de 1883 a 1954). Pero, a parte de los edificios mencionados, poco queda de la cultura francesa en Vietnam.
A las 18.00 estoy de vuelta en el Old Quarter y ceno una sopa de fideos en un restaurante callejero.
A las 19.30 estoy en el hotel bastante cansado y dedico el resto de la tarde/noche a leer y ver la tele.
Me duermo a medianoche.
Ayer contrate con el hotel un viaje de dos días por la Bahía de Halong (“Halong Bay”) que me costo 60 USD (unos 45 Euros) y empieza hoy.
Me levanto a las 07.00, desayuno y a las 08.30 me recoge un tío de la agencia que me mete en el autobús en dirección a Halong Bay.
Halong Bay es una maravilla de la naturaleza que nadie que pase por Vietnam se puede perder. Esta al noreste de Hanoi, en la costa, en lo que se llama el Golfo de Tonkin. Halong Bay es una Bahía que alberga más de tres mil pequeñas islas en forma de roca y piedra caliza y es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
En el barco somos doce y desde el primer momento hay muy buen rollo entre todos. Congenio especialmente bien con dos parejas de Malasia. Por una lado Lim y Mah y por otro Vincent y Yaling. Todos salvo Lim trabajan en la industria farmacéutica.
La mayor parte del día la pasamos yendo de laguna en laguna y de roca en roca. Esto es precioso y la verdad es que merece la pena. El barco por dentro esta muy bien y mi camarote es esplendido.
De todo lo que hemos visto destaco Sung Sot una cueva enorme, pero simplemente navegar por Halong Bay es un autentico sueno.
Dentro del barco hay una pareja vietnamita que esta de luna de miel. Secretamente han comprado marisco para todos e invitan a todo el barco a cenar. Es una pareja muy callada y tímida y por eso extraña tanta generosidad por su parte. La verdad es que todo el barco cena hasta no poder más y encima sobrando comida.
En la cena he hablado mucho con mis nuevos amigos malayos. Me hablan de cómo el país esta liderado por un rey y nueve sultanes y de cómo la mayoría musulmana de su país (la comunidad malaya) se esta haciendo con la mayoría de los puestos importantes en las empresas porque hay establecido un sistema de cuotas por razas. La comunidad china representa una cuarta parte de la población pero es la comunidad más cualificada y trabajadora. Mis amigos son de origen chino y lamentan que el sistema de cuotas raciales de prioridad a un malayo con menos calificación que ellos simplemente porque es malayo. Como los chinos solo pueden optar a un 25% de los puestos importantes muchos de ellos tienen que competir para acceder a esos puestos.
A pesar de todo me dicen que Malasia es un país ejemplar donde conviven pacíficamente gente de todas las razas y credos. De hecho me animan a que les haga una visita y que lo vea por mis ojos. Son unos tíos de p madre y cuando les cuento que necesito traducciones de “molamos que no veas” les hace mucha gracia y amablemente contribuyen con todo esto:
-En dialecto Fujian (que se habla en la comunidad china de Penang, Taiwán y partes del Sur de China): “Wa lang si say kai tay ee teng”, que equivale a “somos los mejores”.
-En Malayo: “Kami Boleh!”, algo asi como “nosotros lo podemos”.
-En Mandarin: “wo men shi jui pang de”, y que equivale a “somos los mejores”.
En el barco a un fotografo danés que se llama Rasmus quien también contribuye con un equivalente en Danés: “Vi er de sejeste i hele verden” algo así como “somos los mas duros del planeta entero”.
Una sueca que hay en el barco, Sarah, también aporta su granito de arena “vi ar sjukt fatiga, och vi veto m det!!”, que se traduce como “somos alocadamente guay y lo sabemos”.
Hoy si que ha sido un día productivo para la causa “Molamos que no veas”!
A las 23.30 estoy en mi camerino, leo un rato y me duermo pronto.
Nos levantan a las 07.00, desayunamos y lo primero que hacemos es una visita a un pueblo flotante. La verdad es que es muy curioso ver un pueblo así, donde los chavales van al cole en barquita. Bien para verlo, pero tiene que ser un verdadero conazo vivir en un sitio asi. Si discutes con la parienta uno de los dos se tiene que ir a nada, no?
Después hacemos una hora de kayak. Mi kayak lo comparto con Mah. Lim se queda en el barco porque prefiere hacernos fotos. Nos perdemos un buen rato por las lagunas e islas y a la hora nos volvemos totalmente rendidos. Mah, como dice que rema muy mal, ha delegado toda la responsabilidad a mi! Que fácil, verdad?
Después toca recorrido en barquita por la Bahía de Bai Tu Long, que es preciosa. Una vez acabada nuestra visita volvemos al puerto y comemos todos juntos en la terraza de un restaurante con unas vistas de lujo hacia la bahía.
A las 17.00 estamos de vuelta en Hanoi. Me despido de mis nuevos amigos malayos y quedamos en vernos cuando pase por Malasia. Me han insistido en que pase a verles, cosa que haré seguro.
La tarde la aprovecho para darme una ducha y cambiarme por que hoy mismo salgo para mi segunda excursión, la de Sa Pa, en el Norte del país, no muy lejos de la frontera con China.
A las 20.00 ya estoy en la estación de Tran Quy Cap desde donde saldrá mi tren a las 21.00. Mi coche cama lo comparto con Anthony y Moira, una pareja mayor de Australia y un catedrático de Historia alemana de cuyo nombre no me acuerdo. Pasamos unas cuantas horas charlando y me lo paso genial. Me encanta hablar con la gente mayor porque aprendo un montón. Anthony y Moira viven en Adelaida, sitio que no me pilla muy a mano para cuando este en su país, pero me dicen que reconsidere mi ruta y que les haga una visita. No hago mas que encontrarme con gente estupenda en este viaje!
Hacia la 01.00 ya es hora de que nos metamos en nuestras camas. Duermo estupendamente.
A las 06.00 el tren llega a Lao Cai. Para lo pronto que es, sorprende el ambiente tan caótico. Desde aquí todavía quedan 30km hasta el pueblo de Sa Pa, por lo que hay mucha furgoneta de hotel esperando a los viajeros y muchos espabilados taxistas buscando a cualquier viajero despistado y cobrarle una buena prima por los 30km.
Una vez en Sa Pa me instalo en el hotel Hoang Ha SaPa, un hotel con cierto aire antiguo pero con mucho encanto y con un personal muy simpático y profesional. Además me han dado una habitación estupenda con un ventanal enorme con vistas a las montañas.
Desayuno con una pareja francesa. El nació en Vietnam y es la primera vez que pisa su país de origen desde que lo dejó hace muchos años. Habla de Vietnam con orgullo pero lo hace con un cierto todo de superioridad, como si ya casi no fuera vietnamita. Muchos años de penuria ha pasado este país y supongo que a este hombre Francia se lo ha dado todo, pero da un poco de pena pensar cómo Vietnam se fue quedando sin gente. Las guerras que ha sufrido en el Siglo XX, primero con los franceses y luego con los americanos provocaron una huida de cientos de miles de refugiados. Más tarde, después de que los americanos dejaran el país y se afianzara el poder de los comunistas, en el país siguió sufriendo un goteo de refugiados.
Desde 1991, con la caída de la Unión Soviética, Vietnam se volvió a acercar a los países occidentales y desde entonces ha sido aceptado en la Organización Mundial del Comercio y ha vivido una transición económica brutal. Por su exceso de población (84 millones) y por lo duro que se trabaja aquí, Vietnam está haciendo la competencia a una China que conforme crece se está haciendo más cara.
En el desayuno me tomo una café con leche condensada, que es como se suele tomar aquí.
A las 08.30, después del desayuno, nos recoge un guía local para hacer trekking por el valle, visitar algunos pueblos y ver las plantaciones de arroz.
En la excursión somos siete, una pareja de Singapur que no para de hacer fotos a todo y con la que no cruzo más de una docena de palabras, una pareja de Australia (Barbara y Stan), una pareja de Suecia (Ingrid y Jan) y un servidor.
Sa Pa es un pueblo de montaña donde sólo viven oficialmente 35.000 habitantes, pero es el centro turístico de la zona y como tal está invadido por extranjeros y por locales que quieren hacer negocio y vender. Nada más empezar nuestra excursión un grupo de mujeres nos acompaña a todos los sitios. Nos quieren vender típicos bolsos, collares y pulseras de la zona, pero lo hacen con mucha gracia. A pesar de no dejarnos en paz, tampoco son pesadas y la verdad es que el paseo con ellas es muy agradable.
Sin contar a la pareja de Singapur, la cual parece que está de luna de miel, las otras dos parejas son de gente mayor. Jan es un catedrático de física ya retirado. A pesar de sus 76 años, mantiene toda la vitalidad y verle hacer esta excursión por la montaña es de lo más inspirador. Por otro lado la pareja australiana también esta entradita en años. Barbara tiene alrededor de 60 años y Stan 67. Son una pareja encantadora con la que desde el primer momento hago muy buenas migas. Él es ingeniero naval ya retirado y ella fue maestra. Juntos construyeron su propia casa y su propio barco con el que han viajado por el Océano Pacífico durante diez años. Incluso han estado navegando en Papúa Nueva Guinea, lugar al que yo iré en Diciembre. Me hablan mucho del país y de lo que ellos vivieron en un lugar culturalmente tan remoto. Me dicen que me aleje de las ciudades y que a los niños en vez de darles dinero, les de caramelos.
Stan y Barbara tienen muchos hijos, nietos y hasta una biznieta, pero no por ello han perdido la vitalidad. Hace unos años vendieron su barco y ahora lo que más hacen es viajar en moto por Australia. Es increíble la vitalidad y el espíritu tan joven que tienen. Son el vivo reflejo de que la edad es sólo un estado mental y espero que cuando tenga su edad pueda tener su mismo espíritu aventurero y ganas de vivir. A ellos les encanta el viaje que estoy haciendo y me dicen que cuando pise Australia les tengo que hacer una visita a Melbourne. Esto se suele decir en muchas ocasiones cuando conoces a gente viajando, pero rara es la vez una visita acaba ocurriendo ya que el paso del tiempo hace que las emociones y las impresiones mutuas se calmen un poco. Stan y Barbara me han encantado y siento que les voy a volver a ver. Ese es mi deseo.
El día lo pasamos visitando diversos pueblos de la zona, rodeados por montañas decoradas con miles de plantaciones de arroz. El entorno es espectacular y desde hacía muchos años esperaba estar en un sitio así. Ver a búfalos metidos en los charcos de las plantaciones es una imagen que siempre había tenido de Asia y hoy me la he encontrado de frente, así que mi deseo por fin se ha hecho realidad.
En esta zona son las mujeres las que trabajan y el hombre quien se queda en el poblado cuidando de la casa. Muchas de las mujeres se dedican a la venta de suvenires para el turista pero tienen un encanto especial, una simpatía peculiar que hace que te sientas súper a gusto con su presencia. Obviamente te rodean por el interés de venderte algo, pero el paseo es de lo más agradable y simpático. Si le prometes a una que le van a comprar te viene otra y te dice con voz de no haber roto un plato ‘le compras cosas a ella y a mí no!’ jajaja Es un descojone.
Visitamos muchos pueblos entre ellos Dzay-Lao Chai y Tavan, los cuales son bastante pequeños. Todos están cerca del río Muong Hoa, el cual zigzaguea entre las montañas.
Al final del día nos recoge una furgoneta y, antes de meternos, les compramos un par de suvenires a estas mujeres que nos han acompañado todo el día. La excursión me ha encantado y mañana veremos más.
Una vez en el hotel me echo una siestecita breve y me bajo al restaurante del hotel a cenar. La comida es realmente espectacular y así se lo comunico al camarero, a quien se le ilumina la cara. Estoy sentado solo en una mesa y en la mesa de al lado hay una pareja cuyo físico me desconcierta. Son de un atractivo especial. No sabría muy bien decir si son de India o de África. Después de estar varios minutos elucubrando sobre su posible nacionalidad les pregunto de dónde son. Nabeel y Bina son de Bangladesh! Los dos son una pareja de médicos que han estado en una conferencia en Hanoi y que han aprovechado el viaje para visitar un par de sitios. Con ellos tengo una conversación maravillosa sobre la vida, sobre lo que tienen que aprender los países desarrollados sobre los países en vías de desarrollo. También hablamos de Budismo y de sus principios. Nabeel siempre ha querido ir a Bután y le insisto que tiene que ir allí y ver lo maravillosa que es su sociedad en persona. Parece muy impresionado por lo que le digo y espero haberle inspirado para que haga un viaje tan especial. Esta pareja es súper agradable y nos quedamos charlando en la mesa un buen rato. Al final nos despedimos con abrazos, como si nos hubiéramos conocido desde hace años. Hay veces que te encuentras con gente con la que intimas mucho en sólo una hora y eso es lo que me ha ocurrido ahora. También es la sensación que tengo con la pareja de Australia con la que he pasado el día.
Después de la cena me doy un paseo de una hora por el pueblo de Sapa.
Me acuesto con la sensación de haber tenido un día maravilloso. No sólo por haber estado en un sitio tan espectacular sino por haber conocido a Barbara, Stan, Nabeel y Bina a quienes desde ahora considero mis amigos.
Me levanto a las 07.00, desayuno y a las 08.30 nos recoge un nuevo guía. En la excursión sólo somos cuatro. Me acompañan Niels y sus padres. Niels lleva varios años viviendo en Vietnam y hace un año abrió un restaurante en la ciudad de Ninh Binh con su novia vietnamita. Sus padres le suelen hacer una visita todos los años y eso es lo que están haciendo ahora.
Me interesa mucho cómo ha podido montar el restaurante tan lejos de casa y me dice que aquí todo funciona con sobornos. Me dice que él ni siquiera cuenta con permiso de trabajo ni licencia para el restaurante, pero que aquí nadie va por los cauces oficiales, sino sobornando al funcionario de turno. También me dice que aquí nadie paga impuestos, lo cual no deja de ser irónico en una República Socialista.
A los cuatro nos llevan por los pueblos H’mong que están en Ban Pho. Vamos en dirección a Catcat. Llueve un poco, pero no demasiado. Lo suficiente para avivar el color verde de las montañas y sus plantaciones. Ver los montes coronados por las nubes le da un ambiente de película. Aquí la gente es súper amable y pasar por los pueblos de Trieu Cai, Na Ang y Na Hoy es una delicia. Indudablemente muchos de estos pueblos están afectados por el turismo y en cierta manera no se ve la verdadera vida que lleva esta gente. Lo que le decimos al guía es que nos lleve más lejos, fuera de la influencia de los turistas y eso es lo que acabamos haciendo después de una buena caminada. Pasamos por pueblos donde nos miran maravillados y cuya pobreza es enorme. Es increíble como esta gente puede vivir en esas condiciones de higiene y de falta de luz natural. Los niños van sin ropa y juegan al lado del fuego a la hora del día. Por aquí llueve mucho y por lo tanto los chavales tienen que jugar dentro de la cabaña al lado del fuego. Muchos tienen la cara que parecen mineros y apuesto a que estar tan cerca del fuego y del humo tiene que ser perjudicial para su salud. Ver esto nos ha impresionado mucho a los cuatro y conjuntamente hacemos una donación a la escuela del pueblo. La directora del colegio nos lo agradece enormemente.
Desde el último pueblo, a eso de las 15.00, nos llevan a Sa Pa en moto.
Después de pasar una horita en internet, cojo un bus que me deja en la estación de tren de Lao Cai. El tren en dirección a Hanoi sale esta noche.
Nada más salir el tren veo al alemán y a los australianos con los que compartí compartimento a la ida (Anthony y Moira). Me ha tocado en el compartimento de al lado, en el cual ya están dormidos tres vietnamitas en sus respectivas camas. Es una pena porque no puedo hablar con nadie y justo al lado están mis amigos charlando y riendo. Me paso a verles y charlamos un rato. Según hablamos, notamos cómo el cuarto pasajero de su compartimento, aquel quien está en la que tendría que haber sido mi cama, está un poco molesto porque quiere dormir. No podría estar más clara la solución. Le digo al chico que si quiere que intercambiemos las camas, así que él se va a la habitación de los vietnamitas dormilones y yo me quedo donde los viajeros charlatanes. El intercambio dio sus buenos frutos y los cuatro nos quedamos charlando un buen rato.
Llegamos a Hanoi a las 05.00 de la mañana. Me encuentro con Stan y Barbara, mis amigos australianos con los que hice trekking antes de ayer. Se ofrecen a llevarme a mi hotel en su taxi.
A pesar de ser tan pronto la estación está llega de taxistas, de los cuales algunos no tienen escrúpulos. Tenemos la mala suerte de meternos en uno con el taxímetro trucado. Ya me parecía a mí que el contador iba muy rápido, pero no fue hasta llegar a mi hotel y hablar con el recepcionista cuando me di cuenta de que el cabronazo del taxista nos había tangado. Supongo que estas cosas pasar a veces. La próxima vez que vea el contador ir tan rápido le diré al taxista que me lleve a la comisaría de policía; a ver lo que hace.
Hoy cogeré el tren en dirección al sur del país por lo que ya no tengo habitación reservada en mi hotel. Sin embargo en recepción me invitan a desayunar como si fuera un invitado más y me dan una llave de una habitación para que me duche y me cambie. Es increíble lo bien que se han portado conmigo en este hotel desde el día en el que llegué.
Hoy me iré a Nha Trang, en la costa, al sur del país. Mi tren me cuesta 1.170.000 dongs y saldrá a las 13.00.
Todavía me quedan unas cuantas horas hasta que salga mi tren y fuera llueve torrencialmente. No había visto nunca caer la lluvia tan exagerada pero supongo que será normal por aquí. Así las cosas me tengo que quedar en la recepción del hotel y es aquí donde voy a conocer a dos personas de lo más interesante y inspirador.
Rachelle y James son un matrimonio joven que lleva viajando unas semanas por el Sudeste Asiático. Ella es canadiense y él estadounidense. Son periodistas que dejaron sus trabajos en la CNN y en la CNBC para emprender un proyecto ellos mismos. Como cada vez más gente, estaban cansados de ver cómo las noticias que se ven por los medios de comunicación son siempre negativas. A pesar del prestigio de sus trabajos y de las empresas para las que trabajaban decidieron dimitir para crear una productora que sólo hablara de las cosas buenas que pasan en este planeta. No os parece maravilloso? Están haciendo un documental sobre los microcréditos y la primera parte la han rodado en los EE.UU para reflejar el punto de vista de los inversores. Ahora están unos meses en Asia para mostrar los proyectos que se están financiando desde el mal llamado ‘Primer Mundo’ y el progreso que se está consiguiendo.
El valor y dedicación de Rachelle y James es encomiable y también muy inspirador. No es nada fácil dejar un trabajo bien pagado para seguir tus propios sueños y principios y ellos han tenido el valor suficiente para realizar ese salto. Amigos, desde aquí os deseo todo lo mejor y espero veros pronto en Canadá o EE.UU. Para los demás, si estáis interesados en lo que hacen Rachelle y James, echad un vistazo a www.youtube.com/mystoryourworld.
Después de charlar un par de horas con mis nuevos amigos, ha llegado la hora de ir a la estación de tren. Parece que la lluvia ha parado un poco, pero estando en el taxi lo que veo no es normal. Por suerte, al ir por calles principales no tenemos ningún problema, pero veo decenas y decenas de calles inundadas.
Al llegar a la estación veo que el tren se ha retrasado de forma indefinida. En la espera conozco a Greg y a Prem. Ella es vietnamita y el estadounidense y este mismo fin de semana se van a casar en un juzgado para que a ella se le facilite un visado en los EE.UU. Juntos esperamos a que llegue el tren, pero nos confirman que la estación se ha inundado y que a partir de ahora los trenes saldrán desde otra estación, a las afueras de la inundada capital.
Tenemos que esperar varios autobuses para poder meternos y la gente literalmente se pelea por entrar en el bus y, una vez dentro, por sus asientos. En el trayecto hacia la nueva estación vemos cómo está de inundada la ciudad y cómo multitud de gente está paralizada en las calles que se cruzan con la carretera principal. Desde luego lo que está pasando no es normal y empiezo a temer que algo gordo esté pasando.
Una cosa que me llama la atención es ver cómo se aprovecha el espacio en un país con una densidad de población tan enorme. Veo un cementerio cuyo césped se aprovecha para cultivar arroz. Así las cosas vez lápidas rodeadas por plantas de arroz. Le pregunto a Prem si esto es normal y me dice que sí, que de lo más normal.
Al llegar a la nueva estación el tren está en la vía, pero no saldrá hasta dentro de una hora. Por lo visto han tenido que cancelar otros trenes y nuestro tren lo van a utilizar para transportar a más gente. Por lo visto hará más paradas y no me garantizan que tenga una cama sólo para mí.
Según van pasando los minutos, el tren se empieza a llenar. En mi compartimento de cuatro camas estamos nueve personas. A mí me ha tocado litera de arriba y a nadie le parece interesar mi sitio así que las peleas ocurren por las preciadas literas de arriba. A pesar de las circunstancias me sorprende lo bien que se lo toman todos y el buen humor que se respira. No veo a otros extranjeros y siento que estoy inmerso en el Vietnam auténtico. Para romper el hielo ofrezco pipas a todos mis compañeros de compartimento. En Hanoi compré un kilo de pipas y me va a servir para abrirme camino en la sociedad vietnamita. Mis compis de habitación aceptan agradecidamente las pipas y me van pidiendo más según las van terminando. Las horas van pasando y el suelo se va llenando de pipas como en los cines de toda la vida, con la diferencia de que esto es un tren. Yo cuidadosamente me hago un cucurucho para las cáscaras pero los otro ocho ven en el suelo el mejor de los destinos para los restos de las pipas. Ninguno habla inglés, pero conseguimos comunicarnos con gestos, con muecas, con sonrisas y con mucha paciencia. El mayor del grupo es el abuelo y por el carnet que me enseña orgulloso, parece ser militar retirado. Muchas veces no hacen falta palabras para estar a gusto con alguien y con esta familia estoy muy a gusto.
Las horas van pasando y se hace muy de noche. Nadie sabe cuando llegará el tren a Nha Trang así que me pongo a leer Veinte mil leguas en viaje submarino de Julio Verne.
Desde ayer por la tarde estoy metido en este tren y es difícil decir a qué hora me dormí ayer o a qué hora me he despertado hoy, ya que he estado leyendo y durmiendo intermitentemente. La espalda me empieza a doler y por lo visto no hemos avanzado mucho. El tren ha tenido que parar mucho más de lo previsto y alguien me dice que hasta esta noche no llegaré a Nha Trang. No me lo puedo creer.
Paso el resto del día leyendo mi libro en mi cama, compartiendo mis pipas y armándome de paciencia.
Nunca había estado tantas horas en un tren. Como os podéis imaginar, después de tantas horas y con tanta gente en compartimentos donde la gente fuma, come y donde no hay ninguna ventilación os podéis imaginar como estaba. Sin tener otra cosa que hacer me leo el libro de un tirón. Qué maravillosa es la lectura, cómo te transporta de un incómodo, interminable y mal oliente tren a las profundidades de los océanos a bordo del Nautilus con el capitán Nemo y viviendo todas las aventuras de otro viaje también único.
Por fin, a las 20.30, llega el tren a Nha Trang. Madre mía, no me lo puedo creer! Treinta horas en el tren, todo un récord! Hace horas que es de noche y no tengo hotel así que mi plan es ir andando al centro a buscar uno. Pero a la salida de la estación me encuentro con Bekim y Gulsenem, dos suizos con los que acuerdo compartir taxi al centro. Ellos ya tienen reservada habitación en un Hotel y me dicen que vaya con ellos a probar suerte ya que les han recomendado el hotel unos amigos y al parecer está muy bien.
El Hotel Happy House está al lado de la playa de Nha Trang y por 12 USD me instalo en una habitación espléndida con vistas al mar.
Una vez instalado salgo con mis nuevos amigos y nos metemos en un restaurante a cenar. Estamos muertos de hambre y con ganas de que nos dé el aire. Todavía no nos acabamos de creer la experiencia del tren.
Después de la cena y un breve paseo volvemos al Hotel.
Hablo con la recepcionista, quien me dice que las lluvias que están ocurriendo en Hanoi son las más fuertes desde hace más de veinte años y que ya sean llevado la viva de varias personas. Ya me imaginaba yo que algo jodido estaba pasando. Espero que las cosas mejoren pronto.
No tardo en dormirme.
Me levanto a las 09.00 y he dormido como un niño. Me hacía mucha falta descansar y me siento bien. He estado pensando en lo que quiero hacer en Nha Trang. Llevo muchas semanas sin parar de viajar y de moverme y tengo ganas de estar tranquilo unos días, sin pensar en lo que tengo que hacer los próximos días. Necesito unas vacaciones dentro del viaje. Por muy ridículo que pueda parecer, viajar sin parar requiere también unas vacaciones.
Desde hace muchos meses, desde que Ignacio empezó con el buceo, yo he querido meterme en un curso y aprender a bucear. Vietnam es mi primer destino en el Sudeste Asiático y aquí quiero hacer un curso para sacarme la licencia y así poder bucear en sitios tan maravillosos como Tailandia, Australia o Fiji.
Lo primero que hago es ir una escuela a preguntar precios. De todas las asociaciones internacionales de buceo, la más reconocida es la de PADI. Hay muchos tipos de cursos y lo que yo me quiero sacar es el título de ‘Open Water’, que me da la posibilidad de bucear sin la necesidad de estar con un instructor. El curso es de cuatro días, con clases teóricas, practicas en piscina y mar y con un examen al final. La escuela Deep Blue Vietnam me da el curso por 315 USD (5.292.000 Dongs), el mejor precio que he conseguido. Además la escuela está al lado del hotel. Empezaré el curso mañana.
En la playa está el Louisiane Brewhouse, una terraza muy chula, muy bien decorada y con un ambiente estupendo. Allí me tomo un desayuno inglés por 50,000 dongs mientras leo mi guía del Sudeste Asiático. La terraza tiene una piscina en la que me meto después de desayunar. Me siento relajado y contento.
Después me voy a la playita donde paso el resto del día. Hace un día maravilloso y soleado, justo lo que necesitaba. Nha Trang es una ciudad de playa en la que poco hay que hacer a parte de tumbarte en la playa.
Acabo el día tumbado en la cama viendo un par de películas y las noticias de la tele, las cuales están monopolizadas por las elecciones de los Estados Unidos.
Me levanto a las 06.30 y me voy a correr por el paseo de la playa. Hace un día magnifico. Después de una hora corriendo acabo en ejercicio con un buen chapuzón en la playa. Qué sensación más maravillosa empezar el día así. Me siento con energía y satisfecho.
A las 09.00 estoy en la escuela de buceo, donde empieza mi curso. Hoy lo pasaré viendo los DVD’s del curso. Por un lado se hace un poco pesado, pero el material que te enseñan es interesantísimo. Pero la verdad es que casi me duermo un par de veces. Acabo de ver todos los videos a las 16.00. Todo el día delante de la televisión asimilando información nueva me deja la cabeza como un bombo.
Después de comer algo por la calle y de darme un paseo por la ciudad me vuelvo a mi habitación donde paso el resto de la tarde estudiando el material para el examen.
Acabo el día como ayer, viendo la tele sin destacar mucho más. A ver si gana Obama en un par de días…
Me vuelvo a levantar a las 06.30 y, como hice ayer, empiezo el día corriendo una hora por la playa y metiéndome en el mar para relajarme.
A las 09.00 estoy en la academia de buceo donde me está esperando Mike, mi instructor. Mike es irlandés y lleva muchos años fuera de Irlanda enseñando buceo por todo el mundo. Me llama la atención que no para de fumar.
Hoy pondremos en práctica lo que me enseñaron ayer los DVD’s y aprenderé los ejercicios y prácticas básicas en las profundidades de una piscina olímpica. Antes de nada Mike tiene que comprobar que tengo una forma mínima. Tengo que nadar 200 metros sin parar y luego flotar durante 10 minutos. Hace tiempo que no nadaba así y acabo agotado. Después de comprobar que tengo un nivel suficiente de nado, Mike me enseña el equipo de buceo, como se prepara y cómo se comprueba que todo funciona como es debido. Después nos ponemos el equipo (las bombonas pesan!) y nos metemos en el agua.
Nunca olvidaré este día, estando en el fondo de esta piscina de Nha Trang y por primera vez en mi vida respirar debajo del agua. Me es difícil describir lo que sentí pero fue maravilloso el estar debajo del agua y sentir que estaba volando. No sé cómo se siente un pájaro cuando vuela, pero tiene que ser parecido a lo que siente un pez cuando nada. A pesar de estar limitado por los muros de la piscina la sensación de libertad es maravillosa.
A las 15.00 acabamos de hacer todas las prácticas dentro de la piscina. Mañana haremos lo mismo pero en el mar.
La tarde la paso en la habitación estudiando un poco más para el examen de pasado mañana.
Hoy me levanto a las 07.00 y a las 07.30 estoy en la academia. Al poco nos recoge una furgoneta que nos deja en el puerto de Nha Trang.
Después de 40 minutos de trayecto en barco llegamos a la Isla de Hon Mun, donde haremos las prácticas de buceo.
Lo de ayer fue increíble. Pero hacerlo sin los muros de la piscina, a más profundidad y rodeado de la fauna y flora marina es todavía mucho mejor. Bucear con los peces, jugar con tu respiración y subir y bajar según inspiras o expiras es maravilloso. Buceando las únicas maneras que tienes de comunicarte son a través de la escritura en una pizarra (lo más raro) o a través de signos. Hay un par de docenas de signos básicos que te tienes que aprender, sobre todo para comunicar que tienes algún problema o que todo va bien. De todos los signos el que más me cuesta es el que decir que todo está bien. Estoy acostumbrado a hacer el signo del pulgar arriba, pero en buceo eso quiere decir que quieres subir a la superficie. Mike, como buen irlandés, ya me advirtió esta mañana que por cada equivocación que haga le tengo que invitar a una cerveza. Cuatro veces hice mal el signo de ‘todo bien’ y cuatro cervezas que le debo a Mike.
En la primera inmersión bajamos hasta los diez metros de profundidad y estamos 40 minutos. Después comemos.
Más tarde hacemos la segunda inmersión, la cual dura media hora y donde bajamos a los ocho metros.
A las 15.30 estamos de vuelta en la escuela y directamente me voy al Louisiane Brewhouse, donde paso la tarde estudiando y cenando.
A las 22.30 estoy de vuelta en mi hotel. Ha sido un día muy largo y mañana también. No tardo en dormirme.
Me levanto a las 06.00 y lo primero que hago es enterarme de que Obama ha ganado las elecciones en los Estados Unidos. Me acuerdo perfectamente de cómo fue el día del ataque de las Torres Gemelas, también me acuerdo del día de los atentados de Atocha, al igual que me acuerdo del día de los terribles ataques terroristas en el metro de Londres. Creo que hoy también es un día histórico pero, para variar, por buenas razones. Siempre me acordaré de estar en un hotel en la costa vietnamita, viendo a través de la CNN, cómo un hombre negro ganaba por primera vez en la Historia las elecciones presidenciales de los Estados Unidos. Espero de todo corazón que este hombre sea tan bueno como parece y que haga una política más responsable y comprometida que su antecesor y que, a partir de ahora, la situación política en el mundo mejore.
A las 07.30 estoy en la escuela y, como ayer, nos vamos en barco a Hon Mun a hacer las últimas prácticas antes de mi examen.
En la primera inmersión legamos a los 13 metros y hacemos los últimos ejercicios de mi curso. Estamos 40 minutos. Después comemos y, tras hacer un poco la digestión, nos metemos en el agua por segunda vez.
En la segunda inmersión nos dedicamos a bucear libremente puesto que ya hemos hecho todos los ejercicios antes. Bajamos a los 18 metros y por primera vez empiezo a estar más confiado con mi equipo y me puedo concentrar más en lo que me rodea. Lo que más me llama la atención es la cantidad de corales de todos los colores y formas que hay. También me sorprende no ver muchos peces, si bien tengo la oportunidad de bucear al lado de dos de los más venenosos, la serpiente de mar y el pez león.
Después de acabar con el buceo, volvemos a Nha Trang y nos vamos directamente a la escuela. Mike me da una hora para que revise el libro y le haga preguntas. El examen es bien fácil y a partir de ahora ya tengo mi licencia de PADI! Estoy satisfecho por los cuatro días que he tenido de curso, por lo que he aprendido, por lo que he sentido y por haber pasado el examen. Tengo ganas de celebrarlo.
Me voy a cenar al Café des Amis, donde me tomo unos fideos con marisco espectaculares. En el restaurante me encuentro con Bekim y Gulsenem y nos tomamos unas cuantas cervezas.
De la misma nos vamos a Crazy Kim, un bar de copas donde nos tomamos algo pero que está vacío. Después nos pasamos por el restaurante ‘Da Fernando’ y nos tomamos un café Coretto Grappa absolutamente matador. Por 45.000 dongs nos tomamos el café más fuerte del mundo mientras compartimos una pizza. Jamás me había tomado una cosa tan asquerosa como este café y los tres tardamos lo nuestro en acabarnos las tazas.
Después vamos al ‘Why Not?’ famoso por sus bebidas servidas en cubos, muy típico de los países del Sudeste Asiático. Mientras nos tomamos varios cubos conozco a Arnoldo (chileno) y a una francesa y acabamos la noche los tres en la terraza del Club Marítimo de la Playa. Algo que llama la atención es la cantidad de prostitución que hay. A las 03.00 me vuelvo a mi hotel a dormir.
Hoy me levanto a las 11.00 y la resaca que tengo me comunica sin ninguna duda que hoy tengo que pasar el día en la playa con actividad cerebral mínima.
Como un zombi me dirijo a la playa y me tumbo en la arena para quedarme dormido al instante. Me despierto a las 14.30 y, por supuesto, me quemo.
Completamente achicharrado me vuelvo a mi habitación a hacer el vago y ver la tele hasta la noche. Veo peli tras peli y me siento bien. Hoy no he hecho nada pero me da igual. A pesar de mi situación corporal, me siento en armonía con el Cosmos.
Hoy me levanto a las 07.00 y de la misma me voy a correr una hora por el paseo marítimo. El mar está bastante turbio el chapuzón después del ejercicio sólo me llena el traje de baño de arena.
Hoy es día de admistración y dedico la mañana a hacer la colada, a escribir postales y a ir a la Post Office. Voy a la estación de tren a ver horarios y precios para los trenes a Ho Chi Minh (Saigón) pero está cerrada.
Me voy a Café del Amis y me como unos fideos con marisco por 40.000 dongs. Una comida así de rica sólo puede merecerse una siesta igual de rica, y eso es lo que hago después.
A las 16.00 me voy a Louisiane Brewhouse donde paso la tarde leyendo y escribiendo este querido diario. Ceno allí mismo una ensalada césar enorme y un par de cafés.
Estoy a las 22.00 en la habitación de mi hotel, donde veo un poco la tele antes de acostarme.
Hoy es mi último día en Nha Trang. Me ha venido muy bien descansar aquí y sí tengo la sensación de haber disfrutado unas vacaciones dentro de mi viaje. Pero como todo viajero, en los últimos días he tenido un deseo creciente de continuar con la aventura de conocer sitios nuevos. Esta noche cogeré un tren nocturno en dirección a Saigón, segunda ciudad del país y que oficialmente se llama Ho Chi Minh City (HCMC).
Me levanto a las 09.00 y preparo mi macuto. Desayuno dos sopas de fideos con ternera realmente espectaculares y baratos (30.000 los dos platazos). Como en todos los sitios de playa del mundo, si te alejas un poco de la primera línea de playa, los restaurantes se van abaratando y se van convirtiendo en más auténticos.
A las 13.00 me voy al ordenador del hotel y paso allí cinco horas escribiendo emails, metiendo fotos en el blog y escribiendo en mi diario.
A las 18.00 me voy a cenar al Café des Amis (como de costumbre) y me tomo unos fideos con marisco (también como de costumbre).
Después paso por el Hotel a recoger mi macuto y de la misma me doy un paseo hasta la estación de tren, el cual sale a las 21.30.
No tardo mucho en dormirme.
El tren llega a la estación principal de Saigón a las 05.45 y, como ya empieza a ser costumbre, no tengo nada reservado para dormir. La guía Lonely Planet pone bien al Hotel Madame CUC y le pido al taxista que me deje allí.
Este Hotel tiene varios edificios por el centro de Saigón y en el que estoy se llama ‘Hotel 127’. El personal es majísimo y me invita a desayunar ya que de momento no saben si tienen habitaciones libres. También me dejan meterme en internet mientras espero. Perece una gilipollez, pero este tipo de detalles son los que dan buena fama a un hotel, cuando los empleados no se limitan a decirte que vuelvas más tarde, sino que hacen todo lo posible por ayudarte y porque te sientas bien acogido. Mientras espero veo cómo los invitados que dejan el hotel se despiden de los empleados con abrazos y me encanta (madamecuc@hcm.vnn.vn)
Al final me confirman que tienen una habitación doble con baño libre por la que me cobran 13 USD (incluyendo desayuno y cena).
Una vez instalado y sabiendo que en un par de días estaré fuera de Vietnam, quiero aprovechar para comprar café vietnamita para mis amigos malayos que conocí en Halong Bay. Me he intercambiado bastantes emails con ellos y está confirmado que les iré a ver. Me acuerdo de que el café de aquí les encantó y pienso que les puede hacer ilusión cuando llegue a Malasia. Compro café del tipo Trung Nguyen, que parece ser el de mejor calidad según el empleado del supermercado.
Dejo la compra en la habitación y de la misma me dispongo a descubrir Saigón!
Esta ciudad no es la capital (la cual es Hanoi), pero es el primer centro urbano del país. Aquí viven casi seis millones de personas. A pesar de ser un sólo país desde 1975, todavía hay un sentimiento Norte y Sur en la gente. Hanoi es la Capital de la República Socialista de Vietnam y Saigón se rindió a sus tropas cambiando su nombre a Ho Chi Minh City. Pero la gente de aquí sigue utilizando el nombre de Saigón igualmente.
Al igual que la capital, aquí el caos del tráfico es desesperante. Los millones de motos que invaden sus calles hacen que la experiencia de cruzar a la otra acera sea toda una aventura.
Lo primero que hago en mi paseo es andar por la calle Phan Ngu Lao, que viene a ser la arteria principal de la ciudad donde se encuentran los mayores hoteles. Me meto en el Ben Thanh Market, que es un bazar enorme donde se venden todo tipo de copias. Es increíble la falta de complejo de tienen en Vietnam y con qué desparpajo venden copias de todas las grandes marcas a precio de ganga. Para solidarizarme con la cultura de la copia me compro un polo y unos pantalones de marca por 7USD. IUJU!
De la misma sigo en dirección Noreste y me paro en la oficina de turismo donde me hago con un mapa de la ciudad. Al lado está la zona Dong Khoi, que es donde está la catedral de Notre-Dame. Al igual que en Hanoi, pocos son los vestigios del protectorado francés a parte del nombre de algunas iglesias.
Sigo mi paseo y me meto en la calle Alexandre Rhodes Road, justo en la entrada del Palacio de la Reunificación. Esta calle es bastante ancha y cuenta con un boulevard-parque. Resulta que el palacio está cerrado de 11.00 a 13.00 y son las 11.30. Como tengo un poco de hambre decido ir a comer y así aprovechar la espera. Justo al lado del Palacio, en la misma Alexandre Rhodes Road, hay un bar-restaurante en el que me meto. Se llama Window’s Café y me quedo enamorado del concepto. Son sólo las 11.30 de la mañana y además es martes y no os podéis imaginar el ambientazo que hay. Se nota que es un sitio donde va la gente ‘bien’ de Saigón y muchos y muchas van a lucir palmito mientras se toman cócteles y comer platos exóticos al ritmo de música dance y tecno. Casi sin turistas o extranjeros, el ambiente es de club nocturno y de discoteca, con aparcacoches en la entrada y con seguratas en la entrada. Paso aquí la hora y media de espera pero de verdad que me hubiera encantado estar más tiempo. Fue muy divertido observar a todo el mundo, con una música tan buena y saber que sólo era un martes a las 11.30 de la mañana. La verdad es que, como en toda situación tan única, me hubiera encantado haberla compartido mis amigos, pero bueno, ya volveré con ellos algún día a este increíble Window’s Café.
El Palacio de la Reunificación es famoso porque es aquí donde llegaron finalmente las tropas de Ho Chi Minh, destrozando sus puertas con enormes tanques, el 30 de Abril de 1975, día de la rendición de Saigón y reunificación de los dos Vietnam en un solo Vietnam libre de colonialismo y socialista.
El Palacio tiene multitud de salones, y algunos de ellos derrochan lujo y opulencia por todos los lados, cosa difícil de tragar viniendo de un gobierno de una República Socialista que enarbola los principios de Igualdad y Hermandad entre sus compatriotas. Pero bueno, todos sabemos lo que hay, que todo estos principios son mentira aquí y en la Conchinchina y que, como en la mayoría de los países de este planeta, los gobiernos están compuestos básicamente por sinvergüenzas, hipócritas y adictos al coche oficial.
Después dirijo mis pasos al Museo de la Guerra de Vietnam. Mucho es lo que se ve en este museo, y tanto la información que hay disponible como las espeluznantes fotos, hacen que a uno se le pongan los pelos como escarpias. Es increíble ver las brutalidades que hicieron los americanos en el este país, cómo utilizaron indiscriminadamente armas químicas como el Napalm o el Agente Naranja y cómo masacraron a civiles inocentes. Algunas fotos no se me van a olvidar nunca. La experiencia de este museo no es placentera pero, al igual que el Museo de la Bomba Atómica de Hiroshima, es una visita obligada por lo necesario que es enterarse de las atrocidades que se han hecho en este mundo en nombre de la Libertad. Aquí se ve a mucho alumno en visita de colegio, correteando alrededor de gente con los ojos llenos de lágrimas, cosa que me ha chocado muchísimo.
Al acabar la visita, me dirijo al hotel, donde disfruto de la cena incluida en el precio por la habitación. Me tomo unos rollitos de primavera (especialidad de la comida vietnamita) y un plato de fideos con ternera.
Después de cenar quedo con James y Rachelle, la pareja que conocí el día que dejé Hanoi. Ellos están cenando en el restaurante indio Akbar Ali y yo me les acompaño con una cerveza. Esta pareja es maravillosa y me encanta haber coincidido con ellos otra vez. Cuando acaban de cenar nos vamos a tomar unas copas al bar Allez Boo.
A la 01.30 estoy en mi habitación, donde me duermo al instante.
Hoy es mi último día en Vietnam. Visitar Vietnam no era mi prioridad en un principio y creo que tenía que haberme quitado algún día de Nha Trang para ver alguna otra cosa, pero en el momento hice lo que me pedía el cuerpo y eso es lo importante. Creo que siempre hay que dejarse algo que ver en los sitios y así tener una excusa para volver. Definitivamente pienso volver a Vietnam. Me ha gustado mucho el país y me ha encantado la amabilidad y el dinamismo de su gente.
De todas maneras, a pesar de haberme dejado cosas y sitios por ver en Vietnam, tengo ganas de ir a un país nuevo y de continuar con mi viaje por el Sudeste Asiático.
Mi siguiente destino es el Reino de Camboya y para llegar allí cogeré el bus esta misma mañana.
Me levanto a las 07.00 y a las 09.00 me recoge una furgoneta que es la que me dejará en Phnom Penh, capital de Camboya.
Después de unas horas en la carretera llegamos a la frontera. Aquí conozco a Julián, un argentino que viaja en la misma furgoneta que yo. Desde el primer momento nos llevamos estupendamente y bromeamos sobre lo caótico que es el departamento de inmigración de Camboya. Yo tramité el visado por internet para ahorrarme tiempo en la frontera, pero no caí en la cuenta de que probablemente iba a ser el único y que mi furgoneta no continuaría con su trayecto hasta que todo el mundo tuviera su visado. Así las cosas, hacer el visado por internet facilita el trabajo para el personal de la frontera y, si todo el mundo hiciera lo mismo, se agilizaría el proceso de pasar de un país a otro, pero hasta que no lo haga más gente, se un trámite casi inútil.
Después de un buen rato y de bastante incertidumbre (el guía desapareció con nuestros pasaportes más de una hora con la lógica preocupación de todos nosotros), entramos en Camboya, noveno país de mi viaje.
Camboya es un país que ha vivido una segunda mitad del siglo XX como para olvidarlo. Tras vivir una primera mitad bajo el Protectorado francés y pasando dos breves décadas de un relativo progreso en el país, una gran nube negra se puso encima de este pueblo de la cual todavía se está recuperando. La gente de este país sabe muy bien lo que es pasarlo mal y las memorias sobre episodios trágicos y dramáticos son muy recientes. Tengo mucho interés en saber cómo vive la gente de Camboya, cuál es su espíritu y en qué medida el infierno vivido en los años setenta está asimilado. No tengo pensado estar aquí muchos días puesto que quiero invertir mi tiempo en Malasia y en la Isla de Borneo, así que los próximos 4 días los pienso aprovechar y aprender lo más posible.
Al poco de pasar la frontera cruzamos el inmenso y mítico Mekong, el cual, después del Amazonas, es el río con más biodiversidad del mundo. Aquí te das cuenta de que Camboya es un país dominado por el agua. El Mekong, antes de dejar el país y desembocar en el océano alimenta al gran lago Tonlé Sap, que es el más grande del Sudeste Asiático. En época de lluvias este enorme lago multiplica por cuatro su superficie literalmente invadiendo de agua la mitad del país. Gracias a la cantidad de agua, Camboya siempre se ha especializado en el cultivo del arroz y en la pesca. El Gran Reino Khmer que vivió aquí entre los siglos IX y XIII y que llegó a dominar casi la totalidad del Sudeste Asiático, supo muy bien aprovechar la cantidad de lluvia para cosechar cantidades enormes de arroz y asegurar así la provisión de alimentos para su enorme y creciente población.
No es de extrañar que aquí todos los años se celebre un Festival del Agua. Es sin duda el acontecimiento del año, donde se celebran regatas y donde se paraliza la capital durante varios días. Tanta es la importancia del evento que la ciudad está cerrada al tráfico. Por estas circunstancias se para nuestra furgoneta en las afueras de Phnom Penh. El conductor nos dice que vamos a tener que esperar hasta bien entrada la noche para poder entrar en la ciudad y nos dice que quizás la mejor opción sea llegar por otros medios.
Julián y yo ya hemos hecho buenas migas y los dos estamos de acuerdo en que no queremos esperar a entrar. Además ninguno de los dos tenemos reservado hotel (para variar) y nos conviene llegar cuanto antes para poder pillar alguna habitación libre en algún hotel.
Gastándonos cinco dólares cada uno nos montamos primero en un tuc-tuc y luego como paquetes en un par de motos, las cuales nos dejan en el centro de la ciudad. Aquí la moneda nacional es el Riel, correspondiendo 4000 Riel por cada USD. En otros países (Vietnam, por ejemplo) se utiliza el USD como referencia pero la mayoría de las veces se paga en la moneda local. Aquí en Camboya el Riel y el USD conviven en armonía e incluso en la mayoría de los cajeros automáticos el dinero que sacas es en USD.
Julián y yo entramos en el Hotel Capitol, el cual tiene libre una habitación doble por 6 dólares. Compartiremos habitación así que pagaremos 3 USD cada uno, una verdadera ganga.
Todavía es de día aunque ya le queda poco, así que tras instalarnos en la habitación, salimos a la calle en dirección al centro. En el paseo tenemos la oportunidad de conocernos mejor. Julián es un Ingeniero de Caminos recién Licenciado que, tras ahorrar un dinero con su primer proyecto como jefe de obra, ha decidido gastarlo en un viaje por Asia. Ya ha estado en Singapur, Malasia, Tailandia, Laos y Vietnam y después de pasar por Camboya volará a Filipinas para acabar su viaje. Es un tío inteligente con buen sentido del humor, con una gran cultura y con quien es un verdadero placer charlar.
Tras un buen rato andando llegamos a lo que parece el centro de la ciudad y donde se está celebrando el Festival del Agua. Es sorprendente la cantidad de gente que hay por la calle. Miles y miles de personas andando por la carretera, cruzándose con otros tantos miles de motos y de tuc-tuc. La situación es bastante caótica, pero se ve a la gente con buen humor, no sabiendo todavía si es debido a su genuina personalidad y si es por influencia del Festival. Algo que notamos los dos es que en Camboya la gente es de una piel un poco más oscura que en Vietnam. También nos sorprende la falta casi total de extranjeros en un festival tan importante. Phnom Penh tiene un millón y medio de habitantes y apuesto a que cada uno de ellos está esta noche en la calle festejando.
Algo que llama la atención es la arquitectura religiosa, con unos templos muy característicos. Es de noche y todos estos edificios están iluminados creando un ambiente espectacular. Julián y yo tenemos la suerte de haber llegado esta misma noche puesto que hoy mismo son los fuegos artificiales del Festival.
Hay muchedumbres por todas partes, pero todo el mundo está de buen rollo. Vemos una enorme cabalgata de barcos iluminados en el río, pero es casi imposible verla bien por la cantidad de gente que hay.
Después de un buen rato andando, y tras pasar el día entero en el autobús, tengo el apetito de un león. Me quedan todavía pipas que compré en Vietnam otra vez y las comparto con Julián y con la gente con la que nos vamos cruzando. Le cuento a Julián la funcionalidad diplomática que tienen las pipas. Allí donde vas con pipas, haces amigos! La gente acepta encantada las pipas y nos vamos sintiendo cada vez mejor recibidos e integrados.
Andando veo un puesto rodeado de gente, sospecho lo que es, pero lo quiero ver de cerca. Lo que se está vendiendo aquí es todo tipo de insectos fritos. También tienen unas serpientes pinchadas en un palo con la pinta menos apetecible del mundo. Cómo donde fueres haz lo que vieres y porque siempre he querido probar algo así de exótico me animo y le digo al del puesto que me de la cantidad correspondiente a 500 Riel (0.12 USD). Siendo tan poco dinero supuse que sólo me daría para probar y nada más, pero el hombre me da una bolsa bastante cuantiosa llena de lo que parecen avispas fritas. Julián no se anima, pero yo le doy un tiento y la verdad es que el sabor no decepciona. El sabor es como de quisquilla o gambita frita. Si no fuera por la influencia psicológica, diría que objetivamente no sabía nada mal, pero pensar que me estaba tomando insectos fritos daba un poco de asco. También me tomo una larva frita del tamaño de medio dedo meñique y que no me agradó en demasía. De todas maneras procuré coger lo menos asqueroso que había a la venta, porque ciertamente vi cosas muchísimo peores, como por ejemplo tarántulas enormes fritas cuya imagen todavía a veces recuerdo.
Imposible acabar una bolsa de avispas fritas y, como con las pipas, ofrezco a todo el mundo, pero la gente me mira con cara de asco y nadie se anima. Obviamente no pretendía aliviar mi apetito con insectos y la idea de una pizza se nos pasa a los dos por la cabeza.
La orilla del río está llena de restaurantitos, en la mayoría de los cuales se sirve pizza. Nos sentamos en una mesa de un restaurante que parece bastante decente y nos pedimos un par de cervezas con una pizza. Nos pedimos la versión ‘Happy’, en la cual se sustituye el orégano por marihuana. Original, verdad? Ya había oído esto antes, pero se me había olvidado por completo y no esperaba para nada que el camarero nos preguntara si la queríamos Happy o no. No creo que tuviera mucha cantidad de María, pero lo cierto es que los dos nos metimos en una larga y apasionante conversación sobre la vida la cual creo que no hubiéramos tenido con una pizza al uso.
Después de cenar, el ambiente está más calmado y decidimos volver al hotel. Leí en la guía que esta ciudad puede llegar a ser peligrosa y que los atracos a turistas ocurren, pero no tuvimos ningún problema en volver llegar al Capitol, donde llegamos a las 00.30.
El primer contacto con la capital me ha encantado, pero lo que no me gusta es la dictadura de las motos, las cuales tienen monopolizadas las calles y las aceras. De hecho las aceras se precintan para servir como improvisados parkings. Y a los peatones que nos den por culo! Esto es lo único que no me ha gustado de la ciudad, puesto que el ambiente y la gente no podían haber sido mejores.
Nos levantamos a las 08.00 y desayunamos en el restaurante de abajo. Yo me tomo una sopa de fideos con ternera con un café. A las 14.30 sale nuestro autobús en dirección Siem Reap, así que disponemos de unas cuantas horas para visitar un par de museos y conocer un poco mejor la ciudad.
Nos damos un paseo en dirección al río a cuyo lado se encuentran el Palacio Real y su famosa Pagoda.
El Palacio Real es la residencia oficial del Rey Sihanouk y normalmente se puede visitar, pero hoy tenemos mala suerte y sólo podremos visitar la Pagoda y sus alrededores. Este sitio es impresionante y realmente precioso; la arquitectura es muy diferente a todo lo que he visto antes y todo está cuidado hasta el más mínimo detalle.
El suelo de la Pagoda está cubierto por cinco toneladas de plata y lo que más destaca en una estatua de Buda de oro de más de 90 kg de peso con 2086 diamantes incrustados. Para un país cuya gente se ha estado muriendo de hambre parece un poco obsceno, pero es lo que hay.
Después dirigimos nuestros pasos al Museo Nacional (3 USD), donde estamos poco más de una hora. El museo está monopolizado por la era del Impero Khmer que es el que construyó la gran maravilla del país y probablemente una de las grandes maravillas del planeta, el impresionante complejo de Angkor, con su impresionante Angkor Wat. Sin duda el periodo entre los siglos IX y XIII constituye la época dorada de este pueblo, la cual sigue enorgulleciendo a la gente de aquí. El museo muestra multitud de estatuas y artefactos de la época. La verdad es que se hace un poco pesado, y si no se está mucho en el tema de la escultura y de los jarrones acabas charlando sobre la Guerra de las Malvinas, tal y como hicimos Julián y yo.
De ahí dirigimos nuestros pasos al ‘Hill of Penh’, una pequeña colina de 27 metros donde se encuentra el templo ‘Wat Phnom’ (1 USD). Aquí se ve bastante feligrés, pero parece ser un sitio de reunión para la gente de aquí. Mucha gente se sienta en el césped a charlar y otros juegan o hacer deporte.
De ahí seguimos nuestra ruta para acabar en el Tuol Sleng Museum (2 USD), el museo que muestra las barbaridades del genocidio del Khmer Rouge. Muchas son las emociones que se viven visitando un sitio así y desde luego uno no se puede mostrar indiferente. Este edificio primero albergó una escuela para luego convertirse en la Security Prison 21 (s-21), el mayor centro de detención y tortura del país. En 1977 se llegaron a ejecutar aquí a unas cien personas al día. Lo que antes eran aulas para que niños aprendieran se acabaron convirtiendo el salas de tortura y los columpios se utilizaron para colgar y torturar a los prisioneros.
Lo que se vivió en este país en los años 70 no tiene nombre y lo que me pone en jaque es que ocurriera hace tan poco y con la inactividad ya propia de la comunidad internacional.
Camboya no fue nunca la prioridad del gobierno francés, quien tenía la mirada más concentrada en Vietnam. De todas maneras consiguió la independencia en 1953, pero con un rey que fue cada vez más represivo, con una población pobre e ignorante (después de la Segunda Guerra Mundial no había ni una sola universidad y solamente una escuela secundaria) y con la ayuda de China, consiguió meterse, tras una sangrienta guerra civil, el Khmer Rouge en el Poder. Triste fecha para este país fue el 15 de Abril de 1975, que es cuando cae la capital y se pone al mando la guerrilla comunista. Se declaró año ‘cero’ y las cosas cambiaron radicalmente. Se abolió el dinero, se vaciaron las ciudades por ser consideradas focos de mal y se exterminaron a intelectuales, monjes, profesores y cualquiera que tuviera conocimiento de otro idioma o cierta cultura. Se prohibió el uso de relojes y la gente fue trasladada a las plantaciones de arroz a trabajar doce horas al día. Aquellos que llevaban gafas eran considerados parásitos y también eran exterminados. Todo este genocidio tenía la misión de limpiar el país de indeseables y de crear una nueva sociedad rural que se dedicara al cultivo masivo de arroz. Con el precedente de los buenos sistemas de cosechas del Imperio Khmer, el Khmer Rouge quiso convertir a Camboya en el mayor productor de arroz. Pero las cosas salieron mal, muy mal. Las cosechas solo producían lo necesario para alimentar al ejército y las sucesivas hambrunas acabaron con millones de personas. A finales de 1978 el país es invadido por Vietnam y pero ya es tarde para la cosecha y en 1979 vuelven a haber hambrunas. Con el beneplácito y ayuda de Tailandia los líderes del Khmer Rouge huyeron a la selva de Tailandia y su líder, Pol Pot, acaba muriendo en su cama en 1998 sin que se celebrara ningún juicio contra él.
Se calcula que alrededor de un tercio de la población murió en el periodo 1977-1979! El enterarme de todo esto no hace más que crecer mi simpatía y empatía por una gente que ha sufrido tanto hace tan poco. En muchos países asiáticos en los que he estado, regatear forma parte del protocolo si quieres comprar algo, pero os digo que uno siente cierta vergüenza si quiere regatear más de lo justo con esta gente. Es un país enormemente pobre, con una población muy joven (40% de la gente tiene menos de quince años) y con una falta de preparación y de cultura. Uno siente un poco de lástima y sólo desea de todo corazón que las cosas mejoren para este país que de una vez por todas merece que se haga justicia con él. En cierta medida el país tiene suerte por tener el complejo de Angkor, lo cual le supone una floreciente industria turística, pero eso es lo que le salva de una ruina total, ya que la corrupción está a la orden del día. Uno no hace más que sentir simpatía por esta gente que, a pesar de lo que ha pasado, es capaz de sonreír de una manera tan bonita.
El Museo nos ha dejado impresionados a los dos y nos hubiera gustado estar más tiempo aprendiendo un poco más, pero ya se nos hace tarde y el bus sale a las 14.30.
Salimos en dirección a Siem Reap puntualmente. El trayecto dura seis horas (6.5 USD) y durante este tiempo Julián y hablamos de cualquier cosa mientras nos tomamos unas pipas.
Llegamos a Siem Reap a las 20.30 y nos instalamos en el Hotel New Millenium, donde pagamos 6 USD por una habitación doble.
Siem Reap es una ciudad de 150.000 habitantes y sirve de base para todas las excursiones a Angkor y está dominada por el turismo.
Después de instalarnos, nos vamos a cenar al Hotel Popular Guest House, donde nos tomamos cada uno dos cervezas y un plato de sopa con fideos por 4 USD.
Después nos damos un paseo por el pueblo y acabamos tomando unas copas por los bares el ‘Pub Street’ hasta las 02.00 de la madrugada.
Nos levantamos a las 10.00 y estamos más que dispuestos a conocer las maravillas del complejo de Angkor, orgullo nacional de Camboya y Patrimonio de la Humanidad.
Antes de nada desayunamos como si se fuera a acabar el mundo. Yo me tomo una sopa de fideos con ternera, un plato de arroz frito con pollo y un café con leche, costándome todo sólo 2.5 USD!
De la misma nuestro conductor (trabaja en nuestro hotel y parece ser un tipo serio y profesional) nos lleva a las puertas del complejo. Compramos un pase de tres días que cuesta 40 USD, teniendo en cuenta que no se venden de dos días y que el de un solo día cuesta 20USD, merece la pena comprar el de tres.
Nada más entrar uno se da cuenta de que entra en un sitio único. El complejo es enorme y uno por mucho que se imagine cómo es esto, sólo cuando lo ve en directo se da cuenta su tamaño colosal.
Angkor fue la capital del Imperio Khmer, es cual fue el más importante que haya tenido jamás es Sudeste Asiático. Su esplendor lo vivió entre los siglos IX y XIII y Angkor, gracias a sus avanzados sistemas de irrigación, llegó a tener un millón de habitantes. Angkor tuvo cientos de tempos, de los cuales el más importante es Angkor Wat, la construcción religiosa más grande del mundo.
En el Siglo XV Angkor fue saqueada por los tailandeses, la capital se trasladó a Phnom Penh y Angkor cayó en el mayor de los olvidos. No fue hasta finales del siglo XIX cuando los franceses descubrieron esta ciudad perdida, la cual estaba enterrada en la crecida selva. Desde aquel descubrimiento, el trabajo de arqueólogos aquí ha sido enorme e incluso ahora siguen trabajando.
Angkor Wat es la construcción principal del complejo y es lo primero que queremos visitar. En la misma puerta nos encontramos con un grupo de tres españolas con las que charlamos un rato. Es una alegría ver a compatriotas tan lejos de casa!
Dentro estamos unas cuantas horas. Si uno quiere descubrir todos los secretos de este templo fácilmente se podría tirar aquí un mes entero, pero aunque vayas por encima y sólo quieras apreciar su tamaño, ver sus salas, esculturas y torres, al menos te tiras tres o cuatro horas dentro. Y eso es lo que hacemos. En Angkor Wat se respira un ambiente especial, primero fue un tempo hindú, luego budista y ahora atrae a seguidores de las dos religiones. Angkor Wat está presente en todas partes, desde los billetes hasta la bandera nacional y huelga decir que es la principal atracción turística del país.
Después de unas cuantas horas decidimos ir a otro templo para volver luego al atardecer.
De la misma nos vamos a la ciudad fortificada de Angkor Thom, donde se encuentra el Templo de Bayón. Este templo maravilloso, construido en 1.200 alberga 216 caras enormes de Avalokiteshvara, Buda de la compasión.
Después y por sólo 15 USD nos montamos en un globo para ver desde la altura cómo es Angkor. Desde luego desde arriba uno se da cuenta de lo verdaderamente enorme que es Angkor Wat.
Siguiendo por nuestra ruta llegamos al templo de Ta Som. Una de las puertas del templo está literalmente invadida por un ficus enorme. Es espectacular ver como la naturaleza siguió con su curso durante el abandono de estos templos y Ta Som es un claro ejemplo.
Antes de que anochezca, volvemos a Angkor Wat, pero al llegar el atardecer dista mucho de ser espectacular. Sin mucha suerte con las vistas, Angkor nos da la inspiración a Julián y a mí para inventarnos el negocio más revolucionario del siglo XXI. Poco os puedo decir acerca de esta idea, pero cuando sea multimillonario recordaré el atardecer del 14 de Noviembre de 2008 como el día en que la gran idea del siglo nos vino a la cabeza.
Con la cabeza llena de ideas concernientes a nuestro futuro negocio nos volvemos al hotel, donde nos arreglamos para ir a cenar y tomar unas copillas.
Por la calle nos encontramos con un grupo de chilenos a los cuales Julián conoció hace unos días. Todos juntos nos sentamos en el Angkor What?, donde nos tomamos una cantidad exagerada de copas. Acabamos la noche en el X-Ray que es una terraza en la azotea de un edificio.
A las 05.00 estamos de vuelta en el hotel.
Hoy nos levantamos a las 11.30 y tenemos una resaca de pelotas. Desayunamos por la calle y nuestro conductor nos lleva al complejo de Angkor.
Durante el día vemos varios templos como los de Neak Pean, East Mebon, Pre Rup o Sras Srang, todos ellos impresionantes. Pero las mandíbulas se nos caen hasta las camisetas cuando llegamos a Ta Prohm. Este templo es totalmente increíble. Aquí se ve perfectamente como la naturaleza se ha abierto camino a pesar del templo. El sitio está invadido por árboles dándole un ambiente único. Jamás había estado en un sitio tan especial. Pasear por cada una de sus salas y rincones es un auténtico placer y un privilegio. Sin quitarle mérito a Angkor Wat, me parece más impresionante Ta Prohm. Angkor Wat impresiona por sus dimensiones, pero aparte de eso, no considero que sea tan especial (aunque expertos enarte seguro que no están de acuerdo conmigo). En Ta Prohm no es de extrañar se hayan rodado varias películas (Tomb Raider, por ejemplo), su ambiente selvático no puede ser más inspirador. Uno podría estar aquí horas y horas y la verdad que me da un poco de pena irme. Espero volver algún día y así volver a sentir lo especial que es este sitio.
Al atardecer volvemos a Siem Reap, no sin antes conseguir el equivalente a ‘Molamos que no veas’ en camboyano. Ellos aquí dicen ‘Mnus Lr Rucktuk Chol Chat Lang Seich’!
Me separo de Julián, quien se va a Internet. Ceno una sopa de fideos con ternera con un zumo de mango por 1.5USD y a las 21.00 estoy en el hotel.
Veo un poco la tele antes de dormirme. Algo que me llama la atención es el doblaje de las películas, el cual es un verdadero descojone. La misma persona, con la misma voz y entonación dobla todos los personajes, sin importar el sexo de la persona ni las circunstancias en las que esté. Aunque en la imagen veas que se están matando a tiros, la voz de doblaje habla como si el asesino estuviera pidiendo una pizza por teléfono. Joyas así ya no se ven en la tele y presenciar una cosa así me ha hecho despedir el día con la sonrisa en la cara.
Hoy nos levantamos a las 06.30 y, mientras esperamos el desayuno, charlamos con el recepcionista del hotel. Julián y yo hemos querido saber lo que la gente de aquí piensa de la dictadura del Khmer Rouge, pero al ser tan fuerte y ten reciente lo que pasó no encontrábamos ni el momento ni a la persona adecuada a quien preguntar. Estos días hemos charlado con el recepcionista y educadamente le preguntamos qué es lo que vivió él.
Nos dice que tuvo suerte porque a toda su familia inmediata (que no extensa) estaba junta cuando llevaron obligados a todos a trabajar en la plantación de arroz. Nos dice que nadie podía llevar reloj, así que nadie sabía nunca exactamente qué hora era. Trabajaban todos los días del año, desde el amanecer hasta el anochecer, sin excepción. Sólo un día al año comían carne y absolutamente todos los días alguien moría en el campo por malnutrición o por cansancio. Todo esto nos lo empieza a contar tranquilo y acaba con los ojos llorosos. El tenía doce años.
A las 07.30 nos recoge el autobús que nos llevará a la frontera con Tailandia y de ahí a Bangkok (12 USD).
Llegamos a la frontera sin problemas y, después de una cola no muy larga, nos tramitan los visados. Lo malo es que es el bus no podía continuar hasta que no estuviéramos todos y, por culpa de unos gilipollas que se despistaron, estuvimos dos horas esperando. Huelga describir las caras con las que recibimos todos a estos dos sujetos.
En el segundo autobús, es decir, es que nos deja en Bangkok, entablamos amistad con dos chicas canadienses, quienes tampoco tienen hotel reservado para esta noche.
A las 21.00 llegamos a Krungthepmahanakhon Amonrattanakosin Mahintharayutthaya Mahadilokphop Noppharatratchathaniburiro Udomratchaniwetmahasathan Amonphimanawatansathit Sakkathattiyawitsanukamprasit (Ciudad de ángeles, la gran ciudad, la ciudad de joya eterna, la ciudad impenetrable del dios Indra, la magnífica capital del mundo dotada con nueve gemas preciosas, la ciudad feliz, que abunda en un colosal Palacio Real que se asemeja al domicilio divino donde reinan los dioses reencarnados, una ciudad brindada por Indra y construida por Vishnukam). Para los amigos, Bangkok.
Los días que he pasado en Camboya han sido increíbles, pero dejo el país con la sensación de que tenía que haber estado más tiempo y así conocer mejor a una gente tan simpática y por la que tanto ha pasado. Sin duda volveré a Camboya, pero la próxima vez, no pienso estar menos de dos semanas.
Tras un buen paseo por el centro de la ciudad nos instalamos en Hotel Happy House (500 Baht por habitación doble). Por cada USD te dan 35 Baht. El recepcionista me da el equivalente a ‘Molamos que no veas’ en Tailandés (‘Pua Rao Penkondi’)
Cenamos con nuestras amigas canadienses y los cuatro nos vamos a la zona de copas de Kao-san. La cosa acaba a las 04.00.
Hoy Julián se irá a Filipinas, así que yo me instalo en una habitación simple en el hotel de al lado, Hotel Wild Orchid Villa (170 Baht por noche). La verdad es que la habitación es bastante mala, con un tamaño claustrofóbico, sin ventilación, ventana o un simple enchufe. Por no perder la mañana buscando sitios pago tres noches, pero nada más desembolsar el dinero ya sé que estoy metiendo la pata.
Una vez que estoy instalado, Julián y yo nos vamos a descubrir la ciudad.
No esperaba mucho de Bangkok y todo lo que había oído y leído sobre esta ciudad me hacía temer un sitio lleno de drogas, prostitución y problemas. Tailandia es conocida por el tema de la prostitución infantil y para nada me quería encontrar con algo así. Así las cosas, mis expectativas eran bastante bajas, por lo que mi sorpresa al llegar fue enorme. Bangkok sí tiene mucha marcha y prostitución, pero no es tan evidente como temía. Bangkok también es una metrópolis del siglo XXI, con internet Wi-Fi gratuito para todo el mundo y con bicicletas a disposición de todo el mundo (sin pagar). Este tipo de servicios ya dicen mucho de una ciudad, pero viendo el centro una se da cuenta de que es una ciudad de primera.
Julián y yo nos pillamos unas bicicletas, para lo cual sólo necesitamos presentar el pasaporte y ya está. Os lo creáis o no, hacía años que no montaba en bicicleta y la idea de volver a montar por primera vez compartiendo carriles con el denso tráfico de Bangkok no me apetecía nada. Pero la verdad es que el dicho es cierto, y montar en bicicleta es una cosa que no se olvida nunca. Sin problemas pude hacer el tour por el centro de la ciudad. Vino muy bien para tener un primer contacto con el centro de la ciudad y hacerme una idea de las dimensiones de Bangkok. En el paseo bicicletero pasamos por delante del Fuerte Phrasumen, el Teatro Nacional, Parque Sanam Luang, Universidad Silpakorn, el Templo del Buda de Esmeralda, el Grand Palace, el Templo Wat Phra, el Ministerio de Defensa, el Portal Sapphasatsuphakit, el Monumento de la Democracia, el puente Phan Fah Lilat y Chinatown.
Hace un calor de justicia y el paseo lo acabo empapado de sudor. Me ha encantado reconciliarme con el mundo de las bicicletas y me ha sorprendido lo bonito y limpio que es Bangkok.
Después Julián y yo nos damos una vuelta por el centro y acabamos en el Old Siam Market, un mercado que vende de todo y cuya planta de arriba está especializada en electrónica. Yo llevaba varias semanas pensando en comprarme un ordenador portátil. Viajando solo uno dispone de tiempo para escribir en un ordenador, además es un perfecto acompañante de viaje que te acerca más a tu casa y a los tuyos. En una tienda vemos un ordenador Taiwanés ‘Eee’ de apenas 900gramos con el que nos quedamos prendados. En un calentón sin precedentes cada uno de los dos nos compramos uno. Por 10.000 Baht nos dan los ordenatas, con el Vista, el Office y Antivirus instalados. Como Julián se va esta tarde se lo dan hoy mismo, pero tendrá que esperar unas horas. A mí me lo dan mañana.
Después de una espera de dos horas Julián recoge su ordenador y nos vamos a la zona del hotel, donde comemos en un puesto callejero por 50 Baht cada uno.
A las 21.30 me despido de Julián, mi querido compañero con el que he compartido los últimos días. Hemos tenido conversaciones de lo más interesantes, nos hemos reído un montón y le voy a echar de menos. Es un placer haber estado con un tío tan de p madre. Julián, desde aquí te mando un abrazo enorme y deseo volver a verte pronto, sea en Argentina o en España. Además, más pronto que tarde cambiaremos el mundo con nuestro invento y con ello también nos haremos ricos!
Las tres horas siguientes las paso en Internet, respondiendo emails antiguos y actualizando este querido blog.
Me levanto a las 09.00 y lo primero que hago es sentir el enorme placer de una buena afeitada. Después de tomarme un par de sándwiches del Seven-Eleven me voy a la orilla del río de la ciudad, el Mae Nam Chao Phraya. Me cojo un barco y en él sigo comprobando lo bonita y especial que es esta ciudad. En el trayecto pasa por delante de muchos sitios de interés, pero lo que más me llama la atención es el Wat Arum (Templo del Amanecer), en la orilla Oeste.
Hoy es un día de administración. Paso por el Post Office a mandar unas postales, y me doy un paseo por la zona hasta llegar al Old Siam Market, donde me corto el pelo y recojo mi ordenador. IUJU!
Me doy una vuelta por la ciudad hasta llegar al hotel, donde me echo una siesta.
La tarde la paso en bar del hotel, jugueteando con mi nuevo ordenador y viendo cómo un camarero afeminado le da una soberana paliza a un borracho alemán. Todos los que presenciamos la pelea nos quedamos con la boca abierta. El camarero, que tenía pinta de poca cosa, le puso la cara como un mapa a un borracho que tiró una botella de cerveza al aire. En un minuto tenía la cara inflada como un globo y si no llega a venir la policía el camarero hubiera acabado con él. La situación fue un poco surrealista porque la poli se llevó al borracho y al camarero no le dijeron nada. De hecho siguió sirviendo las mesas como si nada. Yo quería decirle que el sándwich que había pedido era con queso, pero no me atreví a decirle nada.
Como ya os he comentado mi habitación no es muy allá y lo que más me jode es que no tiene enchufe, así que tengo que dejar en recepción mi móvil y mi ordenador nuevo para que lo recarguen. No es lo que más ilusión me hace, la verdad, y qué menos que una habitación tenga un puñetero enchufe, no creéis?
El resto del día lo paso en mi habitación, leyendo.
He pasado una noche espantosa. Después de cinco meses con ningún problema de estómago en cierta manera estaba esperando que más tarde o más temprano me pasara. Mi estómago ha podido aguantar las condiciones de la comida callejera de la India y de Nepal, el picor de la comida Butanesa, las sopas callejeras de Vietnam y Camboya, pero no ha podido con el sándwich de ayer.
Los retortijones han sido tan fuertes que no he podido dormir ni un minuto y ahora tengo la espalda jodida. Hoy me quedo en el hotel, pero cada diez minutos tengo que ir al baño. Si todo esto lo pasara en una habitación normal con televisión, la cosa sería muy diferente, pero me ha tenido que pasar en la peor habitación en la que he estado en este viaje.
Lo único que me alegra es que hoy veo a Jeff, el norteamericano con el que estuve haciendo trekking en Japón. El tío acaba de llegar a la ciudad. Conforme van pasando las horas me voy sintiendo mejor y me animo a tomarme una cerveza con él (cosa fuera de toda lógica, por supuesto).
Después de tres cervezas nos vamos a Kao-san, donde nos tomamos un par de copas. A la 01.30 mi cuerpo ya no puede más y nos volvemos al hotel.
Me levanto a las 12.30 y quedo con Jeff para desayunar. En la misma recepción me compro un billete de autobús al Phuket por 800 Baht.
De la misma salimos a descubrir la ciudad a pata. Lo primero que visitamos es el Grand Palace, palacio real y una verdadera joya. Aquí también se encuentra el Wat Phra Kaew, Templo del Buda de Esmeralda (monasterio real). Todo el complejo es exageradamente lujoso. Hay bastante turista pero el lugar es tan grande que hay sitio para todos. Lo que más me llama la atención es el gran mural pintado a mano que rodea el templo. Aquí se representan episodios mitológicos e históricos de Tailandia y del Budismo. Me recuerda mucho a las pinturas que vi en Bután y me tiro más de una hora y media sólo observando el enorme mural.
El templo del Buda de Esmeralda también es impresionante y el ambiente que se respira dentro es tranquilo a pesar de la presencia de tanto turista.
Justo después andamos cinco minutos para llegar al Templo Wat Pho, que es el más grande y antiguo de Bangkok. También contiene la mayor colección de estatuas de Buda del país, y la enorme estatua del Buda reclinado (46 metros de largo por 15 metros alto) es la más grande de Tailandia. El complejo es muy grande y está bastante bien cuidado, pero dista mucho del mantenimiento que reciben el Grand Palace y el Wat Phra Kaew. Nos tiramos aquí un buen rato y cuando acabamos solo tenemos fuerzas para dar un paseo en dirección al hotel.
Antes de llegar paramos en un restaurante tailandés y cenamos.
Más tarde nos vamos a Kao-san a tomarnos algo. Esta calle es única. Es quizás lo más turístico que hay y desde luego a primera vista puede parecer un poco espantosa. Pero aquí viene gente de todo el mundo y sentarse en una de sus informales terrazas y observar a la gente es divertidísimo. Después de un rato vuelves a ver las mismas caras que has visto antes, pero cada vez un poco más afectadas por el consumo de alcohol. Al acabar la noche la gente está borracha por todas partes, pero el ambiente es simpático y festivo. Japoneses con latinos, Tailandeses con franceses, clientes se conviertes en camareros improvisados, punkis con raperos, tanta gente diferente junta festejando el momento. Las tres horas que nos tiramos en la terraza observando el panorama con la boca abierta, es de lo más divertido que he hecho en mucho tiempo.
A eso de las 00.30 estamos de vuelta en el hotel.
Me levanto a las 08.30 y desayuno con Jeff antes de coger un barco hacia la Post Office. Me gasto 990 Baht mandando un paquete de 3 kilos a España, el cual tardará tres meses. Me sorprende lo eficiente que parece el servicio de correos, donde no tengo que hacer cola, todo está bien explicado y no muy mal de precio.
Nos damos un buen paseo hasta el centro comercial MTS. Allí comemos unos fideos chinos ramen por 150 Baht.
Algo que tenía ganas de hacer era coger el Sky Train, el metro cuyas vías están suspendidas por encima de las cales. Consiste en dos simples líneas, una de Este a Oeste y otra de Sur a Norte, partiendo de la misma estación. Es una buena manera de ver la ciudad y también barata (por 20 Baht te puedes pillar un billete simple a la siguiente estación pero estar dentro de la red durante 120 minutos, el tiempo necesario para recorrerte las dos líneas de lado a lado y hacerte una buena idea de cómo es la ciudad). Lo que más me sorprende es el impresionante desarrollo urbanístico de la zona Este de la ciudad, en especial cerca de la parada de metro de Phrom Phong. Pasando por aquí te das cuenta de que Bangkok es una ciudad de primera con unos rascacielos y edificios de apartamentos que nada tienen que envidiar a los países europeos.
Nos paramos en la estación E1 y de ahí vamos andando al canal Khlong Sar Sap, donde cogemos un barco que nos deja cerca del monumento de la democracia. El paseo en canal sólo cuesta 10 Baht y merece mucho la pena. Además no se ve a mucho turista y es el que utiliza mucha gente local.
Lo siguiente que hacemos es volver al hotel, donde cenamos tranquilamente, antes de que me pasen a recoger para el bus a Phuket.
Me despido de Jeff, un tío de p madre y con sentido del humor con el que espero volverme a encontrar en Australia.
A las 19.00 sale el autobús en dirección a Phuket. Es un bus de primera, y mejor que sea así porque tardaremos unas 16 horas en llegar a nuestro destino.
A las 05.30 el autobús nos deja en Surat Thani. Aquí conozco a Nick y a Julian dos australianos que acaban de empezar la universidad que están viajando por el Sudeste Asiático y que acabarán su viaje en Europa. Desde el primer momento nos llevamos genial, y las dos horas y media que nos tiramos esperando al siguiente autobús la pasamos recomendándonos sitios. Ellos me dicen los sitios que no me puedo perder en Australia y yo les recomiendo cosas de España y de Europa.
El siguiente bus nos deja en Phuket a las 11.30, después de un viaje frenético por la carretera. La llegada a Phuket no me impresiona demasiado. Veo que está muy explotado por el turismo y me temo que no me va a gustar mucho. Nos dejan en la playa de Patong, que es donde más marcha nocturna hay. Además es donde se van a instalar Nick y Julian. Yo, como no he reservado hotel, me voy con ellos para ver qué tal es donde se van a alojar. El Thai Oriental Inn (www.phhuketdir.com/thaiorientalinn) resulta ser un hotel cojonudo y por 600 Baht por noche me pillo una habitación doble de lujo.
Una vez instalado me doy una vuelta por Patong. Aquí hay mucho turista y mucha casa de masajes. Es increíble la cantidad de prostitución que hay por aquí. Las chicas te asaltan por la calle para que vayas a hacer un masaje con ellas. La situación es un poco incómoda y el paseo se hace un poco difícil.
Paseando por la playa, mientras atardece, veo a Nick y a Julian que están en la arena tomándose una cerveza. Juntos nos vamos a un supermercado y nos tomamos unas cuantas más mientras nos reímos.
Seguimos con las cervezas en el hotel, donde conocemos a Carly, otra australiana de Melbourne. Después de un rato nos vamos al enorme Tiger Bar, que es un complejo de barras (una veintena por lo menos) donde las chicas bailan y tú te tomas unas copas. Soy defensor del concepto de ‘si no me acuerdo, no ha ocurrido’, por lo tanto nada tendría que destacar, pero tal fue mi borrachera, que por lo visto acabé organizando un torneo de tres en ralla con varias prostitutas del bar para acabar bailando en una de las barras mostrando mis dotes seductoras. Sigo creyendo que es mentira y que eso no pudo ocurrir en realidad.
Llegamos al hotel a las 04.00 (eso me dicen al día siguiente).
Me levanto a las 11.00 con una resaca mortal. Hoy es el típico día que, como en Blade Runner, se pierde en el Tiempo como lágrimas en la lluvia.
Me tiro todo el día luchando contra el dolor de cabeza, escribiendo en el ordenador y pasando parte del día en la playa.
Nada más que destacar aparte de que no sé de donde salgo fuerzas para volver a salir de marcha con Julian hasta las 02.00.
Me levanto a las 07.00. Hoy voy a hacer submarinismo, así que estoy ilusionado. Desde que aprobé el examen de PADI no he vuelto a bucear y me muero de ganas por hacerlo otra vez.
A las 07.30 me recoge una furgoneta, la cual, tras pasar por varios hoteles, nos deja en el puerto de Phuket.
El barco tarda dos horas en llegar a Racha Yai Coral Island, donde haremos las inmersiones.
El en grupo vamos cuatro personas, Chris (Master Diver), una pareja japonesa equipada con la más cara y última tecnología y un servidor.
En la primera inmersión la hacemos en el arrecife Stag Horn y llegamos hasta los 21 metros de profundidad y estamos buceando durante 35 minutos.
Después descansamos hora y media y mientras nos trasladamos a Home Run, el sitio donde haremos la segunda inmersión. Aquí bajamos hasta los 20 metros y estamos 39 minutos. Todo ha sido genial, pero por lo visto respiro demasiado fuerte y he acabado demasiado deprisa con mi oxigeno. El ascenso lo he tenido que hacer utilizando el oxigeno de Chris.
El buceo de hoy ha sido fantástico y, como tengo un poquito más de experiencia que en Vietnam, he podido apreciar mejor lo que tenía alrededor. He visto serpientes de mar, Morenas, Lion Fish, Trigger Fish, Trumpet Fish pero lo que más me ha gustado es ver un barco hundido. Si comparo el buceo de aquí con el de Vietnam, quizás aquí el coral estaba más muerto, pero el número de peces ha sido mayor.
El día de buceo me ha costado 3000 Baht y me ha encantado. Pienso seguir con esta afición, y los países que me quedan en este largo viaje, me van a dar la oportunidad.
A las 17.00 estoy en el hotel, donde me echo una siesta. Paso el resto de la tarde en el ordenador y a las 21.00 estoy dormido en la cama totalmente rendido.
Me levanto a las 09.00 y paso la mañana tranquilito, dando un paseo por Phuket.
A las 13.30, después de haberme comido una sopa de fideos con pollo (60 Baht), sale mi furgoneta en dirección al puerto de Phuket. Hoy dejo Phuket y me voy a Koh Phi Phi. Phuket no me ha gustado mucho y con diferencia lo que más me ha gustado de aquí es conocer a los australianos y haber hecho buceo. Phuket no vale nada, está muy explotado y hay mucha prostitución. Se ven a muchos hombres occidentales de edad madura paseando de la mano con jovencitas y no es el ambiente en el que me gusta estar. Tengo muchas ganas de pisar Koh Phi Phi y espero que sea diferente.
Por 850 Baht me he comprado un billete a Koh Phi Phi y otro billete abierto desde allí hasta Krabi.
A las 15.00 llega el barco a Koh Phi Phi y desde el primer minuto se respira un ambiente muy diferente que en Phuket. Hay bastante extranjero, pero todo es muy más calmado y manejable. Y además se puede ir a cualquier sitio a pie.
Como ya es costumbre, no tengo ningún hotel reservado, así que lo primero que hago es irme a la playa a buscar un hotel que merezca la pena. La playa de Aa Lo Dalam es preciosa y aquí es donde empiezo a buscar. Puesto que esto es tan bonito no pienso racanear a irme a algo cutre, así que mi presupuesto para la acomodación de estos días lo subo bastante. Por 1300 Bahts por noche me instalo en el Pi Pi Princess Resort. Mi habitación está estupenda, con una cama enorme, nueva y limpia y con un balcón que da a la piscina del hotel, justo en frente del mar. El hotel es cojonudo y pienso estar aquí por lo menos tres noches.
Una vez instalado me doy una vuelta por la isla y después de andar un buen rato por la playa vuelvo al hotel a tomarme una cervecita en el bar.
Nada más llegar mis oídos no se lo puedes creer. Oigo a tres chicas hablando español! Nerea, Ibone y Amaia son unas chicas estupendas y me siento con ellas. No sólo son tres caras bonitas, sino que son unas personas muy interesantes. Las tres son médicos y las tres trabajan en el mismo hospital en San Sebastián. Además viven juntas y todos los años se hacen un viaje largo. Desde el primer momento nos llevamos de maravilla. Charlamos de todo y nos reímos un montón. Nos acabamos tomando unas cuantas cervezas mientras tomamos algo de cenar y estamos de charleta hasta que acaban cerrando el bar del hotel. Seguimos con la fiesta en la playa y nos vamos a un chiringuito con tumbonas en la arena donde hacen malabares con fuego. En este momento los cuatro ya estamos bastante afectados por la cerveza y no paramos de reírnos. Nada más acabar el show del bar, empieza el nuestro y enseguida ocupamos el sitio antes bien usado por los valientes malabaristas para hacer nuestras propias chorradas. Los que me conocéis bien, sabéis que tengo cierta tendencia a imitar a superhéroes cuando estoy un poco bebido, así que, en un ataque de valentía sin neuronas, con la intención de impresionar a dos inglesas que estaban mirándonos sorprendidas, me tiro en plancha en plan Superman, con un puño en alto, como si el suelo no fuera a recibir mi caída. No llevar capa es lo que tiene. Pero lo peor es que caído mal y me tuerzo malamente la rodilla. No es una simple torcedura puesto que siento un enorme ‘crack’ en la pierna. En seguida sé que algo va mal, pero como un gilipollas sigo bailando! Para nada me quito responsabilidad, pero estando con tres doctoras, parece que todo va bien. Me dicen que la cosa no parece grave, así que sus palabras me sirven para convencerme de que bailar la Macarena era lo mejor que podía hacer en ese momento.
No sé a la hora exacta a la que llegué a mi habitación, pero llegué cojeando y bastante ebrio. Me lo he pasado genial con mis nuevas amigas, quienes se llaman a sí mismas ‘Las Pepis’.
Me levanto a las 10.00. Creo que todavía estoy algo borracho porque, a pesar del dolor de la rodilla, opto por ir al hospital más tarde y no perderme la excursión que tenía planeada y pagada.
La excursión de hoy (450 Baht) consiste en un tour por las islas de la zona y no me lo quiero perder.
A las 11.00 sale el barco de la Isla Koh Phi Phi Don, que es la isla en la que estoy instalado. Conmigo viaja una pareja neozelandesa majísima. Steve ha vivido los últimos años en Londres con su novia y, antes de volver a Auckland, mientras sus muebles se dirigen a Nueva Zelanda en barco, han decidido hacer un viaje por el Sudeste Asiático. Para ellos éste está siendo un viaje muy especial, puesto que en breve volverán a su país de origen después de haber vivido tantas experiencias fuera. Lo primero que hacemos es hacer snorkeling no muy lejos del puerto de Koh Phi Phi Don. Tengo mis dudas de si meterme en el agua o no, pero la tentación es demasiado grande. Además me he prometido ir al hospital mañana por la mañana sin falta.
Después de más de media hora en el agua nos dirigimos a la isla de Bam Boo, donde comemos y nos echamos una siesta. Esta isla es preciosa y la temperatura es magnífica. Además tenemos suerte y no vemos a demasiada gente.
Seguimos con nuestro tour y nos vamos a Monkey Beach, una playa que está llena de macacos. También nos dan el equipo para que hagamos snorkeling, pero el agua es muy poco profunda y el coral nace desde la misma costa, por lo que es muy difícil nadar y, sobretodo, andar. Además, teniendo la pierna así, lo paso bastante mal hasta que consigo subirme a la barca.
Después seguimos con nuestra ruta y nos metemos por varias irlas para ver las magnificas bahías de Pi Leh y de Loh Samah. El color esmeralda junto con las islas de piedra caliza es un espectáculo.
Lo último que hacemos es irnos a Maya Bay, una bahía donde se rodó la película La Playa protagonizada por Leonardo DiCaprio. Esta playa es fabulosa y tenemos la inmensa suerte de estar solos. Temíamos que estuviera llena de gente y de hecho, las fotos que me enseñaron ayer mis amigas de Las Pepis reflejaban una playa abarrotada de gente. No sólo no estamos solos, sino que tenemos tiempo de hacer snorkeling en la bahía durante una hora entera. Estando aquí se me olvidan todos los dolores y siento un inmenso orgullo por estar en un sitio tan especial como este.
A las 18.30 estamos de vuelta en Koh Phi Phi y tengo muy claro que mañana sin falta tengo que pasar por el hospital para que me echen un vistazo a la pierna. Me despido de mis nuevos amigos de Nueva Zelanda, quienes tanto me han ayudado hoy a subir y bajar del barco y con quien he tenido unas conversaciones muy agradables. Como despedida me dicen que les haga una visita cuando pase por Auckland, cosa que sin duda pienso hacer.
Al llegar al hotel me pego una ducha, me cambio y quedo a cenar con Amaia, Nerea, Ibone y las inglesas a las que quise impresionar ayer y causantes de mi inmenso dolor.
Cenamos en el restaurante de mi hotel, el cual está bastante bien de calidad y de precio. Además no puedo estar mejor acompañado, mis compañeras de mesa son cinco guapas mujeres, tres de ellas doctoras y dos enfermeras! Más tardes nos vamos al mismo bar de ayer a ver el mismo espectáculo de malabares con fuego y después de un par de cervezas nos despedimos.
A las 00.30 estoy en la cama, con la satisfacción de haber visto unas islas tan espectaculares pero con la preocupación de no saber si tendré algo serio en la rodilla. Mañana veremos.
Me levanto a las 09.00 y pago tres noches más en el hotel. Los mismos empleados me llevan al hospital de la isla en el remolque de una moto.
En el hospital me tratan bien y no tengo que esperar. Temía ver cómo era un hospital en un sitio tan remoto, pero me sorprende lo bien que está.
La doctora me explora la pierna y me confirma que no hay rotura, pero que tengo un esguince en la rodilla y que tengo que guardar reposo y llevar muletas por lo menos cinco días. Me dan unas muletas de madera que me recuerdan a las imágenes de los heridos de la Primera Guerra Mundial. De hecho son tan espantosas y ortopédicas que la gente me mira con una leve sonrisa. Los antiinflamatorios y los relajantes musculares, más la visita al médico sólo me cuesta 800 Baht (una maravilla porque yo ya estaba pensando en que me iban a robar de buena manera).
Vuelvo al hotel y me instalo en mi habitación. Mi terraza da a la piscina, así que no estoy nada mal a pesar de que me muero por darme un chapuzón. Las horas van pasando y me empiezo a aburrir. Me he cansado de leer y me entretengo observando a la gente de la piscina. Pero observar a un grupo de diez personas tumbadas en tumbonas mientras se fríen al sol, tampoco es lo más entretenido del mundo. Quizás mi cara de aburrimiento hace que el karma se apiade de mí, y al poco tiempo me regala un entretenimiento de primera. Resulta que, aunque no seas cliente del hotel, si pagas una entrada, puedes utilizar la piscina. Así es como entra un grupo de quince chavales y chavalas a la piscina. Haciendo un ruido enorme, gritando, saltando a la piscina y molestando a los clientes que tranquilamente estaban leyendo, consiguen conquistar la piscina y su bar. Consiguen poner la música a todo volumen y empieza la diversión. Para el resto de los clientes debió de ser algo horrible, pero para mí, estando con una pierna en alto y no pudiendo estar más aburrido, empecé a divertirme. Es curioso ver una fiesta como un mero observador, sin estar en ella. Es un estudio muy divertido porque se ve el progreso de cómo el alcohol va afectando, cómo la gente empieza a entablar amistad con los camareros y empleados y como los tíos hacen todo lo posible para impresionar a las chicas. Para más diversión las chicas están bebiendo más que los chicos y después de un par de horas de fiesta, una de ellas enseña las tetas al personal a modo de exhibicionista. Huelga decir que era inglesa. La cosa empieza a decaer un poco y veo a la de las tetas totalmente catatónica en una de las tumbonas mientras su amiga se besa intermitentemente con dos de los chicos. Después de un rato los empleados del hotel les dicen que la piscina se tiene que cerrar, pero os puedo decir que hasta que no acuerdan dónde van a continuar la fiesta nadie se mueve. A final todo el mundo desaparece y se hace de noche. Me da pena que la fiesta haya acabado puesto que me lo estaba pasando como un enano de voyeur desde mi terraza. Sin embargo me alegra ver a mis nuevas amigas vascas, quienes me hacen una visita al hotel. Cenamos los cuatro y me encanta haber conocido a estas tres chicas tan maravillosas. Desde que nos conocimos hemos conectado perfectamente y siento que las conozco perfectamente.
Las Pepis incluso me dejan en mi habitación antes de desearme las buenas noches. Empiezo a pensar que a pesar de tener la pierna mal, podría estar en peores condiciones (trabajando?).
Me levanto a las 11.00, desayuno en el restaurante del hotel y me voy a la piscina a tomar el sol. Justo a mi lado está una pareja noruega con un bebé. Pontus y su mujer llevan cinco años viviendo en Koh Phi Phi. Empezaron montando una empresa de submarinismo pero acaban de abrir su segundo negocio, un restaurante. Me cuentan cómo es la vida de un expatriado en un sitio como este. Aquí la vida es fácil y con muy poquito dinero se vive de maravilla. Como muchos otros extranjeros empezaron aquí por el tema del submarinismo. Se ve que después de unos años en la isla se han asentado muy bien y ahora que tienen un bebé piensan en volver a Noruega dentro de un par de años. Su misión es hacer que el restaurante funcione bien para venderlo y con el dinero montar algo en su país de origen. En Noruega todo es más difícil y me dicen que dudan tener la misma calidad de vida que en Tailandia, pero echan de menos su país y quieren que su hijo crezca en Noruega. Son una gente muy simpática y les prometo que les haré una visita al restaurante uno de estos días.
Después de comer algo en la tumbona, me vuelvo a mi habitación a observar a la gente desde la terraza. La situación me recuerda muchísimo a la película de Hitchcock La Ventana Indiscreta. Estando con la pierna en alto y observando a todo el mundo empiezo a aprender sobre el lenguaje corporal y veo como los camareros entre ellos sobre de los clientes. Es fascinante (bueno no tanto, pero con algo me tengo que entretener).
Harto de sentirme como un observador me vuelvo a la cama y me veo la única peli que tengo en móvil. Imaginaros lo aburrido que tenía que estar para ver una peli en mi móvil y encima una peli como Spiderman3!
Gracias a Dios a las 18.30 están las chicas en mi hotel y me llevan a cenar por la isla. Han conocido a un grupo de catalanes con los que cenaremos hoy.
Después de dar vueltas sin sentido por la isla (no lo que más me apetece con muletas) nos sentamos en un pequeño chiringuito de comida Tailandesa, donde me tomo un Pad Thai bastante normalito.
Después nos vamos todos a un bar de la playa, pero bastante alejado que se llama Sunset. Es sitio está muy bien y tiene un ambiente acogedor. Además dentro del grupo hay varios músicos. Pasamos escuchando música unas cuantas horas mientras tomamos unas copas.
Más tarde nos vamos a una terraza enorme de playa, Ibiza Club, que está llena de extranjeros borrachos bailando. Aquí estamos hasta que cierran el sitio y acabamos recibiendo el amanecer en la playa.
A las 08.00 estoy en la cama.
Me levanto a las 13.30 y continúo mi labor de observador desde mi terraza.
Dedico el día a estar en la piscina, a leer, a escribir y a observar cómo se divierte la gente fuera de mi burbuja.
Después de echarme una siesta veo a Las Pepis. Juntos nos vamos a cenar al Unnis, el restaurante de los noruegos que conocí ayer. La comida es bastante buena, pero tampoco tiene precios de amigo. La conversación de la cena la domina la situación en Bangkok y cómo van a volver mis amigas a España. Resulta que desde hace días manifestantes antigubernamentales se han hecho con el control del aeropuerto internacional de Bangkok, mientras que uno de los cabecillas de la Alianza del Pueblo para la Democracia anunció que no entregarán el mando del aeródromo hasta que renuncie el primer ministro, Somchai Wongsawat. Todo este lío empezó en Mayo y son ya varias veces en las que se han cerrado los aeropuertos del país. Tailandia es un país dedicado casi plenamente al turismo y cosas así no le hacen ningún favor. Pero los altercados políticos parecen formar parte de la idiosincrasia de este país, en el cual se han dado diez golpes de Estado en apenas setenta años.
Como consecuencia de la clausura de los aeropuertos miles de vuelos han sido cancelados y cientos de miles de pasajeros y turistas están haciendo malabares para poder volver a casa. Los hay que se están dirigiendo a Malasia o Singapur para coger allí alguna conexión a su país de origen. Por lo visto el gobierno español ha fletado un par de aviones para sacar a los turistas españoles. Las Pepis están preocupadas, pero en un par de días estarán en casita. Yo sigo con muletas y mi intención es ir a Malasia, así que lo mejor para mi es esperar en Koh Phi Phi tomando cervecitas y cuando esté mejor pillarme un bus para ir a ver a mis amigos malayos.
Después de cenar nos encontramos con los catalanes y juntos nos vamos hacia el Sunset. Oyendo que hablamos castellano se nos acerca un chico que va solo. Alberto lleva unas semanas viajando por Asia y se une a nosotros.
Paso casi todo el rato hablando con este bombero madrileño. Al igual que yo, Alberto está pasando una época de transición, y viajar le está abriendo las miras. Los dos nos contamos nuestras aventuras por Asia y nos damos consejos. Hablamos de cómo cambia la vida el conocer el mundo. Alberto es un tío de p madre con el que me encanta charlar.
A las tres de la madrugada Alberto y yo nos volvemos dando un paseo. Antes de separarnos nos metemos en un local donde están haciendo tatuajes a la manera tradicional (con punzón). Para nuestra sorpresa y risa el tatuador nos enseña orgulloso un tatuaje que tiene enorme en el muslo (un tatuaje de Mr.Bean!).
Me despido de Alberto y me vuelvo al hotel a las 03.30.
Me levanto a las 09.00, hora a la que aparece Alberto con su mochilón. Resulta que hoy se queda sin hotel y no tiene donde dormir esta noche. Como mi habitación es grande y no me viene mal que me pague la mitad de su precio aunque sólo sea una noche, acordamos en que hoy dormirá conmigo en mi habitación. Es curioso como un extraño hace 24 horas puede convertirse en una persona con la que tienes la confianza de compartir una cama! Jajajaja. Los dos acordamos que sin mariconadas!
A las 12.00 aparecen Las Pepis en mi hotel. Les ofrecí que pasaran el día conmigo en mi piscina y a eso han venido. El cabrón del camarero no les deja estar gratis y tienen que pagar por utilizar la piscina, cosa que me enfada porque tanto las chicas como yo hemos desayunado, comido y cenado casi todos días en su restaurante. Con orgullo y sin ganas de tirar el dinero nos movemos 20 metros y nos instalamos en la playa.
Al poco aparece Alberto y los cinco pasamos el día entero hablando y riendo en la arena.
A las 20.00 quedamos con los catalanes en el Sports Café y juntos nos vamos a cenar en un chiringuito.
Después, para variar, pasamos por el Sunset para acabar en el Ibiza Club.
A las 03.00 se apagan las luces del garito. La situación en el país es delicada y, si hay un cambio de gobierno los negocios no quieres dar la imagen de que no les importaban las demostraciones de los manifestantes, así que todos los bares cierran al unísono a las 03.00. Es una pena porque hoy es la última noche con Las Pepis y me apetecía un montón divertirme hasta altas horas (pero eso sí, sin imitar a ningún superhéroe).
A las 03.30 Alberto y yo estamos de vuelta en la habitación.
Alberto hoy continúa con su viaje y se va a dirigir a la isla de Koh Samui. A las 08.30 me despido de él con un abrazo. Me ha encantado conocer a Alberto, un tío divertido y un ciudadano del mundo con el que espero volver a coincidir pronto. Alberto, a ver si me haces alguna visita antes de que acabe mi viaje!!
A las 11.00 quedo con mis queridísimas amigas Amaia, Nerea e Ibone. Les acompaño en sus compras de última hora y me despido de ellas en el puerto. Mañana estarán en Bangkok y desde allí cogerán un barco fletado por la embajada que las dejará en Barajas pasado mañana.
Me ha encantado conocer a estas tres maravillosas chicas, con las que he congeniado tan bien y a las que he cogido muchísimo cariño. Ellas me han cuidado y me han hecho pasar unos días estupendos a pesar de estar con la pierna fastidiada. Me da pena despedirme de ellas, pero eso es lo que tiene el viajar. Sin duda conocer a gente constantemente es estupendo, pero las despedidas son tristes y un viaje tan largo está tan lleno de nuevas presentaciones pero también de sus equivalentes ‘hasta la vista’. Pero sé que volveré a ver a Las Pepis cuando esté de vuelta en España. Chicas, mi casa es vuestra casa y espero que me hagáis una visita viva donde viva, sea en Madrid, en Londres, en Tokio, en Lepe, en Marte o en el Polo Sur. Os mando un beso enorme y os deseo todo lo mejor!
Vuelvo a estar solo y me siento un poco triste. Para animarme me tomo una hamburguesa exagerada por la calle para luego echarme una buena siesta en mi habitación.
A las 18.00 me doy una vuelta por el centrito de la isla y ceno una sopa de fideos con pollo por 100 Baht.
A las 19.30 estoy de vuelta en mi habitación, donde paso la tarde escribiendo en el ordenador.
A las 01.00 estoy dormido.
Me levanto a las 09.00 y me voy a la piscina. Ayer ya empecé a meterme en el agua para hacer un poco de ejercicio con la pierna.
Mientras hago flexibilidad en la piscina oigo hablar español (otra vez!). Al lado están Bea (Madrid) y Antonio (Cádiz), un matrimonio que está pasando unas merecidas vacaciones después de muchos meses de trabajo.
Juntos charlamos toda la mañana sin darme cuenta de que el sol me está achicharrando poco a poco. De la piscina nos vamos al restaurante del hotel y después nos separamos.
Paso la tarde haciendo ejercicios en la piscina y descansando. En la piscina conozco a Marc y a Kate, dos ingleses que se lo montan de maravilla. Su familia tiene bastantes apartamentos y negocios en Salou y se dedican a vivir seis meses al año en España, cobrando el paro inglés y los otros seis en su país trabajando en cualquiera cosa para justificar el paro del año que viene. Aquí el más tonto hace relojes, eh? De todas maneras es una pareja muy agradable con la que charle un buen rato.
A las 20.00 quedo con Antonio y con Bea. Después nos vamos a Reggae Bar donde nos tomamos unas copas mientras vemos cómo unos turistas se parten la cara en un ring de Muai Thai Este tipo de espectáculo lo hay por toda Tailandia. Normalmente consiste en un par de combates por luchadores profesionales (aunque todo es pura coreografía) parta luego dar la oportunidad a dos turistas. Quien gana se gana un cubo lleno del cóctel que quiera (como veis, todo con mucha clase).
A las 00.00 estamos de vuelta en el hotel.
Me levanto a las 10.00. Tengo la pierna muchísimo mejor y hoy devolveré las muletas. Tengo muchas ganas de continuar con mi viaje. El estar acostumbrado a moverme de un destino a otro, haber estado más de una semana en Koh Phi Phi me hace sentirme mal. Es verdad que no podría haber hecho otra cosa, pero ya me siento preparado para dejar Tailandia y continuar por Malasia. Mis amigos malayos me están esperando desde hace días, pero con el tema de la pierna he tenido que posponer mi viaje. Me da mucha pena porque parte de mi plan en Malasia era ir a Borneo y escalar el Monte Kinabalu, pero va a tener que ser en otra ocasión.
Con el espíritu crecido gracias a tener la pierna mejor, me voy al hospital y devuelvo las muletas.
Me compro un billete de autobús a la ciudad de Penang, el cual sale mañana y me cuesta 750 Baht.
Como por la calle y me voy al hotel, donde paso el día en la piscina tomando el sol y haciendo ejercicio.
A las 20.00 quedo con Bea y Antonio. Cenamos en un sitio Tailandés de maravilla y nos tomamos un par de cervezas después. Me despido de mis amigos, pero quiero seguir de marcha puesto que es mi última noche en Koh Phi Phi. Marc y Kate me dijeron que iban a estar en el Reggae, así que me paso a verles. Juntos nos tomamos unas copas y acabamos la noche en una fiesta en la playa.
A las 03.00 estoy en mi habitación.
Hoy he dormido bien poquito y me tengo que levantar a las 08.00. El paseo hasta el puerto con el macuto encima ha sido una prueba para mi rodilla.
A las 09.00 sale el barco en dirección a Krabi. Los días que he pasado en Kho Phi Phi han estado muy bien, pero ya llevaba un par de días con unas crecientes ganas de continuar con mi viaje.
El barco tarda hora y media en llegar a Krabi y de la misma sale mi furgoneta en dirección hacia Malasia.
En Vietnam conocí a dos parejas de malayos (ver días 135 y 136), quienes me están esperando impacientemente desde hace días. Tenia que haber llegado a Malasia el 30 de Noviembre, pero he perdido cinco días con el contratiempo de la rodilla.
Lim y Mah son malayos de origen chino (tercera generación de chinos en el país) que viven en la Isla de Penang, al noroeste del país. Penang es mi próximo destino.
A las seis de la tarde la furgoneta cruza la frontera. Ya desde Tailandia, según te diriges en dirección Sur, vas viendo cada vez mas y mas gente musulmana, lo cual sigue ocurriendo según bajas por la península en Malasia.
A las 21.00, hora local (siete horas mas que en España y una mas que en Tailandia) la furgoneta me deja en la estación de autobuses justo al lado del puerto de ferris de Penang.
Lim y Mah tardan un par de minutos en llegar. Lo primero que hago es sacar 500 Ringgit (1USD=3.5R). Lim y Mah están de mudanza y no tienen sitio en casa pero me han buscado un hotelillo en el centro de Georgetown (capital de Penang). El Friendship Motel me cuesta solo 28R por noche (unos 6 euros, friendsm@tm.net.my).
Nada mas dejar las cosas en mi habitación, nos vamos a Campbell Street y nos sentamos en la terraza del Hameediyah Restaurant. Lim y Mah quieren que pruebe todos los tipos de comida que hay en Penang y me amenazan diciendo que los casi quince kilos que he perdido este anyo los voy a recuperar en los tres días que voy a pasar con ellos.
Hoy toca comida india y Hameediyah es uno de los mejores restaurantes de este tipo. Pruebo:
-Pasembur: una ensalada india.
-Pulled Tea: te escanciado para que le salga espuma.
-Arroz Bryani con cordero, con su salsa picante y de lenteja.
-Murta Bah: una especie de tortilla que al parecer es la especialidad de este restaurante. Muy buena.
-Mee Goreng: fideos fritos al estilo indio con tofu y patata.
-Lassi (batido) de naranja.
Al acabar quiero pagar la cena pero Lim me deja muy claro que aquí mi dinero no vale y que no voy a pagar ni una sola comida o bebida en los días que este en Malasia. Los malayos son conocidos por su hospitalidad pero para nada me esperaba esto.
Lim y Mah tienen un programa hecho para los días que pasare en Penang. También me dan un teléfono móvil con número malayo para que me comunique con ellos y no tenga que gastar mi dinero en llamadas. Lo empiezo a flipar.
Después de cenar tomamos un te helado en un barcito del centro (Hameed Restaurant). Allí me cuentan la ruta que tiene pensada para mí. Por lo visto no voy a parar en los tres días que este aquí. Pagan ellos.
Al llegar al hotel les doy los cuatro kilos de café vietnamita que me han estado acompañando el último mes.
A eso de la 01.00 me duermo, totalmente cansado, con la sonrisa en la cara y agradeciendo el haber conocido a una gente tan maravillosa. Creo que Malasia me va a dar mucho.
Me levanto a las 10.00 y he dormido de maravilla. A las 11.00 salgo a la calle a descubrir Georgetown.
Lo primero que me llama la atención es la diversidad racial y religiosa que hay. Los restaurantes están llenos de musulmanes, indios, chinos, cristianos y budistas.
Malasia es un país musulmán, pero aquí la libertad religiosa esta garantizada y promovida por la gente.
Georgetown tiene mucho aire colonial y esta repleto de edificios preciosos. Esta ciudad, junto con Melaca, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad este mismo año.
Paso por delante del Ayuntamiento (Penang Town Hall), el Consejo Municipal y el centro de congresos Galeri Penang. Continúo por el paseo marítimo (Esplanade). Hace un calor de justicia.
Después me meto en la Iglesia de San Jorge (un poco vieja y sin interés) y paso por delante del Museo de Penang, el cual esta cerrado por ser viernes.
Luego paso por delante de la Iglesia de la Asunción (pero también esta cerrada, no se muy bien por que).
Me meto en el Instituto de Educación Secundaria St.Xavier Institution. Aquí estudio mi amiga Mah cuando era joven y es ella quien me ha aconsejado que lo visite. Parecería un instituto normal si no fuera por la cantidad de chavales de diferentes razas y religiones que estudian y conviven juntos en completa armonía. Veo a Siks, musulmanes, cristianos, chinos, hindis y africanos.
Después me meto en el templo chino Hainan, construido en 1870.
También paso por delante de la Cheong Fatt Tze Mansion, pero solo abre a las 11.00 y a las 15.00, hora a la que intentare volver.
Después de andar todo este rato me empieza a doler la pierna por lo que me meto en una cafetería. Me tomo un par de tes helados mientras escribo en este diario.
A las 13.30 quedo con Lim en el Hotel. Me lleva a un restaurante indio, Passions of Kerala, donde pruebo:
-Fish Head Curry: cabeza de pescado al curry. Realmente delicioso.
-Banana Leaf Rice: menú vegetariano con arroz, verduras y curry servido en una hoja enorme de plátano. Se come con la mano.
Durante la comida Lim me cuenta un poco de la Historia reciente de Malasia. En 1957 el país adquirió la Merdeka (Independencia) del Reino Unido. El país esta divido geográficamente en dos: la Península Malaya (85% de la población) y Malasia del Este, que corresponde a los terrenos en la isla de Borneo (15%).
En 1963 se creo Malasia uniendo al país Malayo, las regiones de Sabah y Sarawak en Borneo y Singapur. Brunei estuvo a punto de unirse pero al final no sucedió.
En 1965 Singapur salio de esta confederación para ser totalmente independiente. La relación con Singapur es de dependencia mutua. Por un lado Malasia necesita los puestos de trabajo y el dinero de Singapur, pero por otro, Singapur no tiene agua y depende de Malasia para proveerse. Además Singapur necesita mano de obra barata que proviene de Malasia.
Malasia es un país musulmán y, como tal, esta representado por nueve sultanes aunque no todas las provincias tienen uno (por ejemplo Penang, Melaca o Kuala Lumpur). El puesto de Rey se rota entre los nueve sultanes cada cinco años. El Rey si representa a lodos los malayos.
Lim y yo cortamos nuestra conversación sobre política y vamos a Swatow Lane a seguir comiendo. En Swatow Lane hay un hall enorme lleno de puestos de comida. Lim quiere que siga comiendo así que pide:
-Ais Kachang: se traduce como “Hielo con nueces”. Este plato se sirve en bol y es un postre compuesto por granizado de hielo con judías rojas (dulces), sirope, leche en polvo y maíz.
-Chendol: parecido a lo anterior, pero tiene harina de arroz, judías, leche de coco y azúcar moreno. Por cierto en Malasia se utiliza mucha leche de coco en la cocina. Como la leche de coco es muy alta en colesterol la gente se corta cada vez mas en su consumo.
-Char Okay Teow: fideos planos fritos con salchicha china (dulce), gambas, berberechos, brotes de soja y cangrejo. Buenísimo.
-Hokkien Prawn Mee: sopa de fideos con gambas con trocitos de costilla de cerdo.
A las 15.30 me deja en el hotel y me regala un bastón para que ande por Malasia y me defienda en Papua Nueva Guinea.
Estoy tan lleno después de una comida tan exagerada que, nada más tumbarme en mi cama, me duermo como un niño.
A las 16.15 me llama Mah al móvil. Esta esperándome en recepción. Nos damos una vuelta en coche por Little India y luego entramos en la Mezquita de Acheh Street. Después entramos en el Museo Islámico y estamos allí unos 40 minutos. El museo esta bastante bien.
En Malasia la ley musulmana solo se aplica para la comunidad de origen malayo, es decir, para los musulmanes. Mah me cuenta un par de cosas interesantes. En Malasia esta permitida la poligamia (un hombre se puede casar hasta cuatro veces, pero cada nuevo matrimonio tiene que ser permitido por las primeras mujeres). Para los no musulmanes no esta permitida la poligamia. Por otro lado si una chica se casa con un malayo, tiene que convertirse al Islam. Todas estas circunstancias han hecho que otras comunidades no musulmanas pierdan poder en el país, siendo la comunidad China la más afectada. Los chinos son el 25% de la población pero controlan el 85% de la economía. A comunidad China tiende a planear demasiado el tema de la familia y cada vez tienen menos hijos dando prioridad al trabajo. En 1998 llego a la presidencia Abdullah Bin Ahmad Badawi y en estos anos ha aumentado un poco el extremismo y las tensiones raciales. En antiguo presidente Mahathir Mohamed, quien hizo crecer mucho a la economia malaya en los años noventa, vuelve a ser candidato. Fue acusado de sodomía por el actual presidente (aquí la homosexualidad es un delito) pero se retiraron los cargos contra el. Hay esperanzas en que vuelva a ganar y que con su victoria se vuelva a una época de más cordialidad entre las comunidades. De todas maneras la situación actual no es para nada preocupante.
Después pasamos por el trabajo de Lim para recogerle. En el coche me siguen contando cosas sobre el país. Malasia tiene pena de muerte. El tráfico y la posesión de drogas a partir de una cierta cantidad esta penado con la horca. También lo son el asesinato, el robo con mano armada o el secuestro con resultado de muerte. No son pocos los condenados a muerte todos los años, aunque antes de acabar en la horca los condenados se tiran años con apelaciones. Lim es abogado y me cuenta que tuvieron que cambiar el Código Penal para a añadir a la palabra “ahorcamiento” la coletilla ‘hasta la muerte” porque se dio un caso en que un ahorcado no murió en el acto. La violación esta penada con pena física de uno a seis golpes con vara. Por lo visto de un golpe solo vas a hospital. Así que si te condenan a 3 golpes pues te dan uno primero, estas en el Hospital unas semanas (a tu costa), te dan otro golpe, vuelves al hospital otras semanas y finalmente te dan el último golpe seguido de otras semanitas en la camilla. Con las penas físicas y la pena de muerte aquí casi nadie delinque y la seguridad en todo el país es palpable.
Pasamos por delante de un cementerio y me dicen que las normas de Feng Sui también se aplican a las tumbas. Una altitud alta es preferible a una mas baja y la dirección de tu tumba depende del día en que naciste.
El atasco que hay en la carretera también me sirve para saber cuales son las principales industrias del país. Malasia ha pasado de ser un mero proveedor de materias primas a ir a otras industrias como los microprocesadores (Penang principalmente), I.T., turismo o Finanzas Islámicas (Kuala Lumpur es el centro mundial de este negocio millonario, muy en auge en los últimos cinco años). Como no, Malasia tiene petróleo y mucho. Petronas, la petrolera estatal, es el mayor contribuidor de impuestos del país (25%). En los últimos años ha crecido exponencialmente la producción de aceite de palma (Malasia e Indonesia tienen el monopolio del mercado mundial). Lamentablemente debido al cultivo de palma en la Isla de Borneo están acabando con su diversidad para tener un sistema de monocultivo.
Pasamos a recoger a Liyuan (5 años), hija de Lim y Mah y los cuatro nos vamos a la playa a comer pescado en un chiringuito en la playa. Cenamos en Boey Seafood Restaurant, que es uno de los favoritos de la comunidad china. En la cena pruebo:
-leche de coco para beber.
-bolas de cerdo con verduras, gambas y salsa agridulce
-judías verdes fritas con gambas secas y ajo.
-berberechos con salsa de ajo y chile.
-Emperor noodles: fideos con marisco.
-Pescado cocinado en cazuela de barro, exquisito.
-Tom Yam Butter Crab: un buey de mar frito con mantequilla, exquisito.
No había comido tanto en un día y cuando me dicen que la cosa no ha acabado me quiero morir.
Acabamos en un restaurante de Kimberly Street en el centro de Georgetown. Aquí pruebo:
-Kuih Chiap: sopa de pato con hierbas chinas. Incluye todas las partes imaginables del parto y es espectacular.
-Leng Chi Kang: una especie de sopa de almíbar de frutas con hielo.
-Ang Tau Thang: sopa de judías rojas, dulce.
-Yu Char Keay: muy parecido a las porras.
Me dejan en el hotel a la 01.00. Creo que jamás había comido tanto y tengo la sensación de haber engordado varios kilos en este día. A pesar de ello me acuesto con la sonrisa, por conocer a una gente tan generosa y hospitalaria.
He pasado una noche de perros con dolor de hombro. Me levanto a las 8.30 y a las 9.00 me recogen Lim y Mah.
Lo primero que hacemos es ir a desayunar. En Transfer Road hay un puesto de comida con una terraza conocido en todo Penang por su Plain Roti Chanai (una especie de pizza malaya buenísima). Además de esto y un café tomo:
-Roti Telur con huevo.
-Pollo al curry.
De ahí cogemos el coche y subimos Penang Hill (821metros) y entramos en Kek Lok Si, el templo budista más grande de Malasia. En el complejo, compuesto por varios santuarios, se encuentra la enorme estatua de la diosa Kuanyin (versión china de Buda). Este templo esta construido en 1890 y es enorme. Pero después de haber viajado por muchos países de Asia y de haber visto mucho templo budista, tampoco me impresiona mucho. De todas maneras hay mucho ambiente porque es un lugar de peregrinación de la comunidad budista china del país.
Hace bastante calor cuando salimos del templo y nos tomamos un Eir Itam (traducido literalmente como “agua negra”, es un zumo de caña de azúcar). Se agradece.
De ahí volvemos al centro de Penang y entramos en Khoo Kongsi. Es la sede del Clan Khoo, uno de los clanes más importantes del país. Khoo es simplemente un apellido (pongamos Pérez) y quienes tengan este apellido y quieran formar parte del clan, simplemente pagan una cuota anual y con ello tienen la oportunidad de disfrutar de ciertas ventajas. Este tipo de clanes se llevan mucho en China y el Clan Khoo es la familia mas rica de Penang. Este clan es dueño de muchas tierras y en ellas construye pisos que vende con un descuento a los miembros del clan. La sede del clan esta en el centro de Georgetown y por el aspecto de su entrada de la calle uno diría que es un restaurantito. Pues bueno, entras por la puerta, pasas por un patio y allí ves un par de templos chinos maravillosos. Uno se da cuenta de la cantidad de dinero con la que contaba este clan para construir esto. Fue construido en 1906 y para su decoración y acabado vinieron muchos artistas directamente desde China.
Después del clan es hora de comer y nos vamos al Joo Hui Café donde tomamos:
-Te de crisantemo.
-Laksa: fideos de arroz con pescado, cebolla, piña y pepino.
-Lor Bak: salchicha china con tofu.
-Chendol: lo mismo que tome ayer.
Después visitamos un par de templos budistas de origen Tailandés (Wat Chayamankalaram) y Birmano (Dharmikarama Burmese Temple) que están en el centro de la ciudad.
De ahí pasamos en coche por la zona de costa donde vive la gente adinerada, Gurney Drive. Lim desaparece diez minutos y vuelve con un regalo para mí: como no, un libro sobre gastronomía de Penang, para que no se me olvide nada!
Como si no hubiéramos comido suficiente, pasamos por la calle Swatow Lane y en el restaurante Siin Sekai tomamos el postre:
-Zumo exquisito de Ambra Plum Fruit.
-Rojak: una ensalada de frutas con una salsa de gamba y chile, acompañado de almendra moscada, pepino, guaba, mango y calamar.
-Fruta “Ciku”.
A las 15.15 me dejan en el hotel y me echo una siesta hasta a las 17.30, hora a la que Lim y su hija Liyuan me recogen para ir al parque botánico.
En el botánico se esta celebrando un concurso de orquídeas y de bonsáis. No estoy yo muy metido en el tema de la jardinería, pero algunas cosas que veo me dejan con la boca abierta, especialmente los bonsáis.
A las 19.00 recogemos a Mah de su curso semanal de budismo y, como era de esperar, nos vamos a cenar. Esta vez voy a probar comida “Baba Nyonya”. La comunidad Baba Nyonya (también conocida como “Peranakan”) es de origen chino y lleva en Penang más de 300 años. Ya no hablan chino y, a pesar de haber adoptado las costumbres malayas, han conseguido mantener una identidad china. De hecho no son musulmanes. La comida de esta comunidad al parecer es única y eso es lo que voy a comprobar tomando:
-Zumo de longan, una fruta originaria de Tailandia.
-Yeu Hoo Char: una especie de paté compuesto por muchos vegetales triturados.
-Otak Otak: pescado cocinado con leche de coco envuelta en hoja de banano.
-Guisado de cerdo al estilo Nyonya.
-Pollo frito al estilo Nyonya (sin rebozar, el pollo de fríe con aceite muy caliente y durante mucho tiempo, lo que le hace estar super crujiente. Buenísimo.)
-Curry de Pescado.
Después de cenar, mis amigos me dejan en el hotel a las 21.00. Después de la noche de perros que pasé ayer me meto en la cama y me duermo al instante.
Me levanto a las 08.30 y a las 9.30 tengo a Lim y a Mah recepción, preparados para un día por la Isla de Penang.
Los dos llevan, orgullosos, camisetas del Manchester United, su equipo favorito, que ayer gano en la Premier League.
Tomamos el desayuno en el Tan Road Market donde tomamos:
-White Coffee.
-Cerdo asado (Sien Wa) y cerdo a la barbacoa al estilo chino (Cha sien).
-Curry Mee: sopa de fideos con curry, muy picante. Tiene dos tipos de fideos y lleva sangre de cerdo, gamba, berberecho, cangrejo y tofu.
-Char Koaw Kuh: huevo revuelto con trozos de torta de arroz, brotes de soja y chile.
Como podéis ver un desayuno muy ligerito. No me lo puedo creer, pero cada día parece superar al anterior en lo que se refiere a la cantidad de comida.
De la misma cogemos el coche y nos dirigimos a Batu Ferringhi, que es la zona de playa de Penang. Penang no tiene las mejores playas de Malasia (están en la costa Este, ahora de lluvias) pero se agradece ver playita y andar por ella. Todavía llevo el bastón, pero cada día tengo mejor la pierna.
Por cierto, Lim es muy aficionado a la fotografía y no para de hacerme fotos. Nunca me he sentido cómodo posando pero el insiste en que tengo que hacerme un álbum de Penang. Es gracioso porque parece que tengo detrás a un paparazzi todo el rato y la gente mira extrañada. Me encanta la personalidad de Lim y de Mah. Son muy apasionados en todo lo que hacen y se están tomando muy en serio mi visita a Penang y Malasia. Se están portando conmigo también que me va a ser difícil ponerme a su nivel cuando ellos me hagan una visita a Madrid! En Vietnam solo estuve con ellos dos días, pero me tratan como a un miembro más de la familia. De hecho su hija me llama “uncle Telmo”. No se si se debe a la hospitalidad de los malayos o es que he ido a parar con gente extraordinaria, pero creo que es una mezcla de los dos factores. Me estoy sintiendo como en casa aquí. Me siento querido en Malasia y es una sensación muy bonita. Se que me va dar mucha pena dejar este país y a esta gente tan maravillosa.
Después de la playa pasamos por la presa Teluk Bahang Den, donde hoy se celebra la regata anual de “Dragon Boats”. Las regatas se celebran durante todo el día y para todos los niveles de experiencia. Calculo que la distancia de la carrera es de 500 metros y en ella compitan cinco equipos. Cada barca esta liderada por un un percusionista que se deja el alma golpeando un “gong” para llevar el ritmo y animar a los remeros. Hace bastante calor y estamos menos de una hora.
De la misma nos vamos a una granja donde cultivan frutas tropicales. Tienen muchas variedades, pero la verdad es que nunca me he interesado mucho por las propiedades de las frutas. Pero lo que importa es que es un sitio muy bonito y al acabar la visita te meten en un buffet libre donde te dan toda la fruta y los zumos que desees!
A las 14.30 estamos en Balik Pulau, en el punto más al Oeste de la Isla. En un restaurante tomamos:
-Te helado con leche.
-Laksa Lama: fideos de arroz con pescado, crema de gamba (muy picante) y leche de coco.
-Para beber tomo un zumo de lima con pomelo.
A las 16.00 pasamos por el Museo de la Guerra, en el sudeste de la Isla. Antes de ser un museo fue una fortaleza construida por los ingleses en 1930 y fue terreno de batalla entre los japoneses e ingleses en la Segunda Guerra Mundial. En el museo te cuentas las atrocidades que cometieron los japoneses en Malasia cuando la ocuparon. Por lo demás es bastante prescindible y además esta un poco a desmano.
A las 18.00 nos disponemos a tomar una cena pantagruélica en el restaurante Golden E Bay, donde tomamos:
-Chinese Pancake, una torta rellena de maíz que se toma como aperitivo y que esta maravillosa.
-Claypot chicken Rice: arroz con huevo, pollo, salsa de soja, salchicha china y pescado. Exquisito, de lo mejor que he tomado en Penang.
-Pan Mee: fideos planos con anchoa, setas y verduras.
-Calamar con verduras.
-Raya a la parrilla con chile y especias.
-Satay: una especie de pincho moruno de pollo y de cerdo con salsa de cacahuete. En cada pincho vienen tres trocitos de carne (“satay” quiere decir “tres piezas”). Maravillosos.
-Mi Sua: sopa de fideos de arroz con pato.
A las 19.00 de dejan en el hotel para que descanse un par de horas y me arregle para el Karaoke!
A las 21.00 me vienen a recoger, Lim, Mah y Linda, una compañera de trabajo de Mah. Todos los asiáticos son muy aficionados al Karaoke, pero yo no. Tengo ganas de la experiencia pero me da corte cantar. De todas maneras Lim no piensa permitir que no cante, así que pide un par de jarras de cervezas para que me ponga a tono y pierda la verguenza. Después de tres vasos la cerveza empieza a causar efecto y me acabo animando con Los del Rio, Enrique Iglesias, Abba, Roxette y Michael Jackson. La verdad es que acaba siendo muy gracioso y de hecho me dio pena cuando a las 00.00 se apago la televisión porque cerraban!
Después del Karaoke, como no, había que cenar por segunda vez, así que vamos al Hameed Restaurant y tomamos:
-Sopa de cordero con pan bengali.
-Pollo al estilo Tandoori.
-Roti Tissue: traducido como “tissue bread” o “pan pañuelo”, es una capa de pan muy fina en forma de cucurucho que servida es como una enorme pirámide.
A la 01.00 estoy en el hotel.
Me levanto a las 09.00. Lim y Mah me recogen a las 9.30 y de la misma me llevan a unos columpios a hacer un experimento fotográfico (ver resultado de la foto).
Nos vamos a desayunar al restaurante Indio Kayu Nasi Kandar, muy conocido en Penang por la comunidad indio-musulmana y que abre 24 horas los siete días de la semana. Con unos cafés tomamos:
-Arroz Bryani con curry de pollo y ternera (son indios pero no hindus, por lo que toman ternera).
-Pollo frito con miel y sésamo (espectacular).
-Pescado frito con huevo de pato a la sal.
Hoy es festivo en Malasia. Se celebra el Ari Hada Aji, que es la Fiesta Grande del Sacrificio. Coincide con el tercer día de peregrinación desde Medina a la ciudad santa de La Meca y en estos días se sacrifican muchos animales para rememorar el sacrificio que Abraham tuvo que hacer sobre su propio hijo a petición de Alá, pero que en el momento antes de matarle el mismo Alá le pidió que, en vez de a su hijo, sacrificara a un carnero.
A las 11.30 sale mi autobús en dirección a la capital del país, Kuala Lumpur.
Estos días que he pasado con Lim y Mah han sido maravillosos. No tengo palabras para describir la atención que han puesto en mí. Sin duda en mi cabeza se redefine el concepto de “hospitalidad” después de estos días en Penang.
En Kuala Lumpur (KL) me esperan Vincent y Yaling, la otra pareja que conoci en Vietnam y que es muy amiga de Lim y de Mah. También son encantadores.
El autobús a KL me cuesta 55R (unos 10 Euros) y es totalmente espectacular. Los asientos dan masaje, cada asiento tiene su televisión con cuatros peliculas a elegir, con Play Station y azafata. Y no estoy hablando de un avión, sino de un autobús!
A las 16.00 llego a la estación central de Kuala Lumpur (KL Central). Al poco tiempo me recogen Vincent y Yaling, quienes me dicen que esta noche tienen la habitación de invitados ocupada pero que después dormire en su casa. De todas maneras hoy es lunes y mañana tienen que trabajar y no podrán estar conmigo. Me proponen que mañana me vaya a Melaca y vuelva el miércoles y así el Jueves lo pueden pasar conmigo. Les doy los cuatro kilos de café Vietnamita que llevaban en mi macuto más de un mes.
Kuala Lumpur es una ciudad de solo un millón y medio de habitantes, pero a juzgar por su trafico y por el tamaño de sus edificios uno diría que aquí vive mucha mas gente. Lo primero que hacemos es ir a un hostal a que me registre para esta noche.
Me instalo en el Pudu Motel (35R por noche), justo al lado de la estación de autobuses de Pudu. De la misma nos vamos a la estación y compro el billete de bus a Melaca para mañana (12.5R).
Como no podía ser de otra forma, nos vamos directamente a cenar. Espero que en KL baje la intensidad y frecuencia de las comidas. Les cuento todo lo que he comido en Penang y les hago prometer que no me hagan lo mismo. En el restaurante Soo Kee tengo comemos tres tipos de fideos:
-Hokkien Noodles: fideos fritos al estilo Hokkien de China.
-Fideos al estilo cantones.
-Sang Mee: fideos planos.
De la misma vamos al centro comercial Pavilion, conocido por sus decoraciones de Navidad. En Asia se lleva mucho lo de los centros comerciales y la gente es capaz de pasar en un sitio de estos el día entero. Lo único a destacar del Pavilion es un FishSpa que veo. Los Fish Spa son sitios con tanques llenos de peces donde pones tos pies y los pies te mordisquean. Por lo visto, según dicen los de FishSpa, es muy terapéutico y relajante. Me quedo con ganas de probar pero hay que pagar por un día entero y sale por una pasta. Además no quiero mostrar interés porque si lo hago Vincent y Yaling me van a querer invitar y no quiero abusar.
Antes de dejar Pavilion Yaling compra unas tartitas de huevo típicas de Macau y Hong Kong (buenísimas).
Ya es de noche y la atracción más conocida e impresionante de la ciudad, las Torres Petronas están iluminadas. Al verlas se te pone la piel de gallina. Además el cielo esta un poco encapotado y le da un ambiente a las torres como de Gotham, la ciudad de Batman.
A las 21.00 me dejan en el hostel y quedamos en llamarnos. En principio quedaremos el jueves y me quedare en su casa hasta que me vaya a Singapur.
A las 00.00 estoy en la cama.
Me levanto a las 9.00.
A las 10.00 sale mi autobús y a las 12.00 deja en Melaca.
Melaca (también “Melaka”, “Malaca” o “Malaka”) ha sido una ciudad muy importante en la historia de Asia. Fue uno de los grandes puertos de Asia y el estrecho de Melaca le debe su nombre. Este estrecho separa la Península Malaya de la isla de Sumatra de Indonesia y hasta hace tiempos recientes era paso obligado para los barcos que pasaban del Océano Indico al Pacifico. Por su importancia comercial y estratégica durante los últimos siglos a sido objetivo de Portugal (1511-1641), Holanda (1641-1824) y Reino Unido (1824-1957). Malasia de por si es muy diversa en culturas y etnias, pero en Malaca se refleja todavía mas. Sus calles tienen un encanto colonial único y no es de extrañar que este mismo año hayan declarado a Melaca como Patrimonio de la Humanidad junto con Georgetown de Penang. Ya no tiene la importancia comercial de antaño pero es una visita que no os podéis perder si viajáis a Malasia.
Por 1R un autobús urbano me deja en Clock Square (plaza del reloj), justo al lado de Chinatown. En Chinatown me instalo en el Sama Sama Guest House, (una casita muy mona con patio colonial, personal súper amable, Internet gratis, bicicleta gratis y habitación amplia por solo 20R por noche).
Chinatown es un barrio cojonudo, con mucho encanto, tiendecita, tranquilo y pateable. Después de instalarme en Sama Sama me doy un paseo por sus calles y me encanta. La calle principal es Hang Jebat (también la llaman Jonker Street) en uno de sus restaurantes (Famosa Restaurant) me tomo un cerdo asado con arroz increíble (5.5R con sopa y coca cola incluida).
Después me voy al Enduring Beauty Museum (Museo de la Belleza Duradera). Este museo me ha encantado y esta dedicado al concepto de belleza en las diferentes culturas del planeta y como los seres humanos cambian su propio cuerpo para cumplir con los cánones de belleza dictados por cada sociedad. Hay un monton de documentación, fotografías y objetos sobre mutilaciones, piercing, tatuajes, deformaciones craneales, alteraciones dentales, uso de los colores, sacrificios, uso de ropas que alteran el cuerpo como corsés imposibles, collares imposibles, zapatos imposibles…Dicho así parece un poco “gore” pero de verdad que es un estudio etnográfico y antropológico muy interesante. Lo bueno es que habla de todo el planeta y no se limita a Malasia. Creo que seria un museo digno de ver en cualquier ciudad del mundo.
Después de una hora larga en el Museo dirijo mis pasos hacia la Porta de Santiago, que esta a los pies del Bukit St Paul (monte de San Pablo). Subo el monte hasta llegar a los restos de la Iglesia de San Pablo. Desde aquí las vistas de la ciudad son muy bonitas pero tengo la pierna cansada y me voy al hotel a descansar. Estoy en Internet de 19.00 a 22.00, hora a la que salgo a tomarme una cervecita para conocer Melaca de noche. Para mi sorpresa todo esta cerrado y las calles vacías. Así las cosas me vuelvo al hotel, leo un poco y me acuesto a medianoche.
Me levanto a las 10.00, desayuno en el Famosa Restaurant un pato con arroz exquisito (5.8R con café y sopa incluidos) y de la misma me voy dando un paseo hacia el Barrio Portugués.
El Bario Portugués esta un poco alejado del centro pero tengo ganas de ver el aire colonial portugués de la ciudad. Pues bueno, al llegar me llevo una gran decepción. Todo parece ser una especie de parque temático súper cutre sobre bailes y folklore portugues. Además esta cerrado (aunque creo que tampoco hubiera entrado de estar abierto).
Me vuelvo al centro pasando antes por la Menara Taming Sari Tower (desde sus 80 metros de altura se ve muy bien la ciudad, 20R).
Justo al lado del hotel me meto en la Orangutan House, que me ha llamado la atención por el enorme orangután pintado en la fachada de su edificio. La Orangután House pertenece al pintor Charles Cham quien, aparte de pintar cuadros, disena unas camisetas muy chulas. Me quedo charlando con el y resulta ser un tío súper interesante. Ha vivido en Paris, Nueva Cork y Budapest y con su mujer e hijo ha viajado por todo el mundo. Le cuento mi ruta y hablamos de Asia, de Hong Kong, de Tahití, de cómo gestionar un presupuesto viajando, de sus viajes… Me ha encantado hablar con el y le compro una de sus camisetas tan chulas. Podéis ver lo que hace Charles en www.charlescham.com o www.absolutearts.com/charlescham).
Por 1R un bus me deja en Melaca Central. En el bus conozco a George (griego) y a Airinie (malaya), un matrimonio que ha vivido cinco años en Inglaterra y que ahora vive en Grecia. Charlo con ellos sobre mi viaje y su vida en Grecia y me da pena despedirme de ellos cuando llego a mi destino. Me encanta a conocer a gente con historias y vidas diferentes que contar.
En la estacion compro un billete del primer autobús disponible a Kuala Lumpur. Sale a las 16.00 y me cuesta 20R.
A las 18.00 llego a la estación Pudu de KL. Me instalo otra vez en el Pudu Motel (35R por noche) y a las 19.00 me voy dando un paseo hacia el Golden Triangle, que es el distrito financiero y más comercial.
Tardo media hora en llegar a los pies de la Menara Kuala Lumpur (también “KL Tower”). Subir cuesta 20R y desde sus 273metros las vistas de la ciudad son impresionantes, pero lo que de verdad monopoliza la atención de sus visitantes es la vista de las Torres Petronas.
Desde ahí me dirijo a las Torres Petronas. Ver estas monumentales torres de noche es una cosa que se te queda en la retina y, preparado a verlas mejor, me meto en el Sky Bar, que esta en la planta 33 del Trader’s Hotel justo en frente. Este bar tiene piscina dentro (una pena que uno no se pueda bañar mas tarde de las 19.00, si se llega a poder me baño aunque sea en calzoncillos) y las vistas de las torres son inolvidables. Hay que llamar para reservar (0323329888) pero merece mucho la pena a pesar de que una cerveza cuesta 33R.
A las 22.00 salgo del bar y me voy dando un paseo hasta el hotel, donde llego a las 23.00.
Me levanto a las 10.30.
Estoy con el ordenador hasta las 13.00, hora a la que llegan mis amigos a recogerme.
Como no podía ser de otra manera, lo primero que hacemos es ir a comer algo. Vamos al Yutkee Restaurant, cerca de l a Torre KL, donde sirven comida típica de la isla china de Hainan. Aquí tomamos:
-Roti Bakar: son dos tostadas formando un sándwich con mantequilla y una salsa compuesta de huevo, coco y azúcar a la que llaman Kaya. El pan (“roti”) puede ir tostado o hervido. El roti bakar empezó siendo un desayuno pero con los años se ha popularizado tanto que lo puedes pedir en casi cualquier restaurante a cualquier hora.
-Trozos de pollo al estilo Hainan, delicioso.
-Para beber tomo Drika, que es una bebida refrescante de cebada.
-Pastel de cerdo.
A las 15.30 estamos en la Cueva Batu, a 13km al Noroeste de KL. Es una cueva enorme que lleva siendo utilizada por la comunidad hindú desde hace siglos. Para acceder a la cueva tan enorme tienes que subir 272 escalones. Es una cueva con varios templos, todo el complejo estando dedicado al dios Murga o Marugan. De hecho hay una enorme estatua de este dios justo al lado de la escalinata (con sus 43metros es la estatua mas grande del mundo dedicada a este dios). Las cuevas son muy bonitas y se respira un aire muy espiritual dentro. Desde que deje Nepal no he vuelto a ver un templo hindú tan autentico.
Viendo la inmensidad de este templo Vincent y Mah me recuerdan que, de todas maneras en ninguna cuidad de Malasia ningún edificio religioso no musulmán puede ser mas alto que la mezquita de su ciudad. Al parecer este templo de Batu y el Templo de Kek Lok Si de Penang son dos de las pocas excepciones a esta norma.
De ahí nos vamos a la casa de Vincent y Yaling para que me instale. En la casa conozco a sus hijos Hongren (2 años) y Yuanda (a punto de cumplir uno). También conozco a la madre de Vincent que esta aquí unas semanas.
Llueve a mares y la sensación de estar en una casa, un hogar, me hace sentirme genial. Me ducho, me hecho una siesta corta y bajo a jugar con los niños.
La madre de Vincent lleva todo el día cocinando para la cena de hoy. Me siento adulado y solo espero que no sea demasiado para no quedar muy mal porque no tengo nada de hambre. En la cena tomamos:
-sopa de algas con tofu, ajetes, algas, champiñones y huevo. Maravillosa que se toma durante la comida y no como primer plato.
-“rock sugar chicken”: pollo con una salsa de azúcar, que, con el arroz, me abrió el apetito completamente.
-Cerdo asado con Yenn, una raíz parecida a la patata. Exquisito.
La cena ha estado estupenda y le pido a la madre si no le importa adoptarme. Algo bueno es que en KL las raciones no están siendo tan grandes. De verdad que se agradece mucho sobretodo cuando te invitan.
Damos un paseo en coche por las afueras de la ciudad. Según nos acercamos a KL todo se empieza a iluminar y me doy cuenta de que KL no tiene nada que envidiar a las capitales Europeas, con unos puentes estupendos y unas infraestructuras y carreteras de primera.
Este paseo en coche ha sido para hacer tiempo antes de las 21.30, que es cuando tenemos cita Vincent, Yaling y yo en un sito de masajes y reflexologia china. Las dos horas de masaje son espectaculares y me dejan como nuevo. Al salir ni Vincent ni Yaling me permiten pagar.
Como no, después del masaje había que pasar por un restaurante para tomar la ultima comida del día, que no es la cena porque ya cene hace tres horas. En este “supper” me tomo un Cham (mezcla de te y café) y un Nasi Lamak, que es arroz con leche de coco y chiles.
A las 00.30 entramos en casa y a la 01.00 estoy durmiendo como un niño.
Me levanto a las 06.00. Vincent me deja en la estación de metro más cercana no sin antes darme un pequeño tapper con un donut y un zumo para que desayune (de verdad que tanto aquí como en Penang me ha tratado como a un hijo).
Por 2.4R el metro me deja en Kuala Lumpur City Centre (KLCC), que es donde están las Torres Petronas.
La razón de levantarme tan pronto es porque las Petronas admiten un número limitado de visitas al día y si llegas tarde no entras. A las 7.40 estoy en la cola, sentado en el suelo, con mi donut en una mano y con la otra pasando las páginas del periódico gratuito The Sun.
Todavía la crisis no ha afectado demasiado a Malasia pero leo un articulo muy interesante de cómo el país esta en peligro y como su objetivo de convertirse en un país industrializado y completamente desarrollado para el 2020 (Plan Vision 2020) puede que no se haga realidad.
Por fin abren las taquillas y me dan sitio para la visita de las 09.15. Sus 452 metros de altura (88 plantas) convirtieron a estas torres en el edificio más alto del mundo durante varios años. Ahora han sido superadas por la “Torre 101” de Tapei (Taiwán), por lo que ahora venden a las Petronas como “Las Torres Gemelas mas altas del mundo”. La visita es gratuita y te da acceso al puente que une las dos torres (en las plantas 41 y 42, a 170 metros de altura). Estar en el Sky Bridge esta muy bien pero no es tan impresionante ya que, a 170m, hay muchas alturas. De todas maneras es visita obligada y el pequeño museo que hay en el hay al lado de la taquilla es muy interesante. El arquitecto es el argentino Cesar Pelli, el mismo que construyo la Canada Tower de Canary Wharf de Londres. La verdad es que las estructuras se parecen un poco, pero con la pequeña diferencia que la Petronas son el doble de altas y tiene un diseño con un toque mas islamico.
Desde KLCC me cojo el metro que me deja cerca de la estación de autobuses de Pudu. Allí compro un billete para mañana en dirección a Singapur por 40R.
Nada más salir y muerto de hambre me meto en un Burger King (no me había metido una hamburguesa de estas desde hacia mucho y la verdad es que me puso en armonía con el Cosmos).
Andando me voy al Central Market, que es un antiguo bazar ahora reformado. La verdad es que no hay mucho que ver salvo unas cuantas tiendas de regalos muy enfocadas al turista. Dentro me meto en un Fish Spa. Bastante mas cutre que es que vi en el Pavilion, pero por solo 5R me permite experimentar durante 10 minutos como decenas de pececitos me mordisquean los pies. Las cosquillas hacen que todo el mundo se este descojonando de risa, por lo que el ambiente es estupendo. Entre mis propias cosquillas y lo pegadizas que eran las risas de los demás, creo que no pare de reírme en los diez minutos de sesion.
Después me dirijo a la “Merdeka Square” (Plaza de la Independencia) la cual es enorme. Hace un sol de justicia y en una plaza tan abierta no hay donde cobijarse, por lo que solo estoy cinco minutos, suficiente para ver el original skyline de Kuala Lumpur. Es curiosa la mezcla entre lo moderno de algunos edificios y los minaretes de las mezquitas.
De ahí sigo andando hasta la Mezquita Central. Hoy es viernes y de 12.00 a 15.00 el acceso a extranjeros no musulmanes no esta permitido. Son las 12.15, MIERDA.
Inasequible al desaliento sigo con mi paseo que me deja en el enorme parque principal de la ciudad, el Kuala Lumpur Lake Gardens. Este parque es masivo y perderse en el es bastante fácil. Dentro no había mucha gente pero en el me encuentro con un personaje de lo mas curioso. Me sitúo en la mitad de un puente para hacer un foto y veo que un chico sonriente me hace señas como para que pase a decirle hola. Uno no se suele encontrar con estas situaciones y la verdad es que con tan poca gente en el parque uno piensa que el desconocido puede ser un pirado. Pero bueno, el caso es que me digo a mi mismo que en esta vida hay que ser aventurero y dar oportunidad a nuevas experiencias así que me paso a decir hola. El chico, de unos treinta años, es un húngaro que lleva dos años viajando por el mundo utilizando vuelos de último minuto, así que nunca sabe donde va a estar la próxima semana! Jajaja El tío lleva un termo y me invita a un café. Me dice que no sabe donde ir (lleva consigo un macuto enorme y varias mochilas pequeñas) y me pide que le diga alguna sugerencia. Le digo que acabo de estar en Melaca y que esta muy bien, que solo esta a un par de horas de bus y que el billete es barato. Nada mas indicarle Malaca en el mapa de Malasia, el tío, con una sonrisa de oreja a oreja, me da un las gracias y un abrazo y recogiendo sus cosas me dice que ahora mismo se va a Melaca. Según desaparece de mi vista pienso en la envidiable que es una persona así, con un espíritu tan libre y aventurero. No se por donde andará en el futuro, pero seguro que, al igual que a mi, maravillará a todo el mundo que tenga la suerte de cruzarse con el.
A las 14.30 llego a la estación de KL Central, que es donde he quedado con Vincent a las 16.30. Estoy un poco cansado, así que le espero leyendo mientras me tomo un par de cafés.
Hay bastante trafico (sin duda lo peor de esta ciudad) y llegamos a casa a las 18.00. Allí conozco a Qynn, una amiga de toda la vida de Yaling y Vincent, a su marido galés Kevin. Los cinco nos vamos a cenar a un restaurante Japonés. La cena es maravillosa, pero no tengo ni idea de lo que cuesta porque, por supuesto, no me dejan pagar.
Qynn y Kevin viven en Gales y están en Malasia de visita. Hoy mismo regresan a su casa, así que les acompañamos al aeropuerto haciendo antes una parada estratégica en un café para tomar el postre.
A las 23.00 estamos en casa. Tengo que concretar un par de cosas importantes de mi viaje a Papua Nueva Guinea y me quedo en el ordenador hasta las 03.00.
Me levanto a las 06.30 y el desayuno esta preparado en el salón (dios mío, como voy a echar de menos a esta familia!). Yaling y Vincent me dejan en la estación de Pudu. Me da mucha pena dejarles. Las dos parejas con las que he estado en Malasia han sido maravillosas y han hecho que mi estancia sea inolvidable. Espero volver a verles pronto, esta vez en España y entonces verán lo que vale un peine!
A las 09.30 sale en bus en dirección a Singapur. En el conozco a Eimear y Michael, una pareja de Irlanda que lleva unos meses viajando por el sudeste asiático y que mañana vuela a Australia para vivir y trabajar allí unos meses. Es una pareja encantadora con la que congenio perfectamente. Los irlandeses que conozco son cojonudos y estos dos todavía mas. Las seis horas de trayecto se me pasan volando charlando con ellos y quedamos en que cuando pase por Australia nos volveremos a ver.
A las 16.00 el autobús llega al centro de Singapur. Mi amigo Hartono me esta esperando en su coche. Hace tres años que no nos vemos y me encanta volverle a ver. Hartono trabajo conmigo en Londres hace un tiempo. Es Indonesio, pero ha vivido casi toda su vida fuera (ochos años en Japón, tres años en Singapur y dos años en Londres). Es un ciudadano del mundo maravilloso y me va a encantar saber que tal le trata la vida en Singapur. Me ofrece un colchon en su casa, el cual acepto. Lo único malo es que hace un mes se partió el tendón de Aquiles y esta con muletas (ole, ole y ole! eso si es una lesión y no la gilipollez de mi rodilla!). Así que dependeremos del coche estos días.
Dentro del coche esta un amigo suyo, David un pinchadiscos muy majo que también es indonesio.
Lo primero que hacemos es ir a un centro comercial para que saque dinero, compre dólares americanos para mi viaje a Papua y compre un pendrive de 16 GB (en estos seis meses de viajes llevo 9GB en fotos!). Comemos en el mismo centro comercial. Como pato con arroz y de beber me tomo un Bandung (refresco de fresa con leche, típico de Indonesia). Me invitan y juro por mi honor que la próxima comida la pago yo!
A las 18.00 llegamos a su casa. Hartono comparte piso con dos indonesios más, una americana y un ingles pero no hay nadie. Descansamos y charlamos un rato y después nos acicalamos porque hoy es la fiesta del año en la Isla de Sentosa.
Llegamos a Sentosa a las 20.00. El festival que se celebra es el “Zouk Out” y el ambiente es genial. Hay muchísima gente de buen rollo y, hay mucho DJ internacional y la fiesta durara hasta mañana por la mañana. Lo único malo es lo cara que es la bebida (una cerveza 15 Dólares de Singapur, lo cual es algo a así como 7 euros). El ambiente es muy bueno y además estamos con los campaneros de piso de Hartono a los cuales acabo de conocer. A Hartono le veo cansado. Lleva todo el día con las muletas y se lo que se siente. A pesar de que me hubiera encantado quedarme bailando me vuelvo con Hartono a casa. Así mañana estaré al 100% para una excursión por la ciudad.
A las 02.00 estamos sobando.
Nos levantamos a las 11.30 y esta lloviendo. Hartono propone un tour por la ciudad en coche y eso es lo que hacemos.
Recogemos a David y luego a Rusdi, otro amigo suyo (también indonesio). El tío es un fanático del fútbol y no para de hacerme preguntas sobre la liga española. Como muchos otros indonesios, lleva aquí viviendo muchos años (casi doce) y tiene su propia casa en la que vive con su mujer y su hijo pequeño. Desde el primer momento nos llevamos de p madre. Es un tío súper vital y de ese tipo de gente naturalmente cariñosa y atenta. Me dice que la comunidad Indonesia es de casi medio millón, lo que supone cerca de un 10% de la población total de Singapur. La comunidad más numerosa es la china, representando más o menos el 75% de la población. Es resto de la población es principalmente malaya. Aunque por las calles también se ve a mucho occidental, sobre todo en el distrito financiero.
Singapur es un centro de negocios importantísimo donde viven 4 millones y medio de personas. Esta apostando mucho por las industrias biomédica, turismo, finanzas y medios de comunicación y el plan del país es que su población llegue a los seis millones. Aquí se necesita mucha mano de obra cualificada y los extranjeros son bienvenidos.
Son las 13.00 y los cuatro nos vamos a un restaurante indonesio para que pruebe las delicias de su país. Tengo la oportunidad de tomar bastantes platos:
-Ayem Penyet, que es pollo desmenuzado con una salsa picante.
-Empal Penyet, lo mismo pero con ternera.
-Ensalada indonesa Gado-Gado.
-Sayur Asam, una sopa de verduras muy picante.
-Bakso Penyet, unas albóndigas secas deliciosas.
De beber me tomo un “Happy soda”, que es una especie de batido con burbujas bastante desagradable.
Insisto en pagar, pero antes Rusdi ha hecho el truco de ir al baño y pagar. Mierda, es imposible pagar nada! Le digo que en España eso no se hace y que para el postre no acepto truquitos y que pago yo. Nos vamos a una pastelería donde compro una caja con los donuts más deliciosos que he tomado en mi vida.
De la misma cogemos el coche y hacemos un tour por Little India, donde hay mercados abiertos las 24 horas. Luego pasamos por el distrito malayo, es decir el musulmán. Aquí hay muchas mezquitas y, al igual que el resto de la ciudad esta súper limpio. Mi padre siempre ha dicho que si ves un papel en el suelo de Singapur es porque lo has tirado tú y no puedo estar más de acuerdo. Singapur es conocido por sus las multas ridículamente altas por tirar basura al suelo, fumar en sitios donde no esta permitido y simplemente mascar chicle. También tienen pena de muerte para el tráfico de drogas y su posesión de más de veinte gramos.
Seguimos nuestro tour y pasamos por Chinatown donde tomamos postre por segunda vez. Quieren que pruebe postres chinos. Pido un helado de té verde y me dan, literalmente, una montana de helado. Buenísimo.
De ahí nos vamos al distrito financiero que es espectacular. La ordenación de los edificios se parece mucho mas a Londres y desde luego es mas amigable de andar que Hong Kong.
Ha dejado de llover y nos vamos al Esplanade, que es un centro de convenciones, congresos y conciertos con una forma de lo más original. Justo al lado hay unas enormes obras que en un año albergaran el macro-casino de Marina South. En Singapur ahora mismo están construyendo dos mega casinos tipo Macau: éste más otro en la Isla de Sentosa. En frente del casino hay una fuente de un “Mer-lion”, un león con cuerpo de pez, que es el símbolo del país. El nombre original de la ciudad es Singapura, que quiere decir, “cuidad del leon”.
Esta atardeciendo y quieren que vea las famosas luces de Navidad de Orchard Road. En esta calle solo hay centros comerciales y la iluminación es impresionante. Yo no tengo mucho espíritu navideño pero he de reconocer Orchard Road te hace tenerlo.
De ahí nos vamos a cenar a un restaurante indio y después pasamos un par de horas en casa de Rusdi.
A las 00.00 estamos en casa y a la 01.00 estamos durmiendo.
Hartono y yo nos levantamos a las 07.00.
A las 08.30 estamos en su oficina donde dejo mi macuto. Tengo que hacer unas cuantas cosas hoy, así que intentare aprovechar el día al máximo.
Esta noche vuelo a Papua Nueva Guinea donde estaré los próximos 22 días. Quiero liberarme de peso y para ello hoy, sin falta, mandare un paquete a España. Antes tengo que recopilar toda la información que tengo en los libros antes de mandarlos. Dedico casi 4 horas a sacar información sobre los sitios en los que he estado para así deshacerme de libros.
De ahí me voy a la oficina de correos y mando 3 kilos a Madrid (72 SID, por avión y llegara en dos semanas).
Hartono trabaja en el distrito financiero, por el cual me encanta andar. Singapur es una ciudad muy eficiente, limpia y donde moverse es una delicia. Si Hong Kong me defraudo por lo inhóspita que es para los peatones, he de decir que Singapur es todo lo contrario. Es una ciudad donde me veo viviendo.
Dedico las próximas horas a pasear por el distrito financiero, a perderme por sus calles y a jugar con las sombras de los enormes rascacielos. La sensación de perderme me vuelve a inspirar ese espirito aventurero de no saber lo que me espera en la próxima esquina, pero sabiendo que, de algún modo, me sorprenderá. Cuando vivía en Londres solía pasear mucho por la City y lo que mas me gustaba era perderme por sus calles. Después de más de cinco años viviendo en aquella ciudad raro era el día donde descubría una calle nueva y aquí en Singapur mi virginidad es total. Solo me da pena tener que dejar esta ciudad esta misma tarde, pero yo se que mas tarde o mas temprano acabare volviendo a la Ciudad del León.
Como por la calle y me encuentro con la SGX (Singapore Exchange), edificio de la Bolsa. Tiene una pequeña sala con fotografías y una pequeña descripción de su historia, pero poco más. Si bien la Bolsa de Hong Kong merecía la pena ser visitada la de Singapur es totalmente prescindible.
A las 17.00 paso por la oficina de Hartono a recoger mi mochila y a despedirme. El pobre ni siquiera tiene tiempo para tomarse un café (que poco echo de menos trabajar!!) y solo le puedo dar un abrazo en la puerta de su edificio y agradecerle por su hospitalidad.
Justo al lado hay una estación de metro, Raffles Place. Por 2.80 (SID) te deja en el Changi International Airport de Singapur. El metro es rápido, está limpio y es muy moderno y en cuestión de 30 minutos estoy en la terminal.
Mientras facturo mi mochila conozco a Henry, un norteamericano de Washington que vivió en Madrid y que el hecho de encontrarse conmigo le ha servido para practicar todo el Español que sabia. Su hermano vive en Papua Nueva Guinea y le va a hacer una visita. Me da un par de consejos sobre seguridad que le ha dado su hermano. El, al igual que yo, esta un poco a la expectativa de ver si el país es tan peligroso como lo pintan.
A las 20.00 estamos en la puerta de embarque. Me llama mucho la atención lo diferente que es la gente. Las facciones faciales son mucho mas marcadas, como los aborígenes de Australia. No son gente muy alta, pero si corpulenta y fibrosa.
Ya a las 21.00, con el avión despegando, se que voy a un sitio muy diferente. Después de seis meses dejo Asia y me meto en un nuevo continente, Oceanía!
A Papua Nueva Guinea (PNG) la llaman “La tierra de lo Inesperado” y es precisamente así como la percibo ahora. Este país es uno de los destinos más especiales por los que puede ser un viajero. Un país donde sus cinco millones y medio de habitantes hablan mas de 850 lenguas diferentes (mas que en ningún otro sitio en el mundo), donde hay una diversidad de tribus como para quitar el hipo. También es tierra que alberga innumerables especies de fauna y flora y donde todavía se descubren cosas nuevas todos los días. Por otro lado también es conocida por el aumento de la corrupción, la violencia y el crimen en los últimos años, por la peligrosidad de su capital y por la fiereza en la lucha entre las diferentes tribus y clanes.
Tengo ganas de aterrizar y desde hace un buen rato que no puedo pegar ojo. Tengo ganas de llegar y ver con mis propios ojos un país al que tantas ganas tenia de conocer y del que tanto espero aprender en los próximos 22 días.
El avión aterriza a las 05.30 en el Aeropuerto Internacional Jackson’s de Port Moresby. Hay una buena cola para los que llegamos sin visado, el cual cuesta 100 Kinas, la moneda nacional. No se puede pagar con otra divisa, así que los mismos de la cola tenemos que ir uno por uno a que nos cambien el dinero. Por 250 dólares americanos me dan 609 Kinas, así que el cambio es de 2.4 K por USD (aproximadamente por cada Euro te dan tres Kinas).
Al llegar al hall de llegadas, no hay nadie esperándome. Llamo al hotel desde el aeropuerto y me dicen que en 20 minutos alguien me recogerá. La espera la paso hablando con los miembros de seguridad del aeropuerto, quienes me aconsejan que nunca vaya solo por la calle pero que me sienta como en casa! La primera impresión que tengo de la gente no podía ser mejor. Son gente que habla muy tranquilamente y que no para de sonreír. Les sorprende que venga desde tan lejos y no tienen ningún problema en traducirme al Pidgin el equivalente a “Molamos que no veas” (“Mipela Igat Gutpela Lain Long Hia”, algo así como “somos los mas guays”). En PNG se hablan 867 lenguas, pero las tres mayoritarias son en Ingles (es el que se enseña en las escuelas), el Pidgin (una mezcla entre el Ingles, el alemán y lenguas tribales melanesias) y el Motu (que se habla principalmente en el Sur).
A eso de las 07.00 una furgoneta del Loloata Island Resort me recoge. El trayecto me da la oportunidad de tener un primer contacto. Lo que mas destacaría es lo verde que es el terreno y los impresionantes controles de seguridad que hay en la entrada del aeropuerto. La isla de Loloata esta a unos 20km de Port Moresby así que después de 20 minutos en la furgoneta cogemos un pequeño barco. Toda la zona es de origen volcánico y la cantidad de montículos verdes es innumerable. La isla es muy pequeñita y en ella viven unos 15 empleados del hotel con sus familias.
Después de instalarme en mi fantástica habitación me voy a recorrer la isla. Tardo unos 40 minutos en recorrerla de lado a lado. El paseo me encanta. No son mas de las 09.00 y hace un sol de justicia y lo tengo delante es el Mar de Coral. No se a cuantos miles de kilómetros estoy en casa, pero nunca había estado tan lejos. Como confirmación de que efectivamente estoy en Oceanía me cruzo con un wallaby, un primo del canguro, pero mas chiquitito.
Después del paseo me vuelvo a la habitación a recuperarme del sueño perdido la noche anterior.
Me levanto a las 14.30 y por 14K alquilo un equipo para hacer snorkelling. Tamasi es quien me lleva a Lion Island, a solo un kilómetro de Loloata. La temperatura del mar es de unos 30 grados y de verdad que a uno le cuesta salir porque se esta de maravilla. En el Mar de Coral uno lo que ve es coral, y mucho. Los 40 minutos que paso en el agua los paso nadando entre miles de corales, con un agua casi transparente, viendo por un lado la inmensidad del mar y por otro la Isla de Papua con su cordillera Owen Stanley al fondo. Tamasi me ha dicho que aquí hay tiburones de dos metros y medio, que no hacen nada y que si veo uno pues que no me mueva y básicamente que no le toque las pelotas al bicho. Si bien veo mucho coral y en muy buenas condiciones, peces veo pocos. Tampoco me encuentro con ningún tiburón.
Después de volver de mi baño me quedo en el barco hablando con Tamasi. Me dice que por un lado es país esta mejorando gracias a un turismo creciente, pero que las cosas en las grandes ciudades estan cada vez peor. Me dice que hay corrupción a todos los niveles y que se el país se independizo en 1975 sin estar preparado, sin tener unas instituciones pensadas y que ahora están padeciendo las rapidez con la que adquirieron su independencia.
PNG es un país donde hay miles y miles de tribus y tradicionalmente muchas tribus han sido y siguen siendo rivales. Antes luchaban con arcos, flechas y lanzas pero los últimos años lo que utilizan son ametralladoras, pistolas y un método mucho mas sofisticado, el SIDA. Esta enfermedad se ha propagado muchísimo las ultimas décadas, sobre todo en las capitales de provincia. Como todo país en vías de desarrollo, el SIDA es un problema, pero Tamasi me dice que muchas tribus infiltran a sus mujeres infectadas en las tribus enemigas para así infectar al mayor numero posible de enemigos!
En un país de guerreros pero en unos tiempos donde no hay sitio para ellos, la sociedad de PNG esta viviendo profundos cambios. Por un lado todos estos guerreros que no están cualificados para ningún trabajo acaban siendo inútiles para la sociedad aumentando así los casos de alcoholismo y de la violencia domestica (después de Uganda, PNG es el país con mas violencia de genero del mundo). Muchos de ellos acaban en la capital, pero sin encontrar trabajo, lo que hacen es aumentar los barrios conflictivos y marginales. Tamasi piensa que la migración entre las 20 provincias debería controlarse con permisos de trabajo.
Después más de una hora de una interesantísima conversación con Tamasi, volvemos a Loloata. Me pego una ducha en mi habitación y al poco salgo en dirección a la colina de la isla para ver el atardecer. Lo que veo es impresionante! Me siento inmensamente privilegiado por estar aquí y por ver un espectáculo como el que ven mis ojos y, como en otros momentos felices de mi viaje, solo desearía que la gente a la que quiero estuviera aquí mismo conmigo.
A las 19.00 es la cena, que se compone de una sopa y de un buffet bastante decente (mucha fruta y mucha verdura). Me quedo charlando media hora con Anthony y Dorothy, una pareja de ancianos de Gales que, a pesar de su edad, están en un viaje de cuatro meses que les va a hacer pisar todos los continentes! Es increíble la cantidad de gente interesante que se encuentra uno viajando!
A las 20.30 me voy a la cama, todavía cansado de la paliza del avión.
Mi primer día en PNG me ha encantado. No he visto nada extraño y la gente me esta encantado. La belleza natural del país me esta encantando y solo tengo ganas de seguir descubriendo este país, donde lo inesperado es lo único que uno se puede esperar.
Hoy cumplo seis meses de viaje! El ecuador de mi viaje coincide con el comienzo de un nuevo continente. Los meses que he pasado viajando han sido inolvidables y no hago más que pensar en lo mucho que me queda todavía!
Me levanto a las 06.00 y desayuno con los galeses a las 06.30. Comiendo me cuentan su viaje por el Transiberiano y me dicen que lo mas espectacular que han visto en su viaje es Mongolia (madre mía como me arrepiento de no haber incluido a Mongolia en mi ruta!).
A las 07.15 cogemos el barco hasta la costa y de ahí una furgoneta del hotel nos deja en el aeropuerto. Nos despedimos deseándonos lo mejor en nuestros viajes.
A las 09.25 sale mi vuelo para Madang, que esta un poco más al norte y cuya costa da al Mar de Bismarck. La Terminal domestica es bastante mas caótica que la Internacional y las colas van de un lado para otro casi sin sentido. Aquí hay bastante seguridad y tengo que pasar tres controles antes de pasar a la sala de espera de la Terminal.
Al poco de estar sentado nos anuncian que el vuelo se retrasa tres horas y media, con dos cojones. Durante este tiempo consigo echar una cabezadita y hablar con un par de papuos que me enseñan el saludo que hace la gente en el Oeste del país (cuando das la mano, según separas las palmas cruzas los dedos con el otro, aprietas y separas las manos haciendo un sonoro chasquido). Este saludo lo utilizan tanto los hombres como las mujeres. Quien me enseña el saludo es de Madang pero trabaja en una de las principales minas de oro del país. PNG es muy rica en minerales (oro, diamantes, cobre, niquel,…) y hay muchos proyectos de minería que dan trabajo a muchísima gente.
El avión despega a las 13.00 y el vuelo dura una hora exacta. Durante el vuelo puedo ver lo verde y montañoso que es este país.
A las 14.00 me esta esperando Solomon, el guía que me acompañará los próximos días. Sus facciones son duras y aborígenes. Como muchos otros es pequeño pero para nada desearías que te diera un puñetazo. Con su barba es difícil ponerle una edad, pero ya le preguntare mañana.
Solomon me dice que el tiempo perdido por el retraso del avión lo recuperaremos mañana y que hoy aproveche para descansar en la playa del hotel. A mí, la verdad, es que no me parece mal plan.
Un empleado de Jais Aben Resort conduce los 20km que separan la ciudad de la pequeña península de Jais Aben.
Me dan un bungalow enorme que esta en la misma playa. No me puedo creer lo bonito que es esto.
Después de pegarme una ducha me doy un paseo por la península y me baño en el mar transparente. Hay niños bañándose y saltado al mar desde las ramas de un enorme árbol y solo desearía tener mejor la rodilla para saltar con ellos. Ahora son las vacaciones de Navidad en los colegios y los chavales aprovechan al máximo esos momentos de “libertad”.
Me tomo una hamburguesa de pollo en una especie de chiringuito y tomo el sol un rato mientras observo a los chavales.
Luego me doy un chapuzón en la piscina del hotel y leo un rato en una tumbona.
Después me voy a mi bungalow donde me echo una siesta de dos horas.
Es resto de la tarde lo invierto en leer, escribir en el ordenador y cenar una ensalada cesar muy normalita.
A las 23.00 estoy en la cama, viendo por décima vez la única peli que tengo en el móvil, Spiderman 3.
Me levanto a las 08.00, hace un sol radiante y la tormenta que ha caído esta noche la he debido de soñar.
A las 08.30 llego a recepción donde Solomon me esta esperando. Esta acompañado por James, nuestro chofer y guardaespaldas. Vamos en una furgoneta que el propio James compro hace un año.
Lo primero que vamos a ver es el Balek Wildlife Sanctuary, que esta a unos 10km al Sur de Madang. El hotel esta en el Norte, así que tengo la oportunidad de ver la ciudad según la cruzamos en coche. Aquí hay mucho mercado callejero donde se vende toda clase de fruta y verdura. Como también ocurre en muchas partes de Asia, aquí también se masca la nuez de betel (o de areca) y mucha gente vive de comerciar con ella. Mucha gente es adicta a este producto que deja esas bocas y esos escupitajos en el suelo de color rojo. A esta nuez masticable aquí se le llama Boay Daka Kabang.
El Balek Wildlife Sanctuary es muy bonito. Hay mucho riachuelo lleno de anguilas y de Tortugas. Toda la zona huele bastante mal y las rocas del río están manchadas por una sustancia viscosa blanca. Pero el olor es del azufre que desprende la montana y la sustancia blanquecina viene de la roca y, al parecer, contine propiedades curativas. La zona entera esta llena de todo tipo de fauna y flora de todos los colores, destacando la maravillosa flor del Paraíso. No me extraña que se eligiera este sitio para rodar la peli de Robinsón Crusoe de Pierce Brosnan.
Toda la excursión la hacemos acompañados por el guarda del parque y sus tres hijos pequenos. James lleva en la mano un cuchillo de 40cm que supongo que será para abrirse camino por la jungla.
Una vez de vuelta en la furgoneta, pregunto por lo del cuchillo ya que para nada hemos andado por ninguna selva frondosa. Me dicen que el cuchillo lo llevan como protección contra los asaltantes de caminos. Genial.
Tanto Solomon como James provienen de la región de Montana de Mount Hagen, cuya gente es conocida por ser muy dura. Me dicen que no les intentan asaltar mucho, solo un par de veces al año y que jamás han conseguido robarles a pesar de que los asaltantes van en grupos de cinco o seis armados con alguna pistola. Solomon me dice que las pistolas son solo para intimidar y que los asaltantes son demasiado cobardes para utilizarlas. Esta gente esta muy orgullosa del dinero que gana con su duro trabajo y para nada dejan que nadie les robe. Si bien por un lado me preocupa lo de los asaltantes, se que voy bien acompañado.
Lo siguiente que visitamos es el Mercado de Madang. Este mercado es bastante grade y la variedad de productos es muy grande pero lo que mas me impresiona es como están colocadas las verduras. Aquí no se vende al peso sino por unidades, las cuales vienen en grupos cuidadosamente colocados. Se compra por grupito.
Luego vamos al paseo marítimo donde esta el faro de Kalibobo, también llamado “el faro de los guardacostas” que esta construido en honor a los guardacostas que con su trabajo ayudaros a hundir mucho barco japonés en la Segunda Guerra Mundial. Al lado del faro nos tomamos los cacahuetes que hemos comprado, charlando, mientras observamos las olas. Los cacahuetes los tuestan o los hierven en agua. Ambos están muy ricos y no se parecen mucho a los que se pueden comprar en España.
Aprovecho la conversación para preguntar que edad tienen. Para mi sorpresa ninguno de los dos lo sabe con certeza porque sus padres no registraron sus nacimientos en el registro. Su edad oficial esta calculada en relación al día que empezaron el colegio y según esos cálculos Solomon tiene 30 y James 28. Para nada me creo que sean tan jóvenes, así que es posible que empezaran el colegio a una edad muy tardía. Me dicen que mucha gente en el país esta en la misma situación ya que en las tribus hasta hace muy poco no se iba al registro a declarar ningún nacimiento. Estos tíos son de pueblos bastante remotos donde todavía mucha gente no sabe leer o escribir y por lo tanto son unos privilegiados. Me dicen que casi nadie de sus pueblos se dedica al turismo porque no tienen preparación ni idiomas y que la mayoría se dedica a la agricultura de subsistencia. Me muero de ganas por visitar el pueblo de Solomon, cosa que haré dentro de unos días. Quiero conocer mas sobre la vida rural en este país y a Solomon le agrada mucho mi entusiasmo. Dice que es conocido en su región por su destreza con el arco y la flecha y que si quiero me puede llevar por la noche a cazar murciélagos gigantes y cocinarlos en una hoguera!
Después nos tomamos un café en el club de golf mientras hablamos de la prostitucion en este país (tres cafés, 10.5 K). Me dicen que aquí “el sexo es muy popular” y que las primeras experiencias sexuales se tienen a los doce o trece años.
Me confirman lo que me dijo Tamasi sobre el SIDA (mujeres infectadas que a propósito van a tribus rivales para infectar). Me dicen que el SIDA ha crecido mucho y que en el país hay unos 60,000 infectados. En una población de 5.5 millones, representa mas del 1%, una barbaridad!
Después vamos a ver las ametralladoras gigantes de la Segunda Guerra Mundial que hay en la “Masin Gun Beach”.
Para comer les digo que me lleven a donde suelen ir a comer ellos. Me esperaba una comida mas de la tierra, pero a donde me llevan es a un sitio de pollo asado y patatas fritas. En un país donde solo se come proteína cuando hay dinero, comer pollo es un autentico lujo para esta gente (medio pollo con patatas y una coca cola me cuesta 17K, algo así como 5 Euros). El sitio esta lleno de gente así que nos comemos el pollo dentro de la furgoneta en su sitio favorito de la ciudad, justo al lado del faro de antes, al socaire de un enorme árbol.
Después pasamos por el Museo de Madang, el cual esta cerrado por obras pero que el tío de seguridad nos deja visitar. Todo lo que tienen cabe en una sala relativamente pequeña, pero para lo poco que hay es muy variado. Tienen mucho collar, instrumentos tribales de percusión, mascaras, esculturas, pelucas tribales y atuendos variados.
Luego me enseñan la Universidad de Madang, la cual es bastante moderna y con una biblioteca más que decente.
Según vamos a nuestro último destino veo la cantidad de murciélagos gigantes que hay en las ramas de los árboles. Los llaman “murciélagos de la fruta” y son precisamente estos los que Solomon acostumbra a cazar en su pueblo.
Lo último que hacemos es subir la colina de Amron Hill para ver las impresionantes vistas de la zona de Madang. Lo vemos desde la casa de un misionario alemán que tiene dos perros guardianes. Me extraña que tanto Solomon como James, con lo hombretones y duros que son, le tengan tanto miedo a los perros. Os hubierais meado de risa verles a 15 metros de los perros (que el misionario previamente había atado), yendo por los matorrales más lejanos posibles para que los perros no se enfadaran. No se que pensar: si es que tienen un miedo irracional a estos animales o si estos perros de seguridad en el país en el que viven tienen que ser unos verdaderos cabrones.
A las 16.00 me dejan en mi hotel.
La tarde la paso en la piscina, leyendo y echando una siestecita.
Ceno una ensalada de aguacate y mango y unos vegetales a la plancha con arroz (todo 40K).
Estoy en la habitación a las 21.30 y aprovecho las dos horas siguientes a escribir en este querido diario.
Me levanto a las 07.30 y a las 7.45 ya me esta esperando Solomon con una furgoneta llena de gente. Algo le pasa a la furgoneta de James y Solomon ha tenido que pillar dos asientos en un Public Motor Vehicle (PMV). Los PMV son furgonetas privadas que constituyen el unico medio de transporte publico (no hay autobuses ni trenes) y que solo salen cuando están llenos. Este medio de transporte me va a dar la oportunidad de ver como viajan los de aquí.
Nuestro destino es Goroka una ciudad en medio de las montanas que nos va a servir como base para ver los próximos días un par de pueblos de la zona. A Goroka se tarda seis horas en PMV y salimos a las 08.00. En una furgoneta para 12 personas vamos 20 más un perro. Es increíble pero nos paramos cada vez que pasamos por un mercado. La furgoneta, como si tuviera todo el espacio del mundo se empieza a llenar de sandias. La situación es cómica: veinte personas, cada una con una sandia encima de las piernas, muertas de calor y por una carretera que era para verla.
Al final llegamos a Goroka y estoy como si me hubieran dado una paliza. En la puerta del hotel conozco a Kay, un cuarentón (pero lo mismo me sorprenden diciendo que tiene catorce anyos) cuyo poblado voy a visitar mañana. Creo que además dormiré en el poblado. Después de unos primeros días de playa y mar, mañana empezara mi viaje por los pueblos y tribus de las Highlands (tierras de altitud) de Papua.
Son las 15.00 (al final hemos tardado 7 horas), comemos cordero con patatas en la calle y lo único que me apetece es echarme una siesta. Me levanto a las 19.00 para darme una vuelta por la ciudad, pero no hay ni un solo alma por la calle y el de seguridad me mira con una cara como diciéndome: “a donde te crees que vas, alma candida”. Así las cosas me quedo en recepción, me meto en Internet 15 minutos los cuales me cuestan tanto como un kilo de jabugo y me voy al restaurante a cenar. Con añoranza de mis días en Japón ceno sashimi, muy decente por cierto. Estoy en el Bird of Paradise Hotel y esta de maravilla.
Hoy he perdido todo el día en la carretera así que me acuesto pronto para mañana aprovechar el día.
Me levanto a las 08.15 y desayuno bien fuerte.
A las 10.00 nos recoge Kay, a quien conocí brevemente ayer al llegar a Goroka. Goroka esta dentro de la Provincia de Eastern Highlands, conocida por sus plantaciones de café. Aquí empiezan las Highlands, es decir, las “Tierras Altas” o Tierras de Altitud. Goroka esta a 1600 metros. Hoy voy a ver muchas plantaciones y tendré la oportunidad de ver como vive una familia rural de Papua. Dormiré con ellos y espero aprender mucho.
A los veinte minutos la furgoneta nos deja en Anneko, la plantación que cultiva la cooperativa de Kay. A la llegada nos espera el hijo mayor de Kay, Kaui, un chaval de 18 anyos, sonriente y corpulento. Kay tiene cuatro hijos y dice que tiene 34 (en cada huevo!, no me lo creo)
En el pueblo viven unas mil personas pero las casas están dispersas en un terreno muy amplio. Me dan a entender que todos se ayudan a cuidar las tierras y que muchas veces comparten beneficios, lo que me hace pensar en una especie de cooperativa.
Dejamos mis cosas en una cabaña bien austera. Allí dormiré con Frank (hermano pequeño de Kay), su mujer y sus cinco hijos. No tienen casi muebles y una enorme hoguera es lo que hay en el centro de la cabaña (pero eso si, tienen mosquitera, algo fundamental en esta zona del país).
No hay nadie en el pueblo. Por lo visto están todos en la Iglesia. En Papua desde los años 30 ha habido un enorme esfuerzo por parte de misioneros cristianos de intentar convertir a todos los “infieles” posibles. El resultado es que hay muchísimos que, al margen de sus costumbres y creencias tribales, se consideran protestantes, pentecostales, adventistas del séptimo día o de la alianza evangélica. En el pueblo de Kay, Kabiufa, son adventistas del Séptimo Día y por lo tanto van a la Iglesia los sábados.
Una vez instalado nos damos una vuelta bien grande por los campos del pueblo, donde veo plantaciones de col, zanahoria, aguacate, batata (boniato), café, caña de azúcar, plátano y brócoli. En Goroka lo que da dinero es el café y luego la col y los alimentos que mas se consumen en la dieta, es decir, los alimentos básicos, son la batata y el plátano. El entorno de las plantaciones es bien bonito y solo el molesto ruido de las cigarras hace que no estemos en un sitio idílico.
Me dan a probar “sugar fruit” una fruta parecida a la Fruta de la Pasión que esta bien buena. Por lo visto aqui crece por todas partes.
Al acabar nuestro paseo Solomon, Kaui y yo nos vamos a bañar al río. Nos acompañan Onex (12 años pero que aparenta 20) y Sanson (5, hermano de Onex). En el baño me doy cuenta de lo corpulentos y fibrosos que son los hombres y de lo gordo que soy para su Standard.
Al acabar el baño nos vamos a la casa de Kay. La casa esta construida a cierta altura, por lo que la parte de abajo nos viene genial para resguardarnos de la lluvia que esta cayendo. Kay me enseña orgulloso sus plantaciones y con una sonrisa cómplice me lleva a su plantación de marihuana. Aquí la marihuana es ilegal pero aquí todo el mundo la planta. Un kilo de Marihuana lo vende a 30K (10Euros) por lo que supone una importante de ingresos para estas familias.
Al lado de la casa esta enterrado un hermano pequeño de Kay que murió hace una semana con solo 22 años. Al margen de los cementerios mucha gente entierra a sus familiares en sus propios terrenos para tenerlos presentes siempre.
En Papua muchos matrimonios son concertados y el marido tiene que pagar una dote a la familia de la mujer. El precio depende de la educación de la mujer pero ronda las 25.000K y siempre incluye cerdos. Muchos matrimonios se celebran después de la venta del café que es la época del año cuando la gente tiene dinero disponible.
Comemos en casa de Kay y acabamos viendo todos juntos una película en mi móvil hasta el final. Tenían curiosidad por ver mi móvil y cuando les dije que se podían ver pelis lo tomaron como una invitación. Empezaron a llamar a mas familiares y al final tuvimos que ver la peli entera (dos horas). Yo estaba un poco aburrido pero me encanto ver las caras de sorpresa de la gente viendo la tele. Para una gente que no tiene nada una cosa así es muy especial. Me encanto ver sus sonrisas casi de niño y me hizo pensar mucho en la cantidad de cosas que tengo en casa a la que no doy importancia y que aquí son todavía inimaginables. También ves a los chavales de aquí sin nada, jugando con palos con ruedas de madera que hacen la función de coches. Cuantos juguetes reciben los chavales de España o de Inglaterra que después de ser utilizados solo una vez van directamente al armario para ser tirados un tiempo después? El mal llamado “primer mundo” tiene mucho que aprender todavía.
Al acabar la peli nos vamos a dar una vuelta por el pueblo. Todos están maravillados con mi presencia y cada persona con la que me cruzo me da la mano por lo menos dos veces. La gente cuando se cruza se dice “apinun”, que quiere decir buenas tardes (aquí se ve como el Pidgin deriva del Ingles pues “apinun” viene de “afternoon”).
Pasamos por delante de una cabaña que es donde la gente se reúne para jugar a las cartas y apostar (una especie de sala de reuniones y casino a la vez). Aquí mucha gente vive de la agricultura de subsistencia y lo que ingresan por la venta de algo lo gastan he comprar otras cosas. Así las cosas aquí nadie se muere de hambre (Papua tiene un suelo muy rico donde crece cualquier cosa) pero tampoco hay gente con dinero. Están tan poco acostumbrados al dinero asi que cuando lo tienen lo malgastan en tonterías en la ciudad grande que tengan al lado o lo apuestan. Solomon me dice que eso pasa en todo el país.
En el paseo consigo que me den el equivalente a “molamos que no veas” en Melpa, una de las principales lenguas de la zona. Se dice “Tin Wamb Kai Kat Moromon” que viene a decir “los que vivimos aquí somos buena gente”.
Después del paseo vamos a la casa de los padres de Kay, que es donde cenaremos hoy. La familia es enorme con muchos primos, cunados, tíos, abuelos y de todo. Los chavales se muestran tímidos, pero los dos kilos de caramelos que compre en Kuala Lumpur me van a servir como arma diplomática!
Lo primero que hacen para recibirte es darte una caña de azúcar. Esta buenísima, pero mis dientes no están acostumbrados a algo tan duro y me cuesta acabarla. Yo les doy cuatro caramelos a cada uno (niños y adultos) y todos me llaman “Apu Telmo” es decir, “amigo Telmo”.
Hoy vamos a cenar pollo cocinado en un “Mumu”. El Mumu es un horno bajo tierra. Frank, sobrino de Kay, me enseña todo el proceso, el cual dura más de dos horas. Lo primero que se hace es un agujero de casi dos metros de circunferencia (la medida depende obviamente de lo que quieras cocinar). En la base del agujero se colocan piedras previamente calentadas al fuego. Encima de las piedras se colocan hojas enormes de plátano sobre las cuales se pondrán los alimentos que se quieran cocinar. Luego se ponen mas hojas por encima y se entierra todo durante una hora. En esta zona el mumu se hace con agua, la cual se mete en a traves de un orificio en la parte de arriba. Después de la hora se desentierra y ya esta! Frank me dice que en las grandes celebraciones se hacen mumus enormes donde se meten varias vacas, corderos, pollos y cerdos y que dan de comer a mil personas fácilmente. El mumu original es con cerdo.
Mientras Frank me enseña el procedimiento del mumu me cuenta muchas cosas de su país. Lo primero que me dice es que de el se espera que pague un “head pay” a la familia de su madre. Es decir un dinero a la familia de la madre simplemente por ser su hijo. El concepto es como si Frank debiera su vida a la familia de su madre. Este pago suele rondar las 1000K y se espera de todo chaval que tenga cierta edad lo pague (Frank tiene 20 años). Frank me dice que cuanto más pagues mejor porque mejor se te considerara dentro de la comunidad. Pagos similares se hacen si la madre muere o si pegas a tu madre. Como veis la mujer aquí es considerada como un objeto que pertenece a su propia familia, casi como una fuente de ingresos. Es curioso pero en Papua si tiene cuatro hijos varones es mala suerte porque te va a tocar pagar cuatro dotes. Sin embargo si tienes cuatro hijas las dotes las recibes!
Frank también me confirma que en Papua la poligamia es legal y que es considerada totalmente normal. De hecho un hermano de Kay que cena hoy con nosotros tiene dos mujeres las cuales conviven pacíficamente.
Según vamos hablando más y más gente se nos une. Frank es el único que habla ingles pero a todos les gusta estar conmigo al lado del fuego. El siguiente tema del que habla Frank es de la “brujería”. Como he escrito antes aquí todos se consideran cristianos pero todavía creen en la brujería y en los caníbales espirituales.
La gente todavía acude a la brujería para conseguir cosas positivas (por ejemplo conseguir comida, dinero, buena salud, cerdos o mujeres) o cosas negativas (matar a un rival o hacer que enferme). Al margen de la brujería en la zona de Mount Hagen todavía muchos acuden al envenenamiento.
Así las cosas, si quieres matar a un vecino, vas al brujo y le pagas para que haga un conjuro que le acabe matando. Frank es un chico muy listo, con un ingles muy bueno, que quiere estudiar química en la universidad. Se le ve muy maduro e inteligente y aun así me dice que cree al 100% en la brujería. El caso es que si muere un familiar tuyp y crees que ha sido por un embrujo es cuando las cosas se ponen feas. En este caso lo normal es que investiguen quien ha podido ser quien ha ido al brujo o bruja de turno. Dicen que lo saben porque se “respira en el ambiente”, así que si el pueblo nota algo es verdad y al brujo de turno poco le sirve negar los hechos. En Papua todavía se solucionan las cosas a ostias, de diplomacia poca, así que tanto quien requiere los servicios de brujo como el brujo en cuestión acaban en la hoguera. Pues bueno, Frank me dice que hace cuatro años mataron a un primo del abuelo de la familia y todos sospecharon de brujería. Pues bueno de la misma cogieron a dos personas de su pueblo, las ahorcaron y mientras morían las quemaron vivas. Me dicen que los brujos tienen poderes y que los cuchillos o las balas no valen porque pueden ir contra ti. El método efectivo es dejar que se abrasen vivas encima de neumáticos ardiendo. Yo lo estaba flipando, rodeado de una gente tan simpática, sonriente y hospitalaria que no tenia ningún reparo en decirme que habían quemado vivas a dos personas de su pueblo. Yo les pregunto que como siendo ellos tan religiosos pueden llegar a matar a un vecino. La respuesta de Frank es “todos pecamos alguna vez”. También les pregunto que pasa con la policía. Me dice que la poli no se mete porque son tradiciones de los pueblos y que la policía lo entiende.
Unas creencias asi me extrañan de Frank pues es bien educado y se le ve inteligente y con ambiciones de querer mejorar y aprender. Frank y su familia también creen en los caníbales espirituales. Los caníbales son brujos que a través de hechizos comen los órganos internos de sus victimas según están vivas. Si matan a la victima todavía pueden querer comérselas, por lo que se transforman en animales y van a las tumbas a comerse a los muertos. El flipante pero todavía cuando se muere alguien varios familiares custodian la tumba durante varias noches para matar a todo animal que se acerque.
Nunca había estado en una situación así, donde se me hablaba con tanta naturalidad de un trema tan intenso. Parece una gilipollez pero hubo un par de momentos en los que me llegue a poner nervioso. Frank me dice que practicando el Cristianismo te proteges de los caníbales y brujos y me pregunta si soy cristiano. Yo no sabia que decir. Yo soy ateo pero no quería decírselo. Empezaba a pensar que como un caramelo se le atragantara a algún niño y encima supieran que soy ateo a lo mejor este mumu iba a ser mi última cena! Menos mal que en aquel momento se tenía que desenterrar el mumu y la gente empezó a moverse para colaborar.
El olor que salía del mumu era maravilloso. Solo había una cosa que me estaba dando repelus. Llevaba un rato oyendo un ruido detrás de mí que cada vez me ponía más nervioso. Frank ve mi preocupación y me suelta esta inolvidable frase: “No te preocupes, es solo una rata; el gato es mas grande”.
La cena la tomamos todos juntos alrededor del fuego, unos cantando y los chavales bailando.
A las 23.00 estoy dentro de la mosquitera. Ha sido un día muy intenso donde he aprendido muchísimo y espero, con todo mi corazón, que el gato haya hecho su trabajo.
Me levanto a las 7.30 pero desde las 05.00 el ruido de las cigarras es insoportable.
Mirando a mi alrededor me doy cuanta de que estoy un sitio muy diferente. El sonido de la selva es especial, estoy dentro de una cabaña, sin electricidad y con mosquitera.
Desayunamos batata calentada el fuego, patata, te con hierbalimón y dos pequeños bollitos.
Casi una hora la paso despidiéndome de todo el pueblo. Me ha encantado haber pasado un día y una noche con ellos. He aprendido mucho y aquí, como en los demás sitios del mundo, se aplica la máxima de “no es rico quien mas tiene sino quien menos necesita”. A esta gente se le ve genuinamente feliz.
A la salida del pueblo esperamos media hora a que nos recoja una PMV y nos vamos a Goroka. Nos volvemos a instalar en el Bird Of Paradise Hotel, donde me pego una buena ducha.
A eso de las 13.30 nos vamos a Asaro, al Noroeste de Goroka. Asaro es famoso por sus Mud Men (“hombres de barro”) quienes se ponen unas máscaras terroríficas con sus cuerpos cubiertos de barro mientras hacen una especie de baile (sin música). El origen de los Mud Men al parecer es real y la historia dice que hace 200 anos la tribu de Asaro esta asediada por otras tribus mas numerosas y que decidieron ponerse esas mascaran terroríficas para asustar a sus rivales. No contaban con la fuerza de los enemigos pero aprovecharan su inteligencia y la superstición de las otras tribus para seguir en sus tierras.
Las mascaras son como cascos y están hechos de una arcilla especial muy pesada (cada mascara pesa alrededor de ocho kilos). Los dientes de las mascaras son de perro y de cerdo. La performance me parece demasiado enfocada al turista, pero las mascaras son maravillosas.
Después cogemos la furgoneta y nos vamos a Daulo Pass, un paso de montana a 2450 metros de altitud desde donde las vistas son impresionantes.
A las 15.00 estamos de vuelta en el hotel. Como cordero y me voy a la habitación.
Estoy muy cansado y la tarde me apetece pasarla en la habitación viendo pelis y escribiendo.
La cena del hotel a base de marisco y sashimi es fabulosa.
A las 00.30 estoy dormido.
Me levanto a las 08.00, desayuno y a las 09.30 me recoge Solomon con un nuevo conductor, Joseph.
En la furgoneta esta un amigo de Solomon, Kay Durman, un tío muy simpático, amable y con mucho carisma. Por lo visto es un cantante muy conocido en el país. De hecho se ve como todo el mundo el saluda y le da la mano.
Hoy vamos a Minj que esta en el Valle Waghi. Para llegar a Minj pasamos por Daulo Pass y cruzamos la Provincia de Chimbu. En el viaje puedo ver todavía mas como son los pueblos y me llama la atención ver a tanta gente sin hacer nada por la carretera, simplemente viendo pasar los coches y saludando. También veo como en un pueblo acaban de sacrificar a un cerdo para hacer un mumu al estilo de Chimbu (sin agua).
Antes de llegar a Minj dejamos a Kay Durman en un pueblo. Cuando ya estamos sin Kay Durban Solomon me cuenta la historia de su amigo. Kay fue un famoso criminal y atracador de bancos que fue detenido en Port Moresby y que pasó ocho años en la cárcel. Ya cantaba antes de ir a la cárcel, pero siguió componiendo estando en la cárcel. Se fue reformando y haciéndose famoso por todo el país, predicando el buen rollo y arrepintiéndose de su vida anterior. Al salir de la cárcel se caso con la hija del alcaide y ahora disfruta del cariño de todo su país. Vaya vida de película! Me río yo del Dioni!
A las 12.30 llegamos a Minj y nos instalamos en el Hotel Tribal Tops. Me dan de comer dos chuletas de cerdo a la plancha con patatas y me tomo una SP (South Pacific), la cerveza nacional que esta buenísima y que por lo visto ha ganado muchos premios internacionales.
Al acabar de comer Solomon me da malas noticias. Ayer su tío murió de malaria. La malaria en Papua es muy común y es un problema bastante grande en zonas costeras y cerca del enorme río Sepik. Los síntomas son de flojera general, de dolor en las articulaciones, sudores, cambios de temperatura y la comida no te sabe a nada. Si se pilla a tiempo el tratamiento es fácil y te curas. Lo malo es pensar que es una gripe y no ir al medico. Al parecer esto es lo que le ha pasado al tío de Solomon. Hablando con Solomon y Peter (encargado del hotel) me dicen que ellos han tenido la malaria muchas veces. Mucha gente la tiene todos los años, como la gripe en España.
Solomon se quedara conmigo hoy pero mañana se ira al funeral de su tío un par de días.
Después nos vamos los Solomon, Peter y yo a dar un paseo por Minj. Como muchas otras ciudades y pueblos de Papua, Minj no vale gran cosa. Parece uno de esos pueblos de las películas de vaqueros donde todo el mundo se mira. Como yo soy tan diferente para ellos, muchos pasan a saludarme y a darme la mano. Según andamos hablamos de muchas cosas.
Me hablan de lo popular que es el sexo en Papua Nueva Guinea, pero en especial donde estamos, en el Valle de Waghi. Los hombres y las mujeres son muy promiscuos y los encuentros sexuales muy frecuentes. El adulterio esta a la orden del día y la prostitucion es muy normal. Me cuentan como hacen para ligar (al loro que los dos están casados y con hijos) y me dicen que muchas veces una nuez de betel es suficiente pago para tener sexo con una mujer. Con el aumento tan espectacular del SIDA en este país la gente esta cada ver mas cauta, pero eso no quita en que la zona de Waghi todavia sea conocida como una “free sex zone”.
También hablamos de corrupción, quizás el problema mas grave del país. En un país con tanta gente analfabeta y sin cultura, con tantas lenguas y dialectos y con tan poco espíritu nacional (nadie se considera de Papua Nueva Guinea, sino de su tribu o clan) hay un sistema de corrupción endémico. Nadie hace nada para solucionarlo porque todo el mundo asume que es el status quo y ya esta. Es increíble como un país tan rico en materias primas como oro, cobre, plata, gas, petróleo (supuestamente también diamantes), donde no falta el agua y con una tierra donde crece cualquier alimento, la gente tenga tan poco. En PNG lo que vale es untar al funcionario para lo que sea. La corrupción es a todos los niveles y los miembros del Parlamento son los mas conocidos por ello. El caso del petróleo es paradigmático. PNG tiene mucho petróleo y de muy buena calidad, pero no tiene refinerías. Pues nada tienen que comprar petróleo de mala calidad a precios altos tanto a Australia como a Singapur porque no tienen refinerías. Tanto el primer ministro Michael Somare como todos los ministros que han estado los pasados 34 anos desde la independencia han hecho todo lo posible para que las refinerías nos prosperen en PNG. Y porque será? Se dice que reciben dinero de otros países, supuestamente de compañías Australianas para que la situación se quede como este. El resultado es que, PNG tiene de todo pero su gente nada.
Tengo ganas de comprarme algún libro sobre Papua y vamos a la librería de la ciudad. Aquí lo único que hay son textos religiosos, ni un solo libro de divulgue otro tipo de conocimiento. Pues van listos los de PNG, siendo una gente con tan poco cultura y lo único que leen y lo único disponible en la librería es la Biblia!
Después del paseo volvemos al hotel, donde aprovecho para descansar un ratito.
Ceno a las 19.00 un pollo con patatas y ensalada y de la misma nos vamos a ver una ceremonia tradicional de cortejo.
Las ceremonias tradicionales se llaman genéricamente “sing-sing” porque la gente canta mucho. Yo veo las ceremonias de cortejo como una forma de discoteca antigua. Los hombres hacen todo lo posible para impresionar a las chicas mientras bailan ridículamente y ponen caras de interesantes y ellas después eligen al afortunado. Igualito que en cualquier discoteca o no? Es curioso como actos tan primarios se repiten en todas las sociedades, sean lo modernas que sean.
Los atuendos de los hombres y de las mujeres son bien bonitos y los bailes son muy chulos. Pero bueno, esto no deja de ser un espectáculo de cultura tradicional y que muy poca gente hace esto hoy en día. Sin embargo las ceremonias de cortejo se siguen celebrando, pero sin ponerse plumas o taparrabos, sino en una casa con ropa normal al estilo “guateque”.
A las 22.00 estoy en mi habitación, leo un poco y a las 23.00 estoy dormido.
Me levanto a las 07.00, desayuno y salimos a las 08.15.
Con nosotros esta Steven, la persona con quien acorde la ruta de PNG desde hace meses, organizador de mi viaje y jefe de Solomon. Tenia muchas ganas de conocerle en persona puesto que llevaba desde marzo mandándome emails con el para preparar este viaje. Es un tío de 42 años (si los parece pero tampoco sabe con exactitud el día en el que nació). Fue maestro y director de muchos colegios. Un tío con mucha cultura y hablador, así que perfecto para conocer mejor este país.
La mañana la vamos a pasar andando por el Waghi Valley. Andando nos cruzamos con mucha gente mayor con tatuajes. Muchas tatuajes son faciales típicos de las tribus. Steve me dice que la gente ya no lleva tatuajes por que se relacionan con una época pasada. “Ahora los jóvenes ya no quieren hacerse tatuajes” me dice. Y yo le digo que el mundo occidental pasa todo lo contrario, que son los jóvenes que, con la intención de diferenciarse, se ponen tatuajes! Jajaja Es curioso, quizás sea intrínseco al ser humano el querer diferenciarse de la generacion anterior.
La zona del Valle de Waghi fue descubierta en los años 30 y la historia es genial. En los años veinte se descubrió oro y en los sucesivos años hubo una fiebre del oro similar a la del Oeste de los Estados Unidos. En aquellos años muchas zonas de PNG no habían sido exploradas y se consideraban que estaban deshabitadas. Tres exploradores, los Hermanos Leahy, fueron los primeros que quisieron explorar las Highlands para ver si efectivamente había oro por esas zonas “deshabitadas”. Pues bueno, sobrevolaron las Highlands en 1930 y lo que se encontraron en aquel viaje y en los nueve viajes sucesivos fue a un millón de indígenas que hasta entonces habían vivido totalmente fuera de todo contacto con el mundo exterior! Por lo visto si había oro (y mucho) y los cabrones de los Leahy compraron muchísimos terrenos intercambiándolos por cazuelas, cuchillos, espejos y demás utensilios. A muchos indígenas los trataron como mano de obra barata. Australia hizo mucho dinero con el oro de PNG y todavía hay bastantes sentimientos en contra de los australianos. Aquí se dice que Sydney se construyo con el dinero del oro de Papua.
En el paseo nos acompañan tres hermanos Karptoni (31), Abel (20) y Tumal (35) que pertenecen a la tribu Kondika (las principales tribus del valle son la Konopka, Kondika y Nieneka). Con ellos voy a tener una conversación de lo más interesante! Por lo visto en Highlands la gente es muy simpática y genuina pero las luchas entre tribus todavía son muy frecuentes y sangrientas. Les pregunto sobre el tema y me cuentan que en el año 2000 hubo una guerra de tribus que se saldo con 18 muertos. Por lo visto una mujer se caso con dos hombres de tribus diferentes. El caso es que un hombre de Kondika sorprendió a su mujer acostándose con su otro marido que era Nieneka. En un ataque de furia mato y descuartizo al hombre en el acto. Cuando eso pasa normalmente es asesino se lo suele contar a los de su tribu para que se vayan preparando. Pues bueno, los Kondika, con pocas ganas de tener un enfrentamiento tribal por la torpeza de uno de los suyos, fueron al pueblo Nieneka y ofrecieron una compensación por el asesinato. Ofrecieron 70 cerdos, catorce mil Kinas y tres chicas vírgenes de doce años para zanjar el asunto pero los Nieneka no aceptaron. Los Nieneka tenían muchas armas y prefirieron atacar a los Kondika. Pues nada después de seis meses de enfrentamientos murieron 14 Nienekas (bien les hubiera merecido aceptar la oferta), 3 kondikas y no se realizo ningún pago. Todo esto me lo cuentan con orgullo en la cara.
Les pregunto que pasa la con la policía y me dicen que lo único que hacían era pedirles “por favor” que pararan de luchar y que no se metían. Abel me dice “la policía solo tiene M-16 o SLR’s pero nuestras ametralladoras son mas potentes por lo que prefieren no meterse” y yo flipando.
Por lo visto la compensación es lo que suele arreglar los asesinatos y si bien hay un fiscal que tiene la responsabilidad y la obligación de meter en la cárcel al culpable, casi nunca nadie va a prisión. Solo va a prisión si te pilla la poli y entre las tribus se suelen esconder a los verdaderos culpables. PNG tiene pena de muerte por asesinato con premeditación, pero casi nadie es condenado a muerte porque todos los asesinatos se consideran “calentones”. La mayoría de los presos están en la cárcel por asesinato y no por drogas.
En cuanto a la compensación que se paga toda la tribu contribuye con lo que puede y el asesino luego no esta en deuda con su pueblo porque se considera que la comunidad tiene que ayudarse.
Como veis en PNG hay mucho asesinato y puede llegar a ser peligroso pero raramente el extranjero es objetivo. Más bien son problemas “domésticos” que se arreglan así. El problema es que antes utilizaban lanzas, arcos y flechas y ahora pistolas y ametralladoras.
Aun así, estos tres hermanos son majísimos y me traducen en su lengua (Jiaka) el equivalente a molamos que no veas “kin akamp kawi” algo así como “somos buena gente”. Tenia que haberles preguntado como se traduce “somos buena gente hasta que nos tocan los cojones”. Como decía hace unos días, a PNG lo llaman “La Tierra de lo Inesperado”. No podría estar más de acuerdo.
De todas maneras las guerras tribales fueron todavía mas gordas en los años 50 y 60 las cuales acabaron cuando llegaron los misioneros de fuera (principalmente suizos).
Solomon me da la traducción de “Molamos que no veas” en su idioma local (Umbungo, de Mount Hagen) y se dice “Ol Yambu Kai Kas Molomol”.
Ya acabando nuestro paseo nos cruzamos con toda una leyenda del país: un camionero retirado que tiene 39 mujeres! Ole, Ole y Ole!!
Después de interesantísimo y revelador paseo por Waghi cogemos la furgoneta y nos vamos hacia el Oeste a Mount Hagen (tercera ciudad del país).
Nos instalamos en el Hotel Poroman, que es como una fortaleza en medio de la ciudad. De hecho parece que estas en una cárcel. Eso si, las habitaciones son estupendas y se come de maravilla.
La tarde la paso haciendo gestiones como cambiar dinero y comprar un billete de Avión de Tari a Port Moresby (331.10K) en la oficina de Air Niugini (aerolínea nacional).
Paso el resto de la tarde viendo pelis en la tele. Me duermo a las 02.00
Me levanto a las 09.00 y desayuno.
Solomon esta con su familia en el funeral de su tío así que estoy solo con Steve. Cogemos la furgoneta y nos vamos en dirección a un pueblo que se llama Ponla a ver un par de ritos y bailes de la zona (“Ladies and Men Hagen Dance”).
Yendo hacia el pueblo Steve y yo hablamos sobre los problemas de Papua. Steve piensa, al igual que mucha otra gente, que PNG adquirió la independencia de Australia demasiado pronto (1975). Australia ya tenía en sus manos Papua pero también se hizo con Nueva Guinea quitándosela a los alemanes en 1914 al finalizar la Primera Guerra Mundial. Ya en los años 60 y 70 el colonialismo no era popular a nivel mundial y cada vez hubo mas presión internacional para que PNG se independizara. En 1975 PNG apareció como un país independiente, pero sin casi gente instruida y con una falta total de ingenieros, doctores, médicos o abogados. Los cuatro gatos espabilados se “quedaron” con el país y, gracias a la corrupción que hay, se hay convertido en multimillonarios. Hay una percepción en todo el país de que les están robando los políticos pero nadie hace nada. El principal problema, creo, es que hay una falta de identidad nacional por lo que a pesar de haber corrupción la gente solo se preocupa por su tribu y no por le que pueda estar pasando en otras zonas del pasi. Tiene que ser muy difícil gobernar un país con tanta tribu y lengua distinta y, a su vez, muy fácil hacer lo que te de la gana sin una opinión publica organizada y concienciada.
Llegamos a Ponla y allí nos esta esperando Tony. Tony trabaja con Steve y será mi guia la ultima semana de mi viaje cuando este por la zona de Tari. En Pogla hay un centro cultural donde se enseñan bailes tradicionales de los hombres y mujeres de la zona de Mount Hagen. Lo que más me impresiona son los cuidados maquillajes, los cuales tardan en ponerse más de una hora. Tanto los hombres como las mujeres lucen unos maquillajes, atuendos y pelucas cuidadisimos. Realizan un par de bailes delante de mí. Soy el único espectador así que aprovecho para hacer todas las fotos del mundo. Luego Steve me enseña una Kuru Ulke “casa de los espíritus” que es donde se veneran a los muertos. En PNG se veneran a los muertos y mucha gente guarda los cráneos de sus antepasados en estas pequeñas cabañas. Además hay gente que representa a sus antepasados con piedras (a falta de cráneos) por lo que también se venera a las piedras.
Volvemos al Hotel Poroman a las 16.00, donde me tomo una sopa. De ahí cogemos la furgoneta y nos vamos unos cuantos kilómetros más al Oeste al hotel de montaña Magic Mountain Hideaway Lodge que esta a 3000 metros de altitud.
Toda esta zona es preciosa, estamos rodeados de montanas y hace bastante mas frío.
Estamos a los pies de la Montaña Magica, llamada así porque, la mires desde donde la mires, siempre te va a mostrar la misma cara (es decir, todas las caras se parecen mucho). El dueño del hotel es Pym, un tío súper interesante que ha vivido en España y en Italia. Vivió seis meses en Sevilla durante la Expo92 ya que trabajaba en el stan de las Islas del Pacifico. Un tío muy majo con el que hablo un montón y que me pregunta muchas cosas de España.
A las 18.30 tenemos la cena, es decir, la cena de Nochebuena!! Estamos Steve, Pym, el cocinero Joshua y yo. No hay cobertura en el móvil así que no puedo llamar a mi familia. Se hace extraño pensar en la familia en un día así. Me encantaría estar con ellos, pero me siento enormemente privilegiado por estar en un sitio tan extraño en una noche tan especial para muchos.
A las 20.30 estoy en la cama leyendo y me acuerdo de España. Además la palabra “Papua Nueva Guinea” es de origen español. Los barcos españoles fueron los primeros en llegar a estar costas a principios del Siglo XVI (si bien no entraron en la isla o la conquistaron). España por aquel entonces tenía la colonia de Guinea en África. Al llegar a Papua y ver que también habían negros lo llamaron “Nueva Guinea”. PNG, al igual que Islas Salomón y Vanuatu son parte de Melanesia (literalmente “islas de los negros”) en contraposición a Micronesia (“islas pequeñas”) o Polinesia (“muchas islas”).
A las 23.00 estoy dormido.
FELIZ NAVIDAD! Hoy es un día muy especial para mucha gente y yo lo voy a invertir en escalar la montaña Mount Hagen.
Me levanto a las 06.00, desayuno fuerte y salgo hacia Mount Hagen (3834 metros) con William (mi guía, quien va descalzo) y John (el porteador, quien también va descalzo).
A las 08.00 consigo tener cobertura y llamo a casa. En Madrid son las 23.00 y acaban de tener la cena de Nochebuena. Como les echo de menos!
Hoy es la primera vez que hago un ejercicio importante desde que me lesione la rodilla en Tailandia y el bastón que me regalo Lim me viene de maravilla. El ascenso lo hacemos sin problemas. La montana es preciosa y pasamos por mucha jungla.
Llegamos a la cima a las 12.00 y la visibilidad es muy mala. También hace bastante frío pero nos quedamos allí a comer. Mi comida de Navidad la paso a 3834 metros de altitud y el menú ha sido un trozo grande de pina (cortado magistralmente y con mucho estilo por William, ver foto) dos platanos y dos piezas de “sugar fruit”. No tengo mucha hambre y le doy mis sándwich a Will y John. Bueno pues John más tarde le dice a Will que “que pan tan rico” (era un sándwich de queso con lechuga y tomate). Resulta que John jamás había tomado un sándwich y se creía que era pan especial!
El descenso ha resultado ser mil veces mas jodido que el ascenso, me duele la rodilla y el tramo se me hace interminable. Lo único que me hizo reírme fue una anécdota cojonuda. Para que se me hiciera el descenso mas ameno William me hacia preguntas sobre España. Me pregunta que quien es el presidente de mi país. Le digo “José Luis Rodríguez Zapatero”. Al tío le sonó un nombre muy largo y me pregunta extrañado “tenéis tres presidentes?” jajajaja Que descojone! Casi me meo de la risa.
A las 16.30 estamos de vuelta. Creo que nunca había estado tan cansado y tardo diez minutos en desnudarme para la ducha la cual, no tenia agua caliente. Pero bueno, una ducha espartana levanta a los muertos! Me echo una siesta y a la 18.00 ceno con Pym y Steve.
Estoy cansado y no estoy para mucha charla. Me voy a la cama a las 19.30.
Hoy he dormido once horas y me han sentado de maravilla.
A las 10.30 me recoge Solomon en una furgoneta.
Lo primero que hacemos es ir al siguiente hotel. Nos instalamos en el Kumul Lodge, que esta una vez entrada la Provincia de Enga. Cuando entras en Enga parece que entras en otro país. La policía inspecciona todos los vehículos en busca de alcohol. La venta de alcohol esta prohibida en Enga por la cantidad de conflictos que ha ocasionado en el pasado (también hay mucha lucha de tribus). Esta provincia es la menos desarrollada del país y la que esta a mas altitud.
El Kumul Lodge es un sitio maravilloso. Es un hotel de montana que cuenta con un impresionante bosque de orquídeas y también es sitio para expertos en ornitología. Por lo visto si tienes suerte puedes ver Aves del Paraíso.
Haciendo tiempo antes de la comida Solomon y yo nos damos un paseo por los alrededores de Kumul, los cuales son espectaculares.
Como a las 12.30 y después nos damos un paseo en coche por los pueblos de Wapenamenda y Wallua. Son pueblos de montana muy bonitos con un entorno precioso.
Después de casi tres horas en la carretera volvemos a Kumul Lodge.
Cuando estoy en la habitación en la rama del árbol que esta en mi ventana hay un pájaro de color naranja bastante llamativo. Yo no entiendo nada de aves y no le presto la menor atención. No me funciona la luz de la habitación y cuando aparece un empleado del hotel con una bombilla me dice emocionado que el pajaro es un “Crested Bird of Paradise”, símbolo del país y que es súper difícil de ver! El tío empieza a llamar a gente y en cinco minutos se me llena la habitación de empleados y de otros huéspedes (muchas de ellos aficionados a las aves) para ver y hacer fotos en mi ventana. Todos me dicen que es un signo de muy buena suerte y que hacia mucho tiempo que no se veía un ejemplar así en Kumul.
A las 19.00 ceno y coincido con Brad, un biólogo norteamericano de Kansas que lleva cuatro años preparando el doctorado sobre aves de Papua. El tío pasa seis meses cada año estudiando, recogiendo y analizando muestras para su tesis. Resulta ser un tío súper majete. Hablamos mucho de Papua y de los Estados Unidos. En su Estado hay mucha gente conservadora y me dice que se alegra enormemente de que Obama haya ganado las elecciones.
A las 21.30 estoy en mi habitación donde leo un poco y me duermo enseguida.
Me levanto a las 07.00, me doy una ducha espartana y desayuno.
Mientras me tomo mis tostadas veo otro pájaro singular de color negro con dos colas de color blanco. Pienso en lo bonito que es y sigo con mi desayuno. A los dos minutos aparece el camarero y, casi llorando, me dice que es un ejemplar de “Ruben Tail Astropeer Bird of Paradise”. Resulta que tampoco se suelen ver ejemplares de estos en Kumul. Entre lo de ayer y lo de ahora me dicen que tengo buena estrella para las Aves del Paraíso. Y lo feliz que seria yo si tuviera la misma estrella con bellas damas de grandes tetas!
A las 10.00 aparece Solomon con un 4X4. Hoy vamos a ir a la zona de Tambul la cual no está lejos pero que la carretera exige un coche de estas características. Las dos horas de trayecto las pasamos por unos parajes preciosos y cada persona con la que nos cruzamos saluda efusivamente. Por lo visto no se suelen ver a muchos blancos por aquí.
A las 12.30 llegamos a la zona de Gia (compuesta por tres pueblos, ya dentro de Tambul). En Gia nació Steve y el ha organizado tres días en este pueblo para que viva como ellos y conozca bien como es un pueblo de Highlands.
El recibimiento es impresionante. La gente viene corriendo a decir hola. Como muchos no han visto a hombres blancos la mitad de los niños ríe mientras la otra mitad llora. Al igual que en Goroka, los caramelos que compre en Malasia me sirven para limar asperezas con los chavales más miedosos. Todo el mundo me recibe de una manera que me hace sentirme especial. La gente es maravillosa y no se me quita la sonrisa de la cara en horas.
La choza donde voy a vivir esta en Akepangi, uno de los tres pueblos de Gia. Allí dejo mis cosas y de la misma nos vamos a dar una vuelta. Bueno pues vamos Solomon, Steve, yo y todo el pueblo detrás. Aquí, como en el resto del país, se vive de la agricultura de subsistencia por lo que cuando los vegetales crecen la gente hace poca cosa.
Pasamos por el mercado local donde me regalan racimos de cacahuetes, batatas, plátanos y un pepinillo. Seguimos andando, visitamos la clínica y colegio locales y en una explanada observo como los jóvenes del pueblo juegan al voleibol. Llueve finamente y estoy feliz. Me encantaría que mi gente estuviera aquí conmigo.
Después volvemos a la cabaña, donde alrededor del fuego cenamos, contamos historias y nos dormimos a las 22.00.
Durante la madrugada me levanto a hacer pis. El sonido de la naturaleza es único y el paisaje de las estrellas inolvidable.
Nos levantamos a las 07.00 y desayunamos fuerte.
Solomon lleva arcos y flechas tradicionales y hoy me va a enseñar a tirar con arco. Nos tiramos practicando una hora y media y acabo con las manos reventadas. Todo el mundo aquí tira muy bien con el arco, pero Solomon tiene fama de ser muy buen cazador y se nota.
A las 09.00 salimos en dirección a Piambil, otro pueblo de Gia que esta a dos horas de paseo. Pasamos por la tumba del padre de Steve. Por lo visto fue una persona importante del pueblo y su tumba esta en una especie de parque publico. Su padre hizo muchas cosas por y para su comunidad. Steve parece ser igual. Steve todo lo que gana en el turismo lo gasta en hacer un colegio al lado de su casa en Mount Hagen. Me lo enseñó hace unos días. El ha sido profesor por muchos sitios del país y la verdad es que tiene vocación de ayudar a su comunidad. Ha pagado muchas cosas a su pueblo y aquí le quieren muchísimo. Es una persona encantadora con la que me gusta mucho charlar.
Casi al final del paseo cruzamos en río Aloponga que separa las provincias de Western Highlands y Southern Highlands y que anteriormente separaba Papua de Nueva Guinea. A las 11.00 llegamos a Piambil. Hoy hay una misa importante (la ultima del año) y hay muchísima gente dentro y en los alrededores de la iglesia. Los niños lo flipan conmigo y me pongo a repartir caramelos como loco. De todas maneras muchos niños no se me acercan. Me rodean a unos metros de distancia observándome pero sin atreverse a más. Pues nada, aparece un mocoso que dudo yo que tuviera mas de tres años, se me sienta justo al lado y me coge la mano, como demostrando a los demás niños que yo no era peligroso. En cuanto los demás vieron que al enano no le pasaba nada los demás se acercaron. Creo que aquel momento fue de los más bonitos que he vivido en todo lo que llevo de viaje.
Luego nos metemos en la Iglesia. No veáis que corte! El cura nos da la bienvenida a Steve y a mí. Se pone a hablar en Pidgin a toda la comunidad sobre mí, de que estoy viajando por el mundo y de que amo su tierra. Bueno, la que se preparo en la Iglesia! Las 500 personas que había dentro no hacían más que mirarme. Me sentí observado la hora y media que duro la misa. Fue un momento especial pero daba mucho corte, no podía hacer ningún gesto porque que todo el mundo me miraba. Fue difícil mantener la sonrisa hora y media, la verdad. Al acabar la misa la gente hacia cola para darme la mano. Impresionante!
Mas tarde tomamos el picnic en un descampado en Piambil. Despues de acabar se me acercan un grupo de 30 personas con un traductor porque “querían charlar”. No veáis que situación mas graciosa y rara. Yo no sabia de que hablar pero a nadie le importaba. La gente se conformaba con mirarme y reírse cuando cruzaba la mirada conmigo. Steve me contó más tarde que es que por aquí casi nunca ha pasado un hombre blanco. Jajajaja Único de verdad!
Después damos el mismo paseo de dos horas para volver a Akepangi. Acabamos el día yo tomando fotos de la gente y los demás jugando al voleibol.
A las 18.30 cenamos en la cabaña. Yo estoy cansado después de los dos paseos. Además la rodilla me duele un poquito.
A las 20.00 estoy dormido.
A las 07.00 nos levantamos y desayunamos cerdo (ligerito).
Solomon y yo tiramos con arco una hora y luego nos damos un paseo por los alrededores del pueblo. Nada que destacar a parte de las caras de sorpresa de todo el mundo al verme.
A las 12.30 comemos en la cabaña y a las 13.30 nos vamos al río a bañarnos. Aprovecho y también lavo la ropa. Aquí la gente se baña una vez por semana.
Al volver me enseñan en mumu que están preparando para luego. Van a cocinar cuatro pollos en un mumu típico de la zona (es un mumu seco donde no se utiliza agua). Otra diferencia es que aquí los vegetales y el pollo se hacen en dos mumus separados mientras que el mumu que vi en Goroka todo se hacia junto.
Descanso en la cabaña hasta las 16.00, hora a la que cenamos el mumu. Esta muy bueno, pero están acostumbrados a comer sin sal y lo encuentro un poco insípido.
Después de cenar los chicos se van a jugar al voleibol. Llevo muchos días sin estar ni un momento solo y me apetece un montón estar a mi aire leyendo tranquilamente sin nadie a mi lado. Perece que por fin lo voy a conseguir y de repente aparece Pora, el anciano del pueblo. No habla nada de ingles y yo no hablo nada su idioma. Al ser la persona mas respetada del pueblo tengo que dejar de leer. Como todo el mundo esta fuera me encuentro solo en la cabaña con el anciano sin poder hablar. Me empieza a hablar en su lengua tribal y yo le respondo con lo que creo que me ha dicho. Fue una situación totalmente al estilo Lost In Translation. Muy divertido porque a pesar de no entendernos surgió como una especie de hermandad donde los idiomas daban igual. Yo saque mi cámara y nos hicimos fotos juntos. Fue un momento mágico y graciosísimo. Al principio estaba agobiado con la situación porque la verdad que me apetecia estar solo pero me acostumbré a la situación y la hora que pase con Pora fue de lo mas enriquecedora a su manera. Aprendí que, a pesar de la incomunicación, siempre está el lenguaje de la sonrisa y del humor y que ese lenguaje se conoce universalmente.
Mas tarde apareció Thomas, hijo de Pora quien, en su idioma debió de decirle “deja de dar la tabarra al chaval” a lo cual Pora debió de contestarle “vete a tocarle los cojones a otro”. Pero todo son elucubraciones mías.
Después del partido de voleibol apareció todo el mundo. También aparecen dos chavales del pueblo con dos wallabies que acaban de cazar. Los wallabies son marsupiales parecidos al canguro pero de un tamaño más pequeño. El cura del pueblo se ofrece a hacerlos en un mumu en su casa para que nos los comamos mañana en el viaje de vuelta a Mount Hagen.
Ya en la oscuridad de la cabaña enseñó a Steve y a Solomon las fotos de mi viaje por Asia. Les encanta pero no les gustan nada las japonesas! Jajajaja Para gustos, colores.
Nos dormimos a las 23.00.
Nos levantamos a las 06.30 y desayunamos.
La despedida es emotiva. He pasado tres días maravillosos en Gia y me da pena dejarles. A la gente también parece darle pena que me vaya. Me ha encantado estar con ellos y cuando a llegue a Madrid les mandare algunas fotos.
A las 13.00 nuestro 4X4 llega a Mount Hagen. Lo primero que hago es ir al Post Office para mandar unas postales y compro tres taparrabos (“kotekas”) típicos de Papua.
La tarde la paso en el hotel viendo la tele.
Mas tarde cenamos Solomon, Steve y yo. Les invito a unos cuantos vinos, los cuales parecen afectar bastante a Solomon. Steve me dice que no le invite más. Jajaja Les voy a echar de menos.
A las 22.30 estoy en la cama.
Hoy es el último día del año y me dirijo a Tari, en la Provincia de Southern Highlands. Tari es la zona de los Huli, la tribu más numerosa del país. Esta zona fue descubierta en 1935 (lo último que se ha descubierto en PNG) pero estuvo fuera de un contacto real hasta los años 50. Por lo visto en Tari todavía mucha gente viste de una manera tradicional y seguro que va a ser un sitio ideal para acabar mi viaje.
Me levanto a las 05.45 y a las 06.20 me recogen Solomon y Steve. Hoy me despido de ellos ya que a partir de ahora estaré con mi último guía, Tony. Me ha encantado pasar los días con Steve y he hecho especial amistad con Solomon, un tío con un espíritu positivo contagioso, con sentido del humor pero también profesional, serio y con el que me he sentido muy seguro.
El transporte que utilizare es un PMV pero el vehiculo es una “dyna transport truck”, la cual tiene una cabina donde caben el conductor y dos mas y todos los demás van al aire libre. Básicamente es un vehiculo de mercancías adaptado para llevar a gente.
Tony va detrás con mi macuto. Por razones de seguridad yo voy en cabina y mis compis son Joicy (dueña de la PMV), su hijo Nathan y el conductor William.
Como todos los PMV, no dejan la ciudad hasta que están llenos de gente, así que no salimos hasta las 08.30! Hay muy buen rollo y todo es muy informal. Antes de salir a la carretera pasamos por la casa de uno porque se había olvidado algo, pasamos por el banco por uno quería hacer una gestión, pasamos por un restaurante porque Joicy quería comprar pollo con patatas, pasamos por el mercado local a comprar nuez de betel para todo el mundo, paramos otra vez porque uno se estaba meando. La verdad es que fue gracioso, pero menos mal que no tenia ninguna prisa.
Dentro de la cabina Will, Joicy y yo compartimos toda nuestra comida y bebida. Son súper majetes y el viaje es muy divertido. Hay una enorme reja en las ventanas y parabrisas para evitar atracos y parece que voy en un furgón blindado. William me dice que los atracos no son frecuentes pero ocurren.
William es un tío muy interesante; trabaja como conductor para Joicy y su marido Johnny (va detrás), pero estudia psicología y quiere trabajar en el tema de Recursos Humanos. Es un tio culto con quien es un placer hablar.
Joicy por su lado es de un perfil poco conocido en PNG. Las mujeres en este país están a merced de lo que quiera el hombre y se hace raro ver a una mujer empresaria. Tiene cuatro hijos y con su marido tienen dos “dynas” para el transporte de personas en la ruta de Mount Hagen a Tari. Steve ya me había mencionado que el negocio de las PMV es muy lucrativo.
La carretera a Tari es de mierda y, a pasear de haber unos paisajes impresionantes, todo lo tengo que ver a través de la reja de la dyna. Todo el mundo me saluda por la carretera.
Después de hacer una parada Johnny sustituye a su mujer en la cabina. El es un profesor de colegio retirado que me pregunta mi viaje y sobre el sistema educativo en España. Le digo lo que pienso, que es una mierda (el sistema educativo en España, no mi mi viaje).
Mas tarde, casi llegando a Tari, hacemos otra parada para que un chico que iba detrás se meta en cabina. Por lo visto un primo suyo (de 15 años, ni uno mas) mato con su pistola a un chaval de doce de una tribu rival y ahora toda la familia esta amenazada. Vamos a pasar por el pueblo rival y el chaval va con visera, capucha y tiene mi mochila de mano sobre sus piernas para taparse la cara. La situación es seria porque si le reconocen van a ir a por el y a por todo lo que haya en la cabina. Me da bastante acojone, la verdad. Es Nochevieja y hay mucha gente borracha por la calle. Cada vez que nos paramos los de fuera miran a ver quien hay dentro. Creo que esta ha sido la situación mas incomoda en la que he estado en este viaje.
Una vez en Tari ciudad dejamos al chaval en su barrio. Antes de dejarnos puedo hablar con el. Tiene solo 18 años y esta más que acostumbrado a esta situación. Me dice que su pueblo ha ofrecido 50.000K y 225 cerdos como compensación, pero que los otros no aceptan. Me dice que si la situación sigue así, el nuevo curso escolar (que empieza a principios de febrero) lo va a tener que hacer en otra ciudad lejos de esta región. Tari es quizás la tierra mas peligrosa en términos de lucha tribal y la situación no esta controlada por la policía. Hoy hay mucha gente borracha y la situación es desagradable.
Dejamos Tari y acabamos la ruta en Koroba, a 20 minutos nada más. Son las 20.00 y nos instalamos en el Lakwanda Lodge, un hotel de montaña sin electricidad.
Ya es de noche y no se como es el entorno.
En mi cena de Nochevieja me tomo una sopa de sobre y un plato de arroz con brócoli. Ceno solo y pienso en el 2008…
Este año no comenzó muy bien en mi vida personal, pero se ha acabado convirtiendo en el mejor año de mi vida. Pienso en la cantidad de cosas que he visto, la gente nueva que he conocido, los sitios y culturas nuevas que he vivido, las situaciones nuevas en las que me encontrado, las diferentes perspectivas y maneras de priorizar que he visto y me siento afortunado. He aprendido el valor universal que tiene la sonrisa, que todos los seres humanos somos iguales y que, a pesar de pequeñas diferencias coyunturales, anhelamos las mismas cosas y compartimos las mismas esperanzas y ansiedades. Este año he vivido situaciones y retos que me han hecho ser más fuerte, ser más sensible al mundo exterior y mejorar como persona. Solo me cabe esperar que el 2009 sea todavía muchísimo mejor. Seguro que lo será. Feliz Año.
Me levanto a las 08.00 y salgo a ver como son los alrededores. Ayer llegue de noche y no tengo ni la menor idea de cómo es la zona.
Justo al lado de Lakwanda hay un enorme río cuyo sonido he escuchando toda la noche. Esto es precioso; un paisaje de montaña, muy verde y huele de maravilla. Por lo que siento, el 2009 tiene muy buena pinta!
A las 09.00, cuando en Madrid están dando las campanadas, me tomo doce trocitos de plátano que previamente he cortado. Es mi manera de estar con los míos. Aquí no hay uvas y tampoco tengo cobertura en el móvil para llamar!
A las 09.30 desayuno con Tony. En Lakwanda hay hospedados un grupo de cinco miembros de la asociación de propietarios de tierras de la zona. Son muy amables y les encanta ver a extranjeros. Representan a los dueños de las tierras donde esta la mina de Gas de LNG Gas, no muy lejos de aquí. Llevan nueve meses de juicios porque quieren echar el presidente de la asociación por mal uso del dinero recibido por los royalties pagados por las compañías petroleras. Resulta que el dinero se recibe no se esta redistribuyendo entre las gente sino que se esta reinvirtiendo en mas maquinaria. Esta gente es pobre y quiere ver dinero y alegan que el presidente esta en connivencia con las petroleras para que el dinero no se reparta y se reinvierta. Estos cinco hombres representan a la mayoría de propietarios de la zona y esperan que el juez dentro de un mes decida quien tiene razón. De momento todo acuerdo dentro de la mina esta paralizado y la petroleara no deja entrar a estos hombres en sus propias tierras! El hotel de Lakwanda esta dentro de sus tierras y por temas del procedimiento judicial tienen que estar dentro de sus tierras. Así las cosas llevan hospedados en el hotel casi nueve meses. Me dicen que la situación es muy injusta, que la petrolera australiana Kikira Gas Oil Search y la americana Exxon Mobil no les dejan entrar en sus propias tierras. Parece que todo el mundo se esta lucrando menos los propietarios, que son los habitantes de la zona los cuales no tienen nada.
Es curioso, Lakwanda esta en una zona muy rica en gas y tiene que comprar gasolina carísima para su electricidad. Me dicen que pagan 40K por litro y que por eso el hotel solo se puede permitir una hora de luz diaria de 21.00 a 22.00. Manda cojones, tienen fuente de energía en sus tierras y tienen que comprar el petróleo a terceras personas con una prima considerable y solo se pueden permitir una hora de electricidad al día. Además las petroleras no han invertido nada en la zona. Las carreteras secundarias (obviamente no la que va a la mina) son una mierda y la comunicación es pésima. Llevando aquí casi tres semanas, viendo lo poco que tiene esta gente, me hierve la sangre cuando pienso en toda la corrupción que hay y como compañías extranjeras se están aprovechando de la corrupción. De verdad que me hubiera encantado estar mas tiempo para ver como el juez les da la razón (ojala) y consiguen poner a un presidente que se preocupe en que los beneficios revierta en colegios, carreteras y clínicas y no íntegramente en comprar mas maquinaria.
A las 10.30 salimos Tony y yo a un centro cultural de la zona para ver un par de ritos. En el paseo veo que mucha gente viste como verdaderos indígenas, con plumas en la cabeza, taparrabos y con la cara pintada.
En el centro cultural primero nos explican un sitio donde antiguamente se sacrificaban animales en honor a los antepasados. Los antepasados son representados por piedras más o menos de un kilo de peso.
Estos hombres son Huli Wigmen, es decir de la tribu Huli cuyo atuendo principal es una enorme peluca de pelo humano decorada con todo tipo de plumas. Van maquillados de colores amarillo y rojo. Fuera de bromas pero al principio creía que habían seleccionado esos colores porque soy español (la verdad es que gente así puedes ver en los estadios cuando juzga la selección de fútbol).
Después nos enseñan en procedimiento de lectura del futuro. Esta labor es hereditaria y pasa de padre a hijo. Los cráneos de las seis generaciones de adivinos están en la caseta de “fortune telling”. La gente iba a los adivinos a ver si una caza o una cosecha iba a ser buena o no, saber cuantos hijos iba a tener uno, si se iba a encontrar esposa o marido y para saber si en la próxima batalla se ganaría o no al enemigo. El adivino cobraba por sus servicios y la mayoría de las veces le pagaban con un pequeño cerdo. La entrada de la caseta del adivino esta decorada con decenas de mandíbulas de cerdo y este singo es muy común en casi todas las casas (sean religiosas o no). El cerdo era y sigue siendo un símbolo de riqueza, por lo que muchos atuendos se decoran con colas de cerdo o las entradas de las casas se decoraban con mandíbulas de este animal. Cuantos más cerdos tienes, más rico eres y más respeto se te tiene que tener. Es muy curioso porque esa actitud tan primaria también la tenemos en la sociedad occidental. Fijaros en que mucha gente quiere tener algo de Armani, Versace, Gucci, Loewe precisamente por eso. Para mi un cocodrilo en tu camiseta cumple la misma función que el cerdo para la gente de Papua, es decir, sirve para mandar el mensaje a tus conciudadanos de que tienes dinero. Es curioso lo mucho que nos parecemos los seres humanos. Independientemente de la cultura parece haber una necesidad de reconocimiento por parte de los demás y muchas veces el canal es la riqueza.
Después Tony me lleva a la Iglesia del pueblo donde se esta celebrando la primera misa del año. Se imparte en idioma Huli e incluye pequeñas representaciones teatrales de los feligreses para representar capítulos concretos de la Biblia.
Después nos vamos a un descampado y comemos plátanos y galletas mientras charlamos. La tribu Huli es la más numerosa del país. Son de carácter tranquilo y de una constitución menos corpulenta que otras tribus. De todas maneras son conocidos por ser grandes guerreros y muchas otras tribus les temen. Los Huli son representados por tres miembros del Parlamento nacional. Tony me dice que no están nada contentos con su trabajo pero, como en los demás sitios, la gente no hace nada. Es curioso pero todas sus ansias guerreras siempre la emplean con tribus rivales, las cuales estan formadas por vecinos. Deberían emplear esa mala leche en ir al edificio del Parlamento y dejar las cosas claras!
A las 14.00 estamos de vuelta en Lawkanda, donde dedico la tarde a leer y a descansar mientras oigo el fluir del río.
La cena es a las 19.00 y se compone de una sopa de sobre y un plato de arroz con helecho y batata frita.
No hay electricidad y tengo que leer con una linterna. A las 22.00 estoy dormido.
Me levanto a las 07.00, desayuno fuerte con Tony y a las 08.00 salimos.
Hoy vamos a pasar la mañana haciendo trekking por la zona. Pasamos por preciosos montes de plantaciones en el pueblo de Hedmari. Esta todo embarrado y hay partes que me resultan difíciles para mi pierna, pero estar aquí merece la pena. Subimos y bajamos montes, cruzamos ríos y llegamos al lago Mindira, el cual es realmente bonito y un verdadero regalo después de tanto tiempo andando.
En la orilla del lago veo a un par de Huli Wigmen haciendo un baile. El baile en si no me impresiona, pero de verdad que la pinta que tienen es para verla! Le digo a Tony que me muero de ganas por vestirme como ellos y me dice que mañana lo arreglara. Yupi!
Nos paramos a comer en un descampado en medio del bosque. Tony no se ha currado mucho la comida. Saca tres galletas saladas para cada uno, las unta de manteca de cacahuete y les pone atún en aceite. Pues bueno, a pesar de la mala pinta, me supo de maravilla. Lo que hace el hambre...
Después de comer retomamos el paseo y dentro del pueblo Tindituku llegamos a un sitio donde una veintena de vecinos están construyendo un colegio para el pueblo. Aquí no se ve a mucho hombre blanco y ademas conocen a Tony así que nos piden que nos metamos en la parcela con ellos. Esta gente es maravillosa, están construyendo el colegio con sus propios medios ya que ni el estado ni ninguna autoridad local han querido poner ni un duro. Al saber esto les hago una donación. Bueno, bueno, como me lo agradecieron! Querían que me quedara con ellos los proximos días, a lo cual Tony dijo diplomáticamente que teníamos ya una ruta trazada. Y era verdad, pero no me hubiera importado nada quedarme con ellos un día mas! Están entusiasmados con que haya aportado algo a la escuela y todos me dan la mano efusivamente. Todos quieren que les haga fotos y me dan una dirección para que les mande copias, cosa que haré cuando llegue a Madrid. Están muy agradecidos y me regalan un “Ajunokopa” que es un arma para que me defienda. Es bastante grande y les ha tenido que costar mucho hacerla. Quien la ha hecho se llama Pako. Y quien decia que solo habia Pacos en Spain?
Al despedirme me dicen que siempre seré bienvenido en Tindituku como un vecino y que cuente con ellos para cualquier cosa. Solo les conozco de 30 minutos y al despedirme me dicen que, a pesar de tener casa en mi propio país, que cuente con Tindituku como mi propio hogar. Un momento precioso.
Tony y yo seguimos subiendo y bajando colinas, cruzando plantaciones de batata y acabamos el paseo en el pueblo de Tony. Allí conozco a su mujer Margaret (20) y a su hijo Dixon (18 meses). Su casa es muy rudimentaria pero tienen bastantes plantaciones. También esta su tío, quien va vestido como un Huli Wigman. Siempre se viste de manera tradicional y solo se pone pantalones y camisa cuando tiene que ir a misa o a hacer alguna gestión importante.
A las 17.00 estamos de vuelta en el hotel. Ha sido un día maravilloso y estoy agotado.
Cenamos a las 19.00 la sopa de sobre mas salada de la Historia. En cuestión de las comidas Tony no se lo está currando nada y en con la sopa se ha pasado.
Después de cenar me quedo charlando con Tony y Thomas, es encargado de Lakwanda.
A las 22.00 estoy en la cama dormido.
Hoy me levanto a las 06.00 y presencio un amanecer espectacular. Desayuno con Tony.
A las 7.00 tengo a cuatros tíos de la tribu Huli que me van a vestir y pintar como un verdadro wigman para que luego baile con ellos.
Me ponen kinas (collares típicos de Papua que anteriormente servían como moneda de cambio y cuyo nombre es el de la moneda nacional), huesos de cassawary, collares de todo tipo, colas de cerdo, cinturones, falda-taparrabos… Todos se descojonan con mis pintas y mi culo tan blanco y están de acuerdo en que estoy demasiado gordo! Y es verdad, uno se siente gordo al lado de todos estos hombres tan delgados y fibrosos. Luego me maquillan la cara de rojo y amarillo. La peluca que llevo es impresionante decorada con muchas plumas de aves del paraíso y con pelo humano.
Luego pasamos a los bailes y de verdad que no podíamos pararnos de reír. Tambien me critican porque no tengo ritmo! Jajaja Sin duda uno de los momentos más divertidos de todo mi viaje. Son gente de p madre y les voy a echar mucho de menos! A pesar de ser de otro país me han tratado como uno de ellos y espero que sus costumbres no desaparezcan y que en el futuro sigan haciendo celebraciones tan divertidas y coloridas.
Después me ducho tardando más de media hora en quitarme la pintura.
Me despido de Thomas y de los de la asociación de propietarios con abrazos. Me regalan dos bolsos de cuerda típicas de PNG. Yo les doy el bastón que me regalo Lim en Malasia para que se acuerden siempre de este gordo de culo blanco y falto de ritmo, quien además cojeaba un poco. Jajaja Me ha encantado Lakwanda y los Huli.
A las 11.30 salimos Tony, Toby (porteador) y yo. Toby va vestido de manera tradicional y lleva mi macuto de 20 Kilos descalzo sobre un camino de piedras. Me dolían los pies solo con verle.
Según salimos del pueblo veo como empieza una trifulca. Había un grupo de mujeres jugando a las cartas y un hombre ha dispersado el grupo de muy mala manera alegando que las mujeres no deberían jugar a las cartas. Tres mujeres pacíficamente han dejado de jugar pero otra se ha enfrentado al hombre y se ha montado una bastante gorda. Tony me dice que nos vayamos de allí. Le pregunto como es que los hombres si pueden jugar a las cartas y la mujeres no y me dice porque el dinero que tiene la mujer es para los hijos y que nunca debería apostarlo en las cartas. No le faltaría razón si la misma norma se aplicara a ambos sexos, pero esta situación no hace mas que resumir cual es la situación de la mujer en este país. La mujer es tratada como un objeto de valor al igual que el cerdo. Hay muchos sentimientos en contra de las mujeres porque se consideran que dan mal suerte, especialmente en los días de la menstruación. En muchas zonas rurales los hombres y las mujeres duermen separados. Y es mas, aunque duerman en la misma cabaña, si la mujer esta con la regla acaba durmiendo en la caseta de los cerdos. Tradicionalmente la mujer, los niños y los cerdos dormían juntos.
Todo esto me hace pensar en la situación tan difícil que vive la mujer. Por ejemplo ellos pueden casarse con varias mujeres pero ellas no. Ellos pueden repudiar a las mujeres para que vuelvan con sus familias y encima pedir que le devuelvan el dinero de la dote y además quedarse con los hijos. Si una mujer no es feliz en el matrimonio tiene poco apoyo porque su propia familia le va a intentar convencer de que si se divorcia tienen que devolver el dinero de la dote. Después de Uganda, PNG es el país con mas violencia domestica de genero del mundo.
PNG es un país difícil y de un arraigo tan tribal que la mujer todavía no cuenta mucho. Por eso me alegro conocer a Joicy, la dueña de los PMV que conoci hace 4 días y espero que con el tiempo cada vez haya más mujeres así.
A la 13.30, después de casi dos horas de espera, nos recoge un PMV. La carretera esta vacía y da una idea de lo difícil que es el tema de la comunicación en esta zona de Tari. A los 30 minutos la PMV nos deja en río, el cual tenemos que cruzar a pie porque el puente se acaba de caer. Después hacemos autostop hasta Tari (15 minutos más). Tari nos recibe con una lluvia torrencial y cae un rayo cerca de donde estamos. Madre mía que susto se pego Toby! jajaja
Tari es una ciudad horrorosa y no tiene nada que ver. Aparte de lo poco interesante parece estar lleno de gentucilla. Nos instalamos en Lumu Guest House, un hostel horrendo y sin electricidad. No me gusta esta ciudad y con gusto me hubiera quedado con mis amigos de las pelucas en Lakwanda.
Estoy agotado, me molesta un poco la pierna y llueve a mares, así que me quedo el resto del día en la habitación leyendo.
A las 20.00 cenamos Tony y yo a la luz de las velas otra sopa de sobre y poco de arroz con verduras. Como echo de menos un cocido!
A las 21.00 me meto en la cama.
Durante la noche me levanto a hacer pis y, al abrir la puerta, veo que cuatro enormes cucarachas están custodiando mi habitación. Para defenderme de los ladrones, supongo. Que consideradas.
Hoy me levanto a las 07.00 y desayuno con Tony.
Llueve a mares y decido que hoy también quiero descansar. No me pierdo nada en Tari así que, remordimientos, pocos.
Dedico el día entero a leer. Un día completo de soledad y de lectura no lo había hecho desde hacia mucho tiempo y me encanta.
Me leo de un tirón un libro de historietas de H.G Wells y disfruto como un niño con el maravilloso “La Maquina del Tiempo”.
Parte del día la paso leyendo información sobre Australia y Nueva Zelanda, los próximos destinos de mi viaje.
Vuelvo a cenar una de las “delicias de sobre” a las que Tony ya me tiene acostumbrado y a las 21.00 estoy dormido.
Me levanto a las 07.00 y desayuno con Tony. Hoy vuelo a Port Moresby, la capital.
Nos damos un paseo hasta el aeropuerto. La Terminal es de risa, todo muy informal! En el aeropuerto conozco a Eddie (25), un corpulento y alegre sobrino de Tony. El tío es muy interesante. Por un lado esta en la selección de rugby del país pero por otro es estudiante de Derecho y presidente de una asociación clandestina de estudiantes universitarios. La asociación no quiere darse a conocer de momento pero esta reclutando a universitarios de todas las universidades del país para crear lideres del futuro. Eddie esta muy concienciado con su país y piensa que hace falta una nueva generación de políticos que de una vez acabe con la corrupción y se dedique al bien de su país.
Las dos horas que paso hablando con el resultan ser interesantísimas. Me alegra ver que con gente como Eddie hay la posibilidad de un futuro mejor en este país con tantos problemas.
Como despedida me da el equivalente de “Molamos que no veas” en lengua Huli. Ellos dicen “Ina wali Agali Baya” (“somos buena gente”).
Me despido de Eddie y de Tony.
A las 11.00 sale puntualmente mi avión en dirección a Port Moresby. El vuelo dura una hora exacta. Desde al avión veo la cantidad de ríos que tiene esta enorme isla. La isla de Papua es la segunda isla más grande del mundo después de Groenlandia.
En el aeropuerto de Moresby vuelvo a ver a los seguratas que conocí el primer día que llegue al país. Me preguntan sobre mi viaje y charlo con ellos hasta que aparece la furgoneta de mi hotel Loloata Resort.
Loloata es una isla preciosa y muy pequeña. Ya la conozco así que después de comer dedico la tarde a afeitarme (llevaba mas de un mes con la barba), a hacer la colada y a hacer limpieza de mi mochila.
A las 18.00, como en el primer día de mi viaje por PNG, subo la colina de Loloata y observo el atardecer. Los colores no son tan impresionantes como los del primer día, pero el momento es maravilloso. Observando el mar, desde tan lejos, y vuelvo a pensar en lo afortunado que soy y que los 22 días que he pasado en Papua han sido geniales y únicos.
Ceno con Yumi y Yoshimi, dos japonesas. Yumi se quedara una semana en Loloata haciendo buceo y Yoshimi es instructora de buceo y lleva en PNG siete años. Después se nos une Dik, un australiano dueño del hotel y de la isla que lleva 35 años en Papua. Me quedo charlando con el casi dos horas antes de irme a mi habitación.
A las 00.00 estoy dormido.
Me levanto a las 06.30 y desayuno con Yumi y Yoshimi.
Dedico la mañana a escribir, a seleccionar las fotos de mi viaje para el blog, leer sobre Australia y Nueva Zelanda y a pasear por la pequeña isla.
La tarde la dedico a hacer lo mismo, asi que poco que destacar.
Ceno con las japonesas y mas tarde se nos une una pareja de Wimbledon aficionada al submarinismo. Como con muchos otros ingleses al principio cuesta arrancar la conversación pero al final me quedo casi tres horas hablando con ellos. Su gran afición es el buceo y esta práctica les ha llevado a todos los rincones del planeta. Llevan 30 años buceando y me dan una enorme lista de sugerencias con los mejores sitios para bucear en todo el mundo. Es increíble, pero no hay costa en la que no hayan estado!
Me despido de ellos y a la 01.00 estoy en mi habitación dormido.
Me levanto a las 05.30 y, como en todas las mañanas desde hace tres semanas, hago un poco de ejercicio.
Desayuno a las 06.30 con Yumi y Yoshimi.
Me despido de ellas y de Loloata a las 07.00 y cojo mi barco hasta la costa de Port Moresby.
A las 10.00 sale el avión puntualmente en dirección a Cairns (Australia). Desde el avión puedo ver otra vez Loloata, ese pequeño paraíso y pienso en lo bien que me lo he pasado en Papua Nueva Guinea. Ha merecido la pena y estoy un poco triste, si bien con ganas de descubrir un país nuevo (Australia) y pisar zona un poco más civilizada.
En avión aterriza en Cairns a las 11.20. Es increíble la cantidad de controles que hay en el aeropuerto. Australia tiene problemas de inmigración ilegal por lo que tengo a un oficial preguntándome sobre mis intenciones en Australia y por donde he estado hasta ahora durante más de diez minutos.
Después de pasar mi maleta por dos perros y los rayos-X, una empleada investiga mi macuto durante 40 minutos! He declarado que tengo taparrabos y collares de Papua y otra funcionaria del departamento de Cuarentena los estudia detenidamente. Me dicen que no puedo meter los taparrabos y uno del mis collares en Australia! Menos mal que esto lo tiene previsto y hay una pequeña oficina de correos antes de que salgas de Inmigración, así que mando mis taparrabos a España.
A las 13.30 salgo del aeropuerto totalmente exhausto después de tanto control. No tengo mapa y la guía que tengo de Australia es malísima. Saco 100 AUD en un cajero (por cada dólar australiano te dan 60 céntimos de euro mas o menos) y cojo un bus que me deja en el centro de Cairns (10AUD, unos 6 Euros).
En el trayecto veo que las manzanas de las calles están cuadriculadas por lo que va a ser fácil orientarse. Cairns esta en el Norte del estado de Queensland, en la costa del Mar de Coral. Como ciudad no tiene casi nada de ver, pero Cairns es base para muchas excursiones por la zona. El destino más popular y que no me pienso perder es La Gran Barrera de Coral, una maravilla única en la Tierra!
A las 14.00 estoy en la oficina de turismo donde me hago con un mapa. Me instalo en el Cairns Internacional Hostel que esta en el Esplanade (paseo marítimo). Me cuesta 33 AUD por noche y, si me gasto 4 AUD en el bar de al lado, me invitan a cenar. El hostel esta bastante bien, pero la habitación es pequeña, no tiene ventana y la puerta da a un patio interior por lo que tengo sensación de preso patibulario.
Después de instalarme me doy un paseo por Cairns, compro una guía sobre el Este de Australia y me meto en un cibercafe tres horas (4 AUD por hora).
Ceno pronto un plato de puré de patatas con salchicha aprovechando la oferta del hostel, me doy un paseo por la Esplanade y a las 21.00 estoy en mi cama durmiendo.
Dos son mis primeras impresiones después de mi primer día en Australia. Por un lado me choca mucho volver a estar en una ciudad “solo de blancos”. Después de siete meses en Asia y en Papua estar otra vez entre blancos es una sensación muy rara!
Por otro lado vuelvo a percibir algo que también me pasó en Japón y Hong Kong y sin duda yo me pasaba en Londres y Madrid: la gente va a su bola y no sonríe!! Creo que los países en vías de desarrollo me tienen mal acostumbrado porque ya estaba habituado a saludar a los extraños por la calle (o, al menos, sonreírles). Creo que el progreso tiene muchas ventajas, pero parece que, según más progresan los países, su gente se vuelve cada vez más individualista. Me he dado cuenta de que a pesar de que tengan muchas cosas malas y que sin duda preferiría vivir en un país desarrollado, tenemos mucho que aprender de los países en vías de desarrollo (me da que hay un espíritu mas de comunidad y de hermandad entre la gente). Me da la sensación que llegar a Australia va a ser volver al anonimato, donde la gente con la que te cruzas prefiere mirar al suelo o hacia otro lado. Creo que pasa más o menos lo mismo en todos los países desarrollados y que no es una cosa única de Australia. Por un lado espero acostumbrarme a la actitud de los demás, pero como pienso que hay que adoptar las buenas practicas de aquellos sitios que visitamos, he decidido que a partir de ahora sonreiré a todo aquel con quien me cruce por la calle!
Me levanto a las 07.00, hago ejercicio y, por primera vez desde que me lesione en Tailandia, vuelvo a correr. Hoy he empezado corriendo 10 minutos e iré incrementando el tiempo los próximos días para acostumbrar mi rodilla.
La costa de Cairns esta formada por semi manglares y hay cocodrilos! Por eso no hay playa natural en la ciudad. Pero lo que si que tiene es el Lagoon, una enorme piscina con arena y agua de mar que hace la función de playa. No es lo mismo pero se agradece.
Después de correr me meto en el Lagoon media horita y esto es lo que pienso hacer los proximos dias.
Me ducho, desayuno y me voy a hacer la compra. El hostel tiene cocina y tengo ganas de dejar los restaurantes una temporada (sale mucho mas barato y es mas divertido cocinar).
Hago una compra para los próximos dias (31 AUD) y como en el hotel.
La tarde la paso en Internet, metiendo mas de 500 fotos de mi viaje en el blog! (3 AUD por hora). Me tiro en el ciber hasta las 20.00 y después me doy un paseo por la Esplanade y ceno en el hostel.
A las 21.30 estoy en la cama.
Nota: lo de ayer era verdad, la gente sigue sin sonreír por la calle.
Me levanto a las 07.30 y hago mi ejercicio diario.
Esta vez corro 20 minutos y la rodilla no me ningún problema. Después me pego un chapuzón en el Lagoon y me vuelvo al hotel a ducharme y a desayunar.
Llueve un poquito pero tiene pinta de que va a llover bien. Los proximos dias quiero hacer un par de excursiones en Cairns y luego ir en dirección Sur, pero he decidido que voy a descansar en Cairns una semana. En las noticias dicen que va a hacer muy mal tiempo los próximos días y prefiero quedarme aquí escribiendo en mi diario. Tango mucho que escribir y además quiero empezar a entrenar para el maratón, por lo que quedarme en Cairns unos días no esta mal.
Me tiro bastantes horas en el ciber café, respondiendo muchísimos emails que tenia atrasados, actualizando mi blog y chateando con mis padres. Me alegra estar en zona civilizada porque me voy a poder comunicar con mi familia mucho más a menudo.
A las 18.00 me voy a cenar al pub de abajo (una cerveza y unos espaguetis a la napolitana bastante escasos). Me quedo en el pub un rato y me tomo otra cerveza mientras leo mi guía de Australia.
No he interactuado mucho con la gente desde que llegue a Australia y llego a la conclusión de que tengo que hacer mucho mas esfuerzo por integrarme. De todas maneras los próximos días voy a tener que escribir mucho y para ello la soledad no viene nada mal.
A las 20.30 estoy en el hotel, veo un poco la tele (la tele australiana deja mucho que desear) y a las 22.30 estoy dormido.
Me levanto a las 08.00, hago ejercicio y consigo correr 30 minutos sin que la rodilla me de un toque. Después chapuzón en el Lagoon. Llueve bastante y estar dentro de la piscina es un placer.
Gran parte de la mañana la paso escribiendo en mi ordenador en el salón del hostel, como una ensalada y después me voy a ciber a chatear con mis padres.
Ha parado de llover y a las 19.00 me doy un paseo por la ciudad para verla de noche. Es sábado y espero que haya ambiente. Para mi sorpresa todo esta muy matado. Cairns no tiene mucho atractivo y en las casi dos horas que me tiro andando creo que recorro la ciudad entera. Empieza a llover otra vez.
A las 23.00, después de haber leído en la cama, estoy dormido.
Me levanto a las 09.00 y, como el domingo hoy es el Día del Señor, no haré ni ejercicio ni iré a correr.
Llueve a mares. Paso la mañana escribiendo es el ordenador. He escrito gran parte de mi viaje de Papua y me doy cuenta de la cantidad de cosas que me han pasado. Tengo de ganas de que mejore el tiempo y empieze de verdad a viajar y conocer Australia.
Luego paso por el ciber a chatear con mis padres y a actualizar el blog.
A las 21.30 estoy en el hostel, ceno y leo en la cama hasta las 01.00
Me levanto a las 07.30, hago mis ejercicios diarios y me voy a correr por la Esplanade. Los 30 minutos que corro no me dan problemas a la rodilla. Nada más empezar se ha puesto a llover a mares. Correr bajo la lluvia es de lo más agradable que hay. Hoy no me baño en el Lagoon porque no me hace falta.
Me ducho, desayuno y me voy a la Post Office a comprar sellos y a mandar un paquete de 2.5Kg a España. Irá en barco, tardará tres meses y me cuesta 43 AUD.
Previendo que vaya a llover más los próximos días, me compro un par de libros. Por lo visto el ciclón no tiene pinta de parar en un corto plazo.
Vuelvo al hotel y me echo una “siesta del carnero” antes de comer.
Después me voy al salón a escribir en mi ordenador. Conozco a Nicolas, a un francés de Montpellier con quien comparto mesa. Tenemos una curiosa conversación en la que debatimos sobre quién es la actriz que es esta más buena del planeta. El insiste en que Penélope Cruz y yo Monica Belucci. Estos franceses no tienen ni idea.
Después sigo un rato en internet y en la cocina conozco a Sam, un Coreano que lleva ocho meses en Australia aprendiendo inglés. Como él hay muchos haciendo lo mismo. La mejor manera de costearse las clases y de viajar por este país es trabajando y mucha gente cuenta con un visado de trabajo temporal y de vacaciones. La mayoría de los jóvenes extranjeros disfrutan de este tipo de visado. Los puestos son para trabajos no cualificados, especialmente en hoteles, restaurantes, bares y recogiendo fruta en el campo. España no tiene todavía firmado ningún acuerdo con Australia por lo que nosotros no tenemos ese derecho. De todas maneras no hay nada más lejos de mis intenciones que ponerme a trabajar! Sam me cuenta un poco de su vida en Corea. Como todo coreano tuvo que hacer dos años de mili los cuales considera tirados a la basura. La situación entre las dos Coreas parece empeorar por momentos por culpa de los políticos, pero la gente como Sam, tanto en Corea del Norte como en Corea de Sur quieren la paz. De hecho la frontera que separa los dos países y que se puso artificialmente en el paralelo 38 hizo que las familias se separaran. Mucho coreano siente simpatía por la gente del otro lado y sólo el poder político, militar y la influencia de los Estados Unidos hace que las dos Coreas no se acerquen más.
Mientras hablo con Sam, ceno algo y después me voy a la cama a leer y a dormir.
Hoy me levanto a las 08.00, hago mi ejercicio y consigo correr 40 minutos. Contra todo pronóstico el tiempo ha mejorado mucho y hace un calor de pelotas. El chapuzón diario en el Lagoon lo agradezco como lo mejor el mundo.
De vuelta en el hotel, mientras desayuno, conozco a Elisabeth. Eli es de Papúa Nueva Guinea y le ha encantado saber que fui a visitar su país. Ella es secretaria del Auditor General del País y está de vacaciones tres semanas. Esto se lo puede permitir muy poca gente de Papúa. En Cairns hay bastante comunidad de Papúa Nueva Guinea ya que Port Moresby está a sólo una hora de vuelo de Cairns.
En la cocina también conozco a Ana, una española de Almería que lleva un tiempo viajando por Australia y que tiene dudas sobre donde ir próximamente. Es profesora de inglés en España y le digo que en Corea y en Japón se matan por encontrar profesores cualificados de inglés. Nos quedamos un rato charlando.
Este Hostel te ofrece la noche gratis si trabajas dos horas al día durante tu estancia. Es curioso porque creo que soy el único huésped que no trabaja! Es un descojone ver a siete personas diferentes limpiar el mismo rincón en momentos diferentes. La situación es absurda, no hay trabajo para tantos y de verdad que dudo cómo el Hostel puede hacer dinero así.
Motivado por el buen tiempo que hace y harto de estar en Cairns me decido a hacer las dos excursiones que tenía planeado haga el tiempo que haga. El tiempo en Cairns me está sirviendo para descansar y escribir después de tres semanas tan intensas en Papúa, pero empiezo a tener ganas de cambiar de ciudad. Cairns no tiene mucho atractivo en sí y la gente utiliza esta ciudad como base para excursiones.
En una agencia de viajes contrato estas dos excursiones:
1. Tres sesiones de buceo en la Gran Barrera de Coral (230 AUD)
2. Excursión a Cape Tribulation (100 AUD)
No tengo casi música en mi móvil y le pido a la chica de la agencia si me deja copiar algunos de sus CD’s de música en uno de sus ordenadores. Me dice que sin problema y me pongo manos a la obra. Después de dos horas en el ordenador más lento del planeta no solo no consigo ponerme música sino que se me mete un virus en el ordenador que me borra un 80% de las canciones que tenia. No sé si Australia entienden la frase ‘me cago en todo’, pero de verdad que hice todo lo posible para que toda la oficina se enterara de su significado. Ahora solo tengo 30 canciones en mi MP3. Cojonudo.
Después me voy a dar un paseo por el puerto de yates que esta hacia el Sur. El puerto no es enorme pero se ven yates impresionantes.
Pasado mañana tengo mi excursión de buceo por la Gran Barrera y hoy tengo un curso de iniciación en el cual te explican cosas básicas del coral y fauna que puede que vea cuando bucee. Es curso se llama ‘Reef Teach’, me cuesta 15 AUD y es interesantísimo. En sólo dos horas no te ensenan demasiado, pero lo justo para coger con ganas el buceo de pasado mañana. Por 32 AUD me compro una cámara de fotos subacuática.
A las 21.30 estoy de vuelta en el hotel y me encuentro con Eli, quien me traduce ‘Molamos que no veas’ al Motu, segundo idioma más hablado de Papúa Nueva Guinea. Ellos dicen ‘Ai Be Taunimanima Namona’ que equivale a ‘nosotros somos buena gente’.
Después conozco a Paul, un australiano de Melbourne, antiguo surfero y ahora cervecero, a quien le cuento mis aventuras por Papúa. Es un tío súper majo que lleva viajando unos cuantos meses y que no sabe a dónde le llevara el destino en el futuro. Lo que tiene claro es que no quiere trabajar. Un tío listo.
Me quedo hablando con Paul hasta la 01.30. Los tres cafés que me he tomado en el curso de esta tarde me tienen bien animado y no puedo dormirme hasta las 03.00.
Me levanto a las 08.00, corro 45 minutos bajo un sol de cojones. El Lagoon está cerrado.
Desayuno, me doy una vuelta por las calles de Cairns y compro un billete de bus para mi siguiente destino, Townsville. Me cuesta 69 AUD.
Después continúo con mi paseo por la ciudad. Aquí se ve a mucho ciudadano de Papúa y también de Samoa, Fiji y Tonga. La gente de estas islas es realmente enorme y, si no fuera por las caras tan amables que tienen, darían hasta un poco de miedo. No sólo son grandes sino que también están gordos. Tonga es el país del mundo con más porcentaje de obesos.
Quizás fue por ver a esos inmensos seres humanos de las islas del Pacifico, pero de repente me tuve unas increíbles ganas de comer. Me compro un filetazo de ternera de 500 gramos el cual me tomo con una ensalada en el hotel.
Después me echo una siesta y aprovecho el resto de la tarde para leer y escribir.
Me encuentro con Paul y charlamos un rato hasta las 23.00, hora a la que me voy a la cama.
Hoy es un día importante. Siempre he querido ir a la Gran Barrera de Coral y hoy es el día. Esta impresionante barrera que se encuentra a lo largo de la costa noreste de Australia (nada menos que 2000 kilómetros) es una de las grandes maravillas naturales del planeta y es el único organismo vivo que se ve desde el Espacio. De hecho ocupa más superficie que Japón o el Reino Unido. Tanto coral alberga una cantidad impresionante de biodiversidad marina, hoy en día en peligro por el calentamiento de los mares.
Me levanto a las 06.00 y a las 07.00 me recoge una furgoneta. El barco sale de Port Douglas, a unos 50km al Norte de Cairns.
En el barco estamos unas 40 personas, lo cual no me agrada demasiado. Empiezo a imaginarme las aguas superpobladas por buceadores. Para mi sorpresa soy el único buceador certificado y todos los demás están en un curso de iniciación. Genial porque estaré solo con el Chris, el Dive Master (‘buceador maestro’).
Después de casi dos horas llegamos a Arrecife ‘Tongue’. En la primera sesión estamos tres cuartos de hora y bajamos hasta los 20 metros. La visibilidad es maravillosa y los corales y peces son impresionantes. Cuando hice buceo en Vietnam me encantó el Coral pero eche en falta más peces. En Tailandia me encontré lo contrario: un coral muerto con mucho pez. Aquí en Australia el balance es increíble y tanto el coral como la fauna se ve por todos los lados.
La segunda inmersión la hacemos a 18 metros y estamos 38 minutos.
Después comemos en el barco y más tarde hago mi tercera inmersión de 40 minutos a 15 metros.
La profundidad en la Gran Barrera no es demasiado importante porque la mayoría de las cosas interesantes de ver están en los primeros 10 metros de profundidad. En la tercera inmersión veo un calamar de medio metro de grande, una almeja gigante de un metro y por primera vez en mi vida veo tiburones. No son muy grandes, de unos 2.5 metros pero la verdad es que me impresionó verlos y bucear con ellos. La única pena fue que en la tercera inmersión el carrete de mi cámara se había acabado y no pude hacerles fotos. Durante la inmersión pude ver a un par de peces payaso. Los peces payaso se distinguen por sus enormes zapatos, su sombrero de copa, grandes pantalones con tirantes y si les das la mano te electrocutas. Unos cachondos.
Me ha encantado hacer buceo en un sitio tan maravilloso y, a pesar de lo caro, merece mucho la pena bajar a las profundidades de un sitio tan único.
Después estamos de vuelta en Port Douglas y de ahí bus de vuelta a Cairns.
Una vez en el hostel, me cambio y me voy a correr 50 minutos por la Esplanade. Por la tarde hay más gente y el ambiente es estupendo. Correr al anochecer también tiene su gracia y bañarme en el Lagoon estando de noche, viendo algunas estrellas, es lo único que necesito para acabar el día.
Después de estar un rato charlando con Ana me voy a la cama a las 23.00, totalmente rendido.
Hoy me levanto a las 07.00 y tengo mi segunda y ultima excursión desde Cairns. Hoy vamos al Cabo Tribulation, al Norte de Cairns. Cape Tribulation es una zona en la que la selva se une con el mar. Mucha gente me ha recomendado visitar este sitio y tengo muchas ganas de verlo.
A las 07.30 me recoge una furgoneta. Somos ocho en el viaje, lo cual es perfecto. El guía es majete y con mucho sentido del humor.
Después de media hora llegamos a Port Douglas, donde desayunamos. De ahí nos vamos a río Daintree, un rio en medio de la selva Daintree. Se calcula que la selva Daintree tiene más de 135 Millones de anyos, lo cual la convierte en la selva más antigua del mundo. Por su vejez y por sus características es un Parque Nacional Patrimonio de la Humanidad.
Damos un paseo de 45 minutos en barca por el río, buscando animales locales, en especial cocodrilos. Parece que hoy no tenemos mucha suerte y sólo vemos un cocodrilo de unos tres metros de largo, algunas ranas, martín pescadores, loros y vacas, las cuales inexplicablemente están muy cerca de los cocodrilos.
Después nos damos un paseo por la Selva Daintree, por una plataforma de madera que se llama ‘Marrdja Walk’. Llueve un poco, pero la humedad hace que los colores se aviven un poco y que de un ambiente más misterioso y de aventura.
Más tarde nos dirigimos a PK’s Jungle Village, una especie de resort en medio de la selva justo al lado del Cabo Tribulation. Comemos allí, pero antes nos damos un paseo por la playa. Esta playa es bien bonita ya que se ve perfectamente la unión entre el mar y la selva. El chapuzón me lo tengo que dar en la piscina porque en el mar es demasiado peligroso. Por un lado hay cocodrilos, pero aquí lo que supone un peligro de verdad son las medusas. Aquí las medusas no son broma y pueden ser mortales. En la costa abundan las medusas ‘chironex box’ y en los corales están las minúsculas ‘Irukandji’ las cuales pueden pasar a través de las redes de seguridad. Así las cosas, las redes que protegen a los bañistas sólo te protegen contra las primeras pero no contra las segundas. De todas maneras en esta zona del país se recomienda no meterse en el agua en absoluto y, si lo haces, tienes que ir con un traje que te cubra el cuerpo.
Comemos en el mismo resort. Comparto mesa con Annelies (Holanda), la sonriente y positiva Niny (Brasil) y un inglés bastante maleducado de cuyo nombre no me acuerdo. La comida es estupenda.
Para el postre nos dirigimos a una granja de frutas tropicales donde por 5 AUD te dan un helado con cinco sabores de frutas exóticas diferentes.
Después pasamos por el mirador ‘Alexandra Range Lookout’ un sitio espectacular desde donde se ve cómo el Daintree River desemboca en el Mar de Coral a través de la espesa selva.
De ahí nos vamos bañamos en la ‘Mossman Gorge’, un desfiladero por donde corre el agua del río a bastante velocidad. Llueve mucho y la corriente es muy fuerte. Después de estar un rato en el agua salgo porque me empieza a dar mal rollo la corriente, la cual casi me hace chocar contra unas rocas.
Con la visita acaba nuestro tour por el Parque Nacional de Daintree y Cape Tribulation, pero tenemos tiempo de estar casi una hora por el pueblo Port Douglas. Este pueblo es realmente precioso. Fue muy próspero a principios del siglo XX porque tenía minas de oro. Cuando el oro se acabó volvió a ser un pueblo de pescadores bastante deprimente. En los años 80 un millonario australiano quiso construir aquí el hotel más lujoso del mundo, lo cual consiguió y con ello el pueblo volvió a prosperar. Hoy en día el hotel Sea Temple Resort and Spa no es tan impresionante y se ha quedado un poco anticuado pero el pueblo rezuma elegancia y sofisticación. Pasear por sus calles en un placer y no es de extrañar que hayan rodado aquí varias películas de Hollywood.
La excursión de hoy me ha gustado aunque tampoco me he quedado con la boca abierta, tal y como me habían prometido otros viajeros. Es una excursión que está bien hacer si dispones de días en Cairns pero si ya has visitado una selva antes, esto es lo mismo. Lo que sí me ha gustado descubrir Port Douglas y ver la desembocadura del río Daintree en el mar.
A las 18.30 estamos de vuelta en Cairns. Aprovecho el resto de la tarde para meterme en Internet, cenar y charlar con Ana y Paul.
Mi próximo destino es Magnetic Island a la cual se llega en ferri desde Townswille. A las 00.30 cojo un bus nocturno en dirección a Townsville.
A las 05.45 el autobús de la compañía Greyhound me deja en Townsville. He pasado una noche de perros. Me ha resultado imposible dormir y me duele la espalda. Viajar de noche es una experiencia un tanto agridulce. Por un lado te ahorras una noche de hotel y ahorras tiempo, pero por otro lado duermes como un pordiosero. De todas maneras creo que me compensa ahorrarme el hotel y supongo que con viajar más veces me acabaré acostumbrando.
Más o menos he pensado en una ruta que voy a hacer por Australia y si sumo el precio de todos los autobuses la broma me va a costar casi 800 AUD. Greyhound tiene muchos tipos de tickets, pero encuentro uno que me da el derecho a cogerme todos los buses que quiera y cuando quiera durante 45 días desde Cairns hasta Melbourne. Me cuesta 364 AUD, por lo que me sale por menos de la mitad.
Con la alegría de ahorrarme una pasta, me pillo un billete para el siguiente ferri a Magnetic Island (20 AUD por la ida y vuelta).
En el ferri conozco a Stella una contable londinense de origen nigeriano con la que congenio desde el primer momento. Como buena compradora, viaja con cuatro mochilas llenas de ropa, la cual, según ella era ‘tan buena y barata que era imposible negarse a su adquisición’. La pobre no puede con sus cuatro mochilas pero se ríe de sí misma. Es curioso cómo sólo hablando 20 minutos con alguien llegas a un nivel bastante alto de confianza y de amistad. Mi hotel está en Picnic Bay, al sur de la isla y el suyo en Arcadia, más al Norte. Nos despedimos pero quedamos en llamarnos. Magnetic Island parece no tener mucha gente y viene bien quedar con alguien conocido.
En el pequeño puerto me cojo un bus que por 1.90 AUD me deja en Picnic Bay. Me instalo en el Travellers Hideaway, un hostel que tiene 30 años y que me cuesta 25 AUD por noche.
Nada más instalarme conozco a Janina y a Betti, dos alemanas muy simpáticas que me invitan a que pase el día con ellas en bicicleta. Por 20 AUD cada uno alquilamos unas bicis en el hotel. Y de la misma nos vamos a descubrir la isla!
El nombre de la Isla se debe a que cuando el Capitán Cook llegó aquí por primera vez en 1770, la brújula del barco se volvía loca. Se encentra a 8km de Townsville y el ambiente es muy tranquilo y relajado. Aquí sólo viven dos mil personas, las cuales disfrutan de 320 días de completo sol a año.
La isla se puede recorrer en bicicleta, pero hay bastantes cuestas. Lo primero que hacemos es llegar a Nelly Bay, donde hacemos una pequeña compra y desayunamos en unos bancos al lado de la playa. Al lado del puerto aparcamos las bicis y hacemos un trekking por el campo de tres horas, el cual acabamos en el pueblo de Arcadia. El paseo es muy bonito y no nos cruzamos con nadie. Hace mucho calor y las dos alemanas sufren un poco, pero como un estricto sargento consigo que no se paren tanto! Según subimos algunas colinas las vistas de la isla son muy bonitas. Al final del paseo pasamos por la cala de Gustav Creek. El baño se agradece un huevo y no hay demasiada gente.
Al acabar el baño entramos en Arcadia, donde nos encontramos con Stella. Quedamos en que esta tarde se pasará por nuestro hotel a cenar. Las bicis las tenemos en Nelly Bay, así que tenemos que andar desde Arcadia. Poco a poco empezamos a estar cansados, pero todavía nos queda lo peor.
Una vez que nos hacemos con nuestras bicis pillamos la carretera en dirección a The Forts, un antiguo fuerte que se construyó en la Segunda Guerra Mundial para defender Townsville. Para llegar a The Forts hay que hacer un ascenso por la carretera de cojones. Janina y yo estamos a punto de abortar la misión, pero un último aliento nos deja en la entrada. Los alrededores del fuerte son conocidos por albergar koalas, a los cuales puedes ver en su hábitat natural. La subida en bici ha merecido la pena porque vemos a dos koalas en los arboles!
Los koalas son unos animales cojonudos. Su aspecto de haber fumado alguna droga les da un toque muy divertido y simpático. El koala es un marsupial (es decir, la madre alberga a su cría en la bolsa marsupial después de que haya nacido) pero es el menos activo de todos. Por lo visto, en su evolución, ha optado por reducir su actividad cerebral al mínimo para ahorrar energía. Así las cosas es un animal un poco tonto que se tira todo el día colgado al árbol del eucalipto. Al parecer el eucalipto le mantiene es ese estado que parece de coloque. Nos quedamos un buen rato observando a uno que está colgado. Es divertidísimo observar la cara de cachondos y de pacíficos que tienen. Además, como son tan lentos, puedes hacerles un montón de fotos antes de que se suba muy arriba en el árbol.
Después de ver a los koalas y de andar un rato por The Forts, nos cogemos las bicicletas y nos volvemos al hotel, no sin antes pasar por un supermercado y comprar la cena y unas cervezas para celebrar que hoy cumplo un mes más de viaje!
A las 18.00 estamos de vuelta, totalmente rendidos y sudados. Hacía mucho que no montaba en bicicleta y ha sido toda una experiencia.
A las 19.30 tenemos los espaguetis preparados y un poco más tarde llega Stella, a quien invitamos a cenar.
En la cena nos reímos mucho con Stella quien, con su divertidísima manera de hablar, nos cuenta que tal le ha ido el viaje por Australia (enumerando toda la ropa que se ha comprado).
Después de la cena me tomo una cerveza con Stella en el bar de al lado del hotel y quedamos en vernos en el futuro ya que tanto ella como yo tenemos una ruta muy parecida.
A las 23.00 estoy en la cama totalmente rendido.
Me levanto a las 12.30. He dormido de maravilla. Después de la noche antediluviana del bus y el día para arriba y para abajo con la bicicleta es lo que necesitaba.
Estoy totalmente descansado y me veo con ganas de hacer ejercicio y de correr.
Corro hasta Horseshoe Bay que está a 10km en el Norte de la Isla (tardo una hora y cuarto). En la carrera veo por primera vez a un canguro. Me sorprende lo rápido que es y para nada me deja que me acerque.
Una vez en la playa de Horseshoe Bay veo de nuevo a Janina y a Betti, las cuales han aprovechado la mañana yendo a un santuario de animales. Lo primero que hago es darme un chapuzón en el mar. La zona está protegida por una red por el tema de las medusas. Después nos quedamos charlando un buen rato hasta las 17.30, momento en el que volvemos juntos al hotel (en bus y no corriendo, como las personas normales).
A las 18.30 cenamos los espaguetis que nos sobraron ayer y de postre Janina me ensena una manera nueva de tomar un Tim Tam Original, una galleta de chocolate australiana. Esta galleta exige un protocolo el cual hay que cumplir escrupulosamente. Se comen los dos extremos de la galleta, se coloca un extremo en el café y a través del otro sorbes el café. En un segundo la galleta se inunda de café y te lo metes todo en la boca. Acabas con los dedos manchados de chocolate y la sensación es bastante cerda. No me cabe ninguna duda de que esta manera de tomar una galleta se le tuvo que ocurrir a un niño.
Después de cenar me quedo charlando con mis amigas alemanas a quienes les enseno las fotos de mi viaje por Asia.
A las 22.30 estoy en la cama.
Me levanto a las 08.00 y desayuno con las alemanas. Juntos dejamos Magnetic Island en dirección a Townsville. Magnetic Island es una isla interesante, tranquila y amable, pero que poco más tiene que ofrecer una vez que llevas dos días en ella.
Janina y Betti van en dirección Norte y yo Sur. Una pena que nos separemos porque son majísimas, pero es probable que nos volvamos a ver en Sydney dentro de unas semanas.
Mi autobús sale a las 10.45 y dispongo de una hora para conocer un poco la ciudad de Townsville, también conocida como la ‘Capital del Norte de Queensland’. Como Janina tiene que comprar algo, los dos nos metemos en el centro de la ciudad. Townsville no parece ser muy interesante y me llama la atención de que, a pesar de ser lunes y de ser las 10.00, casi todas las tiendas están cerradas y no hay gente por la calle. Creo que nunca viviría aquí.
A las 10.45 me despido de mis nuevas amigas y me cojo el autobús que me dejara en mi próximo destino, Airlie Beach, base para visitar las maravillosas islas Whitsunday.
En el autobús ponen la peli de Los Tres Amigos, la cual me pone de buen rollo para el resto del día.
A las 15.00 el autobús llega a Airlie Beach. Me instalo en el Beaches Hostel, un Hostel muy popular entre mochileros jóvenes y fiesteros. En la habitación conozco a John, un australiano profesor de educación física con el que hablo un buen rato. Está muy interesado en viajar por Europa y le doy unos consejos. Él a cambio me da una lista de los sitios que no me puedo perder de la Costa Este de Australia.
En la agencia de viajes contrato un paquete que me incluye tres días en barco por las Whitsundays, tres días por Fraser Island y dos noches de hotel en Brisbane por 630 AUD.
Una vez contratado el viaje de mañana ya me puedo tranquilizar y lo que me apetece es desfogarme corriendo un poco.
Airlie Beach es un pueblo pequeño cuyo centro parece estar invadido por mochileros de todo el mundo. A priori no parece muy interesante, pero la hora que me tiro corriendo me da la oportunidad de ver lo precioso que es Airlie. Aquí se nota que hay nivel y algunas casa son impresionantes. Esto no se ve en el centro así que hay que alejarse un rato por el paseo marítimo.
Después de correr me doy un chapuzón en el Lagoon ya que, como en Cairns, aquí no hay playa natural. El Lagoon está montado a todo plan pero obviamente no es lo mismo que estar en el mar.
Al volver al hotel ceno algo y me tomo unas cervezas con John. Al poco se nos une Mariana, una chica brasileña de 20 años que viaja sola por Australia y que comparte habitación con nosotros.
La noche la pasamos charlando y riendo mientras tomamos cervezas y Goon, el vino más horrendo jamás creado (se compra en una bolsa de cuatro libros y se ‘ordeña’ en la copa).
A las 01.00 estamos los tres dormidos en nuestras camas.
Hoy me levanto a las 06.30, desayuno unas tostadas y tranquilamente me voy andando al puerto. Hoy comienza mi crucero de tres días por las islas Whitsunday. Hay muchas embarcaciones que ofrecen cruceros de este tipo, pero muchos están enfocados en el mochilero más joven, a quien le gusta la fiesta y quien le saca más partido a la noche que al día. Algunos cruceros son mucho más baratos que el mío, pero he querido hacer este viaje en una embarcación seria, donde seamos poquitos y donde se pueda descansar y estar tranquilo. Entre las embarcaciones fiesteras hay una que se llama ‘Spank Me’ (‘azótame’).
A las 08.30 sale nuestro barco Derwent Hunter, el cual está tripulado por Logan (neozelandés), Mercedes (danesa) y Max (australiano). Contando con estos tres somos veinte en el barco. Desde el primer momento hay muy buen rollo entre todos.
Comemos en el barco rodeados de unas islas preciosas y lo que prepara Mercedes está de maravilla. Después pasamos el estrecho entre las islas Hook Island y Whitsunday Island y rodeamos la segunda isla en dirección a Whitehaven Beach. Esta playa es una de las atracciones principales de Whitsundays y de toda Australia. Es una enorme playa de arena fina blanca que quita el hipo y está considerada como una de las playas más bonitas del mundo.
El problema de la costa australiana es que está invadida por medusas venenosas y el uso de trajes de protección es obligatorio. Andando por la playa, todos en los trajes de neopreno, parecemos marcianos. La medusas aquí no son broma y son consideradas como un problema muchísimo más serio que los tiburones. Y es que, a pesar de la belleza de la costa Este de Australia, en muy pocos sitios te puedes bañar sin tomar precauciones de algún tipo.
Nos tiramos un par de horas en la playa, bañándonos en el agua para después volver al barco con amplias sonrisas. Hemos estado todo el tiempo solos en una playa tan increíblemente bonita y se agradece un montón.
En el barco vemos un atardecer precioso, cenamos y, una vez de noche nos tiramos un buen rato observando las estrellas. Logan nos habla un poco de las constelaciones que vemos. Desde Australia no se ve la Estrella Polar porque estamos en el Hemisferio Sur. Así las cosas los marineros de aquí tienen que usar referentes menos llamativos y fáciles para orientarse en las aguas. Aquí se usa la Cruz del Sur, un conjunto de astros que son los que aparecen en la bandera nacional australiana.
Con el espectáculo de las estrellas, decido dormir en cubierta. Hace calor en el camarote (somos seis) y fuera se está mucho más a gusto. Me duermo a las 22.30 viendo las estrellas, contento y en armonía.
A las 06.00 se pone a llover y me meto en el camarote. Me levantan a las 07.30 para el desayuno. Si da gusto que te despierten con la comida preparada, todavía da más gusto desayunar y volver a la cama, uno de los placeres más grandes que existen.
A eso de las 10.00 me vuelven a despertar. Hacemos snorkeling muy bonito con unos corales y peces espectaculares. Más tarde comemos y después nos hacemos otra sesión de snorkeling.
La tarde la pasamos tomando un té, merendando y cenando sin apenas pausa.
Vuelve a hacer una enorme estrellada y me dispongo a dormir en cubierta. Al poco tiempo se pone a llover y tengo que dormir en el caluroso camarote.
Me levantan a las 07.30 y, después de desayunar, nos vamos a una playa a hacer el snorkeling más espectacular que he hecho en mi vida. La cantidad y variedad es sencillamente increíble.
Después de comer nos dirigimos a la costa. En la vuelta sufro la primera migraña de mi vida. No me suele doler nunca la cabeza y jamás me había sentido así. Por lo visto estoy deshidratado y me dan un parche de lo más ridículo el cual me coloco en la frente con mucha reticencia.
A las 15.00 estamos de vuelta en Airlie Beach. El viaje ha sido fantástico y se lo recomiendo a todo el mundo que pase por la costa de Queensland. La playa Whitehaven es realmente única y es para verla en directo. Toda la gente ha sido muy maja y ha habido muy buen rollo entre todo el mundo.
La tarde en Airlie Beach la paso en internet, leyendo y tomando cervezas en el bar del hostel Beaches.
A las 19.30 nos reunimos todo el grupo del crucero y cenamos juntos para luego tomarnos unas cervezas. Me despido de todos a las 23.30 ya que a las 00.00 sale mi autobús nocturno en dirección a Hervey Bay, mi próximo destino.
El autobús llega a Hervey Bay a las 13.00. Esta ciudad costera no tiene casi nada de interesante de por sí pero es el principal sitio desde donde salen los ferris a Fraser Island. La isla de Fraser Island me la ha recomendado muchísima gente y mañana haré un viaje de tres días por ella.
Me instalo en el hostel Beaches y me echo una siesta de un par de horas. Con las pilas recargadas me voy a la playa a correr durante 65 minutos. La playa de Hervey Bay está muy bien y correr con el sonido del mar en los oídos es estupendo.
Después hago la compra, me ducho y ceno.
La noche que he pasado en el autobús ha sido de lo más toledana y me acuesto a las 20.30 totalmente rendido.
Me levanto a las 06.15 y a las 07.00 tengo convocatoria de presentación para la excursión de los próximos tres días.
Para mi grata sorpresa me encuentro con Stella, la chica londinense que conocí en Magnetic Island. Es una tía estupenda y me alegra saber que también va a Fraser Island.
Somos 20 personas en total y utilizaremos dos vehículos 4x4, el único medio de transporte posible en Fraser, la isla de arena más grande del mundo. Se elige a la gente de cada coche por sorteo y Stella y yo iremos en coches diferentes.
Una vez elegidos los equipos hacemos una lista de la compra para los próximos días y, mientras dos van a comprar las cosas (ponemos 20 AUD por persona), los demás nos vamos a parking donde están los coches. Antes de partir nos ponen un video sobre todos los riesgos a los que nos sometemos, como accidentes en la arena, tiburones, arañas (la mayoría de las más peligrosas de Australia se encuentran aquí), culebras (también están las mas venenosas), medusas y dingos (perros salvajes). Viendo el video a uno se le quitan las ganas de ir a Fraser Island.
A las 10.30 cogemos el ferri en dirección a la isla, el cual llega a las 11.15.
Fraser Island (los aborígenes la llaman ‘K’Gari’, que quiere decir ‘paraíso’). Es la playa de arena más grande del mundo (120km x 15km) y desde 1992 es Patrimonio de la Humanidad. Está protegido por el Great Sandy National Park y recibe más de 350.000 visitas al año. Es destino para muchísima gente que pasa por Australia y me apetece un montón.
Al llegar tenemos toda la libertad del mundo, pero tenemos que estar en el camping antes de las 16.30.
Lo primero que hacemos es irnos al Lago Mackenzie, un lago precioso con arena blanca y ambiente idílico donde nos damos un baño de un par de horas.
Después nos metemos a conducir en la playa. La arena es muy dura y permite la conducción. De hecho hay bastante tráfico.
Paramos en la arena y nos comemos unos bocadillos. En la playa se encuentra en barco hundido Maheno, un barco de pasajeros que se fue a pique en 1935.
A las 16.30 estamos en el camping y montamos las tiendas de campaña. En principio no tenía pensado beber en este viaje, pero hace calor y me apetece una cervecita, la cual pago a precio de oro en un sitio tan remoto como este. Ha sido una metedura de pata no comprar bebida en Hervey Bay.
Cada equipo por separado prepara una barbacoa y después de cenar nos tomamos unas cervezas en la playa. Durante el paseo hacia la costa Stella y una alemana se encuentran con una serpiente de cuyo nombre no me acuerdo pero pasa por ser una se las más venenosas del planeta. A la chica alemana que iba con Stella le da un ataque de histeria y los dingos que andan merodeando por los alrededores del camping no ayudan a tranquilizarla.
A las 00.00 me meto en la tienda de campaña, la cual comparto con Fabian, un alemán de 19 años que antes de empezar la universidad ha querido pasar un año en Australia para tener la experiencia de trabajar fuera y mejorar el inglés. Es un chaval enorme que no aparenta para nada su edad. Lleva unos cuantos meses en Australia los cuales ha pasado trabajando en granjas aprovechando la temporada de cosechas. Este tipo de trabajo está muy solicitado y los australianos lo ven como un trabajo de mierda, así que son los miles de mochileros como Fabian los que plantan y cuidan las tierras que los australianos no quieren trabajar. Este tipo de trabajo es el más popular entre los extranjeros con visado de viaje y trabajo, al cual los españoles no tenemos acceso.
Fabian es un tío de p madre y me encanta charlar con él y ver lo decidido, trabajador que es y el espíritu que tiene. Por alguna razón tanto él como yo no encajamos en el grupo (de los cuales hay siete ingleses). Parece que los ingleses han hecho grupito, así que Fabian y yo vamos un poco aparte.
Nos levantamos a las 08.00, desayunamos y salimos del camping a las 09.00.
Primero vamos en dirección Norte a las Champagne Pools, una piscina natural de agua salada que es el único sitio en la playa donde no es peligroso bañarse. Todo esto es precioso y se ven multitud de dunas enormes (las dunas más grandes se llaman ‘sandblows’ que son monstruos de más de 200 metros de alto).
Después de casi dos horas bañándonos y con un sol de justicia seguimos con la nuestra ruta y nos paramos a ver unas dunas gigantes. El paisaje es totalmente espectacular ya que por un lado ves el azul del océano, por otro la inmensidad amarilla de las sandblows y, rodeando las dunas, ves el verde intenso de la selva. Jamás había estado en un sitio igual y me doy una vuelta con Fabian por las dunas. Volvemos al coche después de una hora y al llegar al coche vemos que nos están esperando con las caras largas porque hemos tardado demasiado. Qué os jodan, ingleses, que bastante os tenemos que aguantar Fabian y yo en el coche con vuestras chorradas y conversaciones de mierda!
De ahí nos vamos a Indian Heads, que es en el punto más al Norte de la isla, donde se estrecha la costa. Desde el precipicio rocoso que es Indian Heads se ven tortugas y mantas raya nadando tranquilamente en el mar. Es un espectáculo.
Después comemos en la playa, cosa que parece ser un error porque estamos con un sol de pelotas y la única sombra es la que nos proveen los dos coches.
Más tarde nos vamos a un lago que se encuentra en el interior, donde el ambiente es un poco más pantanoso. A pesar de ello no dudo en meterme y bañarme en compañía de multitud de tortugas.
A las 16.30 estamos de vuelta en el camping. Cenamos pasta, nos tomamos unas cervezas en el camping y acabamos la fiesta en la playa. Bastante gente acaba muy borracha y varios son los que me parecen ver corriendo en pelotas.
Yo charlo con Stella todo el rato. Ella y Fabian son las dos personas con las que mejor me llevo.
A las 00.30 me vuelvo a la tienda donde no tardo mucho en dormirme.
Nos levantamos a las 08.00, estando algunos de los ingleses totalmente catatónicos. Mientras desayunamos nos hace una visita un Ranger (guarda) del parque y nos dice que ayer dejamos la playa hecha una mierda y que nos da una hora para limpiarlo todo si no queremos una multa de 500AUD por persona. Los ingleses son los que se sientes más aludidos y son ellos los que acaban limpiando la playa.
Una vez todo recogido, con el camping y la playa bien limpios, salimos a aprovechar nuestro último día en Fraser Island.
Lo primero que hacemos es pasar por Happy Valley para darnos un baño en Eli Creek, una especie de riachuelo de agua transparente de lo más bonito. Hay muy buen ambiente ya que parece ser un sitio favorito para familias. Hay montones de críos jugando en el agua.
Stella y yo hemos sugerido al grupo que nos dirijamos al Lago Wabbi. Ayer nos encontramos con un inglés que nos dijo que no nos lo podíamos perder. Tardamos un rato en llegar, pero acaba siendo el sitio más espectacular de los tres días. Este lago es sencillamente maravilloso. Es un lago de agua dulce de color verde a cuyo lado se encuentra una frondosa selva de eucaliptos y por el otro una enorme duna que cae en picado directamente al lago. Jamás había estado en un sitio así de especial y una visita a Fraser Island se podría justificar aunque sólo fuera por este lago.
Después de una hora y media en el lago nos marchamos hacia el puerto, haciendo una breve parada para comernos unos sándwiches. La vuelta al puerto es vertiginosa. Vamos con el tiempo en el culo y si perdemos en ferri tenemos que pagar 200AUD por persona para meter el coche en el siguiente barco.
Al final llegamos por los pelos y a las 15.00 sale el ferri en dirección a Hervey Bay. Tardamos casi tres cuartos de hora en cruzar el Great Sandy Strait, el estrecho que separa Fraser del continente australiano.
Estos tres en Fraser Island han sido inolvidables. Australia tiene muchos sitios de una belleza única y Fraser es sin duda un sitio que uno no se puede perder. A pesar de a lo mejor no haber congeniado demasiado con los ingleses me ha encantado conocer a Stella y Fabian y con ellos continuare mi viaje en dirección a Noosa.
Una vez instalados en el hostel Beaches me cambio y me voy a correr a la playa. Hoy es el Día Nacional de Australia y hay un ambiente cojonudo en la playa. Hay mucha gente jugando al criquet, bebiendo y pasándolo estupendamente. Casi todo el mundo tiene pintada la bandera australiana en la cara y todo con el que me cruzo me dice ‘Happy Australia Day!!’.
Corro 70 minutos y después una agradecida dicha me tomo un par de perritos calientes por 5AUD.
Después nos tomamos unas cervezas en el bar del hostel y acabamos la noche bañándonos en la piscina con los empleados. En Australia casi todos los empleados de los hostel son mochileros y se puede decir que hay bastante manga ancha en estos sitios en lo que se refiere al ruido. La mayoría de las veces es el recepcionista y la camarera quien está haciendo ese ruido que tanto te fastidia.
A las 04.00 me meto en la cama.
Me levanto a las 07.00, desayuno y me meto en internet una horita.
A las 10.30 sale nuestro autobús en dirección a Noosa. Estamos Fabian, Stella, Sarah (la alemana del ataque de histeria en Fraser Island) y yo. El trayecto es de cinco horas y cruza lo que se conoce como la Sunshine Coast. Aquí se nota que la gente tiene dinero y las casas son impresionantes.
A las 15.30 llegamos a Noosa. Las chicas, bien organizadas, habían reservado habitación en el YHA, pero Fabian y yo nos quedamos sin habitación así que nos instalamos en el Koala (28AUD por noche), un hostel a diez minutos andando del YHA. Quedamos en vernos luego con Stella y Sarah.
Una vez instalados, comemos algo y nos vamos a la playa. Nos encontramos con las chicas, pero han quedado con unos amigos así que Fabian y yo nos quedamos en la playa. Nos pasamos dos horas jugando con las olas. Creí que había perdido la habilidad de pasármelo bien sólo jugando con las olas, pero me vuelvo a sentir como un niño y el surfear así me ha parecido de lo más divertido.
En Noosa las condiciones del mar son ideales para el surf y mucha gente local y de fuera pasa aquí el día entero navegando sus olas. En la playa una mujer de unos 60 años, con su tabla de surf bajo el brazo se ofrece a llevarnos al supermercado. Aquí la gente es muy amable y súper sana. La gente parece tener una relación muy especial con el mar y hasta los más mayores aprovechan los días para hacer surf.
Después de hacer la compra nos vamos al hostel. Fabian tiene un presupuesto muy limitado y su dieta está formada básicamente de pasta, muesli y pan. Me he acostumbrado a no tener un presupuesto diario y estar con Fabian me va hace ver la suerte que tengo de contar con unos ahorros y de permitirme cosas que para él son un lujo. También me doy cuenta que en muchas ocasiones tiro el dinero en caprichos y la experiencia de convivir con alguien como Fabian me abre mucho los ojos.
Mientras esperamos a que se cuezan los macarrones conocemos a Polly y a Sarah, dos inglesas majísimas con las que acabamos compartiendo mesa. Charlamos durante la cena y después nos vamos al bar a tomarnos algo. Fabian es un chico un poco cortado y no se anima, pero yo no soy capaz de negarme a tomar algo con dos guapas y simpáticas chicas.
Después de un rato aparece Stella y se une al grupo. Juntos nos tomamos unas copas hasta las 00.30, hora a la que acompaño a Stella a su hotel.
A las 01.30 estoy de vuelta en la habitación. Fabian y yo compartimos habitación con seis ingleses que estaban preparando un botellón esta tarde en la habitación. Para mi sorpresa y felicidad todo el mundo está dormido cuando llego.
Koala es un hostel muy frecuentado por mochileros, lo cual quiere decir que, servicio al cliente, hay poco. Aquí la mayoría de la gente va a emborracharse y me duele decir que en su mayoría es británica. Compartir habitación con gente así es un verdadero dolor porque no suelen tener mucha consideración por los compañeros de cuarto. Paro es lo que hay; lo barato muchas veces sale caro. Pero bueno, los de mi habitación se han portado hoy.
Me levanto a las 06.15 y me voy a correr por Noosa durante 90 minutos. Noosa es una ciudad preciosa con ríos, canales y rodeada por cinco Parque Nacionales. Es una ciudad de surferos pero de alto estánding. Las casas aquí son muy lujosas y los restaurantes y tiendas son de más calidad (y más caros) de lo habitual. La ciudad fue declarada Reserva de la Biosfera en 2007 por la UNESCO. Es una ciudad de apenas diez mil habitantes pero debido a su enorme atractivo empieza a padecer un poco de presión inmobiliaria, lo cual parece amenazar el futuro de esta hermosa y tranquila ciudad.
La carrera la hago por la playa (Noosa Main Beach), Noosa Woods y Noosa National Park y me ha encantado. Es una maravilla correr a primera hora de la mañana, ver la gente paseando al perro y dando los buenos días. En la desembocadura del río Noosa veo a una anciana haciendo yoga. La mujer parece estar recibiendo la energía del mar y transmite una tranquilidad y armonía muy especiales. Paro de correr y la observo un par de minutos y lamento no tener una cámara de fotos mano.
Una vez de vuelta, me ducho, desayuno muesli con mi amigo alemán y a las 09.00 salimos del hostel con Polly y Sarah. Pasamos brevemente por el YHA y recogemos a Stella. Los cinco nos damos un paseo hasta el Noosa National Park, el parque más bonito y grande de la ciudad. Antes de llegar vemos a un par de koalas colgados en los árboles.
El paseo que damos por el Parque es estupendo y cogemos una ruta que rodea la costa y acaba en la playa Alexandra. Es una playa salvaje enorme y Polly y yo somos los únicos que nos animamos a darnos un chapuzón.
Al salir del parque nos damos una vuelta por la ciudad, cuya calle más comercial es Hastings Street. Tiene mucha tienda y restaurante. Pasear con tres mujeres tiene algo malo: nos pasarnos en cada una de las tiendas de ropa!
Encontramos un delicatesen a bastante buen precio y comemos allí. Me tomo un bocadillo de roast beef muy respetable. Estamos un poco cansados y nos quedamos charlando casi dos horas antes de dejar el restaurante.
Después nos vamos a la playa donde pasamos un par de horas jugando con las olas. Una vez en el hotel Polly y yo nos vamos a hacer la compra. Los cinco cocinaremos algo juntos esta noche.
Cenamos una buena ensalada y unos espaguetis a la boloñesa para luego irnos al bar del hostel y tomarnos un par de cócteles mientras vemos un concierto en directo.
Hoy ha sido un día precioso. Noosa es un sitio muy bonito, pero lo que ha hecho especial este día ha sido el compartirlo con cuatro personas tan simpáticas. Todos lo hemos pasado muy bien. Me voy a la cama contento por haber pasado un día así de completo en compañía tan agradable.
Fabian y yo nos levantamos a las 07.00. Mientras desayunamos me copia siete películas para mi ordenador, cosa que se agradece mucho. Un ordenador es una compañía muy buena para el viajero solitario y disponer de pelis, por muy malas que sean, es esencial.
A las 09.00, como ayer, salimos con las inglesas y recogemos a Stella. Hoy nos vamos en dirección a Noosaville, que es la parte más residencial de Noosa. Por Noosaville zigzaguean el río Noosa y varios canales. Aquí hay casas impresionantes pero hace un calor de cojones y no hay mucho que ver a parte de casas.
A las 13.00 nos despedimos de Stella, quien se va a Byron Bay esta tarde. Stella es una chica estupenda y quedamos en vernos otra vez en Byron Bay.
De la misma entramos en la cafetería Moondoggi. No hay nada peor que pedir con demasiadas ganas de algo en especial. Tenía ganas de chocolate y pido un batido de chocolate y una tarta de chocolate. Casi me da una sobredosis.
Al rato estamos de vuelta en el hostel, donde recojo mis cosas y me despido de Fabian, Polly y Sarah. Me dan pena las despedidas con gente que han hecho mi viaje más agradable y sinceramente espero volver a ver a Fabian un chaval bueno como pocos. Le deseo todo lo mejor a mi compañero de viaje los últimos seis días. También espero volver a coincidir con Polly y Sarah, dos chicas que se salen del prototipo de inglesas y con las que he tenido conversaciones muy interesantes y con quienes me he reído mucho. Sarah se pasara por Nueva Zelanda a mediados de marzo, así que lo mismo vuelvo a coincidir con ella. Espero que así sea.
A las 15.30 sale el autobús en dirección a Brisbane, capital del Estado de Queensland. La última gran ciudad en la que he estado ha sido Singapur a mediados de diciembre y tengo un poco mono de ciudad. Echo un poco de menos el anonimato que te da la masa y ver museos. Brisbane tiene unos cuantos museos chulos y pienso estar aquí unos días tranquilo.
Al llegar a la estación de autobuses me dirijo a hostel The Bunk dando un paseo. Tardo unos 35 minutos y por alguna razón extraña echaba de menos el perderme en una ciudad y encontrar el hotel usando el mapa, perdiéndome por las calles de una urbe con todas mis pertenencias a mi espalda.
Me instalo en el The Bunk que resulta ser el mejor hostel en el que he estado nunca (www.bunkbrisbane.com.au). Además, al contratar mi viaje de Fraser Island, me dieron dos noches gratis así que ni siquiera tengo que pagar los 29AUD que cuesta por noche.
Una vez instalado me voy al Woolworths a hacer la compra y de vuelta en el hostel me encuentro con Joe, Mark y Kevin, tres chicos que hicieron el viaje de Fraser Island conmigo. De todos los ingleses estos tres eran los más majetes. Juntos nos damos una vuelta por Chinatown y llegamos al Story Bridge.
Los tres se van a un pub a ver el tenis y yo me doy una vuelta solo por la calles de Brisbane. Me tomo un kebab para cenar y a las 23.00 estoy la cama, donde aprovecho y me veo una peli en el ordenador y me duermo.
Me levanto a las 06.00 y me voy a correr por la ciudad. Durante los 70 minutos en los que me pierdo por las calles, paseos y jardín botánico me sorprende lo madrugadora que es esta ciudad. No sé muy bien a qué se debe, pero a las 6.30 hay montones de personas yendo a trabajar, paseando o haciendo ejercicio. Me gustan las ciudades madrugadoras y creo que no había visto una ciudad así desde que estuve en la India. Otra cosa que me alegra es el paseo por el río. Las orillas del río Brisbane me recuerdan un poco al Támesis y corriendo por aquí me acuerdo de mis últimos días en Londres cuando entrenaba para el maratón. Me alegra mucho volver a andar por las calles de una ciudad grande. Estaba deseando algo así desde hace semanas y necesito descansar de ver sitios nuevos y quedarme en una ciudad unos días, sin hacer gran cosa, simplemente descansando y disfrutando de la tranquilidad. Perece contradictorio encontrar la tranquilidad en una gran urbe en vez de en el campo, que es de donde vengo, pero es así como me siento.
De vuelta en el hotel, desayuno y me lanzo a la calle. Me doy un paseo en dirección a la orilla Sur del río y acabo en la Biblioteca Estatal. Como la mayoría de las bibliotecas tiene internet gratis para todo aquel que tenga ordenador. Hay montones de sillones para sentarse y tiene aire acondicionado. También tiene una veintena de ordenadores para quien no disponga de portátil. Es un sitio fantástico para descansar, escribir, mandar emails y preparar viajes y eso es lo que hago durante seis horas hasta las 17.00.
Revelo los dos carretes de fotos subacuáticas por 24 AUD, las fotos han salido bien, pero un poco oscuras.
Perdiéndome por las calles de Brisbane acabo en el hotel a las 20.00, ceno un pollo asado que me he comprado en el supermercado y me voy a la habitación a ver una película en el ordenador. Estoy dormido antes de medianoche.
Me levanto a las 08.00 y he dormido fantásticamente. En principio tenía pensado estar sólo dos noches en Brisbane, pero estoy a gusto en esta ciudad y pago dos noches más en el hostel (29AUD por noche). Quiero aprovechar lo bien que se está en la biblioteca y preparar mi viaje un poco mejor. Desayuno y salgo a la calle.
A cinco minutos del hostel me topo con un edificio de estilo neoclásico con un característico compás. Sospecho que es un centro masónico y me meto a fisgar. En efecto el edificio es una logia que también es el Masonic Memorial Centre. Firmo en la hoja de invitados y último ha estado hace tres semanas! No hay mucha gente que vaya a visitar una logia y la verdad es que me reciben estupendamente. Me dejan merodear por varios de sus salones y su biblioteca pero parte del edificio se está remodelando y no puedo ver todo.
A las 10.00 llego a la biblioteca y dedico las siguientes cinco horas a preparar mi viaje y sacar información sobre mis próximos destinos. Viajar por tantos sitios requiere días así, donde no haces más que surfear en internet.
Desde hace unas semanas que no estoy nada contento con mi ordenador. Tiene muy poca velocidad y a veces es desesperante. Además tengo una especie de virus y me hace cosas muy raras. Lo compré en Bangkok y me salió a precio de risa, pero es cierto que lo barato sale caro muchas veces. Antes de salir de la biblioteca charlo con un empleado que parece ser un experto en temas de ordenadores. Me da un par de consejos y me dice que si quiero comprar un ordenador hay varias tiendas baratas en el centro.
Muchas veces funciono por impulsos y hago cosas sin pensarlas demasiado. En uno de esos calentones me voy a una de las tiendas que me ha recomendado el chico y me compro otro ordenador. Es un ordenador mucho mejor por el que pago 664AUD. Ahora tengo dos ordenadores pero pienso regalar el antiguo a quien le pueda sacar más partido que yo.
Me doy una vuelta por el centro y llego al hostel. Este sitio está de maravilla. The Bunk tiene todo lo necesario, los empleados son majetes y es muy nuevo. Además tiene un bar muy decente y la cocina es enorme.
Después de cenar me encuentro con Amabelle, mi compañera de habitación de Malta. Esta chica ha pasado un año en Australia y hoy es su última noche. No tiene a nadie con quien tomar una copa. No me apetecía mucho bajar al bar, pero si llego a estar en la situación de Amabelle, me hubiera hecho mucha ilusión que alguien me acompañara en un día tan especial. Así que me animo y me bajo al bar con ella. Nos tomamos cerveza tras cerveza, copa tras copa y nos hacemos amigos de los camareros y encargados del bar, quienes nos invitan a todas las consumiciones!
A las 03.30 vuelvo a mi habitación bastante perjudicado y cansado.
Me levanto a las 10.00 y me duele la cabeza. La resaca que tengo es mortal pero prefiero salir a la calle, aprovechar el día y no padecer la resaca en la cama (que casi siempre es un error). Me despido de mi amiga maltesa y me voy a hacer un poco de turismo.
Lo primero que hago es irme a la Roma Station Transit Centre y reservar el autobús a Byron Bay para mañana por la tarde.
De ahí me voy a la zona de South Bank y me meto en el Queensland Gallery of Modern Art. No soy muy aficionado al arte moderno, pero hay una exposición temporal muy interesante sobre el Optimismo en el arte. Además es edificio es cojonudo.
Después me voy la Queensland Art Gallery, otro museo pero con obras no sólo contemporáneas. También el edificio es impresionante.
Justo al lado está el Museo de Queensland y en él visito el Science Centre, un museo de ciencias. Los museos de ciencias me encantan y éste es muy bueno. Lo que más me gusta es la parte dedicada a los animales autóctonos de Australia y a las especies en peligro de extinción.
En el mismo edificio se encuentra el Dandiiri Maiwar (Aboriginal and Torres Strait Islander Cultures), un museo maravilloso sobre las culturas aborígenes y de las islas del Estrecho de Torres. Hay bastante que ver y la verdad es que quería aprender más sobre cómo era la vida aquí antes de que llegaran los europeos. Uno siente que la cultura aborigen no es tan accesible y que los aborígenes viven un poco a parte de los australianos de origen inglés o extranjero. Durante muchísimos años se ha ninguneado a los aborígenes y la situación ahora todavía no la ideal. Los aborígenes no están integrados para nada y en muchas ciudades no tienen nada que hacer más que beber. En Cairns vi a bastantes aborígenes alcoholizados por las calles y es muy triste ver cómo parecen vivir en un país paralelo. Es difícil culpar sólo a los blancos o a los aborígenes, pero de lo que no hay duda es que este país tiene todavía un problema por resolver. Kevin Rudd, el actual Primer Ministro (laborista) dio un histórico discurso el 13 de Febrero de 2008 llamado ‘Sorry’, en el cual pedía perdón en nombre de todos los australianos por los años en los que tanto se han ignorado los derechos de los aborígenes. También pidió perdón a los aborígenes por la ‘Stolen Generation’ (‘generación robada’), es decir, por todos los niños y niñas aborígenes que fueron apartados de sus familias para ir con familias blancas durante los siglos XIX y XX. Sin duda un discurso no hace mucho, pero es un paso enorme. Indudablemente tiene que hacer que todos sus ciudadanos estén integrados y lamentablemente esto todavía no se ha conseguido. Es verdad que no se vive la situación de casi apartheid de antes, pero todavía queda mucho trabajo por hacer. Desde que Kevin Rudd, perece que se ha hecho más por reconocer la situación e intentar integrar mas al país. De hecho muchos aborígenes reconocen que el discurso supuso muchísimo para ellos. El antiguo presidente John Howard, amigo de George W. Bush no hizo mucho al respecto y se negó a dar una disculpa formal durante todos los años en los que estuvo en el gobierno.
Al salir del museo sigo la orilla del río en dirección Sur y llego al South Bank Parklands, donde se encuentra la Streets Beach, una playa artificial. Se agradece que una ciudad tenga un sitio público donde bañarse gratis. Es verdad que no es como estar en la playa, pero algo es algo. Por la peligrosidad de las aguas de la costa australiana, muchas son las ciudades que cuentas con playas o lagunas artificiales y todas las que he visto están muy bien cuidadas.
Cruzo el río y me meto en el jardín botánico. Aquí se ve a mucha gente haciendo ejercicio y hay algunos árboles impresionantes, en especial los ficus.
Después de estar todo el día andando y todavía padeciendo la resaca llego al hostel a las 19.00, donde ceno algo y me meto en la cama al poco rato.
Me levanto a las 06.00 y he dormido diez horas. Me siento estupendamente y preparado para correr media maratón. Durante dos horas corro por las calles de la ciudad, cruzando barrios elegantes y barrios menos bonitas. Correr es una manera fantástica de ver una ciudad ya que te permite ir un poco más lejos del centro (incluso barrios más inseguros porque nadie molesta a quien está corriendo). Además correr durante dos horas uno vive un proceso de catarsis interna, pensando en muchas cosas, haciendo planes e imaginando sobre el futuro. Cada vez me gusta más correr por lo mucho que me hace usar la imaginación.
A las 08.30 estoy de vuelta en el hostel y me ducho. Charlo una hora larga con Colin, mi compi de habitación. Colin es canadiense y quizás sea una de las personas que más disfruta de su trabajo en todo el mundo. El tío es probador de videojuegos. Se tira el día jugando a la consola para ver qué cosas se pueden mejorar en los juegos. Lo que más le gusta es eso y además le pagan por ello. Es un chaval muy majete que ha llegado hace unos días a Brisbane y está esperando a que llegue su familia para viajar todos juntos durante varias semanas. Colin me recomienda un par de sitios en Canadá.
Después de desayunar me doy un paseo hasta la biblioteca donde paso una hora en internet. Luego me doy un paseo donde veo el Treasury Building (antiguo edificio del Tesoro ahora convertido en casino). De ahí me voy a la Queensland University of Technology y me meto en el botánico donde veo unos ficus impresionantes. Estos árboles son realmente acojonantes. Son originales de la India y se dice que el dios Brahma se convirtió en uno de estos árboles y que su espíritu vive en ellos. Son árboles cuyo crecimiento es tan impresionante que puede afectar a edificios colindantes, pero son considerados como sagrados y por respeto nadie los corta. Así las cosas no es raro ver cómo estos árboles se comen templos (como en Angkor en Camboya) y todo lo que tengan delante. Aquí en Brisbane hay algunos que han destruido lentamente la valla de seguridad del parque.
A la 13.00 me meto en el Parlamento de Queensland para una visita guiada de una hora. Es curioso cómo en los primeros años en los que estuvieron aquí los ingleses, todo se tenía que importar desde Inglaterra y los barcos tardaban meses en llegar, por lo que los edificios no eran completados hasta después de muchos años.
De ahí me voy al City Hall, que es el ayuntamiento, donde se encuentra el Museo de Brisbane en el cual veo una exposición de fotografía de la ciudad muy interesante.
A las 15.00 estoy en el hotel. Me han gustado mucho los días que he pasado en Brisbane. Necesitaba estar en una ciudad grande unos días. Brisbane tiene bastantes cosas que ver, pero no tantas que te comprometan demasiado tiempo. Aquí que he podido descansar, ver museos, escribir y preparar mi viaje. Ahora estoy preparado para continuar mi viaje en dirección Sur.
A las 16.30 sale el bus en dirección a Byron Bay, lugar de surferos, místicos y hippies. En el trayecto dejaré el Estado de Queensland y me meteré en New South Wales (una hora más en el reloj).
Esta zona es la que se llama Gold Coast es muy popular entre viajeros y surferos. Es una costa muy bonita y con unas condiciones ideales para hacer surf. Durante el viaje el autobús pasa por Surfer’s Paradise, una ciudad horrenda. Simplemente el nombre es ridículo. Me moriría de vergüenza si alguien me preguntara de dónde soy y respondiera ‘del Paraíso de los Surferos’. El nombre me parece una verdadera mierda. La cuidad es cómo me la imaginaba, un despropósito de edificios de veinte plantas a lo Torremolinos con rascacielos y tiendas para turistas y bares para emborracharse. La costa Australiana es tan larga que supongo que se pueden permitir hacer monstruosidades así. De verdad que Torremolinos parece un pueblo de casa bajas comparado con Surfer’s Paradise. Lo que veo desde la ventana del bus me parece suficiente y nada más lejos de mis intenciones que quedarme aquí.
A las 21.00 llego a Byron Bay. Me instalo en el hostel Aquarius donde pago 36AUD por noche.
Mi querida amiga Stella, la chica londinense con la que he coincidido varias veces, está aquí. Se hospeda en el YHA y me paso a verla. Me presenta a Julia, otra inglesa y los tres nos vamos a dar una vuelta por la Byron Bay. Nos tomamos un par de cervezas y para nuestra sorpresa todos los restaurantes están cerrados. Acabamos cenando unas pizzas en una pizzería de reparto a domicilio que abre las 24 horas. Charlamos un buen rato, nos reímos, hablamos de nuestro viaje y a la 01.00 estamos cada uno en nuestro hostel.
Me levanto a las 07.00 y he dormido de culo. Últimamente hay días donde me cuesta dormir y estoy muy cansado. Pero hoy se va Stella a Sydney y he quedado a desayunar con ella y con Julia.
Nos vamos al Byron Beach Café y allí me tomo unos deliciosos huevos con chorizo (ole, ole y OLE!!). El chorizo es chorizo de verdad! Qué bueno meterse algo así en la boca después de tantos meses. Cómo echo de menos España!
Me despido de Stella, mi querida compi de viajes por Australia, pero a lo mejor quedamos en volver a vernos pasado mañana en Sydney, aunque no sé si voy a poder llegar a Sydney tan pronto.
Uno de los placeres más enormes que existen es el desayunar y volver a la cama. Después de tomarme unos buenos huevos fritos con chorizo y echarme una cabezada hasta las 11.00 me considero en armonía con el Cosmos.
Me voy a la farmacia y me compro algún remedio natural para reconciliar el sueño. Me doy un paseo por la playa. Las playa principal de Byron (Main Beach) es no es muy grande, pero enseguida llegas a la Belongil Beach, que es muy larga y bonita. Byron Bay es una ciudad donde pasa mucha gente una semana o más. A la gente le gusta mucho el ambiente tranquilo y alternativo de esta ciudad de siete mil habitantes. El ambiente es bastante hippie y se ve a muchos haciendo yoga en la playa mientras otros surfean por las olas. Los hippies y surferos llegaron aquí en 1963 y desde entonces han convertido esta pequeña ciudad en la meca de mucha gente alternativa.
La verdad es que a mí no me impresiona demasiado. Sólo tiene tres calles y además estoy un poco cansado de ver ciudades costeras de Australia. A mi gusto lo único que merece la playa son sus playas y la colina donde se encuentra el faro.
Después del paseo me vuelvo al Aquarius, me doy un chapuzón en la piscina y dedico la tarde a leer y a escribir. Este Hostel ofrece cenas por 5AUD y están bastante bien. Ceno con una cerveza y me voy a la cama a seguir reconciliándome con el cosmos. Me tomo un par de pastillas para dormir.
Me levanto a las 08.00 y me encuentro de maravilla. He dormido 11 horas y estoy feliz.
Desayuno y me doy un paseo por la playa en dirección al faro. Se tarda una hora en llegar y es un paseo bien bonito. Antes de llegar al faro, estás en el punto más al Este de Australia.
Estando en el faro veo a un par de ala deltas despegando desde el monte y me entra cosquilleo en el estómago. Siempre he querido montar en ala delta y me acerco a la plataforma de salto para curiosear. Ahí está un hombre de unos cincuenta años que me invita a saltar. Le digo que no tengo dinero pero él me dice que no es problema y que después del salto podemos pasar por mi hotel para pagarle. Además me dice que, si quiero, puedo saltar dentro de veinte minutos.
Para nada tenía pensado hacer una cosa así esta mañana, pero qué cojones! He aprendido la lección de Macau y no quiero sentirme mal por haber dejado pasar una oportunidad tan única. En Macau no me animé a saltar desde la Macau Tower para hacer el puenting más alto del mundo (272 metros) poniendo como excusa lo caro que era. Después me he arrepentido mucho y he decidido que tengo que aprovechar las oportunidades cuando se presentan.
Así las cosas a los veinte minutos estoy planeando a doscientos metros de altura, viendo la hermosa costa de Byron Bay, con su faro, viendo a delfines nadando en el mar y la impresionante playa Talow Beach. Planeo durante treinta minutos y ha sido una experiencia maravillosa que nunca olvidaré. Me ha encantado hacerlo y no haber dejado escapar la oportunidad. Creo que es una buena lección que se aplica a muchos aspectos de la vida. Hay veces que uno si se sale de la zona de confort y se anima en hacer cosas diferentes, sólo cosas buenas pueden ocurrir. Los 140AUD que pago por el salto los considero muy bien invertidos. Para ver video: http://www.youtube.com/watch?v=cSXrwoOzqBM
De vuelta en el hostel pago al hombre y me voy a dar una vuelta. Me compro un par de pantalones cortos, y me voy al bar donde me encuentro con un compi de habitación, un americano de Texas que vive en Buenos Aires y que está viajando por Australia. Viene de Nueva Zelanda y, como mucha otra gente, me dice que Nueva Zelanda merece mucho más la pena que Australia. Él está un poco decepcionado con Australia y le animo a que pase por Asia antes de lo que tenía previsto. Le doy mucha información sobre Japón, su próximo destino y él de da muchos datos útiles sobre Nueva Zelanda y Sudamérica, continente por el que ha viajado muchísimo los últimos años. No tengo pensado ir a Sudamérica en este viaje pero las cosas que me cuenta me pican la curiosidad. Una de las cosas más buenas de viajar es encontrarte con otros viajeros y compartir experiencia y darse consejos sobre destinos. Creo que tanto él como yo hemos sacado muchísimo de nuestro encuentro en el bar y desde aquí le deseo todo lo mejor en sus viajes y le mando un fuerte abrazo.
Es resto de la tarde la dedico a pasear por las tres calles de Byron sin llegar a entender cómo esta ciudad es tan maravillosa para tanta gente.
Al llegar al hostel ceno y me voy a la cama donde veo una peli y me duermo a las 00.30.
Me levanto a las 07.00 y me voy a correr por las playas de Byron Bay. Los 75 minutos que me tiro corriendo son estupendos. A pesar de ser tan pronto hay mucha gente que madruga para hacer surf y el ambiente es estupendo.
Desayuno y me tomo por última vez mi pastilla diaria contra la malaria. He estado tomando la cochina pastilla todos los días desde hace siete meses y medio y no podría estar más contento. Tomar una pastilla así a diario durante 234 días no puede ser nada bueno. Lo único bueno que saco es que me ha hecho habituarme a desayunar ya que antes de tomar la pastilla es bueno tener algo en el estómago.
Hoy es un día sin mucho que contar. Dedico las horas a leer, a escribir y a esperar al autobús a mi próximo destino.
Byron no me ha maravillado tanto como a otra gente, pero tampoco me ha desagradado. Creo que es bueno para un par de días, pero sigo sin comprender como la gente pasa aquí una semana o más.
A las 20.55 sale mi autobús en dirección a Doyalson en las orillas del Lago Macquerie. Justo antes de salir del Hostel me encuentro con un chico de Barcelona muy majete. Tanto él como yo estamos encantados con ver a un compatriota tan lejos de casa, pero es una pena que sólo puedo hablar con él cinco minutos ya que me tengo que marchar. Por qué no le habré conocido dos días antes?! Pero bueno, en Doyalson, por fin, me encontraré con españoles…
A las 08.30 el autobús me deja en la estación de Doyalson, donde Gloria y Juan me están esperando.
Hoy es un día que llevaba esperando desde hace tiempo. Mis amigos Barbara y Stan, los dos australianos con los que hice mi visita a Sa Pa en Vietnam, son muy amigos de Gloria y Juan, dos castellonenses que llevan 38 años viviendo en Australia. Por un lado tengo ganas de ver a españoles y por otro quiero conocer cómo ha sido la experiencia de alguien que hace casi 40 años dejó su país para vivir en el otro lado del mundo.
Lo primero que me encanta de ellos es su sentido del humor y su carácter inequívocamente español. Los dos se mueren por hablar y se cortan el uno al otro. Ellos también tenían ganas de conocerme y la verdad es que me siento de maravilla con ellos.
Juan tiene 76 años y Gloria diez menos. Por razones políticas y porque les hacían la vida imposible en España decidieron dejar el país. Tenían varios países candidatos, como por ejemplo Canadá, que descartaron por ser demasiado frío.
Al final se decidieron por Australia, que hace 38 años se moría por tener mano de obra cualificada. Llegaron a Sydney sin hablar ni una sola palabra de inglés y a las 24 horas Juan ya tenía trabajo. A los pocos meses ya tenían comprada una casa que adquirieron gracias a una hipoteca. Australia les dio las oportunidades que España les estaba negando y fue fácil para ellos asentarse en un país que les recibió tan bien. Con los años nació su hija, quien les ha dado tres nietos.
Se consideran españoles y las buenas tradiciones como hacer paella de vez en cuando y echarse la siesta no las han perdido, pero indudablemente han adquirido valores y costumbres australianas. Ellos se consideran españoles y australianos, ninguna nacionalidad por encima de la otra. En su pueblo de Castellón no lo comprenden pero ellos insisten en que han pasado más tiempo en Australia que en España y que en Australia les han dado muchísimas facilidades y desde el primer momento se sintieron queridos y apreciados.
Me encanta escuchar todas las cosas que me cuentas, lo cual hacen con mucha gracia y sentido del humor. Tiene gracia, pero desde el primer momento me siento con ellos como en casa. Durante el viaje me encontrado con españoles pero esta vez es diferente. Ellos están en su casa y me han abierto sus puertas.
Después de un rato de conducción llegamos a La Alquería, su casa. Esta casa les llena de orgullo porque la construyeron con sus propias manos. Me enseñan casa detalle de la casa y me cuentan de dónde sacaron los materiales para hacer las puertas, las paredes o la escalera. Juan me enseña dos sitios importantes de la casa, el taller donde arregla cosas y el rincón donde hacen las paellas. Colgada en la pared hay una gran paella.
Tomamos el desayuno que consiste en un par de cafés y un maravilloso bizcocho hecho por Gloria.
La casa se encuentra en el pueblo Summerland Point Village, que se encuentra a unos 140km de Sydney que, según Juan, en distancias australianas es un paseo (Australia es catorce veces más grande que España). El pueblo se encuentra a orillas del lago Macquerie.
Después de desayunar y de haber visto las noticias de Televisión Española (una de las maneras que tienen de estar al tanto de lo que pasa en España) salimos en dirección al Fraser National Park. No quieren enseñarme cada secreto del parque, pero quieren que me haga una idea de cómo es la zona y su costa. Pasamos por playas desiertas, acantilados y antiguas minas de carbón.
Luego vamos al mirador de Swansea, de donde hay unas espectaculares vistas. Se ve cómo el Lago Macquerie se une al mar a través de un estrecho. Este lago es muy importante para mis nuevos amigos. Aquí construyeron Don Juan, el que fue su barco durante muchos años. Han navegado sus aguas muchísimas veces y con orgullo me cuentan algunas de sus aventuras. Aman el mar con pasión y a veces echan de menos tener el Don Juan a mano.
Después nos dirigimos a Katherine Hill Bay, un pueblo con mucha historia minera. Por lo visto la zona es riquísima en carbón pero ya no se extrae nada porque no es económicamente viable (de momento). El pueblo es bonito y muchas casas tienen colgadas de sus balcones pancartas pidiendo que se paralicen los proyectos de construcción de varios inmuebles. La gente de aquí está muy en contra, pero parece que la cosa sigue adelante. Es un pueblo de 150 años y la gente no quiere que se transforme ni se derribe ninguna construcción. Para Europa o Asia 150 años no son nada, pero en Australia hacen que un sitio adquiera interés histórico.
Comemos en el Catho Pub, uno de los pubs más antiguos del país, donde nos tomamos unas hamburguesas de pescado acompañadas de sendas cervezas.
Después de comer cogemos el coche y nos vamos al pueblo de Tuderah, en cuyo centro comercial trabaja Joanna, su nieta mayor. Quieren que la conozca porque a ella también le encanta viajar. Me presentan a Joanna y me llama mucho la atención su español totalmente perfecto, como si hubiera nacido y crecido en España. Para Juan y Gloria ha sido esencial el mantener el castellano y el valenciano en casa y han conseguido que la tercera generación no haya perdido nada el idioma. Me sorprende y me agrada mucho.
Después nos volvemos a casa y damos un paseo a ver al atardecer en el lago, el cual es sencillamente espectacular. Andando Gloria me coge del brazo con cariño, como si yo fuera de su familia y me encanta. Echaba mucho de menos la cariñosa que es la gente española.
Una vez de vuelta en La Alquería cenamos. Casi lloro cuando me entero que Gloria tiene preparadas unas lentejas. También tomamos un maravilloso pollo con ensalada y toda la cena la acompañamos con un par de botellas de Freixenet que pude encontrar en Byron Bay.
Le doy a Juan el ordenador que compré en Tailandia advirtiéndole que antes de usarlo tiene que conseguir un informático que le quite el virus y le instale un sistema operativo nuevo.
Gloria tiene una tarjeta especial con la que suele llamar a España y prácticamente me obliga a que llame a mi casa. Yo no quiero aprovechar pero ella insiste. Hablo con mi familia y les cuento que aquí hay otra familia que me está haciendo sentirme otra vez como en casa.
Después nos quedamos charlando un buen rato, riendo y contándonos aventuras. A eso de las 00.00 me voy a mi habitación con la sonrisa en la cara. Vuelvo a estar en una casa y es una sensación increíble. Ha sido un acierto pasar a conocer a Gloria y a Juan quienes me han tratado como un miembro más de su familia.
Nos levantamos a las 07.00 y hoy vamos a Sydney. Gloria y Juan han querido acompañarme, pasar el día conmigo y así enseñarme la mejor manera de entrar en Sydney, que es en barco.
Después de desayunar cogemos el coche y llegamos al pueblo de Wyong, que es de donde sale un tren en dirección a Parramatta. El trayecto del tren es precioso y pasa por la Bahía de Gosford y cruza en Río Hawkerbury. Toda esta zona que se encuentra en el Kurring-gay Chase National Park es maravillosa y sé que me hubiera perdido todo esto si hubiera cogido el autobús directamente a Sydney. No hay nada mejor que estar con alguien local para descubrir los tesoros de un sitio.
Para ir a Parramatta tenemos que hacer un cambio en Strathfield, pero cuando vamos a coger la conexión se anuncia que hay un problema en el sistema de señales de las líneas y todos los trenes se cancelan. Gloria y Juan me dicen que esto pasa muy a menudo y que el transporte público en Sydney es una vergüenza.
Así las cosas acabamos cogiendo un taxi que compartimos con otros viajeros y después de un rato llegamos a Parramatta.
Desde Parramatta cogemos un barco que me cuesta 7AUD y que sale gratis a mis amigos por ser jubilados. El trayecto en barco es impresionante. Empieza por ser muy normalito pero según pasan los minutos se va abriendo. Pasamos por delante de la Ciudad Olímpica y lo que es el río se empieza a convertir en la bahía de Sydney. Empezamos a ver casas de lujo cada una con su yate. Sydney tiene 4 millones de habitantes, un poco menos que Madrid, y en su jamás había visto tantas embarcaciones de recreo juntas como en su bahía. Parece como si todo el mundo en Sydney fuera millonario. Con razón me decían que hay que entrar en Sydney así.
Al final de este trayecto de 20km pasamos por debajo del mítico Harbour Bridge y con ello nos encontramos de frente con la maravillosa Opera de Sydney, un edificio conocido en el mundo entero. Justo al lado está Circular Quay, que es donde llegar los ferris.
Una vez en tierra firme nos tomamos un picnic que ha preparado Gloria justo en frente de la Opera. Al lado está el Cadman’s Cottage, un antiguo centro de detención construido en 1816 en lo que antes era una playa y que es el edificio más antiguo de la ciudad.
De ahí me enseñan parte de The Rocks, que está lleno de tiendecitas, de restaurantes monos y de galerías de arte.
Luego nos vamos a la estación central para que me instale en algún hostel. Me instalo en el Big Hostel, el cual me cuesta 29AUD por noche. Dejo las cosas en mi habitación y reemprendemos nuestro paseo por la ciudad. Cruzamos Chinatown y acabamos en el Darling Harbour, un puerto muy bonito que viene a ser el centro de recreo de la ciudad. Aquí invito a mis amigos a un helado, la única cosa que me han permitido pagar en estos dos días.
Después del helado acompaño a Gloria y Juan a las estación de tren y me despido de ellos con abrazos, triste por dejarles y orgulloso por conocerles. Me han hecho sentirme de maravilla estos días, me han enseñado montones de cosas y me han hecho sentirme otra vez como en casa.
Otra vez solo me dispongo a descubrir un poco mas de Sydney. Esta ciudad me ha enamorado por la entrada espectacular a través de su bahía. El centro es bonito y tiene un monorraíl suspendido en el aire muy interesante. Aquí también hay mucho tranvía, lo que le da a la ciudad un encanto especial. Todo es muy moderno y hay muchísima gente. Vuelvo al hostel dando un paseo y justo cuando estoy abriendo la puerta de mi habitación me topo con una cara muy familiar. Él también tarda unos segundos en reconocerme. De repente me viene a la cabeza: es Steve! Qué casualidad! Steve es un inglés que trabajaba también en Goldman y que dimitió más o menos a la vez que yo. Es un tío de lo más majete y agradable. Él hizo un breve viaje por el Sudeste Asiático para ir directamente a Australia. Al ser inglés tiene un visado de vacaciones y trabajo y su intención es vivir aquí una temporada. Habíamos quedado en llamarnos cuando yo pisara Sydney y por casualidades de la vida él está hospedado también en este hotel, en la habitación de al lado. Los dos nos contamos qué tal nos ha ido estos meses y estamos de acuerdo de que para nada echamos de menos el trabajo de Londres! Jajajaja Tanto él como yo hemos quedado esta noche así que acordamos llamarnos luego para ver si podemos tomarnos algo.
Me pego una ducha y me voy al hostel Wake Up, a diez minutos andando. Aquí he quedado con Janina y Betty, las dos alemanas con las que pasé dos días en Magnetic Island. Me lo pasé muy bien con ellas y tengo ganas de volver a verlas.
Me encuentro con ellas en recepción y los tres nos alegramos un montón. Nos damos un paseo hasta Darling Harbour donde hay muchos puestos de comida. Ellas me cuentan qué tal les ha ido por el Centro de Australia, sitio al que yo pienso ir la semana que viene. Son unas tías estupendas. Les digo que para mi vuelta a Europa tengo que hacer cambio en Frankfurt y me dicen que aproveche y me quede unos días allí, que ellas estarían encantadas de enseñarme la zona.
Después de cenar buscamos un bar para tomarnos una copa, pero tenemos un problema común de casi todos los mochileros: no llevamos ropa para salir de noche y aquí en Sydney, como en todas las ciudades grandes, no te dejan entrar en los bares con zapatillas. Pero estos meses la forma que tengo de ver las cosas ha cambiado y si no quieren que entre porque llevo zapatillas pues que les den por el culo. Bastantes cosas he visto en el mundo como para tener que cambiar por en entrar en una discoteca de mierda. Al final encontramos un bar donde nos dejan entrar. Las bebidas son muy caras pero es Sydney y es zona pija. Hacía mucho tiempo que no volvía a entrar en una discoteca de ambiente occidental y he de decir que no lo echaba de menos para nada. No me gusta ver a la gente ‘guay’, haciendo de ‘guay’ y las discotecas del primer mundo lamentablemente están llenas de gente guay. Por lo menos estoy con mis amigas Janina y Betti y juntos nos echamos unas risas. Lo bueno es que el bar cierra hasta más tarde y nos quedamos hasta las 03.30. Dando un paseo acompaño a mis amigas a su hostel y luego me dirijo al mío.
A las 04.15 estoy en la cama.
Me levanto a las 10.00 y me cambio al hostel Wake Up!, donde se hospedan mis amigas. Cuesta 36AUD por noche y está bastante bien porque es moderno.
Me tumbo en la cama unas horas y me despierto a las 14.00, hora en la que quedo con Janina y Betti. Hoy vamos a hacer una excursión a Manly Beach, una de las dos playas más conocidas de los alrededores de Sydney.
Pillamos un ferri desde Circular Quay el cual nos cuesta 12.80AUD (ida y vuelta). Con nosotros está Roger un colombiano que lleva viviendo muchísimos años en los Estados Unidos, tantos que tiene la nacionalidad norteamericana. Desde hace mucho tiempo que no pasa por su país de origen, pero me dice que es un país maravillosos y que si voy a Panamá debería darle una oportunidad. Me dice un par de sitios a los que podría ir y la verdad es que llama un poco la atención. Roger lleva dos años viviendo el Iraq. Trabaja en la base norteamericana y me cuenta cómo es la vida en Iraq. Él es civil y no se mezcla mucho con los militares. Por el plus de peligrosidad los trabajos de Iraq se pagan muy, pero que muy bien, y después de una temporada con lo ahorrado quiere dedicarse a viajar por el mundo.
Después de un rato llegamos a Manly. Hoy es domingo y la playa está totalmente abarrotada. La verdad es que no me llama mucho la atención. Además hay mucha corriente y sólo te dejan bañarte en una parte muy delimitada del agua, la cual está fría de cojones. No acabo de entender cuál es el atractivo de esta playa, pero supongo que es una playa para los de Sydney. Habiendo estado en bastantes playas en este viaje Manly no me apasiona.
Después de un par de horas cogemos el ferri de vuelta. Está empezando a irse la luz y quiero ver el atardecer desde la torre de Sydney. Me voy con Betti porque Janina tiene miedo a las alturas.
Mientras presenciamos el atardecer desde lo alto de la torre, Betti me da el equivalente a Molamos que no veas en húngaro: ‘Mi vagyunk a vilag legbolondabb csoportja’, algo así como ‘somos los más colgados del planeta’.
Estamos de vuelta en el hostel a las 19.00 y quedamos con Janina para cenar. Los tres nos tomamos sendos platos de pasta en el restaurante del YHA central. Nos quedamos un rato charlando. Ellas se van mañana por la mañana y harán escala en Seúl. Les recomiendo un par de sitios que pueden visitar allí y quedamos en vernos cuando pase por Frankfurt en la etapa final de mi viaje.
A las 00.00 me despido de mis amigas y me voy a la cama. Me encantó compartir con ella los dos días de Magnetic Island y me ha alegrado volver a coincidir con ellas en Sydney. Desde aquí os deseo todo lo mejor y espero a volver a veros pronto!
Me levanto a las 08.00, desayuno y salgo a la calle. Me doy un buen paseo por Chinatown y el distrito financiero, donde se rodaron varias secuencias de la película The Matrix.
Después me voy a Circular Quay y me meto en The Rocks, primer asentamiento de la ciudad. En el pasado era centro de delincuencia, prostitución y enfermedades y ahora se ha reconvertido en un sitio bastante ‘chic’ con muchas tiendas, restaurantes y gallerías de arte. De ahí me voy al Harbour Bridge. Este puente construido en 1932 es muy conocido y es uno de los símbolos de la ciudad. Desde aquí las vistas de la bahía y de la Opera de Sydney son fantásticas. En este puente puedes pagar por ponerte un arnés y subir por el arco durante dos horas. Antes de llegar aquí lo contemplaba como una opción pero una vez en el puente tampoco parece como para justificar el precio.
Cruzo el puente en ambos sentidos y desde allí me voy a la Opera de Sydney rodeando el Circular Quay.
La Opera de Sydney es uno de los edificios más famosos y carismáticos de todo el mundo y domina la entrada a la ciudad. He decir que es muy impresionante pero desde cerca a uno no le cautiva tanto.
Desde ahí me voy al edificio de la Bolsa, la Australian Stock Exchange. Aquí no hay mucho que ver, la verdad. Simplemente es un hall grande con unos pantalones donde todo el mundo puede entrar y ver las cotizaciones de los valores australianos. Me he acostumbrado a ver los edificios de las bolsas de las diferentes ciudades a las que voy y en Sydney tenía que hacerlo. Pero para nada es especial y no tiene un museo donde puedas aprender un poco más sobre la historia del sistema financiero de este país.
Desde ahí me voy dando un paseo hacia el hotel, donde me veo una peli tumbado en la cama hasta las 17.00. Me voy a internet un par de horas para arreglar mis próximos viajes por el Pacífico. Acabo de conseguir unos billetes Nueva Zelanda-Fiji-Tonga-Samoa-Nueva Zelanda a muy buen precio.
Ceno un kebab y me voy a la habitación a escuchar un CD que me he comprado de música aborigen con didgederidoo, ese instrumento aborigen que es como una especie de cuerno largo de madera por el que uno sopla y salen sonidos impresionantes. Para mi decepción el disco es una chapucería mezclada con techno del malo. Por lo menos sólo me ha costado 5AUD.
A las 23.00 estoy en la cama.
Me levanto a las 05.00 y me doy un paseo hasta el Fish Market, la lonja de Sydney. Esta lonja es la más grande del mundo después de Tokio. Me tiro un buen rato viendo el sistema de subastas. Más de doscientos comerciantes ponen precios a las mercancías que van apareciendo. Me parece muy interesante y se ve muchísimo movimiento. Me extraña no ver a ningún otro curioso como yo. Quizás sea porque hoy no se hace el tour organizado que te lleva por todos los rincones. Si lo llego a saber hubiera ido en un día diferente, porque aunque está muy bien verlo por tu cuenta, no puedes preguntar nada a nadie. Todo el mundo está muy ocupado y da la sensación de que estorbas. En un tour puedes preguntar lo que quieras. Pero con tour o sin tour lo recomiendo al 100%, sobre todo si al acabar la visita te tomas una docena de ostras para desayunar.
Me vuelvo al hotel dando un paseo y al llegar me encuentro con otro español. Miguel Ángel es de Barcelona y, como yo, estaba un poco cansado de la vida que llevaba y decidió dimitir de su trabajo para viajar. Su intención es pasar seis meses viajando por Australia. Acaba de llegar hoy mismo desde Barcelona y no le dan habitación hasta esta tarde, así que le propongo dar una vuelta y hacer un poco de turismo.
Juntos cruzamos el centro de la ciudad y nos vamos a la Opera de Sydney. De ahí nos metemos en el parque botánico, el cual está justo al lado. Es parque está muy bien pero llueve un poco.
De ahí nos vamos a Martin Place una calle peatonal con los grandes centros comerciales, tiendas y bancos. Nos metemos en el antiguo edificio del Registro el cual se ha convertido es un espacio con restaurantes de lujo y un hotel de alto estánding. Es espacio es cojonudo, la verdad.
Después nos volvemos al hotel, donde me tiro una hora en su agencia de viajes. La empleada es súper simpática y me ayuda en reservar los autobuses para mis próximos destinos. Como es tan encantadora y eficiente decido contratar mi viaje a Alice Springs con ella. La tía me ayuda a contratar los vuelos que necesito. Estoy muy contento, en una hora he conseguido planear mi viaje de cinco días a Alice Springs, mi excursión de mañana a las Blue Mountains (60AUD) y además tengo los autobuses para Canberra y Melbourne! Hay veces que en una hora intensa te ahorras un día de gestiones y la verdad que ha sido gracias a una empleada tan eficaz y colaboradora.
A las 14.30 Miguel Ángel y yo nos vamos a comer al YHA. Hoy ha empeorado el tiempo bastante. Decidimos dar un paseo en dirección a Bondi Beach, la playa más conocida de la ciudad. Después de más de una hora andando, charlando sobre la situación política y estar de acuerdo en lo sinvergüenzas que son todos los políticos, preguntamos a alguien cuánto queda para la playa. Nos dicen que por lo menos otra hora más, así que decidimos coger un autobús lo que nos queda.
Una vez en Bondi nos llevamos una gran decepción. Hace un día muy frío y gris. Supongo que eso no ayuda nada pero la verdad es que no entiendo cómo esta playa es tan famosa. No es que sea fea, pero playas así hay miles. De hecho con la lluvia y las casitas bajas recuerda a una ciudad de costa de Cantabria, Asturias o el País Vaco. Además son las cuatro de la tarde y está todo cerrado. No encontramos un sitio ni para tomarnos algo tranquilos. Lo único que encontramos es una cafetería (que ya no vende café) y que no tiene mesas y sillas para sentarse. Decidimos volvernos cuanto antes al centro. Pillamos un bus y a las 17.00 estamos de vuelta en el hostel.
Me meto en un cibercafé donde estoy cuatro horas preparando mis próximos viajes.
Ceno un kebab y estoy en la cama a las 00.30.
Esta noche me ha pasado algo increíble y no sé por dónde empezar. La habitación dormitorio la comparto con cinco personas más, entre ellas una pareja de irlandesa que acaba de empezar un viaje de un año por Australia. Él duerme en mi litera de arriba. Ayer fue su primera noche y salieron a celebrarlo. Hasta aquí todo bien.
Pues bueno, han llegado totalmente borrachos a las 03.00 de la mañana, A las 04.00 me he despertado con la cintura totalmente mojada. He tardado cinco largos minutos en descartar razones hasta que me he dado cuenta que el cabrón del irlandés estaba tan borracho que se ha meado encima y por tanto me ha mojado entero a mí que estoy debajo.
Ayer conocí a esta pareja cuando estaba sobria y me parecieron encantadores. Al despertarle y preguntarle se le ha visto tan apurado y avergonzado que me he sorprendido a mí mismo no enfadándome demasiado.
En recepción me han dado otra habitación para las próximas dos horas y al irlandés le han multado con 100AUD y le van a echar del hostel mañana. El irlandés me ofrece 50AUD los cuales al principio rehúso aceptar. El recepcionista me dice que los coja porque voy a tener que lavar la ropa. Así las cosas, las dos horas siguientes las paso duchándome, esperando a la lavadora y luego a la secadora.
Jamás me había pasado nada así y espero que no me vuelva a pasar. Mientras me duchaba me he empezado a reír. Supongo que si algo así te pasa, es inútil ponerse agresivo y por lo menos verlo con humor. Además he sacado aprendido una lección importante: jamás compartir una litera con un irlandés y si lo haces duerme arriba! Le he mandado un mensaje a mi padre contando lo que me ha pasado y su respuesta ha sido: ‘Mierda para los actores. Pis para los viajeros?’ jajaja Cómo le echo de menos!
A las 07.15 me recoge una furgoneta de la empresa Happy Coach en el YHA. Hoy voy a hacer una excursión de un día por las Blue Mountains, a 65km de Sydney. Es un sitio que me apetece un montón y espero que el tiempo mejore un poco porque ahora está lloviendo.
El guía es Jimmy, quien probablemente es la persona más colgada y guía más divertido con quien me he encontrado jamás. Es un tío con un sentido del humor surrealista que hace que los diez que estamos en la furgoneta nos partamos el ojete todo el día.
El Blue Mountains National Park está a cierta altitud y aquí hace más frío que en la ciudad. El nombre de estás montañas se debe al color azulado de los gases que se evaporan de los árboles de eucalipto. Lo primero que hacemos es ir a ver a canguros salvajes en el Euroka Clearing. Juntos tenemos a otro grupo con un una especie de galán como guía a quien Jimmy empieza a imitar. Aquí es impresionante cerrar los ojos y escuchar el sonido de las cacatúas, loros y otras aves de la zona.
De ahí nos vamos a ver el impresionante cañón del valle Jamison desde el Kings Tableland Lookout (‘The Rock’), un acantilado de 350 metros de altura. Se supone que desde aquí a uno se le cae la mandíbula hasta el suelo, pero con la niebla no vemos absolutamente nada. Una verdadera pena. Pero bueno, aprendí en Bután una gran lección, y es que la naturaleza no está para esperarnos a nosotros sino que es más bien al revés y que es mejor no frustrarse o enfadarse por cosas sobre las que uno no tiene control. Lo único que puedo hacer es aprovechar lo que hay y ya está. Además Jimmy nos está haciendo pasar un día cojonudo igualmente.
Desde ahí nos vamos a ver las cascadas Wentworth Falls, pero no se ve nada. Después nos damos un paseo por la ladera de uno de los precipicios antes de irnos al Echo Point a comer unos deliciosos pasteles de carne. Desde aquí se supone que se pueden ver las rocas Three Sisters, pero la niebla lo imposibilita. Una verdadera pena el mal tiempo que ha hecho hoy.
Un grupo de nosotros nos vamos al pueblo Katoomba y nos tomamos un par de cervezas en uno de sus pubs. Visito el Hotel The Carrington que es un edificio histórico del siglo XIX. Era un hotel de primera que ha perdido un poco el encanto pero que mantiene el ambiente distinguido. Este hotel fue visitado por mucha gente adinerada y el crecimiento de Katoomba está estrechamente vinculado a este hotel. En 1985 fue declarado patrimonio cultural de Australia.
Después nos volvemos a Sydney haciendo una parada en la ciudad olímpica. Por lo visto muchas de las instalaciones no se están utilizando tanto como se proyectó en un principio.
Estamos de vuelta en el YHA a las 17.30, donde me instalo.
A las 19.00 quedo con Miguel Ángel y nos vamos a comer al food hall del Darling Harbour donde me tomo una sopa de fideos con ganso en un puesto chino. Después nos damos un paseo y al pasar por un pub, veo la inconfundible cara de Jimmy tomando una pinta de cerveza! Nos metemos en el bar, el cual está abarrotado por australianos y japoneses cuyas selecciones de fútbol están jugando. El ambiente es gracioso pero el partido un coñazo. Charlo un rato con Jimmy quien a pesar de la pinta de colgado que tiene habla japonés y vive en Japón varios meses al año.
Al acabar el partido nos volvemos al YHA y me despido de Miguel Ángel. Me ha agradado mucho charlar con él y le deseo todo lo mejor en su viaje enorme por Australia.
Estoy en la cama a las 00.00.
Me levanto a las 07.00 y a las 08.00 pillo mi bus en dirección a Canberra, capital de Australia y ciudad a la que llego a las 11.45.
Canberra es una ciudad de 325.000 habitantes (la mayoría funcionarios con sus familias) construida en 1901 con precisión geométrica. Como Chandigarth en India o Brasilia en Brasil, Canberra es una ciudad creada de la nada. Se decidió poner la capital entre las dos ciudades principales y rivales del país, Sydney y Melbourne. Se encargó el proyecto al arquitecto norteamericano Walter Burley Griffin y se puso en nombre de Canberra que se deriva de una palabra aborigen que quiere decir ‘punto de encuentro’. La ciudad no es conocida por su belleza o interés y por eso no tiene muchos visitantes. La verdad es que tenía ganas de conocer una ciudad así de artificial y pasaré aquí todo el día en espera al autobús nocturno de esta noche hacia Melbourne.
Lo primero que hago es irme al YHA donde dejo mi macuto en una consigna electrónica por 6AUD. Después me lanzo a descubrir la ciudad. Lo primero que me llama la atención es que, a pesar de no tener a mucha gente viviendo aquí, las distancias son bastante grandes. Me como dos maravillosos pasteles de pollo y me voy en dirección al Parlamento. En el paseo cruzo el lago Burley Griffin y paso por delante de varias embajadas. Me sorprende la de Papúa Nueva Guinea, cuyo edificio imita las cabañas típicas del país que tanto vi cuando estuve allí.
El edificio del Parlamento está en el Capital Hill, una montaña artificial hueca por dentro. Aquí me meto en una visita guiada en la que nos enseñan los aspectos arquitectónicos del edificio. Me aburro y me pongo a fisgar por el edificio. Veo una exposición de fotos muy interesante sobre el discurso que aquí se pronunció hace un año pidiendo perdón y reconciliación a la comunidad aborigen. También me subo al balcón desde donde se puede ver perfectamente la red de avenidas anchas de la ciudad.
Hoy se celebra sesión parlamentaria y me meto en el hemiciclo. Tengo la enorme suerte de que hoy el Primer Ministro Kevin Rudd y el jefe de la oposición van a hablar de los terribles incendios que están devastando el Estado de Victoria. El Primer Ministro habla de las ayudas que están recibiendo de países vecinos como Indonesia, Nueva Zelanda o Papúa Nueva Guinea y nombra a algunos ciudadanos que han destacado por actos de heroicidad durante los rescates. También habla del paquete de ayudas que quiere que se apruebe aquí. El debate es de lo más interesante y me quedo dos horas escuchando. No me puedo creer la suerte que he tenido de haber ido al Parlamento hoy mismo.
De ahí me voy al Old Parlament House (2AUD), edificio que fue el Parlamento de 1927 a 1988. El edificio ahora se está utilizando como museo para promover la democracia y la verdad es que es muy interesante. Justo delante de la puerta está la Aboriginal Tent Embassy, un grupo de tiendas de campaña que se levantó en 1972 en respuesta a la negativa del gobierno de reconocer la propiedad de tierras a los aborígenes.
De ahí me voy a la National Gallery of Australia, la cual contiene mucho arte internacional y aborigen. Luego me paso a ver el edificio de la Biblioteca Nacional, pero no es nada especial.
Dando un paseo vuelvo al centro considerando que ya tengo una idea de cómo es la ciudad. Creo que es una ciudad que merece eso, una visita de un día. Si me llego a quedar una noche no sé qué hubiera hecho.
El resto de la tarde la paso en el internet del YHA y a las 00.00 cojo el autobús nocturno a mi próximo destino, la ciudad de Melbourne.
Hacia las 07.15 llega el bus a Melbourne, capital del Estado de Victoria. He dormido de maravilla para haber estado en un autobús. Lo primero que hago es irme a la oficina de turismo de la estación donde me hago con un mapa de la ciudad. Me voy andando por el centro y en Elisabeth Street encuentro el hostel Finders Station Backpackers. No es muy allá, la verdad, pero no quiero estar dando vueltas por Melbourne con el mochilón así que pago 28AUD por una noche.
Comparto mi habitación con un italiano de unos cincuenta y tantos años, mentiroso como pocos. Me dice que conoce personalmente a Silvio Berlusconi y que una vez charló con George Bush. Dice que odia a los musulmanes. Todos estos detalles me los da en los tres primeros minutos en los que hablamos y me empieza a dar mal rollo dejar cosas de valor con un tío así en la habitación. Por suerte hay armarios donde puedes poner el candado. Me cabe el consuelo que estaré aquí sólo una noche.
En hostel incluye desayuno así que me paso por la cocina y me hago un par de tostadas que me tomo con un café. Me ducho y salgo a la calle.
En mi primer paseo Melbourne me agrada mucho. Es una ciudad con mucho encanto y que por alguna razón me recuerda muchísimo a Madrid. Los edificios son señoriales y la gente viste elegantemente. Se nota un ambiente más europeo que en Sydney. Melbourne tiene tranvías desde finales del siglo XIX (algunos, como el City Circle Tram, son gratuitos). De hecho esta ciudad tiene la mayor red de tranvías de todo el mundo (249km de vías, 27 rutas y 500 tranvías).
Después de darme un paseo me meto en la City Library, que tiene internet gratis, y me quedo allí tres horas preparando mi viaje.
Después sigo con mi paseo por el río.
A las 18.00 estoy de vuelta en el hostel, donde me cambio y me voy a correr.
Corro 80 minutos por las orillas del río Yarra y me encanta. Hay muchísima gente haciendo ejercicio, corriendo en bicicleta y remando en el agua. Con la posible excepción de Seúl creo que no he visto una ciudad con tanta gente haciendo ejercicio. Además está atardeciendo y correr con esa luz es estupendo.
Al volver al hostel me pego una ducha, ceno algo y me pongo a leer en el salón ya que no quiero que mi compi de habitación me interrumpa.
A las 22.00 me meto en la cama y de duermo al minuto.
Me levanto a las 06.00, desayuno y me voy a la estación de tren de donde sale el bus al aeropuerto (26AUD ida y vuelta, 20 minutos).
Hoy vuelo a Alice Springs en pleno centro del país. Alice Springs es la Australia que esperaba ver, con su desierto, sus canguros, sus enormes piedras y sofocante calor. He tenido demasiada sesión de costa y playa y tengo ganas de ver la Australia ‘roja’.
El avión despega a las 09.00 y aterrizamos en Alice Springs a las 10.30, hora local (una hora y media menos que en Melbourne). Alice Springs fue construida en el siglo XIX, está en el puro centro del país y ha sido una ciudad importantísima por haber servido como base para abrir rutas por el desierto.
Lo primero que noto es el calor que hace y la cantidad de moscas dando por culo.
Llego al hostel Haven, donde me instalo (20AUD por noche). Los empleados son bien majos y el precio de lo mejor que he visto por Australia.
Como algo de pasta, me echo una siesta y leo un rato en la cama. La habitación la comparto con otros siete y todos parecen majetes.
Después salgo a correr por Alice Springs. Estoy 90 minutos y hace un calor de pelotas. Llego hasta el Old Telegraph Reserve Park y subo el montículo ANZAC desde donde veo el atardecer.
Directamente me voy al supermercado y me compro unos buenos filetes y unos tomates y aguacates para la cena de hoy.
De vuelta en el hostel me ducho y me preparo una cena de campeón que me tomo acompañado de Mike y de Helena. Son unos ingleses muy majos que están dando la vuelta al mundo. Hablamos de nuestros viajes pero nunca olvidaré la conversación de tres horas tunemos sobre asesinatos, secuestros y crímenes famosos.
A las 23.00 me voy a la cama donde no tardo en dormirme.
Me levanto a las 05.15 y a las 06.10 me recoge la furgoneta de la excursión de los próximos tres días. Voy a visitar varios sitios dentro de la región central del país, tierra vinculada a los aborígenes desde hace más de veinte mil años. Vamos a ver sitios de mucha importancia para los aborígenes pero aquí las distancias no son broma y vamos a recorrer unos 1500 kilómetros en tres días.
Hemos salido pronto para poder llegar a Yulara a una hora razonable. Recorremos los 400km que nos separan, dejamos nuestras cosas en un camping y comemos.
Luego nos vamos a Uluru-Kata Tjuta National Park, patrimonio de la UNESCO desde 1987. Lo primero que visitamos en The Valley of The Winds, que es un valle donde se encuentran las 36 rocas de Kata Tjuta (en la lengua local quiere decir ‘muchas cabezas’). La ruta por aquí es muy bonita y tiene un poco más de siete kilómetros, los cuales recorremos en casi cuatro horas. Tenía muchas ganas de ver esta Australia desértica, que es lo que tenía en mente antes de llegar a este país. Esta tierra tiene muchos años y a uno le cuesta imaginarse que hace millones de años llegó a tener la altura de los Himalayas.
Lo único malo es que hay muchas moscas. El guía me explica que las moscas antes estaban por todo el país y que se consiguió meter una especie de escarabajo que acabó con las moscas en la costa, pero aquí hace demasiado calor para que el escarabajo sobreviva.
De ahí nos vamos el atardecer en la roca Uluru. Uluru es el nombre aborigen de Ayer’s Rock, la enorme roca de color rojizo que quizás sea el sitio más fotografiado del país. Uluru mide 348 metros de altura y tiene un diámetro de 10km. Es la roca más grande del mundo y según los geólogos lo que se ve es sólo la punta de una enorme masa de roca enterrada en la tierra. Uluru tiene un enorme significado religioso para los Anargu (tribu aborigen de aquí y proprietaria de estas tierras). Para ellos esta roca fue creada por sus ancestros (‘Tjukuritja’).
Ver el atardecer aquí es impresionante. El reflejo de la luz sobre la roca va cambiando cada minuto y con ello el color de la roca se va transformando. Es verdad que a uno le parece estar en un sitio mágico, pero los miles de personas haciendo fotos le quitan un poco de espiritualidad al asunto. Ha sido un atardecer precioso y mañana iremos a un sitio diferente para ver el amanecer.
Después nos volvemos al camping donde cenamos y nos tomamos unas cuantas cervezas. En el grupo somos unos quince y me llevo especialmente con Viny, un veterinario de Sao Paulo y Violet, una dicharachera y alegre Taiwanesa.
A las 23.30 estamos todos metidos en nuestros sacos. Me ha gustado mucho el día. Hace una noche tan estrellada que nunca la olvidaré. Me hace pensar en lo especial que es este sitio y de lo afortunado que soy por estar aquí. El único ‘pero’: echo de menos a mi familia.
Hoy nos levantamos a las 04.15, desayunamos y rápidamente nos ponemos en marcha para ir a un mirador desde donde vamos a presenciar el amanecer en Uluru. Como lo de ayer, es increíble cómo la roca va cambiando de color. Pero, también como ayer, somos muchos haciendo fotos.
Después nos damos la vuelta a la roca, para lo cual dedicamos más de tres horas (10km). Uluru es de una importancia sagrada para los aborígenes y en muchas partes de la roca está prohibido hacer fotos. En la roca hay dibujados diagramas religiosos los cuales nuestro guía explica. Da la impresión que se lo ha aprendido hace poco y que no tiene mucha idea de lo que habla. Aquí la mitología se transmite de generación en generación a través de la Tjukurpa, tradición oral. La Tjukurpa funciona como ley y explica la existencia de las cosas, guía con sus valores la vida diaria, rige las relaciones entre los individuos, la tierra y los animales y da respuesta a las grandes preguntas. Los aborígenes son muy reservados con su religión y para saber hay que hacer méritos y supongo que por esa razón nuestro guía no parece saber demasiado.
La verdad es que el sitio es maravilloso, pero recorrer los 10km dando la vuelta (siempre en sentido de las manecillas del reloj) se hace un poco pesado ya que el paisaje no cambia casi nada.
Uluru se puede escalar sólo unos 50 días al año. Los dueños son los aborígenes y no quieren que se escale, pero parece que han tenido que ceder y que tienen un acuerdo con las autoridades para dejar que los visitantes suban hasta arriba. Así las cosas, si uno tiene suerte, puede que Uluru esté abierto para la escalada, pero los aborígenes no están nada contentos con ello y quieren convencer a la gente que no suba aunque tenga la opción. Se ven carteles pidiendo que no subas argumentando que si te caes y mueres tu familia se va aponer muy triste. Son argumentos algo pueriles pero la verdad es que si los dueños no quieren que la gente suba no se debería subir.
Al acabar el paseo nos vamos al Cultural Centre (a 13km de Uluru) donde se exponen muchas cosas relacionadas con Uluru, las creencias aborígenes y puedes ver cómo un par de mujeres aborígenes pintan cuadros (cuadros que por supuesto puedes comprar).
De ahí conducimos hasta Watarrka National Park a 300km al Noreste de Uluru. Aquí se encuentra el impresionante King’s Canyon, el cual visitaremos mañana.
Acampamos, cenamos y nos tomamos unas cuantas cervezas para despedir el día. Me echo unas buenas risas con Violet. Ella es de Taiwán pero tiene un sentido del humor y un carácter que se sale de todos los moldes asiáticos.
A las 00.00 estamos todos dormidos en nuestros sacos debajo de una noche con millones de estrellas.
Nos levantamos a las 04.30, desayunamos y acabamos la conducción que nos deja en King’s Canyon. Este enorme cañón con su valle en medio es maravilloso. Aquí también está el oasis Garden of Eden. Este oasis es de lo más bonito que he visto jamás y la verdad es que da mucha pena que no nos quedemos más tiempo por aquí.
Luego andamos por los precipicios del King’s Canyon y su Lost City (una formación rocosa erosionada por el agua y el viento que recuerda a una ciudad azteca) para acabar la visita unas horas después.
Comemos todos juntos y consigo el equivalente de molamos que no veas en dos idiomas mas. El taiwanés dicen ’wen si chen sei gu sein cool a lin’ (algo así como ‘somos los más guay del planeta’). En el dialecto suizo alemán se dice ‘mir sind die besta lut uo da welt! Geili Sieche!’ (‘somos la mejor gente del planeta! gente guay!’).
Después de comer nos vamos a Alice Springs. Nos paramos antes a hacer una visita a una granja de camellos. El primer camello que pisó Australia era de Canarias. Con el tiempo Australia se especializó en criar estos animales y hoy en día hay más de un millón de ejemplares repartidos por las tierras de la zona central. Me llama mucho la atención que todos estos camellos se exportan y que sus mayores compradores son los países de Medio Oriente. Tiene gracia pensar que en Arabia Saudí o en Afganistán tiene camellos australianos! El tren que cruza en centro del país de Sur a Norte desde Adelaide a Darwin pasando por Alice Springs se llama ‘Ghan’. El nombre viene de ‘Af-GHAN-istán’ porque se utilizaba para transportar los camellos a la costa y desde la costa se mandaban en barco a Afganistán y otros países del Medio Oriente.
A las 17.00 estamos de vuelta en Alice Springs. Los tres días han sido cansados pero saco fuerzas para irme a correr 60 minutos hasta el Old Telegraph Reserve Park.
A las 20.00 quedamos todos a cenar. Ha sido un viaje estupendo y la gente se ha llevado de maravilla. Después de cenar nos vamos a un bar de copas donde consumimos cantidades indecentes de alcohol. Al cerrar el bar, el guía nos invita a su casa donde la cosa acaba en una improvisada fiesta en su piscina. La mayoría de la muyeres acaban bañándose en tanga, cosa que se agradece siempre.
A las 04.00 estamos de vuelta en el hotel.
Me levanto a las 08.15, desayuno tranquilamente y me voy al aeropuerto. El avión con destino a Melbourne sale a las 11.00 y llega a las 15.00 hora local (hora y media más que en Alice Springs).
He volado con Viny con quien lo he pasado muy buen en la excursión de los últimos tres días. Viny es veterinario y ahora trabaja para el gobierno brasileño inspeccionando granjas para temas de control de calidad y trato a los animales. Lleva unos meses viviendo en Australia para aprender inglés y está aprovechando para viajar mucho. Es un tío con un excepcional espíritu positivo que cada vez que algo le gusta dice ‘perfecto’. Todo le parece perfecto!
Viny vuela a Sydney esta noche y dispone de unas horas así que se pilla en bus conmigo al centro. No tengo hostel para esta noche y él me recomienda el All Nations que está a cinco minutos de la estación. Me instalo allí pagando 32AUD por noche.
De la misma Viny y yo nos vamos a la zona de muelles de Docklands. La zona me recuerda un poco a los alrededores de Canary Wharf de Londres. Se nota que ha sido una zona de puerto algo deprimida durante años y que ahora se ha transformado para albergar apartamentos de lujo con unas vistas a la ciudad privilegiadas y muchas tiendas. La zona está muy bien, pero todavía parece un poco nueva y le falta un poco de marcha y vida por la calle.
De ahí nos cogemos el City Circle Tram, un tranvía gratuito con ruta circular que da la vuelta al centro de la ciudad. Luego nos damos cruzamos todo el centro paseando y acabamos en la estación donde me despido de Viny con un fuerte abrazo. Me ha encantado conocerle y espero volver a coincidir con él en Nueva Zelanda.
De ahí me voy a un supermercado donde compro un entrecot y algo de verdura.
En el hostel ceno el filetón con una buena ensalada para luego meterme en internet un par de horas.
Al volver conozco a un compi de habitación. Adi es un indio que acaba de llegar a Melbourne y está buscando casa. Dentro de un mes empezará un máster en Ciencias Políticas. Es un tío muy interesante y es la primera persona que conozco que también ha estado en Bután. Charlamos un rato largo sobre Bután y luego me voy a duchar.
A la vuelta Adi ya no está pero acaba de llegar un hombre de unos cincuenta años. Se le ve que está en armonía con todo y tranquilamente se está echando un pitillo en la ventana. Aquí está prohibido fumar pero jamás interrumpiría a nadie que está viviendo un momento tan placentero. Me presento y me dice su nombre (del cual no me acuerdo). Él es australiano, de aquí, de Melbourne. Hoy es un día muy importante en su vida; esta tarde acaba de volver a Melbourne después de haber pasado treinta años fuera. Nunca había vuelto y me dice que muchas cosas han cambiado en la ciudad. Me dice que está preparado para quedarse en Melbourne hasta sus últimos días porque ya ha viajado suficiente. Leyendo su lenguaje corporal y su cara se nota que está muy emocionado por la vuelta. Me da la sensación que tiene mucho en qué pensar y le dejo en paz. Mientras se fuma un cigarro tras otro leo pero de vez en cuando le observo. Por alguna razón me siento con suerte por presenciar un momento tan especial en la vida de una persona. No me acuerdo de su nombre y la verdad es que no hablé mucho con él pero pude comprender muchas cosas simplemente observándole. Tiene que ser muy especial volver a casa después de 30 años y saber que no quieres volver a irte jamás.
Ver a este hombre me recuerda el poema Ithaka del poeta griego Cavafy. En el poema se cuenta la vuelta de Ulises a Ithaka y de cómo no hay que acelerar la vuelta a tu tierra natal. Viajar le da a Ulises la oportunidad de conocer sitios y tierras únicas y vuelve a Ithaka siendo un hombre más rico con muchas experiencias y vivencias. En cierta manera veo a este australiano como a Ulises y me hace pensar en mi propio viaje; no sólo en esta vuelta al mundo que me estoy haciendo sino en los últimos seis años y medio que llevo viviendo fuera de Madrid y de España.
Con esos pensamientos me duermo.
Me levanto a las 08.00 y aprovecho el desayuno gratuito del hostel. Tengo bastantes cosas que preparar para el viaje y me voy a la biblioteca que tiene señal Wifi gratuita. Me tiro todo el día en el ordenador y por fin después de muchos meses puedo ver las caras de mis padres en la primera videoconferencia que hago con ellos. Me ha encantado charlar con ellos durante dos horas. Les echo muchísimo de menos.
A las 18.30 salgo de la biblioteca y me doy una vuelta. Ceno una hamburguesa de pollo espectacular en el restaurante de comida rápida Red Roster (9.5AUD).
De vuelta en el hotel me ducho leo un buen rato y me duermo a las 00.00.
Me levanto a las 06.15 y me voy a correr una hora por el río. Es impresionante la cantidad de gente que a esta hora está haciendo ejercicio y remando por las aguas del Yarra.
Después del desayuno me voy a la biblioteca un par de horas, las cuales aprovecho para charlar con Madrid a través de videoconferencia. Luego llamo a mis amigos Barbara y Stan y quedo con ellos mañana por la mañana.
Estos días en Melbourne quiero aprovechar un día y ver la carretera Great Ocean Road, así que contrato una excursión de un día para el lunes por 95AUD. También aprovecho y me corto el pelo (20AUD).
El día lo dedico a pasear y a hacer un poco de turismo. Desde hace tiempo no tenía tan mala suerte con los sitios que quiero visitar. Voy a la Council House 2, un edificio de oficinas totalmente autosuficiente en el tema de energía, pero desde principios de año ya no está abierto al público por temas de seguridad. Luego me voy a la Australian Centre for the Moving Image (ACMI), un museo sobre la historia del cine, pero están de obras y la exposición permanente está cerrada varios meses. También me intento meter en el Old Treasury, un museo con la historia financiera de la ciudad pero hoy está cerrado por un evento privado.
Me voy a la Federation Square, que es la plaza principal de la ciudad donde se está celebrando un pequeño concierto. Aquí conozco a Mariana (España) y a Leonardo (Colombia). Ambos están aquí aprendiendo inglés. Charlo con ellos un cuarto de hora y me sigo con mi paseo en dirección a Chinatown. Melbourne es la ciudad de Australia con más inmigrantes de Asia y hay zonas del centro donde sólo ves a gente oriental.
Cerca del barrio chino me llevo una sorpresa de p madre cuando me topo con la chocolatería San Churro. Está muy bien montada y llena de orientales. Los platos están muy bien decorados, pero lo que me apetece a mi es un chocolate caliente con unos buenos churros sin fresas ni florituras (13AUD por tres churros y un chocolate). El sitio está muy bien y uno se lleva una alegría comiendo una cosa tan deliciosa estando tan lejos de España, pero he de decir tanto los churros como el chocolate no son como lo que te sirven en Madrid. Y tampoco tienen porras. Pregunto por el encargado quien ni siquiera sabe que los churros son españoles! Me dice que él creía que eran franceses. Casi le meto una hostia. Cuántos clientes después de haber hablado con este individuo habrán dicho a sus amigos y familias ‘pues ayer estuve en una chocolatería francesa que tiene unas cosas deliciosas que se llaman churros’. Sólo de pensarlo me pongo malo. Me pone del mismo humor que cuando oigo que alguien dice que el jamón serrano es italiano porque hay jamón de Parma. Y me entran ganas de decirle ‘que no, joder, el jamón de Parma es una mierda y ni siquiera es jamón serrano para los estándares españoles’. Eso nos pasa porque no nos sabemos vender. Los franceses le echan más morro y los hay quienes dicen que los Toros es un espectáculo francés. En fin…
Sigo mi paseo por la zona. Esto es precioso, con muchas tiendas, bares y restaurantes y con un ambiente inmejorable. Me está gustando mucho la ciudad a pesar de la mala suerte con los sitios cerrados. Melbourne es genial aunque sólo sea para pasear y me parece mucho más bonito y entretenido que Sydney.
A las 20.00 estoy de vuelta en el hostel. En la cocina me meto una cena de sushi que me he comprado en un restaurante japonés cerca del hostel.
Después de cenar charlo un par de horas con Kevin, un joven alemán de 20 años que ha decidido tener un año de aventuras antes de comenzar la universidad. Está indeciso sobre lo que quiere estudiar y está aprovechando el año para viajar por el mundo. Esto se suele hacer mucho fuera de España y creo que es muy bueno.
Siento que en España hay mucha presión por ponerte a trabajar o meterte en la Universidad después del Instituto y mucha gente se acaba metiendo en carreras que luego no le interesan o motivan. Parece que tienes que ir a la Universidad por cojones y da igual lo que elijas para estudiar siempre que vayas a la Universidad. Así pasa que luego mucha gente se arrepiente por haber perdido cinco años de su vida estudiando algo que no le apasionaba. En otros países la gente suele tener un año sabático al acabar el Instituto y ese año les sirve para tener experiencias, aprender idiomas y decidirse por lo que realmente quieren hacer.
Kevin es un chaval de p madre con quien espero volver a coincidir en Nueva Zelanda o en EE.UU. Desde aquí te mando un abrazo, amigo.
Estoy en la cama a la 01.00 y me duermo.
Me levanto a las 07.30, desayuno y me voy a la estación de trenes. Por 5.80AUD me compro un billete de cercanías a Frankston, que es donde he quedado con mis amigos Barbara y Stan.
El tren llega a las 10.00 y mis amigos ya me están esperando en el andén. Me alegra un montón volver a verles. Me encantó conocerles en Vietnam y tenía muchas ganas de volver a coincidir con ellos. Son dos personas maravillosas y voy a estar con ellos todo el fin de semana. Stan tiene 67 años y Barbara alguno menos, pero son dos de la personas más vitales que he conocido. Les conocí haciendo trekking en Vietnam.
Él es ingeniero naval y con sus propias manos construyeron un yate con el que estuvieron varios años navegando por el Pacífico. Ahora han vendido el barco y han reconvertido una antigua furgoneta en una auto caravana la cual utilizan para remolcar sus motos y viajar por Australia. Son unos apasionados del motor en general y de las motos en particular (tienen un coche deportivo de los años 60 y cinco motos). Para la edad que tienen a uno le sorprende saber que todavía se montan en sus motos y viajan incansablemente. Ahora están planeando un viaje de varios meses por Europa.
En su furgoneta convertida en caravana llegamos a Dromana que es el pueblo donde viven. Dromana está en la Península de Mornington, justo en frente de Melbourne cruzando la bahía de Port Philip. Desde hace más de cien años esta zona es muy popular como destino de vacaciones para muchos ciudadanos de Melbourne.
A las 10.30 desayunamos en su casa y pasamos parte de la mañana simplemente charlando en el salón. Saben que llevo muchos meses viajando y me dicen que este fin de semana no tengo que tengo ver nada por obligación y que tengo que descansar. Me encanta que me hagan sentir como en casa y la verdad que pasar aquí dos días descansando y estando con mis amigos me apetece un montón. Tal y como me pasó con sus amigos Gloria y Juan, desde el primer momento me hacen sentirme como casa e integrado como un miembro más de su familia.
Comemos unos sándwich de roast beef y nos vamos a dar un paseo por el pueblo. En la frutería conozco a Livy, un samoano que lleva diez años viviendo en Australia. Barbara y Stan querían que le conociera ya que voy a pasar por Samoa dentro de unas semanas y quieren que tenga un contacto. Livy es muy majete y me dice que su hija de 22 años vive en Samoa y que me dará su dirección de email y su número de teléfono.
Después nos tomamos el té en casa y de la misma cogemos el coche para irnos a ver el Arthur’s Seat Lookout, un mirador desde donde se ve toda la bahía con Melbourne al fondo.
Hace calor y se me cierran los ojos. Volvemos a casa y Barbara pone el DVD que ha hecho sobre el día que hicimos juntos la excursión en Sa Pa (Vietnam). A los pocos minutos me quedo dormido en el sofá. Creo que hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien y como en casa. Barbara me despierta y me dice que me vaya a mi habitación a echarme la siesta que me despertará dentro de dos horas.
La siesta que me echo me deja en armonía con el planeta y me siento satisfecho y a gusto.
A las 20.00 cenamos un curry de pollo acompañado de una botella de Freixenet que pude comprar en Melbourne.
Nos quedamos charlando hasta las 23.00. Hoy ha sido un día estupendo. Barbara y Stan son fabulosos y de verdad que me siento muy feliz estando en su casa. A pesar de su edad son personas que hablar de cualquier tema y son muy interesantes con unas vidas apasionantes. Además se interesan mucho por mí y me siento querido. Es maravilloso dormirse con una sensación así.
Me levanto a las 09.00 y he dormido como un niño. Desayunamos los tres tranquilamente.
Hoy es día de luto nacional por las víctimas del gran incendio de Victoria. Melbourne es la capital de Victoria y aquí la gente está muy triste por lo que está pasando. Desde hace años que sufren restricciones de agua por la sequía y los incendios son un verdadero problema.
Pasamos la mañana charlando. Stan me enseña su taller, que es donde pasa la mayoría del tiempo. Al igual que Gloria y Juan, ellos construyeron su casa con sus propias manos y, orgullosos, me enseñan cada rincón diciéndome de dónde sacaron cada material.
Comemos unos sándwiches, relajamos la comida y al rato cogemos el coche. Durante un par de horas me enseñan la Península y vamos a un par de miradores desde donde vemos la isla Philip Island.
De vuelta en casa, Stan me ensaña fotos de sus viajes en barco mientras Barbara prepara la cena. Nos tomamos unos maravillosos solomillos con patatas con otra botella de Freixenet. También ha preparado unos zumos con tomates de su propia huerta.
Después de la cena nos quedamos charlando en el salón hasta las 00.00, hora a la que me voy a la cama.
Nos levantamos a las 04.00 y tomamos algo de fruta para desayunar. Tengo que estar en Melbourne antes de las 07.00 y me quería coger un taxi, pero Stan y Barbara han insistido en llevarme a la estación de tren. Estos días me han tratado de maravilla y sólo deseo que pronto se pasen por España para poder ser igual de hospitalario con ellos. Este viaje me está dando mucho y pienso en que si no llego a decidir hacer este viaje jamás hubiera conocido a Barbara y Stan, Gloria y Juan y tampoco a mis queridos amigos malayos Lim, Mah, Vincent y Yaling. Me siento muy agradecido por haber tenido la oportunidad de haber conocido a gente que me ha abierto su casa y su familia de esa manera. Sé que a estos amigos los tendré para siempre y espero volver a verles pronto.
Conducimos hasta la estación de Frankton, donde cojo el tren hacia el centro de Melbourne. Por ser tan pronto, los billetes son gratuitos. A este tipo de billetes se les llama ‘early bird ticket’ (‘del pájaro madrugador’) y están pensados para motivar a la gente a madrugar y a descongestionar las horas puntas.
Me despido de mis amigos con afectuosos abrazos y Barbara me coloca una bolsa en la mano. Decido no mirar lo que es hasta estar solo. Una vez dentro del tren abro la bolsa y veo que hay un tapper-ware con comida, fruta y un yogurt para que desayune algo más antes de la excursión. Les voy a echar de menos.
A las 06.30 llego a la estación de Melbourne y me instalo en el All Nations Hostel. Para mis dos últimas noches en Australia quiero tener una habitación individual (80AUD por noche) un poco como capricho pero también por la necesidad de estar tranquilo y tener un poco de intimidad.
A las 07.30 me recoge una furgoneta. Hoy voy a pasar el día por la carretera Great Ocean Road, conocida por su impresionante costa.
A las 09.30 nos paramos a desayunar en Bell’s Beach, cosa que hago por tercera vez en lo que llevo de día. A los pocos minutos de dejar la playa entramos en la famosa Great Ocean Road, la cual zigzaguea por la bonita costa. Todo esto es muy bonito y pasamos por delante de casas muy lujosas. Por aquí se rodaron secuencias de la película Mad Max y algunos edificios recuerdan muchísimo a la película.
Después nos paramos a ver el Split Point Lighthouse, un simple faro.
Comemos en una especie de camping donde hay colgados koalas en las ramas de los árboles. Ya vi a estos animales en Magnetic Island y la verdad es que son la polla.
Después de comer conducimos un poco más y nos metemos en el Great Otway National Park donde damos un paseo de 45 minutos por los bosques.
El paseo ha estado bien y el guía es un carismático australiano de unos 60 años con aspecto de Papa Noel pero un poco más gruñón. Más tarde pasamos por una de las grandes atracciones de la Great Ocean Road, los Doce Apóstoles. De los Doce Apóstoles sólo quedan en pie nueve y son unas enormes formaciones rocosas que se han despegado de la costa por la erosión del viento y del mar. Son unas estructuras impresionantes y la única pena es que está lloviendo bastante.
De ahí nos vamos a ver la playa Loch Ard Gorge una playa situada en un desfiladero que es de lo más bonito que he visto en Australia. Es una playa preciosa de agua transparente que me recuerda mucho a las playas que vi en Tailandia.
Por último pasamos a ver los restos del London Bridge, un puente natural formado en la costa por la erosión. El puente se derrumbó en 1990 y lo que queda ahora es la otra parte del puente formando algo similar a lo que son los Doce Apóstoles.
A las 21.00 estoy de vuelta en el hostel. A las 21.30 he quedado con Julia, la chica inglesa amiga de Stella que conocí en Byron Bay. Ella trabaja en ambulancias y emergencias y quiere encontrar algo parecido en Australia. Es una chica muy maja y está cansada de su país y quiere explorar la idea de vivir aquí una temporada.
Cenamos en el restaurante Cookie, y después continuamos con unas copas hasta las 03.30, hora a la que me despido de mi amiga y me voy al hostel a dormir.
Me levanto alas 11.00 con un poquito de resaca pero me lanzo a la calle a aprovechar la mañana antes de quedar con Violet, la chica Taiwanesa que conocí en mi viaje a Alice Springs.
Me doy un paseo por el centro donde veo el edificio del Ayuntamiento, la State Library of Victoria, el Parlament House of Victoria y me recorro de arriba abajo la calle Collins Street.
A las 15.00 quedo con Violet. Le recojo en su hostel el Finders Station Backpackers, el horrendo hostel donde pasé mi primera noche en Melbourne. Es una pena que ya tenga pagada la habitación porque se hubiera podido instalar en mi hostel, que está mucho mejor.
Me muero de hambre y le propongo a Violet si le apetece comer en un chino y así me pide cosas típicas de su país. Nos vamos a Little Bourke Street, que es la calle principal de Chinatown. Por 20AUD me como un menú de degustación con más platos de los que podría comer en una semana. Nos tiramos más de dos horas comiendo, charlando y riendo. Violet es una tía de p madre y me encanta charlar con ella. Es súper inteligente y vital. No quiere vivir en Taiwán, país que considera demasiado conservador. Quiere trabajar en Recursos Humanos y va a hacer un Máster en el Reino Unido a partir de agosto, pero todavía no sabe en qué Universidad. Salimos del restaurante y hace un frío de pelotas. A pesar de ello nos damos un paseo por el centro, llegamos a la Federation Square y vemos caer la tarde en el Queen Victoria Park. Nos lo estamos pasando de p madre y como su hotel es una mierda y mi habitación enorme se viene a dormir conmigo.
Juntos nos vemos una peli en el mi ordenador y alas 00.30 estamos dormidos.
Nos levantamos a las 06.00 y a las 06.30 estamos fuera del Hostel. Me despido de mi querida amiga Violet, con quien me he reído un montón en Alice Springs y ayer. Es una pena despedirse de la gente cuando viajas, sobre todo cuando la otra persona viene de un país tan lejano como Taiwán. Pero el sabor amargo de la despedida se compensa con la emoción de visitar un país nuevo. En Australia he estado unas siete semanas y es el país en el que más tiempo he invertido. Durante las últimas dos semanas he tenido un deseo creciente de dejar el país. Australia me ha gustado y mucho. Me lo he pasado de maravilla en Whitsundays, en Fraser Island y sobre todo en Alice Springs. He hecho buceo en la Gran Barrera de Coral, he estado en pueblos costeros tan bonitos como Noosa y, sobre todo, he conocido a un montón de gente. Entre todas las personas a las que he conocido, me ha agradado especialmente cruzarme con Gloria y Juan, la pareja de Castellón que lleva viviendo en Australia casi 40 Años. También ha sido una maravilla pasar unos días con Barbara y Stan, mis queridos amigos que conocí en Vietnam y que me volvieron a hacer sentir que estaba en un hogar. Muchas son las cosas que me llevo de Australia, pero desde hace tiempo estaba preparado para dejar este país y seguir con mi ruta hacia las tierras maoríes de Nueva Zelanda.
Y con esas intenciones llego al aeropuerto a las 07.15.
Vuelo con Air New Zealand de maravilla y además te puedes ver las pelis que quieras en tu televisor individual.
El vuelo se me hace corto y a las 14.35 (hora local, dos más que Australia, doce más que España) aterrizo en Christchurch, la ciudad principal de la Isla Sur del país.
Lo primero que hago es cambiar unos dólares Australianos por unos de aquí. El cambio es de 1.2 NZD por cada AUD (un NZD es 0.40 EUR).
Nueva Zelanda es una isla que depende muchísimo de la agricultura y de la ganadería y, como Australia, tiene unas normas muy estrictas en cuanto a lo que puedes meter en el país. Las colas para aduanas y para seguridad son enormes, pero el personal es bien majo. Te inspeccionan todo, incluso las botas de trekking, para ver si tienes barro. Pierdo algo más de una hora con todos estos trámites, pero a las 16.00 estoy dentro del decimoquinto país de mi viaje.
En el aeropuerto puedes ir al centro en bus de línea por 7NZD, pero hay muchas furgonetas de hoteles que te dejan en el centro por 5NZD, y eso es lo que hago.
Lo primero que hago es irme a la oficina de turismo porque, para variar, no he reservado ninguna acomodación.
En la oficina son súper majetes, eficientes y te ayudan en todo. Es la leche, además te llaman a los hoteles para confirmar si tienen habitaciones y no sólo puedes hacer la reserva, sino que también puedes pagar directamente en la oficina de turismo. Son tan inmensamente felices y sonrientes en esta oficina que dudo sobre si toman drogas o no.
Me instalo en el YMCA por 50NZD por noche. Me he cogido una habitación individual, tal y como he hecho las dos últimas noches en Australia. Estoy un poco hasta los cojones de la cultura mochilera de dormitorio compartido y pienso tener privacidad unos días. Además Nueva Zelanda parece ser un 20% más barato que Australia, así que no sale tan mal de precio. De momento no descarto volver a dormitorios, pero necesito un poco de privacidad unas noches.
Una vez instalado, me doy una vuelta por Christchurch y lo que veo me encanta! Todo me agrada. La gente es simpática y saludable (se nota un ambiente más sano y campechano), las calles son súper limpias, y la temperatura es muy agradable. Por el centro de la ciudad zigzaguea el río Avon, es cual está cuidado al máximo, con hermosos parques en sus orillas y con nenúfares y flores de todos los tipos. Esta ciudad es famosa por su festival anual de flores y se están preparando para el evento.
El ambiente es menos anglosajón que Australia, recordándome más a una ciudad europea. Por el centro también pasa un tranvía, el cual le da un ambiente especial a la ciudad.
La plaza de la Catedral constituye el centro de Christchurch. Me meto en la catedral. En Nueva Zelanda uno tiene que ver catedrales con una perspectiva diferente. Huelga decir que aquí iglesias antiguas no hay y que jamás, por ningún asomo, lo que hay aquí tiene nada que ver con lo que se ve en Europa. Aquí no hay catedrales como en Italia, Francia o España, así que uno tiene que tener un poco de manga ancha. La catedral de Christchurch tiene unos azulejos con temas maoríes muy interesantes, cosa única, lo cual ya es bastante justificación para entras a ver este edificio. Además tengo suerte y entro cuando está el coro de la Catedral ensayando. La torre está cerrada, así que volveré otro día. Al salir me entero que este domingo hacen un concierto de jazz dentro de la catedral, pero no voy a poder estar.
Continuo con mi paseo en me meto en la plaza Victoria Square, la cual está a orillas del río. Tengo un poco de hambre y me meto en una cantina tradicional neozelandesa (The Oxford On Avon). Por 23.50NZD me tomo un asado de cordero realmente espectacular. Lo acompaño con una mezcla de salsa de menta y de mostaza de Dijon y disfruto como si no hubiera comido en una semana. De postre me tomo una Paulova, una especie de merengue típico de Nueva Zelanda.
Con el estómago lleno y con un bienestar general, me doy un paseo hacia el hotel, donde acabo el día viendo una peli en mi ordenador.
Me acuesto a las 23.00, con la satisfacción de haber llegado a un sitio tan bonito y acogedor como Christchurch (y espero que toda Nueva Zelanda).
Me levanto a las 11.00 y he dormido como un señor. Siento que he recuperado sueño perdido y el no compartir habitación me ha permitido dormir sin interrupciones.
Con el cuerpo al 100% estoy con ganas de ir a correr, cosa que hago durante poco más de una hora. Al lado del hotel, rodeando el Parque Botánico, está el parque Hagley, al cual doy un par de vueltas. Como en Australia, se ve a bastante gente haciendo ejercicio. El parque es estupendo y de un tamaño enorme para una ciudad de sólo 330,000 habitantes.
Después de una ducha salgo a hacer la compra y, en un ataque de consumismo, me compro una mochila maravillosa por 159 NZD. No es que sea una necesidad, pero me va a venir genial para el maratón porque tiene sistema ‘camello’ por el cual puedes beber agua a través de tubito. Es un pequeño capricho, la verdad, pero me alegra la tarde investigando sus múltiples bolsillos con tantas posibilidades!
También compro gelatina dulce para correr el maratón (6 sobres por 15 NZD). Me doy una vuelta por la ciudad, pero vuelvo a llegar tarde para visitar la torre de la catedral.
Ceno un par de sándwiches y paso el resto de la tarde escribiendo en el ordenador.
A las 21.00 me doy una vuelta para ver la ciudad de noche, pero está todo muerto. Parece que no hay mucha vida nocturna es esta ciudad.
A las 22.00 estoy de vuelta en mi habitación, donde sigo escribiendo hasta las 03.00. La sobredosis que llevo de Coca-Cola no me deja cerrar los ojos hasta las 05.00.
Me levanto a las 09.00 y para lo poco que duermo no me siento nada cansado.
Me voy al parque a correr 50 minutos. Después de la ducha me voy a la oficina de turismo ya que quiero solucionar el tema del transporte por el país. La empresa de autobuses Intercity tiene un pase por el cual compras una cantidad de horas de autobús y tienes hasta un año para gastarlas. Calculo que voy a viajar bastante y me compro el Flexipass de 60 horas por 600NZD. Mañana tengo la intención de ir hacia el Sur, a la ciudad de Dunedin, y puesto que son tan majos en la oficina de turismo y me lo ponen tan fácil, reservo hotel (toda una novedad llegar a una ciudad con hotel reservado!).
Después me meto en internet una horita y a las 15.00 me cojo el autobús que me deja en la Centro Antártico Internacional. La visita me cuesta 46 NZD y me incluye en transporte (esta alejado del centro, al lado del aeropuerto) y una vuelta en un Hagglund (transporte que se usa en los polos).
El Centro Antártico Internacional es una verdadera maravilla. Christchurch es la cuidad del mundo de donde salen la mayoría de las expediciones al Polo Sur. Aquí tienen base muchos países como los EE.UU, Australia o Nueva Zelanda. Desde aquí mismo salen los aviones Hércules con destino a la Antártida y por eso está cerca del aeropuerto. En el museo te cuentan un montón de cosas sobre el Polo Sur, su geología, el tratado internacional que lo gestiona, su flora, su fauna (hay pingüinos en el museo), su clima. Además tienen una sala donde te pones un abrigo y experimentas cómo es una tormenta a 8 grados bajo cero. Dura varios minutos y acabas con la nariz que ni la sientes. Pero lo que más me gusta es una proyección que ponen en un mini cine con imágenes del Polo. Es acojonante lo bonito que es, con unos volcanes y unas montañas que no me esperaba. Para nada me hubiera imaginado que tuviera un pico de casi 5000 metros (Mt. Vinson Massif). Viendo todo esto me empiezan a entrar ganas de investigar si es posible visitar el Polo como turista, pero al parecer es a un precio prohibitivo (mierda).
Lo último que hago es montar en un Hagglund, una especie de tanque anfibio que sube pendientes imposibles, que funciona a -40 grados y que se mete en el agua. Es centro cuenta con varios Hagglunds y es bastante divertido montar.
Me ha encantado este museo y con mucho supera las expectativas que tenía. Me creía que iba a ser una turistada, pero ha sido muy didáctico y divertido.
A las 18.00 estoy de vuelta en el centro, donde ceno algo y me doy un paseo por el río.
A las 20.00 estoy en mi hotel, donde escribo hasta la 01.00.
Me levanto a las 09.30, preparo mi mochila y salgo a darme una vuelta por la ciudad.
Lo primero que hago es irme a la Catedral y por fin me subo a la torre (5NZD). La altura no es demasiada y las vistas no son tan espectaculares, pero es curioso ver cómo la ciudad está rodeada de montañas.
Ayer se me jodió la cámara de fotos, no sé lo que tiene pero no se abre el objetivo. En una tienda me dicen que son tres semanas y 300NZD porque mi cámara es muy nueva y tienen que poner un objetivo nuevo. Me cago en todo porque no tengo tiempo de esperar tres semanas en ningún sitio. No me hace gracia tener que hacer fotos con el móvil, las cuales salen con un vaho un poco raro. Ya veré lo que hago, pero no quiero hacer un viaje así de especial y hacer las fotos con el móvil.
Me compro un sándwich en el Subway por 10NZD y me lo como andando en dirección al parque botánico. Este parque me encanta y además es de un tamaño razonable (no tan grande que desespera y tan pequeño que te deja con ganas de más).
De ahí me voy al Arts Centre, que es donde se encuentra la antigua universidad de Canterbury (provincia de la cual Christchurch es capital). Es un edificio antiguo que mantiene el encanto de una antigua escuela. Hoy es sábado y el ambiente es cojonudo, hay mucha tiendecita y puesto de comida de todo el mundo. Aprovecho las circunstancias y me tomo una gigantesca salchicha de Baviera con mostaza.
Dentro del Arts Centre hay un pequeño museo (Rutherford’s Den) que te enseña la vida y descubrimientos de Ernest Rutherford, premio Nobel de Química (muy chulo el museo).
De la misma me voy a la Christchurch Art Gallery, que tiene ocho galerías de todo tipo de arte neozelandés y de fuera; pero lo que más me gusta es su edificio.
A las 14.00 sale mi autobús a la ciudad de Dunedin, capital de la región de Otago. En el trayecto tengo la oportunidad de ver lo verde que es este país en comparación con su vecino Australia. También me sorprende ver la cantidad de ovejas que hay (y por lo visto no es nada comparado con lo que voy a ver en la Isla Norte). Nueva Zelanda, después de Australia, es el país con más ovejas en el mundo y su lana la exporta por todo el mundo.
A las 20.00 llego a Dunedin y, dando un paseo de 15 minutos, llego al hostel Penny’s Backpackers (55 NZD por habitación individual). El recepcionista es Glenn, quien está borracho. La situación es cómica porque primero me da la llave equivocada de habitación, luego subimos a la habitación buena pero se deja la llave en recepción. Al tercer intento consigo meterme en mi habitación, la cual es bastante chiquitita, sin ventana y mucho peor que la del YMCA de Christchurch.
Dunedin alberga la universidad de Otago, una de las más prestigiosas del país. Se ve a mucho estudiante y al parecer tiene bastante marcha. Hoy es sábado así que no me pienso perder una noche saliendo por Dunedin.
Primero me tomo una pinta en el pub de abajo del Hostel, pero el ambiente no es demasiado alentador. Me dicen que la marcha está en el Octágono, una plaza que constituye en centro de la ciudad.
Según me dirijo al Octágono, veo que aquí hay muchísimos restaurantes y bares. Pero lo bueno no es sólo la cantidad, sino que la gente más civilizada que en Australia. Por lo vista aquí la gente empieza a salir bastante tarde (23.30) algo más parecido a España que a ningún país anglosajón.
Me tomo un par de cervezas, lo justo para ver el ambiente, pero estoy cansado y no me apetece esperar hasta tan tarde para ver la marcha.
A las 00.00 estoy de vuelta en mi hotel, donde leo un buen rato.
Me levanto a las 12.00 bien descansado y con un pensamiento en la mente: odio que Febrero tenga 28 días. No sé a quién culpar, pero siento que me han robado dos días en Nueva Zelanda.
Me tomo un sándwich y me voy al Otago Museum. Este museo me ha encantado. Tiene mucha información sobre las culturas del Océano Pacifico y una enorme cantidad de información sobre flora y fauna mundial. Además coincido con una exposición temporal que viene de china dedicada al Dragón. Una pena que haya entrado tan tarde, porque se me ha pasado el tiempo volando y una empleada del museo me dice que ya cierran.
Desde allí me voy a ver la Universidad de Otago. Tiene un par de facultades bonitas y río que la cruza le da un ambiente bastante bucólico. Las facultades están rodeadas por calles donde residen estudiantes. Paso más de una hora recorriendo sus calles y de ahí me voy a cenar algo.
Descubro un pequeño restaurante de comida china (Friendly Satay, en George Street) donde me tomo una sopa de fideos con una combinación de pollo, ternera y cerdo que me recuerda a las maravillosas sopas de Vietnam y de Hong Kong.
Hoy ha sido un día de lo más tranquilo y por alguna razón que ignoro me siento cansado y con ganas de tumbarme a ver una película en el ordenador.
Eso es lo que hago y a las 00.00, después de leer un poco estoy dormido.
Es curioso, pero desde que he llegado a Nueva Zelanda no interactuado con mucha gente. No es que me sienta antisocial, pero tras haber estado con tanta gente diferente en Australia, como que necesito reencontrarme. Los días que llevo en Nueva Zelanda me están sirviendo para reconciliarme conmigo mismo y no sé muy bien a qué se debe, pero siento un poco de melancolía y echo de menos Madrid y a mi familia. Son más de ocho meses lo que llevo viajando y quizás sea normal sentirme así.
Hoy me levanto a las 10.00, desayuno, y me doy una vuelta hasta el Parque Botánico. Este Parque tiene un ambiente mucho más salvaje y natural que otros botánicos en los que estado. Además tiene muchos montículos, por lo que se puede ver los jardines desde diferentes alturas.
De ahí me voy a Baldwin Street, que según el Libro Guinness de los Records, es la calle más empinada del mundo. La verdad es que es muy curioso ver cómo la gente es capaz de vivir en una calle así y sólo pensar en el pobre repartidor de periódicos o en el cartero de este barrio me hace sentir ternura. También pienso en el empleado de Telepizza o en el barrendero. Seguramente cobren un plus por trabajar aquí, porque tiene que ser un verdadero infierno. Baldwin es la calle más empinada del mundo, pero las demás calles colindantes son del mismo estilo. Desde lejos, cuando miras a la calle, los coches que circulan hacia arriba parece que están despegando; muy curioso.
Después me vuelvo al botánico, donde sirvo de modelo de una estudiante de fotografía (espero que me mande las fotos pronto). Me tumbo en el césped y me pongo a leer, como en los viejos tiempos cuando me iba al Retiro. Me quedo dormido casi dos horas y me quemo la cara.
Ceno en el mismo chino de ayer y me tomo unos fideos fritos con ternera (no tan buenos como la sopa de ayer). Me doy un paseo por la ciudad. Dunedin no es tan bonito como Christchurch, pero el Museo de Otago y el Botánico merecen la pena y mucho.
Al llegar al hotel me entero que tengo Wifi gratis, así que paso unas cuantas horas en internet. Hago videoconferencia con mis padres y después me quedo charlando con mi querido amigo Kevin hasta las 04.30. Qué bueno esto de la tecnología; que te permita ver a tus padres y que ellos te vean y poder charlar con un colega durante horas como si estuviera en tu habitación. Un abrazo desde aquí, Kevin.
Me levanto a las 08.30. Hoy pensaba ir a correr, pero hace un poco de fresquito y aprovecho más tiempo en la cama.
A las 10.00 salgo del hotel y me doy una vuelta por el centro y paso un tiempo escribiendo en la biblioteca municipal.
Ya es la tercera vez que paso por el mismo chino a comer y los empleados me empiezan a conocer. Por alguna razón este sitio me hace sentirme bien. Me recuerda mucho a los seis meses que pase en Asia.
A las 14.00 sale mi autobús en dirección a Queenstown. Esta ciudad pasa por ser la más turística del país y con los años se ha convertido en la capital del mundo de los deportes de riesgo. Aquí se comercializo por primera vez en puenting (bungy jumping) y mucha gente pasa por aquí para tirarse en paracaídas, hacer kayak, hacer parapente, ala delta, rafting, vuelos en helicóptero, jet boating,…
No sé muy bien lo que esperar de esta ciudad. No me apetece ver otra ciudad tipo ‘Australia’.
El autobús cruza la región de Otago y el paisaje es sencillamente espectacular, los lagos, montañas y campos por los que pasamos son increíbles. Después de haber estado en dos ciudades más o menos grandes, tenía ganas de ver la zona de campo y la verdad es que todo el trayecto lo paso con la boca abierta. Sin duda me gusta más que el paisaje de Australia.
A las 18.00 llegamos a Queenstown. Lo primero que hago es ir a la oficina de turismo y me hago con un mapa. Me recomiendan el Hostel The Black Sheep, donde me instalo. Por 65NZD me dan una habitación individual por una noche, pero las dos siguientes noches tengo que ir a dormitorio (27NZD).
Una vez instalado me doy una vuelta por la ciudad. Desde luego es una ciudad turística, pero no tanto como me esperaba. Además tiene un lago precioso en el cual presencio un atardecer espectacular.
Hago la compra.
Mañana es un día importante dentro de mi entrenamiento para el maratón. La sesión de mañana es de 31km (3/4 del maratón) y es la distancia más larga que pienso correr antes del maratón. Es bueno hacer esto unas tres semanas antes de la carrera para ver qué tal vas. No soy un corredor profesional, pero la última vez que hice un entrenamiento así me sirvió para saber si acabaría el maratón o no. La idea es que si eres capaz de correr ¾ partes, no debería tener mucho más problema en correr el maratón entero.
Así las cosas, me acuesto a las 21.00 y me duermo al poco tiempo.
Me levanto a las 06.30 y HACE UN FRIO DE PELOTAS. Pensaba ir a correr a las 07.00, pero decido quedarme en la camita tres horitas más, calentito.
A las 10.30 empiezo mi carrera por el Lago Wakatipu. El lago es precioso, con unas montañas en frente de la ciudad que son espectaculares. Durante las tres horas que corro hasta la ciudad de Frankton dos veces.
Acabo medio muerto a las 13.30 pero contento porque creo que el maratón lo voy a poder acabar. Además todavía me quedan un par de semanas de entrenamiento.
Me ducho, como y me tumbo en la cama como si me hubieran dado una paliza. Me echo una siesta de dos horas.
Después me voy a la oficina de turismo y contrato un viaje de un día que me llevará a los Fiordos de Milford Sound (170NZD, comida incluida).
Una vez de vuelta en el hotel conozco a mi compañera de dormitorio, Gina, una norteamericana de Washington muy maja. Juntos nos vamos a cenar. Es una tía de p madre que se dedica a la protección de animales. Tiene un coche alquilado y tiene pensado ir a Milford Sound. Una verdadera pena no haber coincidido antes con ella, porque bien a gusto me hubiera ido con Gina a Milford Sound. Es una chica encantadora y me da pena tener que despedirme de ella hoy mismo. Pero nos hemos llevado muy bien y seguramente la vuelva a ver en su ciudad natal, al final de mi viaje. Después de cenar nos tomamos un par de cervezas en un bar y nos volvemos a la habitación a las 00.00.
Gina, sé que quieres practicar español leyendo este blog, así que desde aquí te mando un beso muy fuerte!
Me levanto a la 06.00 y a las 06.30 me recoge un autobús. Hoy haré una excursión de un día en la zona sudoeste del país, en el Fiordland National Park, para ver una de las atracciones principales del país, Milford Sound, una serie de fiordos.
El viaje es largo y hacemos una parada en el maravilloso lago Te Anau el cual está rodeado de montañas. Da la sensación de que estoy en una de las películas del Señor de los Anillos. Después de unas horas más de trayecto entramos en el Fiordland National Park, que es el parque nacional más grande del país y uno de los más grandes del mundo. Ocupa gran parte de la zona sudoeste de la Isla Sur. El parque es precioso y antes de llegar a Milford Sound podemos hacer paradas y ver las ‘Mirror Lakes’ (lagos cuyo reflejo se asemeja al de un espejo), Lago Gunn, Lago Fergus y damos un paseo de quince minutos por The Chasm (una cascada espectacular que cae en el rio Cieddau).
A las 12.15 llegamos al puerto de Milford Sound y a los pocos minutos empieza nuestro crucero de dos horas. Piopiotahi es el nombre en Maorí de Milford Sound y es un conjunto de Fiordos de lo más espectacular. Aquí se rodaron secuencias de El Señor de los Anillos. En este fiordo vemos focas, pasamos entre los picos Mitre Peak (1692 metros) y Mount Pembroke. El fiordo está lleno de cascadas que caen desde cientos de metros en el agua. Llegamos al mar y volvemos. La experiencia ha sido maravillosa y me recuerda mucho a cuando estuve en los Fiordos de Bergen en Noruega hace trece años.
A las 15.00 sale nuestro autobús de vuelta a Queenstown. El trayecto se hace un poco pesado pero se hace más ameno charlando con tres enfermeras norteamericanas. Ellas viven en Hawái y me dan un montón de información sobre las islas, cosa que me viene de maravilla ya que después de Samoa pasaré diez días en las tierras de los ukeleles.
Al llegar nos vamos los cuatro a cenar al Fishbone Bar and Grill donde me tomo unos mejillones y un plato de tiburón vindaloo (una especie de curri bastante picante) por un par de cervezas por 35NZD.
Después de cenar nos vamos un bar a tomar unas cervezas.
A las 00.00 estoy de vuelta en mi Hostel. Me ha encantado conocer a estas tres chicas y espero verlas de nuevo cuando pise las islas de Hawái.
Me levanto a las 07.00 y a las 08.00 sale mi autobús de Intercity en dirección al Parque Nacional de Aoraki / Mount Cook, en la región Oeste de Canterbury. El trayecto es precioso y recuerdo especialmente pasar por el Lindus Pass, un paso de montaña que recuerda a paisajes volcánicos con un toque de decorado de los Teletubbies.
A las 1as 12.30 llego al pueblo Mount Cook. No tenía reservada cama en ningún hotel y menos mal que tienen una cama libre en el YHA, la cual me cuesta 29NZD. Muchas veces llego a los sitios sin reservar cama, pero Mount Cook sólo tiene tres hoteles (uno de ellos súper caro) y es muy fácil quedarse colgado.
De la misma me voy a la agencia de turismo y me hago con un mapa de senderos de la zona. Hoy llueve un poco, pero quiero aprovechar bien los dos días que voy a estar aquí y no pienso quedarme en el Hostel por muy mal tiempo que haga.
Compro algo de comida y me la preparo en el Hostel. Después me doy una ducha y salgo del Hostel a las 15.00 para hacer una excursión al lago y glaciar Hooker.
Hoy hace bastante mal tiempo y no se ve la cima del Mount Cook por las nubes. El Mount Cook es la montaña más alta del país (3744 metros) y, a pesar de no ser tan alta en comparación con montañas de otros países, es bastante difícil escalarla y todos los años son varias las personas que mueren en el intento de subir a su cima. Mount Cook en Maori se llama Aoraki, que quiere decir ‘Montaña alta al Oeste’. Como he dicho, Aoraki es la montaña más alta del país, pero en este Parque Nacional tiene 22 picos por encima de los 3000 metros de altitud.
Empieza a llover bastante, pero llevo mi poncho y quiero aprovechar la tarde. Lo malo es el viento tan fuerte que hace, el cual dificulta bastante andar y cruzar el par de puentes colgantes que hay en la ruta.
A pesar del viento y de la lluvia consigo llegar al lago Hooker desde donde se ve su glaciar. Hace bastante frio y al poco decido volver al pueblo. En la vuelta me paro en el Alpine Memorial, un monumento dedicado a todo los montañeros que han muerto o desaparecido en el Parque.
A las 19.00 estoy de vuelta en el YHA, donde me doy una sauna, una ducha y ceno. A las 22.00 me voy al hotel Hermitage a un curso de Astronomía y observación de estrellas, pero se ha cancelado por mal tiempo.
De vuelta en hotel conozco a Ben, mi compañero de habitación. Ben es un californiano que acaba de volver de trabajar en Polo Sur durante cinco meses. Hace unos días estuve en el Museo de la Antártida de Christcurch y me encanta encontrarme con alguien que no sólo ha estado allí, sino que ha pasado una temporada bastante larga. Me cuanta como es la vida en el Polo Sur y cuáles eran sus tareas (trabaja en la base norteamericana). Me dice que la vida allí es muy diferente y que los paisajes son únicos. Me dice que hay muchos volcanes y que, cuando el tiempo lo permite, se pueden hacer excursiones a sitios que son verdaderamente únicos. Me dice que los cinco meses que ha pasado allí le han encantado y que, en agosto volverá para cumplir un contrato de catorce meses. Ben quiere pasar allí el invierno. Ya son ganas eso de querer pasar el invierno en el sitio más frio, seco e inhóspito del planeta.
A las 00.00 estoy en la cama.
Me levanto a las 06.30 de la mañana, desayuno y a las 07.00 salgo del YHA. Todavía es de noche y no se ve ni un alma por las calles del pueblo o por la carretera. Hoy salgo pronto porque no tengo acomodación en el pueblo y mi autobús a Queenstown es a las 14.30. Quiero ir a ver el Lago y el Glaciar Tasman, pero los senderos están a casi diez kilómetros, así que me conviene salir pronto por si tengo que andar.
Ando solo por la carretera en dirección a los Blue Lakes. Se respira una tranquilidad total y con los minutos empieza a amanecer. Es sol está saliendo por detrás de las montañas y al poco tiempo todo el cielo se pone de color rojo. Es sin duda uno de los amaneceres más maravillosos que he presenciado y uno de los momentos más especiales que he vivido en los casi meses que llevo de viaje. Aquí se han rodado muchas secuencias del Señor de los Anillos, y el cielo rojo detrás de las montañas me recuerda a la película cuando Frodo y Sam hacen toda la peregrinación en dirección a Mordor. Estoy solo en la carretera y ver el inmenso valle que tengo detrás, con las enormes montañas a cada lado me hace sentir por un lado pequeño e insignificante y por otro lado enormemente privilegiado.
Después de casi una hora andando me encuentro con un guarda del parque quien se ofrece a llevarme a los Blue Lakes. Genial porque así me aseguro no llegar tarde al autobús de esta tarde. En el poco tiempo que hablo con el conductor, me dice que el rodaje de la película ha causado un enorme efecto en el turismo de la región y de todo el país.
Una vez en el punto de partida del sendero, lo primero que hago es ir a ver los Blue Lakes, que son tres lagos pequeños desde donde se ve el Mount Cook normalmente. Hoy no tengo suerte porque la cima está tapada por las nubes. De todas maneras por lo menos no llueve.
Cojo el sendero que se llama ‘Tasman Lake View’, el cual te deja en una especie de mirador natural desde donde se ve el impresionante lago Tasman y su Glaciar. Este glaciar es uno de los más grandes del mundo fuera de los polos. A primera vista parece que no hay nada ya que está cubierto en su gran parte por una capa de casi medio metro de tierra gris. Esto es lo que se llama morena. Pero en cuanto te empiezas a dar cuenta que debajo de toda esa tierra gris lo que hay es una gigantesca estructura de hielo, se te abre la boca. Paso aquí unos momentos increíbles dándome cuenta de lo solo que estoy delante de una masa de hielo tan gigantesca.
Para ver video del lago y del glaciar: http://www.youtube.com/watch?v=BoH-xcbd6lw
Luego ando el sendero ‘Tasman Glacier Lake’ que me deja a orillas del lago. Parte del lado está congelado y da la impresión de estar en el polo. A pesar de ser un lago el oleaje es bastante grande por el fuerte viento. Sigo estando solo y me encanta. Siento cierta intimidad y libertad y a cada momento me voy sintiendo mejor.
Como me he ahorrado una hora de paseo gracias a la amabilidad del guarda, dispongo de un poco más de tiempo. Cojo la tercera ruta de la zona, la Ball Shelter Route, que es bastante larga y que te deja en el mismo glaciar. No voy a tener tiempo de llegar al glaciar, pero espero poder verlo de cerca. Empiezo a andar y sigo sin ver a nadie. El camino es largo y en ningún momento veo el glaciar ya que un muro de rocas de unos cien metros me tapa la vista. Sigo andando y la cosa no cambia. Quizás por la impunidad que me da estar solo decido escalar el muro para por fin ver el lado, cosa que a posteriori me di cuenta que fue una temeridad. Subo el muro en 10 minutos y cuando llego arriba por el otro lado la caída es vertical. Estando arriba y viendo el precipicio hacia el otro lado me entra un vértigo de cojones y me empiezo agobiar por que las rocas son muy inestables y muchas se derrumban cuando las piso. Con el agobio casi no puedo disfrutar las fascinantes vistas del lago con el glaciar y lo único que quiero hacer es bajar. Tardo casi 30 minutos en bajar el muro, pero consigo llegar abajo sin caerme. Estoy feliz, pero creo que ha sido una gilipollez haber hecho esto y si me llego a caer hubiera sido un castañazo como para matarme y además sin nadie que me hubiera podido socorrer. Pero bueno, no ha pasado nada y de los errores se aprende.
Eufórico por ataque de adrenalina comienzo mi vuelta al pueblo de Mount Cook. Después de media hora andando me encuentro con el primer senderista, Rob, quien al ver mi camiseta de Papúa Nueva Guinea se queda fascinado y me para para preguntarme sobre el país. Rob lleva muchos años queriendo ir a Papúa y sabe muchas cosas sobre el país. Estamos unos quince minutos charlando y le doy mucha información sobre el país y le animo a que lo visite en persona. Rob me dice que cuando pase por los EE.UU vaya a verle a su casa de Colorado, que me dice que es fabuloso y que me enseñaría las montañas con su mujer. Es increíble cómo puede uno conocer a un desconocido en sólo quince minutos. Me ha encantado este encuentro casual y me encantará hacerle una visita a Rob y a su mujer cuando pasa por el Colorado.
Sigo andando en dirección al pueblo y después de una hora un local del pueblo se ofrece a llevarme. Estupendo porque me ahorro otra hora de pateada.
Así las cosas, a las 12.30 estoy en de vuelta en el YHA. Allí reservo dos noches para el YHA de Franz Josef (25NZD por noche) y llamo al Hostel de Queenstown para reservar cama para esta noche (27NZD). He tenido que irme un día antes de Mount Cook por no haber hecho ninguna reserva y no quiero que me vuelva a pasar. Sin duda los paseos de hoy y de ayer han sido quizás lo que me ha gustado de Nueva Zelanda hasta ahora y con gusto me hubiera quedado un día más.
Me preparo unos macarrones y los comparto con Ben, mi compañero de habitación. Comiendo él me cuenta sobre su vida en Antártida y yo le cuento sobre Bután y Papúa.
A las 14,30 sale mi autobús en dirección a Queenstown y el paisaje durante el trayecto es precioso, en especial al pasar por el Lindus Pass.
A las 18.15 llega el bus a Queenstown y me instalo en el The Black Sheep por 27NZD. Es una pena que tenga que pararme en Queenstown otra vez, pero no hay trayecto directo entre Mount Cook y Franz Josef. Es verdad están a unos pocos kilómetros pero los separa la enorme cordillera, así que hay que dar una vuelta de un día entero para ir de un sitio a otro. Los autobuses de Intercity están muy bien, los conductores son muy simpáticos, profesionales y siempre te cuentan cosas de los sitios por los que vamos pasando. En único problema es que, a diferencia con los Greyhound de Australia, aquí no hay autobuses nocturnos y te obligan a quedarte en ciudades con la que no contabas en un principio. Viajar de día es bonito porque ves bien el paisaje, pero por otro lado pierdes un día y no te ahorras una noche de hotel, cosa que harías con un bus nocturno.
De la misma me voy a internet un par de horitas, ceno en un Kentucky Fried Chicken y me vuelvo a Hostel a leer mi guía de Fiji.
Estoy en la cama a las 23.00.
Me levanto a las 07.30, desayuno y a las 08.10 sale mi autobús en dirección a Franz Josef. Como en todos los trayectos por la Isla Sur, los sitios por los que pasamos son bien bonitos. Pasamos el bonito lago de Wanaka para luego cruzar dejar a un lado unas montañas que recuerdan mucho al típico paisaje de King Kong. El viaje es bastante aburrido y cansado y llegamos a Franz Josef a las 16.25.
Me instalo en el YHA, cuya acomodación me cuesta 25NZD por noche. De la misma me doy una vuelta por el pueblo, el cual no es más que un cruce de calles. Me hago con un mapa en la oficina de turismo y contrato un día de excursión por glaciar Franz Josef para mañana (140NZD, hacen descuento con la tarjeta de YHA). Paso por el supermercado y compro comida para estos días (el precio de la excursión no incluye la comida).
Salgo a correr y hace bastante frío. Corro por la carretera lo cual prueba ser bastante peligroso. Un par de camiones de gran tonelaje pasando cerca me hacen volver al YHA a los 45 minutos.
En el Hostel ceno, leo un rato sobre mi guía de Fiji y escribo mi diario.
Estoy en la cama a las 23.00.
Me levanto a las 07,00, desayuno y preparo unos bocadillos para la excursión de hoy. A las 08.00 estoy en la oficina de los organizadores, pero no salimos hasta pasadas las 09.00 porque nos tenemos que probar y poner las botas, crampones, chubasqueros, pantalones, gorros y guantes.
Desde el pueblo Franz Josef hasta en mastodonte de hielo hay apenas diez minutos en bus. Somos un grupo de unas diez personas. Congenio especialmente con Stephanie y Vanessa, dos chicas belgas de la parte flamenca. Son muy majas y me confirman que la traducción que tengo de ‘Molamos que no veas’ en dialecto de Gante es correcta y que contiene el espíritu que busco. También está Dan, un israelita muy amable y divertido.
La excursión por el hielo es muy bonita. Tenemos mucha suerte con el tiempo y el día es soleado y cálido. Voy por el Glaciar en camiseta.
Escalamos en hielo, nos metemos por cuevas y exploramos bien la enorme masa glaciar. Es de dimensiones gigantescas y obviamente el día nos da para recorrer sólo una parte, pero es una excursión fantástica que se la recomiendo a todo el mundo.
La vuelta a sitio de partida la paso charlando con Dan. Me interesa mucho lo que piensa una persona joven sobre la reputación de su país. Él no es para nada radical y reconoce que la vida de los palestinos y musulmanes en Israel es muy mejorable y que su gobierno podría hacer las cosas mucho mejor. Pero por otro lado me dice que los medios de comunicación parecen sólo mostrar el lado palestino y que los israelitas creen que su voz no se oye con la misma intensidad. Él está muy interesado por España y su situación política. Desde el exterior, me dice, que parece que en España hay una situación irreconciliable entre Cataluña y el Gobierno Central y le digo que es mentira y que de hecho los nacionalismos en España no están subiendo sino todo lo contrarío. Las recientes elecciones en el País Vasco y en Galicia y la caída estrepitosa de ERC en las Elecciones Generales del año pasado me sirven para argumentar mi opinión.
Dan me cuenta sobre los tres años que tuvo que cumplir en el servicio militar. Se nota que es de una pasta diferente y me dice que si bien parece al principio una pérdida de tiempo, el servicio militar se suele hacer en una época en la que no se tiene mucha idea de lo que se quiere hacer. Me dice que hay muchos puestos diferentes en el ejército y que puesto que la mili hay que hacerla por obligación, mejor sacarle todo el provecho del mundo y sacar de ella muchas habilidades transferibles. Su experiencia como aprendiz en temas de electricidad le sirvió para luego estudiar la carrera de Ingeniería Eléctrica. Dan tiene una ruta por Nueva Zelanda similar a la mía y espero volver a coincidir con él en el futuro.
A las 17.30 estamos de vuelta en el pueblo y dejo meto a las belgas en mi YHA para que se duchen y se cambien. No tienen hotel porque viajan en coche y duermen en él. Agradecidas me invitan a una cerveza en el bar local. Luego se nos une Dan y me acabo despidiendo de mis amigos a las 21.00.
Una vez en el hostel me hago unos macarrones con el salmón que compré ayer en la carretera. La verdad es que tiene buena pinta y huele muy bien y una chica japonesa me pregunta que qué cocino. Le digo lo que es y comparto con ella mi plato. A Sachiko le encanta y de la misma se levanta y me da un plato de su arroz con especias japonesas. Ella viaja en coche y en la maleta tiene muchos ingredientes de su país porque dice que no puede viajar sin ellos. El arroz que tomo está delicioso y me recuerda mucho al tiempo que pasé en Japón. También me encanta el hecho de compartir la cena con una persona desconocida y mientras conocerla.
A las 23.30 me despido de Sachiko y me voy a la cama.
Me levanto a las 08.00 y llueve. Me espera un día entero de autobús y me apetece tanto como una patada en los cojones. De verdad que no entiendo porque no hay autobuses nocturnos en este país!
Salimos a las 09.15 y después de un par de horas paramos en la ciudad de Hokitika. Nos dan media hora, la cual aprovecho para dar una vuelta, ver la playa y mandar unas postales en el Post Office,
Más tarde pasamos por la ciudad de Punakaiki, conocida por sus Pancakes Rocks. Nos dan 40 minutos para poder verlas, lo cual se agradece un montón. Las rocas que hay en la costa parecen montones de tortitas apiladas unas sobre otras y el nombre no podría ser más indicado. Es un entorno muy bonito a pesar de que está lloviendo un poco.
Después de diez horas de viaje, a las 19.30, por fin llegamos al destino, la ciudad de Nelson, en la región de Marlborough.
Me instalo en el YHA y de la misma me voy al supermercado a hacer la compra. Tengo un hambre de lobo y me compro unos buenos filetes que me pienso tomar con ensalada.
Después de cenar me voy a escribir en el ordenador, cosa que hago hasta la 01.00. Cuando me iba a ir a mi habitación coincido con tres parejas colombianas con las que me quedo charlando. Todos viven en Australia y han aprovechado unos días libres para hacer un viaje relámpago por Nueva Zelanda. Son encantadores y se muestran interesados por mi viaje. Desde hace un par de semanas he estado pensando en incluir Colombia en mi ruta y se lo comento. Me dicen que es una pena la reputación que tiene su país y que debería ir para verlo en persona. Están muy orgullosos de su país y juntos elaboramos una ruta teórica de dos semanas que podría hacer. Me recomiendan sitios y me dicen dónde puedo comprar los billetes de vuelo desde Panamá a Colombia. Me ha encantado conocer a estas personas tan estupendas y vuelvo a la habitación con la decisión ya tomada: iré a Colombia a finales de abril. No me puedo perder un país con gente tan de p madre. Chicos, desde aquí os doy las gracias y os mando un enorme abrazo!
Estoy en la cama a las 02.30.
Me levanto a las 07.30, desayuno tranquilamente y a las 09.00 estoy en la calle. Vuelvo a coincidir con mis amigos colombianos, a quienes sorprendo en el coche en dirección a un aeródromo para tirarse en paracaídas (una de las grandes atracciones del país).
Lo primero que hago es pasar por la oficina de turismo donde me hago con un mapa de la ciudad. Parece que esta ciudad no madruga demasiado y casi todo está cerrado a esta hora. Aprovecho y me meto en internet una horita.
Después me meto en la Catedral, la cual tiene una torre modernista bastante polémica y a mi gusto horrenda. Luego me meto en el Museo Municipal. No es un museo demasiado interesante y parece que las cosas están expuestas sin ningún orden o coherencia. Además coincido con una visita de colegio. Lo bueno de esta visita es que coincido con una exposición de fotografía sobre personas con discapacidades de lo más bonita e inspiradora.
De ahí me voy a la galería de arte Suter Te Aratoi o Whakatu, muy recomendada por el libro que tengo sobre Nueva Zelanda pero que a mí no me dice nada. Esta galería se encuentra en el Queen’s Gardens, un parque pequeño y bonito que cuenta con un jardín chino.
Continúo mi paseo por las orillas del río y llego a lo que constituye en centro geográfico de Nueva Zelanda. Aquí hay un parque donde veo cinco minutos un partido de Cricket sin todavía llegar a entender cómo puede existir un deporte así.
Siguiendo con el paseo me vuelvo al hotel y en una tienda de libros de segunda mano me compro un libro sobre culturas del Sur del Pacífico por 5NZD.
En el YHA como y me echo una siesta de dos horas hasta las 18.00, como un señor.
Levantado me voy a correr por la ciudad, cosa que hago durante una hora.
Una vez de vuelta, ceno y conozco a mi compañero de habitación, un holandés muy majete aficionado a la música Techno que me copia 30 películas en mi ordenador.
Maravillado con la nueva remesa de películas, me acuesto y me veo dos. A la 01.00 estoy dormido.
Me levanto a las 08.30, desayuno y a las 10.15 cojo un autobús en dirección a Picton. El paisaje esta vez está formado por inmensos viñedos. Toda la región de Marlborough está enfocada en la uva y de hecho he quedado para visitar algunos viñedos con Sarah, una chica inglesa a quien conocí en Noosa (Australia).
A las 12.15 llego a Picton y me instalo en el The Villa un estupendo hostel de ambiente tranquilo que me cuesta 27NZD por noche.
Una vez instalado me voy a la oficina de turismo a hacerme con unos mapas. Aquí, a diferencia de otras ciudades de Nueva Zelanda, son bastante gilipollas.
Me empiezan a quedar pocos días en Nueva Zelanda y quiero hacer bastantes cosas (todavía no he visto la Isla Norte), así que dedico parte de la tarde en planear mi viaje y reservar unos cuantos autobuses. Hago la compra. Luego me voy al Hostel a descansar y me veo una película en la cama.
A las 17.00 me voy a internet, donde paso casi tres horas preparando mi viaje de Fiji, Samoa, Tonga, Hawái y Colombia. Viajar por tantos países es lo que tiene. Muchas veces tienes que dedicar tiempo a la preparación de los viajes. He visto que en Fiji se puede hacer buceo con tiburones sin reja y eso es lo que pienso hacer. También reservo hotel en la isla de Waya en Fiji, donde pienso celebrar mis 30 años de vida en este hermoso planeta.
Preparo mi cena y la comparto con Andrea, una bióloga belga que está haciendo un viaje parecido al mío.
Después me meto en el ordenador y escribo hasta la 01.00, hora a la que me voy a dormir.
Me levanto a las 07.30 y me voy a correr 75 minutos por la ciudad. En el entrenamiento subo un pequeño montículo (Victoria Domain) y corro por el Endeavour Park.
Después de una ducha y de desayunar me voy a puerto a recoger a Sarah. Sarah es una chica inglesa que conocí en Noosa (Australia). Es una chica muy maja y hace diez días ha comenzado su viaje por Nueva Zelanda. Lamentablemente ella va en dirección contraria a la mía y sólo vamos a poder coincidir este fin de semana. A ella le gusta mucho el vino y quiero hacer un recorrido por los viñedos de Marlborough. Yo la verdad es que no tengo mucha idea, pero me apetece descubrir la Nueva Zelanda de los viñedos y así aprender un poco.
Una vez Sarah se instala en el The Villa, nos vamos a hacer una ruta de trekking por Picton. La ciudad tiene casi toda sus actividades enfocadas al mar y si te quedas en tierra lo mejor que puedes hacer es un poco de senderismo por sus montes.
Nos vamos al puerto y desde allí nos vamos a Bob’s Bay, una pequeña playa donde charlamos un buen rato mientras comemos algo. Luego continuamos con la ruta y subimos hasta el Victoria Domain para luego pasar por un mirador (Queen Charlotte View) desde donde las vistas de Picton y de la costa con sus islas son maravillosas. Acabamos en el cabo The Snout después de andar un par de horas más. Todo lo que hemos andado lo tenemos que volver a hacer a la vuelta, así que hasta las 18.30 no estamos de vuelta en Picton. Sarah y yo no hemos parado de charlar en todo el día. Es una chica estupenda que se dedica al trabajo social y ayudar a los demás. No quiere trabajar en la sanidad privada porque considera que debería ser gratuita. Pocas veces me he encontrado a alguien con tanta vocación de ayuda a los demás y me da pena saber que dentro de dos días nos vamos a tener que separar.
Hacemos la compra y nos hacemos un arroz con pollo que bien se lo podríamos haber dado a nuestro peor enemigo. No he cenado casi nada porque tengo el cuerpo bastante mal. Estoy muy lleno y tengo unas ganas constantes de vomitar.
A las 22.00 me acuesto con el deseo de que mañana esté mejor.
Nos levantamos a las 08.30 y a las 09.30 cogemos un bus en dirección a Blenheim. Blenheim es una ciudad de unos veinticinco mil habitantes y es el centro de la industria vinícola en la zona de Marlborough. Aquí hay registrados cincuenta viñedos diferentes y en sus hoteles conviven visitantes como nosotros con trabajadores de los viñedos.
La producción de vino en la zona se ha multiplicado por cuatro en los últimos diez años y ahora los vinos de Nueva Zelanda son una competencia muy seria para los países tradicionales de la industria como Francia, España o Italia.
Nos instalamos en Hotel Koanui Lodge, donde pagamos 80NZD por una habitación doble.
A las 13.00 nos recoge una furgoneta de Marlborough Wine Tour con el que hemos contratado medio día de tour por varios viñedos de la zona (55 NZD).
Durante las casi cinco horas de tour pasamos por cinco viñedos (Cloudy Bay, Forrest, Hunters, Framingham y The Wine Village). En cada viñedo nos dan a probar unos cinco o seis vinos. La zona es famosa por los vinos Sauvignon Blanc, Riesling (dulce), Gewurztraminer, Pinot Gris y Pinot Noir. Catar vinos no es mi especialidad y si os digo la verdad después de probar tres, casi todos me saben igual. Disfruto más de la cata de aceites, vinagres y licores que tenemos en The Wines Village. Me han dado ganas de mandar un par de botellas de aceite y vinagre a España, pero requieren un pedido mínimo y los gastos de envío son exagerados. Espero encontrar esos aceites en Madrid algún día porque me han encantado.
Al acabar el tour hacemos la compra en el supermercado y nos vamos al hotel. El hotel está dividido en dos. En una parte residen los mochileros que trabajan en el campo y por otro están las habitaciones un poco más caras. Nuestra parte la compartimos con cinco madres y unas diez niñas de 10 a 14 años que están en el pueblo para una exhibición de marcha militar. Mientras cocinamos las madres enseñan el video de la coreografía de hoy a las niñas y critican paso que han hecho mal. Hoy han quedado terceras y no parece ser demasiado para las exigentes madres. Teníais que haber visto lo divertido que era ver el video y la reacción de las madres. No me puedo imaginar una actividad más aburrida que la marcha militar, y tener que hacerla bajo el estricto ojo de una madre así tiene que ser para pegarse un tiro.
Cenamos unos filetes de atún a la plancha con ensalada de rúcula que me han salido cojonudos. Con la cena nos tomamos un par de botellas de vino y nos acostamos a eso de la 01.00.
Nos levantamos a las 09.15 y nuestro bus no sale hasta las 18.00. Blenheim es una ciudad muy aburrida y, a parte de los vinos, no tiene absolutamente nada que ver o hacer. Así las cosas decidimos cambiar el billete y volver a las 11.00 para aprovechar el día en Picton.
Picton tampoco es que tenga mucha cosa pero aprovechamos la tarde dando una vuelta por Tirohanga Track, una ruta de senderismo que te lleva hasta el Valle de Esson pasando por un mirador desde donde se ve la ciudad muy bien.
A las 16.00 estamos de vuelta y me voy a internet una horita.
Hoy hago mi último entrenamiento antes del maratón y me voy a correr hasta The Snout subiendo y bajando montes durante casi dos horas. Al acabar me siento de maravilla. Me siento en forma y satisfecho porque ya no tengo que entrenar más. Creo que podré acabar el maratón sin problemas y ahora lo que tengo que hacer es descansar y comer muchos hidratos de carbono durante los próximos cinco días.
Para cenar preparo un risoto con beicon que me sale de maravilla para mi sorpresa y para la de Sarah.
Hoy no hemos hecho gran cosa pero estamos cansados. Ayer tomamos mucho vino y quizás hay un poco de resaca. A las 23.00 nos acostamos.
Nos levantamos a las 08.00, desayunamos y me despido de Sarah. Me ha encantado pasar estos tres días con ella y la voy a echar de menos. Como ya he dicho otras veces, esto es lo peor de viajar, las despedidas constantes e inevitables con la gente a la que has cogido cariño. Espero volver a ver a Sarah en Inglaterra.
Hoy continúo con mi ruta y cruzaré es Estrecho de Cook. Con ello dejaré la Isla Sur donde he pasado tres semanas maravillosas. Mi destino es Wellington, la capital del país y el ferri sale a las 10.00.
Es trayecto es bien bonito; se ven muchas islas de los Queen Charlotte’s Sounds, las cuales están decoradas con pequeñas nubes y cascadas.
A las 13.15 llega el ferri a Wellington y por 10NZD cojo una furgoneta que me deja en el centro. Lo primero que me llama la atención es que se ven a muchos más maoríes que en la isla Sur. Se dice que el Sur tiene la belleza y el Norte el espíritu, y espero que sea así. Wellington es la capital desde 1865 a pesar de la protesta de los ciudadanos de Auckland (Auckland es la ciudad más grande y poblada del país). Se eligió como capital por su situación más central, su bahía natural y su crecimiento demográfico.
Intento instalarme en el YHA, pero no les quedan camas. Para no perder la tarde buscando habitación me instalo en el X Base, un hostel de mochileros. Este hostel pertenece a una cadena bastante grande y casi todas las ciudades grandes de Australia o Nueva Zelanda tienen uno. Aquí es donde van los jovencitos ingleses e inglesas a emborracharse y a hacer el cabra. Es barato pero pagas en incomodidad. Me alivia pensar que va a ser sólo una noche, la cual me cuesta 29NZD.
Una vez instalado dirijo mis pasos a la oficina de turismo donde me hago con un mapa y reservo la acomodación de Auckland y de Rotorua. En esta oficina son muy eficientes y profesionales (como en Christchurch) y salgo contento.
De ahí me voy Museo de Nueva Zelanda Te Papa Tongarewa. Es museo es gratuito y es una verdadera maravilla. Uno podría pasar aquí horas y horas. Aquí aprendes sobre la Historia del país, su naturaleza, su fauna, el Tratado con Inglaterra, la situación de los maoríes, pintura... Hay montones y montones de salas y galerías y cuando salgo del Museo no es por iniciativa propio sino porque están cerrando.
El resto de la tarde la dedico a subir al Monte Victoria (194 metros), desde donde las vistas de la ciudad son preciosas y donde veo caer la tarde.
Ya en el centro paso por un cibercafé y me meto en internet un par de horas. De vuelta en el Hostel conozco a Cristina, una chica de Barcelona súper maja que lleva viajando una buena temporada por el país. Nos tiramos un rato charlando sobre nuestros viajes y a las 00.30 estoy en la cama.
Para mi sorpresa todos mis compañeros de dormitorio ya están dormidos. Perece que se están reservando para mañana, que es San Patricio.
Me levanto a las 07.45, desayuno cereales y llamo a España un buen rato. Me doy un paseo hasta el funicular, el cual te deja en el Parque Botánico por 5NZD (ida y vuelta).
El botánico es bastante salvaje y grande y estoy en él una horita. Después me voy a una librería donde me compro una guía de Colombia (iuju! Llevaba unos cuantos días buscándola).
Me meto en el Parlamento el cual ofrece una visita guiada gratuita de una hora que se te hace tan larga como un día sin pan.
Después me voy al Museo de Wellington, el cual me encanta. No tiene muchas cosas pero me llama la atención una sala que tienen donde te cuentan el mayor acontecimiento de cada uno de los últimos cien años. Es muy interesante este formato y me encantaría ver algo así en Madrid o Londres.
Mi siguiente destino es La Bolsa, pero está cerrada al público y me tengo que conformar con hacer una foto al edificio desde fuera.
Después me voy a un cibercafé donde paso un par de horas organizando mi viaje de Fiji (ya tengo reservado día para hacer buceo con tiburones!).
En el Hostel ceno, me ducho y me despido de Cristina. Ella también pasará por Auckland, así que quedamos en vernos allí dentro de dos días.
Por 1NZD me pillo un bus-tranvía que me deja en la estación de autobuses.
A las 20.00 sale mi autobús en dirección a Rotorua, el único autobús nocturno que parece haber en todo el país.
El autobús llega a las 03.25 y no tengo acomodación. Como en los viejos tiempos me tumbo en un banco unas cuantas horas. Un par de mendigos me dan un poco el coñazo pero consigo pegar ojo hasta las 07.30.
Rotorua es una ciudad de 75 mil habitantes y es centro de la cultura maorí y zona muy conocida por su actividad volcánica.
Los maoríes llevan viviendo aquí desde el siglo XIV pero más tarde cedieron parte de sus tierras a los ingleses y con ello creció mucho la ciudad. Hoy todavía hay una gran presencia de maoríes, los cuales representan el 35% de la población.
Toda la actividad volcánica de la zona ha hecho que Rotorua se convierta en la ciudad de los tratamientos de belleza, de los balnearios y de los spa. También hay muchos sitios en los que se pueden ver géiseres y volcanes. Debido a toda esa actividad geotérmica, la ciudad se caracteriza por un olor a huevo podrido típico de los volcanes, pero te acostumbras en seguida.
Me levanto del banco y me voy a una cafetería a tomarme un café y despejarme un poco. Me instalo en el Hostel Funky Green Voyager (24NZD), donde me pego una de esas duchas que te dejan en paz con el Universo.
A las 09.30 salgo del Hostel y me voy en dirección Sur hacia el Whakarewarena Thermal Valley que es donde está el Ta Puia (40NZD) un recinto que es el mayor centro turístico de la ciudad. Tiene una réplica de un pueblo maorí, pero me parece demasiado turístico y artificial. La entrada es cara para lo que ves, pero tengo suerte de ver los géiseres Pohutu (30 metros, dos veces a la hora) y Prince of Wales Feathers.
Salgo del recinto y sigo con mi paseo. Después de una hora llego a las orillas del lago, justo al lado del muelle de Rotorua, donde se encuentra el pueblo maorí de Ohinemutu. Este poblado es enano y lo que más destaca es una pequeña iglesia católica con unos ventanales dando al lago.
Después me voy a dar una vuelta por los Government Gardens y me meto en el Museo de Rotorua. Este museo está situado en lo que era antes un balneario. Aquí tienen bastante información sobre la cultura maorí, la erupción del volcán Tarawera que afectó mucho la ciudad hace cien años, los métodos curativos utilizados aquí cuando esto era un balneario… Para mí lo mejor son las vistas de su tejado, desde donde se ve el parque y los campos de juego de croquet.
A lado del hotel se encuentran los Blue Baths, un balneario antiguo con un diseño de patio andaluz donde me pego un chapuzón durante una hora por 11NZD.
De ahí me voy al Polynesian Spa, unos baños en la orilla del lago que me han encantado. Por 20NZD tienes a tu disposición ocho piscinas de agua natural del lago a más de 35 grados de temperatura. Aquí se está de lujo, con unas vistas impresionantes y me hace acordarme del tiempo que pasé en Japón bañándome en sus Onsen.
Una vez de vuelta en el hotel, llamo a España, ceno y a las 21.30 estoy en la cama bastante cansado.
Me levanto a las 07.30, desayuno y a las 08.30 sale mi autobús en dirección a Auckland. En el trayecto lo que se ve es muchísimo ganado y pastos y el paisaje no es tan bonito como en la Isla Sur.
A las 12.15 llega el autobús a Auckland, ciudad más poblada del país con 1.3 millones de personas y una de las ciudades más grandes del mundo por extensión.
Me cojo un taxi en dirección al YHA internacional. El taxista es de Kaitaia, mi próximo destino. Le digo que voy a correr el maratón de la Ninety Mile Beach y le encanta. Es un tío de unos sesenta años que me dice da un par de consejos sobre sitios que podría visitar. Al llegar al YHA le voy a pagar pero me dice que la carrera es gratis, que con el dinero de la carrera me tome una cerveza cuando acabe el maratón. Qué buen rollo!
Me instalo en el YHA donde pago 31NZD por noche. Después de una ducha salgo a la calle y me doy un paseo por Queen Street, la arteria principal de la ciudad donde se encuentran la mayoría de los comercios. Hago la compra.
Llevo tres semanas sin cámara de fotos y estoy hasta los cojones de fotografiar con el móvil. En una tienda me dicen que arreglarla me va a costar por lo menos 300NZD y que son tres semanas (lo mismo que me dijeron en Christchurch), así que decido comprar una cámara nueva, un poco mejor que la anterior por 620 NZD. Mandaré la antigua a Madrid y veré si allí se puede arreglar cuando vuelva.
Una vez en el hotel, como y me echo una siesta hasta las 19.00.
A las 20.00 quedo con Cristina, la chica de Barcelona que conocí en Wellington. Nos damos una vuelta y nos tomamos una Coca Cola en una terraza cerca del puerto. Charlamos un buen rato. Cristina es guía turístico y le encanta viajar. Lleva un tiempo en Nueva Zelanda y ya tiene ganas de volver a casa. Los españoles no tenemos la posibilidad de solicitar visado de trabajo y vacaciones, tal y como tienen la mayoría de los países europeos. Los mismo pasa en Australia y es una verdadera mierda. No tengo intención de trabajar pero siempre viene bien tener la posibilidad. No sé de quién es la culpa pero supongo que nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores tiene cosas más importantes que hacer como organizar cenas y gilipolleces. Mientras a la gente joven con ganas de viajar y de tener experiencias en el extranjero que nos den por culo. Hasta da un poco de vergüenza cuando te encuentras con otros viajeros y ellos tienen la posibilidad de trabajar y tú no. Por estas razones es muy raro encontrarse con españoles en Australia o Nueva Zelanda, países que parecen tomados por alemanes, ingleses, escandinavos, argentinos, franceses…
Se agradece charlar con una persona tan simpática y, como siempre, da pena despedirse de gente con la que congenias bien. Cristina, desde aquí te mando un beso muy fuerte!
A las 00.00, después de pasar un momento por internet estoy de vuelta en el YHA, donde ceno y no tardo mucho en acostarme.
Me levanto a las 07.00, desayuno y a las 08.30 sale mi autobús en dirección a Kaitaia. El viaje se hace bastante pesado y hasta las 15.30 no llego a mi destino (después de cambiar de bus tres veces).
Kaitaia (‘abundancia de comida’ en maorí) es una ciudad de menos de seis mil habitantes y viene a ser la puerta a la parte más Norte del país. A 14km de aquí se encuentra la playa de las Noventa Millas (aunque la playa sólo es de noventa kilómetros). A la altura de la playa la costa se empieza a estrechar poco a poco para acabar en el Cabo Reinga, el punto más al Norte del país y donde se unen el Océano Pacífico y el Mar de Tasmania. En esta zona del país hay muchísimo maorí, comunidad que es dueña de casi todas las tierras, incluida la larga playa. Es gracias a su permiso que se celebra todos los años este maratón.
Me instalo en el Main Street Lodge, (pago 60NZD por noche en una habitación doble con baño). Mañana corro el maratón y quiero tener una buena habitación para poder descansar bien un par de días.
Una vez instalado me registro en la carrera de mañana (60NZD). En la oficina de registro conozco a Nick, un inglés de 43 años que también correrá mañana. Él esta vez correrá la media maratón, pero tiene mucha experiencia en maratones y triatlones. Juntos hacemos la compra y me da un par de consejos sobre lo que tengo que cenar hoy y desayunar mañana antes de la carrera.
A Nick sus amigos le llaman ‘Nick Bananas’ porque siempre está haciendo locuras. Es un personaje de lo más insólito. Hace unos años recorrió toda África desde Marruecos a Ciudad del Cabo en Sudáfrica haciendo autostop. Ahora está dando la vuelta al mundo y en cada continente corre un par de triatlones. En este viaje, cuando llegue a San Francisco, recorrerá la Ruta 66 desde San Francisco a Chicago (2800 millas) en bicicleta.
Tiene planeado dar la vuelta en bicicleta y creé que lo hará dentro de dos años cuando haya acabado este viaje y ahorrado algo de dinero. Es un tío muy divertido y de verdad que es de lo más entretenido escuchar sus aventuras.
Una vez en el hostel, ceno un buen plato de pasta (cosa que he hecho los últimos cinco días) y me echo una siestecita mientras veo una peli.
El ambiente del hostel es de lo más entretenido. Está tomado por corredores. Unos correrán media maratón (21km), otros la maratón entera (42km) y otros el ultra maratón (maratón y medio, 63km). Todo el mundo parece conocerse y el ambiente es ameno. Entre nosotros está Mike, un neozelandés de 57 años que mañana correrá su maratón 453. Otros llevan las nada despreciables cifras de 120, 100, 87,…
Después de charlar un rato con la gente me voy a mi habitación donde me veo una peli y no tardo mucho en dormirme (23.30).
Me levanto a las 07.00, me ducho y desayuno fuerte. Tenía planeado tomarme unos plátanos pero la nevera estaba al máximo y están congelados.
A las 09.00 sale el autobús en dirección a la Ninety Mile Beach. Es una playa inmensa que no sólo es larguísima sino que también es súper ancha. La arena es bastante dura lo cual permite la conducción de coches y que se celebre carreras como la de hoy.
En total somos unos 25 para el maratón. Entre ellos destaca Mike, de 57 años que hoy corre su maratón número 453. Ostenta el record de Australasia y del hemisferio Sur, pero todavía no tiene el record mundial. Quiere llegar al maratón 500 antes de cumplir los 60. En Nueva Zelanda es bastante conocido y en la salida del maratón está la televisión haciéndole una entrevista. Mike a veces corre un maratón por semana. Para ello ya ni siquiera entrena ya que tiene el cuerpo habituado. Por la oxidación debida a correr tanto durante una vida, aparenta mucha más edad de la que tiene. Viste de colores del arcoíris, es vegetariano y su mochila para la carrera tiene la forma de alas de ángel. Es un personaje de lo más extravagante.
En la carrera todo el mundo parece tener muchos años de experiencia. Dos de ellos han corrido más de 120 maratones, otros más de cien y un par de ellos van por los ochenta y tantos. Yo soy quien menos experiencia tiene siendo éste mi segundo maratón (y quizás último).
Empieza la carrera a las 10.30. La carrera resulta ser mucho más difícil de lo que pensaba. Por un lado está correr en la arena, lo cual jode bastante. Por otro lado está el viento fuerte en contra que obliga a hacer mucho más esfuerzo y a correr casi con los ojos cerrados. Pero lo peor es lo monótono que se hace correr en una línea recta de 42km, donde sólo se ve el océano a un lado y dunas al otro. Además hay muy poca gente animando. Las 4 horas y 23 minutos que tardo en acabar la carrera las dedico en pensar en cosas como ‘esta es la última vez que corro’, ‘la playas están hechas para los bikinis y no para correr’, ‘quien me ha mandado a mi meterme en esto’…
Al acabar estoy totalmente rendido y casi no puedo andar. Para mi sorpresa acabo segundo! Esto no me lo esperaba para nada. Como premio me dan un cheque de 100NZD y un par de camisetas!
El día me ha encantado y el ambiente en la entrega de premios de estupendo. Hay corrido mucha gente y, como todos los años, el evento de hoy es uno de los acontecimientos para la gente de aquí. El nombre de la carrera es Te Houtaewa y hoy es la decimoséptima convocatoria. El lema de la carrera es ‘E kore e mau i koe, he wae kai pakiaka, algo así como ‘Un pie acostumbrado a correr sobre raíces de árboles, hace al más rápido de los corredores’. Casi todos son maoríes.
Después de la entrega de premios cogemos un bus de vuelta a Kaitaia y en el hotel me tomo un enorme chuletón con ensalada y me prometo a mí mismo no tomar pasta hasta dentro de siete años.
El ambiente del hotel es curioso, todo el mundo cojea y parece andar como zombis. No sé de dónde, pero sacamos fuerzas para ir al pub del pueblo y tomarnos tres cervezas para celebrar el día.
A las 00.00 estoy casi muerto y me meto en la cama. Siento hasta el peso de la sábana y me duelen hasta los pelos de la barba.
Me levanto a las 09.00 y desayuno fuerte. Me duele todo el cuerpo y a penas puedo andar. Aprovecho el día haciendo la colada, leyendo sobre Fiji, escribiendo en mi diario y básicamente no haciendo ninguna actividad física que requiera estar en pie durante más de 30 segundos.
Me levanto a las 06.30, desayuno y a las 07.30 sale mi autobús en dirección a Auckland.
Llegamos a las 14.00 y me instalo en el YHA international por 28NZD. Me voy a un banco y cobro mi bien merecido cheque de 100NZD!
Dedico la tarde a dar un paseo por Queen Street, a comprar un carrete para mi cámara subacuática. Como en el Burger King.
A las 18.00 estoy de vuelta en el hotel, donde paso el resto del día escribiendo en mi diario y preparando el viaje a mis próximos destinos.
A las 00.00 estoy en la cama.
Me levanto a las 07.30 y estoy emocionado. Hoy dejo Nueva Zelanda y continúo mi viaje por el Sur del Pacífico. Hoy volaré a Fiji un destino soñado desde hace muchos años.
Desayuno y lo primero que hago es irme a la Post Office. Mando un paquete de 3.2kg por 70NZD, el cual llegará dentro de dos semanas.
Vuelvo al hostel y me encuentro con Takashi, un japonés que conocí en Mount Cook. Este japonés hoy está muy contento ya que le acaban de ofrecer un trabajo como chef en un restaurante de sushi, lo que le permitirá que tanto su mujer como sus dos gemelos de dos años vivan con él en Nueva Zelanda. Dice que las cosas están mal en Japón y que quiere vivir en Nueva Zelanda para que sus hijos aprendan bien inglés. Es un tío encantador y me alegro mucho por las buenas noticias. Charlamos una hora larga pero llega la hora de dejar el Hostel y coger el bus al aeropuerto (13NZD).
A sólo un par de minutos del YHA hay una parada de autobús pero no está muy bien indicada. Veo a una chica con un par de mochilas quien me confirma que, en efecto, aquí se coge el bus al aeropuerto. Le pregunto que a dónde va a volar hoy y me dice que a Fiji. Con la cantidad de vuelos internacionales que salen de Auckland a diario Hanae (ese es su nombre) tiene el mismo vuelo que yo! A los dos nos hace mucha gracia y no paramos de hablar. Hanae es una chica de Japón. Osaka es su ciudad natal, sitio que he llegado a conocer muy bien. Como con todo japonés con el que me encuentro le digo las cinco frases que me sé de memoria. Hanae lleva un año y medio viviendo en Australia. Su misión es mejorar el inglés pero ha aprovechado su estancia en el país de los canguros para viajar mucho y trabajar para poder costearse la estancia. Como muchos extranjeros, los japoneses tienen la opción de solicitar visado de vacaciones y trabajo, cosa que los españoles no podemos hacer. Hanae se ha tomado un par de meses libres y ha estado recorriendo Nueva Zelanda en coche. El final de sus vacaciones será en Fiji, lugar donde pasará los próximos seis días. Le pregunto qué plan tiene para estos días y me dice que no tiene la más mínima idea. No tiene guía de viajes y sólo cuenta con un delgaducho panfleto de agencia de viajes como referencia. Yo me he preparado bien el viaje y sé dónde voy a estar en Fiji, así que le cuento mis planes de hacer buceo con tiburones pasado mañana en Pacific Harbour y luego de irme a la paradisiaca isla de Waya en el archipiélago de Yasawas. A Hanae se le abren los ojos de alegría cuando le menciono lo del buceo puesto que ella se sacó la licencia hace bastantes años. Le digo que si me quiere acompañar, y entusiasmada me dice que sí. Parece que vuelvo a tener compi de viaje, lo cual me alegra un montón. Hanae parece tener muchas cosas en común conmigo, incluso ha corrido un maratón!
En una oficina de Travelex cambio 580 NZD por los que me dan 550 Dólares de Fiji (cambio de 1NZD por 0.967 FID) En el aeropuerto tengo que hacer algo importante. Necesito llamar a Colombia para confirmar mis datos de pago para el billete que tengo pillado en internet de Panamá a Cartagena de Indias. No me vale la tarjeta de prepago que he comprado y tengo que llamar hoy mismo así que llamo desde mi número de móvil inglés. Estoy 30 minutos al teléfono, con una conexión malísima y el empleado de Aerorepublica me tiene en espera diez minutos porque tiene que confirmar con Visa mis detalles. Casi cuando estoy a punto de colgar porque tengo que pillar el avión, me confirman que sí, que se acaba de realizar el pago. No me lo puedo creer, por fin me voy a Colombia! IUJU! No quiero ni pensar en lo que me ha costado la llamada. Llamar desde Nueva Zelanda a Colombia desde un número de móvil inglés no parece ser una cosa que se cobre a precio de amigo. En fin…
Todo este tiempo Hanae ha estado a mi lado, pacientemente esperando y arriesgando también perder su vuelo. Qué educados que son los japoneses!
Volamos con Air Pacific sin retrasos (despegamos a las 14.00) y el vuelo lo dedicamos a charlar y a conocernos mejor. Le dejo a Hanae la guía de Lonely Planet de Fiji y lee sobre Waya Island y el Octopus Resort, que es donde me voy a hospedar. Le comento a Hanae que yo ya tengo pagadas tres noches en una cabaña en la playa y que si quiere puede dormir conmigo y ella a cambio que pague las comidas. Para mí no me importa porque es un gasto que ya tenía asumido y la verdad es que me encuentro a gusto con ella. Ella, contenta, me dice que se apunta. Me comenta lo gracioso que es no tener ningún plan y de repente tener todo el viaje organizado. Por mi parte pienso en lo bueno que es viajar solo y tener esa libertad de conocer a gente y juntarte con ella. Por casualidades de la vida nos hemos encontrado en la parada de autobús y ahora pasaremos la semana juntos en Fiji!
Aterrizamos en el aeropuerto de Nadi a las 16.00 (hora local, una menos que en Nueva Zelanda). Nos reciben con ukeleles, lo que le pone a uno en un humor vacacional con el que con nada te puedes tomar demasiado en serio. Llueve a mares, una de esas tormentas que sólo duran cinco minutos pero que moja lo equivalente a un mes. Espero que tengamos suerte con el tiempo. Estamos justo al final de la época de lluvias, así que hay incertidumbre. Hace un par de meses llovió a mares en la Isla en la que estamos y fue toda una catástrofe con muertos y todo. Nadi estuvo inundada y sin electricidad durante casi dos semanas. A ver si hay suerte…
Nos instalamos en el Nadi Bay Resort donde pagamos 120FID por una habitación doble (60 cada uno). El hotel está bastante bien, con ambiente un poco de mochilero pero estupendo. El hotel tiene habitaciones de dormitorio a compartir pero esta es la semana de mi cumple número treinta y quiero pasarla como un señor.
Cuando empieza a atardecer salimos a darnos una vuelta. Uno no tarda más de diez minutos en darse cuenta de que Nadi no tiene ningún atractivo y que sirve prácticamente sólo funciona como puerto de llegada y salida al país. La capital del país es Suva, que se encuentra en el otro lado de la isla Viti Levu. Fiji tiene 850,000 habitantes de los cuales tres cuartas partes viven en esta isla (con diferencia la mayor de las trescientas que hay en Fiji). Nadi tiene poco más de 30,000 habitantes (casi diez menos que Suva) pero a pesar de la poca población recibe la mayoría de los vuelos internacionales. Así las cosas poco es el viajero que no pasa en Nadi una noche o dos. La ciudad es una calle larga y ya está. Me sorprende mucho la cantidad de gente de rasgos indios que hay por la calle. Más del 40% de los ciudadanos son de origen hindú. Los primeros indios llegaron a finales del siglo XIX para trabajar en los campos de caña de azúcar y después se quedaron. Los indios de ahora son la tercera o cuarta generación de indios en el país. Los originales de Fiji son de pelo rizado y piel negra. Fiji, al igual que Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón o Vanuatu forma parte de lo que se conoce como Melanesia (literalmente Isla de Negros).
Nos vamos al supermercado para ver qué productos locales hay pero nos llevamos una decepción al ver que no hay casi nada. Aquí, como en muchos otros países del Pacífico, tiran mucho de las conservas y los productos frescos brillan por su ausencia. Algo que destaca es la cantidad de especias y productos indios.
Ya de noche parece que Nadi no tiene mucho que ofrecer, así que nos volvemos al Hotel, donde cenamos un par de platos de pescado (buenísimos) y hacemos una buena degustación de cerveza. La cerveza nacional es Fiji Gold tiene muchos tipos y está genial.
A las 00.00 estamos de vuelta en la habitación. Hoy ha sido un día muy bueno. Lo que he visto de Fiji me ha gustado y la compañía de Hanae se agradece muchísimo.
Nos levantamos a las 09.00 y desayunamos tranquilamente. La gente aquí es estupenda y parece vivir sin preocupaciones. Aquí los camareros se toman su tiempo para servir pero es que aquí estamos en Fiji y aquí se vive en Fiji Time. En Fiji Time cinco minutos es algo que va desde 10 minutos a una hora…
Hemos reservado dos plazas para el autobús a Pacific Harbour, el cual sale a la 13.30 (17 FID). Aprovechamos las dos horas y media que tenemos para visitar el Sri Siva Subramaniya Swami Temple. Este templo hindú es el más importante del país (entrada 3.5 FID) y está dedicado al dios Marugan. Desde que estuve en Nepal no había vuelto a pisar un templo hindú y al entrar me acuerdo mucho del mes y medio que pasé viajando con Ignacio. Los dos nos chupamos una buena cantidad de templos en la India y me alegra acordarme de algunas cosas de la religión hindú y de cómo son sus templos. Hace un calor de justicia, pero en el templo corre una corriente fresca y con gusto me quedaría más tiempo sentado charlando con un indio que se ha ofrecido como guía.
A las 13.30 cogemos el bus a Pacific Harbour, es cual rodea la costa sur (´Costa de Coral´) de la isla durante casi tres horas. El trayecto es precioso. La isla es montañosa y de un verde intenso como en Papúa Nueva Guinea. Lo único que me preocupa es el tiempo. Intermitentemente, en ciclos de diez minutos llueve y hace sol de justicia. De verdad que aquí cambia el tiempo en un abrir y cerrar de ojos así que no podemos saber qué tal tiempo hará esta tarde o mañana.
A las 16.00 llegamos al The Uprising, un hotel maravilloso con playa propia y donde nos instalamos. Pagamos 160 FID por un bure (construcción típica de Fiji y de otros países del Pacífico) de tamaño enorme a veinte metros de la playa, con una ducha en una habitación sin techo, para ver las estrellas mientras uno se enjabona (cosa que pienso hacer esta misma noche).
En el bus hemos conocido a Julia, quien también se instala en este Hotel. Es una alemana licenciada en medicina que está viajando por el mundo en dirección Oeste. Ya ha estado en los EE.UU, Canadá, Islas Cook y lleva ya dos semanas en Fiji. Es una chica majísima y desde el primer momento nos cae de maravilla. Ella también va a hacer el buceo con tiburones mañana.
Después de un paseo por la playa y de tomarnos un par de Fiji Gold, cenamos los tres. Comparto con Hanae un plato de barracuda y otro de marisco deliciosos (25 FID cada uno).
A las 23.00 estamos en la cama, que mañana hay que madrugar para el buceo (pero antes me he pegado una espectacular ducha debajo de las estrellas).
La noche la paso con bastante calor. A mitad de la noche salgo de la casa a tomar el aire y me topo con un cielo inundado de astros. Me vuelvo a la cama feliz.
Nos levantamos a las 06.45, desayunamos con Julia y a las 08.00 nos recoge una furgoneta de Beqa Adventure Divers, la empresa con la que vamos a hacer el buceo con tiburones (www.fiji-sharks.com). El buceo lo vamos a hacer en la isla Beqa, a siete kilómetros de la costa y conocida a nivel mundial por la calidad de su buceo y diversidad de vida marina. Las inmersiones las vamos a hacer en el Reef Shark Natural Reserve, una reserva natural creada para proteger a los tiburones.
Antes de salir nos registramos (230FID por persona) y probamos los trajes, aletas y máscaras.
Hace un día maravilloso y la tripulación es majísima y parece muy profesional. Me sorprende la cantidad de pescado que llevamos, pero para atraer a los tiburones hay que darles de comer la nada despreciable cifra de 250 kilos.
La primera inmersión la hacemos a 30 metros de profundidad. Mi licencia sólo me permite bajar a 18 metros pero aquí no son muy rigurosos. Me sorprende lo rápido que bajamos hasta el fondo y sin duda noto una diferencia entre estar a 18 ó a 30 metros. Cuando llegamos abajo el espectáculo comienza. Colgado en el agua hay un contenedor lleno de comida al cual rodean peces inmensos formando un baile como si fuera un enorme tiovivo. No veo ningún tiburón pero simplemente ver a todos estos peces danzando alrededor de la comida es, hasta ese momento, lo más maravilloso que he visto bajo el agua. Después de tres minutos aparece el primer tiburón, el cual desaparece en un segundo. Al poco aparece otro y poco a poco el tiovivo se empieza a transformar. Los peces más pequeños dejan sitio a los más grandes y llega un punto donde sólo ves tiburones (unos cinco o seis) dando vueltas. Es algo que nunca olvidaré. Es muy emocionante porque no estamos protegidos por ninguna jaula y estamos a sólo tres metros de los tiburones. Pero no es peligroso porque ya están entretenidos con la comida que les están dando. En lo que sí hay que tener cuidado es en no alejar mucho la cámara del cuerpo cuando haces fotos porque un tiburón se puede creer que le estás dando de comer y meterse la cámara y tu brazo en la boca.
Nos tiramos 17 minutos a 30 metros para luego subir a los 10 metros de profundidad donde estamos otros 25 minutos viendo cómo dan de comer a los tiburones con la mano. Es increíble ver lo bien organizados que son estos buceadores. Mientras uno da de comer hay otros dos o tres cerciorándose de que los tiburones no se acercan a espaldas de quien les está dando de comer. Cuando uno se acerca demasiado utilizan una especie de ganchos.
Después de un descanso para reponer fuerzas y descansar hacemos la segunda inmersión en la que nos estamos 40 minutos a 15 metros de profundidad. Durante todo este tiempo uno se acaba enganchando al espectáculo. Ver cómo un animal tan temido en todo el mundo atrapa con su enorme mandíbula un trozo enorme de pescado luciendo sus característicos dientes triangulares es un verdadero espectáculo. Verlos tan de cerca uno puede apreciar la belleza de estos animales tan eficientes y maravillosos. En las dos inmersiones hemos podido ver siete de las 400 especies de tiburones que existen en el planeta. Hemos visto bull sharks, sicklefin lemon sharks, silvertip sharks, tawny nurse sharks, blacktip reef shark, whitetip reef sharks y grey reef sharks. Lamentablemente no hemos tenido la suerte de ver al tiburón más grande que hay en la zona, el tiger shark, pero algún día volveré!
El buceo de hoy ha sido el mejor que he hecho desde aprobé el examen de licencia en Vietman. Nunca me olvidaré de espectáculo tan enorme que ha sido ver cómo se alimentan estas enormes criaturas, sin reja de protección y a distancia de un par de metros. Pero no sólo ha sido el mejor buceo, sino una de las mejoras cosas que he hecho en este viaje y en mi vida. Se lo recomiendo a todo el mundo!
A las 14.00 estamos de vuelta en el The Uprising, donde comemos tranquilamente antes de coger el autobús de vuelta a Nadi.
Nos volvemos a instalar en el Nadi Bay Resort donde pagamos 120FID por una habitación doble. Cenamos los tres y a las 23.00 estamos en la habitación. Ha sido un día largo con muchas emociones y mañana nos levantamos pronto para ir a la Isla Waya!
El día de hoy me va a llevar a la isla Waya, en el remoto archipiélago de Yasawas. La idea que siempre he tenido de este país pasa inevitablemente por el tópico de rascarse las bolas al socaire de un cocotero, con poca preocupación y rodeado de una majestuosa belleza natural. Esta semana es la de mi cumple número treinta y, como homenaje, celebraré un año más en este planeta en un sitio tan bello y remoto como pueda.
Hanae y yo nos levantamos a las 07.00 y después de desayunar nos recoge un chófer de hotel Octopus Resort de Waya, quien nos deja en el puerto deportivo de Nadi.
A las 10.30 sale la pequeña embarcación en dirección Oeste. El archipiélago de Yasawas no está muy alejado de la isla principal de Fiji y en dos horas llegaremos a Waya. En el barco me encuentro de un humor muy bueno y hago amistad con los dos marineros que nos llevan. Nos reímos bastante y me obsequien con el equivalente de “Molamos que no veas” en el idioma de Fiji. Ellos dicen “Mode Joe”, que quiere decir algo así como “somos guay”.
El buen rollo que hay en el barquito va mejorando según cruzamos unas islas que sólo podría describir como paradisíacas. Todas ellas son de un verde selvático, rodeadas de arena blanca y coronadas por alguna montañita. Esta parte del mundo es espectacular y no sorprende que películas como El Lago Azul, Contact o Náufrago han sido rodadas aquí. A pesar de todo, lo que me desconcierta en la intermitencia del tiempo, el cual caprichosamente cambia de la lluvia intensa al más soleado de los cielos en sólo unos minutos.
A las 12.30 estamos en Waya donde nos reciben con cantos, ukeleles, cócteles y al grito de “bula”, expresión omnipresente en todo el país que sirve más o menos para todo pero que equivale a decir “hola”. Bula! pues.
Nos instalamos en un bure muy amplio que está a unos diez metros del mar y de la misma nos vamos a comer para luego irnos a la playa a descansar.
Nos alquilamos cada uno un equipo de snorkeling (5 FID, 24 horas). El coral aquí es magnífico y nos tiramos en el agua más de dos horas jugando con la multitud de peces que hay. Los hay que han visto a un tiburón esta mañana, pero nosotros no tenemos esa suerte.
Aquí poco más se puede hacer, así que nos vamos a la piscina a seguir vagueando mientras nos tomamos una buena cantidad de cerveza Fiji Gold. Hanae adora la cerveza y yo le adoro a ella por eso!
A las seis nos reciben para una ceremonia de bienvenida donde nos dan de beber kava. Kava es una bebida narcótica (no alcohólica) muy popular en todo el Sur del Pacífico. Viene de una planta de la pimienta y se mezcla con agua de lluvia. El aspecto es como de agua de charco y su sabor a mí me recuerda un poco al anís. Después de bebidos tres cuencos uno siente que la boca se le adormece, pero nada más.
Más tarde nos vamos a cenar y compartimos mesa con dos ingleses que llevan unos cuantos meses dando la vuelta al mundo. Durante mi viaje me encontrado con otra gente que, al igual que yo, está dando la vuelta al mundo. Es muy agradable y didáctico hablar con gente así y además tú también tienes la oportunidad de compartir tus experiencias y consejos.
La bóveda celeste está llena de estrellas y Hanae y yo nos vamos a la playa a tomar una cervecita más. Es increíble estar en un sitio tan hermoso, especial y alejado de casa. Sólo desearía que la gente a la que quiero estuviera aquí conmigo.
Nada más ser las 00.00 Hanae me da un par de regalitos, los cuales vienen de Japón! Es increíble! Ella guarda en su mochila regalos para gente por si coincide algún cumpleaños, motivo de celebración o simplemente para despedirse. Es algo que dice mucho de la bondad de una persona y me alegra estar acompañado de una persona así.
Hoy cumplo treinta años en este hermoso planeta. Muchas cosas son las que me vienen a la mente y, haciendo balance de lo que ha sido mi vida hasta ahora, puedo decir que me siento enormemente afortunado. La familia que tengo es la más maravillosa del mundo y además tengo el honor de tener a unos amigos excepcionales. Mantengo amigos que provienen de cada una de las diferentes épocas y facetas de mi vida al igual que también tengo amigos de muchos países diferentes. Todos ellos siempre me han hecho aprender cosas nuevas y que me han tratado como a un hermano.
En estos 30 años me lo he pasado genial, he aprendido muchísimo y me propongo seguir igual en el futuro. El número treinta, en lo que concierne a la edad, parece ser un punto de inflexión para muchos y sin duda es una oportunidad maravillosa para saber qué tal lo has hecho en esta vida hasta ahora. Considero que hasta ahora he sido muy feliz y creo que a partir de ahora lo seré mucho más. El hecho de que en este día de reflexión me encuentre en un sitio tan maravilloso y remoto, tras haber pasado nueve meses de viaje por el mundo aprendiendo tantas cosas, me hace pensar que voy por la senda correcta! Hasta el día de hoy he sido muy feliz y desde este momento pienso serlo mucho más, así que a seguir viviendo!
Me levanto prontito y me meto un desayuno de campeón. Siempre he considerado como uno de los mejores placeres de la vida el desayunar y volver a la cama y no veo día más indicado para hacerlo.
A eso de las 13.00 comemos en el restaurante para luego darnos un paseo por la playa y tumbarnos bajo un cocotero a echar la siesta. Nos hemos alejado un poco del hotel y se está de maravilla.
Coincidimos con empleados del hotel que están pescando. La Isla Waya tiene cuatro pueblecitos y todos ellos dependen ahora casi íntegramente de hoteles de lujo como el Octopus. No se puede negar que la industria hotelera da trabajo a mucha gente, pero cuando pueblos enteros dependen de un solo hotel, los que antes tenían profesiones valiosas como pescadores ahora son sólo camareros o limpiadores. Es una pena porque la tradición pesquera se está perdiendo y no pasarán muchos años hasta que la alimentación dependa más de comida enlatada. Eso está pasando en muchos países del Sur del Pacífico, en especial Tonga y Samoa.
A las 17.30 tenemos la oportunidad de ver una boda de unos australianos que se celebra en la playa. El ambiente es bien informal y los invitados, poquitos. La verdad es que es una buena idea eso de celebrar tu boda en Fiji, no creéis? Así os aseguráis de que sólo viene quien realmente esté interesado!
Cenamos a las 19.30 y Hanae y yo nos vamos a la playa a charlar y a ver las estrellas con cerveza incluida, actividad esencial en un sitio como este. No tardamos mucho en irnos a bure a descansar y acabar un día tan lleno de reflexiones y pensamientos bonitos.
Nos levantamos a las 08.30 y es domingo. Durante los últimos dos siglos el trabajo de los misioneros en esta parte del mundo ha sido increíble y aquí todo el mundo se considera cristiano y muy practicante. Por ello los domingos la actividad más importante del día y que no te puedes perder es ir a la Iglesia.
Nos han dicho que la flexibilidad en el tiempo a la que la que están acostumbrados aquí no se aplica a ir a la iglesia y que hay que llegar puntualmente. Así las cosas a las 10.00 estamos sentados en los bancos de la iglesia del poblado Nalauwaki. Lo que me hace gracia es que la misa empieza casi a las 11.00 aunque puede que una hora esté en el margen de lo que llamamos puntualidad. La misa es en idioma local, pero el entusiasmo y pasión del pastor es tal, que uno se acaba creyendo lo que dice a pesar de no entender nada. La iglesia está llena de niños vestidos de domingo revoloteando como siempre sin mostrar el mínimo interés a lo que dice el cura. Pobres chavales, con lo bien que se está jugando fuera.
La iglesia de este poblado me ha hecho acordarme de la misa a la que asistí en Papúa Nueva Guinea y me alegra ver que en Fiji las cosas van bastante mejor. En una iglesia como ésta la gente tiene bancos para sentarse e incluso el diseño interior es elaborado y limpio. En Papúa la gente se sentaba en la paja y los lujos eran escasitos. La impresión que me da es que aquí no van tan mal las cosas si lo comparamos con Papúa, país verdaderamente jodido en muchos aspectos. Es verdad que en Fiji hay problemas de tensión racial y la situación política siempre es delicada. Como en Tailandia o en la España del siglo XIX, son bastante aficionados a los golpes de estado pero parece ser parte de la idiosincrasia del país. Pero veo a la gente esencialmente feliz y con las necesidades básicas atendidas. Puede que no tengan lujos, pero son bastante más privilegiados que en otros países.
Después nos volvemos al hotel donde me tomo un kokoda, que es una ensalada de pescado crudo marinado con zumo de lima con lolo (leche de coco) realmente espectacular.
A las 14.00 llega la hora de despedirme de mi amiga japonesa. Ella vuela mañana a Australia y no puede quedarse una noche más en Waya. La verdad es que hemos entablado una bonita amistad y me da muchísima pena despedirme. He cogido mucho cariño a un ser tan bueno y bondadoso y siento de verdad no poder pasar más tiempo con ella. Pero bueno, de eso se trata viajar solo, conoces a gente y eventualmente tienes que despedirte. Espero sinceramente volver a ver a Hanae y desde aquí le deseo todo lo mejor en su vida.
Paso la tarde leyendo en la playa, tomando cervecita y charlando con otros invitados. Me entero que hay servicio de internet vía satélite a precio de jamón jabugo y, como no hay cobertura y ayer fue mi cumple, pago 15FID por treinta minutos de conexión. Me alegra ver la cantidad de emails que he recibido por mi cumple. A pesar de estar solo tan lejos me siento muy bien acompañado.
A las 19.30 ceno con Karen y Liz, dos profesoras norteamericanas que siempre se toman vacaciones juntas. Son unas tipas estupendas que viven en San Diego y que me aconsejan muchas cosas sobre su país para cuando me pase. A ellas les fascina mi viaje.
A las 22.00 estoy en la cama, donde leo mi guía sobre Tonga y Samoa. No tardo mucho en dormirme.
He dormido once horas de tirón y he desayunado como si se fuera a acabar el mundo. Dedico la mañana a escribir en este querido diario y la comida la tomo con mis nuevas amigas norteamericanas.
Después descanso lo justo ya que a las 14.00 sale mi lancha en dirección a Nadi. Los días que he pasado en Waya han sido fantásticos. He hecho lo que he querido que básicamente ha consistido en no hacer nada, pero era que lo necesitaba después de casi tres meses y medio de infarto en Papúa Nueva Guinea, Australia y Nueva Zelanda, con maratón incluido.
A las 16.00 me instalo otra vez en el Nadi Bay Resort, donde pago 100 FID por una habitación individual. Es mi última noche en Fiji y no pienso pasarla compartiendo litera en un dormitorio!
Paso la tarde leyendo sobre Tonga (mi próximo destino), navegando en el internet más rápido jamás visto (alucinante que haya sido en Fiji!) y preparando mi olvidado blog.
Me veo una peli en el ordenador y a las 01.30 estoy dormido.
Hoy es mi último día en Fiji y no tengo mucho que hacer. Nadi no es que ofrezca muchas posibilidades de ocio precisamente. Es curioso cómo un país con tanto turismo sea tan pobre en actividades en sus ciudades principales, pero a pesar de ello, decido darme un pequeño paseo. A diferencia que en las islas periféricas, aquí la comunidad india es inmensa y es bastante curioso andar por la calle. Uno puede pensar fácilmente que está en la India!
A las 14.30 como en el hotel y de la misma me despido de todos los empleados. Es increíble lo simpáticos que son y sobre todo el buen sentido de humor que tienen. Nada más llegar al aeropuerto (taxi 10FID) me comunican que el vuelo se ha retrasado tres horas más (doce en total porque en principio salía a las 07.00 de la mañana de hoy). A pesar del retraso no se ve a nadie protestar cosa que no alcanzo a comprender. Pasaba lo mismo en la India y me frustraba. Pero bueno, en este viaje estoy aprendiendo a tomar las cosas como son y por protestar no va a salir antes el avión. Creo que mi nueva actitud se debe a la paciencia que aprendí en mi viaje a Bután…
Durante la interminable espera conozco a Johana, una profesora de colegio finlandesa que está aprovechando unas vacaciones. Está en Fiji de paso y va a coger el mismo avión que yo a Tonga. Con el retraso del avión calculo que vamos a llegar a la capital de Tonga bastante tarde y no tengo reservada ninguna habitación de hotel. Johana me dice que me venga con ella a su hotel, que además le van a recoger al aeropuerto. Y a mí me parece de p madre, la verdad.
Al final el vuelo sale a las 20.00 y lo que me llama muchísimo la atención es el tamaño de sus pasajeros. Es increíble lo enormes y obesos que son algunos de ellos y de verdad que me acuerdo de la secuencia del camarote de los hermanos Marx cuando estoy dentro del avión. Por una suerte que quizás no me merezco nadie se sienta a mi lado, así que tranquilamente puedo dedicar las dos horas de vuelo a escribir en mi ordenador.
Fiji me ha gustado y he sacado del país precisamente lo que quería. Por un lado he conocido un poco la cultura y he aprendido que no todo es tan maravilloso en el país. Pero sin mentirme a mí mismo lo que más deseaba era hacer el buceo con tiburones y descansar en Waya. Ambas experiencias me han encantado y me encuentro totalmente preparado para seguir con mi viaje.
Aterrizamos en Nuku Alofa, capital del Reino de Tonga a las 22.30. Lo primero que hago es cambiar dinero y por cada FID me dan casi un dólar de Tonga (TOD).
Peter, el chófer de la Tony Guest House, nos está esperando. Me dice que no hay problema y que hay sitio de sobra. A Johana y a mí nos dan una habitación de tres camas por la que pagamos 15TOD cada uno. Este hostel es baratísimo, dedicado a mochileros y regentado por un inglés que lleva aquí muchos años. Mañana le conoceremos porque ahora es muy tarde.
A las 01.30 estoy dormido. Tengo ganas de ver Tonga de día.
Nos levantamos a las 09.00 y lo primero que hacemos es conocer a Tony, quien nos comenta que hoy va a hacer un tour por la isla de Tongatapu (isla principal del país, donde estamos) y que si queremos apuntarnos nos costará 40TOD. Johana y yo no teníamos muchos planes y la verdad es que no es una mala opción para el primer día.
Pero antes Jonaha y yo queremos desayunar y nos llevamos una decepción a ver la poca oferta de comida que hay en el país. Tonga tiene unas tiendas de ultramarinos regentadas casi en su totalidad por la comunidad china y su carencia de alimentos frescos es total. Aquí lo que manda es la comida en lata y de mala calidad. Una pena no sólo porque nos joda el desayuno, sino porque toda esta cultura gastronómica está jodiendo al país. Tonga cuenta con una de las tasas de obesidad más altas del mundo, por encima de los EE.UU (en 2005 fue declarado el país con más porcentaje de obesos del mundo) y los casos de obesidad mórbida, alta presión sanguínea, diabetes y problemas del corazón están en niveles alarmantes.
Conseguimos comprarnos un par de latas de atún en aceite que nos tomamos con un pan de molde. No es que sea maravilloso, pero por lo menos tomamos algo antes de meternos en la furgoneta de Tony a conocer Tongatapu (en tongano, “Isla del Sur”).
Salimos a las 10.30 en dirección oeste. Observando por mi ventanilla muchas cosas me llaman la atención. Lo primero es la cantidad (y calidad) de sus edificios religiosos. Como en muchos otros sitios del Sur del Pacífico los misioneros cristianos hicieron mucho trabajo y ahora no hay nadie que no se considere cristiano. Hay iglesias por todos los lados y lo que más me llama la atención es el enorme Templo Mormón que hay en las afueras de la capital.
Luego hacemos una parada para ver una de las grandes atracciones del país. No nos engañemos, Tonga no es Venecia o París y aquí lo que le llama más la atención a la gente es que hay un cocotero de tres ramas, el cual al parecer es el único del mundo. Pero no es más que un jodido cocotero! Sigamos con la visita…
Pasamos por delante de varias plantaciones de café, cultivo que está empezando a pegar fuerte en el país. También nos enseñan plantaciones de Kasava, un tubérculo que es uno de los alimentos básicos de la dieta de aquí.
Durante la ruta tengo la oportunidad de ver a la gente vestida para un funeral. Los familiares del difunto se visten de negro y llevan unas faldas como de paja o mimbre (ta´ovala) las cuales llevan más arriba o más abajo en la cintura dependiendo de la cercanía que tengan con el difunto. Aquí en Tonga los funerales son el rito más importante de toda la comunidad.
Algo que me llama muchísimo la atención según cruzamos los pueblos es la falta de pobreza y miseria. Es verdad que no tienen ningún lujo, pero todas las casas están muy bien y a la gente se le ve feliz. Le comento el tema a Tony y me dice algo que nunca olvidaré “no te equivoques, en el primer mundo hay miseria, aquí no”. Y la verdad es que es totalmente cierto; aquí la calidad de vida es bastante buena y para nada hay barrios marginados y de chabolas tal y como podemos encontrar en Madrid o Londres. Da mucho que pensar.
Tony es un inglés de unos sesenta años que lleva aquí casi treinta. Tiene un sentido del humor bastante seco y a veces se le ven ramalazos del mal humor y además es bastante cínico. Pero bueno, parece conocer bien el país y eso es lo que me importa.
Me habla sobre el tema de los chinos regentando las tiendas de ultramarinos (“fale koloa”), cosa que me recuerda mucho a lo que vi Papúa Nueva Guinea. Aquí los tonganos se quejan mucho de los precios que ponen los chinos y si uno no indagara más en el asunto estaría de acuerdo con ellos. El tema cambia cuando uno conoce mejor la cultura del Pacífico en general y de Tonga en particular. En las muchas sociedades del Pacífico lo comunal está por encima de la propiedad. Por un lado está muy bien porque nadie se muere de hambre y siempre estará protegido, pero por otro siempre vas a tener a un grupo de familiares que van a querer aprovecharse de tus propiedades y negocios ya que también lo consideran suyo. Así las cosas a un tongano le viene mejor alquilar el fale a un chino, quien le pagará un alquiler y con ello evitará que sus familiares saqueen la tienda siempre que quieran comer. Los chinos son muy trabajadores y los tonganos no tanto y eso ha creado cierta animadversión totalmente injustificada contra la comunidad china. Eso es exactamente lo que pasaba en Papúa, país lleno de gente ociosa que no hace nada durante el día y que se permite el lujo de criticar a los dos o tres emprendedores que están levantando el país.
Seguimos con nuestra ruta y llegamos al Abel Tasman Landing Site, que es el sitio donde se supone que el explorador holandés Abel Tasman desembarcó en el siglo XVII. Por lo visto este hecho histórico es bastante dudoso y Tony me dice que este mirador conmemorativo lo puso un profesor de universidad que casualmente vive a un par de cientos de metros y que gracias a poner una plaquita, el valor de su terreno ha subido muchísimo.
Sigo hablando con Tony y para mi decepción me entero de que el anterior rey murió a finales del 2006. El Rey Taufa´ahau Tupou IV fue conocido por ser el rey más obeso del mundo y que fue capaz de adelgazar 75 kilos para dar ejemplo al país tras el toque que dio la Organización Mundial de la Salud al gobierno sobre el tema de la obesidad del país. Tupou IV siguió la modernización del país iniciado por su madre, la reina Salote. Consiguió meter al país en la ONU en 1999 pero fue muy criticado por alquilar la bandera de Tonga como bandera de conveniencia para el tráfico marítimo de armas hacia el Medio Oriente. Desde finales del 2006 reina su hijo Tupou V, quien cuenta con bastante menos popularidad que su padre y abuela.
Cerca del mirador se encuentra el Likualoufa Resort, un hotel con una piscina de agua salada en la playa. Johana y yo nos damos un chapuzón y enseguida se apuntan Julia y Jan, dos alemanes que están en la excursión con nosotros. Mientras nos bañamos tengo la oportunidad de charlar con esta pareja tan simpática. Julia es ingeniera de textiles y ha vivido en Barcelona trabajando para tiendas de moda y habla muy buen español. Jan también es ingeniero y trabaja en una consultoría. Los dos están haciendo un viaje de tres meses y medio y ya han estado en Japón, Tailandia y Nueva Zelanda. Nos tiramos un buen rato hablando sobre nuestros viajes mientras nos tomamos un par de botellas de Ikale, la cerveza nacional.
De ahí nos vamos a lo que llaman irónicamente los Alpes de Tongatapu, el sitio de más altura de la isla (17 metros de altitud). Aquí vemos los “blowholes”, que son geiseres de agua producidos por cavidades en la roca cuando el mar choca contra ella. Es curioso ver lo plana que es la isla y sorprende saber que 17 metros es lo más alto que puedes estar en esta isla, la más grande del país. Tonga, al igual que otros países del Pacífico, está muy amenazado por el calentamiento global del planeta y el descongelamiento de los casquetes polares. Se dice que Tonga va a perder muchísimos kilómetros de costa a mediados de este siglo y que países como Kiribati (cuyo punto más alto es de sólo 3 metros de altitud), Tuvalu, Islas Cook o la Polinesia Francesa desaparecerán completamente.
De ahí nos vamos a la playa Fua´amotou, también conocida como “Royal Beach”. Aquí cerca está la residencia familiar del antiguo rey ya que el palacio de la capital era demasiado pequeño para sus necesidades.
En esta playa hay un cementerio increíble. Al igual que en Papúa y en otros países de Oceanía, la decoración de las tumbas es espectacular. Todo sirve para decorar, desde botellas a conchas de ostras. Es increíble ver esas obras de arte y pensar que estás en un cementerio. Desde luego esto me sorprende mucho más que ver un cocotero de tres ramas.
Luego nos vamos a la playa ´Oholei, al este de la isla, donde nos damos un baño maravilloso. Además tengo la oportunidad de ver a Tony en un bañador de Tarzán, imagen que todavía recuerdo con cara de terror y de risa a la vez.
Después pasamos a ver el Ha´amonga´a Maui Trilithon, una construcción cuyo origen es incierto y que se piensa que es del siglo XIII. También lo llaman el Stonehenge del Pacífico y consiste en una puerta formada por tres enormes piedras de cuarenta toneladas cada una y que se cree que servía para determinar las estaciones.
Acabamos la visita en el Captain Cook Landing site, un sito precioso con vistas a una laguna y que es donde desembarcó por primera vez el explorador inglés James Cook a finales del siglo XVIII.
De ahí la furgoneta se dirige a la capital, pero todavía tengo la oportunidad de ver algo que me deja con la boca abierta, un cerdo pescador! Resulta que sólo hay aquí y son cerdos que están en la playa con el moro en el agua y que son capaz de pescar!
A las 17.30 Tony nos deja en el restaurante Billfish, donde ceno una Oka ika, muy parecida al kokoda de Fiji, es decir, una ensalada de pescado crudo marinada con zumo de lima durante horas y al que luego se añade una salsa compuesta por leche de coco, pepino, tomate y chiles. Puedo decir sin lugar a dudas que es una de los platos más exquisitos que he tomado en mi vida.
A eso de las 19.30 nos recoge Peter y nos deja en el hostel, donde acabamos el día con una sesión de kava con Tony. Somos cinco personas en total y nos bebemos ocho litros en total! Al igual que en Fiji o Samoa, el kava también es muy popular en Tonga. Me recuerda mucho al debate que hay en el Mediterráneo sobre de dónde proviene el mejor aceite de oliva. Todos los países del Pacífico se enorgullecen de tener el mejor kava! Si soy sincero creo que el kava de Fiji me pareció mejor, pero no se lo comento al sensible y malhumorado Tony.
Al comenzar el día Tony me ha hecho gracia pero acabo la jornada no teniendo muy buena imagen de él. Tony es un personaje único. Cuando vivía en Inglaterra se dedicaba a la construcción y dice que por aquel entonces tomaba quince pintas de cerveza diarias. Esa vida no le satisfacía y ojeando el Reader´s Digest leyó sobre Tonga y decidió venirse a aquí a vivir. Hasta aquí es una historia fantástica pero el tío en los 28 años que lleva en el país no ha aprendido el idioma y tampoco ha demostrado ningún interés. Además sólo conoce la isla de Tongatapu, una de las 172 islas que compone el país! Sin embargo su actitud arrogante le hace creer que lo sabe todo.
A las 22.00 me meto en la cama, un poco sedado por el kava y con la inquietud de saber que voy a tener que ir a hacer pis varias veces esta noche. Este líquido además de narcótico también es diurético.
Me levanto a las 09.00. Johana y yo contratamos un día de snorkeling para mañana (80 TOD cada uno).
Peter nos acerca al centro de la ciudad. Nuku Alofa es la capital del país, donde sólo viven veintidós mil habitantes (Tonga tiene 102.000, sin contar 83.000 que viven en el extranjero, principalmente en Australia, Nueva Zelanda y EE.UU). La ciudad está formada por una docena de calles y ya está.
Desayunamos en el Friend´s Café (una tortilla y un zumo, 20TOD). Además de comidas, esté café también funciona como agencia de viajes y tienda de libros. Aquí me compro un libro sobre el país (40TOD) y unas postales para mandar.
Paseando por la calle lo primero que me llama la atención es la cantidad de gente grande que hay.
Nos damos una vuelta por el paseo marítimo, donde me compro un coco delicioso y cuya agua parece no acabar nunca por sólo 2TOD. De repente se pone a llover y nos metemos en un bar. Aquí nos tomamos una cervecita y hago amistad con los camareros. La gente aquí es muy amable y a todos les parece increíble que alguien de tan lejos quiera ir a ver su país. Tienen un sentido de humor muy bueno y les hace mucha gracia cuando les pido que me digan el equivalente a “Molamos que no veas” en tongano, que viene a ser “Kakai Lelei”, algo así como “somos buena gente”. Ya empiezo a tener una buena colección de “Molamos que no veas” en muchos idiomas diferentes. Durante todos estos meses me he dado cuenta de que muchas lenguas no son tan sofisticadas y que resulta muy difícil encontrar el equivalente exacto sin que pierda algo de sentido y de gracia. Parece que los idiomas europeos son más sofisticados para este tipo de cosas.
Una vez que ha escampado nos vamos al mercado central a ver lo que se vende por allí. Hay muchas frutas que no alcanzo a reconocer (al tener Tonga un clima tropical hay montones de ellas desconocidas en España y Europa). Compramos un aguacate del tamaño de un melón, el cual nos servirá para desayunar los próximos días. Cerca vemos que se está celebrando un bingo en la calle. Éste es el único juego que está permitido en Tonga y además lo maneja la Iglesia.
Después nos metemos en un ciber café donde estamos una hora (3 TOP, muy, pero que muy, lento). De ahí nos vamos a Friend´s Café. Allí nos tomamos un café justo antes de que Peter nos recoja en su furgoneta.
La visita a la capital me ha gustado bastante. Esta ciudad no es que tenga demasiadas cosas, pero uno se siente a gusto. Algo que me ha sorprendido tanto hoy como ayer es la presencia de proyectos financiados por China y Japón. Estos dos países invierten en Tonga por razones diferentes. Como sabemos todos China ha crecido de una manera impresionante en los últimos años y ahora, como potencia mundial, está alargando sus tentáculos de influencia por todo el planeta. Obviamente el Pacífico no podía ser diferente. Además hay bastante población china en el país. Lo que sí sorprende es la presencia de dinero japonés en un montón de proyectos por la isla. Leyendo entre líneas uno se da cuenta de que en las organizaciones internacionales Tonga cuenta como un país más y un voto puede ser muy decisivo para decidir moratorias como la de la pesca de ballena. Sabemos que Japón quiere que la moratoria se levante de una vez para poder pescar cetáceos, pero en la última votación se decidió que le moratoria continuara, aunque por un margen muy pequeño de votos. Tonga votó que quería la moratoria debido a la importancia de la ballena en su turismo. Lo que aquí se comenta es que Japón está metiendo dinero en Tonga y en otros países tan pequeños para contar con su voto en la próxima votación.
Una vez en el hostel, ceno un plato de pasta, leo un rato y me veo una peli en el ordenador antes de acostarme.
Hoy hace un año que anuncié mi dimisión en Londres! Madre mía cómo pasa el tiempo. Dentro de poco cumpliré un año sin trabajar. Dicen que el trabajo dignifica, pero os puedo decir que viajar dignifica más!
Nos levantamos a las 07.45, desayunamos y a las 08.30 Peter nos deja en el puerto. Hoy vamos a pasar el día haciendo snorkeling pero el barco no zarpara hasta las 10.00. Aprovechamos la hora que tenemos para tomarnos un desayuno inglés en una cafetería del puerto (17.50 TOD). Mientras me tomo unas raquíticas salchichas leo el periódico y me entero de que durante las erupciones volcánicas de hace menos de dos semanas nació una nueva isla, la número 172 de Tonga! Es increíble que un país pueda ganar una isla más en cuestión de unas horas, pero esto ya ha pasado más veces y no sería extraño que la isla creada de la nada volviera a desaparecer pasados unos años.
A las 10.00 zarpa el barco y para mi sorpresa también están Julia y Jan, los alemanes con quienes hicimos el tour de la isa hace dos días. Nada más salir se pone a llover por lo que el capitán tiene que cambiar un poco la ruta planeada. Él se llama Sam, es un antiguo miembro de las fuerzas armadas y hace unos meses creó esta empresa de snorkeling y submarinismo. Es una persona de conversación muy agradable y me habla del tema de la obesidad en su país. Le da mucha pena que antes los tonganos eran gente grande y fuerte y que ahora son grandes y gordos y le echa la culpa a toda la comida enlatada y a la comida basura. En Tonga no vas a ver un McDonald´s o un Kentucky Fried Chicken, pero no hace falta, ya que toda la comida de la calle consiste en patatas fritas, pollo frito y botellas de dos litros de bebidas azucaradas. Sam también me habla del ejército de Tonga y me dice que está compuesto por seis cientos militares, de los cuales cuarenta están en Irak debido a un acuerdo que tienen con la ONU. Se hace difícil creer que incluso esta gente ha acabado tan lejos de su casa para ayudar en una guerra tan ilegal e ilícita.
Después de un rato llegamos a la isla Makahaa, donde hacemos snorkeling. El mar está bastante revuelto y soy el único que se anima en irse lejos. Durante unos momentos pierdo la referencia del barco y me entra un poco que miedo. Me viene a la cabeza un pensamiento que me deja intranquilo. Es en las aguas de Tonga donde se encuentran los grandes abismos oceánicos, llegando a profundidades de los once mil metros (imagina que hundes el Everest y que todavía sobran dos kilómetros de agua en tú y la cima). Seguramente no sea aquí, pero me da un escalofrío enorme y sensación de vértigo. A pesar de estar flotando y de saber nadar bien, el pensamiento de unas aguas tan profundas me pone nervioso. Después de cuarenta minutos me vuelvo al barco, donde me encuentro a Ohana, Julia y Jan jugando con los kayaks. Me hago con uno de ellos y remo durante veinte minutos más.
Después de comer nos vamos a la isla Pangaimotu, donde hay dos barcos hundidos. Hace bastante viento y el oleaje es fuerte pero logro llegar a los barcos, cosa que es una temeridad (cualquier ola fuerte me podría haber lanzado contra la estructura oxidada del barco fácilmente). Pangaimotu es una isla bastante popular entre la clase noble de Tonga, pero no vemos a nadie importante allí. De hecho estamos solos.
A las 16.00 estamos de vuelta en Nuku Alofa. Nos tomamos un café en el Friend´s Café y a las 17.00 Peter nos recoge.
Paso la tarde tomando unas cervezas con Johana en el salón. Esta chica es amable y con sentido del humor pero por alguna razón no acabamos de caernos demasiado bien. Como ayer, volvemos a cenar pasta (la oferta de lo que se puede comprar en una tienda en Tonga es muy limitada).
A las 23.30 estoy en la cama.
Hoy es un día donde la realidad me da una gran bofetada. He cometido un grave error planeando mi viaje. Conté con que una semana iba a ser suficiente para viajar de un lado a otro del país, pero subestimé las limitaciones del transporte. Tonga tiene sólo 102.000 habitantes y obviamente barcos o aviones a otras islas no salen todos los días. Además, debido a la imprevisibilidad del tiempo, los horarios son flexibles y sujetos a cancelación por falta de pasajeros. Todo esto hace que en una semana sea casi imposible ir a ver otras cosas. Además está empezando a hacer mal tiempo y se comenta que esta noche llegará un ciclón.
Es cierto que lo que más me interesaba de Tonga era conocer la sociedad y que no quería ver demasiadas islas (mi dosis de islas del Pacífico ya la había tenido en Fiji). Sin embargo me hubiera gustado haber ido a alguna otra isla, posibilidad que parece difícil teniendo sólo tres días y un ciclón por delante. Si vuelvo alguna otra vez a esta parte del planeta tendrá que ser para muchos más días.
Nos levantamos a las 08.30 y nos vamos al supermercado. Nos acompaña Jiri, un viajero de la República Checa súper majete y con quien desde el primer momento me llevo fenomenal. Estudió la carrera de ingeniería mecánica y está de viaje durante unos meses sabáticos después de haber acabado la universidad. Está empezando el doctorado en mecánica y es una persona con la que se puede hablar de todo. Empezó su viaje en Argentina y acabará en el Sudeste Asiático antes de volver a Europa a meterse en el mercado laboral. Jiri es un maestro de viajar con muy bajo presupuesto. Utiliza la red de Coach Surfing, que consiste en dormir en la casa de otros miembros de la red. Hay miembros por todo el mundo y es una oportunidad excelente de conocer a gente local y por supuesto de ahorrar dinero. Jiri además sólo parece comer fideos instantáneos y pasta por lo que comiendo tampoco se gasta mucho. También viaja con tienda de campaña pero utilizándola, no como yo. Con un presupuesto mínimo está conociendo muchos sitios y, a pesar de que muchas veces acaba no haciendo muchas cosas por falta de fondos, es capaz de viajar por todo el mundo así. Me parece un ejemplo para todo aquel que pone el dinero como excusa para no viajar.
La visita al supermercado es decepcionante. Hay una ausencia total de alimentos frescos y parece que sólo hay conservas y congelados. Además, como casi todo está importado, los precios son carísimos. Con supermercados así es fácil comprender cómo Tonga tiene un problema dietético tan grande.
Hoy teníamos planeado ir a ver un partido de rugby, pero al llegar al campo vemos que no hay absolutamente nadie. Esto me ha decepcionado mucho ya que tenía muchas ganas de pasar el día con los tonganos viendo su deporte favorito y compartiendo impresiones y cervezas con ellos.
Así las cosas estamos a las 12.00 en el hostel, con una buena cantidad de botellas de cerveza y sin saber qué hacer. Jiri y yo nos pasamos unas cuantas horas tumbados en los sofás, charlando, riendo y bebiendo una birra tras otra.
Ayer se hospedaron tres inglesas en el hostel. Kirrar, Joanna y Katie están en Tonga como parte de las prácticas de sus estudios de medicina. Mañana empiezan a trabajar en el hospital de la ciudad. Acabamos la tarde todos jugando a juegos donde quien pierde bebe, típico si estás con un grupo de ingleses.
A las 22.00 me voy con Peter al Billfish, restaurante del puerto y la discoteca más famosa del país! De mi visita al Billfish puedo destacar los siguientes puntos:
1. A pesar de la distancia geográfica ponen dos temas de Los del Rio (y uno no es la Macarena!).
2. Hay muchos homosexuales vestidos de mujer. Aquí se les llama “fafafini” y su situación es bastante especial. La sociedad de Tonga es muy conservadora, pero parece tolerar muy bien a este colectivo, el cual organiza festivales de fafafinis a los que asisten incluso miembros de la familia real. Por lo que me han contado, aquí en Tonga, si en una familia todos los hijos son varones, a uno de ellos los padres le van a tratar como mujer y lo van a educar como tal para que desempeñe las labores del hogar y haga de hermana para los demás. Éste parece ser el origen de porqué hay tantos fafafinis.
3. Una escena me deja con la boca abierta. Hay un grupo de cuatro extranjeros que están en la pista de baile. Una chica del grupo deja su bolso en una mesa y los tonganos que están sentados en ella le cogen el bolso y empiezan a repartirse todo lo que hay dentro (móvil, cartera y todo lo demás). Al parecer todo esto es muy normar y no se le llama “robar” sino “tomar prestado”. En tonga si hay confianza, tus bienes se consideran disponibles para los demás. La chica está borracha y no se está dando cuenta de que están tomando prestado el contenido de su bolso. Peter se va a la mesa, coge todas las cosas de las manos de los tonganos, las vuelve a meter en el bolso y se lo da a la chica. La tía no se da cuenta que ha estado a punto de perder todas sus cosas y sigue bailando como si nada. Lo que más me extraña es que aquellos tonganos sacaron todo del bolso sin esconderse y tampoco se molestaron cuando Peter recuperó las cosas. Es cierto que ellos no lo toman como un robo!
A las 23.30 apagan la música y encienden las luces. Me extraña mucho porque hoy es sábado pero hoy se cierra antes precisamente por eso. En Tonga el domingo es un día donde no se trabaja, no se bebe y no se hace nada y los días empiezan a contar desde las 00.00. Por esta razón el mejor día para salir de marcha en Tonga es el viernes.
Peter y yo volvemos al hostel. Cenamos juntos una sopa y me habla de su situación sentimental. Lleva sólo unos meses trabajando en el hostel y ha comenzado una relación con otra empleada, pero Tony no lo sabe. El caso es que ella se quiere casar y le ha dado un ultimátum: se tienen que casar el jueves. Peter no sabe qué hacer pero tiene claro que el jueves él no se casa!
Hoy ha pasado el ciclón por la capital. La noche ha sido horrenda y el viento y la lluvia no han parado en horas. Me da mucha pena porque hoy es domingo y quería ir a la iglesia principal de la ciudad para ver si tenía la suerte de coincidir con el rey. Está visto que en Tonga hay una conspiración de circunstancias para que no haga aquello que he planeado.
Nos levantamos a las 09.00 y no tenemos electricidad y, por tanto, tampoco tenemos agua. Además las calles están inundadas. Sin electricidad tampoco puedo escribir en el ordenador, así que el día lo paso como los demás, tratando de charlar, dormir y leer.
Me fastidia mucho tener que estar así, pero pensándolo dos veces es una buena lección sobre cómo un país como Tonga es tan dependiente de las condiciones climatológicas. Si pasa un ciclón, el país se paraliza y así son las cosas. En cierta manera estoy aprendiendo esto y para mí es suficiente (o por lo menos es lo que me sirve de consuelo).
Durante este día de aburrimiento consigo de mis amigos Jiri y Johana un par de equivalentes de “Molamos que no veas”. En la República Checa dicen “Jsme Nejlepsi Na Svete”, algo así como “somos los mejores del mundo”. En Finlandia dirían “Me Olemne Maailman Parhaita” que equivale a lo mismo.
Mientras estamos en el salón no para de llover, con el agravante de que la noche empieza a caer y dependemos de velas para hacer nuestra vida. Ha sido un día de paréntesis pero también de darme cuenta de que en muchos países las cosas no son fáciles. Muchos sitios parecen idílicos y perfectos y en realidad no lo son para nada.
El ejemplo del tiempo es muy claro pero hay otros aspectos de la cultura de Tonga que distan mucho de ser ideales…
Hoy he tenido la oportunidad de leerme de un tirón el libro que me compré hace unos días. Se llama “Tonga, In search of the friendly islands” y está escrito por Kalafi Moala, un periodista y empresario de los medios de comunicación que ha estado encarcelado en Tonga por criticar al gobierno. Desde que llegaron los ingleses hace más de doscientos años, se bautizó a este archipiélago como las “friendly islands” o la “isla de las personas agradables” y desde entonces han vivido de ese cliché. Pero la verdad es que en Tonga se ha dado un aumento de la violencia doméstica, crímenes, suicidios, trato violento contra los jóvenes, abuso de alcohol y de drogas, clasismo e hipocresía con el tema de los domingos. Llama la atención el tema de la violencia, que es la primera manera de resolver los conflictos en este país. También lo del clasismo es increíble: el Rey actual es el último de un linaje real totalmente absoluto. De hecho se dice que el Rey de Tonga es uno de los más poderosos del mundo cosa muy cierta si pensamos que monarcas como el Rey de España o la Reina de Inglaterra no son más que figuras decorativas y su poder real es más bien insignificante. En Tonga el rey tiene un poder absoluto y hace lo que le da la gana. Por debajo del rey hay treinta y tres familias nobles que viven del cuento (como todos los nobles de todos los países) y por debajo los ciudadanos comunes a los que se les llama despectivamente “Me´a Vale” (“los ignorantes”). Los ciudadanos comunes sólo se pueden acercar al rey de rodillas con las manos en el suelo y evitando el contacto visual directo.
Antes de llegar a Tonga tenía al país idealizado. Me creía que iba a ser como un Bután del Pacífico pero no lo es. En todos los lados cueces habas! Lo único que me alegra de la historia de Tonga es que es el único país de Oceanía que nunca ha sido colonizado. Muchos países han querido anexionarse partes de Tonga, incluso los mismos españoles. Los españoles fueron los primeros en “descubrir” las islas Vava´u y quisieron anexionárselas, pero estaban demasiado ocupados robando todo lo que podían en América.
A la 01.00 me acuesto con la esperanza de que el tiempo mejore mañana y tengamos electricidad.
Me levanto a las 07.45 con un pensamiento profundo. La palabra Tonga parece una mezcla entre las palabras “tango”, “tanga” y “tongo” y me encanta.
Parece que el tiempo ha mejorado pero todavía no tenemos electricidad.
Jiri y yo salimos hacia el centro y vemos que muchas calles están inundadas pero a pesar de todo se respira un ambiente de relativa normalidad. Nos metemos en un ciber, cosa de la que me voy a arrepentir más tarde (me infecta un virus en la memoria extraíble y me borra todas las fotos de mis nueve meses de viaje!).
Confirmo con Air New Zealand mi vuelo de mañana para Samoa. No hay retrasos (pero eso habrá que verlo).
Aprovecho y cambio dinero de dólares de Tonga a talas de Samoa. El cambio es de risa ya que me venden talas a 0.98 cuando se compra a 0.60. Eso es un diferencial del 50%, lo que es un verdadero robo. Es curioso cómo ladrones como la Western Union o algunos bancos australianos como Westpac se están enriqueciendo gracias a este tipo de robos. Yo tengo suerte y lo que me roban me lo puedo permitir, pero no hay que olvidar que el principal ingreso de todos y cada uno de los países del Oceanía (menos Australia y Nueva Zelanda) es el proveniente de las remesas enviadas por ciudadanos que viven en el extranjero. Todos estos ladrones de corbata cobran comisiones que van desde el 15% al 45% del valor de la transferencia que se quiere hacer de un país a otro. Oceanía es el continente menos poblado del mundo y que todos los años estos ladrones facturen cien millones de dólares en comisiones por transferencias en remesas es inaceptable.
Bastante cabreado por lo el tema del dinero vuelvo a quedar con Jiri. Comemos en un par de curris en una cantina medio hindú (me tomo un delicioso curri de pollo con una coca cola por 10 TOD).
Después nos damos un buen paseo por la ciudad. Vemos las “Royal Tombs” donde están enterrados los últimos monarcas, la Basílica de San Antonio de Padua (con aire viejo y muy fastidiada por el ciclón de ayer). En nuestro paseo llegamos hasta las puertas del Palacio Real. Es bastante feo y de hecho fue prefabricado en Nueva Zelanda en 1867.
Seguimos nuestro paseo y llegamos al hostel. Hemos estado todo el rato charlando sobre un montón de cosas. Jiri es un tío de p madre y me da pena tener que despedirme de él, pero así es esto de viajar. Jiri, amigo, desde aquí te deseo todo lo mejor en el resto de tu viaje por Australia y Sudeste Asiático y espero verte cuando esté de vuelta en Europa!
Me despido de mi nuevo amigo y me quedo en el hostel charlando con las tres doctoras inglesas quienes me cuentan cómo ha sido su primer día de trabajo.
El resto de la tarde la paso escribiendo en el ordenador (hace un par de horas volvió la electricidad). Me acuesto a las 23.30 y me veo una peli en la camita.
Hoy es mi último día en Tonga. Como ya comenté en otra entrada de diario, creo que tendría que haber estado más días aquí. Un país tan disperso geográficamente, con tan poca población y tan dependiente del clima requiere más tiempo. Pero por otro lado creo que he llegado a conocer bastante bien la sociedad de Tonga y he aprendido que la vida en el Pacífico no es nada fácil!
Me levanto a las 07.30, desayuno tranquilamente y me voy al centro. Lo primero que hago es ir a una tienda de informática a ver si me pueden recuperar las fotos que perdí ayer con el virus. La dependienta es muy bella, pero le estropea la sonrisa un par de dientes de oro (es muy común ver a mujeres con dientes de oro y no sé si será una manera de invertir o una costumbre, pero en cualquier caso no es muy sexy).
Para mi alegría consigo recuperar todo, pero aprendo la lección de que tengo que almacenarlas en algún programa al que pueda acceder desde cualquier sitio a través de internet.
Después de arreglar el tema de las fotos me voy a una tienda a comprar una camiseta como recuerdo del país. La tienda es espectacular. Siendo aquí la gente tan inmensa, las camisetas colgadas en las paredes de la tienda parecen más banderas que camisetas. Alucino cuando aprendo que mi talla aquí es la Extra-Small! La dependienta es muy obesa y me abstengo de hacer ningún comentario sobre “las banderas” de la tienda, pero me quedo con las ganas.
Después paso al Friend´s café donde me quedo tres horas escribiendo en este, mi querido, diario. Cuando me dispongo a salir me encuentro con las tres inglesas y me despido de ellas deseándoles lo mejor.
A las 18.30 Tony me lleva al aeropuerto, donde vuelvo a coincidir con Julia y Jan, mis amigos alemanes. Tanto ellos como yo volamos a Samoa a las 21.00, así que genial.
En los baños del aeropuerto todos los hombres aprovechan para echarse un cigarrillo, cosa que me hace sonreír. Es increíble cómo cambian los tiempos. Me acuerdo hace años cuando los vuelos eran para fumadores y no fumadores y ahora la gente tiene que fumar escondida en el baño como si fuera una especie de delincuente!
El vuelo dura menos de dos horas pero llegamos a Apia (capital de Samoa) a las 22.30 del día 6 de abril. Es decir que llegamos 23 horas antes. Es lo más parecido a viajar en el Tiempo!
Recogiendo la maleta coincido con Rudolf, un croata cincuentón, capitán de barco, quien también se hospedó en el Tony´s Guest House en Tonga. El tío no sabe dónde hospedarse y se me pega como una lapa. En honor a la verdad este hombre no me cae excesivamente bien y me da pereza que se acople, pero espero que sea cuestión de un día.
En la salida del aeropuerto me está esperando Faith. Faith es la hija de Livy, el frutero de mis amigos Stan y Barbara a quien conocí en Melbourne. Livy me dio el contacto de su hija y desde entonces he estado en contacto con Faith por email. Faith viene acompañada por sus amigos Helen y Andrew. “Casualmente” Andrew es taxista y quiere ser nuestro guía para los días que estemos en Samoa. Se le ve con una actitud muy arrogante. Por habernos recogido les invitamos a unos botellines de Vailama (cerveza nacional), los cuales nos tomamos al lado del puerto de la ciudad.
Cuando nos despedimos el “amigo” Andrew nos cobra 100 talas por el taxi, lo cual es casi una estafa. Pero así tenemos una excusa para mandarle a la mierda mañana cuando pretenda ser nuestro guía.
Las primeras horas de Apia me gustan bastante. Es una ciudad más desarrollada y con más entretenimiento que Nuku Alofa. Algo que me sorprende es la temeridad con la que se conduce (de hecho los autobuseros no necesitan ninguna licencia especial; cualquiera con carnet puede manejar un autobús!)
Rudolf y yo nos instalamos en el 1848 Princess Tui Inn, donde pagamos cada uno 39 Talas por noche en una habitación dormitorio de tres literas (desayuno incluido).
A las 02.00 estoy en la cama. Tengo ganas de que llegue mañana y ver Samoa de día.
Tonga y la península rusa de Chukkotka son los primeros sitios en el Planeta en ver el nuevo día y Samoa es el último. Resulta que el meridiano que separa los días está entre Tonga y Samoa y, a pesar de estar casi al lado, viven a 23 horas de diferencia! Pues nada, a vivir el 7 de abril de 2009 otra vez!
Muy poca gente sin la ayuda de sustancias psicotrópicas puede presumir de haber vivido el mismo día dos veces! Mi viaje alrededor del mundo lo estoy haciendo en dirección Este y por tanto siempre que me cambiaba de país me quitaban horas a poquitos. Ahora, al traspasar el meridiano entre Tonga y Samoa, me las han devuelto todas y además me han dado más. Por esta misma razón el señor Fogg pudo ganar su apuesta en La Vuelta al mundo en 80 días!
En mi último día en Tonga no hice demasiadas cosas, con lo que ahora cuento con una oportunidad única de redimirme y de volver a vivir el mismo día otra vez, como en la película de Atrapado en el Tiempo.
Me levanto a las 07.45 y desayuno fantásticamente. El desayuno consiste en unas tostadas acompañadas por unas frutas que jamás había visto y por una taza de cacao de Samoa, considerado como uno de los mejores del mundo.
Me encuentro con Rudolf quien me pregunta sobre los planes para los próximos días. Con otra persona me hubiera dado igual pero de verdad que no me siento a gusto con él y no sé cómo decírselo.
Salimos del hotel y su actitud no me gusta mucho. Me trata como a su hijo, pero no con cariño sino como en plan mandón. Y unos cojones me voy a dejar manipular por él! Mientras nos tomamos un café en el Cappuccino Vinyard le dejo muy claro que quiero viajar solo y me despido hasta por la tarde.
Lo primero que hago es ir a internet para ver si es posible volar a American Samoa y así visitar lo que se conoce como la gran joya del Pacífico, la playa Ofu. Como me ocurrió en Tonga, una semana en Samoa no es suficiente. Samoa en verdad está constituido por dos países: Samoa del Oeste y American Samoa. Apia está en Samoa del Oeste, pero la playa Ofu está en American Samoa. Así las cosas, para llegar a la playa tendría que coger un vuelo primero a la capital de American Samoa y de allí otro vuelo a Ofu. Con una semana disponible es imposible hacerlo porque no hay vuelos ni barcos. Es una gran decepción ya que ir a Ofu era mi objetivo de Samoa. Ahora tendré que replantearme lo que quiero hacer aquí y además no puedo alargar los días porque los billetes no se pueden cambiar y porque además perdería mi conexión a Hawái.
Así las cosas decido descubrir la capital y visitar la mejor playa posible dentro de la isla principal de Samoa, ´Upolu. Tras un poco de investigación el mejor sitio parece ser la playa Lolamanu en el sudeste de la isla. Me entero de un hotel con fales en la playa y reservo para las dos primeras noches. No me dejan más días por ser Semana Santa (lo tienen todo reservado). En fin, estaremos allí dos noches y luego ya veremos lo que hago. Hoy lo dedicaré a descubrir Apia.
Las dos Samoas tienen un total de 177.000 habitantes, de los cuales 59.000 viven en la Samoa Americana. Fueron un solo país hasta 1899, fecha en la cual a través del Tratado de Berlín los alemanes se quedan con la Samoa del Oeste, los americanos se quedan con el Este y los ingleses se fueron a cambio de que los alemanes no les tocaran las pelotas en Tonga, Islas Salomón y otras islas menores.
La Samoa Americana disfruta de un estatus similar al de Puerto Rico, es decir que sus habitantes son nacionales americanos pero no ciudadanos. No pueden votar para su Congreso aunque tienen a alguien que les representa.
Samoa del Oeste es un país completamente diferente desde el punto de vista administrativo, si bien culturalmente es muy parecido.
Yo estoy en Apia, que es la capital de la Samoa de Oeste. Esta ciudad sólo tiene cuarenta mil habitantes, pero no parece tan pequeña.
Antes de comenzar mi paseo por la ciudad como en el restaurante Rainforest, el cual está regentado por una pareja de alemanes. Por 30 talas me tomo una ensalada, un plato de pasta con pescado, un banana split y un zumo de limón realmente delicioso.
En armonía con mi estómago por fin me lanzo a conocer la ciudad. Lo primero que noto es que hace un sol de justicia pero hay mucha menos humedad que en Tonga.
Samoa parece también más desarrollado y moderno. El centro de la ciudad lo constituye la torre del reloj y al Oeste se encuentra en mercado de la ciudad. Justo al lado está la estación de autobuses, los cuales están decorados por fuera con multitud de colores y bautizados con nombres tan originales como Bon Jovi.
Sigo con mi paseo y me meto en la península Mulinu´u, donde se encuentra el Parlamento y unas cuantas tumbas y memoriales de la época colonial. En mi paseo me encuentro con un edificio lleno de gente. Se ve a un señor hablando y a toda una muchedumbre escuchando. Desde mi ángulo parece una iglesia, pero según voy rodeando el edificio me doy cuenta de que estoy delante de un juzgado que está dirimiendo un problema de tierras. Toda la gente está asistiendo al juicio como si estuviera viendo la tele. Ya que ya me habían comentado que aquí se lleva mucho el cotilleo, y no hay mejor información de primera mano que la que sale directamente de un juzgado. Tampoco parece que haya muchas otras cosas que hacer en Apia, así que un juicio puede que sea lo más excitante para muchos.
Vuelvo al hotel rodeando la bahía de Apia. Me ducho, me veo una peli en el ordenador y ceno una sopa de lata y piña en lata que me he comprado en un supermercado (con parecida oferta a los supermercados de Tonga, o sea, nada).
Después me encuentro con Rudolf quien me dice que mañana se va a la isla de Savai´i. Genial porque yo voy en otra dirección.
Acabo el día escribiendo postales para mis amigos, luchando contra un grupo de mosquitos hijos de puta y consiguiendo de la recepcionista me dé el equivalente de “Molamos que no veas” en samoano (“Omatou O Ni Tagata Lelei” que equivale a “somos muy buena gente”).
Estoy en la cama a las 23.00 y aprovecho para ver una peli en mi ordenador antes de dormirme.
Hoy me levanto a las 07.30 y después de desayunar y de preparar mi macuto, me voy dando un paseo a la estación de autobuses.
A las 10.00 sale mi bus en dirección a Lolamanu en el sudeste de la isla (6 talas). Los autobuses por dentro son muy divertidos. No salen hasta que están completamente llenos de gente y de cosas y además hace paradas en los supermercados de la carretera para que la gente haga la compra. La gente es muy amable y durante todo el trayecto charlo con una empleada del hotel donde me voy a hospedar las próximas dos noches.
A las 12.45 el bus me deja en la puerta del Litia Sini Beach Resort. Me dan un fale individual que está a sólo unos metros del agua por el que pago 130 Talas, con desayuno y cena incluidos.
Nada más instalarme coincido con Julia y con Jan! Es increíble la cantidad de veces que estamos coincidiendo por casualidad. Ellos se instalaron en Lolamanu nada más aterrizar en el país y me dicen que aquí hay poco que hacer más que hacer el vago en la playa y observar su belleza. Y es que la playa de Lolamanu es una verdadera maravilla. A unos cien metros de su arena blanca hay un arrecife por lo que ninguna sola ola llega a la orilla. Aquí la temperatura del agua es de veintitantos grados y estando sin olas uno cree estar en una bañera. El agua es casi transparente y se ven los peces perfectamente sin la necesidad de gafas.
El día lo paso bien tranquilo y hago lo que me he propuesto para los próximos días, que es escribir en mi olvidado diario.
Después me meto en el agua donde me tiro dos horas charlando con Roger y Christine, un matrimonio australiano de unos cincuenta años. Ellos vivieron en Samoa hace unos quince años y me cuentan cómo ha cambiado el país desde entonces. Son los fundadores de una ONG que se dedica a preparar y mandar profesores a colegios en países en vías de desarrollo. Llevan haciendo esto desde hace más de veinte años y cuando estuvieron aquí lo que hicieron fue precisamente eso. Son unas personas maravillosas y saben muchísimo sobre Oceanía. Los países a los que mandan profesores están principalmente en esta región del mundo, si bien también colaboran con ciertos países africanos y asiáticos como Timor del Este.
Al acabar el baño tengo la oportunidad de presenciar uno de los atardeceres más maravillosos que he visto en mi vida. Fue un momento mágico que además se prolongó durante mucho tiempo, otorgándonos juegos de colores pintados que parecían no acabar. Mientras estoy con la boca abierta, un pensamiento pasa por mi cabeza: Samoa es el último sitio del mundo en despedir el día y ver un espectáculo así hace que me sienta especial. El día de hoy el cual tiene el nombre propio de 8 de abril de 2009 jamás se volverá a repetir.
Ceno con Julia y Jan un bufet bastante normalito para después irnos al hotel de al lado a ver un espectáculo con bailes locales. El show es un poco turistada, pero tenemos la oportunidad de ver que hay hoteles mejores que el nuestro a pocos metros (y a mejor precio). Allí nos tomamos unas cuantas cervezas Valiama y a las 22.00 estoy dentro de mi fale escuchando el sonido de las olas.
Me levanto a las 08.30 y he dormido de maravilla. Siento que dormir tan cerca del mar me ha puesto en armonía. Después de desayunar me voy a dar un paseo por la playa de casi dos horas. Durante este tiempo no me he cruzado con nadie y hay momentos que me ha parecido estar en la playa de una isla desierta.
Al volver me doy un chapuzón en el agua con una cerveza en la mano, lo mejor del mundo!
El resto del día es muy tranquilo. Aprovecho para escribir mucho en mi diario. Sé que Samoa tiene muchas islas y probablemente me estoy perdiendo algunas cosas, pero tengo ganas de estar aquí y escribir libremente. Escribir en este diario me sirve para pensar sobre mi vida, reflexionar y recordar todas aquellas cosas que he vivido en este viaje. Escribir es un proceso catártico maravilloso.
Ceno a las 18.30 y me quedo charlando y tomando unas copas con Julia y Jan. Esta pareja es estupenda y no me canso de estar con ellos. Los tres coincidimos en una cosa: a esta playa lo único que le falta es un poco de marcha nocturna. Y es que después de cenar, a eso de las 19.30, lo único que puedes hacer es charlar, jugar a las cartas o irte a tu fale, cosa que hago a las 22.00.
Me levanto a las 08.30, desayuno y me hago mi paseo mañanero por la playa. A pesar de ser pronto hace bastante calor y me meto en el agua como por terapia y como alivio.
Al volver me instalo en el Taufa Beach Fales, que está a sólo unos metros. Por 90 talas me dan un fale que también está en la playa, incluyendo dos comidas.
Una vez instalado me tomo una cerveza en el bar del hotel y escucho gritos en español. Una madre le está echando la bronca a unos niños, con ese volumen y fiereza típico del carácter latino. No veo a las personas en cuestión, pero me muero de ganas de volver a hablar castellano, cosa que acabo haciendo después de unos minutos.
En el bar conozco a Adolfo y a Carlos. Adolfo es de origen nicaragüense y Carlos de origen Dominicano. Ambos residen en los Estados Unidos y están actualmente viviendo en la Samoa Americana con sus respectivas familias. Trabajan en un proyecto de instalación de banda ancha de internet en el país y han aprovechado unos días de vacaciones para irse a la Samoa del Oeste. Son unos tíos geniales y desde el primer momento nos llevamos de maravilla. Yo tengo planeado viajar por América Central y me dan muchos consejos y sitios que no me puedo perder. Acabo conociendo a Giselle, esposa de Carlos y también dominicana y a Claudia, esposa de Adolfo y original de Honduras. Es increíble lo bien que nos llevamos desde el primer momento y juntos nos tomamos una cantidad considerable de cerveza!
Después me voy al fale a echarme una siestecita, pero me encuentro con mis amigos Roger y Christine, quienes se están tomando unos vodkas y me invitan a beber con ellos. Es estupendo no tener nada que hacer y poder charlar libremente y beber con otros invitados del hotel!
La cena es a las 19.00 y como al lado de Louise, una doctora en biología que está en Samoa haciendo un conteo de la población de murciélagos en el país. Y es que hay gente para todo! Es una tía muy maja. Es inglesa pero ha vivido en Indonesia varios años, donde estudió su doctorado. Vive en Australia desde hace tiempo y para nada contempla volver a Europa.
Después de cenar me voy a ver a mis amigos latinos y se nos une otra pareja que se hospeda en el hotel. Estas dos personas nuevas son de las personas que más me han inspirado en este viaje. Erik es holandés y Martina es alemana. Están de viaje de novios pero su gran viaje lo hicieron hace un par de años. Esta pareja viajó desde Tierra de Fuego en Chile hasta Alaska durante dos años. Viajaron en un 4X4 y dormían en una tienda de campaña que él, ingeniero, construyó encima del coche. Se conocen absolutamente todos los países americanos y tienen un montón de anécdotas. Al preguntarles sobre cuál fue el país que más les gustó, me dicen que, sin lugar a dudas, Colombia. Les digo que voy a estar allí dos semanas y me felicitan por ello, pero me aconsejan que esté un poco más. Es maravilloso encontrarse con gente así y os recomiendo su página web si queréis visitar algún país americano (www.liveyourdreams.me.uk).
A las 23.00 estoy en mi nuevo fale, justo al lado del mar. Durante la noche salgo a hacer pis y me quedo flipando con el cielo estrellado que hace. Soy un tipo con suerte.
Hoy es mi día 300 de viaje, que se dice pronto!
Me levanto a las 07.00 y me doy mi paseo mañanero, esta vez antes del desayuno.
En un principio tenía pensado continuar con mi viaje e ir a conocer otro sitio, pero decido quedarme en Lolamanu por dos razones. La primera es que me siento aquí perfectamente y no tengo la necesidad de moverme. Y por otro lado, empieza la Semana Santa y va a ser imposible moverse. Al igual que Tonga, Samoa es muy cristiano y en Semana Santa se paraliza el país. No hay transporte y pocos son los negocios que abren. Con lo precarias que son las comunicaciones aquí no me quiero quedar colgado.
Tengo suerte y puedo quedarme en mi fale un par de noches más.
Se nota muchísimo que es fin de semana con semana festiva; hay muchísimos samoanos que han aprovechado la festividad para ir a la playa. Son gente muy amable y todo el mundo se saluda. Me meto en el agua y en la media hora que estoy dentro tengo la oportunidad de charlar con por lo menos cinco personas. Me encanta el carácter de esta gente.
Gran parte de la tarde la dedico a escribir en mi diario para luego tomarme unas cervezas con mis amigos latinos.
Como viene a ser costumbre ceno con Julia y con Jan y, como también es costumbre, nos tomamos un par de cervezas hasta la hora de dormir.
Hoy me levanto a las 08.00 y después de desayunar me dirijo al evento de la semana. Es domingo y toda la actividad de la comunidad se concentra en la Iglesia. A las 09.30 estoy allí.
Es maravilloso ver a toda la gente vestida con sus mejores trapitos para la ocasión, la cual parece es una excusa para exhibirse y destacar entre los demás. La Iglesia es sumamente importante dentro de la cultura del país y quien no asiste a las misas pierde importancia dentro de la estructura social. La Iglesia es tan importante que mucha gente aporta mucho dinero del que disponen, endeudándose de mala manera para mantener su estatus social. Esto ha pasado siempre, pero actualmente está suponiendo un problema económico. De hecho el gobierno está iniciando una campaña dentro de los medios de comunicación para que la gente done menos a la Iglesia si no se lo puede permitir.
Por todo ello ir hoy a misa es un acontecimiento que no me podía perder, pero la verdad es que fue tremendamente aburrida y al cabo de una hora y media decidí marcharme.
De vuelta en la playa me entero que hoy una familia samoana va a hacer una celebración de Semana Santa y todos los que estamos en el hotel estamos invitados.
La comida empieza a las 13.00 y todas las bandejas de comida están desperdigadas en una enorme mesa. Al poco tiempo llega un cocinero con un enorme cerdo que acaban de cocinar a la brasa. A toda la gente se le ve impaciente ya que parece que hay demasiadas bocas para tan poco cerdo, pero el decoro triunfa y todo el mundo se acaba portando y respetando la cola, la cual inicia obviamente la familia samoana que está invitando a todo el mundo.
Junto con el cerdo sirven algo de pescado a la plancha, taro y oka, que es la deliciosa ensalada de pescado crudo marinada en lima que ya probé en Fiji y en Tonga.
El resto de la tarde la paso escribiendo en mi ordenador, haciendo ejercicio y quitándome el sudor con un baño de dos horas.
En el agua he estado con mis amigos alemanes y juntos nos vamos después al restaurante para aprovechar la media hora que queda de hora feliz. En ese tiempo nos tomamos dos cócteles cada uno y antes de que nos queramos dar cuenta ya están preparando las mesas para la cena.
Ceno con mis amigos alemanes y latinoamericanos con quienes acabo la noche jugando al parchís durante más de dos horas. Hacía años que no jugaba al parchís y la verdad es que me lo he pasado genial. Estar con Adolfo, Carlos y sus familias es una verdadera delicia y en cierta manera, aunque levemente, siento como si estuviera con mi propia familia.
A las 23.00 estoy en mi fale, cubierto con la mosquitera y oyendo es sonido del mar.
Me levanto a las 08.00 y hoy es mi último día en Lolamanu y en Samoa. Todavía no sé muy bien cómo voy a llegar al aeropuerto esta noche ya que hoy es festivo y el transporte es mínimo.
Louise, la bióloga inglesa que también se hospeda aquí ayer me comentó que me llevaría al aeropuerto, pero se ha ido a hacer un conteo de murciélagos y no la veo por ninguna parte.
La mañana la paso haciendo ejercicio, preparando mis cosas y pagando al hotel 160 talas que me he gastado en cervezas desde que me instalé aquí!
Me como un pollo con patatas horrendo, charlo con mis amigos latinoamericanos y a las 14.30 me toca decir adiós a mis amigos.
Me despido de las dos familias latinas con abrazos y deseándonos mutuamente todo lo mejor. Me ha encantado conocer a Carlos, Giselle, Carla, María, Adolfo, Claudia, Michael y Alexa y desde aquí os mando un fuerte abrazo y deseo volver a veros en el futuro.
También me despido de Julia y de Jan, la pareja alemana con la que he compartido conversaciones tan bonitas durante las dos últimas semanas. Ellos esta noche se van a los Estados Unidos donde acabarán su viaje. Amigos espero volver a veros pronto en Europa y contad con mi casa viva donde viva.
Louise aparece con su 4X4 y de la misma dejamos el distrito de Aleipata, que es la zona de arrecifes donde se encuentra Lolamanu. No vamos al aeropuerto por el camino más corto, sino que rodeamos la isla por la carreta de la costa sur para ver esta preciosa isla. Durante el trayecto no paro de charlar con Louise quien es una persona de lo más interesante. A pesar de conocerla desde hace muy poco hablamos de todo tipo de cosas y en cierta manera me da pena no haber empezado a hablar con ella antes.
A las 17.45, después de haber perdido casi una hora por una ruta equivocada, llego al aeropuerto. Facturo sin problemas pero me pone de mal humor tener que pagar 40 talas en concepto de tasas por dejar el país. Me jode mucho porque este coste siempre está incluido en el precio del billete de avión y todo lo que sea pagar extra, sobretodo aprovechando que dejas el país y no tienes más remedio que acoquinar, me parece un robo.
El vuelo sale puntual a las 19.00 y dura cuatro horas y media.
Estas tres últimas semanas me lo he pasado muy bien, he tenido la oportunidad de descansar y también he podido ver sitios maravillosos. Pero saco como conclusión una cosa: la vida en el sur del Pacífico no es fácil. Estos países dependen enormemente del tiempo y de las provisiones que se importan desde muy lejos. Ha sido una aventura interesante pero no estoy seguro si voy a volver algún día. Creo sin lugar a dudas que Asia es mucho más apasionante. Sé que no se pueden comparar pero, puesto que en lo que llevo de viaje sólo he estado en Asia y en Oceanía, creo que, con la notoria excepción de Papúa Nueva Guinea, el continente asiático me ha dado experiencias mucho más interesantes y gratificantes.
Hoy vuelvo a viajar en el tiempo, pero esta vez salgo perdiendo. Al volar en dirección Oeste hacia Nueva Zelanda cruzamos el meridiano del nuevo día, llegando a nuestro destino 24 horas más tarde de lo que sería normal.
Hoy día 14 de abril sólo lo vivo durante una hora y media. ¿Y dónde se me han ido las restantes 22 horas y media? ¡Pues no lo sé! Se han hundido en la inmensidad del Océano Pacífico, supongo.
Una vez en el aeropuerto de Auckland vuelvo a vivir lo que es estar en el primer mundo, lo cual no siempre es lo mejor. En Fiji, Tonga y Samoa no es que sean muy estrictos en el departamento de inmigración, pero tanto en Australia como en Nueva Zelanda este tipo de normas y controles llegan al nivel de la exageración y de la paranoia. A las 22.30 lo que menos le apetece a uno es deshacer el macuto por completo para enseñarle a un policía que efectivamente no llevas ni comida, ni armas ni drogas, ni bombas durante 45 minutos.
Por 30 NZD me cojo una buseta que me deja en el YHA Internacional (28NZD por noche). En la recepción me compro una sopa de lata que me caliento y tomo rápidamente en la cocina.
A la 01.00 estoy en la cama de un dormitorio compartido.
Hoy he dormido mal. Mis compañeros de habitación: un meón de vejiga del tamaño de una nuez ha pasado por el baño unas siete veces y el otro no ha parado de roncar. A las 05.30 ya estaba despierto y he pensado que lo mejor en estos casos es empezar el día un poco antes y acostarse más pronto.
Me tiro hasta las 10.00 escribiendo en el ordenador y sacando información de los libros que pienso mandar a España.
Cambio NZD por dólares americanos para mi viaje a Hawái. Después de una cola de veinte minutos en el banco me dan 220 USD por 400 NZD. De la misma me voy a comer y disfruto como un niño con un kebab que me tomo en un restaurante turco por 13NZD.
Después me voy a la Sky Tower, la enorme torre que domina el skyline de la ciudad. Desde hace más de un mes que tengo pensado tirarme desde esta torre. Es la única cosa que me he dejado pendiente y hoy estoy preparado e ilusionado por hacerlo.
Para mi dolor la realidad me da una enorme bofetada y, cuando hago la cola para reservar hora, me dicen que el cupo de hoy está completo y que ya sólo se puede reservar para mañana. Asumo toda la responsabilidad porque ya me habían recomendado que reservara, pero no creí que fuera a haber ningún problema. Bueno, pues esto es un problema porque mañana vuelo a Hawái prontito por la mañana y no voy a poder saltar. Espero aprender de la lección, porque la decepción de no poder saltar desde sus 220 metros me pone bastante triste.
No obstante subo a ver la torre y las vistas de la ciudad, su puerto y de sus volcanes son increíbles. Auckland es una ciudad con pocos habitantes, pero su superficie es tan inmensa que la convierte en una de las ciudades más grandes del planeta. No me hace mucha gracia ver las caras alegres de todos lo que saltan durante los minutos en los que estoy arriba, pero me alegro por ellos.
Desde la torre se ve la isla de Devonport, que es a donde me quiero dirigir ahora. Por 10NZD me compro un billete de ida y vuelta en ferri y a las 15.00 estoy allí.
Devonport es un pequeño pueblo que se ve en un paseo pero lo poco que tiene es bastante bonito. Tiene muchas casas de estilo colonial en la costa, las cuales vas descubriendo según vas llegando al puerto. Devonport está coronado por el Monte Victoria que es un antiguo volcán desde cuya cima las vistas de Auckland son maravillosas.
A las 17.30 estoy de vuelta en el puerto de ferris de Auckland y me voy a una tienda de libros. Desde hace unos días que estoy pensando en aprender mandarín y me compro un libro para aprender mientras viajo (61NZD). Parece un poco ridículo, pero empiezo a echar de menos estudiar. Espero ser capaz de ser constante con esto, ya que el peso de esta nueva adquisición lo voy a tener que cargar junto con mis otras cosas. Por cierto, la mayoría de las cosas que llevo en el macuto con libros y cuadernos y a veces más que un turista parezco un bibliotecario. Soy un poco maniático con los libros y no me gusta regalarlos cuando los he leído. Me gusta mantenerlos para el resto de mi vida ya que los suelo subrayar y pongo notas en ellos. Por eso siempre acabo mandando cada mes y medio un paquete de por lo menos 3 ó 4 kilos a casa lleno de libros. Desde el punto de vista económico casi viene mejor regalarlos y comprar nuevos en casa, pero no logro jamás hacer esto y el resultado es que mi gasto en envío de paquetes está siendo bastante considerable.
El resto de la tarde la paso en Internet, completando la primera lección de chino del libro (parece bien jodido!) y leyendo sobre mi próximo destino.
A las 00.30 estoy emocionado por los próximos diez días, los cuales pasaré en las famosas islas de Hawái.
Me levanto a las 07.00, desayuno un batido de fresa y a las 08.15 me cojo el bus del aeropuerto (13NZD). Esta vez ya sé donde es la parada, pero hoy no hay ninguna japonesa esperando. Me viene a la cabeza Hanae. Espero que esté bien.
Como un batido de fresa no puede nunca considerarse un desayuno, me tomo un menú de Burger King, cosa que no hacía desde hacía mucho tiempo. Se lo malas que son estas cosas, pero he de confesar que me hizo recuperar el color de mi cara y mi bella sonrisa!
A las 11.00 sale el vuelo de Air New Zealand con destino a Honolulú. El vuelo lo paso de maravilla charlando con Kathy y Tim. Ellos son belgas y están en su viaje de luna de miel que les llevará por Hawái, Costa Rica y los EE.UU. Son unas personas muy divertidas e interesantes. Con ellos las ocho horas de vuelo se me pasan volando.
El avión aterriza a las 21.15 de la noche, hora local, pero no de hoy, sino de ayer!!!!
Hoy he vuelto a viajar en el tiempo y la vida me da la oportunidad de vivir algunas horas del 15 de abril y el 16 de abril entero otra vez! El día 14 lo perdí porque crucé el meridiano del nuevo día de este a oeste, pero hoy voy en sentido contrario y vuelvo a recuperar el tiempo perdido. Es curioso cómo convenciones tan simples como la de los usos horarios pueden generar pensamientos filosóficos y existenciales tan sugerentes. Tienes que ser curiosa la vida de algún comercial de ventas que trabaje por el Pacífico de un lado al otro.
Aterrizamos en el aeropuerto de Honolulú a las 21.30, doce horas menos que en España.
Si soy sincero había oído cosas malas de la experiencia aeroportuaria de los Estados Unidos y no tenía ninguna gana de ella, pero para mi sorpresa acaba siendo de lo más grata. Los funcionarios son amabilísimos y al ver que soy ciudadano español se me ponen a hablar en castellano. He oído que después de una valoración tan mala por parte de tantos viajeros en los aeropuertos norteamericanos se han puesto las pilas.
Me pillo un bus en dirección a Waikiki, que realmente es sólo un barrio de Honolulu, pero que tiene tanta vida que funciona como una ciudad diferenciada.
En el autobús me llama la atención la cantidad de luces, negocios y hoteles que hay. Es una visión un poco vertiginosa y la verdad es que no tengo muchas ganas de estar en una especie de macro-Benidorm de los Estados Unidos.
Me instalo en el Hawaiian Seaside Beach Hostel, un hostel bastante decente, con trabajadores muy amables y por el que pago 27USD por noche (con desayuno incluido y compartiendo dormitorio con otros tres viajeros).
Se ha hecho bastante tarde y decido irme a la cama y descubrir Honolulu mañana.
Hoy es 16 de abril, día que tengo el privilegio de vivir otra vez.
Me levanto a las 08.00 y he dormido de maravilla. Me ducho rápidamente y me voy a la cocina a sacar provecho de la gratuidad del desayuno. Mientras espero a que se me hagan las tostadas tengo la oportunidad de observar a los demás viajeros. Noto una diferencia con otros sitios en los que he estado. Anteriormente la mayoría de los viajeros eran europeos, con ingleses, alemanes y escandinavos encabezando la lista, pero aquí la mayoría son norteamericanos y canadienses. Es curioso porque sin saber porqué, sí es verdad que el ambiente es diferente. En cierta manera es un ambiente menos interesante porque los viajeros locales no conocen mucho es resto del mundo, sino que sólo conocen los EE.UU. Estoy acostumbrado a que cuando charlo con otros viajeros siempre puedo hablar sobre muchos otros destinos internacionales. Pero me da la sensación que viajar por Hawái va a ser diferente.
Ayer llegué tarde y no pagué el hotel, cosa que hago después de desayunar. Lo que más me sorprende (y jode) es que tengo que pagar un 11.5% en concepto de impuestos.
Al salir del hotel, me voy a una tienda a comprarme un zumo y cuando voy a pagar, también me añaden los impuestos (4.5% para la comida). Esto es indignante, no es que me fastidie más que a otro pagar impuestos, pero lo que me jode es que el precio que pone en la etiqueta cuando coges el zumo de la estantería no es lo que acabas pagando. No entiendo porqué no incluyen los impuestos en el precio final porque de verdad que es muy irritante. Además pillé el zumo que me permitía dar el cambio justo y al final tuve que pagar con el billetazo.
Antes de lanzarme a descubrir Waikiki y Honolulú me meto en internet para arreglar el tema de los vuelos domésticos que haré en estos diez días en Hawái. El archipiélago se alarga sobre más de dos mil millas y el barco no es una opción. Me compro un billete para la Isla de Hawái (también conocida como “The Big Island”) por 89USD, ida y vuelta.
Cuando estuve en Nueva Zelanda conocí en mi excursión de Milford Sound a tres simpáticas enfermeras norteamericanas que vivían en Hawái (Kate, Marisa y Megan). Desde entonces he mantenido el contacto y llamo a Marissa. Quedaré con ella mañana para que me enseñe la isla de Oahu. Estupendo!
Con el tema del billete y teniendo plan para mañana, ahora dispongo de todo el día para descubrir Honolulu!
Hawái está compuesto por muchas islas, pero la mayoría están prácticamente deshabitadas. Por esa razón para muchos sólo cuentan las ocho islas principales. Honolulu, capital del Estado de Hawái, se encuentra en la isla Oahu, que es la isla más poblada y desarrollada de todas (aquí viven el 70% de todos los hawaianos). Honolulu tiene menos de medio millón de habitantes pero a juzgar por su cantidad de rascacielos uno diría que aquí viven varios millones.
Hawái es un Estado de la Unión chiquitito y el más apartado pero es destino de muchos turistas nacionales. Además muchas gente adinerada acaba comprando su segunda vivienda aquí y eso ha afectado la vida de aquí en muchos aspectos. Por un lado ha aumentado mucho el turismo afectando la pausada vida del hawaiano. Pero además ha provocado tal presión en el mercado inmobiliario que el precio de las casas y alquileres ha aumentado de manera exagerada (Hawái es el Estado con los alquileres más altos y la media del coste de una vivienda es de 700.000 USD).
Con todo lo dicho a uno no le extraña ver lo que ve en Waikiki. Este barrio de Honolulú que tiene una identidad propia parece una mezcla entre Las Vegas, Benidorm, Las Vigilantes de la Playa y una película de Elvis Presley, y la verdad es que me deja con la boca abierta por las razones equivocadas. De todas maneras los sitios son como son y quiero descubrir Waikiki y Honolulu sin ningún tipo de etnocentrismo, apreciando lo que tiene y aprendiendo lo más que pueda.
Me meto en el histórico hotel Sheraton Moana Surfrider, que está a orillas de la playa de Waikiki. La arena de esta conocida playa es de un blanco que sorprende y, si no fuera por lo masificada que está, diría que es una de las playas de ciudad más bonitas que he visto. Paseo por la arena y me doy cuenta de que la playa cambia de nombre cada 200 metros. No sé muy bien porqué pero sospecho que es por influencia de los hoteles que allí se encuentran.
Mi paseo por Waikiki acaba cuando llego a mi límite de ver personas jugando al voley playa y tomando el sol. Waikiki es como un enorme centro comercial con mucha tienda y restaurante pero que, en mi modesta opinión, carece de todo interés.
De la misma me cojo un bus que me deja en el centro de Honolulú (2USD). Honolulú tiene un centro lleno de edificios oficiales y más o menos históricos y parece ser mucho más interesante para pasear y conocer (aunque no para dormir).
Lo primero que hago es pasar por el State Office Building, un edificio funcionarial donde se encuentra el Departamento de terrenos y recursos naturales. Me meto a preguntar sobre el tema de las licencias necesarias para visitar los parques de Hawái y me tratan de la manera más maleducada posible. Me da la impresión de que aquí no están acostumbrados a viajeros de fuera. Ayer mismo en el aeropuerto fui a una oficina de turismo a pedir un mapa y casi me escupen en la cara.
Con la decepción de lidiar con un personal tan maleducado y poco colaborador, pero aún inasequible al desaliento, decido seguir con mi paseo.
Llego al Honolulu Hale, que es un edificio de estilo colonial que alberga el ayuntamiento de la ciudad. Cerca se encuentra la Eternal Flame Memorial, una llama perpetua en honor a las víctimas de los ataques a las Torres Gemelas.
De ahí paso por delante de la Iglesia Kawaiaha´o y la tumba del rey Lunalilo para luego llegar a un edificio precioso. El Ali´iolani Hale es un antiguo palacio colonial que ahora alberga el Tribunal Supremo de Hawái. Delante del edificio veo la escultura del rey Kamehameha El Grande que es el rey que a finales del siglo XVIII consiguió reunificar a todas las islas bajo su mandato.
Andar por Honolulu me hace olvidar que estoy en el Pacífico ya que para nada estaba acostumbrado a ver aquí este grado de modernidad, riqueza y opulencia. Algo bueno es que los edificios coloniales están muy bien conservados y eso le da mucho caché al sitio.
Sin olvidar que estoy en los Estados Unidos, país de las hamburguesas y de la comida basura, me meto en un McDonald´s de Fort Street Mall a comer (7USD por un menú).
Sigo con mi paseo y me meto en Chinatown. Hawái importó a muchísimos trabajadores a principios del siglo XIX, en especial de origen chino y japonés y desde entonces estas comunidades han crecido mucho. En aquella época se necesitaba mano de obra para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar y los contratos eran de dos a tres años, pero muchos trabajadores se acabaron quedando.
De Chinatown me gusta la cantidad de vida que tiene y me sorprende ver tanta prostitución a las 15.00 de la tarde. Me meto en el mercado de Maunakea y también está lleno de vida. De ahí me voy al canal Un´uanu el cual está lleno de indigentes y de chinos haciendo apuestas ilegales. Hawái es un sitio muy cálido y por esa razón está lleno de mendigos que provienen de muchas partes del país. Es verdad que no hacen nada, pero ver a tantos juntos intimida un poco.
Sigo con mi paseo y veo el Chinatown Cultural Plaza, un templo taoísta chino y un templo Shinto japonés (Izumo Taisha, que fue confiscado durante la Segunda Guerra Mundial por desconfianza con los japoneses). Estar en este último templo me hace acordarme de Japón (lo echo de menos!).
Chinatown me ha sorprendido positivamente ya que tiene ese ambiente canalla con mucha vida y actividad. Fue aquí donde una plaga de peste bubónica mató a siete mil personas en 1899, lo que obligó al ayuntamiento a quemarlo entero (aunque el incendio se les se les acabó yendo las manos).
Sin acabar de cansarme sigo andando y llego a la Aloha Tower, que es la torre más antigua de la ciudad y que durante muchos años sirvió de faro y referencia para los barcos que llegaban al puerto. Subir es gratis y las vistas están bastante bien y te dan una idea de lo grande que es Honolulú a pesar de tener tan poca población.
Acabo la tarde en el Museo Marítimo de Hawái (8USD incluyendo audio). Es un mueso pequeño pero muy interesante. La única pena es que se me ha hecho tarde y sólo lo puedo disfrutar durante los últimos 40 minutos.
Al acabar estoy rendido y me pillo un bus de vuelta a Waikiki. En la calle asisto a un concierto callejero de música tradicional durante el cual descanso y desconecto.
Llego al hostel un poco cansado y mi plan es acostarme pero cuando me dispongo a retirarme a la habitación, me encuentro con Tim y Kathy, los amigos belgas que conocí en el avión! Yo les dije que iba a hospedarme aquí y se han pasado a animarme a que salga con ellos. Los dos están de muy buen rollo, con collares hawaianos y con un par de copas encima. Al final me convencen y nos vamos los tres a tomar algo a Duke´s, un restaurante muy conocido y popular.
Todas las mesas están ocupadas así que nos dedicamos a beber en la barra. A pesar de estar en la barra y de que no se te esté dando casi ningún servicio, los camareros siguen esperando un 10% de propina, cosa con la que no estoy muy de acuerdo. Pero bueno, en Roma como los romanos, no?
Kathy, Tim y yo nos lo estamos pasando de maravilla y acabamos la noche en Shack, una discoteca en la que acabamos de emborracharnos.
Llego al hotel a las 04.00. Ha sido un día muy largo!
Me levanto a las 08.00 con una resaca de espanto. Hoy con alegría me quedaba en la camita un rato más pero he quedado con Marissa a las 09.00, así que sólo dispongo de una ducha y de un desayuno de tostadas para recuperarme lo más posible antes de verla.
Puntualmente aparece Marissa en la cocina de mi hotel. Es una chica muy maja y tiene ya planeado todo el día de hoy, en el cual me piensa enseñar lo más que pueda de la isla de Oahu.
Una vez en el coche me dice que me instale en su casa y me ahorre el hotel cosa que a mí me parece de maravilla. Para mí el ahorro del hostel no es lo importante, sino poder estar con gente conocida y vivir como viven ellos.
Hace un día soleado y bien bonito y nos vamos en dirección a Pearl Harbour, al noroeste de Honolulu.
Pearl Harbour debe su nombre (“bahía de la perla”) a que originalmente se utilizaba para cultivar perlas, aunque es mundialmente conocido por la tragedia que aquí ocurrió hace casi setenta años y que probablemente hizo cambiar la Historia del siglo XX.
En la mañana del 7 de diciembre de 1941, las tropas japonesas atacaron esta base norteamericana, la más importante del país en el Pacífico. Hasta entonces los Estados Unidos estaban fuera de la Guerra pero este ataque fulminante de dos horas en el que murieron 2335 soldados norteamericanos provocó la entrada de los norteamericanos en el conflicto armado. Los barcos, submarinos y casi 500 aviones japoneses hundieron nueve grandes buques de la US Navy, siendo la tragedia del USS Arizona la más dramática (este buque se hundió con 1177 marineros dentro).
Por todo lo aquí ocurrido aquel día, Pearl Harbour es un sitio que visita muchísima gente del país. Legamos antes de las 10.00 pero hay tanta gente que nos dan hora para la visita de las 11.30.
Aprovechamos las casi dos horas que disponemos para ir a ver el United States Ship Missouri. El USS Missouri es un enorme buque en el que se firmó la rendición de Japón en Tokio. Es un sitio interesante ya que se ve cómo se gestiona un barco de este tamaño, con todas las complicaciones que conlleva en temas de logística, administración o energía. Es como una pequeña mini ciudad, y sin mencionar el tema de las armas es un sitio que merece la pena ver. Es increíble ver cómo vivían los soldados y cómo era su rutina. Es un sitio enorme y el tiempo de nuestra visita en el USS Missouri se me quedan cortos. He tenido que pagar 15USD pero Marissa no ha tenido que pagar nada. Le pregunto si es porque reside en Hawái y me dice que no, que es porque ella es del ejército. No sabía que era enfermera en un hospital militar y que ella es miembro de las fuerzas armadas estadounidenses. Lleva unos cuantos años haciendo los mismo y en unos meses empieza una nueva etapa en su vida. La suerte (no sé si buena o mala) ha decidido que se tiene que ir unos meses a Afganistán y a Irak. Ella me dice que como parte del ejército es algo que si te toca te jodes y lo haces. Marisa evita pensar en ello y me dice que en su familia no estar muy contentos. De todas maneras es un trabajo de retaguardia y de mucho menos riesgo que el de los que estar en primera línea. No obstante estamos hablando de Irak y eso impresiona. Marissa dice que lo que le da rabia es tener de deshacerse de su apartamento, el cual considera inmejorable (todavía no lo conozco pero me muero de ganas).
La visita al USS Arizona es bastante especial. Aquí no hay barco que ver puesto que está hundido junto con 1177 de sus tripulantes. Lo que hay es un memorial construido encima del barco hundido. Es un sitio muy serio por estar encima de un enorme cementerio bajo el agua y en él uno se puede imaginar el drama que aquí se vivió. Marissa ya conoce el memorial y mientras yo hago la visita, ella recoge a Megan, a quien también conocí en Nueva Zelanda. La tercera, Kate, está en un curso en Texas y no voy a tener la oportunidad de verla.
Los tres cogemos el coche y nos seguimos recorriendo la isla en sentido de las agujas del reloj.
Lo primero que hacemos es ir a Dole´s, una plantación enorme de piña que cuenta con un supermercado donde puedes comprar todo tipo de productos hechos con esta fruta. La piña la trajeron los españoles y proviene de Paraguay. Hawái es un sitio idóneo para que crezca y con el tiempo ha llegado a ser tan importante como el cultivo de la caña de azúcar. Según vamos en coche pasamos por enormes terrenos llenos de piñas, cosa que no había visto nunca antes.
Las familias que se han dedicado al cultivo de la piña se han convertido, como en el caso de la caña de azúcar, en la élite de Hawái. El caso de la caña de azúcar es digno de mención. En los años 1830 el cultivo empezó a ser muy importante. Se importaron trabajadores provenientes de Asia que con el tiempo transformaron la demografía de Hawái pero los dueños eran blancos y poco a poco se fueron convirtiendo en la élite. Estas familias querían el poder y vieron que la anexión de Hawái a los EE.UU era lo mejor para ellos, así que se juntaron las principales familias en una organización secreta contra la monarquía hawaiana. En 1898 los yanquis estaban en guerra contra los españoles en Filipinas y Hawái era de una gran importancia estratégica para movilizar tropas por el Pacífico, así que pudieron hacerse con Hawái fácilmente gracias a la ayuda de estas élites azucareras. En 1900 ya era territorio norteamericano con un estatus especial y en 1959 se convirtió finalmente en el Estado número cincuenta.
Después de dejar Dole´s seguimos por la costa y nos vamos a un par de playas para ver a las impresionantes tortugas verdes.
Ahora estamos en los que se llama North Shore, conocido mundialmente por sus olas en invierno, las cuales atraen a surfistas de todo el planeta. Lamentablemente no estamos en invierno para ver algo así, pero el verano lo que tiene es sol, mucho sol, y con esta temperatura lo que apetece es echarse una siestecita en la playa. Descansamos en la Sunset Beach, la playa más conocida de todas la que hay en esta zona.
Ya despiertos lo que hay es hambre y acabamos en un puesto de carretera donde nos tomamos unos deliciosos langostinos al ajillo y chile acompañados de un postre samoano, el pani popo (un bollo de pan mojado con leche de coco caliente).
Más tarde llegamos a la costa Este de la isla. Este lugar es más nublado pero es de una belleza asombrosa. Se ven montañas y rocas de origen volcánico de un verde intenso durante todo el trayecto y el punto más impresionante es cuando llegamos a Bahía Kahana. Este sitio es maravilloso y no es de extrañar que aquí se hayan rodado películas como Parque Jurásico o la serie de televisión Lost.
Estar con estas dos chicas es bueno y de verdad que se están portando de maravilla, pero somos muy diferentes en muchos sentidos. Soy su invitado y acato todas las decisiones que puedan tomar, pero hubo un momento donde me di cuenta que éramos muy diferentes. Resulta que estábamos buscando un templo pero no encontrábamos. Lo más lógico para mí es preguntar a alguien por la calle, que seguro que sabe. Pues bueno, se lo propongo a las chicas y me dicen espantadas que para nada van a hablar con los hawaianos porque creen que odian a los blancos! Es inaudito y me fastidia porque insisten en que las cosas son así y que no quieren preguntar a nadie. El resultado es que perdemos más de diez minutos buscando un sitio que podíamos haber encontrado antes. Pero la verdadera pena no es esa. Lo triste es que estas chicas se convierten en sus principales enemigas y en quienes ponen obstáculos a su propia vida. Siempre he pensado que los extraños son amigos que todavía no has conocido y preguntar una dirección te acerca más a otros seres humanos. Lamento que Marissa y Megan no sean capaces de ver esto pero espero que lo hagan en el futuro.
Hemos llegado al Templo demasiado tarde y está cerrado. Además esta zona de la isla es lluviosa y está empezando a caer fuerte así que cruzamos la cordillera Koolau en dirección a Honolulú a través de un túnel kilométrico. Al otro lado el sol irradia y el tiempo es maravilloso.
A las 18.30 dejamos a Megan en su apartamento y nos vamos al de Marissa. Me presenta a Jacob, su compañero de piso y quien también trabaja en el mismo hospital que ella.
El apartamento es impresionante y presencio un atardecer espectacular. No sé si Marissa vive por encima de sus posibilidades, es una heredera rica o es que las enfermeras de Hawái cobran como futbolistas pero no logro a comprender cómo se puede permitir un apartamento así.
Después de arreglarnos nos vamos a un sitio de cata de vinos de nombre Amuse Wine Bar. Es un sitio muy original donde compras tarjetas de prepago que puedes recargar. Hay muchísimos vinos disponibles en unas máquinas especiales donde insertas la tarjeta, seleccionas tu vino y automáticamente sale el chorro para después descontarte el precio. No soy muy aficionado a los vinos pero nunca había visto algo así.
A las 23.30 nos vamos a un bar especializado en cerveza. Presumen de tener cualquier cerveza del mundo y además de barril. Yo tampoco entiendo mucho de cerveza pero la que les pido (una Hoogaarden) la tenían. Estamos con dos compañeros de trabajo de Marissa y me adelanto a pagar la ronda de cervezas (45 USD!). Sin lugar a dudas es la ronda de cervezas más cara que he pagado en mi vida y además le tengo que pagar el 10% al camarero. En fin, dormiré en casa de Marissa, pero con el precio de esta ronda me podía haber pagado dos noches de hostel. La conversación con la gente no destaca por ser muy interesante y empiezo a sospechar que Hawái no me va a ofrecer mucho de eso.
A las 00.00 volvemos al apartamento de Marissa quien está bastante perjudicada y tiene que trabajar mañana. Qué dura es la vida del trabajador…
Me levanto a las 08.30 y me quedo solo con Jacob. Aprovecho la mañana a organizar mi viaje por la Isla Grande de Hawái que es a donde vuelo mañana. Reservo un par de hoteles allí.
A las 12.00 salgo a la calle y estoy un poco triste. Me siento un poco solo y lo que estoy viendo de Hawái no me está impresionando. Aquí hay una falta casi total de transporte público por lo que viajar por aquí es muy caro.
No estoy contento en una sociedad donde la gente no se saluda, donde se esconde dentro de enormes 4X4 y donde los extraños son tratados como asesinos potenciales. Puede que Estados Unidos sea el país más avanzado del mundo pero siento ese avance ha tenido un coste enorme. Sigo pensando que Asia ofrece una experiencia mucho más maravillosa a nivel humano.
Pero bueno, para recuperarme de mi estado, decido hacer una de las cosas que más me gustan: andar, andar y andar.
Cruzo Honolulú, cruzo Waikiki (con parada para almorzar comida coreana) y llego al Diamond Head, un volcán al sudoeste de la isla. La entrada a Diamond Head cuesta sólo 1 USD. Es un paseo muy agradable y estás dentro del cráter. Una vez arriba las vistas de la ciudad de Honolulú merecen la pena.
Después me vuelvo a la ciudad y acabo en un concierto de jazz en la calle. El paseo me ha venido de maravilla y escuchar la música me acaba poniendo en armonía con el cosmos y con mis sentimientos. Mañana volaré a otra isla y seguro que será mucho mejor!
A las 20.30 estoy de vuelta en la recepción del edificio de apartamentos donde vive Marissa. El recepcionista resulta ser un samoano al que acabo enseñando todas las fotos de mi viaje. Su nombre es CJ, quien ha vivido en Australia, Nueva Zelanda y que lleva ya unos años en los EE.UU. Samoa mantiene su nivel de vida gracias a las remesas que manda gente como CJ.
La tarde la paso en internet, hablando con Jacob y Marissa pero con ganas de dejar Oahu y continuar mi viaje. No tengo nada que decir en contra de mis anfitriones pero no ha habido conexión y ahora sé que Marissa ofreció su apartamento más por compromiso que por hospitalidad. En fin, deseo a Marissa todo lo mejor y espero que la experiencia de Irak le sea lo más gratificante y enriquecedora posible.
A las 23.30 estoy dormido en el sofá.
Me levanto a las 05.45, me despido de Marissa y me cojo un taxi al aeropuerto (30USD).
Vuelo en Go!, una aerolínea de bajo coste por la que me cobran 10USD por la maleta (todo muy en plan bajo coste). Mi destino es Kona (también llamada “Kailua-Kona”), una pequeña ciudad al Oeste de la Isla Hawái.
El vuelo es de sólo 30 minutos y aterrizo a las 8.45. Me sorprende que no haya transporte público que una al aeropuerto con la ciudad por lo que tengo que pagar un taxi a mi hotel. Es increíble, pero aquí si no tienes coche estás bien jodido. Siguiendo con esa actitud a la que me tienen acostumbrados los funcionarios de Hawái, el de la oficina de turismo resulta ser un viejo maleducado y nada colaborador.
Me instalo en el Kona Seaside Hotel (80USD por noche), que es un hotel bastante normal pero está limpio y es acogedor.
De la misma me voy a dar una vuelta por Kona. Esta ciudad sólo tiene diez mil habitantes y es conocida a nivel mundial por ser la cuna del triatlón Ironman. De hecho durante mi paseo veo cómo unos cuantos están acabando la prueba. Desde que corrí el maratón de Nueva Zelanda no he vuelto a correr y ver a estas almas cándidas corriendo me inspira sentimientos de ternura. También esta zona es conocida por su café (tiene una 650 plantaciones) el cual fue introducido por los misioneros en la primera mitad del siglo XIX. Sigo con el paseo y paso por delante del Hulihe´e Palace, la única cosa a destacar de la ciudad a parte de su calor.
Últimamente, desde que estoy en Hawái, mis gastos han aumentado considerablemente y decido ir a un supermercado y comprar comida para hacer sándwiches.
Paso la tarde en la habitación, comiendo guarradas sin parar y viendo la tele como un miserable perro. Y además sin ningún atisbo de arrepentimiento. Tenía ganas de una tarde así.
Me duermo a las 23.00.
Ayer me lo pasé tan bien no haciendo nada en todo el día que hoy siento que podría repetir!
Influido por una buena intención de hacer cosas, me levanto a las 07.30, pero lo único que hago es seguir en la cama mientras leo, leo y leo! Ayer se me fastidió el ordenador por un virus que se llama “Happy Birthday” y no puedo reiniciarlo. Tenía ganas de escribir, pero tengo un par de libros que he comprado últimamente y me tiro todo el día leyéndolos de cabo a rabo. Hay un lado de mí que me dice que estoy perdiendo el día, pero leer es una aventura maravillosa y muchas veces tan gratificante como visitar sitios. Quizás hubiera sido diferente si no fuera tan difícil moverse en Hawái.
A las 21.00 paro de leer y me veo una peli en la tele.
Existe un bus que se llama Hele-On, que cruza la isla en dirección a Hilo todos los días, que además es gratuito, pero para cogerlo me tengo que levantar a las 05.30 (es el único que hay en todo el día).
Sentada a mi lado está Danielle, una canadiense fanática de las artes marciales. Nunca había conocido a una mujer con tanta afición por las patadas, los puñetazos y las armas! Tiene 28 años y lleva practicando estos deportes desde hace más de veinte. Siente pasión por el ejercicio y me dice que no ha pasado ni un solo día en muchos años en el que no haya hecho 200 flexiones. No para de hablar de la cantidad de seminarios y cursos a los que asiste para aprender más y más. No tenemos demasiado en común pero me agrada mucho conocer a alguien con tanta pasión por lo que hace. Ella va a Hilo a conocer a un maestro de karate japonés para tener una clase magistral con él.
Según cruzamos la Isla se pone a llover malamente y el tráfico es penoso. Desde hace una hora que me estoy muriendo por las ganas de mear y todavía quedan 13 millas para llegar a Hilo y no parece que vayamos a llegar pronto. La sensación es para morirse ya que me voy meando más y más y las millas van cayendo con cuentagotas. La conversación con Danielle es muy interesante y es una tipa muy divertida y simpática pero llega un momento en el que las ganas por aliviar mi vejiga me obligan a salir del bus a cinco millas de nuestro destino. Jajaja La chica ha tenido que alucinar y ha debido de pensar que me aburrían sus historias de combates!
Me he parado en el primer sitio que he podido pero no hay ninguna esquina propicia así que me acabo colando en un colegio para mear en el baño de los niños. Seguro que fue gracioso ver a un tipo con una mochila de veinte kilos en la espalda y otra de diez en el pecho, andando como Chiquito de la Calzada colándose en un colegio.
Al salir del baño, ya aliviado, me cruzo con alguien que me parece un profesor y le confieso lo que acabo de hacer sin temer las consecuencias. El tipo se ríe y me dice que no hay problema porque el guarda de seguridad no me ha visto.
Ahora ya estoy dispuesto a seguir con mi ruta a Hilo, pero ya no hay buses, así que no tengo más remedio que andar las cinco millas que me faltan. Se pone a llover un poco más fuerte y me doy cuenta de que he perdido mi poncho en algún sitio. Perfecto, no tengo ni con qué cubrirme.
Después de una hora de caminata en la lluvia y tratando de parar a algún coche, una señora de nombre Linda me abre la puerta de su 4X4! Me deja en el centro comercial de Hilo, donde me meto en una cafetería cerca del Wal-Mart a descansar y a resguardarme de la lluvia.
He reservado las tres próximas noches en Hedonesia un hostel que me habían recomendado en Honolulú. Hedonesia está en Pahoa, a unos 45 minutos en coche de aquí. Logro hablar con el dueño para que me vengan a recoger y al final aparece Lee, un rubio de pelo largo y cara de surfero.
Lee y Mojo construyeron Hedonesia hace cinco años. Todo está hecho con materiales reciclados y el hostel ha sido votado como uno de los más concienciados con el medio ambiente del mundo. Mientras Lee conduce me cuenta todos los pormenores de sus viajes por Europa y España. Es un tío muy interesante.
En esta zona de Hawái hay mucha conciencia con el tema ecológico, orgánico y esas cosas y cuando le digo que quiero hacer la compra me lleva a una especie de herbolario, más caro que la hostia, pero en el que consigo hacerme con algo para cocinar los próximos días.
A las 15.00 llegamos a Hedonesia y desde el primer momento me encanta. Aquí hay algún que otro voluntario que, a cambio de hospedaje, contribuye con su arte decorando el recinto. El terreno incluso cuenta con un cráter desde cuya cima se ve el mar. El sitio es mágico y la gente muy maja. Quien más me llama la atención es Mojo, el dueño cuyo socio es Lee. Mojo nació en una familia musulmana muy conservadora y quizás por revelarse contra esos valores ha llevado una vida llena de vicios, sexo, relaciones, viajes e hijos por todo el mundo. Es un tipo muy divertido y que conoce bien el mundo además de hablar bastantes idiomas. Está obsesionado por crear un nuevo concepto de hostel y está muy orgulloso con lo que han hecho en Hedonesia.
Llueve mucho fuera y no tengo nada más que hacer que charlar con un par de voluntarios que viven en el hostel. Todo el mundo está fumando cigarrillos de la felicidad. Y es que por aquí son muy permisivos con las drogas y la marihuana está permitida.
Mientras charlo con un tipo vivo el primer temblor de tierra de mi vida. No fue muy fuerte y sólo duró un par de segundos pero consiguió arrancar la pegadiza risa de mi fumado contertulio.
Durante la tarde conozco a más colaboradores y llego a la conclusión de que soy el único que paga estancia aquí. Todos los demás son norteamericanos. Todos hablan de turismo nacional y casi ninguno ha estado en el extranjero. Ya lo había comentado antes, pero es cierto que hay diferencia entre los europeos y los norteamericanos. En cierta manera me siento un poco fuera, pero es igualmente interesante.
Me instalo es una tienda de campaña que hay dentro del salón y la razón es porque la otra opción es estar en una tienda de campaña bien apartada de la casa y sin luz.
Una vez caída la tarde estamos todos en el salón y el ambiente es de lo más acogedor. De hecho estoy tan cómodo que me acabo durmiendo en un sofá sin darme cuenta.
Me despierto una hora más tarde y me meto en la tienda para seguir durmiendo.
Me levanto a las 07.30 y a pesar de haber pasado la noche en una tienda de campaña he dormido de maravilla.
Hoy quiero ir al Parque Nacional de los Volcanes del cual llevo he oído cosas maravillosas. Pero no todo es tan fácil como parece. Por un lado el transporte público es inexistente y además está lloviendo bastante. La única opción con la que cuento realmente es esperar que alguien del hotel quiera ir y pagarle un dinero para que pase el día conmigo, como si fuera mi chófer. La pena es que para ir a este parque hay que disponer del día entero y el choche de Alisha, el único con el que podría contar hoy, sólo está disponible esta tarde.
Lo que más me apetecía de hacer en Hawái era visitar este Parque y me jode tener que esperarme a mañana, mi último día en Pahoa y arriesgarme a que tampoco encuentre transporte.
Para aprovechar la tarde acuerdo con Alisha hacer una excursión con su coche. Alisha es una norteamericana de California que vive en Hedonesia con sus dos niñas pequeñas. Tuvo a las dos en China, país al que fue a aprender chino y en el que acabó conociendo al padre de sus hijas. Alisha estuvo dos años y me dice que con esfuerzo es posible aprender chino es un año. Escuchar esto me motiva ya que llevo unos días leyendo mi libro de mandarín que me compré en Auckland y la verdad es que veo difícil aprender un idioma tan diferente al castellano.
En el coche vamos Alisha, sus dos niñas y yo. Nos dirigimos a Punahaha, un río de lava enorme que hay a muy pocos kilómetros de Hedonesia y que desde 1988 tiene invadida la carretera. Es un espectáculo increíble ver la fuerza de la naturaleza y ver cómo el Hombre es mucho más vulnerable de lo que parece. Por donde está la carretera la lava esta fría (superficialmente) y de hecho hay varias rutas que se pueden seguir. El río de lava llega al océano y todos los años hace que la isla gane más y más superficie al mar. Impresiona ver las columnas de humo que salen del contacto entre la lava y el agua. Con gusto me hubiera puesto a andar por la lava un par de horas, pero yendo con dos niñas pequeñas eso es imposible. Me fastidia un poco porque le voy a pagar a Alisha como si fuera mi guía y debido a que ella lleva a dos pequeñas no podemos hacer nada. En fin, algo es algo.
Estamos de vuelta a las 17.00, hora a la que se pone a llover de mala manera, lo que imposibilita hacer otra cosa que no sea estar tranquilo en Hedonesia.
Dedico la tarde a charlar con otros invitados y a leer pero a las 22.00 me voy a mi tienda sin saber qué más hacer. Al poco tiempo estoy dormido.
Me levanto a las 08.00 y mi misión es encontrar a alguien que esté dispuesto a pasar el día conmigo en el Volcano National Park. Al final suena la flauta y consigo que Emily, una invitada del hotel utilice el coche de Alisha para llevarme.
Salimos a las 10.30 y nos acompaña Chris un americano del Estado de Washington. Son dos personas con las que no tengo mucho que ver en muchos aspectos y de verdad que hay unos cuantos silencios incómodos en nuestro trayecto hacia el Parque pero decido adoptar una actitud utilitarista y lo único que me importa es que me lleven a ver los volcanes.
A las 11.30 por fin nos metemos en el Parque, el cual es conocido por dos grandes volcanes. Por un lado está el Mauna Kea, que estrictamente no está en los dominios del Parque pero que no anda lejos. El Mauna Kea es la montaña más grande del mundo si se tiene en cuenta todo su volumen submarino. Este enorme volcán es sagrado para la cultura local y en él se encuentra el famoso observatorio astronómico de Hawái.
El otro volcán es el Kilauea, que es un mucho más joven y que es considerado como el volcán más activo del mundo. Es éste el que voy a ver hoy.
Lo primero que hacemos es ver una película sobre las maravillas del parque en el puesto de información del parque (Kilauea Visitor Center) para luego dirigirnos a la Volcano House y ver la enorme caldera desde su mirador. De ahí seguimos con la ruta hacia el centro de la caldera. Lo que me sorprende es lo verde del entorno. En cierta manera me esperaba una zona mucho más árida y desolada, pero la cantidad de vegetación que hay es impresionante. En nuestro paseo pasamos por delante de muchos hoyos y cuevas de donde sale humo constantemente y uno se da cuenta de que está en un sitio especial.
Conseguimos bajar el cráter y llegamos a un sitio totalmente desértico, donde no crece absolutamente nada y que me recuerda mucho al Parque de Timanfaya de Lanzarote. La diferencia es que estamos dentro de una caldera y que al fondo, a varios kilómetros de ve una enorme columna de humo que sale del cráter abierto Halena´una´u. Me encanta estar aquí y me siento enormemente privilegiado.
Lo último que hacemos es ir al Thurston Lava Tube, un túnel de lava vacío por el que puedes andar y que te da una idea de cómo son los ríos de lava.
La visita me ha gustado pero lo ideal hubiera sido acampar en el Parque y conocerlo bien durante varios días. Creo que no lo he planeado bien y asumo la culpa.
Justo a la salida del Parque se encuentra el pueblo Volcano y comemos en su Lava Rock Café (una hamburguesa deliciosa y una Coca-Cola por 11 USD).
Antes de llegar a Hedonesia paramos en un supermercado de Pahoa y compramos algo de comida y bebida para esta noche. La verdad es que apetece un par de cervezas y el ambiente relajado del Hedonesia invita a ello.
En total nos reunimos unas diez personas de la cuales yo soy el único que no es norteamericano y el único que paga por su estancia. Nos lo pasamos muy bien, nos reímos mucho, y por fin puedo hacer el idiota con un ukelele!
Han sido bastantes las cervezas y me retiro a la 01.00 a dormir.
Me levanto a las 08.00 con el ánimo bien levantado y dispuesto a continuar con mi viaje. Las tres noches que he pasado en Hedonesia han sido de lo más interesantes y estar rodeado de gente tan dedicada al arte y la contemplación me ha hecho querer hacer cosas y volver a estar activo. Hedonesia lo recomiendo al 100% pero para nada pasaría allí varios meses, tal y como hacen los invitados que he conocido aquí.
Por 25 USD Alisha me deja en Hilo, ciudad de donde sale mi avión de vuelta a Oahu mañana. Me despido de ella y de sus niñas y me instalo en el Hilo Bay Hostel, por el que pago 25USD.
Una vez instalado me voy al restaurante Cronies Grill and Bar donde me tomo una hamburguesa totalmente espectacular (11USD).
Después de un almuerzo tan enorme me veo con ganas de dar uno de mis famosos paseos para conocer la ciudad.
Hilo es la ciudad principal de la Isla de Hawái y es realmente bonita. La influencia es muy japonesa y se nota mucho en su arquitectura, parques y demografía. Hilo también es la ciudad más lluviosa de todos los Estados Unidos, hecho que me afirma en la decisión de comprarme un nuevo poncho (5USD).
Después de más de una hora andando por la carretera llego al ´Imiloa Astronomy Center of Hawaii, que se encuentra dentro de la Universidad de Hawái. La entrada me cuesta 17.5USD y merece la pena totalmente. El museo es muy entretenido y el planetario es el más espectacular en el que he estado en mi vida. El planetario te hace viajar por el sistema solar, la Vía Láctea, las constelaciones y alejadas galaxias mientras un científico va hablando. Espectacular!
Vuelvo andando al centro de Hilo. Siempre que me doy estos paseos mi principal acompañante es la radio que tiene mi móvil. Es estupendo porque he tenido la oportunidad de escuchar emisoras de todo el mundo durante mi viaje. En la radio hawaiana hay algo que me llama la atención y es un anuncio que recuerda a los hawaianos los beneficios de ser un Estado más de la Unión. Ya llevan así 50 años pero todavía hay bastante escepticismo sobre si ha sido realmente ventajoso para los hawaianos su cambio de estatus. El turismo tuvo tal impacto en el modo de vida y costumbres locales que hubo en los años 60 un renacimiento del espíritu y nacionalismo hawaiano. Y es que aquí los hay que quieren recuperar la independencia.
Una vez de vuelta me meto en un cine para ver una peli mala mala mala pero cuya entrada sólo me cuesta 1 USD. Echaba de menos ver una peli en gran pantalla; la última vez que me metí en un cine fue en la India!
Después de la peli estoy de vuelta en el hotel y me acuesto en la cama a leer una vez más, después de hace muchos años, Cien años de Soledad de García Márquez. En un par de días voy a estar en Colombia y como una señal inequívoca encontré el libro en castellano en una estantería del Wal-Mart (11USD).
Me duermo a las 23.00.
Esta tarde estoy de vuelta en Honolulu y quiero aprovechar bien la mañana para conocer lo que me queda de Hilo.
Me levanto a las 06.00 y me quedo leyendo en la cama hasta las 08.00.
Desayuno y de la misma me voy a ver el mercado de los sábados (Farmer´s Market), donde hay decenas de puestos que venden comida orgánica y poco más.
De ahí me voy al Wailoa River State Park, que es un bonito parque donde se encuentra una escultura del Rey Kamehameha. Sigo y llego al Waikea Pond, un parque con un estanque donde hay bastante gente remando. Aquí hay una construcción en honor a las víctimas de los Tsunamis de 1946 y 1960.
Más tarde llego a una península en la orilla del mar donde está el precioso parque Lili´uo Kolani Park, de gran influencia japonesa. Justo allí hay un puente que te deja en la diminuta isla de Mokuola (también llamada “Coconut Island”).
Desde la Isla se ve que toda la costa de Hilo está formada por parques y que no hay ni una sola vivienda cerca. La razón: es un sitio muy sensible a tsunamis. El 1946 hubo uno que mató a mucha gente, pero con el tiempo se volvió a construir en la costa. La lección se aprendió definitivamente con el Tsunami de 1960 que también fue un desastre y mató a muchos también. Desde entonces las autoridades de Hilo decidieron que la costa la ocuparían parques y que bajo ningún concepto la gente viviría tan cerca del mar. Es curioso, pero los Tsunamis en Hawái son más mortíferos que todos los volcanes, huracanes y terremotos juntos y son un verdadero peligro.
Antes de volver al hostel hago una parada en el Pacific Tsunami Museum (7.5USD), donde te cuentan los pormenores de los Tsunamis que se han vivido en la ciudad. También hay una exposición especial muy interesante y emotiva sobre el Tsunami de Andamán y Sumatra del 26 de diciembre de 2005.
A pesar de todo lo que llevo andado me siento con alma de peregrino y, tras coger mi mochila en el hotel, me voy andando al aeropuerto (1h20m andando con el macuto, como en los viejos tiempos). Llego al aeropuerto realmente matado y me cabrea saber que el vuelo se ha retrasado dos horas.
El avión despega a las 16.30 y después de 30 minutos aterriza en Honolulú.
Me pillo una buseta a Waikiki (9USD) y en el trayecto conozco a un matrimonio jubilado de México de lo más encantador. Después de una vida entera dedicada a trabajar y a criar a sus hijos y nietos llevan unos años sin par de viajar por el mundo. Les encanta España y tienen pensado volver dentro de unos meses ya que tienen familia en Madrid. Es estupendo ver a gente tan mayor y con tanto espíritu aventurero y sólo espero ser igual cuando tenga su edad.
Me vuelvo a instalar en el Hawaiian Seaside Beach y por sólo 30USD me dan una habitación individual.
Me doy a dar mi última vuelta por Waikiki y me topo con un festival en su calle principal. Quien lo organiza es Spam, que es una marca de jamón enlatado. Aquí, como en otras partes del Pacífico, son muy aficionados a esta basura y el Spam forma parte de la vida y de la gastronomía hawaiana. Lo gracioso es que no tienen ningún complejo y en el festival hay decenas de puestos especializados en hacer platos con Spam. Aprovecho la coyuntura y me tomo tres hamburguesitas de Spam a la plancha y un par de piezas de sushi de Spam y he de confesar que no está tan malo! El ambiente es bueno y hay conciertos de Jazz (no en vano esto es el Spam Jazz Festival) pero a las 20.30 estoy de vuelta en mi habitación.
Estoy lleno de nervios. Después de cuatro meses y medio dejo Oceanía y me meto en un nuevo continente. Tengo muchísimas ganas de llegar a Latinoamérica y sentirme dentro de la cultura Latina, la cual considero es la más alegre y cariñosa del mundo. También deseo volver a hablar en castellano!
Leo en la cama un par de horas y a las 23.00 estoy dormido.
Me levanto a las 06.30 y desayuno en el hostel. Este sitio es cojonudo y la gente es muy profesional y divertida (Hawaiian Seaside Beach, lo podéis encontrar en www.Hostelworld.com).
Llevo unos días desconectado del mundo y parece que el problema de la gripe porcina en México está empezando a ser algo serio. He leído que el gobierno de Panamá está poniendo restricciones a los vuelos que vienen del extranjero y espero que eso no me afecte porque precisamente es a Panamá donde vuelo esta madrugada.
Por 10USD me pillo un bus al aeropuerto. Vuelo con United Airlines en dirección a Los Ángeles y la experiencia de facturación allí sólo se puede categorizar como “puta mierda”. Personal súper maleducado y proceso totalmente caótico y desesperante.
El vuelo es a las 12.30 y me dan un asiento totalmente surrealista. Me han puesto en medio de un grupo enorme de chinos que no paran de beber cerveza y de gritar. Es uno de esos aviones enormes con cinco asientos en el centro y me toca el del medio! Desde aquí hago responsable a la empleada imbécil con la que facturé en Honolulú.
El avión aterriza a las 20.30 (hora local, 3 horas más que en Hawái) y me tengo que quedar en el aeropuerto seis horas. La espera se hace muy larga y además, como es tan tarde, las tiendas del enorme aeropuerto están cerradas.
A las 02.15 sale mi vuelo de COPA en dirección a Ciudad de Panamá…
El vuelo aterriza a las 10.30 con puntualidad. Mientras espero la maleta me sorprende ver a mucha gente con mascarilla por el tema de la gripe porcina. Después de esperar y esperar no veo mi mochila por ninguna parte! Me dicen que la maleta no ha llegado y que no saben dónde está por lo que me recomiendan que continúe con mi viaje a Colombia y que allí reclame la maleta. Me apetece entrar en Colombia sin maleta tanto como depilarme los cojones pero me dicen que no hay otra.
Como en la cantina del aeropuerto y me dan la tarjeta de embarque para mi vuelo a Cartagena de Indias.
A las 15.00 sale mi vuelo de Aerorepública y cincuenta minutos después estoy en Colombia! Voy ligerito de equipaje y lo primero que hago es cambiar dinero (por cada USD me dan 2100 COP o Pesos Colombianos). Por fin estoy en Sudamérica!
Desde el aeropuerto pillo un taxi en dirección a Casa Viena. Este sitio está muy recomendado por la guía Lonely Planet y son realmente encantadores y colaboradores. Tengo mala suerte y no tienen habitaciones individuales, pero me recomiendan el Hostal Real, que está a la vuelta de la esquina. Me instalo en el Hostel Real por 20.000 COP al día.
Como no tengo la maleta tengo que hacer una compra de emergencia para proveerme de jabón, cepillo de dientes, desodorante y esas cosas. Mañana llamaré a la aerolínea para saber qué tal está el tema.
Llevo dos días sin parar de viajar, con continuos cambios de horario y estoy rendido. No tengo ganas ni de cenar. Me acuesto en la cama y me dispongo a ver una peli, pero a las 20.00 estoy dormido como un tronco.
Me levanto a las 09.00 y he dormido trece horas. Me siento estupendamente, descansado y armonía con el cosmos. Ayer llegué a Colombia, país número veinte de mi viaje y comienzo un nuevo capítulo que seguramente va a ser maravilloso. Quizás llevado por los prejuicios que derivan de las constantes malas noticias sobre este país el Telmo de hace un año probablemente no se hubiera decidido a volar aquí. Pero durante me viaje he tenido la suerte de encontrarme con colombianos quienes me han insistido en lo maravilloso que es su país y gracias a su ferviente recomendación he decidido dar una oportunidad al sitio y sobretodo darme una oportunidad a mí mismo y ver Colombia con mis propios ojos.
En un principio mi vuelo de regreso a Panamá es el 11 de mayo, pero ya sé que no lo voy a acabar cogiendo ya que quedaré con mi amigo Ian a mediados de mes y con él viajaré por Colombia durante dos semanas más. Así las cosas, dispongo de más de un mes aquí para estar tranquilo y conocer lo más posible sobre el país, su gente, su gastronomía y sus sitios.
El Hostal Real es un negocio familiar y el ambiente que se vive refleja precisamente la relajación, buen rollo y cariño de una familia. Cartagena es de por sí una ciudad con mucho atractivo, pero también está rodeada de otros sitios de interés, así que lo más probable es que utilice este hostal como base para conocer la ciudad y sus alrededores. En recepción está la eficiente Sara, quien me enseña todas las posibles excursiones que puedo contratar. Mientras me tomo un par de tintos (café solo con azúcar) por cortesía de la casa estudio las posibilidades. Hay varios destinos que me llaman la atención y siento especial interés por las ruinas de Ciudad Perdida, en la Sierra Nevada de Santa Marta. Por lo visto necesito estar vacunado de la fiebre amarilla ya que a veces hacen controles y si no tengo el certificado de vacunas sellado es posible que no me dejen entrar.
Puesto que no tengo la vacuna es preferible que me la haga cuanto antes y a eso dedico es resto de la mañana. Joaquín es primo de Sara y con mucha amabilidad me acompaña a que me hagan la vacuna en un centro de salud.
El hostal está en el barrio de Getsemaní, dentro de la ciudad amurallada pero fuera de lo que estrictamente se llama el centro histórico. Es un barrio muy bonito, con mucha vida en la calle. Me recuerda un poco a las calles de La Habana. Pasamos por un par de plazas bien bonitas, en especial la Plaza de la Iglesia de la Trinidad. En el paseo me tomo un par de buñuelos deliciosos por 400 COP.
Salimos de Getsemaní y llegamos a una EPS (Entidad Promotora de Salud) y en cinco minutos me vacunan. Me quedo sorprendido por la rapidez de la gestión, su buen servicio y porque además no me cobran nada. Lo único es que me dicen que no me pueden sellar mi certificado y que tengo que ir a otro sitio para conseguir el sello. Todo un poco raro, pero el Roma ya se sabe…
Volvemos a Getsemaní en un taxi colectivo, es decir, un transporte que compartes con otras personas y que es la opción más barata de moverse a parte de andar.
Es la hora de comer y, como en España, todo está cerrado. Tengo que esperar hasta las 14.30 así que me voy a un restaurante a probar mi primer almuerzo colombiano. A la vuelta de la esquina está el restaurante Coroncoro, lleno de gente local y donde comparto mesa con otros comensales. Mientras me tomo una exquisita sopa de pescado charlo con mis compis de mesa sobre el tema que está dominando los medios de comunicación de todo el mundo, la gripe porcina. La gente está preocupada pero no saben qué hacer. El periódico de hoy dice que hay dos personas en cuarentena aquí en Cartagena.
De segundo me tomo una asado de carne acompañado de judías y arroz y de beber me tomo una agua panela con limón (un zumo de caña de azúcar sin refinar). Todo el almuerzo me cuesta sólo 4800 COP (un euro y medio!) y salgo con el estómago repleto y dispuesto a continuar con mi día.
Me doy mi primer paseo hacia el centro histórico y lo primero que hago es entrar en el Parque del Centenario. Justo al lado del parque está el Camellón de los Mártires que es una especie de boulevard que te deja en la Puerta del Reloj, entrada del verdadero centro histórico de Cartagena de Indias.
Una vez que pasas por esta puerta llegas a la plaza de los coches que es preciosa. Por un lado tienes la muralla y al otro las casas de diferentes colores, muy bien cuidadas y con unos balcones maravillosos.
Me meto en la calle Carretas y entro en una casa muy vieja donde, en su primer piso, está el sitio donde me pueden sellar el certificado. Todo es muy informal y me dicen que no me van a cobrar nada por el sello pero que haga el favor de comprarles unas galletas que han hecho para recaudar dinero. No me parece mal y compro seis galletas las cuales acabo compartiendo con todas las enfermeras del lugar. La gente aquí es muy amable y les encanta que haya gente de tan lejos.
Con el certificado sellado me doy una vuelta por las calles y me quedo enamorado. La impresión que me da es que lo mejor es simplemente perderse por la calles, apreciar su ambiente relajado y belleza de los edificios y plazas.
A las 17.30 estoy de vuelta en el hostal y me siento estupendamente. Mi primer contacto con Colombia está siendo espectacular!
Me retiro a mi habitación un par de horitas y luego me voy a cenar. Me meto en el Getsemaní Café Bar, donde por 8000 COP me tomo un plato delicioso de pasta acompañado por una Coca Cola. Lo que más me llama la atención es la amabilidad de la gente y el ambiente relajado. También veo a otros mochileros extranjeros que, con dificultades, consiguen pedir algo de la carta. Me encanta por fin estar en un país donde se habla castellano!
Una vez en la habitación me tiro hasta las 03.00 de la mañana acabando de leer el maravilloso libro Cien Años de Soledad y me duermo a las 04.00.
Me levanto a las 09.00 y tranquilamente me enciendo la tele para ver lo que hay. Aquí se reciben los canales Antena3 y Televisión Española Internacional. En este momento están hablando, para variar, de la vida de algún famoso y me vuelve el mismo asco que siempre ver ese tipo de programas en la televisión. Algo que me fastidia es la imagen de paletos, ignorantes y frívolos que damos al extranjero, la verdad. Por qué demonios no tendremos una BBC, una CNN, un Al Jazeera y algo por lo menos medianamente decente? Pero bueno, no estoy en Colombia para ver basura de programas españoles así que, después de hacer algo de ejercicio y de desayunar algo de fruta, salgo a la calle.
Me doy una buena vuelta por el centro histórico y la verdad es que me parece maravilloso. Sospecho que esto un paraíso dentro de la enorme Cartagena, pero consigue romper mucho mitos y prejuicios que estaban en mi cabeza. Cartagena es una ciudad de primera y uno se siente como en casa.
Tras haber acabado mi libro de García Márquez estoy falto de lectura así que me meto en una librería donde compro un par de libros. Uno de ellos es la Venas Abiertas de América Latina, el cual ojeo después en una cafetería mientras me tomo un jugo de mango (aquí a los zumos los llaman jugos).
Ayer cené bien en el Getsemaní Café Bar y vuelvo allí a almorzar. Me tomo un bistec a caballo, que se sirve con un huevo frito. Acompaño el plato con la una Águila, la cerveza más popular del país y que no tiene nada que ver con la cerveza española del mismo nombre.
Puesto que voy a estar aquí por lo menos un mes quiero llevar una vida tranquila, de esas en las que haces amistad con la gente del barrio, lees el periódico a diario y te echas la siesta. De hecho todo sería perfecto si no fuera porque sigo sin maleta. He llamado a Aerorepública y me dicen que ha aparecido en Quito y prometen que mañana la tengo sin falta. Me va a encantar volver a cambiarme de calzoncillos. Un amigo mío dice que se pueden utilizar los mismos calzoncillos cuatro veces: al derecho, al revés, por delante y por detrás. Espero que no sea necesario.
Duermo y leo en mi habitación pero después de un par de horas salgo al patio del hostal a hacer vida social. Conozco a Carla (Brasil) y Gill (de Nueva York). Nos tomamos un par de cervezas y decidimos irnos a cenar. Son dos chicas muy simpáticas que se conocieron en el metro de Nueva York por casualidad y desde aquel día son inseparables. Gill es presentadora de la tele en EE.UU y Carla ha viajado y vivido en muchos países diferentes. Gill nació en Colombia pero al poco de nacer fue adoptada por una familia norteamericana y está aquí para visitar el orfanato y conocer mejor sus raíces.
Cenamos en La Cocina de Socorro, que está en frente del Centro de Convenciones. Nos pedimos una buena jarra de sangría (echaba de menos ese sabor!) y yo me tomo un mero a la plancha espectacular.
De ahí nos vamos a la Plaza de los Coches y nos sentamos en una de sus terrazas. El ambiente es bien bueno y sólo se interrumpe por la cantidad de vendedores ambulantes e indigentes que pasan a decir hola. Nos tomamos unas cervecitas allí para luego entrar en Quiebra Canto, un sitio muy popular entre la gente local. Allí la gente no para de bailar salsa, merengue, vallenato y bachata y me siento totalmente avergonzado por mi falta de dotes bailarinas. La gente se lo está pasando muy bien y yo no hago más que mirar y sacar como conclusión que tengo que aprender a bailar si quiero sacar más provecho a este tipo de experiencias.
Volvemos a la Plaza de los Coches y acabamos la noche en Tu Candela, un bar de copas donde estamos hasta las 03.00 de la mañana. Volvemos andando al hotel y algo que me encanta es la seguridad que hay en esta ciudad.
Me levanto a las 11.00 y me voy al centro a cambiar dinero. Hay muchas casas de cambio y el mejor cambio que consigo es de 2240 COP por USD.
Con mis pesos me doy una vuelta por la ciudad. No me canso de pasear por esta ciudad que merecidamente fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por UNESCO. Es la capital de la región de Bolívar y fue fundada en 1533 por el español Pedro de Heredia. Es curioso porque si bien el nombre de Colombia proviene de Colón, el genovés nunca pisó su tierra.
Desde el principio funcionó como un puerto importante y con el tiempo llegó a ser la principal puerta de América del Sur. Es aquí de dónde salían los galeones llenos de oro robados a los indígenas en dirección a la Madre Patria. Precisamente por eso fue como un caramelo para los despiadados piratas del siglo XVI. De hecho el célebre pirata Sir Francis Drake asedió y saqueó la ciudad en 1586 ofreciendo todo lo robado al Reino de Inglaterra.
Para evitar este tipo de saqueos y asedios se amuralló la ciudad entera y se construyeron fuertes para defenderla. Las enormes murallas han quedado intactas con los años y le dan un encanto especial a la ciudad. Gracias a estas murallas ahora podemos disfrutar de todas estas iglesias, monasterios, plazas, palacios, mansiones, patios y balcones.
A la hora de almorzar me tomo una ensaladilla rusa y una limonada por 10.500 COP y mientras empiezo a replantearme la ruta de mi viaje. Mi plan originalmente ha sido volver a Panamá y de ahí cruzar todo Centroamérica para luego pasar por México, EE.UU, Canadá y acabar en Alaska pero hoy he decidido hacer un cambio de dirección y en vez de ir hacia el norte bajaré al sur y acabaré mi viaje en Buenos Aires.
El cambio es importante (no en vano lo llevo pensando desde hace unos días) pero me encanta Colombia y siento curiosidad por conocer Sudamérica más a fondo. En cierta manera Norteamérica está más disponible y sé que voy a acabar yendo de todas maneras. Algo malo es que una vez que cruce el Ecuador voy a estar en el hemisferio sur y a partir del 21 de junio será invierno! Pero bueno, supongo que eso se arregla con un poco más de ropa (empiezo a estar cansado de tanta chancleta, loción solar y playa paradisíaca! Jajaja).
Me vuelvo a la habitación a echarme la siesta y se pone a llover exageradamente. A los pocos minutos se corta la electricidad de todo el barrio. La única buena noticia es que ya tienen mi macuto y me lo van a traer ahora y además me van a pagar 120.000 COP como compensación de gastos. Genial porque así pago el hotel de una semana.
El Hostal Real es bastante popular entre mochileros y el ambiente es muy bueno. Es bueno estar con gente con la compartes una manera de viajar y es divertido intercambiar consejos y anécdotas mientras te tomas unas cervezas. Hago buenas migas con Tim (de Londres) y Zack (de California) que llevan viajando juntos desde Buenos Aires.
A pesar de la lluvia nos vamos a la ciudad antigua, donde sí hay luz y cenamos en un puesto de hamburguesas de la Plaza de los Coches. Acabamos la noche bebiendo cervezas en el hostal y a la 01.00 estoy en mi habitación, esta vez con un calzoncillo nuevo.
Hoy es Primero de Mayo y es festivo. Me levanto a las 09.00 y hago algo de ejercicio. Desde que corrí el maratón en Nueva Zelanda no he vuelto a correr y ahora que vuelvo a tener mi mochila, me pongo mis zapatillas y me lanzo a correr por Cartagena.
Decido correr por la península de Bocagrande, que es donde están los grandes hoteles y la playa de la ciudad. Hace 37 grados de calor y la playa está abarrotada de gente. Lo bueno es que todo el mundo es colombiano y el ambiente es estupendo. Los chiringuitos emanan sonidos de salsa mientras los clientes ríen, charlan y juegan a la pelota. Con tanto calor acabo sofocado después de una hora corriendo. Me siento bajo de fondo.
De vuelta en el hostal, hago la colada a mano, no por ahorrar, pero es que me relaja lavar la ropa mientras oigo cómo se va acabar el mundo debido la gripe porcina.
Como en el restaurante Donde Berce, justo al lado del Getsemani Café Bar y por 8000 COP me tomo un plato de carne asada (siempre acompañada de ensalada, arroz y lentejas) y un zumo de melón.
La tarde la paso en el hotel, charlando con otros viajeros y no haciendo gran cosa.
Más tarde me voy a cenar con Tim, Zack, Carla y Gill a La Cocina de Socorro donde nos tomamos dos buenas jarras de sangría y vuelvo a comerme un mero a la plancha delicioso.
Después de cenar con compramos una botella de ron Medellín, Coca-Cola, hielos y vasos y nos hacemos un botellón en el Camellón de los Mártires, como en los queridos tiempos universitarios en Madrid.
Cuando estamos a punto de acabar la botella coincidimos con Manuel, un encantador empleado del hostal. Le convencemos para que se una a nosotros y nos vamos a una terraza de la plaza de los coches a seguir con la “rumba”. Manuel parece de nuestra edad pero tiene 41 años y además cuatro hijos. Cuando le pregunto cuál es el secreto él me responde “follar mucho”. Todavía no sé si se refería a lo de parecer más joven o a lo de los cuatro hijos.
Acabamos en la azotea del edificio, aprovechando la noche espléndida que hace mientras nos tomamos unas Águilas.
Estoy en la cama a las 04.30.
Hoy es dos de Mayo, fecha importante por ser el aniversario de nuestra revuelta contra los franceses y porque hace exactamente un año dejé de trabajar.
Me levanto a las 11.00 con bastante resaca. Todos mis movimientos son torpes, lentos y totalmente indispensables para poder hacer cosas como ir al baño o cambiar de canal en la tele ya que todo gesto superfluo es un gasto imperdonable habida cuenta del estado de mi cuerpo.
A pesar de mi estado logro salir a la calle con Zack y Tim, con quienes almuerzo un plato de carne asada en Donde Berce. La comida me viene estupendamente y me veo con fuerzas para ir a una agencia de turismo para arreglar mi viaje a Ciudad Perdida.
Mathieu es un francés que lleva muchos años viviendo en Colombia, tantos que habla como si fuera colombiano, tiene mujer e hijo colombianos y se hace llamar Mateo. Pues bien con Mateo arreglo los pormenores de mi viaje por Ciudad Perdida y Parque Tayrona (810.000 COP por nueve días de viaje, con todas las comidas y alojamiento incluidos). Mateo es un sitio muy simpático, eficiente y con esa honestidad que te convence de que estás pagando un precio justo por lo que recibes. Si queréis hacer algún viaje por Colombia poneros en contacto con este francés, que pongo la mano en el fuego por él (www.adventurecolombia.com;info@adventurecolombia.com).
Después me doy mi vuelta típica por el centro de la ciudad antigua y me leo el periódico en una cafetería. Me encanta estar aquí. Como también me pasó en Katmandú u Osaka, en Cartagena me siento como en casa. No necesito hacer nada en especial, simplemente estar.
El resto de la tarde la paso leyendo y descansando para luego cenar en el Getsemaní Café Bar.
Cierro el día viendo la tele española, por lo que inevitablemente me tengo que dormir a los cinco minutos.
Hoy me levanto a las 06.00 y llamo a mi mami (como supongo que también estarán haciendo muchos hijos en el Día de la Madre).
Después de desayunar salgo con Tim y Zack en dirección a Playa Blanca. Esta Playa es muy conocida y es destino de multitud de excursiones organizadas. La excursión en barco no cuesta mucho, pero decidimos llegar por nuestros medios y convertir la experiencia en una aventura.
Salimos a las 09.00 y nos cogemos un colectivo al Mercado de Bazurto (1200 pesos por persona) que es de donde salen los colectivos y busetas en dirección Sur. Playa Blanca está en la Isla de Baru, que realmente es una península separada del continente por un canal. Desde Bazurto con cogemos un colectivo que nos deja en Pasacaballos, la pequeña población antes de cruzar el Canal del Dique (1300 COP p.p.). Es una zona mucho más pobre que Cartagena y los locales parecen extrañados por ver a tres extranjeros por aquí.
Cruzar el canal sólo cuesta 1000 COP p.p. pero todavía nos queda cruzar casi toda la Isla de Barú para llegar a la playa. Ha llovido mucho, está todo embarrado y la única manera de viajar es ir en moto como paquete. Eso lo saben los motoristas que trabajan aquí y la negociación es dura hasta que llegamos a un acuerdo: 12.000 COP p.p. La experiencia en moto resulta ser una odisea. La moto de Zack no deja de pararse. En mi caso hay un tramo donde mi motorista se mete por donde no debe y acabo andando con los pies descalzos por una zona muy embarrada durante diez minutos. Cada una de las motos no para de patinar por el barro y son unas cuantas las veces en las que casi nos caemos.
Al final llegamos los tres sanos y salvos, pero llegamos a las 11.45. Hemos tardado casi tres horas en llegar y además ha costado esfuerzo y 15.500 COP por persona. Si tenemos en cuenta de que la excursión en barco cuesta 40.000 COP, incluye almuerzo y visita a las Islas del Rosario, como que parece que ha sido un poco cagada. Aunque la verdad es que así hemos vivido una aventura diferente.
Playa Blanca es bastante bonita y el ambiente bueno, pero sin querer ir de sobrado, el este viaje alrededor del mundo he visto playas mucho más impresionantes. De todas maneras es muy larga, de arena blanca y con chiringuitos con comida y cerveza barata. Lo único malo es que los vendedores no paran de avasallarte y se hace un poquito pesado. Al final me dejo convencer por una masajista y me hago un masaje buenísimo por 20.000 COP, cosa en la que también acaba cayendo Zack por pura envidia.
Tim y Zack se quieren quedar a pasar la noche en la playa, cosa que a mí no me apetece demasiado. Así las cosas decido volver hoy mismo y para nada pienso volver a hacer la misión moto-barco-colectivo-taxi de vuelta al hotel. Por 15.000 COP consigo una barca rápida que sale a las 15.30. El trayecto es un poco mareante ya que el mar está turbio y no hacemos más que saltar por encima. Lo que sí es bonito es la llegada a la Bahía de Cartagena ya que pasamos por el Estrecho de Bocachica donde ves el Fuerte de San Fernando y la Batería de San José (construidos para defender la entrada a la Ciudad). Una vez que pasas el estrecho ves cómo el skyline de los rascacielos de Bocagrande se va haciendo más y más grande.
El barco llega al puerto a las 16.30 y me muero de hambre. A estas horas no hay muchos restaurantes que den comidas pero tengo suerte de que me sirvan en el Getsemaní Café Bar (plato de pasta con carne y un batido de fresa por 9500 COP).
Paso la tarde en la habitación y me encuentro bastante mal. Me duelen las articulaciones y la cabeza y me da mal rollo cuando pienso en el tema de la gripe porcina. Espero que se me quite pronto.
Me meto en la cama a las 19.30 a ver si duermo bien y me pongo mejor.
Me levanto a las 07.00, hago una colada de esas que me relajan tanto y salgo a la calle a las 08.30.
Mi prioridad para hoy es arreglar el ordenador. En Hawái un virus me jodió el sistema operativo y me tienen que reiniciar todo. Llego a un centro comercial donde me dicen que lo tendré perfecto a las 16.00.
De ahí me voy al centro histórico y me meto un desayuno de huevos fritos con patatas y pan y un chocolate caliente en un restaurante de la Plaza Fernández de Madrid.
Con el estómago lleno me voy a ver a Mateo para que me confirme todos los detalles sobre mis próximos nueve días de excursión en Ciudad Perdida y Tayrona.
Con los papeles en la mano y con bastante tiempo disponible aprovecho el resto de la mañana para escribir postales, leer en un café y perderme por las calles de la ciudad amurallada. Algo que me encanta de aquí es la belleza de sus plazas, en especial la Plaza de Bolívar.
En este casi un año de viaje sólo he comido comí en un restaurante español una vez. Fue en Osaka y la verdad es que no fue muy impresionante. Llevo mucho tiempo con muchas ganas de comer algo de mi país y me meto en El Burlador de Sevilla. No sé si será por la falta de consumo este año, pero me tomo unos callos a la madrileña y una tortilla de patatas absolutamente espectaculares. Y además con mucho pan. Total: 45000 COP.
He comido lo equivalente a dos personas y estoy que reviento, así que me lanzo a la calle a pasear un poco y bajar la comida. Paso un segundo por el hotel a recoger todas las cosas que quiero mandar a Madrid y mando un paquete de 4kg por 135.000 COP.
Una vez hecho esto puedo ir a recoger mi ordenador. Llego a la tienda y, en efecto, están en ello. Mientras miro cómo lo arreglan presencio cómo la pantalla del ordenador se apaga! No me puedo creer que se haya acabado de joder! Además yo mañana me voy de Cartagena y no sé qué hacer. El de la tienda me dice que lo deje con él y que cuando vuelva en 10 días él lo habrá llevado al servicio técnico de la marca. En circunstancias así uno no puede hacer otra cosa, así que le dejo mi ordenata en sus manos.
La tarde la paso en el hotel, charlando con Zack y Tim. Ellos se quedaron a dormir en Playa Blanca y han vuelto totalmente arrepentidos. Los mosquitos durante la noche les han acribillado. Nos tomamos un par de cervezas, nos intercambiamos emails y despedimos. Estoy realmente cansado y sigo sin encontrarme al 100%.
A las 22.30 estoy dormido.
He pasado una semana en Cartagena y he hecho lo que he querido, es decir, descansar y vivir la ciudad a un ritmo pausado. Pero no puedo negar que tengo ganas de hacer cosas nuevas y ver otros sitios. Hoy comienza mi excursión de nueve días, en los cuales voy a estar seis días en una excursión a Ciudad Perdida y el resto en el Parque Nacional de Tayrona y sus alrededores.
A las 07.30 me recoge una buseta que me va a dejar en Barranquilla. Barranquilla está a unas dos horas de Cartagena y es una ciudad industrial bastante rica que es famosa por su Carnaval y su vecina Shakira. Algo que me sorprende de Barranquilla es la riqueza de su parte norte. Todas las ciudades cuentan con sus partes “pijas” pero es que aquí son calles, calles y más calles. Es una imagen que choca con la idea que tenía de pobreza del país.
En Barranquilla me recoge otra buseta que me deja en Santa Marta (dos horas de viaje). El trayecto es bonito y parece que cada vez nos acercamos más a la Sierra Nevada de Santa Marta.
Esta Sierra Nevada de Santa Marta es la cordillera montañosa de costa más alta del mundo y cuenta con los dos picos más altos del país, Pico Colón y Pico Bolívar, ambos de 5775m de altura.
Una vez en Santa Marta, me recoge Hans, un taxista muy alegre y risueño. Va con una mascarilla en la cara por todo el tema de la gripa porcina, cosa a la que me cuesta acostumbrarme. A los diez minutos de trayecto recogemos a Nohemí, mi guía en los días en los que esté en Tayrona.
Después de media hora llegamos a la zona de Los Naranjos, que está justo al lado del Parque Nacional de Tayrona. Aquí se encuentra Los Ángeles, la finca que pertenece a Nohemí y su familia.
Este terreno es enorme, lleno de cocoteros y con una playa privada totalmente preciosa. Voy a dormir en una tienda de campaña en la misma playa y a unos metros tengo mi hamaca para que descanse. Para nada me esperaba algo tan maravilloso y me da un poco de pena estar solo. Es un sitio ideal para compartir con la gente que quieres.
Con una playa así no puedo evitar darme mi primer chapuzón en el Mar Caribe, lo mejor antes de almorzar.
Me sirven un plato de mojarra (pescado), la cual me sirven con arroz, patacón (banana rebozada aplastada) y guineo morado (un tipo de banana). Acompaño la comida con dos zumos de torombolo, una deliciosa fruta con forma de estrella.
Después de comer y en un sitio tan maravilloso no me puedo resistir a una señora siesta de casi tres horas, la cual es interrumpida por Nohemí, quien estaba preocupada por mi estado de salud. Le explico que estoy bien, que sólo es una siesta larga.
La tarde la paso con Nohemí, paseando por sus terrenos y por los de la finca colindante. Nohemí estudió diseño de moda en la universidad pero decidió aprovechar el privilegio de la situación de su finca y dedicarse al turismo. Es una chica encantadora, muy religiosa y con una bondad que supera con creces la media. Además tiene mucha curiosidad por su entrono y orgullosamente se para cada momento para enseñarme todas las plantas, insectos y animalitos que ve. Es increíble la cantidad de especies de plantas y animales que hay en Colombia y no me puedo imaginar cómo puede ser la zona del Amazonas. De hecho Colombia es el segundo país con más biodiversidad del mundo, sólo superado por Brasil (siendo Colombia siete veces más pequeño!).
Desde la casa de la finca de al lado las vistas son impresionantes. Está situada en una altura justo donde desemboca el Río Piedras. En la otra orilla del río se encuentra el Parque Nacional de Tayrona. Nohemí comparte conmigo un mango delicioso mientras vemos el atardecer. El paseo ha sido delicioso.
Una vez de vuelta ya tengo preparada la cena, la cual consiste en una suculenta pechuga de pollo a la plancha con ñame (un tubérculo parecido a la patata).
Al acabar de cenar es totalmente de noche y no tengo nada mejor que hacer que irme a mi tienda a descansar y dormir (20.30 de la tarde!).
Me levanto a las 09.00 y he dormido doce horas. Pero cantidad no siempre es calidad ya que he pasado un calor de pelotas. Nada más levantarme tengo el desayuno esperándome. Qué vida más perra… El desayuno es bien copioso, justo lo que necesito para el día que me espera.
A las 11.00 me despido de Nohemí a quien veré dentro de unos días cuando vuelva de Ciudad Perdida. Me recoge una furgoneta que se mete en el Parque Natural de la Sierra Nevada de Santa Marta. Este parque es inmenso y en la entrada a un control militar bastante intimidatorio.
Una vez pasado el control conducimos una hora por senderos hasta llegar el pueblo de Machete Pelao. El curioso nombre de este pueblo de menos de 200 habitantes viene porque aquí las disputas se arreglaban a machetazos (“pelao” equivaldría a “desenvainao”). Espero que no siga siendo el caso. Allí conozco a Pedro, mi guía para hoy, quien me da una barra de pan, embutido y verdura para que me haga unos bocadillos.
Con los bocadillos todavía en la garganta Pedro me dice que tenemos que salir cuanto antes porque hoy vamos a andar el equivalente a dos días para así juntarnos con nuestro grupo.
Levo una mochila de 10kg, hace un calor de cojones y subimos por una loma que era para verla. Considero que tengo bastante fondo, pero me acaba faltando el aire para subir la Loma Sotero. Pedro me dice que no me preocupe que es normal. Me comenta que hay que subir la loma con cuidado e hidratándose ya que hace menos de un año falleció un turista de menos de 30 años de un infarto!
Acabo subiendo la loma, pero Pedro no me da un respiro y anda a toda velocidad a bastantes metros de mí. Se ve que le han obligado a hacer la ruta contra su voluntad y que no le apetece hacer mucha vida social.
A las 15.00 llegamos a un hospedaje (“Donde Adán”) y allí nos comemos una piña, la cual me sienta de maravilla. A partir de aquí cruzamos el río Buritaca varias veces. A eso de las 16.00 se pone a llover malamente, pero el entorno es espectacular y la lluvia aviva los colores de las montañas.
Durante la ruta con encontramos con varios indígenas de las tribus Arsaria y Cogui. Toda esta zona está habitada por estas tribus protegidas por el gobierno.
A las 17.30 llegamos, por fin, al refugio que pertenece a los indios arsarios. Ha sido un día agotador y estoy que me muero por acostarme. Allí están otros siete viajeros, todos europeos, quienes empezaron la ruta ayer. Yo he tenido que hacer el equivalente a dos días para poder unirme a ellos y a partir de ahora serán mis compis de expedición. El grupo está compuesto por dos belgas, un alemán, un holandés, un inglés, un francés, una noruega y un servidor. Por un lado me alegra ver europeos pero me jode no estar con colombianos. Mis nuevos guías son los hermanos Gabriel y Levi.
Cenamos y después jugamos a las cartas hasta las 21.00 (enseño a los demás a jugar a El Burro), pero para entonces está bien entrada la noche y es hora de retirarme a mi hamaca.
Hoy nos despiertan a las 05.30. Noto que me ha salido una picadura de mosquito enorme en la espalda. No sé cómo ha podido ser porque mi hamaca tiene mosquitera, pero desde luego jamás había tenido una picadura tan grande y molesta. Además me ha salido en la zona lumbar, lo cual no es lo mejor para una caminata con una mochila de 10kg.
La sesión de hoy es de seis horas y llegaremos a Ciudad Perdida. Para ello tenemos que cruzar el Río Buritaca nueve veces. El día es bien cansado y parte de la ruta la hacemos custodiados por el ejército. Todos los militares son jóvenes y muy amables y andar con ellos parece que vamos en busca de la guerrilla (o la guerrilla en busca de nosotros).
Después de cruzar el río tantas veces y de escalar rocas y más rocas uno acaba hasta las pelotas, pero la traca peor está al final, cuando tenemos que subir casi dos mil escalones hasta Ciudad Perdida.
Estoy sudado, mojado, agotado y con mucho dolor en la espalda por la picadura de esta noche. Aún así llegar a Ciudad Perdida te deja con la boca abierta. Realmente sí tienes la sensación de estar en una zona muy remota (no en vano se llama “Ciudad Perdida”!) y desde su altura el paisaje es de esos que te hacen sentirte pequeño y afortunado a la vez.
Aquí viven 38 militares en estancias de seis meses y están allí para protegernos. Ciudad Perdida es un sitio de mucho interés turístico y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están a un solo día de camino de aquí. En 2005 se secuestraron aquí a ocho turistas extranjeros.
Llueve mucho y dedico un par de horas a descansar y a leer. Cada vez me duele más la picadura la cual se está haciendo cada vez más grande.
Hoy es el cumpleaños del chico holandés, así que después de cenar abre una botella de aguardiente para compartir. Estoy con mis compañeros hasta las 19.30 pero me duele la espalda horrores y me voy a mi cama a descansar.
Hoy vamos a pasar todo el día en Ciudad Perdida. Nos levantamos a las 08.00 y desayunamos tranquilamente.
Pasamos toda la mañana visitando los atractivos y misterios de la Cuidad. Ciudad Perdida es uno de los asentamientos precolombinos más grandes descubiertos y fue construido por los indios Tayronas entre los siglos XI y XIV, aunque se sospecha que algunas partes son del siglo VII. Esta ciudad fue el centro económico y político de esta tribu y en ella se calcula que vivieron entre dos mil a cuatro mil personas. Los españoles llegaron con sus ansias colonizadoras y después de 75 años de batallas consiguieron echar a los Tayronas. A partir de allí creció la selva y la Ciudad cayó olvido durante 400 años.
En 1975 unos guaqueros (cazadores de tesoros y tumbas) descubrieron la ciudad y tanto era lo que podía sacar que hubo muchas luchas entre los propios guaqueros. Al final se metió el gobierno, puso al ejército y desde entonces es un sitio especialmente protegido por su interés histórico, de patrimonio y, consecuentemente, turístico.
Se dice que todavía está bajo la selva un 50% de la ciudad pero lo que se ve ya de por sí te da una idea de cómo era la vida entonces. La ciudad está desperdigada entre los 950 y 1300 metros de altitud y está formada por multitud de terrazas las cuales servían de base para sus construcciones ya que el terreno era muy abrupto.
Algo que me impresiona es la enorme escalinata principal que conecta la ciudad con el río. Algunos de los escalones eran huecos y estaban puestos para que se pudieran oír los pasos del enemigo.
Nos vamos a un riachuelo a bañarnos y la picadura tiene proporciones preocupantes. Menos mal que hoy no tengo que ir con mochila.
Durante el descanso para el chapuzón tengo la oportunidad de charlar con Gabriel, nuestro guía. Gabriel me cuenta lo mucho que ha cambiado la situación del país y de la zona en los últimos años. Hace años la guerra entre paramilitares y la guerrilla fue tan fuerte que viajar dentro del país se hizo casi imposible.
No sé si soy capaz de resumir bien la Historia reciente de Colombia pero lo voy a intentar. Desde que Colombia adquirió la Independencia gracias a Simón Bolivar en 1819 empezaron a haber dos tendencias políticas sobre cómo gestionar el país. Por un lado estaban los liberales, de carácter federalista y por otro los conservadores, de corte centralista. Lucharon por el poder desde la Independencia hasta ya pasada la mitad del siglo XX. En el proceso hubo mucha sangre, en especial en la época conocida como La Violencia, en la que murieron 300.000 personas. Para evitar más derramamiento de sangre los dos principales partidos decidiros pactar y alternarse en el gobierno. Esto sucedió en 1957 y la fórmula duró 16 años. Lo malo es que obviamente las demás opciones políticas fueron ninguneadas, creando así el caldo de cultivo donde nacieron las primeras guerrillas de corte izquierdista. Así nacieron las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el ELN (Ejército de Liberación Nacional) o el M-19 (Movimiento 19 abril). Estas guerrillas empezaron la guerra y durante muchos años mataron a muchísimas personas. Eso les dio cierto espíritu de impunidad por lo que los grandes terratenientes decidieron defenderse por sus propios medios ya que no podían contar con la policía y el ejército. Así es cómo nacieron lo que se llaman las autodefensas. La más famosa es la AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) creada en 1997 como un grupo paramilitar de derechas para defender los derechos de los grandes terratenientes. Desde entonces la guerra es entre la guerrilla y los paramilitares. Parece que ambos, en su origen, tuvieron una razón de ser que hasta se puede justificar, pero la realidad es que ambos han acudido al tráfico de drogas, a la extorsión, al robo y a los secuestros para financiarse, sin contar las innumerables matanzas en zonas rurales y atentados espantosos en las ciudades. La situación actual es que desde que Álvaro Uribe está en el gobierno se le ha dado un gran golpe a la guerrilla, mejorando así la seguridad y calidad de vida de muchos ciudadanos. El problema es que a los paramilitares no se les ha parado tanto los pies, y son tan malos como la guerrilla. De hecho no son pocos los que acusan al Presidente de defender los intereses de los paramilitares, ya que su propia familia apoyó las autodefensas y el padre del propio Uribe fue asesinado por la Guerrilla.
Así las cosas parece que los paramilitares siguen haciendo de las suyas con relativa impunidad, aunque sea en una menor medida.
He creído conveniente contar esto que, aunque seguro que está lleno de fallos e inexactitudes, da un poco de idea de cómo está el país.
Gabriel dice que todo ha mejorado mucho y que la situación en el pasado llegó a ser tan tensa que, Machete Pelao, ese pueblo de menos de 200 habitantes, llegó a ser conocido porque si entrabas en el pueblo y nadie te conocía, no salías. Gabriel me dice que los paramilitares vuelven a tener fuerza en la zona y que están volviendo a pedir impuestos revolucionarios y extorsionando a gente para poder reorganizarse. Gabriel cree que el gobierno debería evitar que los paramilitares crezcan. Es muy interesante hablar con Gabriel de estas cosas y me encanta comprender un poco más este país.
Después del chapuzón volvemos a la cabaña, donde almorzamos y descansamos. La picadura de la espalda empieza a tener mala pinta y me duele horrores. En la cabaña hay varios colombianos y todos se juntan a ver mi espalda y por unanimidad me dicen que lo que tengo es un “nacido”. Un nacido es una infección y hay que esperar a que madure y reviente para poder sacar la materia o pus. Así las cosas, me toca esperar y en el proceso aguantarme y joderme.
La tarde la paso lo mejor que puedo, tumbado de lado y leyendo. La infección también me está dando fiebre así que después de cenar me voy a la cama a descansar y a dormir.
Nos levantamos a las 06.00 y estoy que alucino con la fiebre. A las 07.00, justo después de desayunar y recoger las cosas, salimos. Hoy va a ser un día duro.
El descenso de Ciudad Perdida es bastante jodido, no porque tenga nada en especial, pero la escalinata principal está muy empinada y los escalones son bien pequeños y están llenos de musgo. Hay que bajar con muchísimo cuidado. En la bajada me duelen las rodillas y en general las articulaciones. Además el contacto de la mochila con la espalda me está matando. No me suelo quejar mucho y de verdad que hoy no estoy para cruzar selvas, ríos o poblados indígenas.
Durante la sesión de hoy cruzamos el Río Buritaca nueve veces. Está lleno de piedras y lo mejor es cruzarlo con las botas. Pero el resultado es que llevo cuatro días con las botas mojadas. Qué ganas de un baño caliente y una peli en la cama!
La marcha de hoy no la olvidaré jamás, no sólo me encuentro fatal, sino que el nylon de mi traje de baño me está rozando la entrepierna y empiezo a andar como un jinete pero sin caballo. Patético!
Al final llegamos a la cabaña de los indios arsarios donde dormí en la primera noche. Mi estado: estoy cansado, escocido, dolorido y hasta las pelotas!
Con intención de armonizarme con el Universo me voy a darme un baño al río, pero el agua está tan fría que duele sólo con verla.
El baño espartano no consigue ponerme tan bien como esperaba, pero por lo menos estoy limpio. Lo malo: me tengo poner ropa sucia porque limpia no me queda!
Cenamos todos juntos y a las 20.00 me retiro a dormir. Le he suplicado a Gabriel que me dé un colchón, que una hamaca en mis condiciones me va sentar mal.
Al final la experiencia del colchón prueba ser un paso en falso ya que me levanto al día siguiente con los pies llenos de picaduras de pulga! Ole, ole y ole! Qué vivan las expediciones en la selva!
Hoy nos volvemos a levantar a las 06.00 y después de desayunar nos disponemos a recorrer el último tramo de la expedición.
A nivel general me encuentro mejor y estoy animado pero la espalda no hace más que empeorar. Me alivia pensar que hoy es mi último día de marcha y a ese pensamiento acudiré durante todo el día para animarme.
Me pongo la ropa menos sucia y húmeda que tengo y empiezo a andar. Hoy vamos saliendo de poco en poco y no en grupo. Por lo visto es muy fácil seguir el camino. La verdad es que así mejor; de esta manera voy a mi propio ritmo.
A pesar de mis temores de esta mañana, la caminata de hoy es una de las más maravillosas y fructíferas a nivel mental que he tenido en mucho tiempo. Al estar solo, me he puesto algo de música. La oferta musical de mi móvil no es muy grande y durante estos casi once meses de viaje he escuchado las mismas canciones y discos una y otra vez. Es una sensación maravillosa porque hay canciones que están inevitablemente unidas a sitios en los que he estado, situaciones que he vivido y volver a escucharlas me inspira cierto sentimiento de melancolía pero también de orgullo. El resto de mi vida vincularé ciertas canciones al reino de Bután, a mi ascenso al Monte Fuji, a mi maratón en Ninety Mile Beach, a mi excursión en Mount Cook en Nueva Zelanda, a mis noches a solas en Papúa Nueva Guinea, o en el puente Ebisu Bashi de Osaka. Hoy veo esas experiencias y destinos como algo lejano y me encantaría volver a vivirlos. Supongo que aunque yo fuera el único lector de este blog, creo que estoy haciendo bien en escribir un diario tan exhaustivo. Con el tiempo lo agradeceré y podré volver a vivir leyendo este diario al igual que vuelvo a vivir escuchando música.
Por si la cantidad de recuerdos que me asaltan no fueran suficientes, el paisaje es maravilloso y me siento enormemente privilegiado. Desde pequeño se me metió en la cabeza un paisaje que quizás vi en alguna película. Consistía en un conjunto de montañas de Sudamérica donde probablemente crecía la coca, de una belleza única. Siempre quise ir a un sitio así de bello y hoy estoy en precisamente en lo que había estado esperando tantos años. Como conclusión saco que los sueños se hacen realidad.
Con la cantidad de pensamientos y recuerdos buenos las cinco horas de marcha, incluyendo la Loma Sotero, se me pasan volando y a eso de las 12.30 estoy en Machete Pelao.
Durante la hora siguiente, como por cuentagotas, acaban de llegar los demás del grupo a la terraza donde me estoy tomando una merecida Coca-Cola. Comemos todos juntos y nada más acabar nos recoge una chivita (una buseta colorida y de bancos de madera, típica de Colombia). El conductor es la única persona que he visto en mi vida que tenga dos voces. Me quedé con la boca abierta y como yo se quedaron mis compañeros de viaje cuando les comenté el hecho.
A las 14.00 la chiva me deja en Los Ángeles, la finca de Nohemí. Me despido de mis compis de viaje. Me hubiera encantado haber hecho más amistad con ellos, pero lamentablemente a nivel de salud no me he encontrado nada bien y el tiempo que no he andado, lo he pasado tratando de dormir y de recuperarme. Con los otros viajeros no llegué a ningún nivel de intimidad como hubiera querido y me da pena que ni siquiera nos hayamos intercambiado los emails.
Al llegar a la finca me encuentro con la sonriente y alegre Nohemí. Pero su sonrisa se convierte en cara de horror cuando le enseño el nacido de mi espalda. Me dice que por aquí a mucha gente le ha pasado, cosa que ni me alivia ni me hace sentir mejor.
Paso la tarde descansando en la tienda de campaña, pero no me puedo concentrar ni siquiera en leer. Cualquier postura me duele e incluso me empiezan a doler las costillas por la presión muscular y de la piel.
Nohemí, su familia y los trabajadores de la finca me dicen que hay que esperar a que salga la cabeza del grano para que de ahí salga la materia de la infección y que hasta entonces sólo se puede esperar.
Ceno con Renatto, un italiano que lleva viviendo en Colombia muchos años. Es amigo de Nohemí y es muy aficionado al surf, por lo que siempre que dispone de tiempo se viene a Los Naranjos a surfear en las olas del Caribe y pasar un tiempo con su amiga. Es un tío muy simpático y alegre y me cuenta cómo le ha ido la vida en Colombia. Montó un par de pizzerías que acabaron por no salir bien pero ha tenido cierto éxito como ganadero en la zona de Medellín.
Después de cenar, a eso de las 19.30, me retiro a mi tienda a tratar de dormir. Lo malo es que no me queda batería en el móvil para poder llamar a Madrid y hablar con mi familia. Les echo mucho de menos.
Hoy, en teoría, Nohemí me iba a enseñar el Parque Nacional de Tayrona, sitio que tenía muchas ganas de conocer. Pero los dos llegamos a la conclusión de que no estoy para ningún paseo y que los gastos por su guía los compense con más tiempo en la finca. La verdad es que tengo ganas de volver a Cartagena, pero estar tranquilo me ayudará y además estoy con Nohemí y su familia, quienes me están tratando de maravilla.
Paso el día leyendo a ratitos tumbado en mi hamaca, pero la herida me produce dolor en todo el cuerpo. Hay un momento en el que me voy a la playa a pasear y me duele tanto la espalda que no puedo casi andar, cosa que me frustra, porque andar para mí es la mejor terapia del mundo. No sé si es por el dolor o porque me siento un poco solo pero por primera vez en mi viaje me pongo a llorar.
Durante la tarde Nohemí me pone crema en la herida y me hace compañía, cosa que agradeceré siempre. Ha debido de notar que no sólo me encuentro mal sino un poco triste y solo y, a pesar de que tenía que hacer otras cosas, se queda hablando conmigo hasta la hora de cenar.
Nohemí es una de esas personas que tienen tanta bondad que parecen de otro planeta, como hecha con otro patrón. Es muy religiosa y a pesar de que yo no lo soy mucho comparte conmigo las sabidurías que le ha dado la Biblia y lejos de sentir un rechazo soy capar de apreciar su buena fe y pasión por lo que siente y me alegra estar allí con una persona de una pureza y bondad como ella.
Ceno un plato de mojarra con un zumo de torombolo y a las 20.30 estoy en mi tienda de campaña.
Hoy me levanto con un dolor impresionante y no aguanto más. Necesito ir al hospital para que un médico me mire y me saque el pus de la infección o que por lo menos me recete algo para el dolor, infección o inflamación.
Nohemí me lleva a la policlínica de Buritaca, donde me atienden de maravilla. Como no soy colombiano me cobran 10.000 COP por la consulta (menos de 4 euros!). Me sorprende la calidad de la policlínica de un pueblo tan pequeño y en nada tiene que envidiar al centro de salud de mi barrio en Madrid y bastante mejor que el de mi barrio en Londres.
El médico es un hombre alegre y feliz y me mira con esos ojos como diciéndome “alma cándida, a dónde te creíste que ibas cuando te metiste en Ciudad Perdida?” Me tumbo en una camilla y me intenta apretar el nacido para que salga materia, cosa que me duele como nada en el mundo. No consigue sacar nada y me dice que aún es pronto y que hay que esperar más tiempo a que se abra sola. Me da ánimos, me desea paciencia y me receta tres inyecciones de penicilina al día, antiinflamatorios y pastillas para el dolor. Además me dice que como esto me ha pasado en Ciudad Perdida estoy en el grupo de riesgo de haber contraído la enfermedad de las leishmaniasis. Me da unos papeles para que me haga los exámenes en cuanto antes y que no deje de hacerlos porque es serio. La leishmaniasis es una enfermedad producida por un parásito que está en un mosquito y que con la picadura se me ter en el cuerpo. Con el tiempo el parásito te puede hacer un buen estropicio sin que te des cuenta. Esta enfermedad es típica de los indígenas, de guerrilleros, de paramilitares y de incautos como yo.
Después de la sesión médica me tomo con Nohemí un plátano frito con queso y un zumo de guanábana con leche deliciosos.
Ya de vuelta en Los Ángeles, como y dedico la tarde a tratar de descansar y leer.
La herida me duele horrores y empiezo a comprender la expresión “ver las estrellas de dolor” porque os juro que me perecieron ver estrellas en el cielo cuando me dio un ataque de dolor.
Igual que ayer Nohemí me pone crema en la espalda y me da palique para que me entretenga. Una empleada de la finca me da un masaje de piernas, bien doloroso. Por lo menos el dolor pasó a las piernas y me alivió la espalda (yo creo que el cerebro humano no está preparado para sentir dolor intenso en más de una parte del cuerpo a la vez; lo que hace es pasar de un sitio a otro).
La chica que me hace el masaje dice saber un secreto para hacer que el nacido madure antes por lo que se pone manos a la obra. Coge las hojas de un árbol que se llama Vino Tinto y le aplica la crema que tiene y con una vela la calienta. Cuando está bien caliente me la pone en el nacido. La idea es que queme algo de piel y que chupe bien el líquido de dentro. A ver si es verdad…
Después de cenar me voy a mi tienda, pero al poco tiempo aparece Nohemí e insiste en que vaya a dormir a la casa de la familia para que no me sienta solo. Acabo durmiendo en la cama de Nohemí y ella se va a dormir con su madre. De verdad que es increíble cómo es de buena esta gente y si algo me está sirviendo esta experiencia es para ver que en este mundo hay gente maravillosa.
He dormido bien hasta que el gallo de la familia se ha puesto a cantar a las 03.30 de la mañana. No tengo mucha cultura rural pero juraría que los gallos cantan al amanecer y no dos horas antes. Me quedo en la cama hasta las seis y cuando salgo veo que toda la familia ya está despierta.
Desayuno y paso el día entero leyendo en mi hamaca, aguantando el dolor y haciendo uso de mucha paciencia y resignación. No puedo negar que me aburro como una ostra y tengo ganas de irme.
Después de comer tengo mi sesión diaria de masaje, crema en la espalda y aplicación de la hoja de Vino Tinto caliente.
Como decía en dos párrafos más arriba tengo ganas de irme y decido que mañana me iré a Cartagena esté como esté. Tengo ganas de un poco más de vida y la verdad es que tantos días en una playa, por muy bonita que sea, me están volviendo loco. Además: estoy hasta las pelotas de los mosquitos a quienes considero enemigos número uno a perpetuidad desde lo que me hizo uno de sus colegas en la espalda. No siento demasiado asco o miedo por los insectos, pero estoy cansado de ver hormigas, moscas, arañas y mosquitos. Quiero civilización.
Todo día que empieza mal puede acabar muy bien y a media tarde aparecen mis salvadores: Juan Pablo e Isis. Tenía ganas de ver a gente nueva pero es que además resultan ser unos seres maravillosos. Es una pareja de Bogotá muy interesante con la que acabo hablando durante horas sobre un montón de cosas. Isis es antropóloga y Juan Pablo es diseñador gráfico. Hablar con ellos es una delicia y siento que tengo mucho que ver con ellos. Son de cultura urbana con muchos intereses y con una actitud que te dicta que la vida es maravillosa y que todos los días se puede y hay que aprender cosas nuevas. Me da pena haberles conocido tan tarde puesto que me voy a Cartagena mañana, pero me dan sus datos para que les contacte cuando pase por la capital.
Isis me deja un libro que le devolveré cuando nos volvamos a ver, el Viaje del Elefante de Saramago. Consigo una vela y esa misma noche me lo leo casi entero en mi tienda de campaña.
Hoy he dormido boca abajo por primera vez en mi vida. Pensé que nunca sería capaz. Durante la noche he notado que el nacido ha reventado y cuando me levanto veo que, en efecto, se ha abierto. ALELUYA!
Estoy contento por varias razones: presencio un amanecer maravilloso, me ha reventado el nacido y me vuelvo a la civilización de Cartagena!
Después de desayunar me despido de Nohemí y su familia de quienes sólo puedo decir cosas maravillosas. A pesar de no haberlo pasado bien por lo de mi espalda, ha sido una gran experiencia compartir con ellos momentos, conversaciones y compañía.
Si un día estáis por la zona de Tayrona, Santa Marta o Ciudad Perdida podéis contactar a Nohemí para que os enseñe Tayrona y podáis pasar unos días geniales en Los Ángeles (su email es camping.losangeles@hotmail.com).
Antes de dirigirme a Cartagena me paso por la policlínica de Buritaca para que me drenen la herida y me saquen toda la materia que puedan. Me acompaña Edier, empleado de Los Ángeles pero su compañía no alivia lo que hasta ahora ha sido el mayor dolor que he pasado en mi vida. Me faltan palabras para describir lo doloroso que es que te pellizquen la zona lumbar para sacarte por lo que parece un volcán una cantidad interminable de pus. De hecho me duele tanto que la doctora decide ponerme una inyección para el dolor. Acabada la sangría me dicen que sólo han podido quitarme una parte y que todavía queda mucho. Me dicen que en un par de días, en Cartagena, vaya a un hospital y que continúe con el drenaje. También me recetan más pastillas e inyecciones de penicilina (ya no me las podrá poner la madre de Nohemí y me tendré que buscar a una enfermera). Edier me hace unas fotos del nacido y por primera vez puedo ver la monstruosidad que tengo en el lumbar. Parece un agujero de bala (adjunto foto, pero las peores me las ahorro por decoro).
Después de la sesión de matarife me despido de Edier y sigo con mi viaje, con un espíritu renovado porque empiezo a ver la luz al final del túnel.
La buseta me deja en Santa Marta después de una hora y de un control policial (el ejército tiene controlada la carretera y hace inspecciones para ver si hay gente armada en los autobuses). Buseta cuesta 5000 COP.
Desde Santa Marta me cojo otro autobús a Cartagena (20.000 COP). El trayecto se me hace interminable aunque parte lo paso entretenido hablando con un anciano quien probablemente es la persona que más odia a Hugo Chávez y más quiere a Álvaro Uribe en todo el planeta.
A las 17.00 estoy en la terminal de buses de Cartagena, la cual está bastante lejos del centro por lo que me gasto 12.000 COP más en un taxi que me deja en el Hostal Real.
Al llegar al hostal me reciben con los brazos abiertos. En los días que estuve aquí hice mucha amistad con esta familia. Se quedan alucinando cuando les cuanto todo lo que me ha pasado en la espalda y me consiguen una enfermera para que me ponga las inyecciones que necesito.
De ahí me voy a recoger el ordenador, el cual no se ha podido arreglar porque, aunque aún tuviera la garantía, no cubre en Latinoamérica. No sé donde dejé el ticket de compra cuando lo compré en Australia y parece que voy a tener que llevarlo a algún taller para que me lo arreglen. Empiezo a pensar en que lo mejor es que lo mande a España, arreglarlo allí cuando vuelva y regalárselo a alguien. Mientras, a lo mejor, me compro otro. El ordenador me hace bastante compañía y no quiero estar sin uno los tres meses que me quedan de viaje.
Hoy es mi primera noche en la civilización y lo que más me apetece es comprarme un par de latas de aceitunas, unas patatas fritas, una Coca-Cola y tomármelas mientras veo una peli en la cama.
Hago realidad mi deseo y a las 00.00 estoy dormido.
Me levanto a las 06.00 y leo en la cama un rato. Me ha bajado mucho la fiebre y me encuentro muchísimo mejor.
Ayer lo decidí y me compro otro ordenador, incluso un poco mejor del que tenía (1.090.000 COP).
La mañana la dedico a mandar postales y a charlar con Mateo. Mateo es quien me organizó en viaje a Ciudad Perdida. Le cuento todo lo que me ha pasado y se queda con la boca abierta. Se siente un poco mal porque me ha pasado con su empresa, pero le aseguro que eso podía haber pasado con cualquier empresa y que es sólo mala suerte. Después de tomarme un tinto y charlar con él durante media hora me voy a dar una vuelta por mi querida Cartagena, la ciudad de la que no me canso.
Paso más de dos horas en el Museo Histórico de Cartagena y de la Inquisición que se encuentra en el bello Palacio de la Inquisición en la Plaza de Bolívar.
El museo está dividido en tres secciones. En la primera vez la historia de la Santa Inquisición a nivel europeo y cartagenero. Se exponen bastantes máquinas de tortura y de ejecución son nombres tan amistosos y agradables como la garrucha, el aplastacabezas, el aplastapulgares, el collar de púas punitivo, la horquilla del hereje, el garrote o la horca. Son increíbles las salvajadas que se hicieron dentro de los muros de este palacio y de otras sedes del Santo Oficio.
La segunda parte es la dedicada a la historia de la ciudad, desde los tiempos precolombinos, pasando por la llegada de los españoles, la época colonial y la independencia. Muy interesante.
La tercera parte la constituye un patio que alberga exposiciones temporales. Yo tengo la suerte de ver una exposición de fotografía sobre los acontecimientos más importantes en la ciudad durante los últimos cincuenta años.
Como en el Getsemaní Café Bar y paso la tarde jugando con mi nuevo ordenador, navegando en internet. A las 00.00 coincido con mis padres en el ordenador y hago videoconferencia con ellos hasta las 02.30. Cómo les echo de menos!
Hoy dejo Cartagena. Sin saber muy poco cómo ha sido el proceso tengo que decir que he cogido un especial cariño a esta ciudad. No sólo me han encantado los interminables paseos por sus calles, pero me quedo con una imagen muy buena de su gente, la gente costeña, de carácter alegre, feliz y hospitalario. Sin embargo sé que volveré dentro de unos días.
Mañana quedaré con mi amigo del alma Ian, con quien ya con diecisiete años hacía mis pinitos como mochilero por el Norte de Europa. Desde que me fui a vivir a Londres en 2003, no le he visto tanto como hubiera deseado, pero siempre que hemos podido nos hemos visto. Desde hace un año y medio Ian vive en Guatemala, dirigiendo un taller de documentales, enseñando a crear piezas cinematográficas a gente local. Aprovechando que estoy en Colombia Ian quiere visitar este país también, cosa que me alegra un montón. Tengo muchas ganas de verle y para ello hoy mismo me cojo un autobús a Bogotá donde quedaré con él en cuanto llegue. Él no conoce Cartagena y le insistido en que no se lo puede perder, así que volveré a esta linda ciudad dentro de poco.
Me levanto a las 07.00 y, siguiendo el consejo de la doctora de Buritaca, me voy a un hospital a que me drenen la herida y me prescriban más medicamentos.
Hoy es sábado y muchos centros de salud están cerrados, así que me voy a Urgencias del Hospital Universitario. Después de una hora esperando me atiende un médico de buen humor que no hace más que imitar mi acento español. Durante media hora intenta sacarme todo lo que puede de pus, pero llega el momento en el que me dice “chico voy a parar que te voy a acabar sacando los riñones”. Sorprendentemente esta vez no me ha dolido tanto como hace tres días, pero me dicen que la cosa no es tontería y que tengo que cuidarme y limpiarme la herida siempre que pueda. Una imagen que no se me olvidará es cuando me di la vuelta mientras me drenaba el doctor y vi la cara de tres enfermeras con la mano en la boca alucinando con la herida. El doctor me receta nuevos medicamento, esta vez más fuertes como tratamiento de choque. Me pregunta que si quiero que me ingresen en el hospital, cosa que me sorprende porque hoy mismo pienso irme a Bogotá en autobús. No me encuentro tan mal, la verdad.
Vuelvo al hostal, donde preparo mi mochila y me tomo un sándwich antes de cogerme un taxi a la terminal de buses.
Por 80.000 COP consigo un billete que sale a Bogotá a las 15.30. Algo bueno es que la oferta de compañías es enorme y uno puede regatear el precio. De todas maneras para un trayecto de más de veinte horas lo mejor es coger un bus de las tres compañías más serias: Brasilia, Berlinave y Rápido Ochoa.
El trayecto siempre lo recordaré como el más frio de mi vida. Llevo casi once meses yendo en pantalón corto, camiseta y chanclas por el mundo y no sabía que los autobuses aquí ponen el aire acondicionado al máximo. La temperatura durante la noche llega a unos niveles ridículamente fríos. El autobús parece un depósito de cadáveres: todos los viajeros están con los asientos reclinados al máximo y con todo el cuerpo y cabeza cubiertos. Le comento la situación al ayudante del conductor (mientras le hablo sale vaho de mi boca). Bueno pues el señor me dice que no puede hacer nada y pasa olímpicamente. A pesar del frío y de que no puedo apoyar mi espalda por completo consigo dormir bastante de lado.
A la hora prevista de llegada el bus se para. Me sorprende lo rural que es Bogotá. Quiero cerciorarme si en efecto estamos en la capital y el conductor me dice que no, que ésta es la parada para el desayuno y que no llegaremos a Bogotá hasta dentro de tres o cuatro horas. Con dos cojones! Desde aquí os digo una cosa: siempre que os digan una aproximación sobre lo que dura un autobús sumadle de dos a cuatro horas más.
Durante mi viaje por el Reino de Bután aprendí a tomar las cosas tal y como son. Aunque me queje el bus no va a llegar antes a Bogotá, así que lo mejor es seguir la corriente y desayunar tal y como hace todo el mundo.
Por 8.000 COP me tomo un caldo con costilla, un plato de pollo con arroz y un chocolate caliente.
Por fin, a las 14.00, llegamos a la terminal de bus de Bogotá. Algo que me llama la atención es la cantidad de taxis que hay. Hago la cola y consigo uno que por 5000 COP me deja en el barrio de La Candelaria.
Ian llegó ayer de Guatemala y está en la casa de su amiga Ane, quien lleva viviendo aquí desde principios de año. Ane vive en un precioso edificio de apartamentos, antiguo convento reconstruido, en La Candelaria. He hablado un par de veces con ella por teléfono y parece encantadora y además me ha invitado a su casa también.
El taxi me deja en la casa de Ane, pero el conserje me ha dicho que ya han salido. Sólo me queda esperar allí sin poder irme a un bar, puesto que es domingo y aquí todo, absolutamente todo, está cerrado.
Por fin, a las 16.00, me fundo en un abrazo con Ian, a quien no veía desde que organizamos en Madrid una maravillosa fiesta de bigotes en su casa (Ian hay que repetirla!). Es curioso cómo con los amigos de verdad, la distancia no importa y el tiempo tampoco. Sólo hace falta mirarse a los ojos otra vez y estar como siempre. Me alegra mucho verle y estoy seguro de que las próximas dos semanas que viaje con él van a estar llenas de aventuras y de risas.
Me instalo en el salón de la casa de Ane. Ella trabaja para el Gobierno Vasco en un tema de becas y antes de vivir en Bogotá pasó un año en Caracas haciendo algo parecido. Ayer salieron de marcha y ella está cansada, así que el señor Ian y un servidor tenemos toda la tarde para contarnos y actualizarnos con noticias sobre nuestras vidas.
No hay nada mejor para conversar que un par de cervezas frías. Bueno sí, cuatro pares de cervezas frías. Durante todo el tiempo que nos tiramos en el bar, él me cuenta su vida por Guatemala y yo le cuento mi vuelta al mundo. Me doy cuenta de que un año puede ser proveedor de miles y miles de aventuras y experiencias que puedes recordar a la perfección.
A las 21.00 nos vamos cerca de la Plaza del Chorro de Quevedo y nos metemos en el Gato Gris, un bar de copas/restaurante con música en directo. Allí nos están esperando Ane y Ona, compañera de piso de la primera.
Ian y yo no fumamos y nos sentamos en una mesa. No sé dónde ha conseguido una bolsa de hormigas culonas, pero me dice que me la regala porque le dan asco. Yo soy de esas personas que no se pierde la oportunidad de probar algo nuevo y le doy un tiento. Me tomo un par de esas hormigas de esas, las cuales tienen un cierto ramalazo a cacahuete (o manís, como dicen aquí). De todas maneras le acepto sólo las dos que me como y le digo que le regale la bolsa a otro.
Cenamos los cuatro un par de bandejas de chorizos, queso y ensalada césar por lo que nos cobran 55.000 COP.
A las 23.30 estamos de vuelta en el apartamento. Ian y yo dormimos en el sofá del salón.
Nos levantamos a las 07.15 y la encantadora Ane nos ha preparado unas tostadas con tomate y unos cafés. Un lujo eso de desayunar con las legañas todavía pegadas a los ojos.
Después de ducharnos y arreglarnos salimos los dos a descubrir la ciudad. Ian llegó hace dos días y ya visitó algunas cosas. (Ian gracias por esperarme! Te van a dar por el culo y pasando de ir a Cartagena.)
Nos vamos a la Plaza de Bolívar la cual constituye el centro de la ciudad y que a cuyos lados se encuentran el Palacio de Justicia, la Alcaldía y el Capitolio Nacional.
La Candelaria es el barrio céntrico de la ciudad donde se suelen hospedar los mochileros y viajeros como yo. Es un barrio con encanto donde se encuentran bastantes museos, restaurantes, el Centro Cultural García Márquez y una biblioteca fantástica. También tiene sus zonas canallas con gente de dudosa reputación.
En uno de sus restaurantitos nos tomamos dos maravillosos caldos con costilla acompañados de sendos zumos de naranja por 5.500 COP por persona.
De ahí nos metemos en la arteria principal de la ciudad, la súper comercial Carrera Séptima. Es impresionante la cantidad de vida que hay y lo que más nos gusta es ver a la gente vendiendo minutos de teléfono por la calle.
Nos vamos al Museo del Oro, pero los lunes está cerrado, así que nos sentamos en un banco del Parque de Santander a charlar y a planear lo que queremos hacer durante las próximas dos semanas.
De ahí nos vamos a tomar un chocolate caliente en el Café Romano donde decidimos que mañana nos tenemos que ir a La Guajira.
Como ya tenemos elegido un destino, nos vamos a una agencia de viajes en la Plazoleta del Rosario y nos compramos de billetes de ida a Riohacha, capital de La Guajira. Pagamos 350.000 COP cada uno y saldremos mañana.
Como ya tenemos arreglado el tema de mañana tengo tiempo de ir al hospital a que me miren la herida. Nos vamos al Hospital San Ignacio, pero me dicen que no me va a ver un doctor hasta dentro de seis horas. Decidimos marcharnos, tampoco estoy tan mal.
Nos damos un paseo desde el hospital hasta el centro. El paseo nos da la oportunidad de ver mejor la ciudad y su distrito de negocios y la verdad es que está muy bien. Bogotá es mucho más moderno y cosmopolita de lo que me imaginaba.
Desde el caldito de esta mañana no nos hemos metido nada en la boca y nos morimos de hambre. Nos apetece un chuletón con patatas fritas.
Nos metemos en La Llanerita, un pequeño restaurante con personal muy amable y donde nos tomamos dos churrascos con patatas acompañados de dos cervezas cada uno (15.000COP p.p). Este sitio está en la Carrera 8 con calle 17 y es estupendo.
Con la satisfacción de un excelente almuerzo nos damos un paseo hasta Las Aguas, en La Candelaria para llegar a los pies del Cerro de Monserrate. Subimos a la cima en teleférico (11.000 COP ida y vuelta). Desde arriba las vistas de Bogotá son impresionantes y te haces una buena idea de lo inmensa que es esta metrópoli de ocho millones de personas.
El resto de la tarde la pasamos entrando en la Universidad Autónoma y bebiendo un par de cervezas a lado de casa de Ane.
Ian ha traído de Guatemala una botella de ron Zacapa de 23 años y nos tomamos un par de copas con nuestra anfitriona.
Acabamos la noche los tres en una pequeña taberna donde charlamos largo y tendido. A las 00.00 estamos de vuelta en casa.
Nos levantamos a las 08.00 y hoy volaremos a La Guajira. Dejo Bogotá, pero volveré dentro de unos días a conocerlo mejor; dos días no son nada para una ciudad tan grande y con tantas cosas.
Cogemos un taxi al aeropuerto (14.000 COP) y facturamos con Avianca, principal aerolínea del país.
Volamos a las 10.15 y una hora y cuarto después aterrizamos en Riohacha, capital de La Guajira. La Guajira es la península que está más al noreste del país, colindando con la vecina Venezuela. Hace mucho calor.
Nos quedamos en el aeropuerto. No sabemos muy bien qué hacer o a dónde ir y llamamos a mi amigo Mateo quien nos recomienda un par de contactos y un hotel para los próximos días. Hoy mismo tenemos que decidor lo que queremos hacer por esta zona.
Por recomendación de Mateo nos instalamos en El Castillo del Mar donde pagamos 60.000 COP por una habitación con cinco camas (dos de ellas dobles). Es el sitio perfecto para hacer una fiesta. El hotel está un poco apartado del centro y además tiene un perro guardián, Uribe, que con su mala leche te pone los huevos de corbata cada vez que pasas delante que él.
Riohacha a primera vista no enamora, pero según paseamos por la costa y vemos su pequeño centro nos acaba convenciendo. Además tiene una playa muy buena para ser de ciudad. Se ve a mucha gente indígena, proveniente de la tribu de los Wayuu.
Comemos en el restaurante La Tinaja donde nos tomamos dos espectaculares cazuelas de mariscos acompañadas por un par de cervezas cada uno (30.000 COP p.p.).
Después nos damos un paseo volviendo al hotel, donde nos echamos una siesta estratégica.
Más tarde volvemos al centro y nos tomamos unas cuantas cervezas en una terraza, mientras atardece y mientras charlamos con unos colombianos que volaron con nosotros esta mañana.
El almuerzo nos ha gustado tanto que volvemos a La Tinaja para cenar. Nos tomamos un par de churrascos con patatas, decentes, pero no tan buenos como las cazuelas de marisco.
Acabamos la noche en el Mariano´s, un bar de copas donde nos compramos media botella de Ron Medellín por 25.000 COP. No hay mucha marcha así que a las 23.00 estamos de vuelta en el hotel.
Hoy nos levantamos a las 07.15. Noto que tengo la herida muchísimo mejor. Está empezando a cicatrizar y está mucho menos hinchada. Espero que todo esto acabe pronto.
Por 5000COP nos tomamos un desayuno mientras nos explican lo que vamos a hacer en los próximos días de excursión por La Guajira (250.000 COP por persona).
Al poco tiempo nos presentan a Raimundo quien va a ser nuestro conductor. Él pertenece a la tribu de los Wayuu, que es la comunidad indígena que habita en la Península de La Guajira. En el idioma Wayuu a Raimundo le conocen como “Moura Sai”, que quiere decir “sin hamaca”. Moura Sai tiene diez hijos y es un tipo muy tranquilo. Tiene un sentido del humor bueno y encantado me traduce el equivalente a “Molamos que no veas” en idioma Wayuu. Ellos dicen “Wayacana Anashi Anamia Wayucana” que quiere decir “Nosotros los Wayuu somos buena gente”.
Nuestro destino de viaje es El Cabo de La Vela pero nos esperan unas horas de coche antes de llegar.
La Guajira es la pequeña península con forma de puño que se encuentra en el noreste del país, en la costa caribeña, justo al lado de Venezuela (de hecho una pequeña parte de La Guajira pertenece al país vecino). Moura Sai tiene pasaporte venezolano y nos dice que se arrepiente de haber votado a Hugo Chávez. También dice que, como muchos Wayuu, no se considera de ninguno de los dos países. Moura se considera indio Wayuu y punto.
Según vamos en dirección norte el paisaje cambia dramáticamente. La selva se va convirtiendo en una especie de páramo y de páramo se va al puro desierto (Desierto de Carrizal).
Llegamos a la ciudad de Manaure, conocida por sus salinas. Aquí el paisaje está formado por inmensas piscinas de agua marina donde con el transcurso del tiempo y por mediación del calor, el agua se evapora y revela la sal que estaba disuelta. Toda la zona depende de estas salinas y, si bien hemos leído que aquí trabajan niños, nosotros no los hemos visto. Lo que sí vemos es a trabajadores trabajado muy duramente, con un calor de pelotas y “descalzos, para acabar de joder” como dice Moura. Tiene pinta de ser un trabajo durísimo. El color de las piscinas es de color rojizo, dándole un aspecto a la zona totalmente extraterrestre.
Antes de dejar Manaure visitamos la refinería de sal, donde se encuentra una enorme montaña blanca. El contraste de colores intensos que hay aquí es casi hipnótico (el blanco de la montaña de sal con el color rosado de las piscinas y el intenso azul del mar).
Casi a las 14.00 llegamos a El Cabo de la Vela. Es un pueblo eminentemente wayuu con bastante restaurante y hostal. Parece bastante turístico pero la verdad que no nos encontramos con otros viajeros. El agua del mar aquí es totalmente ausente de olas y el calor del sol le da una temperatura de bañera.
Nada más instalarnos en el hospedaje Pujuru nos compramos un par de cervezas venezolanas Polar y nos las bebemos metidos en el agua (y se está de puta madre!).
A la media hora nos llaman a comer. Nos sirven un par de mojarras, bastante típico del norte de Colombia.
La tarde la aprovechamos para ir al Ojo del Agua. Esta zona es realmente espectacular. Las playas son maravillosas y delante ves el azul del mar y detrás el amarillo del desierto. Además las playas están casi desiertas. Nos damos un buen chapuzón en el agua, donde aprovechamos para charlar y charlar (sólo hemos fallado en no habernos provisto de más cervezas). De ahí nos vamos a El Faro a ver el atardecer.
Una vez de vuelta en el hospedaje nos encontramos con otros viajeros. Dos de ellos son suizos, a quienes ya conocí cuando estuve en Cartagena. Todos cenamos juntos un arroz con camarones y acabamos el día charlando en la playa debajo de las estrellas.
Hoy nos levantamos a las 09.00, desayunamos y pasamos la mañana en la playa de El Soplón y en el Pilón de Azúcar, que es un montículo de una forma triangular casi perfecta. Nos damos un chapuzón en el agua y en la arenas nos echamos una siesta, cosa totalmente ineludible con el calor que hace.
Comemos en El Cabo de la Vela para luego iniciar nuestra vuelta a Riohacha. Paramos en Manaure a poner gasolina. Todas las poblaciones de la zona están al lado de la frontera con Venezuela. Venezuela es un país con muchísimo petróleo el cual se vende en el país a precio de risa lo que explica porqué hay tanto puesto de gasolina de contrabando.
Llegamos a Riohacha a las 15.30 y nos instalamos en el Castillo del Mar. Pasamos la tarde tranquilos en Riohacha y para cenar nos tomamos dos magníficos platos mixtos de parrillada con sendas jarras de cerveza helada. El sitio era uno de estos locales donde se vende pollo frito y hamburguesas y no sabíamos qué esperar. Pues bueno, la parrillada era la mejor que he tomado en muchísimo tiempo.
Hoy nos apetece un poco de “rumba” y en un bar nos pedimos media botella de ron Medellín (25.000COP). A pesar de nuestras ganas no hay nada de marcha y estamos prácticamente solos en el bar. Le preguntamos al camarero dónde podemos ir que haya un poco más de marcha y ambiente y nos manda a un bar que se llama Tabatinga. Con una confianza ciega nos pillamos un taxi para allá, pero nada más llegar nos damos cuenta de que nos ha mandado un puticlub. Sin que se nos caigan los anillos por nada entramos y nos tomamos unas cervezas dentro evitando las insinuaciones de las numerosas profesionales que estaban alternando en la barra.
A eso de las 00.00 estamos de vuelta en el hotel.
Hoy nos levantamos a las 09.00 y dejamos Riohacha para irnos al Parque Nacional de Tayrona.
El par de días en La Guajira nos han encantado. Es un sitio de una belleza increíble y todavía no alcanzo a entender como toda la zona está totalmente obviada en la guía Lonely Planet (muchas veces he acudido a esta guía en mis viajes y he de decir que esta es la peor de todas las que han caído en mis manos). Colombia no tiene una imagen de desierto y la verdad es que es muy interesante ver ese aspecto del país. Los colombianos dicen que te puedes ahorrar un viaje por todo Sudamérica yendo sólo a Colombia porque en este país tienes la belleza de El Caribe, La Costa Pacífica, La América colonial, la zona amazónica, la zona cafetera, su parte de Cordillera Andina y hasta el desierto de La Guajira.
Nos cogemos un bus que nos deja en El Zaíno (12.000 COP), a las puertas del Parque Nacional de Tayrona. La entrada en el Parque es de 32.000 COP por persona y te permite estar en el Parque tres días. Es un parque precioso, muy bien cuidado y no sorprende que sea el Parque más visitado del país. Lo bueno es que no está lleno de extranjeros sino que los visitantes son predominantemente colombianos.
Después de 45 minutos andando con los macutos llegamos al Sector Arrecifes, donde nos alquilamos un par de hamacas por 10.000 COP por persona y noche.
La playa que tenemos delante es espectacular y el único “pero” es que el mar aquí es extremadamente peligroso (en la playa hay un cartel que te recuerda que aquí han muerto ya 200 personas ahogadas). Sólo con meterte hasta la cintura ya notas la fuerte resaca.
Aprovechamos las dos horas que quedan de sol para bañarnos en las maravillosas playas de La Arenilla y La Piscina. Este parque es un sitio muy especial. Por un lado tienes unas playas que ni siquiera ves en República Dominicana y te das la vuelta y vez la cordillera de la Sierra Nevada de Santa Marta. El un paisaje espectacular y me encanta haber ido aquí. La primera oportunidad la perdí cuando me pasó lo del nacido en la espalda pero me alegra mucho haber vuelto, esta vez con mi querido amigo Ian.
De vuelta nos vamos al chiringuito a cenar y allí conocemos a Patricia y a Felipe. Patricia es un ser de lo más extravagante y único. Habla con una desinhibición que sorprende y no duda en reconocernos que está un poco drogada. Ha vivido en Madrid muchos años e incluso estuvo casada con un español durante diez años. Yo sigo dudando de esto, puesto que estoy seguro de que Patricia en verdad es un hombre operado. Felipe es un mensajero de esos que van en bicicletas como locos por las calles de Nueva York, cosa que no coincide con su imagen totalmente tranquila. También parece estar un poco drogado. Son una pareja totalmente singular y surrealista. En la mesa de al lado están Víctor y José, dos argentinos de Buenos Aires. Son unos tíos de puta madre y se nos unen a la mesa. Más tarde también se nos unen Ricardo y Diana, una encantadora pareja colombiana. Formamos un grupo de lo más heterogéneo pero el ambiente es bueno y nos reímos mucho.
Nos tomamos una cerveza en la habitación/apartamento que tienen alquilada Patricia y Felipe y a las 00.00 estamos de vuelta en nuestra hamaca (yo con la certeza de que Patricia es un hombre operado e Ian no tan seguro).
Hoy nos levantamos a las 09.00 y después de desayunar nos vamos a explorar las playas de este maravilloso parque.
Llegamos hasta El Cabo, que es donde se encuentra otro camping un poco más grande que el del Sector Arrecifes. Allí nos encontramos con Víctor y José, nuestros amigos argentinos, con quien comemos.
De ahí nos damos un paseo hasta la paya nudista que se encuentra en la Punta de San Juan del Guía, con la ilusión de ver cuerpos de bellas colombianas desnudas pero con la desilusión que te da no ver a absolutamente a nadie (a lo mejor lo llaman nudista porque está desnuda de gente). Allí nos echamos una siesta. Independientemente de ser nudista o no, es una playa totalmente espectacular que merece una visita.
De ahí tranquilamente nos volvemos al Sector Arrecifes. Cenamos con nuestros amigos argentinos. Después de la cena conocemos a Viviana, Carolina y Marta, tres encantadores colombianas a quienes invitamos a que se sienten con nosotros. Acabamos los siete jugando a El Mentiroso mientras nos tomamos un par de botellas de ron Medellín. El rollo es muy bueno y cuando cierran el bar acabamos las bebidas en la playa. Las chicas son encantadoras y tengo la suerte de hablar mucho tiempo con Viviana. Es una persona estupenda y que además se ofrece a enseñarnos Bogotá y sus alrededores cuando estemos allí dentro de unos días. Es genial encontrarse con gente tan hospitalaria y generosa y sin ninguna duda volveremos a quedar con estas chicas dentro de unos días.
Llega un punto en el que decenas de cangrejos no hacen más que hacernos visitas a nuestro campamento playero, así que decidimos acabar la fiesta. Prueba ser un buen momento porque también empieza a llover.
A las 02.00 estamos de vuelta en las hamacas con la alegría de haber conocido a unas chicas encantadoras.
Hoy nos levantamos a las 07.00 y yo tengo los pies totalmente acribillados por los putos mosquitos.
Después de desayunar y de recoger nuestras cosas dejamos el camping en compañía de Ricardo y de Diana. Esta pareja es estupenda y muy interesante. Ella es médico anestesista y me habla de su trabajo. A pesar de confesarme de que no sabe mucho sobre la leishmaniasis me dice que puede llegar a ser grave y que me haga los análisis ya!
Llegamos al Sector Cañaveral y desde allí cogemos una buseta hasta la salida del Parque en El Zaíno (2000 COP). Nos cogemos un autobús en dirección a Santa Marta (4000 COP). Cuando llegamos a la población de Mamatoco Ian y yo nos bajamos y nos despedimos de nuestros amigos colombianos.
De Mamatoco vamos un taxi a la terminal de autobuses donde nos compramos unos billetes a Cartagena (18.000 COP). Esperando al bus nos encontramos con Víctor y José de quienes nos despedimos con abrazos. Chicos desde aquí os mando un abrazo enorme! NOS VEMOS EN BUENOS AIRES!
Llegamos a Cartagena a las 17.00 (haciendo otro cambio antes en Barranquilla) y nos instalamos en el Hostal Real. Aquí me vuelvo a encontrar con la maravillosa familia dueña del hostal. Blanca es la abuela, Hernando el hijo y Sara es la nieta. Se han portado conmigo de maravilla y en los días en los que me hospedé aquí tuvimos una relación genial. Blanca me dice una frase que no olvidaré nunca “yo voy a llorar el día que usted se vaya”. Un encanto de ancianita. Un abrazo a todos desde aquí!
Aprovechamos la tarde para dar un paseo por la ciudad antigua. Tenemos la suerte de que hoy se están celebrando varios eventos. En la Plaza de la Aduana hay organizada una Feria del Libro, en la Plaza de Bolívar vemos unos bailes y en la zona de la muralla vemos un encuentro de coches antiguos.
De ahí nos vamos a tomar un par de cervezas en una terraza de la Plaza de los Coches para luego cenar en Donde Berce.
Estamos de vuelta en el hostal a las 22.00.
Hoy nos levantamos a las 08.00. Desayunamos en un café cerca del hostal y nos vamos a dar una vuelta. Hoy es festivo y está casi todo cerrado. Es curioso pero absolutamente nadie sabe qué es lo que se festeja hoy.
Con tantas puertas cerradas lo único que puede hacer uno es pasear y poco más. Se nos acerca un guía turístico de nombre “Santander” quien nos ofrece un tour por la ciudad para esta tarde, el cual incluye visitas al Convento de La Popa y el Castillo de San Felipe. Como no tenemos mucho que hacer y además no está mal de precio (35.000 COP, unos 12 euros) nos apuntamos.
Está todo cerrado pero conseguimos meternos en una especie de cafetería de tipo Starbucks. Le preguntamos a la empleada de qué tiene bocadillos, a lo que nos responde “sólo tenemos de jamón y piña y de lechuga con bonito” Ian le pregunta “¿tenéis de roast beef?” y ella responde “sí” jajajajaja
A las 15.00 nos recogen para el tour. Somos más de veinte turistas extranjeros y nacionales y nos llevan en una chiva, la típica buseta colombiana llena de colores y con bancos de madera.
En el tour visitamos el Convento de Nuestra Señora de la Candelaria, comúnmente conocida como el Convento de La Popa. Este convento, fundado por los frailes agustinos a principios del siglo XVII, está situado en el punto más alto de la ciudad, en una especie de cerro desde donde se pueden apreciar unas espectaculares vistas de la ciudad. Es curioso cómo ver cómo no muy lejos del casco histórico de la ciudad amurallada se encuentran multitud de rascacielos en la península de Bocagrande, justo al lado.
De ahí nos vamos al impresionante Castillo de San Felipe de Barajas, el fuerte más importante de todas las colonias españolas. Es un castillo enorme construido en una colina que se ve desde muchas partes de la ciudad. Llama la atención la enorme bandera colombiana que ondea al viento en un día tan caluroso. Este castillo, al igual que la muralla que rodea la ciudad, se construyó para defender la ciudad de los ataques de los piratas y se hizo tan bien que nunca fue invadido. En la visita podemos ver sus eficientes sistemas de de ventilación, evacuación y provisión. Es una visita que merece mucho la pena.
Acabamos el día visitando la muralla que rodea la ciudad, pero como es algo que Ian y yo ya hemos visitado por nuestra cuenta nos vamos a una plaza a tomar las que han sido las cervezas más caras que me he tomado en Colombia (6.000 COP por cerveza).
Acabamos la tarde en la terraza de Don Fidel, tomándonos unas cervezas un poco más baratas, para luego irnos a un restaurante cerca del hostal (el único que encontramos abierto por ser festivo).
Nos levantamos a las 07.15, desayunamos y a las 08.30 nos recoge un autobús que nos lleva al Volcán de Lodo El Totumo, que se encuentra a unos 50km a noreste de Cartagena y que merece mucho la pena una visita.
Este volcán es de sólo quince metros de alto y en su cráter, en vez de haber cenizas o minerales provenientes de lava, lo que hay es lodo. Dice la leyenda que el lodo fue creado por el agua bendita que aquí echó un cura cuando el volcán soltó lava. Siempre se ha dicho que este lodo tiene muchas propiedades y son muchas las personas que pasan por aquí para darse un baño terapéutico.
Dentro del cráter no caben más de quince personas y varias personas te masajean durante unos minutos para luego dejarte el tiempo que quieras flotando en el barro. Lo que más sorprende es que el lodo es tan denso que no llegas a tocar nunca el fondo y lo que haces el flotar sin que te puedas hundir (aunque quieras). Es un lugar muy curioso y nunca había estado en un sitio igual y, a pesar de que se ha convertido en un sitio un poco turístico, merece la pena. Después de la visita almorzamos en un restaurante de playa no muy lejos del volcán.
A las 15.00 estamos de vuelta en el hotel y no tenemos casi tiempo para descansar ya que a las 15.30 tenemos en recepción a Esmeralda y Andreas.
Hace unos día Ian y yo decidimos hacer unas clases de salsa y esta pareja nos va a dar una clase de cuatro horas esta misma tarde. Las razones por las cuales decidimos hacer esto son varias. Por un lado reírnos porque no tenemos ni puñetera idea de bailar, pero por otro nos hemos dado cuenta de que en Latinoamérica no eres nadie si nos sabes un par de movimientos básicos.
A las 16.00 empezamos la clase magistral donde nuestros nuevos amigos nos enseñan los movimientos básicos del merengue, de la salsa y de la bachata. Las cuatro horas consiguen cansarnos y frustrarnos, pero nos da una idea de las diferencias entre cada estilo y en cierta manera nos da una base para poder seguir aprendiendo (siempre y cuando practiquemos y practiquemos). Somos unos bailarines nefastos y la verdad es que nos lo pasamos como enanos intentando hacer unos básicos movimientos que para nosotros nos resultan casi imposibles.
Andreas y Esmeralda demuestran ser unos buenos profesores y además dos personas muy interesantes. Después de la clase nos tomamos unas cervezas con ellos en Don Fidel y tenemos la oportunidad de conocernos mejor. Andreas es alemán y siempre le ha encantado bailar. Empezó a bailar salsa hace unos años y le gustó tanto que se dedico a enseñarla. Lo gracioso es que esté en Colombia, sitio donde la salsa se baila en todos los lados, y a pesar de ello es profesor. Es como si te diera clases de toreo en Madrid un belga. Estando en Colombia Andreas conoció a Esmeralda y no sólo se han hecho novios sino que han comenzado hace apenas un mes una empresa de clases de salsa. Ella tiene sólo 22 años, es estudiante de administración de empresas y está utilizando la práctica empresarial para aplicar todo lo que está aprendiendo en las clases. Desde aquí les deseo a los dos todo lo mejor en su empresa!
Acabamos el día cenando con ellos en un sitio de hamburguesas, Maxi´s, cerca del aeropuerto.
Estamos de vuelta en el hostal a las 00.00.
Estos días está haciendo un calor de pelotas y hemos dormido fatal. En cierta manera estoy contento por dejar Cartagena, continuar viendo sitios nuevos de este maravilloso país y escapar de este insoportable calor.
Ian quiere aprovechar su último día y se va a visitar las Islas del Rosario y Playa Blanca. Yo ya estuve en Playa Blanca así que me quedo en Cartagena.
Aprovecho la mañana para mandar emails, para hablar con mi amigo Josito que me ha llamado desde Londres y para hacer una videoconferencia con mi queridísima amiga/sirena Elena.
Me doy una vuelta por la zona amurallada y me compro un reloj en la calle Carretas (se me jodió el que tenía por hacer buceo con él). Me como un par de empanadas de pollo y un zumo por la calle y vuelvo justo a tiempo para el comienzo de la final de la Champions League. En el hotel hay bastantes ingleses (incluso una pareja de Gibraltar) y sólo somos un par los que apoyamos al Barsa. No es que yo sea muy de fútbol pero me encanta ver la cara de cabreados de los ingleses cuando pierden al fútbol.
Después del partido me veo con mi hermanita en internet. Es la primera vez que la veo después de casi un año de viaje. Pía, te echo muchísimo de menos!
A las 17.30 aparece Ian y juntos nos vamos a la terminal de bus en taxi (12.00 COP).
Nos compramos dos billetes para Medellín por 98.000 COP cada uno. Es curioso este precio por varias razones. Por un lado el billete a Bogotá cuesta casi 20.000 COP menos siendo casi 10 horas más de trayecto. Por el otro destaca que todas las compañías tienen el mismo precio y que para este trayecto es imposible regatear.
Antes de salir nos tomamos un par de churrascos con zumo de tomate de árbol y nos hacemos con algunas provisiones para el viaje.
Son muchos los días que he pasado en Cartagena y me voy con una impresión fabulosa. Desde luego es un destino que uno no se puede perder en Colombia y probablemente en todo el Continente.
A las 19.30 sale en bus en dirección sur hacia la región de Antioquía…
La noche en el bus ha sido fría pero he podido pegar ojo. Desde que ha amanecido me he quedado colgado con el espectacular paisaje. Hemos pasado por un valle muy verde que me ha recordado mucho al valle de Katmandú en Nepal. La pena de viajar de noche es que te vas perdiendo este tipo de tesoros mientras viajas.
Llegamos a Medellín a las 08.30. La primera impresión que nos da es lo moderno y avanzado que es. En la terminal de autobuses nos atienden de maravilla y nos recomiendan un par de hoteles.
Llegamos al centro en monorraíl. Esta ciudad se nota más moderna que Bogotá incluso y la verdad que es un gusto ver cómo se ha invertido en infraestructura de transportes. El monorraíl cruza la ciudad de norte a sur y desde muchas paradas salen teleféricos a los barrios que están en las colinas, un sistema de lo más eficiente. Lo único malo es que el monorraíl sólo vende billetes sencillos y no te dan la posibilidad de ahorrarte dinero comprando billetes múltiples o abonos de transporte.
En el trayecto vemos a un par de chicas con los pechos exageradamente grandes y nos da la sensación que es verdad lo que aquí se cuenta. Por lo visto en esta ciudad la cirugía plástica es muy popular entre las mujeres. No sé muy bien la razón pero se dice que es por la influencia que en los años ochenta y noventa tuvo el estilo de vida de los narcotraficantes.
Nos paramos en el Parque Berrío, en el centro de la ciudad. Lo primero que nos llama la atención es la cantidad de gente que hay por la calle. Es increíble ver una ciudad con tanta vida callejera. Desde que estuve en Asia no había visto una ciudad con tantos vendedores, compradores, transeúntes y comerciantes de todo tipo.
A los ciudadanos de Medellín les llaman Paisas. Los paisas son conocidos por ser muy buenos comerciantes, duros en las negociaciones, autosuficientes y con el mayor espíritu emprendedor del país. Medellín fue fundada en 1616 y se pobló principalmente de españoles judíos que huían de la Inquisición. Es quizás por eso la razón de que sean tan autosuficientes y enfocados a la actividad empresarial. De aquí son el Presidente Álvaro Uribe y el escultor Fernando Botero.
Medellín tiene dos millones y medio de habitantes y ha mejorado muchísimo desde aquel pasado de muerte y drogas que le hizo ganarse la cuestionable reputación de la ciudad más peligrosa del mundo. Los años del Cartel de Medellín y de Pablo Escobar están superados y lo que se vive aquí es un dinamismo increíble.
Dejamos el Parque Berrío y nos instalamos en el Hotel Ayacucho Real (30.000 COP por noche). Es un hotel que no tiene muchos lujos pero que está genial para una sola noche.
Nada más instalarnos nos vamos a descubrir la ciudad. Volvemos a pasar por el Parque Berrío donde comemos unas hamburguesas guarras que compramos ayer antes de que saliera el bus y que se nos olvidó que teníamos en la mochila.
Las calles están llenas de gente que vende minutos desde sus móviles (o “celulares” como llaman aquí). También vemos una calle muy interesante que está llena de transcriptores con sus máquinas de escribir listos para que la gente le dicte lo que quieran.
Llegamos a la Plazoleta de las Esculturas, plaza que constituye el centro de la ciudad y que está llena de esculturas de Fernando Botero. Aquí puedes ver esculpidos gordos y gordas de todo tipo.
Nos metemos en el Museo de Antioquía un rato y de ahí pasamos a un anexo del mismo donde hay una presentación de cine cubano. Ian es más cinéfilo que yo y tenía ganas de entrar, pero la verdad es que no estamos mucho tiempo ni tampoco salimos demasiado entusiasmados.
Ian necesita hacer una llamada y compra unos minutos a Mónica. Mónica vende el minuto de celular a 200 pesos y cuenta con cinco teléfonos. Siempre se pone en el mismo sitio de la Plazoleta y cuenta con clientes fijos. Como todo vendedor de minutos Mónica tiene contrato con varias compañías telefónicas y vende los minutos que le dan al mes por la calle. Trabaja todos los días de siete a siete y la mayoría de los días vende alrededor de 300 minutos. Como ella hay muchísima gente que se dedica a esto y la verdad es que parecen cumplir una enorme función social en un país donde no mucha gente puede ni siquiera tener un teléfono móvil o aspirar a tener un contrato. Para evitar que ningún cliente se largue con el móvil, todos los teléfonos los tiene unidos a su chaleco por medio de cadenitas.
Comemos un pollo con patatas bastante bueno por la calle y nos retiramos al hotel a echarnos una siesta de media horita.
Volvemos al Museo de Antioquia a ver un documental de la cineasta colombiana Marta Rodríguez. El documental cuenta la vida de las poblaciones rurales en la región del Chocó que tanto han sufrido con la labor de exterminio por parte de los paramilitares. El documental está muy bien pero lo que de verdad merece la pena es que la propia Marta se queda a contestar preguntas del público. Yo le pregunto qué le parece la gestión de Álvaro Uribe y ella me contesta que lo que se vende para fuera es mentira y que las injusticias siguen ocurriendo todos los días en zonas rurales. Es muy interesante ver este punto de vista puesto que hasta ahora sólo me he encontrado con gente que está a favor del Presidente. Marta y la gente que está aquí no lo están en absoluto.
Hoy es jueves (o “juergues” como lo llaman aquí) y, aunque no oficialmente, ya empieza el fin de semana. Junto con Cali, Medellín comparte la reputación de capital de la marcha nocturna del país. Nos han hablado maravillas de su rumba y de sus chicas así que estamos como locos por ver si los rumores son ciertos.
La zona de marcha de Medellín se encuentra en la zona de El Poblado, en los alrededores del Parque Lleras (también llamada Zona Rosa), y para allí nos vamos en monorraíl. Parece que hemos llegado demasiado pronto, así que aprovechamos para cenar en un restaurante italiano.
Nos metemos en una terraza donde nos pedimos media botella de Ron Medellín por 25.000COP y nos quedamos allí charlando, observando a las lindas mujeres paisas y conociendo a un grupo de gente que estaba sentado en la mesa de al lado.
Por recomendación del camarero nos metemos en un bar de copas que se llama “Sin Pecado”. La entrada nos cuesta 25.000 COP pero incluye barra libre. Hacía mucho que no estaba en una barra libre, pero me sorprende lo fácil que es pedir la bebida y que nadie se da bofetadas por pedir primero.
Allí conocemos a bastante gente y parece que todos han conspirado para invitarme a aguardiente! El ambiente es un poco más joven del que hubiéramos deseado pero nos lo hemos pasado genial. Además hemos tenido el “enorme privilegio” de conocer a y hacernos fotos con los componentes de Cuentos de la Cripta, una banda de reggaetón!
Llegamos al hotel a las 03.00.
Me levanto a las 11.00 y tengo un poco de resaca. Ian se ha ido a dar una vuelta pero vuelve cuando me levanto.
Salimos a descubrir un poco más de la ciudad y, después de desayunar, nos vamos dando un paseo hasta la zona donde se encuentra la Universidad de Antioquia. Es una zona muy moderna y cerca del centro.
Nos metemos en la Universidad y nos quedamos encantados. Entre los estudiantes hay voluntarios que hacen de guía y uno de ellos nos enseña las instalaciones durante más de una hora. El ambiente es estupendo y me duele decir que bastante mejor que el de cualquiera de la universidades españolas que he visitado. Sinceramente me encantaría ver una cosa así en España, con tanta actividad estudiantil. A los dos nos han entrado ganas de volver a estudiar, y si es en Colombia, mejor (las chicas también son preciosas).
Cerca de la universidad está la terminal de buses, por lo que nos pasamos a comprar un par de billetes a Bogotá para esta noche (35.000 COP por persona).
El resto de la tarde la pasamos en el centro. Quedamos con la cineasta Marta Rodríguez y con un colaborador del festival de cine que se celebra esta noche. Nos han invitado pero lamentablemente nos vamos hoy mismo.
Marta acaba de volver de una presentación de una asociación de víctimas del terrorismo. Estos días se encuentran aquí los Príncipes de Asturias y han ido a la presentación, la cual se ha retrasado más de dos horas porque la pareja ha llegado tarde. Marta está indignada porque los periodistas allí presentes se han centrado más en hacer fotos a Leticia Ortiz que en las propias víctimas del terrorismo. A Marta le ha asqueado toda esa frivolidad y le ha parecido un insulto para los familiares de tantos asesinados que allí se encontraban.
Quien le acompaña es un joven que nos dice que a su madre, a su padre y a varios de sus hermanos los mataron cuando era pequeñito. Me quedo flipando y Marta también. Y es que en un país con tanto pasado de violencia son pocas las familias que no tengan por lo menos alguna historia truculenta que contar.
Ian aprovecha que está con Marta y le compra unas cuantas películas y no precisamente a precio de amigo.
Nos despedimos de Marta y de su acompañante y nos vamos al centro. Cenamos en un restaurante donde Ian las pasa canutas para pedir unos huevos fritos con chorizo y patatas fritas.
A las 21.30 estamos en la estación de buses, de donde salimos una hora más tarde en dirección a la capital del país.
Dos días en Medellín son muy pocos, pero Ian sólo ha contado son dos semanas para su viaje y pasado mañana se tiene que volver a Guatemala. Medellín nos ha gustado muchísimo y nos da pena irnos habiendo dejado tanto por ver. Pero bueno, nos hemos hecho una buena idea de su dinamismo y modernidad y además pienso volver algún día.
Llegamos a Bogotá a las 08.00 y hace un poco de frío. Esta ciudad se encuentra a 2600 metros de altitud y se nota. De hecho Bogotá, en cuestión de tiempo, me recuerda un poco a Londres. Medellín, sin embargo, tiene un clima mucho más benigno y no en vano lo llaman la “ciudad de la eterna primavera”.
Desde la terminal terrestre nos cogemos un taxi a La Candelaria por 7500 COP. Por cierto, merece la pena invertir un par de minutos en la cola de los taxis en vez de pillar al primer taxista que te llame la atención (te ahorras unos 5000COP haciendo la cola).
Llegamos a la casa de Ane. Ella ha salido pero sabemos que tiene cuatro invitadas más en casa cosa que a nosotros nos hace sentirnos como que sobramos un poco. Pensamos que es demasiada molestia para Ane y su compañera de piso y nos instalamos en el Hotel El Dorado a sólo cuatro manzanas.
Una vez instalados nos vamos a comer a la Llanerita, a disfrutar otra vez de ese churrasco tan maravilloso que tienen con un par de cervecitas. De postre nos tomamos un par de obleas con crema y arequipe (dulce de leche).
Después de la comida nos damos un paseo con la Cerrera Séptima y acabamos en la Terraza Pasteur, un complejo de bares que nos recuerda muchísimo a los Bajos de Argüelles de Madrid. Son sólo las 17.00 de la tarde y nos metemos en un bar con un ambiente que parecen las 03.00 de la mañana. Allí nos tomamos como cinco o seis cervezas más y decidimos parar de beber e ir a cenar para no emborracharnos.
Cenamos dos pantagruélicas hamburguesas en Del Rodeo por 18.300 COP. Ha sido tanto lo que hemos cenado que lo que más nos apetecería ahora es una siesta, pero a las 21.00 hemos quedado con Viviana, una de las maravillosas colombianas que conocimos en el Parque de Tayrona hace unos días.
Nos recoge en su coche y nos lleva a la zona de Usaquén, que es como un antiguo pueblito que constituye una de las zonas de marcha de la ciudad. Nos metemos en La Hacienda de Santa Bárbara (Cerrera séptima con calle 116), un centro comercial con una terraza con música en directo. Al poco tiempo nos encontramos con Carolina, la otra estupenda colombiana de Tayrona.
Estas dos chicas son estupendas, desde que les conocimos en Tayrona se han preocupado por nosotros y se han propuesto como guías para enseñarnos la marcha nocturna de su ciudad y también el Bogotá de día mañana.
Acabamos la noche en un bar de salsa de La Candelaria que se llama El Goce Pagano. Aquí el ambiente es estupendo y tenemos la oportunidad de practicar con nuestras amigas lo poco que hemos aprendido en la clase de salsa de Cartagena. Es maravilloso saber por lo menos un par de pasos ya que te anima un poco a bailar y te da algo de confianza. Otra cosa maravillosa es bailar con unas chicas tan estupendas como Viviana y Carolina.
Soy una persona que se considera bastante parada para el baile, pero es curioso que una vez que te pones y te das cuenta de que llamas más atención por no bailar que bailando, te desinhibes un poco y disfrutas más. Ian y yo hemos decidido que, aunque sea por separado, tenemos que continuar practicando. En Latinoamérica no triunfas si no bailas un poco!
A las 03.00 volvemos al hotel y nos lo hemos pasado genial con nuestras amigas. Mañana quedaremos con ellas para pasar el día juntos. Desde aquí un beso enorme a las dos y muchas gracias de todo corazón!
A las 08.15 me despiertan unos gritos de la calle. Alguien gritando dice que alguien se está muriendo y que se necesita una ambulancia. Por la ventana veo el cuerpo tumbado de lo que parece ser un indigente o un drogadicto y un compañero suyo cogiéndole la mano llorando. Se ha formado un grupo de transeúntes y varios de ellos están utilizando sus móviles para conseguir ayuda. Me quedo mirando varios minutos y no sabéis lo que me alegra ver que es señor se mueve un poco.
Parece que ha sido una sobredosis o un coma etílico, pero definitivamente el hombre se mueve y está acompañado. Me meto en la habitación e Ian a penas se ha enterado de lo que ha sucedido. La Candelaria es un barrio con carácter.
Nos preparamos, salimos del hotel y esperamos a las chicas en el Parque de los Periodistas, a una cuadra de donde nos alojamos. Aparecen a las 09.45 con un plan ya preparado para la mañana. Hace un minuto acaba de llegar la ambulancia (más de una hora de retraso).
Ojalá pudiera decir que Viviana es tan excelente conductora como persona, pero mentiría. Parece no tener ningún miedo a la velocidad y el freno sólo lo aprieta cuando las personas, mobiliario urbano y otros coches están a distancia de escupitajo.
Lo primero que hacemos es visitar la Plaza del Mercado de Paloquemao. Es un mercado que muy animado lleno de gente donde aprovechamos para desayunar algo. Carolina y Viviana quiere que tomemos dos típicos platos colombianos que son la lechona y el tamal. La lechona es un cerdo asado relleno de su propia carne mezclada con arroz y maíz molidos y está realmente deliciosa (además me encanta lo crujientita que está su piel). El tamal es un plato de origen indígena donde se mezcla una masa de maíz con lo que le quieras poner (en este caso pollo) y todo se envuelve en hojas de plátano. También está exquisito. De beber me tomo un zumo de lulo, una fruta tropical con aspecto parecido a la naranja pero cuyo sabor no se parece en nada. Normalmente los jugos se mezclan con agua o con leche. En este caso lo tomo con leche, lo cual prueba ser una excelente elección. También probamos Pan de Bono que es un panecillo cuya masa está hecha con yuca (también excelente).
Hoy Ian se tiene que volver a Guatemala y tiene que quedar con su amiga Ane a que le dé unas cosas, por lo que volvemos a La Candelaria para ver si está. Hoy es domingo y casi todo está cerrado. Lo único que vemos abierto es un bar de la Plazoleta del Chorro de Quevedo, Rosita, y allí nos tomamos una cerveza. Las chicas me dicen que pruebe una cerveza “michelada”, que es la que se mezcla con limón y sal (prefiero la manera tradicional, la verdad).
Viviana se acaba de comprar un apartamento con su hermano y lo va a estrenar estos días. Está ilusionada por enseñárnoslo. Así las cosas nos vamos al barrio de Hayuelos, no muy lejos del aeropuerto, nos compramos unas porciones de pizza y nos las tomamos en la recién estrenada casa de Vivi. Poco tiempo estamos allí puesto que Ian tiene su vuelo en un par de horas.
A las 14.45 me despido de mi querido amigo. Estas dos semanas me las he pasado genial con él. Ha sido como volver a la época de los interrailes de 1997 y 1998 y me ha encantado. Además la diferencia es que ahora tenemos más edad, más madurez y más dinero para gastar. Todos tenemos amigos a los que queremos mucho pero que por alguna razón no valen como compañeros de piso, compañeros de viaje o como socios en una empresa. Pues bien Ian no es de esos. Con Ian me compenetro tan bien que me va a dar mucha pena separarme. Espero que le vaya muy bien en sus últimos meses en Guatemala y dejo la posibilidad abierta de hacerle una visita. Ian, hermano, desde aquí te mando un enorme abrazo. Te quiero un huevo y te deseo todo lo mejor. Desde el momento en que nos despedimos ya estoy contando los días para que nos volvamos a ver y compartir tantas experiencias y conversaciones únicas.
Una vez despedido de Ian me quedo solo con las chicas, a quienes invito a merendar en un Crepes & Waffles de un centro comercial. Este negocio es muy popular y hacemos una cola de más de 20 minutos para conseguir una de sus meses. Después de probar lo buenos que son sus postres uno entiende la popularidad de esta cadena. Mientras comemos charlo con mis nuevas amigas y cada minuto que pasa más me doy cuenta de la suerte que tengo. Pienso en que estoy lejos de mi hogar, muy lejos, pero que gracias a su compañía me siento como en casa. Es un sentimiento que no tiene precio cuando se lleva tanto tiempo fuera de casa y que me hace estar enormemente agradecido. Vivi y Carolina ya están haciendo planes para el próximo fin de semana y me quieren llevar a unos cuantos sitios. Un lujo viajar así, la verdad.
Las chicas me dejan en mi hotel a eso de las 19.00. Después de ver un poco la tele me duermo.
Me levanto a las 07.30. He dormido mucho y de maravilla, cosa que necesitaba. Hoy estoy solo en Bogotá, es lunes y no puedo retrasar más lo que ya se ha convertido en una prioridad. Me tengo que hacer las pruebas de Montenegro en mi espalda, ver qué tal va la cicatrización, desinfección y descartar que no tengo la leishmaniasis.
Como sabemos bien que las colas de los hospitales son impredecibles desayuno antes en Punto Rápido en la Carrera Séptima. Es un sitio que está muy bien de precio (un caldo de costilla, un chocolate caliente y un zumo de naranja por 4500 COP, 1.5 EUR). Además tienen Wi-Fi gratis!
Sigo la Carrera Séptima en sentido norte y me meto en la sección de urgencias del Hospital Universitario de San Ignacio. Al final no tengo que esperar demasiado porque parece que lo mío, aunque no duela, es relativamente prioritario. Me atienden estupendamente y a la media hora de la consulta ya estoy en el laboratorio donde me sacan unas muestras de la herida. Para ello me tienen que quitar la costra con un bisturí, cosa que no agrada demasiado. Mañana tendrán los resultados.
Vuelvo al centro y me meto en un Kokoriko a comer. Este restaurante es bastante peculiar. Están especializados en pollo, cosa no demasiado original, pero los platos están mucho más trabajados y son más saludables que en otros sitos y además te sirven en la mesa. Tiene lo bueno del restaurante (que te sirvan y la calidad de la comida) pero también lo bueno de la comida rápida (te sirven lo que pides a los dos minutos). Me tomo medio pollo con patatas y una Coca-Cola por 20.000COP.
Paso la tarde navegando en internet, escribiendo en este diario y preparando mi viaje a Ecuador.
A las 23.30 estoy dormido. Mañana me confirman los resultados y siento ese cosquilleo en el estómago de como si fueran a venir los Reyes Magos.
Me levanto a las 06.00. No tengo sueño pero quiero quedarme en la cama. Abro uno de los varios libros que me acompañan y lo leo de tirón. Hacía mucho tiempo que no hacía eso: leer un libro de cabo a rabo sin ni siquiera levantarme a mear. Qué gustazo!
A las 10.00 me levanto y hago un poco de ejercicio. Paso por internet un par de horas y me voy al hospital a recoger los resultados y ver a la dermatóloga.
Mi cara se llena de vida y de alegría cuando leo “NEGATIVO” pero no os podéis imaginar la decepción que me llevo cuando la doctora me dice que los resultados no son concluyentes y que me tengo que someter a más pruebas para descartar del todo la leishmaniasis. La dermatóloga me dice que el hospital no es muy bueno en temas de la piel y me dice que tengo que ir a una clínica dermatológica donde me pueden hacer todas las pruebas. Me llevo una decepción de pelotas porque odio las colas en los hospitales y parece que va a pasar un tiempecito más hasta que esté todo descartado.
Con todo me doy cuenta de que no he comido en todo el día y que son las 17.00 de la tarde. Con un hambre que ya lo quisiera un cerdo me meto en el mismo Kokoriko de ayer y como exactamente lo mismo. No es que me enorgullezca de la falta de variedad pero es lo que dictó el estómago y el corazón!
A las 19.00 quedo con Carolina en un Juan Valdez (cafetería a lo Stuarbucks) de La Candelaria. Mi amiga va a hacerse un viaje de un mes por Europa dentro de unas semanas y quiere que le ayude con la ruta y que le recomiende sitios que ver. Me alegro muchísimo por ella y le regalo una guía de Venecia.
Llegamos a mi hotel a las 21.00. Desde allí Carolina llama a un taxi para que le recoja. Mientras esperamos me cuenta que hay que tener mucha precaución con los taxis. Como en otras grandes ciudades del mundo aquí te pueden obligar a hacer “la ruta de millonario”. En España lo conocemos como “secuestro exprés”, es decir, te secuestran durante un par de horas para que vayas sacando dinero en todos los cajeros automáticos posibles. De hecho se suele hacer cerca de medianoche ya que con eso te pueden sacar el límite de dinero de tanto el día que acaba como el que empieza. No es que sea súper frecuente, pero Carolina conoce a un par de compañeros de trabajo a quienes les ha pasado y me dice que lo mejor es llamar a un taxi por teléfono para evitar el riesgo.
Me voy a mi habitación, donde veo la tele hasta que me duermo a las 00.00
Me levanto a las 07.00, hago una horita de ejercicio y me cojo un taxi al Hospital Dermatológico Federico Lleras Acosta.
Me atiende Sandra, una doctora estupenda y simpatiquísima. Yo también le caigo bien porque su hermano va a hacer un viaje parecido al mío dentro de unas semanas y le recuerdo a él. Me dice que hoy mismo me van a hacer tres pruebas, así que de la misma me voy al laboratorio a que me las hagan. El hospital parece bueno y, aunque tengo seguro, me intereso por saber lo que cuesta la consulta por si acaso. Para mi alegría resulta que todas las pruebas y consultas relacionadas con la leishmaniasis las financia el gobierno!
En el laboratorio me tratan de maravilla y Carolina, la bacterióloga, me explica bien en qué consiste la enfermedad y cuáles pueden ser sus consecuencias. Me dice me van a hacer tres pruebas pero los resultados de una de ellas se demorarán 35 días (35 PUTOS DÍAS). Y qué hago yo hasta entonces? No puedo quedarme en Colombia tantos días y además si me da positivo, el tratamiento es de 20 días más a base de inyecciones diarias. En fin, ya veremos. De momento me dicen que en los próximos días tendrán los resultados de las otras dos pruebas y que eso les servirá para descartar bastantes cosas.
Dejo el hospital desconcertado sobre la idea de que a lo mejor me tengo que volver a Colombia dentro de unas semanas, cosa que en sí no me desagrada porque el país me encanta, pero que rompe mi ruta por el resto del Continente.
Paso el resto de la mañana en el Museo del Oro. Este museo del centro está bastante bien, sobre todo la sección en la que te explican la simbología de las figuras de orfebrería pre-colombinas.
Como en la Llanerita uno de sus fabulosos Churrascos con patatas fritas y me voy a mi habitación a echarme una merecida siesta (y porqué merecida? Pues porque yo la valgo!).
A las 18.45 me voy a la zona de negocios de la Carrera Séptima y paso por el trabajo de Viviana. Esta chica me encanta. No sólo es encantadora sino que además es una persona inteligente y de éxito y que, con sus 29 años, gestiona un equipo de más de sesenta personas. Me gusta la idea de sacar a cenar a la jefa del lugar!
Mi amiga me lleva al restaurantito “Tapas Macarena” en el barrio de La Macarena. Como su propio nombre indica es un sitio con pretensiones de gastronomía españolas. El sitio no está mal para estar tan lejos de casa, pero lo único que me impresiona es lo caro que es. Vivi se muestra un poco defraudada con mi falta de entusiasmo pero le prometo que le llevaré a España a que pruebe unas tapas de verdad! A pesar de todo la velada es súper agradable y me sirve para darme cuenta de que Vivi se hace más estupenda conforme la conozco más.
Me deja en mi hotel a las 22.30. No tardo en dormirme.
Me levanto a las 07.00 y, como empieza a ser habitual, hago mi sesión de ejercicio y me desayuno un caldito con costilla. Es curioso, pero todo el tema de los hospitales me está obligando a relajarme un poco en el viaje. Es una sensación buena y para nada me entra complejo de culpa por no hacer demasiadas cosas. El estar tranquilo y llevar una rutina en un sitio es una manera excelente de conocerlo de una manera más como lo hace un local. Simplemente estar en el sitio, ver a la gente por la calle, adquirir su ritmo y frecuentar sus lugares es fantástico.
Después de pasar un rato por internet me voy a dar una vuelta. A sólo unas manzanas de mi hotel está la Iglesia de San Francisco, la más antigua de la ciudad. Viviana ya me había advertido que aquí hay una pequeña escultura de Jesucristo de la que se dice que le crece el pelo y que cuando está demasiado largo le tienen que dar un corte. Pues bueno, he debido de llegar en la época en la que le hace falta un buen corte antes del veranito.
La Iglesia se encentra en la Carrera Séptima, calle con la que me empiezo a familiarizar y que me conozco como la palma de mi mano. En la misma carrera se encuentra el restaurante Punta Rápido, donde me como un menú a muy buen precio.
Hace bastante tiempo que no me compro nada de ropa y, como he perdido peso, me hacen falta unos nuevos pantalones. Me compro unos vaqueros por 45.000 COP (15EUR) y sigo la carrera en dirección norte hasta el Museo Nacional.
El Museo Nacional se encuentra en el edificio El Panóptico, que se diseñó originalmente como una cárcel de 200 celdas. Esa fue su misión durante más de setenta años, en los cuales se convirtió en el centro penitenciario más importante del país. El museo (3000 COP con mapa) es excelente y te cuenta de una manera bastante minuciosa la Historia del país desde los primeros habitantes, los pre-hispánicos, la llegada de los españoles, la época colonial, la independencia y las luchas entre liberales y conservadores en los siglos XIX y XX. También tiene una colección de pinturas en las que no podía faltar Fernando Botero. Sin duda lo que más me ha gustado en la parte dedicada a la llegada de los españoles porque se dedica a explicar la situación de España de aquellos tiempos y no sólo de las colonias en América.
De ahí me doy un paseo hasta La Candelaria donde visito el Museo Donación Botero. Aquí obviamente vas a ver obras del pintor y escultor paisa (más de 200) pero también obras de Picasso, Dalí, Renoir, Matisse o Monet. Es un museo genial y además se encuentra en un edificio colonial súper agradable y de aspecto fresco y moderno. Comparte patio con el Museo de la Casa de la Moneda y la verdad es que merece la pena aunque no te guste el arte. A mí Botero me gusta mucho y me ha encantado poder ver sus cuadros (no soy muy fan de las esculturas en general).
Ian cuando se fue se dejó unas cosas en casa de Ane así que quedo con ella en el Juan Valdez del Centro Cultural Gabriel García Márquez a las 16.00. Nos tomamos un chocolate caliente y un café mientras charlamos. Después de una horita nos despedimos.
El resto de la tarde la paso escribiendo en mi querido diario, leyendo y viendo la tele.
Me levanto a las 07.00, hago mi ejercicio y desayuno dos croissants con jamón y queso antes de cogerme un taxi a la clínica dermatológica a recoger los resultados de dos de las pruebas.
Hoy no tengo consulta pero me alegra leer la palabra “Negativo” en los dos papeles. A ver qué me cuenta la doctora cuando la vea en unos días…
Me cojo un taxi y me voy a uno de los museos quizás menos visitados de la ciudad, el Museo Histórico de la Policía, en La Candelaria, cerca de la Plaza de Bolívar. Cuando entro la cara de los policías es de grata sorpresa, como de cierto orgullo porque alguien se interese por su Historia. Agradecidos, me asignan un guía gratuito que me enseña con detalle cada una de las decenas de salas que tiene. Aquí te explica la Historia de los cuerpos policiales y de cómo está organizada pero destaca especialmente la parte dedicada a la lucha contra el narcotráfico y te explica con detalle cómo era la vida de excesos de los narcotraficantes. Están muy orgullosos del capítulo dedicado a la eliminación de Pablo Escobar en 1993. Es impresionante la vida de película que llevaba este señor, aunque obviamente en el museo no hacen ningún tipo de apología del personaje sino todo lo contrario. Además de que el edificio es precioso, me han tratado en el museo de maravilla. Una cosa que me ha hecho mucha gracia es que, cuando estaba en una de sus salas, se me han acercado dos policías quienes, al ver que yo era español, querías que les explicara el significado de la palabra “gilipollas” jajaja Y yo que me creía que me iban a regañar por algo que había tocado.
A muy poca distancia se encuentra la Iglesia Museo de Santa Clara (2000 COP), un sitio de lo más especial. Da igual que te aburran las iglesias porque merece echar un vistazo a un sitio así. Es una iglesia totalmente diáfana donde no puedes ver ni un solo centímetro de sus paredes que no esté decorado. Es tan exagerado que merece la pena verlo.
Justo al lado está la Plaza de Bolívar donde hoy se celebra el Festival “Bogotá Internacional Espectacular”, una exposición donde 37 países de todo el mundo pretenden promocionar su turismo y mostrar a los visitantes los atractivos de su tierra. La verdad es que algunos puestos son bastante decepcionantes ya que se limitan a sólo mostrar los clichés típicos sin realmente hacer nada más. Creo que está bien para hacerte una pequeña idea pero sin duda se podía haber hecho mucho mejor (el de España es malísimo).
Desde que hice la clase de baile con Ian en Cartagena nos prometimos que íbamos a trabajar en ello y gracias a la ayuda de Carolina he conseguido quedar para una clase de salsa de dos horas!
Me cojo un taxi hasta el Barrio de Chapinero y me meto en una casa de la Avenida Caracas (como es conocida la Carreta 14). Nicolás y Caterine han abierto el local hace un mes pero llevan bastante tiempo enseñando (www.pasolatino.com).
La clase que hago con ellos es de una hora (25.000 COP) y me ha encantado. La clase de Cartagena estuvo genial, pero la verdad Nicolás y Caterine enseñan todavía mucho mejor y después de una hora sí te la sensación de que has aprendido algo. El lunes les volveré a ver para dos horas más.
Después de la clase me doy un paseo hasta el Planetario, donde veo una excelente proyección de una hora por 3.500 COP. En ese tiempo te enseñan lo básico de nuestro sistema solar, galaxia y constelaciones.
Las 17.00 no es hora de comer y ni de cenar pero tengo hambre y me voy a la Llanerita a comerme su churrasco con patatas. Desde que viajo me he acostumbrado a comer cuando tengo hambre sin horarios para el almuerzo o cena. La única norma que tengo es no comer antes de las 12.00 por razones éticas.
A las 18.30 quedo con Viviana en su oficina. Le acompaña Diana, una encantadora compañera suya de trabajo. Juntos nos tomamos unas mazorcas con queso. Colombia me encanta en muchos aspectos, pero he de reconocer que todavía me tengo que reconciliar con su queso, el cual me parece aburrido y insípido hasta tal punto que cualquier plato que diga “con queso” me quita las ganas de comer.
Mis amigas me llevan en coche a La Calera. La Calera está en un cerro desde donde las vistas de la ciudad quitan el hipo. Ver Bogotá de noche es impresionante y además aquí hay mucho barcito y ambiente. Aquí conozco a Luis Alejandro, un poeta que vende sus cuadernos por la calle. Le compro uno con la condición de que me lo dedique. Diana, Viviana y yo nos tomamos un vasito de agua panela caliente viendo la ciudad y al acabar me dejan en mi hotel, no sin antes tener un buen susto con el coche. Un taxi nos ha dado de lado y el cabrón del taxista se ha dado a la fuga. Viviana, no fue culpa mía!
A las 22.00 estoy en la habitación de mi hotel. Hoy ha sido un día de lo más completo.
Me levanto a las 08.00 y me doy un paseo por La Candelaria. Me desayuno un caldito de costilla con un croissant de jamón y queso.
El resto de la mañana la paso escribiendo en mi diario. Por alguna razón hoy me siento con muchas ganas de escribir y poco más hago en todo el día.
Hago una pausa a la hora de comer y me meto entre pecho y espalda una “bandeja paisa”. La bandeja paisa está compuesta por chorizo, huevo frito, tocino, frijoles, plátano frito y carne molida. Como si no fuera poco la acompaño con una cerveza. Una comida ligerita.
Tras una inevitable siesta me dedico a escribir en mi diario como un loco. Tenía días retrasados y hoy me siento especialmente inspirado. La sesión de escritura la acabo a las 02.00 de la mañana, hora a la que mis ojos ya no pueden más y se cierran para despedir el día.
Hoy voy a pasar el día con mis queridas e inimitables amigas Colombianas!
A las 10.00 estoy en el apartamento de Viviana y desde allí cogemos el coche y recogemos a Carolina.
Las chicas me quieren enseñar la zona de Cundinamarca, al norte de la ciudad.
Lo primero que hacemos es pasar por la fábrica de Alpina. Alpina es una empresa de productos lácteos que da trabajo a toda la zona y que cuenta en un supermercado dedicado a derivados de la leche y a donde acuden cientos de colombianos todos los días a comprar. Entre las muchas cosas que venden me quedo con el nombre de uno de sus dulces, la “repolla de crema”. Genial. Cuando les explico a mis amigas lo que puede querer decir en España me regalan una buena risa.
Hace un día bonito y charlando en el jardín de Alpina nos tomamos unos taquitos de queso holandés para abrir el apetito.
De ahí nos vamos a Guatavita. Guatavita tiene una laguna formada por un meteoro que cayó aquí hace dos mil años. Se interpretó este hecho como la llegada del Dios del Oro. Los indígenas Muiscas lo adoraban y le hicieron ofrendas de oro, esmeraldas y comida para así protegerse de los males y mejorar sus cosechas. Aquí el Zipa (cacique de la tribu Muisca) ofrecía oro al lago y luego se metía en el agua para adquirir los poderes de este metal precioso. De aquí viene el mito de El Dorado, el cual se convirtió en una obsesión para los españoles. De hecho los conquistadores quisieron drenar varias veces la laguna creyendo que su fondo estaría lleno de oro.
El pueblo de Guatavita es de color blanco y a pesar de no tener muchos años tiene un encanto especial. Fue construido de la nada en los años 1960 para dar hogar a los desplazados por la creación del embalse (aquí lo llaman “represa”) de Tominé. Aquí todas las casas tienen que ser de color blanco.
Comemos en un restaurante cerca de la plaza principal donde como una sopa de ajiaco con pollo y un plato de cordero el horno con patatas. De postre nos tomamos unas obleas con arequipe por la calle.
Se ha puesto a llover y nos resguardamos en el coche y charlamos un rato. Me encanta estar con mis amigas.
De ahí nos volvemos a Bogotá. En el trayecto gracias a la conducción temeraria de Viviana uno tiene pensamientos existenciales cada minuto que pasa. Vivi, gracias a la manera en la que conduces uno se siente vivo, como en un constante renacimiento. Gracias de todo corazón.
Es divertidísimo estar en el coche con las chicas pero llega la hora de la merienda y nos vamos al Centro Comercial Santa Fe a tomarnos unos gofres en su Crepes & Waffles.
Hace bastante tráfico y Viviana no quiere meterse en la ciudad, así que me cojo un taxi el hotel. El taxista es de lo más amable, pero el cabrón me ha timado y me ha cobrado 25.000 COP por la carrera. Estas cosas pasan de vez en cuando, no?
El resto del día lo paso tumbado en mi cama, viendo un par de pelis en la tele, para dormirme a las 23.00.
Me levanto a las 08.00, hago mi sesión de ejercicio y me voy a desayunar a Punto Rápido. Allí me tomo su desayuno de caldo de costilla, chocolate caliente y zumo de naranja por 4500COP.
De ahí me voy andando por la Carrera Séptima y llego a Chapinero. La clase de salsa con Nicolás y Caterine esta vez es de dos horas (10.00-12.00) en las cuales me enseñan varios tipos de giros. La clase es estupenda pero me insisten en que lo importante es practicar por mi cuenta. Creo que después de esta clase ya tengo una base mínima para poder practicar y con bastante confianza pudo decir que bailo salsa mejor que el 98% de los españoles aunque pero que el 98% de los latinoamericanos.
Sin mucha complicación como en Punto Rápido un menú y paseando me vuelvo al hotel, donde paso la tarde escribiendo y preparando mi viaje de los próximos días por la región de Boyacá. También leo bastante sobre Ecuador, el siguiente país de este hermoso viaje.
Ceno un chorizo a la parrilla en un bar justo debajo del hotel y, tras verme una peli en la tele, me duermo a medianoche.
Me levanto a las 07.30 y hago mi ejercicio diario. A las 8.45 estoy en la Clínica Dermatológica Federico Lleras para ver cuáles han sido los resultados de varias de las pruebas que me hicieron en la espalda.
Sandra es mi doctora y es una señora estupenda. A su lado están seis estudiantes de medicina. Ella tiene un hermano que en breve a comenzar un viaje alrededor del mundo y yo le recuerdo mucho a él. Me pregunta bastante sobre mi viaje mientras me examina la herida y lee los resultados de mis pruebas. Me dice que de los tres exámenes que me han hecho, dos me dan negativos y que lo más seguro es que el tercero vaya a saldrá negativo también. Es un verdadero alivio, ahora estoy casi al 100% de seguridad de que no he contraído la leishmaniasis. De haber sido así me hubiera tenido que quedar en Colombia unas tres semanas más para el tratamiento, lo cual tampoco parece lo peor. Estoy empezando a adorar Colombia y su gente y cualquier excusa por quedarme valdría. jeje
Del hospital me cojo un taxi a la Plaza de Bolívar y desayuno en una de las muchas cantinas que se encuentran en “mi barrio”, La Candelaria.
En mi hotel me quedo un par de horas escribiendo en el ordenador antes de coger un taxi en dirección a la terminal de autobuses.
Normalmente acostumbro a charlar con los taxistas. Quien me lleva a la terminal me habla de cómo ha mejorado la seguridad en la ciudad en los últimos años, pero me dice que todavía hay muchos sitios en el sur de Bogotá donde meter el taxi de noche es un riesgo. En particular me habla de Ciudad Bolívar, un poblado en el sur, con muy mala fama y donde hace unos meses a este hombre le robaron todo (el taxi, el dinero, el móvil y hasta las zapatillas). Le atracaron una pareja de hombre con una ametralladora y con una pistola pero irónicamente le dejaron con 5000 pesos para que se cogiera un bus de vuelta a casa. Con todo el aumento de la delincuencia en Ciudad Bolívar hay una sensación de impunidad y eso ha sido la razón de porqué han crecido aquí las autodefensas ciudadanas y grupos paramilitares. Un barrio con carácter, vamos.
A las 12.30 me cojo un bus con dirección a Tunja (17000 COP) debido a que no encuentro buses directos a Villa de Leyva. Llego a las 16.15 y de la misma me pillo una buseta en dirección a Villa de Leyva (una hora más, 5500COP). Durante los dos trayectos me empapo bien de información sobre Ecuador, mi próximo destino cuando deje Colombia.
Villa de Leyva se encuentra en la región de Boyacá, cuna del patriotismo colombiano: fue aquí donde se ganó la Independencia contra los españoles. Villa de Leyva es una pequeña ciudad de trece mil habitantes que se encuentra protegida por la loma de Iguaque y es una verdadera preciosidad. Todas las calles mantienen el estilo colonial y las casas, todas ellas pintadas de blanco, le dan un ambiente muy especial y limpio.
Me instalo en la Hospedería La Roca (40.000 COP con desayuno), que se encuentra en La Plaza Mayor. Una vez instalado me voy a dar una vuelta por el pueblo. El ambiente es muy rural y saludable y también hace fresquito. Muchas familias dan vueltas por sus calles Plaza y se respira un aire de lo más sano.
Después de tomarme un trozo de pizza en una panadería me voy a un bar de la Plaza Mayor a tomarme una cervecita. Esta Plaza es la más grande del país (120m x 120m) y es realmente bonita. No hay ninguna gran escultura en su interior y debe de ser de las pocas plazas principales de una población que no se llamo Plaza de Bolívar. Hoy, al no ser fin se semana, no hay mucho ambiente nocturno así que después de media hora me vuelvo a mi habitación.
A las 22.00 estoy metidito en la cama, resguardándome del frío, mientras que me veo una peli en el ordenador.
Me despierto a las 08.00 y he dormido como un rey. Desayuno unos huevos revueltos con un chocolate caliente, justo lo que necesito para un día de andar y andar.
A las 09.30 salgo del pueblo y mi intención es hacer toda la excursión de hoy a pata.
Después de algo más de una hora andando llego al Museo del Fósil (3000 COP). Aquí se expone el fósil de un kronosaurio de unos siete metros y que tiene más de 120 millones de años. El Museo es pequeñito pero contiene bastante información. Es interesante saber que toda esta zona llegó a estar cubierta por el mar. De hecho toda esta zona que rodea Villa de Leyva es muy rica en fósiles y su búsqueda es uno de los mayores atractivos para mucha gente que pasa por aquí.
Sigo con mi ruta y llego al Parque Arqueológico y Estación Astronómica Muisca (3200 COP). Éste es un recinto donde se encuentran los restos de una estación astronómica que utilizaron los indios Muiscas para determinar las estaciones con el fin de saber cuándo era propicio cultivar. Los días de solsticio eran muy importantes: al llegar el Sol al cénit los nativos pensaban que la desaparición instantánea de su sombra en las columnas de la estación era señal de que el astro se antropomorfizaba y por medio de las rocas allí puestas descendía a la tierra para fecundarla. Por esta razón en los alrededores de la estación hay varios monolitos fálicos colocados allí para fertilizar las tierras. Los españoles, cuando llegaron, vieron en esta práctica algo contrario a la buena fe cristiana y llamaron a este sitio El Infiernito para así hacer que los Muiscas dejaran de ir.
Sigo con la caminata y me encanta poder patear toda esta zona. Lo único que me fastidia es la cantidad de perros guardianes de fincas que con actitud amenazadora evitan que me acerque demasiado a la propiedad de sus dueños. Al salir de El Infiernito tengo un encontronazo con cinco perros con los que acabo a pedradas para defenderme.
Después de una hora y media más de paseo llego al Convento del Santo Ecce Homo (3000COP), que fue construido por los frailes dominicanos en 1620. Es un sito interesante. Por un lado los retablos están bien cuidados y por otro enseñan cómo era la vida de los residentes de este convento y también aprovechan unas salas para enseñar la vida y agricultura de los indios muiscas. El sitio está muy bien cuidado y el patio interior es precioso. Aprovecho un rato para descansar y comer algo en el césped del convento.
Después de un rato me dispongo a recorrer los trece kilómetros que me separan de Villa de Leyva, pero cuando sólo me faltan cinco kilómetros se pone a llover malamente y me acabo cogiendo un colectivo por 2000 COP.
Ha sido una buena caminata (21km) y estoy rendido. Llueve mucho y dedico la tarde a navegar en internet y descansar.
Ceno un menú en un restaurante de la Plaza Mayor (un zumo de mora y un plato con un filete de ternera, ensalada, patatas y arroz por 6000 COP).
Después de un breve paseo por el centro me vuelvo a mi habitación, me veo una peli y me duermo.
Hoy ha sido un día precioso y andar tantos kilómetros me han hecho pensar muchísimo. Siempre me ha encantado andar (lo mismo que me gusta correr) porque es una actividad muy íntima, donde se piensa mucho, se analizan muchas cosas y se usa mucho la imaginación. Por lo fructífero de mis pensamientos y dor el ejercicio físico realizado hoy ha sido un día muy satisfactorio.
Me he acostado cansado pero, sin saber porqué, me desvelo a las 03.00 de la mañana y me resulta imposible volver a dormir. Decido aprovechar el tiempo y me pongo a escribir en el ordenador hasta que me vuelva el sueño, el cual llega a las 06.00.
Me levanto a las 08.00 y, al igual que ayer, me zampo unos huevos revueltos con pan y un chocolate caliente.
A las 09.00 me cojo una buseta en dirección a Tres Esquinas (2000COP) y de ahí un coche a la población de Ráquira (1500 COP). Ráquira es un pueblo precioso cuyas casas están coloreadas de rojo con pinturas de varios temas locales. Las calles están llenas de tiendas. El ambiente es quizás algo turístico, pero no se puede negar que tanto sus calles como su Plaza son especiales. Este pueblo es conocido por su cerámica y tiestos, pero no soy el mejor comprador de estos artículos precisamente.
Ráquira se ve en media hora si no te detienes a comprar y de la misma me subo una loma que nos separa de la carretera principal y sigo por la misma unos siete kilómetros hasta llegar al pueblo de La Candelaria.
En La Candelaria viven a penas trescientos habitantes cuyas casas están desperdigadas a lo largo de un río. De este pueblo es famoso el Monasterio del mismo nombre que fue fundado por los frailes agustinos en 1597. La entrada cuesta 300 COP y dispongo de una señora que me enseña con detenimiento todas las instalaciones. Este monasterio se ha renovado recientemente y para nada aparenta ser tan antiguo. Justo al lado han construido un hotel para quien quiera rodearse de espiritualidad y vida monacal y de paso dejarse un dinerito.
Actualmente sólo hay cuatro monjes que se están formando en el monasterio (dos colombianos y dos brasileños) y la señora me dice que desde los años 70 ha bajado muchísimo el número de residentes debido a la falta de vocación religiosa de la gente. Me dice que los jóvenes prefieren rumbear que rezar. Qué pena, verdad?
Me doy el mismo paseo de vuelta a Ráquira y la verdad es que subir y bajar la loma constituye un ejercicio que no hacía desde hacía tiempo.
Una vez en Ráquira me pillo un colectivo que me deja en el pueblo de Sutamarchán, conocido por la fritanga. Me han recomendado que el mejor sitio para comer fritanga es La Fogata y allí me meto. Me tomo un plato espectacular de fritanga, que consiste en un plato con patata, yuca, costilla de cerdo, plátano, longaniza, morcilla y lomo de cerdo (9000COP). Es decir, algo esencialmente ligerito y liviano como una ensalada. Es un plato maravilloso y me hace recuperar todas las calorías perdidas durante mi paseo matutino. Al acabar de almorzar me cojo otro colectivo a Villa de Leyva (2500 COP), donde paso la tarde escribiendo y actualizando mi blog.
Después de una breve siesta me ceno un plato de pollo con patatas y me vuelvo al hotel. Pero antes de llegar descubro que aquí hay kikos (maíz tostado que aquí lo llaman “maíz ranchero”). Quien me conozca sabe bien mi adoración por los kikos, así que me compro una bolsa la cual me tomo mientras me veo una peli en la tele, cómo en los viejos tiempos! Además tenía una Coca-Cola para acompañar!
Me levanto a las 07.00, hago mi ejercicio y desayuno en el restaurante del hotel. Hoy se me acaba el viajecito de tres días por Villa de Leyva y alrededores pero todavía quiero conocer algo más antes de volver a Bogotá.
A las 09.00 sale mi bus con dirección a Chiquinquirá (6500 COP, 1 hora) de donde cojo otra buseta a Zipaquirá (12000 COP, otra hora y media más).
Zipaquirá es la capital de Cundinamarca y está a 50km de Bogotá. La región depende mucho de la industria láctea aunque Zipaquirá es realmente conocida por sus minas de sal, las cuales albergan la famosa Catedral de Sal.
Después de comerme una bandeja de fritanga bastante normalita me cojo un taxi en dirección a las minas. Estas minas empezaron a ser explotadas en la época de los indios muiscas y todavía se sigue sacando sal de aquí. Los mineros que aquí trabajaban tenían un sitio para rezar dentro de la mina. Ese sitio se fue haciendo más grande y en 1954 se acabó construyendo una catedral (dentro de la propia mina!). Por razones de seguridad se acabó cerrando en 1992, pero se constró otra unos metros más arriba. La nueva catedral data de 1995 y es una cosa única. Jamás había visto nada parecido: dentro de esta enorme montaña salina se han aprovechado las enormes salas que han quedado después de la extracción y con ellas se han construido la catedral y todas las salas dedicadas a la vida de Cristo. La visita es guiada, cuesta quince mil pesos y merece la pena al 100%. Dudo de que haya un sitio más así en el mundo.
De ahí bajo la loma donde se encuentra la enorme mina y acabo en el centro de la ciudad. Me doy un breve paseo en dirección a la terminal de bus y desde ahí me cojo un colectivo con dirección a Bogotá (3400 COP).
Los colectivos suelen acabar en el Portal del Norte, que es la mayor entrada de la ciudad en el Norte y de donde uno puede coger el Trasnmilenio en dirección al centro.
El Transmilenio es un invento genial. A simple vista es sólo una red de autobuses, pero tiene sus carriles propios por los cuales no pueden pasar otro tipo de vehículos, y así evita los problemas de tráfico. Bogotá es una ciudad enorme y supongo que ya es demasiado tarde para empezar a construir una red de metro. La solución es el Transmilenio, que tiene bastantes rutas, es eficiente, transporta a muchísima gente y es barato (1300 COP por viaje, incluyendo transbordos que puedas hacer).
Me cojo el Transmilenio en dirección al centro. Durante el trayecto de más de 45 minutos puedo darme cuenta de lo realmente enorme que es esta ciudad.
A las 17.30 estoy instalado otra vez en Hotel El Dorado de La Candelaria, por el que pago 30.000COP, pero no me han podido mantener la habitación que ocupé hace unos días. La habitación es mucho peor pero me prometen que mañana podré cambiarme de nuevo.
Una vez instalado compro una caja de seis botellas de cava Codorniú que he podido conseguir en una licorería. Dentro de dos días celebraré mis 365 días de viaje y quiero brindar con algo. Codorniú me recuerda a España y me hace ilusión compartirlo que mis amigos colombianos.
Al volver hablo con Juan Pablo por teléfono. Juan Pablo es el chico que conocí en la finca de Los Ángeles cerca de Tayrona cuando tuve la complicación de la espalda. Con Juan Pablo y su novia Isis tuve la oportunidad de tener conversaciones muy agradables y tengo ganas de volver a verle. Me dice que a las 20.30 me pase por el barrio de La Macarena y que allí nos iremos al apartamento de su amigo Daniel a tomar unos tragos antes de irnos a un concierto.
Estoy puntual en La Macarena, doy un abrazo a Juan Pablo y conozco a Daniel. De la misma nos metemos en su apartamento donde abro una de las botellas de Codorniú. Juan Pablo estudió diseño gráfico en Barcelona durante tres años y he pensado que le hará ilusión volver a tomar cava.
El apartamento es estupendo y desde su azotea las vistas son geniales.
Desde ahí unos amigos nos llevan a la calle 34 con la carrera 13, que es donde se encuentra el Teatro Metropol. Aquí vamos a ver una sesión del DJ Mad Professor (entrada 60.000 COP). Acabo conociendo al hermano y varios amigos de Juan Pablo y son todos muy majetes. Nunca había escuchado la música de Mad Professor y la verdad es que no me impresiona demasiado. Es una mezcla de reggae y ska con toques de techno cosa que no me enamora. Además le acompaña una especie de cantante irritante que hace que me concentre más en servirme copas de whisky que en deleitarme con el sonido de los ritmos. Entre cinco nos hemos pillado una botella de whisky (20.000 por persona), que sale mucho más económico que pedir copas poco a poco.
A eso de las 02.00 me voy al hotel.
Me levanto a las 08.00 con el cuerpo hecho polvo. Por un lado está la inevitable resaca pero lo que me ha matado es el colchón piedra en el que he dormido y que me ha dejado el cuello fatal. Con el cuerpo así a veces es mejor salir de la cama, aprovechar la mañana y luego echarse una siesta.
Así las cosas, después de una revitalizante ducha espartana me voy a una cantina de la calle 12 y me meto un desayuno consistente en un caldito de costilla, un croissant relleno de jamón y queso, un zumo de guanábana con leche y un chocolate caliente. Mientras desayuno me dedico a escribir en mi diario como un loco.
A las 12.30 estoy de vuelta en el hotel y consigo cambiarme a la habitación 204, mi favorita!
A las 16.30 me viene a recoger Viviana y nos vamos a merendar a un Crepes & Waffles. De ahí nos vamos a su apartamento donde acabo conociendo a la familia de Viviana.
Blanca, su madre, es una persona estupenda que parece seria a primera vista pero que tardas sólo unos segundos en darte cuenta de su enorme espíritu, fuerza y sentido del humor. Desde el primer momento me encanta porque, entro otras cosas, me recuerda mucho a mi madre. Andrés es hermano de Viviana y es un tipo encantador con quien me llevo bien también desde el primer momento. Junto con ellos están otros familiares y a pesar de ser un desconocido me dedican un montón de tiempo. Les interesa mucho el hecho de que esté dando la vuelta al mundo y acabo enseñándoles fotos de mi viaje por Papúa Nueva Guinea y Samoa!
A las 22.00 salgo en el coche de Andrés con él y doña Blanca. Llegamos a la familiar, donde ha vivido Viviana hasta hace sólo unos días. A pesar de conocer a Blanca sólo desde hace unas horas me da la sensación de que hay confianza y me acaba enseñando su casa y las fotos de comunión de Viviana! A eso de las 23.00 Andrés me deja en la Zona Roja y me ofrece que me quede con él y sus amigos a tomar algo, pero la verdad es que tengo el cuello y espalda bastante mal y estoy cansado.
En circunstancias normales conocer a una familia y sentirte en un ambiente familiar no es demasiado especial, pero al llevar tanto tiempo fuera de mi casa ese tipo de cosas las agradezco un montón. Si además la familia es tan acogedora y simpática como la de Viviana, pues uno se siente con suerte.
Me cojo un taxi al hotel y a las 00.00 estoy dormido.
Me levanto a las 09.00 y me siento de maravilla. He dormido fenomenal y hoy es el día 365 de mi viaje! Para más inri hoy mismo celebraré mi año de viaje!
Como sabéis el nombre de este blog es “La vuelta al mundo en 365 días”, pero está claro que me he quedado corto. Todavía me quedan tres meses de viaje por Sudamérica y creo que voy a cambiar el nombre a “La vuelta el mundo en quince meses”. Envidia, ¿eh?
Después de hacer mi ejercicio diario me voy a dar una vuelta.
Hoy, como todos los domingos, la Carrera Séptima es exclusiva para peatones, bicicleteros y patinadores. El ambiente es genial; las aceras están llenas de puestos. Unos venden helados, otros arreglan bicicletas y otros se dedican a vender todo tipo de cosas y artículos. Además está lleno de gente corriendo, paseando, charlando, riendo y patinando y es un gusto poder estar aquí.
Llego a la Torre de Colpatria, que con sus 162 metros y sus 48 plantas es la torre más alta de Colombia. La entrada cuesta 3000COP y desde arriba las vistas de la ciudad son impresionantes (sólo abre en fines de semana y festivos). Es verdad que desde La Calera o desde el Cerro de Monserrate las vistas son aún más amplias, pero como Colpatria está en el centro, ves cómo la ciudad te rodea por todas partes. Especialmente me impresiona ver cómo la Carrera Séptima corta la ciudad de sur a norte y el barrio de La Macarena con su plaza de toros.
Al bajar me meto en el Mercado de Pulgas San Alejo, un pequeño rastro donde se venden todo tipo de artículos de segunda mano.
De ahí me vuelvo al centro por la Carrera Séptima y acabo en la Plaza de Bolívar. Cerca me tomo un sancocho de pescado (un tipo de sopa) por 3000 COP. Salgo a la calle pero sigo con hambre y acabo en el Crepes & Waffles que está al lado de mi hotel y me como una crepe con lomo y salsa de mostaza bastante bueno (15000 COP).
Descanso un rato en el hotel y a las 18.00 me cojo un taxi al apartamento de Viviana.
Hoy la celebración es triple. Yo celebro mi año de viaje, Viviana inaugura su apartamento y además Adrián, un peruano compañero de trabajo y amigo de Carolina se despide de Colombia después varios años viviendo aquí.
Después de un par de horas nos juntamos un grupo de diez personas. Estamos Andrés (hermano de Viviana) y su novia Alejandra, Marcela la mona (amiga de niña de Viviana y Carolina) y su novio Alejandro, Adrián, Carolina, Paul (amigo de Andrés), Marcela la morena (prima de Viviana), Viviana y un servidor. No somos muchos pero el grupo es bien bueno y divertido.
Viviana quiere que le ayude a preparar unas tostadas con pan y tomate y la verdad es que nos salen geniales. No sé qué pensaría el purista del Pa amb Tomaquet catalán, a lo mejor se echaría las manos a la cabeza si supiera que acompañamos las tostadas con pechuga de pollo desmenuzada. Así las cosas, por respeto a los puristas y en honor a la genial idea de Viviana, lo que aquí hicimos fue Pa amb Tomaquet colombiano. Acompañamos las tostadas con las botellas de cava y parece que todo el mundo está encantado. La noche todavía mejora más cuando Adrián prepara unos cócteles geniales de Pisco, aguardiente peruano.
Al final de la noche nos hemos tomado todas mis botellas de cava y un par de botellas de aguardiente pisco. Ha sido una velada fenomenal. Me ha encantado haber conocido a Viviana y a Carolina y gracias a ellas ahora estoy celebrando 365 días de mi viaje en compañía de amigos agradables. Soy una persona afortunada.
A las 07.00 estoy de vuelta en el hotel.
Me levanto a las 12.00. No he dormido mucho, pero no pienso estar todo el día en la cama. A pesar de estar cansado consigo hacer mi hora de ejercicio y me lanzo a la calle en busca de un buen desayuno/almuerzo.
Me tomo un caldo con costilla de primero y de segundo un platazo de lomo de cerdo con patatas; todo acompañado por un zumo de guanábana con leche (15000 COP).
Después me doy paseo por La Candelaria y vuelvo a mi habitación a descansar y a escribir.
A las 17.30 estoy en casa de Viviana y de la misma nos vamos con su hermano Andrés y su novia Alejandra al centro comercial a ver una peli en el cine. Optamos por ver Terminator 4 pero antes esperamos una hora merendando en el Crepes & Waffles, sitio al que ya me estoy acostumbrando.
A las 19.00 empieza la peli. La primera de Terminator me encantó, la segunda me agradó, la tercera me espantó y la cuarta me deja sin palabras. No sólo es un despropósito totalmente previsible sino que además se me hace difícil oír hablar a robots con acento mexicano. Pero bueno, siempre es agradable una sesión de cine acompañado de buena gente.
A las 22.00 mis amigos me dejan en mi hotel, donde me veo una peli en la tele antes de dormirme a eso de las 00.30.
Hoy es un día de reflexión sobre lo que quiero hacer con mi vida. Se acerca el final de mi viaje (sólo me quedan tres meses) y tengo que pensar en lo quiero hacer. Hace un año pensé que llegaría a tener miedo a que acabara mi viaje. Es comprensible porque la experiencia de viajar es tan bonita que uno no quiera acabar. Pero la realidad de que me rodea ahora es otra. Si soy sincero, quiero acabar mi viaje y aprovecharlo al máximo pero tengo ganas de volver a trabajar, de estudiar, de sentirme activo y emprendedor. Estoy con las pilas bien recargadas y me muero por volver al mundo laboral y darlo todo!
Quizás es demasiado pronto para saber lo que realmente quiero hacer pero creo que teniendo en cuenta la coyuntura económica lo mejor para mi es volver a Londres. A partir de hoy me dedicaré a preparar mi vuelta a la ciudad del Támesis y que la transición sea lo más breve y menos dura posible.
Me levanto a las 08.30, hago ejercicio una hora y me voy a una oficina de correos a mandar un paquete a España. Es increíble lo caro que es Colombia en esto (por seis kilos de peso me cobran 220.000 COP, unos 70 Euros!). Lo bueno es que me quito un buen peso de encima (aunque inevitablemente volveré a ganar en las próximas semanas).
Como en el sitio de menús Punto Rápido, donde me como un pollo con arroz y patatas y bebida por 7000COP. Este sitio está muy bien ya que no tienes que esperar a comer y además tienen Wi-Fi gratis para poder surfear por la red mientras almuerzas.
La sobremesa la dedico a mandar emails a amigos, a empezar a preparar mi vuelta a la vida real y a leer sobre Ecuador.
A las 17.30 quedo con Viviana. Hoy he decidido que mañana dejaré Bogotá, por lo que hoy me tengo que despedir de ella, cosa que me entristece mucho. Nos vamos al Parque de la calle 93 y cenamos en el Oma, una cadena de comida que me recuerda un poco al VIP´s español, pero con un poco más de clase.
Los dos charlamos durante casi cuatro horas estupendas. Desearía que la velada nunca acabara y así no tener que despedirme de mi querida amiga. Hoy siento que dejo parte de mí en Bogotá y espero volver pronto.
A las 21.30 nos recoge Andrés, hermano de Viviana. Mientras me llevan a mi hotel, él me comenta que es probable que para finales de mes tenga que ir a Ecuador por razones de trabajo. Sería genial coincidir con un tío tan estupendo.
A las 22.00 de despido de Vivi con un abrazo de esos que quieres que no acabe jamás. Voy a echar mucho de menos a una persona maravillosa y confío en mantener el contacto y la amistad con ella siempre. Viviana desde aquí te mando un beso enorme y te deseo todo lo mejor!
Habiéndome despedido de Vivi, mañana me queda despedirme de Carolina.
Ya en mi habitación me veo una peli en la tele y a las 00.30 llamo a Madrid, que es el cumpleaños de mi papi. Durante media hora charlo con él y con mi madre y cuelgo con mucho deseo de verles. Echo mucho de menos a mi familia, más que nunca.
Hoy es 17 de junio y, en términos de calendario madrileño, hace justamente un año empecé mi viaje con Ignacio. Es curioso pero como habiendo cruzado el Pacífico varias veces, los 365 días los cumplí el domingo, pero hoy oficialmente es el día en el que en un principio volvía a casa.
El mundo está lleno de maravillas y una oportunidad tan genial como dejarlo todo y viajar ha permitido regalarme tres meses más de viaje. Sinceramente no sé cuando volveré a tener una oportunidad así y me veo con la necesidad de seguir conociendo las cosas tan apasionantes que este planeta contiene. Así las cosas estarte alrededor de unos 450 días en total y no 365 como había planeado.
Me levanto a las 07.00 y como ya tengo acostumbrado, dedico casi una hora a hacer ejercicio antes de irme a desayunar. Algo que se ha convertido en rutina aquí en Bogotá es tomarme mi caldito con costilla diario, que es una cosa que agradezco mucho.
El resto de la mañana me dedico a escribir y a preparar el resto de mi viaje.
Hoy es un día un tanto agridulce, quizás un poco más agrio que dulce. Hoy dejo Bogotá y continúo con mi viaje, lo cual de por sí es una cosa que debería llenarme de alegría, pero he pasado un tiempo maravilloso en Bogotá. Es curioso, pero en Bogotá me he sentido como en casa. Aquí, debido al tema de la picadura de mi espalda y de los subsiguientes análisis en diferentes hospitales he tenido que hacer vida y he sido capaz de llevar una rutina.
He acabado por visitar casi todos los museos y atractivos de la ciudad, conocer como la palma de mi mano la Cerrera Séptima, comer en muchos de sus restaurantes, apreciar la vitalidad de su gente e incluso he asistido a varias clases de salsa. Pero lo mejor de Bogotá, lo que de verdad voy a echar de menos y lo que hace que hoy me sienta triste por no sentir más, es la presencia, amistad, calor, bondad y generosidad de mis dos queridas amigas colombianas, Carolina y Viviana. No hace ni un mes desde que nos conocimos en el Parque de Tayrona, pero en estas últimas semanas he entablado con ellas una relación preciosa y las he cogido mucho cariño y admiración; cariño y admiración que siento como recíprocos. Hoy me da pena dejar Bogotá precisamente por separarme por mis amigas, las cuales estoy seguro que voy a volver a ver más pronto que tarde y a las que desde aquí deseo todo lo mejor en el futuro.
Ayer me despedí de Viviana y hoy me toca despedirme de Carolina, con quien quedo a comer a las 12.30. Almorzamos en el restaurante “Sopas de mamá y Postres de la abuela” donde me tomo una bandeja de parrillada muy buena pero sin superar su magnífico postre de limón. Carolina me regala un libro que pienso leerme en las muchas horas que me quedan por delante en autobús. Mientras almorzamos le doy consejos sobre sitios y secretos que no se puede perder en su viaje a Europa.
Casi a las 14.00 me despido con un abrazo de mi amiga con la certeza que la volveré a ver pronto. Carolina, me ha hecho muy feliz conocerte y te deseo todo lo mejor del mundo en todo lo que hagas y te propongas y cuenta con mi casa siempre que decidas ir a Europa! Un beso muy fuerte, amiga!
A partir de este momento vuelvo a estar solo en mi viaje y, si bien en otros momentos así me he sentido con un revitalizado espíritu aventurero, la verdad es que hoy no estoy tan apasionado. Sé que es un sentimiento puramente coyuntural, pero siento que dejo Bogotá y que en breve dejaré Colombia, país que echaré muchísimo de menos. No tengo reparo en decir que en estos cincuenta días me enamorado de Colombia y de su gente.
Cojo un taxi en dirección a la terminal de bus, y como viene a ser una costumbre, tengo una conversación muy enriquecedora con el taxista, Javier.
Hay bastante tráfico y el trayecto nos da la oportunidad de hablar largo y tendido sobre la situación política del país. En las semanas que llevo en Colombia he tenido la oportunidad de hablar con mucha gente sobre este tema. No puedo negar que la mayoría esté muy contenta con Álvaro Uribe y que desee que cumpla un tercer mandato presidencial. También me he encontrado con gente que está muy en contra por su supuesta relación con el paramilitarismo y su uso demagógico de lo que aquí se llama seguridad democrática. En la situación actual, es difícil encontrarse con alguien que no tenga sentimientos tan viscerales a favor o en contra del Presidente, pero Javier me da una nueva perspectiva. Dice que está contento con su gestión durante los últimos siete años pero que no quiere que gane una tercera vez para que no se apegue al cargo y de la sensación de que sólo él puede sacar al país de la violencia. Me dice que sin embargo tampoco parece haber una verdadera opción política y que lamentablemente se apunta al dicho de que más vale malo conocido que bueno por conocer.
Me ha gustado mucho hablar con Javier, quien me deja en la terminal de transporte a las 15.00. Allí me compro un billete para el primer bus en dirección a Popayán (13 horas, 70.000 COP).
El bus sale a las 16.00. Estoy sentado al lado de Sebastián, un joven de 19 años que, junto con otro cuatro que se sientan detrás, hoy empieza un viaje de tres meses por Sudamérica. Es un chaval muy inteligente y culto y con él converso durante varias horas. Es un bogotano estudiante de Derecho de segundo curso, pero saca tiempo para hacer voluntariado en uno de los barrios con peor reputación del país, Ciudad Bolívar. Sebastián es de los que están en contra de Álvaro Uribe y dice que, si bien reconoce que el país es más seguro ahora, está siendo a un precio muy alto. Ese precio ha sido el aumento del paramilitarismo y la relativa impunidad de sus delitos. Es fantástico conocer a un chaval con una cabeza tan bien amueblada y con una opinión sobre todo. Él y sus amigos cuentan con un presupuesto mínimo y viajan con tiendas de campaña, camping gas y están dispuestos a dormir donde sea con tal de ahorrar el máximo de dinero posible y así alargar su viaje hasta Argentina. Todo esto me recuerda mucho a los dos viajes de InterRail que hice en 1996 y 1997 en los que pasé un tiempo maravilloso con mis amigos Ian y Kevin cocinando y durmiendo en parques mientras nos lo pasábamos como enanos. Y es que hay una cosa cierta: para viajar no hace falta tener demasiado dinero!
A las 05.15 el bus me deja en Popayán. Es todavía de noche y no hay nada de vida en la ciudad. Espero en la terminal hasta que amanece y a las 06.00 me cojo un taxi hasta el centro. Conduce José, un gran amante de la música de Rocío Jurado y de Raphael. Me dice que uno no puede considerarse plenamente colombiano si no le gusta la música de Rocío Jurado. Ahora sé que nunca me sentiré plenamente colombiano.
Mi idea es aprovechar el día en la ciudad e irme esta misma noche en dirección a Pasto, pero no pienso estar con la mochila a cuestas todo el día. Me instalo en el Hotel La Gran Posada (13.000 COP con baño sin agua caliente) para así dejar la mochila, descansar y ducharme.
Siguiendo el guión marcado me echo unas horas a dormir. Me despierto a las 10.00 con un hambre de león. Me ducho y me lanzo a las calles de Popayán!
Popayán es una ciudad de un cuarto de millón de habitantes que está situada en el Valle del Cauca entre las cordilleras Central y Occidental. Es una ciudad agradable de pasear por varias razones. En primer lugar está a casi mil metros de altitud menos que Bogotá y el tiempo es mucho más benigno. Por otro lado es una ciudad cuyo centro es realmente bonito. A pesar que en 1983 un terremoto destruyó gran parte de la ciudad llevándose la vida de 800 personas, ha sabido levantarse del drama. Desde entonces se han podido arreglar e incluso reconstruir los edificios de interés cultural. Así las cosas, el blanco de las calles del centro de la ciudad le da un toque nuevo pero manteniendo el encanto colonial (Popayán también es conocida como la “Ciudad Blanca”). No voy a decir que tiene el mismo encanto que la ciudad amurallada de Cartagena, pero sin duda se nota que durante muchos años fue la ciudad principal en la ruta entre las ciudades de Cartagena y de Quito.
Lo primero que hago es cruzar el Puente del Humilladero que me deja en el centro. De ahí, a un par de manzanas, está el Parque Caldas, que es una plaza enorme y maravillosa que constituye el verdadero centro de la ciudad. Es una plaza peatonal que invita a descansar y a relajarse, cosa que haría si no fuera porque estoy a punto de desfallecer por el hambre. De todas maneras decido cruzar los dedos y esperar a las 12.00. La ética siempre me ha prohibido almorzar antes de las 12.00 y si me llevo algo a la boca antes de esa hora, lo llamo desayuno.
Cerca de la plaza está la Iglesia de San Francisco, que es la más grande de la ciudad pero que no me impresiona en demasía. También paso por delante de la Iglesia de San José, de la Catedral, de la Iglesia de la Encarnación y de la Iglesia de la Ermita pero tanta espiritualidad en vez de ponerme en un estado mejor, lo que hace es desesperarme por que lleguen las 12.00 y no me sienta mala persona por ir a un restaurante.
El restaurante que elijo es Los Quingos, que está especializado en comida típica de la zona. Me pido el “Plato típico Quingos”, una masiva bandeja con tamal, empanadas, chorizo, morcilla de arroz, carantanta (un rebozado de maíz), rellenas (tortas de maíz parecidas a las arepas) y patacón (banano frito aplastado). El plato es tan enorme que me duele dejarme media morcilla. Los 20.000COP que pago están bien invertidos (no volveré a tener hambre hasta mañana).
Después de comer me voy a hotel a descansar una horita. Me voy al centro y hago que me impriman unas fotos para que se las pueda mandar a Viviana y Carolina.
Mientras me espero a que me las revelen, me voy a ver la ciudad desde su punto más alto, el Morro de Tulcán. Las vistas son buenas, pero la zona es más peligrosa de lo que había creído. Según bajo la loma en dirección al centro me cruzo con un grupo de seis adolescentes que se me acercan a pedir la hora. Se la digo pero parecen no entender. Nadie es tan gilipollas para no entender lo que quiere decir “las dos y cinco” y decido irme cuanto antes. Los chavales empiezan a hablar entre ellos y me empiezan a seguir. No les hago caso, aligero es paso y cuando paso por delante de un conjunto de puestos de baratijas, una de las vendedoras se me acerca y me dice que un conjunto de unos quince chavales ya sabían que estaba yo allí y que los que he visto son sólo la mitad. La señora me dice que no se me ocurra seguir andando y que me quede con los comerciantes un rato a ver si los chavales se van. Me dicen que estos mocosos de mierda atracan a viajeros y que están armados con pistolas. Decido llamar a un taxi y salir de allí cuanto antes. Al poco llega el vehículo y estoy en el centro después de unos minutos. Me duele mucho pensar que esto me ha pasado en Colombia, ya que es un país que estoy adorando, pero sin duda ha sido uno de los momentos más tensos que he vivido en todo mi viaje por el mundo. Es increíble saber que mocosos adolescentes van armados y que por unos minutos he sido el objetivo de ellos sin realmente pensar en el peligro.
Regojo las fotos y las mando por correo a mis amigas. Espero que les haga ilusión la sorpresa.
El resto de la tarde la paso en internet, actualizando fotos de mi blog, que bien necesita un buen repaso!
A las 18.30 estoy en mi habitación, con la intención de pasar allí un par de horas antes de irme a la terminal de bus. Me pongo a escribir mi abandonado diario, pero las palabras me salen rápido y no paro de escribir. Pocas veces me siento tan inspirado y con ganas de escribir y decido aprovechar que estoy en la cresta de la ola y quedarme en el hotel plasmando mis recuerdos e ideas por escrito. Retraso mi viaje un día para escribir y me encanta tener el poder de decidir una cosa así. Adoro viajar con esta libertad. Me acuesto a las 02.00 después de haber escrito más de siete horas sin parar.
Me levanto a las 09.00 y hoy pienso dedicar el día a escribir.
Después de hacer mi hora de ejercicio me bajo a desayunar. En una pequeña cantina al lado del hotel me tomo un delicioso caldo de costilla. Me sabe tan bien que me pido otro caldito más.
En la mesa de al lado está sentada Luza, una señora de unos cuarenta años que lleva viviendo once años con las tribus indígenas de Tierradentro. Se acaba sentando en mi mesa y charlamos durante casi una hora. Me habla de lo difícil pero gratificante que es trabajar con indígenas. Ella es psicóloga y, trabajando con las tribus, conoció a su marido. Es un gusto hablar con una señora así, y en el caso de que vuelva a Colombia le daré un toque, ya que se ha ofrecido a llevarme a ver las tribus y conocerlas mejor. Es fantástico encontrarse a gente así. Luza sufre acondroplasia y no podría estar más de acuerdo con el nombre de la asociación a la que pertenece: Pequeños Gigantes. Luza es una persona enorme. Saludos desde aquí, amiga!
Después del desayuno me doy un paseo de unos 45 minutos por el centro de esta Ciudad Blanca. Es una ciudad muy manejable y se recorre en muy poco tiempo.
El resto de la mañana la dedico a escribir en el ordenador. Llevo muchos días retrasados en el blog y la gente se empieza a quejar!
Sin darme cuenta he estado escribiendo sin parar y a las 16.00 me estoy muriendo de hambre. En un restaurante enfrente del hotel me tomo medio pollo con patatas asadas acompañado con un batido de fresas.
Sigo escribiendo en mi habitación hasta las 20.30, hora a la que me voy a la terminal de autobuses. Me compro un billete para Pasto por 25.000COP que sale a las 22.00 pero lo acabo cambiando a mañana a las 08.00 ya que son varias las personas que me han advertido que esa carretera no es muy segura de noche. He decidido hacer más caso a ese tipo de recomendaciones. A veces la gente es demasiado conservadora pero ayer casi me atracan en el Morro de Tulcán precisamente por no hacer caso a las advertencias de que era una zona peligrosa. No quiero volver a meter la pata y aunque pierda una noche más hoy me quedaré en Popayán y me cogeré un bus diurno (gracias Viviana!).
De la misma me vuelvo al hotel y compro minutos de celular a la recepcionista del hotel. Me tiro hablando con Viviana dos horas de reloj.
A las 00.00 estoy dormido.
Me levanto a las 07.00, me ducho y a las 07.30 estoy otra vez en la terminal de
autobuses. Como el autobús a Pasto va lleno acabamos saliendo media hora antes. Me siento en cabina cerca del conductor y nos tiramos hablando un par de horas largas. Es un joven muy interesado en el sistema político español. Como otras personas con las que he hablado pensaba que el Rey de España tenía mucho poder, pero se sorprende cuando le digo que es meramente una figura decorativa.
El paisaje de este zigzagueante trayecto es realmente espectacular, en especial los últimos 100km antes de llegar a Pasto. Ha merecido la pena hacer el viaje de día para poder apreciar este espectáculo. Me muero de ganas de ver el paisaje en el tramo de Pasto a Ipiales del cual también he leído maravillas.
A las 13.00 el bus llega al destino. Pasto, que está a una altitud de 2500 metros, se encuentra a los pies del Volcán Galeras (4267 metros), activo todavía.
Esta ciudad es la capital del departamento de Nariño y a primera vista no parece tener mucho atractivo.
Me instalo en el hostel Koala Inn (22.000 COP habitación individual con baño), bien en el centro de la ciudad y donde me pienso quedar un par de noches. Los dos próximos días quiero subir lo más que pueda del volcán y hacer una visita a la Laguna de la Cocha.
De la misma me doy una vuelta por la ciudad y lo que me sorprende es que hay muchísimo comercio para ser una población de sólo 400.000 habitantes. Paso por la Plaza de Nariño (que es el verdadero centro de la ciudad) y me pierdo por sus calles. Aprovecho y hago la compra en un supermercado y hago una visita al mercado de Bomboná donde compro un par de regalos y me pierdo entre sus decenas de puestos.
A las 16.00 estoy de vuelta en mi habitación, donde me echo una siesta y paso la tarde escribiendo en este querido diario.
Me levanto a las 07.00 y hago mi sesión de ejercicio diario. Llevo muchos días sin parar de comer carne, carne y más carne y tengo ganas de hacer un día de desintoxicación. Por eso hoy desayuno un buen racimo de uvas y unos tomates que compré (pero que no sirva de precedente).
Hoy quiero ir al Volcán Galeras, el cual se ve desde cualquier punto de la ciudad. Este volcán de casi 4300 metros está todavía activo. En 1989 tuvo una gran erupción que puso a todo la zona en estado de emergencia, pero desde entonces muchas han sido las erupciones que han ocurrido. La última fue hace apenas dos semanas y por eso es probable que la subida a la cima esté prohibida. Ya veremos; yo voy a intentar subir hasta donde me dejen.
El volcán está a unos 8km de Pasto así que pago 1000 pesos para que una buseta me deje en el pueblo San Juan de Anganoi. Desde ahí inicio mi ruta andando.
Después de dos horas de caminata llego al poblado de San Cayetano y desde ahí sigo subiendo en dirección a Inderena. Según avanzo hace más frío y poco a poco empieza a chispear. Me acabo de meter en la nube que corona el volcán y no se ve casi nada hacia arriba. Lo bueno es que las vistas desde allí son maravillosas.
Me acabo acordando de mi ascenso al Monte Fuji y de lo que sufrí por las malas condiciones meteorológicas y decido abortar misión y dar por completada la visita al Volcán Galeras. He merecido la pena subir ya que las vistas de Pasto y sus alrededores son impresionantes. Pasto no es una ciudad demasiado bonita pero el entorno es increíble.
Después de otras dos horas de caminata estoy de vuelta en San Juan de Anganoi, donde me cojo un taxi a la Plaza Nariño de Pasto.
Como en un restaurantito cerca del hotel. Me tomo un sancocho (sopa con patata, plátano, yuca y mazorca) y un plato de pollo con arroz y patatas (al final que le dan por el saco a las uvas y a los tomates) por 5000 COP.
Ya por la tarde se nota mucho que es domingo y Pasto se convierte en una ciudad fantasma. Sin tener nada más que hacer dedico el resto del día a escribir en este querido diario.
Estoy dormido a la 01.00
Me levanto a las 08.00 de la mañana y después de hacer una hora de ejercicio me como las uvas que me sobran. Es lo justo para quitar un poco el hambre pero para nada se puede considerar un desayuno.
Salgo del hotel a las 10.00 y me cojo un colectivo en dirección a La Laguna de La Cocha (3500 COP). Esta laguna se encuentra al este Pasto y es la principal atracción de la zona.
Después de casi una hora de trayecto, el colectivo me deja en El Encano. Esta pequeña población está a orillas de la Laguna. El Encano es un corregimiento, es decir una especie de comunidad no lo suficientemente habitada para considerarse un municipio, aunque prácticamente, a través de su corregidor, funciona como tal.
El Encano fue construido hacia finales del siglo XIX y está dividido en diecinueve veredas, es decir, pequeñas comunidades. La vereda en la que estoy es la Vereda del Puerto, que vive principalmente del turismo a través de sus restaurantes y visitas en barca.
Nada más llegar se me acerca un amable hombre, Eduardo, quien se ofrece a darme una vuelta de una hora por la Laguna. Para ello me pide un precio de 25000COP y acuerdo que iré con él pero que antes quiero comer trucha, la especialidad de aquí.
Como tengo cuestiones éticas sobre comer antes de mediodía, me doy una vuelta por la hermosa Vereda del Puerto. Este sitio es verdaderamente precioso. Las casas de madera se construyen a un lado y otro de las orillas del río El Encano. Las construcciones son de madera porque el suelo es inestable y no aguantaría con el cemento. El invierno, cuando como consecuencia de las lluvias, crece el nivel del agua de la laguna, muchas partes del poblado se inundan, por lo que todas las casas están construidas a una cierta altura para dejar pasar el agua.
Pero lo que sorprende es la belleza de las casas, las cuales son de influencia suiza (se idearon por un inversor suizo hace años) con toques pastusos (gentilicio de Pasto). La gente que se ve tiene unos rasgos más indígenas y andinos que en el norte del país y también utiliza ropa más colorida.
En la Vereda del Puerto hay 80 barcas, las cuales se reparten entre 120 personas miembros de una cooperativa por turnos. Por cada paseo Eduardo paga 5000 COP a la cooperativa.
Aquí se encuentra una reserva indígena, la cual es considerada como “estrato cero” (el máximo del país es seis) y se mantiene así para que puedan tener garantizado un acceso gratuito a muchos servicios públicos como educación y sanidad.
Pasear al lado del río es mágico y de verdad que no había visto un pueblo así de bonito jamás.
Después del breve paseo ya son las 12.00 me voy al restaurante La Casita Encantada, que pertenece a Alfredo, cuñado de Eduardo. Alfredo parece saber muchísimo sobre su comunidad y además es generoso con toda la información que me da.
Me dice que esta vereda depende del turismo y que los restaurantes están especializados en la trucha. Hay montones de maneras de servirla: ahumada, frita, al ajillo, a la plancha, sudada (en salsa), a la criolla (guisada), a la marinera, gratinada…
Con tanto consumo de trucha tienen que asegurarse una provisión de existencias y para eso tienen viveros donde las crían. Por lo visto la labor de desove es muy compleja y les compensa más importar las huevas de Canadá.
El resto de las veredas de este Corregimiento de El Encano dependen de la agricultura, en especial la papa, la mora y la cebolla junca (el ajete).
En el restaurante me tomo una trucha ahumada de medio kilo totalmente espectacular la cual acompaño, como es habitual en Colombia, con arroz, papas fritas a la francesa y patacón. De beber me tomo un delicioso zumo de mora. El plato me cuesta 20.000 COP, que no es barato, pero que merece la pena por una cosa tan exquisita.
Ya con el estómago lleno empiezo mi tour por la Laguna de la Cocha con Eduardo. El paseo es precioso, desde la salida del pueblo, hasta llegar al lago. El lago está a una altura de unos 2800 metros de altitud y tiene unas dimensiones de 16km x 5km y de unos 70 metros de profundidad. Está rodeado de verdes montañas cuyas cimas están cubiertas de nubes, dándole al paisaje un aire misterioso y saludable a la vez. “Aquí se respira sano” me dice Eduardo orgulloso.
Llegamos a la Isla de la Carota, que está en el centro del lago y que toda ella es una reserva que se llama “Santuario de Flora Isla de la Carota” (1000 COP). Es una isla pequeña y sólo se puede andar por un sendero hecho, pero el paseo es precioso.
Me doy un paseo de lado a lado de la isla y 20 minutos después estoy de vuelta en la barca. Eduardo me da una vuelta más y puntualmente, a la hora de haber salido, me deja en el puerto.
Después me doy otro paseo por el poblado y me tomo una Coca-Cola sentado mientras observo la vida del pueblo.
A las 15.00 me cojo un colectivo a Pasto (3500 COP). Me encanta el ambiente informal de los colectivos. Parece que uno viaja en familia y cada uno de los viajeros pide paradas para todo tipo de gestiones y compras.
Una vez en Pasto, poco hay que hacer. Hoy es festivo y está casi todo cerrado. Ya me ha pasado en otros días festivos en Colombia: absolutamente nadie sabe con certeza lo que se celebra. Todos contestan “algún santo”.
Sin tener mucho que hacer paso el resto de la tarde viendo la tele, leyendo y escribiendo. Pasto no tiene muchas cosas, pero me está dando la oportunidad es escribir y pensar mucho.
Me levanto a las 07.00 y, como siempre, hago mi hora de ejercicio. Estoy contento con el tema del ejercicio. Lo he convertido en una costumbre en la que no me cuesta nada ponerme.
He pasado tres noches en Pasto, lo cual es objetivamente demasiado para cualquier viajero. Pasto no es que tenga demasiadas cosas por ver, pero lo que yo estoy sacando de mi estancia tanto aquí como en Popayán es tiempo para escribir, reconciliarme con mis pensamientos, con mi pasado, con mi presente y sobre todo con mi futuro. Estar 374 días viajando es agotador en muchos aspectos y, ahora que veo que en menos de tres meses estaré de vuelta en Europa, veo el resto de mi viaje más como una preparación para el futuro asimilando todo lo que me ha ocurrido en el pasado. Escribir en este diario es una gran labor de limpieza mental. Estos días la catarsis me dan una pausa para reflexionar y pensar.
De 08.00 a 12.00 me tiro corrigiendo textos que ya tenía escritos pero no puestos en el blog y de la misma me voy al ciber con el internet más lento y frustrante del mundo. No obstante logro actualizar la página y a las 14.30 estoy preparado para continuar con mi viaje.
En la terminal de transporte consigo un bus que sale en dirección a Ipiales a las 14.40, pero acaba saliendo media hora más tarde. Esto es muy común aquí y, aunque frustrante, es comprensible. El ticket cuesta sólo 5500 COP y es una buseta donde no caben más de quince personas. Éste es un país donde ganar dinero es difícil y las busetas y colectivos no salen hasta que están completamente llenos. Así las cosas la hora de salida es más una trampa por parte de los vendedores de billetes que te dicen “sale en cinco minutos” y en verdad no sale hasta que toque.
He leído maravillas de este trayecto en bus y por eso le pido al conductor meterme con él en cabina para tener una mejor vista y poder hacer fotos, cosa a la que accede sin problema.
El conductor demuestra ser una persona bastante asquerosa e indeseable: entre su asiento y el mío se sienta una joven de unos veinte años y el hombre no hace más que acosarla de una manera repugnante. A la chica se le ve muy incómoda y al conductor no le ría ninguna gracia, pero él insiste, tocándole la cabeza con su mano derecha y llevando el volante con la izquierda.
Quizás fura a manera de señal o como castigo a una situación tan incómoda que, según subimos por un puerto, estando en marcha, se no sale una llanta delantera! Jamás me había pasado nada así y el ver la rueda rodando y separándose de nosotros me deja estupefacto.
El conductor, con la ayuda de un par de pasajeros logra poner la rueda después de una hora y media. Durante este proceso está un policía que se acaba de parar, quien pregunta al conductor qué ha pasado. El conductor dice: “No pasa nada. Todo esto es absolutamente normal”. Qué alivio! Todo el mundo está preocupado ya que si nos llega a pasar cuesta abajo en el puerto hubiera podido ocurrir una desgracia. Lo malo es que todavía nos queda más de la mitad de trayecto por las montañas y volcanes andinos.
En la parada conozco a otros dos viajeros extranjeros. Uno es un australiano que ha estado viajando unos meses principalmente por Oriente Medio. El otro es un encantador estudiante turco que ha aprovechado unas vacaciones en el máster que estudia en los EE.UU para conocer Colombia.
El resto del trayecto resulta ser realmente maravilloso, a unos niveles de belleza casi hipnóticos en algunas partes. El trayecto de Pasto a Ipiales debe de ser de unos 50km y si no fuera porque es muy peligroso, sería un tramo maravilloso para hacerlo andando con una parada para dormir. Lástima que la seguridad en esta carretera no sea la idónea (toda esta zona sur del país está controlada por la guerrilla). Por cierto, en la única parada que hacemos me tomo un trozo de cordero con papa asada espectacular (6500 COP).
Llegamos a Pasto a las 19.00 y me instalo en el Hotel Los Andes. Éstos son mis últimos días en Colombia y quiero darme el homenaje de ir a un buen hotel para variar. Por 48.000 COP (algo así como 15 Euros) me dan una habitación estupenda. El hotel además tiene gimnasio, sauna y Wi-Fi.
Lo primero que hago es pegarme una ducha y, todavía cuando me estoy secando, llaman a la puerta. Son tres policías armados con metralletas. Uno se queda custodiando la puerta por fuera y a los otros dos los invito a entrar. Es ridículo, sólo tengo puesta la toalla en la cintura. Me preguntan de dónde vengo, dónde he estado en Colombia, porqué he ido a Colombia, a qué me dedico, también me preguntan si tengo la vacuna de la fiebre amarilla y de cuánto dinero dispongo. La situación es complicada y además cuando le cuentas a estos señores que eres español pero vives en Inglaterra, que no trabajas y que además llevas un año viajando por 21 países del mundo, como que les parece bastante inverosímil. Después de diez minutos me dicen que está todo en regla. Hasta aquí todo extraño pero bueno. Lo que me jode en el alma es que al salir uno de los policías me señala el sobre donde tengo el dinero y me dice que les invite a una gaseosa! Sabía que venían a por dinero y sinceramente es tan intimidatorio tener a tres policías armados en tu habitación, sin otra tercera persona como testigo que no tienes otra cosa que pasar por el aro. Además no estás en tu país para ponerles dificultades. Les doy 10.000 COP y con eso se contentan. En fin, esta es la primera vez que me pasa y espero que sea la última.
El resto de la tarde la aprovecho hablando por teléfono desde un locutorio, manteniendo y mejorando amistades. Después me vuelvo a mi habitación donde me dedico a leer hasta que me quedo dormido.
Me levanto a las 07.30 y hago mi sesión de ejercicio. Sigo muy inspirado escribiendo, así que aprovecho la inercia y me pongo a escribir hasta las 12.00.
Me doy un paseo por Ipiales. Esta pequeña localidad de setenta y cinco mil habitantes no es que sea muy bonita. De hecho es incluso menos inspiradora que Pasto, pero es paso obligado antes de pasar la frontera hacia Ecuador y base para conocer el Santuario de las Lajas. Además estoy en un hotel donde estoy a gusto y creo que me dedicaré a escribir, conocer el Santuario, comer Cuy y poco más.
Después de un paseo por la calles, sin ver nada realmente que destacar salvo que la Plaza de la Pola, plaza principal de la ciudad (está llena de cambistas dedicados al cambio entre el dólar ecuatoriano y el peso colombiano). Me fijo es que aquí los rasgos son mucho más andinos e indígenas que en el resto del país y también se nota un cambio en el acento.
Me cojo un taxi que me deja en El Charco (3500 COP). Este barrio a las afueras de Ipiales está lleno de granjas de cuyes y de restaurantes que lo sirven. El cuy es lo que conocemos como conejillo de indias, una especie de roedor con cara de buena persona y piel de peluche.
En la mayoría de los restaurantes te sirven el cuy entero, pero me parece demasiado así que tardo un rato en encontrarme con el asador La Esquina, donde me sirven medio cuy servido con papa hervida y ají. De beber me tomo un zumo de piña y todo me cuesta 13.500 COP. No sabía qué esperar cuando lo probé y he de decir que me gustó bastante. Carne no tiene mucha y ahora entiendo que la gente se coma un cuy entero. La carne no sé a qué compararla y con razón alguien una vez me dijo que el cuy sabe a cuy. Lo que más me gusta es comer la piel churruscadita que está deliciosa, pero se hace difícil ver el animalito asado delante de ti porque sin piel, con la cabeza chamuscada y con esas pezuñas recuerda bastante a una rata. De todas maneras, si logras abstraerte de ese pensamiento y sólo te concentras en el saber, te llevarás una grata sorpresa.
Al acabar de comer me quedo hablando con las cocineras. A ellas les encanta la figura del Príncipe, Princesa y Reyes de España. La imagen la tienen idealizada y me preguntan cuál es el proceso para que te hagan princesa o príncipe. Cuando les digo que es hereditario me miran con una cara como si en España fuéramos imbéciles y me dicen “si nos los votas no deberían estar”. Ole, ole y ole! Tengo que ir a Colombia para oír una cosa así de sensata, tan de principio y tan de lógica. A ver si pasamos a la mayoría de edad en España!
Ellas, por su lado, me cuentan cómo es el proceso de asado del cuy. Los animalillos nos los compran ya muertos sino que son ellas mismas las que los degüellan y despellejan. La piel, que a mí me parecía que podía tener alguna utilidad, la tiran. El Charco está rodeado de granjas que se dedican al cuy. Me ha gustado la experiencia y según baje por los Andes de Ecuador y Perú probaré más cuyes para comparar.
De ahí me cojo un taxi al Santuario de Las Lajas. Antes de llegar el taxista para en un mirador desde donde vez todo el cañón abierto con el Santuario en el centro. Espectacular.
La visita resulta ser muchísimo más impresionante de lo que me esperaba y, junto con La Catedral de Sal de Zipaquirá creo que es una cosa que ningún viaje a Colombia debiera obviar. El Santuario es de estilo neo-gótico y está situado donde se supone que se apareció la Virgen en 1750. Donde apareció primero se construyó una Iglesia y de ahí se fueron haciendo más y más obras para acabar con el Santuario actual, que se acabó de construir en 1944.
El Santuario por dentro es bonito y donde suele estar el retablo es pura roca. Es decir el Santuario parte de una cueva que es donde se supone que ocurrió la aparición. La cueva se encuentra a 45 metros de altura sobre el río que cruza el cañón cuando se estrecha. El sitio es impresionante. Lo que más impresiona es mirar el Santuario con su puente que va de un lado al otro del cañón desde todas las perspectivas posibles (desde en frente, desde arriba y desde abajo). Es un sitio mágico y aquí dicen con orgullo “Nuestro santuario es denominado topográficamente el más bello del mundo; religiosamente el más visitado de América; arquitectónicamente el más audaz y original de Colombia”. El sitio también es destino de muchos peregrinos.
Acabo la visita entrando en la Cripta y Museo (1500 COP) que merecen la pena porque no es muy caro y además te explican la historia del sitio.
De ahí me cojo un taxi colectivo de vuelta a Ipiales (2000 COP). En el trayecto veo a mucha gente por la carretera vendiendo gasolina de contrabando. Ecuador es miembro de la OPEP, tiene bastante petróleo y allí se vende mucho más barato que en Colombia (el petróleo colombiano de vende a 6500 COP el galón (3.7litros) y el ecuatoriano a 5.500 COP).
Dedico el resto de la tarde a descansar en el hotel, a leer, y sobre todo a escribir.
Hoy hace un frío de pelotas (estamos a casi tres mil metros de altitud) y me vuelvo a dar cuenta de que a partir de ahora las cosas van a cambiar. Se acabó el calor, el sol, el moreno de piel, las chancletas y los chapuzones en la playa. En breve cruzaré el Ecuador y lo que ha empezado en el Hemisferio Sur hace tres días es el invierno. Para entrar en calor me tomo un café con leche y un par de empanadillas de pollo (todo por 3400 COP).
Acabo el día escribiendo en este querido diario y me acuesto a las 23.30.
Hoy en principio me iba a Ecuador, pero sigo con ganas de escribir y, puesto que no hay mucho que ver en Ipiales, me quedaré tecleando en el ordenador y planeando mi viaje para las próximas semanas. Mañana sin falta cruzo la frontera.
Me despierto a las 07.00 pero me quedo una horita en la cama leyendo. Hago mi ejercicio y desayuno lo mismo que cene ayer, en el mismo sitio y al mismo precio.
Aprovecho que tengo Wi-Fi en el ordenador y contacto con Madrid por videoconferencia. Me tiro charlando y riendo con mis padres durante cuatro horas. Les echo muchísimo de menos y hay tantas cosas de las que tenemos que hablar que incluso cuatro horas se hacen cortas.
Al acabar me meto en el restaurante del hotel y me tomo un consomé de pollo, un churrasco argentino con patatas y un zumo de lulo por 19.000 COP.
Paso la tarde escribiendo y me llevo las manos a la cabeza cuando me entero de que Michael Jackson se acaba de morir. No es que tenga especial aprecio a este personaje, pero ha formado parte de mi vida y de mi infancia y me da pena que desaparezca. Me pasó lo mismo con la muerte de Jesús Gil. Medio país le odiaba pero hay reconocer que le daba mucha vidilla al panorama español y creo que ahora se le echa en falta. Se acabará echando de menos a Michel Jackson también.
Acabo la tarde hablando por teléfono con mi querida amiga Viviana a quien ya echo mucho de menos pero que a partir de mañana, cuando deje Colombia, extrañaré mucho más.
Hoy es mi último día en Colombia y, aunque con ilusión de empezar mi viaje por Ecuador, estoy triste por dejar una tierra que tanto me ha hecho disfrutar y aprender. He querido aprovechar los 60 días de permiso que tengo como turista, pero ya no me quedan más días y, aunque no quiera, tengo que dejar el país. La agencia de promoción del turismo de Colombia utiliza este eslogan: “Colombia. El riesgo es que te quieras quedar.” Me siento muy, pero que muy, identificado con esta frase. Pero sé que más tarde o más temprano volveré a este maravilloso país.
Me levanto a las 06.30 y después de mi ejercicio me voy a desayunar.
Después me meto en el ordenador a corregir todos los textos de los últimos días y cuando acabo lo único que me queda es llamar a Carolina y Viviana y dirigirme a la frontera. También cambio dinero. Por cada USD ecuatoriano pago 2130 COP.
Ipiales está a unos siete kilómetros de la frontera, la cual está en el pueblo de Rumichaca (taxi 7000 COP). Al proceso de salida del país y de entrada en Ecuador es de lo más fácil.
A las 13.00 estoy en Ecuador, país número 21 de mi viaje (22 si cuento mi días en Panamá). Ecuador es un país muy vinculado a España debido a la gran cantidad de inmigrantes que han llegado a la Península en la última década. Tengo ganas de conocer el país y así saber más de una comunidad de más de un millón de personas que viven en mi país.
Ya en el lado ecuatoriano me cojo un taxi a Tulcán, la ciudad más al norte del país (3.5 USD). Ecuador ha tenido una economía tan frágil en las últimas décadas que al final su divisa, el sucre, acabó sustituyéndose por el dólar americano en el año 2000.
Napoleón es el nombre de mi taxista, una persona muy agradable que durante el trayecto me da consejos sobre su país. Me dice que la situación económica ha empeorado y como consecuencia de ello ha aumentado el número de crímenes, en especial en Quito, la capital. Me dice que con tal de sacar algo de dinero la gente es capaz de hacer cualquier cosa y que sólo coja taxis autorizados. Ya son bastantes las personas que me han advertido de la situación de seguridad en el país y voy con pies de plomo. Seguro que al final no es para tanto, pero como es un país tan barato, seguiré con un presupuesto parecido al de Colombia y así podré hospedarme en hoteles mejores e ir en taxi siempre que quiera moverme.
Me instalo en el Hotel Saenz Internacional, en centro de Tulcán. Pago 10 USD por una habitación bastante buena, dejo mis cosas y me lanzo a la calle.
Como me han advertido tantas cosas sobre Ecuador no sé qué esperar, pero bastan sólo cinco minutos para ver que se puede ir por cualquier sitio.
Lo primero que hago es ir a comer. Me meto en el restaurante El Patio, donde pago 3USD por un sancocho y un plato de filete de ternera empanado con arroz, patatas fritas, ensalada y aguacate. De beber me sirven una limonada. En la sala está todo el mundo embobado viendo las noticias sobre la muerte de Michel Jackson. Noto que aquí la gente es quizás un poco más tranquila o seria que en Colombia. Para nada antipáticos, pero sí más reservados.
Empiezo mi paseo y me topo con el Parque de la Independencia. Aquí, como en la Plaza de la Pola de Ipiales, hay mucho cambista por la calle. Aquí te puedes fiar perfectamente de cambiar dinero por la calle. La mayoría son personas mayores así que no hay riesgo de que se vayan corriendo. Además el cambio es muy parecido al de las casas de cambio. Me quedan 7000 COP por los que me dan 3.20 USD, es decir a un cambio de 2130.
De ahí paso por el mercado de comida para luego entrar en el Parque Isidro Ayora, que parece ser el núcleo de la ciudad. Hay bastante ambiente y mucho joven estudiante. Hasta ahora todo lo que estoy viendo me está gustando y para nada me siento inseguro.
Este parque está solo a unos cien metros de la principal atracción de la cuidad, el cementerio municipal. No sabía qué esperar pero sin duda supera las expectativas. No tengo ningún reparo en decir que me ha encantado y que es uno de los sitios más especiales en los que he estado en el último año. La labor que han hecho con la jardinería es mágica y de verdad que se te olvida que estás en un cementerio. Los árboles están podados de tal manera que forman pasadizos, arcos y esculturas evocando la mitología griega, romana, inca o azteca. Todas las formas con las que están podados los árboles están ideadas por un residente de Tulcán, José Franco, cuya tumba se encuentra aquí. El epitafio dice algo así como “un cementerio tan bonito que le invita a uno a morir”. La frase es buena pero dudo que la utilicen como reclamo turístico para la ciudad. No me han entrado ganas de morirme, pero me ha encantado.
De ahí me dirijo al centro del pueblo, donde hago una visita al Mercado Central. De aquí poco que destacar.
Tulcán es bien pequeño y en tres horas lo tienes más que visto, así que a las 16.30 estoy de vuelta en el hotel, donde me echo una siesta y paso la tarde leyendo sobre Ecuador y acabando un libro que me regaló Carolina.
Hoy ha sido la primera noche que paso en Ecuador y casi no he dormido. En la habitación de al lado una pareja se ha dedicado a pelear y luego a hacer el amor toda la puñetera noche. A las 06.00 me he levantado y he puesto la tele a todo trapo, para que se jodan.
En la terminal terrestre cojo un autobús en dirección a Otavalo (3 horas, 2 USD). En el trayecto tengo la oportunidad de charlar con Clever, un profesor de colegio de unos cuarenta años. Conoce muy bien su país y me recomienda unos cuantos sitios a visitar (me dice que no me puedo perder la Laguna de la Cuicocha). Me comenta que los últimos años ha empeorado un poco la seguridad en el país. El cree que la razón es que la lucha contra la guerrilla ha provocado que elementos peligrosos de Colombia hayan pasado a Ecuador. Me dice que con la situación en Colombia mucho desplazado acaba en Ecuador y que eso ha provocado más gente desempleada y, como consecuencia, más violencia que antes.
A las 09.30 llega mi bus a Otavalo que se encuentra en lo que llaman el Valle del Amanecer (el trayecto para llegar aquí es realmente precioso). Aunque no me deja en el terminal y me tengo que coger un taxi hasta el centro (1.5 USD).
Me instalo en el Hotel Riviera Sucre (15 USD, habitación individual), un hotel muy mono con un patio con estilo colonial y con un servicio muy simpático y eficiente. Es un sitio de mochileros pero con más clase de lo normal.
Una vez instalado me voy a descubrir la ciudad y mi prioridad de hoy son los mercados. El mercado de animales vivos ha cerrado a las 08.00 así que sólo puedo visitar en de textiles, que es el más conocido. El Mercado de textiles de Otavalo es el más importante del país y uno de los más importantes de todo el continente. Además hoy es sábado, el día indicado. La Plaza de los Ponchos y todas sus calles aledañas están totalmente llenas de puestos de ropa y de compradores en busca de jerséis, ponchos y demás ropa de alpaca y de lana de todos los colores y formas. El mercado es curioso y me llama la atención la cantidad de turistas que hay. Por mi parte en breve cruzaré el Ecuador y en el Hemisferio Sur ha empezado el invierno hace una semana, así que me compro un par de jerséis gordos para abrigarme bien en lo que me queda de viaje. Dese que llegué a Popayán ha hecho más frío por la altitud de los Andes (Otavalo, por ejemplo, está a 2530 metros).
Otavalo ha sido un centro de mercado desde antes de que llegaran los Incas y los indígenas otavaleños son conocidos en todo el país y resto del mundo por su éxito financiero, sus dotes de negociantes y su calidad de vida. Dentro de los indígenas del país son los más privilegiados y muchos de ellos han podido viajar y estudiar fuera de su país. A pesar de ello mantienen intactas muchas de sus tradiciones y costumbres. Como ejemplo está el pelo largo de los hombres, tan importante para su comunidad que incluso cuando entran en el servicio militar no se les obliga a cortárselo.
Como en la misma plaza un par de platos de caldo de pollo buenísimos acompañados de una cerveza Pilsener (“ecuatorianamente refrescante” según su etiqueta).
Me vuelvo a la habitación a echarme la siesta y a las 17.00 salgo en dirección a la celebración de las fiestas de San Juan.
Desde el pasado miércoles están de fiestas y hoy parece ser el último día así que estoy de suerte. En un descampado en las afueras de la ciudad se reúnen miles de personas. Hay montones de puestos de comida y atracciones típicas como una noria o los omnipresentes coches de coche, pero lo que hace especial esta fiesta son los bailes con música que improvisadamente se van formando en el descampado. Lo que parecen peñas de diferentes barrios o pueblos se ponen en círculo a tocar música con guitarras, armónicas y una especie de organitos de viento. Según tocan van bailando en círculo y poco a poco la gente se les va uniendo para formar grupos de decenas de personas. Al ambiente es genial y además mucha gente (yo sólo vi a hombres) se disfraza de delincuentes, monstruos, luchadores de lucha libre mexicana, vikingos,… Es como carnaval donde la gente parece desinhibirse. Me han dicho que hay que tener cuidado según avanza la noche ya que al final las diferentes peñas acostumbran a tirarse piedras y molerse a palos y puñetazos. Yo no he visto ningún mal rollo pero no extraña que pasen cosas ya que hay gente que va bastante bebida y los grupos que se forman intimidan mucho cuando se ponen a bailar y se cambiar en sitio.
En uno de los puestos de comida me tomo un plato de “fritada” que está compuesta de huevo frito, costilla de cerdo y bolas fritas de puré de patata. Al plato le acompaña un poco de ensalada y de maíz tostado (yo en Madrid lo conozco como “kikos”). El plato cuesta 1.75 USD y está buenísimo y además me permite estar entre la gente local (no he visto a muchos extranjeros aquí; deben de estar todos en el mercado). También me tomo un pincho moruno de pollo con cebolla (0.50 USD) antes de coger un taxi de vuelta al hotel.
El taxista se llama Rodolfo, un señor de unos cincuenta años que se ofrece a llevarme a una gallera esta noche. No es que me llamen la atención las peleas de gallos, pero aquí son legales y forman parte del entretenimiento de los sábados. Tengo ganas de ver el ambiente de una gallera así que acuerdo con Rodolfo que me recoja al hotel a las 21.00.
Una vez llegados a la gallera vemos, para nuestra decepción, que está cerrara. La razón: todo el mundo está en las fiestas de San Juan. Jamás salen perfectas las cosas!
Desilusionado, estoy de vuelta en el hotel a las 21.30, donde me veo en la tele la primera de Rambo y de El Padrino (las dos dobladas en mexicano)
A eso de la 01.30 estoy dormido.
Me levanto a las 07.00, hago mi sesión de ejercicio y salgo del hotel en dirección a la Laguna de la Cuicocha siguiendo la recomendación de Clever.
Para llegar a la laguna primero cojo un bus a la ciudad de Quiroga (0.25 USD) y de ahí un taxi (4 USD). El conductor se llama Santiago y me dice que tiene muchos familiares y amigos en España. Como muchos ecuatorianos es consciente de que la situación en España se ha deteriorado muchísimo y me dice que muchos de sus compatriotas no lo están pasando muy bien allí. Cuando le pregunto qué reputación tenemos los españoles me dice que lamentablemente de explotadores y de racistas, cosa que me da muchísima pena. La verdad es que estoy deseando volver a España y entablar amistad con gente de esta comunidad tan grande que hay (la cual, si no me equivoco, ha llegado al millón de personas).
Mi intención era ver el lago, darme una vuelta en barco y volver, pero al ver lo maravilloso que es el sitio decido dar la vuelta a la laguna aunque se tarde en hacerlo de cuatro a seis horas. Como no vengo preparado en la única tienda que hay en el lago me proveo de agua, Coca-Cola y unas chocolatinas para la caminata. Las dependientas son Luz y Jenny quienes amablemente me traducen “Molamos que no veas” al quechua. El quechua es el idioma que hablaban los incas y seguramente cuando llegaron las huestes españolas en el ocaso del siglo XV debieron de decir “Nucanchik Alli Gindy Canchi” (algo así como “nosotros somos buena gente”).
La Laguna de la Cuicocha está dentro de la Reserva Ecológica Cotocachi-Cayapas (1USD de entrada) justo a los pies del volcán Cotacachi. El lago se está a 3070 metros de altitud y se encuentra en el cráter de un volcán. La laguna es preciosa y además tiene dentro dos islas preciosas (Teodoro Wolf y Yerovi) que están separadas por el Canal del Ensueño. Aquí el agua tiene mucha concentración de azufre, por lo que el baño es perjudicial. Casi mejor así porque el sitio es maravilloso y con demasiada gente se estropearía.
Llevo mucho tiempo sin correr y me pongo como reto el andar ligeramente para ver lo que tardo en dar la vuelta a la laguna. Tardo 3 horas, que acaban siendo totalmente maravillosas. El paisaje es espectacular con el Volcán Imbabura al fondo. Ha sido un acierto venir aquí y animarse a dar la vuelta.
Al acabar me cojo un taxi que me deja de vuelta en Quiroga. El taxista es Jesús. Jesús estuvo a punto de ir a España hace ocho años, pero no se arrepiente porque al poco tiempo de fallar la posibilidad de ir a Europa conoció a la que sería su mujer y madre de su niña. Jesús y Santiago forman parte de una cooperativa de transporte formada por 18 coches que se dedican a llevar a gente a la laguna. Es un tipo encantador y me pregunta un montón de cosas sobre España.
Una vez en Quiroga me cojo un bus a Otavalo (0.25 USD), recojo mis cosas en el hotel y me voy a la terminal de transporte.
Por 2 USD me pillo un bus a Quito. El trayecto es de dos horas y, como viene a ser habitual desde que estoy por Los Andes, el paisaje es de los que quitan el hipo.
La llegada a la capital se hace un poquito larga. Esta ciudad oficialmente sólo tiene un millón y medio de habitantes pero es que tiene 40km de largo y 8km de ancho. De hecho antes de llegar a la terminal estamos una hora cruzando la ciudad.
De ahí me cojo un bus a la zona nueva de Quito, que es donde están la mayoría de los hoteles y donde por lo visto es más seguro estar de día (aunque no de noche).
Como de costumbre, aprovecho la carrera para charlar con el taxista. Me dice que el crimen ha subido muchísimo en la ciudad y que la gestión del Presidente Rafael Correa ha sido bastante deficiente desde que llegó al cargo hace dos años. El señor Correa es de corte de izquierdas populista y se ha unido al venezolano Hugo Chávez, el boliviano Evo Morales y el Presidente de Nicaragua en los que se conoce como la Alianza Bolivariana para América Latina y El Caribe (ALBA). Correa es muy popular entre la clase más bajas y rurales pero en las grandes ciudades no cuenta con tanto apoyo. Un taxista de Quito sería la clase media y gente como él no está muy contento con el Presidente. El taxista me dice que vaya a todos los sitos en taxi, que Quito puede ser muy peligroso de noche. Me quedo con la recomendación.
Me instalo en el hostal Centro del Mundo donde pago 7.5 USD por una habitación individual con baño. Este hostal es el típico de mochileros y está lleno de extranjeros.
Como se ha hecho demasiado tarde decido quedarme en el hotel y aprovechar mañana mejor. El resto del día lo paso charlando con otros viajeros ingleses y suecos en la sala de televisión. Varios somos los que hemos estado en Colombia y juntos intentamos convencer a los que todavía no han estado a que vayan. Todos los viajeros con los que me he encontrado coinciden conmigo: COLOMBIA ES UNA MARAVILLA! Es bueno coincidir con otros viajeros ya que sacas un montón de ideas y además compartes recuerdos y experiencias.
Me ceno unos espaguetis a la boloñesa y unas patatas fritas con queso y boloñesa que tardan en servirme una hora y media.
Llamo a Viviana a Colombia y charlo con ella un buen rato. Vivi, te echo de menos!
Me veo una peli en el ordenador y estoy dormido a las 00.00.
Me levanto a las 08.00 y desayuno en el hostel con otros viajeros. El ambiente es bueno, pero las paredes son de papel y no he podido dormir mucho. Así las cosas decido cambiarme a algo un poco mejor.
Cuando voy a pagar me comunican que tengo que pagar un 12% de impuestos, cosa que me jode bastante (no por el dinero sino porque no lo incluyan en el precio).
Sólo tengo un billete de 100 USD y aquí eso es como si no tuvieras nada porque no te lo aceptan en casi ningún negocio. Al final me tengo que ir a un supermercado y comprar alguna cosa para que me den cambio. Para mi sorpresa veo chorizo Palacios español y, aunque estaba a precio de oro, me compro uno junto con una buena barra de pan y dos latas de aceituna de La Española (ole, ole y ole!).
Con el dinero cambiado y cancelada mi deuda con el hostel me instalo en el Amazonas Inn, un hostal de que está de puta madre (16USD con Wi-Fi y habitación individual bastante buena y moderna).
Por 3 USD me cojo un taxi que me deja en el Centro Histórico. El taxista es Ramón, quien vivió en Murcia tres años y medio y que se fue de España un poco quemado. Como muchos otros mandaba casi todo el dinero a casa. Ecuador es un país de emigrantes (de sus trece millones de habitantes, se calcula que una cuarta parte vive en España, EE.UU, Italia o el resto de Sudamérica).
El Centro Histórico de Quito es bien bonito y cuando se está aquí a uno no le extraña que fuera la primera ciudad del mundo a la que se otorgara el estatus de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1978. Esta parte es la colonial y sus primeros asentamientos datan de antes de los Incas. Fue fundada por el rey Qitumbe en honor a su padre, el Dios Sol (“Quitu”) y de ahí viene el nombre de Quito.
Esta parte de la ciudad está llena de iglesias y de edificios interesantes, pero uno se puede contentar con simplemente perderse por sus calles y plazas. Incluso andando me parece que estoy por al Madrid de Los Austrias.
Ramón me deja en la Plaza Grande (también conocida como “Plaza de la Independencia”). Aquí se encuentra la Catedral Metropolitana, la Iglesia del Sagrario y el Palacio de Gobierno. Coincido con una manifestación contra el gobierno.
Tengo alguna postal que mandar y me voy a la oficina de correos. Junto con Colombia, Ecuador es el país de donde es más caro mandar una postal (2 USD para América, 2.5 USD para Europa y 3 USD el resto del mundo).
De ahí me voy a ver el Teatro Bolívar que se quemó hace diez años. Es un teatro precioso que incluso quemado mantiene todavía su encanto y ese toque decadente.
De ahí me voy a la Plaza de santo Domingo y me meto en La Ronda, una calle peatonal preciosa al sur del Centro Histórico. La Ronda recuerda muchísimo a España, con sus edificios blancos con balcones. Además hace un día soleado y precioso y se me hace difícil imaginar lo lejos que estoy de casa porque objetivamente no lo parece.
Intento entrar en el Museo de la ciudad, pero está cerrado. Veo a dos rateros que me llaman y que parecen estar esperando a algún extranjero despistado. El Centro Histórico es seguro pero aún así hay que estar alerta de este tipo de gente.
Sigo con mi paseo y me meto en la Iglesia de La Compañía (2 USD). Es una pena que no dejen hacer fotos, porque el interior es espectacular. La Compañía fue construida por los jesuitas entre 1605 y 1768, es conocida como “La Capilla Sixtina de Quito” y está considerada por muchos como la iglesia más bonita de toda América. Como en la Iglesia Museo de Santa Clara en Bogotá, La Compañía no deja ni un solo centímetro que no esté decorado o pintado. El ambiente es espectacular y aprovecho la belleza del sitio para leer me guía de Ecuador y planear mis próximos días de viaje en un banco mientras suenan unos coros.
De ahí me voy a la Plaza de San Francisco, pero la homónima Iglesia que allí se encuentra está cerrada, así que decido que ya es hora de comer.
Me meto en un pequeño restaurante especializado en “ceviche” y “guatita”. Por 5 USD me pido una Bandera (o Bandeja) en la que te viene un poco de Guatita (callos con una salsa de manís o cacahuete), Ceviche de Camarón (gamba marinada con salsa de limón, tomate, cilandro y cebolla) con un poco de arroz y aguacate en medio. Al lado me sirven un plato de palomitas y maíz tostado. El plato está bien bueno, aunque los callos con garbanzos con mucho pan de Madrid me convencen más que la guatita.
De ahí vuelvo a la Plaza Grande para ir a la Plaza del Teatro (donde está el Teatro Nacional Sucre) y acabar en La Basílica.
La Basílica (2USD) se empezó a construir en 1892 y es un edificio bastante impresionante. Oficialmente se conoce como la Basílica del Voto Nacional y fue construida con los misioneros oblatos. No sé quiénes eran estos misioneros pero desde luego pusieron en un sitio envidiable para ver la ciudad. Se puede subir a las torres y desde allí las vistas son maravillosas. Además tienes en frente el Panecillo que es una colina al sur de la ciudad que se ve desde cualquier sitio del centro.
Ha sido un día bastante ajetreado y me cojo un taxi de vuelta a mi hotel, donde acabo haciendo videoconferencia de dos horas con Viviana (qué bueno eso de tener un ordenador y Wi-Fi en el hotel!) mientras me tomo tapitas de chorizo con aceitunas españolas. Buenas noches.
Me levanto a las 06.30 y hago mi sesión de ejercicio. Las calorías perdidas las recupero pronto comiendo el chorizo que me quedó de ayer mientras hago videoconferencia con Kevin, me querido amigo de Madrid. Tronco, tengo muchas ganas de verte!
A las 10.00 me cojo un taxi en dirección a La Casa de la Cultura. Este sitio es un complejo cultural con varios museos como el del Banco Central, un museo colonial y de arte y hasta uno de instrumentos musicales. También cuenta con teatros y cines.
Mi interés sólo se limita al Museo del Banco Central por cuya entrada pago 2 USD. Hay muy poquita gente, se ve con tranquilidad y tiene salas dedicadas a arqueología, Historia moderna y arte colonial (lo que más me agrada en que en varias de las salas hay hilo musical súper apropiado).
De ahí me cojo otro taxi y me voy a la zona de Bellavista, barrio con clase de la ciudad donde se encuentra el museo La Capilla del Hombre (3USD). Este sitio está en una colina desde donde se ve la ciudad de maravilla con el inmenso Volcán Pichincha al fondo. Este paisaje lo pintó muchas veces el pintor Oswaldo Guayasamin desde este mismo sitio. No conocía a este pintor y me ha encantado. Aquí puedes ver muchas de sus obras y sus series de “Pichinchas” son fabulosas. En el complejo se encuentra la casa del pintor quien mandó construir la Capilla para dedicarlo al sufrimiento de los residentes de la Américas antes y después de los españoles. La visita está genial y además una guía te explica todos los cuadros de manera gratuita. Este sitio me ha encantado y ha sido todo un descubrimiento este pintor de quien a partir de ahora pienso saber más. Su cuadro que se expone debajo de la Capilla, “El Toro y el Cóndor” me ha encantado.
De ahí me cojo otro taxi hasta donde sale el Teleférico (5USD). Este teleférico sólo lleva tres años y te lleva desde los pies del Volcán Pichincha hasta una altitud de 4050 metros. El trayecto es de dos kilómetros y medio y las vistas son impresionantes. De hecho hay momentos en los que uno siente un poco de vértigo y todo. Desde luego merece la pena (y mucho) pagar los 8USD que cuesta el billete de ida y vuelta.
Una vez arriba las vistas de Quito son de esas que nunca olvidas. Es una ciudad enorme y desde arriba te das cuenta de sus dimensiones. Además arriba lo que crece a estas altitudes es puro páramo, dándole un ambiente extraño y sano a la experiencia de subir.
Arriba conozco a Siara, Miguel, María, Idoia, Lierni, Enki, Miriam y Erika, un grupo de estudiantes de la Universidad del País Vasco. Llevan en Ecuador unos días y van a estar aquí todo el verano trabajando con Ekilora Munduan, una ONG dedicada a la cooperación con comunidades indígenas en temas de educación. Todo el tiempo lo van a pasar en el Oriente, es decir en la zona del Amazonas, con tribus indígenas. Son una gente estupenda y me voy con ellos a la zona de La Mariscal a tomar una cervecita. Estoy con ellos una hora larga. Son un grupo estupendo y además me invitan a la cerveza. Desde aquí os deseo todo lo mejor, chicos!
Ya me habían advertido que este barrio es muy peligroso de noche, pero no me esperaba que nada más anochecer, a las 19.45, ya estuviera con gente con capuchas y aire siniestro en casi todas las esquinas. Es un barrio muy bonito de día pero muy intimidatorio de noche. Además mi paseo de apenas tres manzanas desde el bar hasta mi hotel noto que una pareja me está siguiendo y me tengo que meter en un bar. El encargado me dice que sí parece que me están siguiendo así que me pide un taxi para una manzana y media! Es acojonante, jamás me había pasado nada así y cuando le digo al taxista que me lleve a una manzana y media ni siquiera parece sorprenderle. Cuidadito con este barrio!
Acabo la noche haciendo conferencia con mi querida amiga Viviana. Un beso desde aquí, fea!
Estoy dormido a las 23.00.
Me levanto a las 06.30 y espero a que haya amanecido bien para ir al cajero a sacar pasta. He de decir que lo de ayer por la noche me intimidó un poco y he salido a la calle con un miedo quizás un poco irracional. Es curioso pero estar viajando de un lugar a otro te hace estar con demasiado dinero encima muchas veces y el proceso de sacar dinero en sitios peliagudos no es lo que más me suele apetecer. De todas maneras prueba ser un miedo injustificado porque a las 07.00 de la mañana lo único que hay es gente andando yendo a trabajar.
Me cojo un taxi a la terminal de transportes (hay un atasco de cojones) y me pillo un billete al primer autobús que sale en dirección a Latacunga, mi próximo destino. El trayecto es de dos horas y media (de los cuales la mitad la inviertes en salir de Quito) y pasas por unos paisajes espectaculares. Esta zona de la sierra Central se conoce como la Avenida de los Volcanes. En la Sierra Central vive casi la mitad del país y parece que casi toda la superficie terrestre está cultivada (incluso hay cultivos hasta a los 4000 metros de altitud). Esta zona es muy buena para el cultivo ya que tiene doce horas de sol todo el año, la tierra es volcánica y además hace una combinación ideal de altitud y humedad que hace que aquí crezca casi cualquier cosa. En esta zona se cultivan muchas flores que luego se exportan al extranjero (Ecuador es el mayor exportador de flores del mundo e incluso los holandeses les compran sus famosos tulipanes).
Latacunga es una pequeña ciudad de 50 mil habitantes cuya Historia está vinculada al volcán Cotopaxi. El Cotopaxi ha destruido y cubierto la ciudad en cenizas bastantes veces.
Me instalo en el Hotel Cotopaxi en la Parque Vicente León, donde pago 10 USD por una habitación individual con vistas de privilegio al Parque.
Dejo mis cosas y me voy a contratar una excursión al Volcán Cotopaxi. Después de visitar unas cuantas agencias arreglo el viaje de dos días con la agencia Tovar. Pago 200 USD, lo cual es un poco más de lo normal pero me aseguro de tener mi propio guía y no depender de que si voy en grupo y a alguien le pasa algo todos tengamos que bajar. Me he propuesto subir a la cima de esta montaña, la cual con sus 5897 metros, es el volcán activo más alto del mundo. Por lo visto el ascenso a la cima no es difícil pero llevamos unos días con muy mal tiempo y no me pueden asegurar nada. Me recomiendan que a partir de ahora no pare de beber y ver agua para minimizar el mal de altura, cosa que no para de hacer el resto del día.
De ahí me voy a un asador donde me tomo un caldo de pollo y un plato de cordero con patatas buenísimo.
Vuelvo al hotel a echarme una siesta para luego darme una vuelta por la ciudad. Latacunga es una ciudad bastante aburrida y en una hora te das cuenta de que no tiene mucho más que ver que el propio Parque Vicente León y un par de calles más.
Decepcionado vuelvo a mi habitación donde paso la tarde haciendo ejercicio y escribiendo mientras de fondo, en la tele, no hacen más que hablar de la muerte de Michael Jackson.
Me duermo a medianoche y, haciendo cuentas, hoy habré ido a mear por lo menos unas veinte veces. Qué todo esto sea por evitar el mal de altura!
Me levanto a las 07.00, hago mi sesión diaria de ejercicio y me voy a desayunar al asador de ayer. Es un sitio muy popular, bien de precio y con unos platos buenísimos.
Me tomo un caldo de gallina y un zumo de taxo (sabor que me recuerda al de tomate de árbol). Sigo bebiendo mucha agua e inevitablemente no hago más que ir al baño.
A las 10.30 estoy en Tovar y conozco a Yann y a Marion una pareja encantadora francesa. Ellos van a hacer la subida conmigo y con nosotros subirán Joaquín y Diego, nuestros guías. Joaquín y Diego son súper educados y parecen ser muy profesionales.
Dedicamos más de media hora a probarnos la ropa para la subida al Cotopaxi y a las 11.15 salimos los cinco en dirección al Parque Nacional del Cotopaxi. Nos paramos en restaurante de montaña donde tomo mi primer mate de coca y un plato de pollo con arroz y ensalada.
El paisaje del parque es precioso pero hace un frío de pelotas. A las 13.15 llegamos al parking del volcán que se encuentra a 4500 metros de altitud. Se ha puesto a llover. Durante casi una hora andamos hasta el refugio de la montaña que se encuentra a 4800 metros de altura. A esta altitud es increíble lo fácil que uno se cansa con cualquier movimiento. Y no es que haya menos oxígeno pero es que la presión atmosférica es mucho menor y para respirar uno tiene que hacer más esfuerzo de lo normal.
En el refugio hace bastante frío pero consigo echarme una siesta de una hora hasta que nos llaman a cenar. En el comedor conozco a Amaya y a César, un matrimonio de Madrid a quien le encanta la montaña y que ha dejado a sus dos niños con sus abuelos para poder aprovechar tres semanitas en Ecuador. Acaban de estar en Galápagos y les ha encantado. Cuando entre en el país decidí no volar a Galápagos porque cinco meses en el Pacífico ya me dio una idea de cómo es esa región del mundo, pero empiezo arrepentirme.
Después de tomarme unos espaguetis que no se los desearía ni a mi peor enemigo y de charlar un rato con la pareja madrileña me voy a mi cama a intentar dormir un rato. A las 23.00 nos despertaran para iniciar el ascenso por la noche! En las cuatro horas que paso en la cama voy dos veces más a mear!
Hoy es la primera vez en mi vida que desayuno a las 23.30 de la noche y la sensación es rara. Nos tomamos un yogurt con cereales y un café bien cargado por persona y nos ponemos todo el equipo encima. Fuera hace un frío de cojones y no alcanzo a entender porqué el refugio tiene los baños fuera.
A las 00.00 salimos del refugio en dirección a la cima. La razón de salir a esta hora es porque con el frío y la falta de sol hay menos probabilidades de avalanchas y que el hielo por donde vamos a andar y escalar se quiebre. Así las cosas lo esencial es ir con tu linterna, ir en fila india y seguir las instrucciones de los guías.
Vamos bien protegidos con ropa especial y agradezco el tener un poco de perilla que me protege algo la cara.
Empezamos a una altitud de 4800 metros y tu cuerpo tiene que ir muy despacio pero parar lo menos posible. Cuando más paras más se te enfría el cuerpo por lo que lo ideal no es parar demasiadas veces pero ir a un ritmo lo suficientemente lento que no requiera parar. Y pensé que por lo menos íbamos a poder charlar, pero el viento es fuerte y es casi imposible hablar. Así las cosas lo único que haces es ir pasito a pasito concentrándote solo en eso, y dejando las preguntas sobre la política y costumbres locales para luego.
Después de un rato andando Diego me enseña unas luces que se ven a lo lejos y me dice que es Quito! Es increíble estar en un sitio y en una situación así. Está todo oscuro e incluso Quito parece un pequeño pueblo desde esta distancia. Una población de casi dos millones y medio de personas que sólo representa un conjunto de luces delante de ti.
Seguimos con el ascenso y llega el punto donde llegamos a lo es que puramente hielo, por lo que tenemos que ponernos los crampones en las botas y unirnos con cuerdas. Yo estoy unido con Diego mientras que Yann y Marion están con Joaquín.
Con los crampones uno se siente muchísimo más seguro y seguimos el ascenso durante casi una hora más. Diego y yo vamos a un ritmo más rápido que nuestros compañeros y nos paramos en una especie de canal natural de hielo. Después de quince minutos esperando vemos que el otro grupo no ha llegado. Diego echa un vistazo a la pendiente y me dice que parece que los demás se han debido de volver al refugio y me pregunta si quiero subir. Yo la verdad es que me encuentro de puta madre y he venido a subir a la cima. El tiempo ha empeorado muchísimo y Diego me dice que lo de la cima va a ser imposible pero que si que podemos intentar subir hasta donde podamos. La verdad es que ya me he hecho a la idea de no subir a la cima y no me importa. Lo único que quiero hacer es subir lo más que pueda sin arriesgar y disfrutar la experiencia. Me encanta ese pensamiento y creo que en estos meses de viaje he adquirido una madurez que me hace ver las cosas de una manera diferente. No se trata de lograr cosas sino por lo menos de intentarlo, no quedarte con las ganas y disfrutar todo lo que puedas en el proceso. Si hoy hace muy mal tiempo y no se puede subir por lo menos no se debe a que yo mismo me he puesto la limitación.
Con espíritu positivo seguimos subiendo y subiendo hasta llegar a una ladera donde la nieve, viento y frío eran horribles. Estamos a 18 grados bajo cero y el viento es tan fuerte que me hace perder el equilibrio un par de veces. Miro hacia arriba y la cosa parece ser todavía peor, así que acuerdo con Diego el llegar a los 5300 metros y dar por concluida la intentona.
A los 5300 metros jamás había estado y me encuentro de maravilla. Estoy totalmente aclimatado a la altitud gracias a que llevo un par de semanas por Los Andes y de que he hecho lo que me había recomendado: beber mucha agua y subir lentamente.
Llegamos de vuelta al refugio a las 04.00 de la mañana más o menos y vemos que todo el mundo ha abortado misión. De hecho los madrileños César y Amaya ni siquiera han querido intentarlo por el mal tiempo. A mí me alegra haberlo intentado.
Al llegar el refugio toda la ropa la tenemos acartonada por el hielo, como si se hubiera congelado. Sólo salen placas de hielo de nuestra ropa. Es flipante el frío que hace y me meto en el saco con los pies mojados.
Dormimos tres horas y media más, tiempo en el que apenas consigo dormir por el frío.
A las 08.00 salimos de refugio y andamos hasta el parking de la montaña, donde nos espera nuestro 4X4. Marion y Yann ayer se empezaron a encontrar bastante mal y por eso decidieron no subir más. La verdad es que el mal de altura es lo peor que te puede pasar aquí. Ayer nadie consiguió subir a la cima.
A las 11.00 estamos de vuelta en Latacunga. Ha sido una experiencia muy gratificante por el reto y por haber salido de mi zona de confort y haber intentado llegar hasta tan alto. De hecho es lo más alto que he estado en mi vida. De todas maneras pasará un tiempo hasta que vuelva a hacer algo así porque la verdad no es lo que más me gusta en el mundo. Los 18 grados prefiero que estén sobre y no bajo cero.
Me despido de Marion y de Yann, pero quedamos en vernos en un par de de días en la ciudad de Baños. Ellos irán hoy pero yo tardaré un día más.
También me despido de Diego, el maravilloso guía que me ha acompañado estos dos días. A pesar de tener sólo 22 años tiene una madurez increíble. Lleva toda la vida subiendo a la montaña y es con diferencia el guía más joven que hay por aquí. No obstante es de una profesionalidad y seriedad fuera de lo común y su ambición ha hecho que con su edad esté montando su primera empresa como guía de montaña. No podría recomendar mejor a Diego sino poniendo aquí su dirección de email (diego-andes@hotmail.com) y la página web que está creando de su empresa (www.andesclimbing.com). Si algún día estáis por Ecuador y queréis hacer algo de montaña contactadle que conmigo se ha portado de maravilla y ha hecho un trabajo fabuloso. Diego, campeón, desde aquí te mando un fuerte abrazo, te deseo lo mejor a ti y a tu familia y deseo que tu aventura profesional te acabe dando todo lo que te propongas!
Me instalo en el Hotel Cotopaxi, donde me dan la misma habitación que hace dos días. Me doy una merecida y relajante ducha de media hora.
Mi objetivo para hoy es proveerme de un poncho para la lluvia (llevo desde Hawái sin uno), cortarme el pelo (el de la cabeza) y comer cuy para ver cómo lo preparan en Ecuador. Pues bueno, del dicho al hecho hay un trecho! Por un lado parece haber una conspiración entre las tiendas y ninguna tiene ponchos para la lluvia. Por otro lado parece que todos los varones de la ciudad han decidido ir a la peluquería el mismo día que yo y todas están llenas de gente. Además el sitio donde pensaba comer cuy está abarrotado de gente y tengo que esperar un tiempo que mi estómago no me permite.
Al final como un solomillo con patatas en el Hotel Rodelu (muy bueno, 8USD) y me doy un paseo por la ciudad. Latacunga es bastante aburrida y después de un rato me retiro a la habitación de mi hotel donde me echo una siesta y paso la tarde escribiendo en mi querido diario. También preparo los próximos tres días de viaje.
A las 23.00 estoy en la cama totalmente dormido, después de 24 horas que me han hecho intentar escalar el volcán activo más alto del mundo y haber intentado cortarme el pelo, comprar un poncho y comer cuy sin haberlo conseguido. Lo importante es nunca dejar de intentar la cosas, no?
Hoy me levanto a las 06.00 y me preparo para un día muy largo. Esta noche dormiré en la ciudad de Baños pero antes de dirigirme a allí quiero visitar la Laguna de Quilotoa.
Para llegar a La Laguna me cojo un bus que me deja en el pueblo de Zumbahua (2 horas, 1.5 USD). Hoy es sábado y aquí se celebra el mercado de la semana. Hay bastante gente y se vende de todo, pasando por comida hasta animales como llamas.
En la plaza conozco a Giovanni, un local que se ofrece a llevarme en furgoneta a Quilotoa por 5 USD. El trayecto es realmente precioso y además me puedo parar para hacer fotos del paisaje. Giovanni tiene 27 años y tiene tres hijos. Me dice que está contento porque ya tiene dos varones y una niña pero no quiere tener más para asegurar una educación a todos. Es una persona que hablando transmite buen humor y paz. Le encanta mi cámara de fotos, cosa que me llega a preocupar un par de momentos.
Después de media hora llegamos a La Laguna de Quilotoa (entrada 2 USD) y me despido de mi conductor.
La laguna prueba ser un sitio impresionante de una belleza que espero que las fotos y el video hayan podido reflejar. Al igual que la Laguna de la Cuicocha el agua se encuentra en el cráter de un volcán y por los minerales y sulfuro que hay disuelto en su agua el baño no es una opción. De hecho la Laguna tiene un color turquesa debido a ese cóctel volcánico.
A las 10.20 empiezo a dar la vuelta y me he propuesto darla lo más rápido posible para ver qué tal estoy de resistencia. Tardo tres maravillosas horas en las cuales puedo disfrutar al paisaje como un niño. Acabas viendo la Laguna desde un montón de perspectivas distintas (incluso hay una parte con su fina arena blanca te da la sensación de que estás en la playa).
A las 13.30 sale un autobús que va directo a Latacunga (2USD). Genial porque así no tengo que hacer cambio en Zumbahua. Pues bueno, cuando coges un bus en Ecuador, las cosas no son tan ideales como parecen: se para en la Plaza de Zumbahua más de una hora! Ya os había comentado esto, pero aquí los buses no salen hasta que están llenos de gente y ya puedes tener toda la prisa que quieras que sólo te queda armarte de paciencia o comprarte tu propio autobús y poner tus normas.
Durante el trayecto me siento al lado de una anciana que apenas habla castellano. Aquí mucha gente sólo habla Quechua.
Llego a Latacunga a las 16.00, cojo mis cosas en el hotel y corriendo me voy cerca de la terminal de buses, concretamente en el puente de San Felipe que es de donde sale mi autobús en dirección a Baños a las 17.00 (2 USD). Este autobús pasa por Ambato y, como era de esperar, se queda más de media hora dando vueltas por su centro para coger a gente.
A las 19.00 he quedado con Yann y Marion en su hotel en Baños y odio llegar tarde a los sitios. Supongo que la lección es que siempre tienes que ir con un colchón de tiempo si viajas por Ecuador porque os aseguro que jamás llegan a tiempo. Lo único que compensa mi impaciencia es el impresionante paisaje mientras anochece, en especial llegando a las cercanías de Baños con su imponente Volcán Tungurahua.
A las 19.00 llegamos a Baños y me voy directamente a ver a Yann y Marion para confirmar si en su hotel hay habitaciones libres. Veo a Yann y en su recepción me dicen que no hay sitio, así que quedo con mis amigos a las 19.30 para que yo me pueda instalar en otro hotel.
Al final me instalo en el más que decente Isla de Baños, un hostal de dueño alemán, que es muy tranquilo, con habitaciones estupendas, desayuno incluido y Wi-Fi por 20 USD por noche.
A las 19.30 estoy en El Chozón de la Molienda cenando con mis amigos franceses. Me tomo una deliciosa parrillada por 10 USD que acompaño con una cerveza Pilsener. El sitio es estupendo y además estoy con una pareja encantadora.
Me quedo charlando con mis amigos hasta las 22.30, hora la que me voy a mi hotel a dormir.
Hoy quería dormir muchas horas, pero mi cuerpo está muy acostumbrado a levantarme pronto y no consigo dormir más tarde de las 07.00. Hago mi sesión de ejercicio y me tomo el desayuno en el hotel.
Con el estómago lleno salgo a la calle a descubrir la ciudad. Baños es una ciudad que se encuentra en un entorno excepcional. Está rodeado de montañas, de cuyas laderas salen cascadas y sus cimas no las puedes ver por las nubes. Todo un ambiente muy montañero y saludable.
Baños es una ciudad que ha sabido sacar el mayor provecho posible a su relación con los volcanes y desde hace muchísimos años es destino de miles y miles de turistas que van a algún tratamiento de belleza, spa o simplemente un baño. No se puede negar que Baños es muy turística. Ni siquiera en Otavalo había visto a tanto turista. Además es fin de semana por lo que está abarrotado de Ecuatorianos también. Baños además se ha convertido en la capital de los deportes de riesgo en Ecuador y por esa razón me recuerda un poco a Queenstown de Nueva Zelanda. Baños es una ciudad resort cuyo atractivo pasa precisamente por hacer senderismo por sus alrededores, hacerte masajes, pasar por sus baños y spas y comer y cenar en alguno de sus muchos restaurantes. A parte de eso la ciudad en sí no tiene mucho atractivo.
Me doy un paseo por sus calles y contrato una excursión de rafting para mañana por la mañana en una de sus cientos de agencias de turismo (yo contrato con GeoTours, 30USD). Visito la Iglesia de Nuestra señora del Agua Santa, que por lo visto es lugar de peregrinación para muchos y paso por delante de la Cascada Cabellera de La Virgen.
Después me acabo metiendo en el Spa Nueva Vida y contrato un paquete de dos horas que incluye baño de cajón, hidromasaje y masaje facial y corporal (35 USD). Llevan sólo tres meses abiertos. Nancy es la dueña y es simpatiquísima y mientras me doy los baños de cajón tengo la oportunidad de charlar largo y tendido con ella. Calculo que tendrá unos cincuenta años pero ha tenido una vida llena de experiencias. Tuvo su primer hijo a los 15 años a quien perdió apenas hace unos meses en un accidente de tráfico en Zaragona, España. Tres de sus hijos viven en España y está inmensamente orgullosa de ellos. Se le ve una persona de unos valores arraigados y muy trabajadora. Esa actitud ante la vida le ha permitido tener varios negocios de hostelería. Abrió el Spa hace unos meses y lo gestiona a la vez que un restaurante a la vuelta de la esquina.
Nancy es quien después me hace un maravilloso masaje de 70 minutos.
Después de la sesión en Nueva Vida tengo un hambre de pelotas y me voy a un restaurante del centro a comer cuy (conejillo de indias). Ya comí cuy en Ipiales (Colombia) y quería ver la diferencia y he de decir que me gustó más la vez anterior. Ahora sé que la parte que más me gusta es la delantera (la trasera tiene demasiada grasa). El plato, acompañado de una Coca-Cola, me cuesta 8USD.
Después vuelvo al hotel, donde me echo una siesta y escribo durante un par de horitas.
A las 20.00 quedo con Marion y Yann y cenamos en el restaurante del Hotel Dusseldorf. Me sirven una pizza como para un equipo de rugby. Mis amigos hoy han hecho rafting y les ha encantado. Me dicen que según te diriges al río paras en un puente donde te dan la opción de saltar por 15 USD. No tenía pensado hacerlo pero como me lo han mencionado me empieza a entrar un gusanillo en el estómago, así que no sé, no sé. Ya veremos… Charlo con mis amigos un buen rato. Son unas personas encantadoras y parece que hoy nuestros caminos se separan. Ellos mañana se van a la zona del Amazonas y yo me iré en dirección sur. Amigos, me ha encantado compartir los últimos días con vosotros y desde aquí deseo que lo paséis genial el resto de vuestras vacaciones. Que sepáis que mi casa es vuestra casa y que espero volver a veros en París, Londres o Madrid! Un abrazo enorme.
A las 22.30 estoy de vuelta en mi hotel, donde me veo un peli en la tele antes de dormirme.
Me levanto a las 07.00, hago mi horita de ejercicio y desayuno en el hotel.
A las 09.00 estoy en la agencia de viajes GeoTours preparado para una mañana de rafting. Al igual que con los autobuses, que te digan que la excursión empieza a las 09.00 es sólo una manera de hablar. A lo mejor se refiere a las 09.00 en otro lugar del mundo donde haya un uso horario diferente porque os puedo decir que salimos a las 11.00. La espera la paso con Belinda, una australiana de Sídney de 30 años que lleva cinco meses viajando por Sudamérica. Empezó su viaje en Chile y le robaron todo en Perú, sitio del que no tiene muy buen recuerdo. Después de Ecuador subirá a Colombia, por lo que le recomiendo unos cuantos sitios para visitar. Es una chica de buen sentido del humor y me sorprende cómo se desenvuelve tan bien viajando por este continente si apenas hablar una palabra de castellano.
Como decía, a las 11.00 sale nuestro autobús. La carretera va en paralelo al río Pastaza, pero el rafting comienza a unos cuantos kilómetros de aquí. Cruzamos uno de sus afluentes y allí nos paramos. Es en el puente de este afluente donde la gente salta. Llegó la hora de la verdad y decido que, qué cojones, me voy a tirar. Aquí pagas sólo si sales vivo, lo cual desde el punto de vista de marketing es genial. Pasé por Macau y no salté de la Macau Tower porque fui un gilipollas. Pasé por Auckland y no salté de la Sky Tower por no haber reservado el salto (es decir por gilipollas también). Hoy tengo la oportunidad de saltar y nada me lo impide. Me armo de valor y salto al vacío de 45 metros que me separan de la rocas del río y he de decir que es una de las sensaciones más maravillosas que he vivido en este viaje! La sensación es única y a diferencia con el paracaidismo en tándem, aquí eres tú quien tiene que decidir saltar. Creí que nunca iba a hacerlo pero desde hoy ya digo que lo pienso repetir en el futuro.
Con el corazón todavía a 100% cumplo con mi parte del contrato y le pago al señor del puente los 15USD que le debo por haber sobrevivido y me meto en la furgoneta.
A las 13.00 llegamos al punto de donde sale nuestro rafting. Nos acompaña un padre y una hija de Israel, quienes al igual que muchos de sus compatriotas, demuestran ser bastante egoístas y poco considerados con los demás. Me duele decir esto, pero preguntad a cualquier guía del mundo y os dirá de qué nacionalidad no quiere oír hablar cuando le asignan turistas.
El descenso por los rápidos del río dura poco más de una hora, es de clase III y el paisaje es maravilloso. El Pastaza es afluente del Amazonas y uno puede intuir la selva aunque sea de una manera secundaria. Totalmente recomendado! Además volcamos y todo!
Después nos vamos a un restaurante donde comemos trucha (los israelís se han quedado en el coche comiendo su propia comida, todo en plan muy sociable).
Estamos de vuelta en Baños y me despido de Belinda deseándonos lo mejor en el resto de nuestros viajes.
Paso la tarde descansando en hotel, escribiendo un poco y viendo la tele.
A las 20.30 llamo a Vivi a Colombia y charlamos durante una hora. Sale caro esto de tener amistades en el extranjero, eh??!!
Al salir de mi cabina del locutorio, hablo en Stephan, el dueño. Él es alemán y lleva en Ecuador cinco años. Su español es perfecto y además está casado con una ecuatoriana con quien tiene un niño pequeño. Me dice que la vida en Alemania es demasiado cara y que Ecuador le da la calidad y comodidad que él espera. El empezó importando teléfonos móviles, pero hace dos años, cuando Correa llegó a la presidencia, se puso un impuesto del 35% a las importaciones y le jodió el negocio. Huelga decir que Stephan no está muy contento con el Presidente. Desde entonces montó esté locutorio de Movistar y me dice que está contento. Piensa quedarse aquí de manera indefinida ya que las comunicaciones con Europa son fáciles y todos los años ve a sus padres. No obstante dice que por el bien de su hijo acabarán volviendo a Alemania para que pueda estudiar allí. El locutorio de Stephan es uno de los millones que debe de haber en todo el país. Aquí no se compran minutos en la calle como en Colombia pero en cambio cada diez metros tienes u locutorio.
Después de darme un vueltecita estoy en el hotel a las 23.00. Enciendo el ordenador y coincido con mis padres en Videoconferencia. Charlo con ellos y les cuento mis planes para los próximos meses hasta las 02.00. OS ECHO MUCHÍSIMO DE MENOS!!!!!!
Me despierto a las 06.30 y casi no he dormido. Llevo unos días durmiendo bastante mal y decido no tomar más Coca-Cola hasta nueva orden. No soy una persona que duerma demasiado pero me preocupa no tener sueño después de 4 horas en la cama y no es la primera vez que me pasa.
Después de hacer mi ejercicio y de desayunar me cojo un taxi que me deja en El Salado, unos baños termales a un par de kilómetros de la ciudad, justo dentro del cañón del Arroyo Bascún. El Salado se encuentra a los pies de un volcán y sus aguas son calientes por la actividad volcánica. Al igual que en otras ciudades ecuatorianas, la Historia de Baños está unida a la actividad volcánica y sísmica. Muchas veces ha tenido que ser evacuada siendo en 1999 la última vez. Aquella vez hubo una amenaza seria de erupción y el ejército obligó a la gente a salir de la ciudad. La gente no volvió hasta después de cuatro meses, y muchos se encontraron con sus casas y negocios saqueados. No hay volcán que sea tan cabrón como lo puede llegar a ser un ser humano.
La entrada en El Salado cuesta 1.60 USD y allí paso un par de horas. No veo a ningún solo extranjero y estoy entre ecuatorianos. Muchos me preguntan de dónde soy y charlo con todo el mundo. Allí conozco a Karina y a Nicole.
Karina lleva ocho años viviendo en Madrid y aunque sea de Ambato, a pocos kilómetros de aquí, se considera vallecana. No está casada pero lleva de novia con un español desde hace muchos años y de esa relación ha nacido Nicole. Su novio español no ha querido ir a Ecuador porque cree que es peligroso. Karina es encantadora y me da sus datos y me dice que contacte con ella si necesito cualquier cosa. También conozco a Rivera, quien para nada aparenta los 75 años que tiene. Dice que el secreto es ir a estos baños a diario. De sus tres hijos dos viven en Madrid y una en Inglaterra y está orgullosísimo. Tener hijos en el extranjero le ha permitido a él y a su mujer el poder conocer Europa y están orgullosísimos de sus hijos. Anteriormente nunca habían salido de Ecuador. Me está encantando charlar con esta gente y conocer sus historias.
Después de dos horas jugando con las diferentes temperaturas de las piscinas me cambio y dejo El Salado. A la salida me encuentro con Karina, su hermana, cuñado y la niña quienes me llevan en coche a Baños. Karina se ofrece a darme una vuelta por Ambato a las 14.00 pero me dice que tengo que llegar a las 14.00. A ver si puedo!
Una vez en el hotel, recojo mis cosas y me voy a comer. Me meto en Mamá Inés, donde me como un caldo de pollo, una ensalada y un zumo de papaya.
De ahí me voy a la terminal terrestre donde me cojo un billete de bus a Ambato (1 USD). He quedado con Karina a las 14.00 en la terminal pero llego a las 15.30 y no puedo quedar con ella. Lamento haber llegado tarde pero ahora no tengo tiempo de quedarme porque quiero llegar a Riombamba cuanto antes y comprar el billete de bus de mañana que me llevará por la Nariz del Diablo. Karina, perdona que no te llamara, te debo a ti y a tu novio unas cervecitas en Madrid, ok? Un beso muy fuerte a ti y Nicole!
A las 17.30 estoy en Riobamba y me instalo en el Hotel Tren Dorado, justo al lado de la estación de tren. Me dan una habitación enorme por la que pago 12 USD. Dejo las cosas y me voy a la terminal y para mi decepción me dicen que el tren de La Nariz del Diablo está cerrado por mantenimiento y que me tengo que esperar al próximo miércoles para hacer el trayecto. La Nariz del Diablo me apetecía un montón, pero bueno, qué se le va a hacer! Ahora sé que llegaré a Perú por lo menos un día antes.
La tarde la aprovecho para cortarme el pelo (2USD, una desesperante hora para que me corten el pelo) y me doy un paseo por el centro. Riobamba es una ciudad de unos 125 mil habitantes y la verdad es que no me llama demasiado la atención. Quise ir aquí por lo del trayecto en tren, por lo que un paseo por la calles me parece suficiente. Esta ciudad no tiene muchos edificios antiguos porque ha sido destruida por terremotos varias veces! Algo que me llama la atención es que hay mucho más porcentaje de gente indígena que en otros sitios.
Hago la compra en un supermercado y me como un sándwich viendo una peli en la cama. Al poco tiempo se me cierran los ojos y durante las siguientes doce horas duermo como un niño.
Hoy me levanto a las 09.00 y he dormido como un campeón. Necesitaba una buena sesión de sueño y me encuentro de maravilla. Con el cuerpo a tope hago mi ejercicio diario y me tomo un buen desayuno antes de salir a la calle.
Me voy a internet un par de horas antes de recoger mis cosas y dirigirme a la terminal de buses.
Cojo un billete a Cuenca que sale a las 13.15 (6USD) y aprovecho la espera para llamar a España desde un locutorio. Hablo con mi querida hermana durante casi media hora. Te echo mucho de menos pequeña!
Como viene a ser costumbre yendo por Ecuador el trayecto en bus es espectacular. También como es costumbre el bus es asaltado por decenas de vendedores ambulantes. Se venden desde linternas, discos de música, libros, carteras para llevar dinero hasta todo tipo de comida. Yo me tomo una ración de la comida basura del país, las salchipapas (salchichas con patatas fritas). Una vez aparece una vendedora vendiendo “chochos” lo cual arranca mi risa. Me quedo con ganas de probar un chocho. Me tendré que comer uno la próxima vez para saber en qué consisten.
Durante el trayecto no paro de hablar con todo quien se sienta a mi lado. El primer tramo lo paso con una señora de unos 50 años, ecuatoriana, pero que lleva más de treinta viviendo en los Estados Unidos. Hacía nueve años que no venía y esta vez lo ha hecho con su hija de veinte. Su marido es “gringo” y todavía no ha pasado por Ecuador por los prejuicios que tiene del país. Eso nos da pie a hablar de cómo países sufren de una reputación no merecida, como es el caso de Colombia o Ecuador.
Después se me sienta al lado Sonia, otra cincuentona de los Estados Unidos quien tiene a una hija trabajando de profesora de inglés en el sur del país. Sonia le ha hecho una visita acompañada de su marido y de sus otras dos hijas. Les está encantando el país. También le llama muchísimo la atención mi vuelta al mundo y me hace un montón de preguntas. Es una señora muy agradable y que se pasa toda la conversación con la boca abierta disfrutando el espectacular paisaje.
Al final consigue sitio al lado de su marido con lo que vuelvo a tener otro compañero de trayecto. Esta vez charlo con Jorge, un cirujano de Cuenca que hace este trayecto tramo de viaje de dos horas dos veces al día para ir al hospital en el que trabaja. Jorge es un hombre instruido y con una opinión desfavorable con respecto a Rafael Correa, el presidente del país. Me dice que el país ha empeorado mucho los dos últimos años. Ecuador es un gran exportador de Petróleo, con lo que sus ingresos dependen en gran parte del precio internacional del crudo. Jorge me dice que en los años en los que el precio del crudo estaba tan alto, los ingresos Correa los ha destinado a crear un enorme aparato burocrático y que ni un solo dólar se ha invertido en el bienestar directo de la población.
El bus llega a Cuenca a las 19.45 y menos mal que he podido charlar con la gente que si no me hubiera pegado un tiro. Empiezo a estar hasta los cojones de tanto autobús.
Cuenca está en la Sierra Sur, ya no muy lejos de la frontera con Perú. Después de Guayaquil y de Quito, es la tercera ciudad más grande del país con cerca de medio millón de habitantes. Tiene un pasado precolombino muy rico (fue la ciudad rival de Cuzco como capital del Imperio Inca) y mantiene mucha arquitectura colonial así que constituye una parada necesaria antes de cruzar la frontera hacia el nuevo país.
Me instalo en el Hostal Macondo (21 USD por una habitación enorme, muy bien decorada y con Wi-Fi). En recepción me encuentro con Sonia y con toda su familia. Con la cantidad de hoteles que hay en la ciudad hemos ido a parar al mismo.
Una vez instalado me voy a cenar algo. Se ha hecho de noche y no se ve ni un alma por lo que opto por no perderme mucho por las calles y cenar algo en un restaurante justo en frente del hostal. Allí me vuelvo a encontrar con la familia norteamericana, quien me invita a que me siente a cenar con ellos.
En la mesa estamos Sonia y su marido Gary. También están Kari, Maia y Brit, las tres hijas del matrimonio. Finalmente está Mike, el marido de Brit y con quien vive en la ciudad de Loja (sur del país) enseñando inglés a todo ecuatoriano que quiera. Son una familia encantadora con quien puedo charlar largo y tendido sobre Ecuador, su país y el mío. Están muy al tanto del fútbol y de la última gran noticia del contrato millonario de Ronaldo por parte del Real Madrid. Hablamos de lo mucho que ha cambiado la imagen de los EE.UU desde que tienen a su nuevo presidente.
Nos quedamos charlando hasta casi las 23.00, hora a la que volvemos al Hostal Macondo.
Me veo una peli en la cama y estoy dormido antes de la 01.00.
Hoy me levanto a las 06.30 y por alguna razón apenas he dormido. Sin embargo decido no perder el tiempo en la cama si no voy a dormir y así aprovechar el día visitando la ciudad.
Como todos los días hago mi ejercicio. Puesto que lo incluyo en todas las entradas de diario os diré en qué consiste mi ejercicio: media hora de ejercicios como abdominales y flexiones y la otra media hora la dedico a practicar pasos de salsa! Llevo haciendo esto ya unas cuantas semanas y la verdad es que cada vez me veo con más fluidez en los pases básicos del baile latinoamericano por excelencia. Me han dicho que lo primordial es practicar mucho para que los pasos salgan automáticamente y eso es lo que estoy haciendo todos los días. Según pasan los días me siento con más confianza y disfruto más de la música!
Desayuno tranquilamente en el hotel (incluido en el precio de la habitación) y me lanzo a conocer la ciudad de Cuenca.
Hoy es jueves y el atractivo principal reside en el Mercado 9 de Octubre. Este mercado ahora está en un edificio nuevo justo al lado de la plaza donde solía estar. La verdad es que da la impresión de que todos los días está abierto y no creo que el jueves sea mucho más especial. Pero bueno, hoy es jueves, así que mejor que hoy no puede ser. Este mercado tiene tres plantas y aquí puedes encontrar todo tipo de carnes, pescados, tubérculos, frutas, verduras, granos, quesos, plantas, flores… También hay muchos puestos de comida que ofrecen horneados, ceviches, comidas preparadas y granos cocidos. El ambiente es bueno y se saborea un ambiente local muy atractivo. De hecho pienso volver a la hora de comer y almorzar en uno de sus puestos.
Sigo con el paseo, que me acaba llevando a la librería Carolina, regentada por un matrimonio norteamericano. Aquí consigo, por fin, una guía de Perú (37 USD).
Cuenca, a pesar de su tamaño grande, tiene un feeling de ciudad pequeña o de provincias. Es muy agradable pasear por sus calles y una delicia ver los muchos edificios coloniales que tiene. Además tiene mucho comercio y gente joven. No en vano también llaman a Cuenca el “Atenas de Ecuador” por la cantidad de universidades que tiene. Aquí también hay muchos extranjeros que pasan aquí una temporada para aprender castellano.
Llego al precioso Parque Calderón, que constituye el verdadero centro de la ciudad. En esta plaza se encuentran la Catedral Nueva y la Antigua y muchos edificios coloniales espectaculares. El centro de Cuenca es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Me meto en la Catedral Nueva, también conocida como la Catedral de la Inmaculada. Esta enorme iglesia se empezó a construir a finales del siglo XIX porque la Catedral anterior se veía pequeña. Se ideó para que fuera la Catedral más grande de Sudamérica y pudiera albergar a diez mil feligreses a la vez. A pesar de su tamaño no me parece demasiado especial y además por fuera, con su fachada rosada y sus domos azules, tampoco me enamora.
De ahí me voy a la Plazoleta del Carmen, donde hay un par de docenas de puestos de flores y una iglesia en la que me meto y me quedo sorprendido por su interior totalmente psicodélico (no sé cómo se llama pero no os la podéis perder).
De ahí dirijo mis pasos a la bonita Plaza de San Sebastián. Esta plaza me ha gustado especialmente por su cierto aire mediterráneo. Aquí se encuentra en Museo de Arte Moderno, donde me meto (gratuito).
El Museo de Arte Moderno es un sitio que me ha gustado mucho no por lo que ahí se expone sino por el atractivo de su edificio, sus paredes y sus patios. Este edificio fue una casa de temperancia (moderación), es decir para albergar a los borrachos y descarriados. Durante casi un siglo sus celdas dieron la bienvenida a criminales, mendigos, borrachos, locos y niños abandonados para luego convertirse en el museo que es hoy. Es interesante porque cada celda se ha convertido en una pequeña galería o sala del museo. Los patios están muy bien cuidados, huelen a flores y me extraña que sea el único que está dentro de todo el museo junto con el guarda. Como ya he dicho, lo que se expone no me impresiona demasiado pero merece la pena una visita por el edificio.
Ya ha llegado la hora de comer y me vuelvo al Mercado de 9 de Octubre. Primero me voy a un puesto donde me tomo un exquisito ceviche de concha. El ceviche de concha que me dan está compuesto por una docena de berberechos negros crudos a los que se pone zumo de limón para marinarlo y se añade una ensalada a base de tomate, cebolla y cilantro. El sabor es buenísimo y pienso volver a probarlo. Me cuesta 2.5 USD. Sigo con hambre y en otro puesto me tomo un espectacular plato de chancho horneado, es decir, cerdo asado que se sirve con bolas de puré de patata, ensalada y maíz cocido (buenísimo, 2 USD). Acompaño la comida con un delicioso zumo de tomate de árbol (0.50 USD).
Después de comer me doy una vuelta por la ciudad. Me sorprende lo comercial que es Cuenca pero sobretodo me llama la atención la cantidad de iglesias que tiene (el lema de la ciudad es “Primero Dios, después vos”).
Acabo en la habitación de mi hotel a las 16.00. Se ha puesto a llover y me echo una siesta mientras oigo el caer de las gotas.
El resto de la tarde la dedico a leer sobre Perú, escribir en mi diario y a hacer una videoconferencia con Viviana hasta las 23.30. Una hora más tarde estoy dormido.
Me levanto a las 08.00 y me encuentro bastante mal de la garganta. Desde que intenté subir al Cotopaxi cogí frío y tengo tos. Por esta razón hoy decido quedarme en la habitación y resguardarme del frío y de la lluvia (desde ayer por la tarde no ha parado de llover).
Desayuno con mis amigos norteamericanos. Ellos hoy se van a Loja y me despido de ellos. Son una familia maravillosa y desde aquí os mando un enorme abrazo a todos!
El día entero lo paso en la habitación. Lo primero que hago es comprarme un billete de ida y vuelta de Buenos Aires a Bogotá. Así las cosas volveré a estar en Colombia tres semanas en Colombia como fin de mi enorme viaje de casi dieciséis meses. Vivi y Carolina, nos vamos a volver en sólo dos meses!
Durante el día hago videoconferencia con mis padres. Es gracioso porque mantenemos la conexión mientras yo hago mis cosas en el ordenador y mi padre en el suyo y sólo tenemos que hablar en voz alta para poder hablar! Jajaja Es buenísimo porque si necesito algo sólo tengo que gritar y mis padres van al despacho de mi casa en Madrid y hablamos. Es como si estuviera en casa con ellos. Son unas cuatro horas las que pasamos conectados de esta manera. Me ha encantado hacer esto y me he dado cuenta de lo mucho que echo de menos mi vida en Madrid (entre mi vida londinense y lo que llevo de viaje son en total unos seis años y medio los que llevo fuera de Madrid y se nota). También confirmo mi regreso final a España y llegaré a Madrid el 4 de octubre! Tengo pensado organizar una fiesta para esas fechas. Quizás una donde haya que ir disfrazado de Michael Jackson pero con bigote. Ya os daré noticias sobre los detalles!
Hago una pausa para comer una pizza calzone en un restaurante cerca del hotel mientras leo sobre Perú.
También he recibido un mes de llamadas ilimitadas gratuitas a teléfonos fijos así que aprovecho y llamo a mis amigos Josito y Bea en Londres. Qué buen rollo esto de llamar sin pagar!
Acabo el día viendo una peli en mi ordenador y a eso de las 00.30 estoy en dormido. Antes de cerrar los ojos llamo a mi mamá a felicitarle por cumplir un año más en este hermoso planeta. FELICIDADES MAMÁ!
Hoy me despido del hermoso país de Ecuador. Los días que he pasado aquí han sido maravillosos y me quedo con el maravilloso paisaje andino y la bondad de su gente. Los ecuatorianos me han parecido gente estupenda, quizás un poco más introvertidos que los colombianos pero maravillosos igualmente. Me encanta la idea de que a partir de ahora siempre que me encuentre con un ecuatoriano en España voy a tener algo más en común más en común y que me va a dar pie a conocer mucho más de esta comunidad. Siento que estoy preparado para continuar con mi viaje y pasar a Perú, pero Ecuador me ha gustado mucho más de lo que me esperaba y sé que volveré algún día para visitar sus únicas Islas Galápagos.
Hoy me tengo por delante un largo día de autobuses antes de llegar a Máncora (costa peruana), mi destino. Así las cosas me levanto a las 06.30.
Después de desayunar me cojo un taxi a la terminal terrestre donde me compro un billete de bus a la ciudad de Machala (tres horas y media, 4.5 USD). Durante el trayecto puedo observar algo que ya había visto pero que no había prestado mucha atención: lo feas que son las esculturas de las plazas y rotondas de las ciudades y pueblos de Ecuador. Son como figuras de un Belén gigante y parecen hechas de broma, con colores exagerados.
A las 11.50 llego a Machala y de la misma me meto en un bus que sale a las 12.00 en dirección a Máncora. Este autobús está genial por que se para en los puestos fronterizos para que te sellen el pasaporte y cambies dinero y así no te tengas que preocupar por cambiar de autobuses, coger un taxi o andar para pasar la frontera. Además sólo cuesta cinco dólares.
Después de una hora y media llegamos a Huaquillas, en la frontera con Perú. Allí hay varios puestos de cambio de moneda y por 71 dólares me dan 206 Soles, es decir a casi tres SOL por cada USD. Allí me sellan la salida del país.
De ahí nos vamos Aguas Verdes el primer pueblo por el que pasas en Perú, incluso antes de que te sellen la llegada en el pasaporte. Por esto da la sensación de que estás en tierra de nadie y eso pega mucho con el aspecto canalla y peligroso del pueblo. Aguas Verdes se ve mucho menos desarrollado que Ecuador e incluso me recuerda un poco a la frontera de Mahendranagar entre Nepal y la India.
El bus para una hora, así que me voy a buscar un restaurante para hincarle el diente a algo. A los tres minutos de andar me doy cuenta de que no parece ser muy seguro y que con mi pinta de extranjero llamo demasiado la atención. Además llevo todo encima y no quiero que me pase nada. Así las cosas como en un bar de la calle, lleno de moscas y donde me como un plato de cerdo frito con arroz con una Pepsi por 5 SOL (algo así como un euro).
Al volver al autobús veo a una inglesa hiperventilando porque la han intentado atracar en medio de la calle delante de todo el mundo. La chica llevaba el cinturón donde se lleva el dinero por fuera del pantalón, cosa que jamás de debería hacer. Al final no han conseguido llevarse el cinturón pero este capítulo me hace recordar los vulnerables que podemos llegar a ser y de que siempre hay que estar alerta mientras viajas por sitios poco seguros. Así las cosas, no os recomiendo que os deis mucha vuelta por Aguas Verdes, que no hay nada que ver y que la experiencia te puede amargar el resto del viaje.
A las 15.00 salimos en dirección a Máncora. En el puesto fronterizo peruano conozco a Luis Echevarría, un policía que tiene a su mujer viviendo en Barcelona. El quiere dejar Perú y vivir en España dentro de dos años, cuando su mujer pueda optar a la reagrupación familiar. Es un hombre encantador y me da la bienvenida a su país y me recomienda un par de sitios para que visite en la costa.
El paisaje de la costa es espectacular. Aquí todo es desierto y me recuerda un poco al desierto de La Guajira en Colombia (con la arena del desierto contrastando con el azul del mar). Me encanta haber dejado el frío de Los Andes y llegar a un sitio donde se lleven chanclas y pantalones cortos.
A las 17.00 el bus me deja en Máncora. Esta ciudad de menos de diez mil habitantes es el pueblo costero más turístico de la costa y te lo pintan como un destino de la jet set peruana, cosa que me resulta difícil de creer.
Me instalo en el hostal Arena Blanca, donde pago 50 SOL por una habitación enorme con vistas al mar.
De ahí me voy a dar una vuelta y acabo en el restaurante Máncora Summer Forever. Es un restaurante que tiene más de 70 años y me llama la atención lo hortera que es su nombre a pesar de su aspecto tradicional. El dueño de dice que siempre se había llamado Máncora Beach pero un inversor alemán le pagó un dineral por el nombre para hacer un hotel en la playa. Así las cosas cambiaron a Summer Forever hace unos diez años. Aquí me tomo un espectacular ceviche de pescado crudo (el pez es congrio). Acompaño el plato con una cerveza Cristal y pago por todo 20 SOL.
Hoy es sábado y se supone que hay mucha marcha nocturna, pero es pronto y está todo muy matado. Me doy una vuelta por la única calle que tiene Máncora y me vuelvo a la habitación a esperar a las 23.00 para salir a tomar un trago. Pero como suele pasar, una vez que llegas a tu habitación, te instalas y ves una hora de televisión concluyes que la marcha nocturna es para otros y te quedas sin salir. Así las cosas me veo un par de pelis en la tele y estoy dormido a las 00.00.
Máncora no me ha impresionado demasiado y creo que mañana mismo me voy de aquí. Me parece demasiado turístico y sin atractivo. En fin, ya veremos mañana. Buenas noches.
Son las 08.40 y es la última vez que me despierto estando en este viaje. Estoy emocionado y, tras desayunar con mi querida nueva prima, me cojo un taxi a la estación de Sants.
A las 10.00 sale el AVE en dirección a Madrid y, según pasan los minutos de este último trayecto, voy haciendo acopio de memorias. Son momentos emocionantes y, tal y como me había prometido a mí mismo hacía meses, invito a una cerveza en el bar del tren a las dos personas que tengo más cerca. Así paso la última media hora de mi interminable viaje, tomando una cerveza con dos completos desconocidos, Alberto y Alicia, pero que tras la charla ya puedo considerar amigos. Otra vez más me acuerdo de que los extraños no son más que amigos que todavía no has conocido.
A las 13.20 llega el tren a la estación de Atocha y me fundo en un abrazo fuerte con mi padre a quien, junto con mi madre y mi hermana, dedico este blog. Ellos son quienes, más que nadie, me han seguido día a día, me han sugerido tantas cosas y me han forzado a que mantuviera actualizado esta página.
A partir de ahora vivo un nuevo doble comienzo. Por un lado acabo mi viaje de casi dieciséis meses alrededor del mundo pero por otro vuelvo a España después de casi siete años viviendo en el extranjero. Como siempre lidiaré con la incertidumbre que tengo por delante, pero estoy seguro de que todo va a ir de maravilla.
En los últimos meses he podido hacer cosas como montar en elefante, subir en globo, hablar con supuestos caníbales y asesinos, comer avispas y gusanos fritos, he montado en ala delta, he hecho rafting por los rápidos de ríos, he saltado desde lo alto de un puente, he sido bendecido por tres penes de 20 centímetros, he charlado con cantautores y poetas callejeros, he asistido a ceremonias de cortejo, me han hecho ciudadano de honor de un pueblo, he trabajado con ancianos, he buceado con tiburones, he visto cientos de amaneceres y puestas de sol, he intentado bailar salsa (y sigo practicando), me he bañado en volcanes de lodo, he escalado volcanes, me han picado mosquitos infernales, he quedado segundo en un maratón, he jugado a la ruleta en el casino más grande del mundo, he llorado de felicidad jugando con niños huérfanos, me he reído con jefes de tribus, he corrido con canguros, se han reído de mi falta de ritmo, gordura y trasero blanco en Papúa Nueva Guinea, he cruzado decenas de ríos, me han orinado encima, he dormido a la luz de la luna y debajo de un mar de estrellas, he experimentado la hospitalidad y bondad de cientos de personas con las que me he encontrado, he cruzado el tráfico de Bangkok en bicicleta, he charlado con monjes budistas, me he sentado en un simulador de terremotos, he bebido té saldado en los Himalayas, he estado en un templo hecho enteramente de oro, he ayudado a construir un puente, me he torcido la rodilla imitando a un superhéroe, he hecho trampas jugando a las cartas, he vuelto a nacer en un accidente de tráfico y he conocido el amor.
Muchas personas me habéis estado siguiendo y a todos os doy las gracias por haberme forzado a recordar y relatar todas las cosas que he vivido durante esta maravillosa aventura. Ahora me despido con alguna lagrimilla en los ojos, con el orgullo de haber conocido a tanta gente nueva, el haber visto la vida desde perspectivas muy diferentes, el haberme divertido tanto y, en el proceso, haberme convertido en una persona más fuerte, más sensible, más rica en experiencias y también más sabia. Así me despido de todos, con orgullo de lo vivido y brindando, una vez más, por los nuevos comienzos!