Diary for La vuelta al mundo en 477 días


(477) Barcelona, España: Todo viaje llega a su fin.

2009-10-04

Son las 08.40 y es la última vez que me despierto estando en este viaje. Estoy emocionado y, tras desayunar con mi querida nueva prima, me cojo un taxi a la estación de Sants.
A las 10.00 sale el AVE en dirección a Madrid y, según pasan los minutos de este último trayecto, voy haciendo acopio de memorias. Son momentos emocionantes y, tal y como me había prometido a mí mismo hacía meses, invito a una cerveza en el bar del tren a las dos personas que tengo más cerca. Así paso la última media hora de mi interminable viaje, tomando una cerveza con dos completos desconocidos, Alberto y Alicia, pero que tras la charla ya puedo considerar amigos. Otra vez más me acuerdo de que los extraños no son más que amigos que todavía no has conocido.
A las 13.20 llega el tren a la estación de Atocha y me fundo en un abrazo fuerte con mi padre a quien, junto con mi madre y mi hermana, dedico este blog. Ellos son quienes, más que nadie, me han seguido día a día, me han sugerido tantas cosas y me han forzado a que mantuviera actualizado esta página.
A partir de ahora vivo un nuevo doble comienzo. Por un lado acabo mi viaje de casi dieciséis meses alrededor del mundo pero por otro vuelvo a España después de casi siete años viviendo en el extranjero. Como siempre lidiaré con la incertidumbre que tengo por delante, pero estoy seguro de que todo va a ir de maravilla.
En los últimos meses he podido hacer cosas como montar en elefante, subir en globo, hablar con supuestos caníbales y asesinos, comer avispas y gusanos fritos, he montado en ala delta, he hecho rafting por los rápidos de ríos, he saltado desde lo alto de un puente, he sido bendecido por tres penes de 20 centímetros, he charlado con cantautores y poetas callejeros, he asistido a ceremonias de cortejo, me han hecho ciudadano de honor de un pueblo, he trabajado con ancianos, he buceado con tiburones, he visto cientos de amaneceres y puestas de sol, he intentado bailar salsa (y sigo practicando), me he bañado en volcanes de lodo, he escalado volcanes, me han picado mosquitos infernales, he quedado segundo en un maratón, he jugado a la ruleta en el casino más grande del mundo, he llorado de felicidad jugando con niños huérfanos, me he reído con jefes de tribus, he corrido con canguros, se han reído de mi falta de ritmo, gordura y trasero blanco en Papúa Nueva Guinea, he cruzado decenas de ríos, me han orinado encima, he dormido a la luz de la luna y debajo de un mar de estrellas, he experimentado la hospitalidad y bondad de cientos de personas con las que me he encontrado, he cruzado el tráfico de Bangkok en bicicleta, he charlado con monjes budistas, me he sentado en un simulador de terremotos, he bebido té saldado en los Himalayas, he estado en un templo hecho enteramente de oro, he ayudado a construir un puente, me he torcido la rodilla imitando a un superhéroe, he hecho trampas jugando a las cartas, he vuelto a nacer en un accidente de tráfico y he conocido el amor.
Muchas personas me habéis estado siguiendo y a todos os doy las gracias por haberme forzado a recordar y relatar todas las cosas que he vivido durante esta maravillosa aventura. Ahora me despido con alguna lagrimilla en los ojos, con el orgullo de haber conocido a tanta gente nueva, el haber visto la vida desde perspectivas muy diferentes, el haberme divertido tanto y, en el proceso, haberme convertido en una persona más fuerte, más sensible, más rica en experiencias y también más sabia. Así me despido de todos, con orgullo de lo vivido y brindando, una vez más, por los nuevos comienzos!